El Jockey Club muestra por primera vez su colección de arte

Fuente: Perfil – La sede centro del histórico club, ubicada en la intersección de las avenidas Colón y General Paz, abrirá sus puertas al público el próximo viernes 3 de noviembre para mostrar su acervo pictórico y parte de su mobiliario histórico. El Jockey posee unas 200 obras –entre pinturas, grabados y dibujos– de los artistas más importantes del país y conserva muebles que datan de 1940.

Por estos días se observa un movimiento inusual en la sede del centro del Jockey Club Córdoba: andamios, tachos de pintura y trabajadores que entran y salen a paso apurado se entremezclan con los socios que asisten al tercer y cuarto piso, donde se ubica el gimnasio que administra Megatlon, única actividad que se realiza aquí ya que el resto se reparte entre el country deportivo y el club náutico de Carlos Paz.

Sucede que este año, por primera vez, el Jockey Club Córdoba participará de La Noche de los Museos, abriendo sus puertas al público para mostrar parte de las obras y el mobiliario que conserva la institución. “El club posee unas 200 obras entre pinturas, grabados y dibujos de los artistas argentinos más importan-tes y algunos europeos. José Malanca, Antonio Pedone, Manuel Cardeñosa, López Cabrera, Fausto Coppini, Francisco Vidal, Roberto Viola, Emilio Cerrito, Lino Spilimbergo, Benito Quinquela Martín, Luis Tessandori, Luigi Zago y Rosa Ferreyra de Roca forman parte de la gran colección que tiene el Jockey”, detalla Susana Verde, quien desde hace más de 20 días está instalada en un área del club con un equipo de trabajo dedicado a la restauración de las obras.

Además de las pinturas, el acervo cultural contempla grabados de Oscar Meyer, Alberto Nicasio, Mauricio Lazanski y Pedro Pont Vergez, entre otros. “También hay esculturas en bronce de José Fioravanti, Alessandro Vittoria, Carlos de la Carcova, Alfredo Negrito (mármol) y Renti, y dos relieves de Primitivo Icardi. Y por supuesto la fuente Hipocampos, de Alberto Barral”, explica.

Este acervo fue incrementándose a partir de los salones que se realizaban en nuestra ciudad en la década de 1950. “El Jockey tuvo una época de mucho glamour, acá se hacían grandes fiestas, muestras de arte, presentaciones de libros. Y había socios que compraban y donaban obras o los mismos artistas que exponían acá, dejaban obras que hoy son parte del patrimonio”, dice Verde.

La gestora cultural señala que la restauración de las obras que serán expuestas se está llevando a cabo con la colaboración de alumnos  de la Diplomatura en Restauración dictada en el Colegio Nacional de Monserrat y que ésta es solo “una limpieza superficial y una intervención no definitiva de las obras de arte, que deberán ser evaluadas y restauradas en un futuro próximo”. 

SUSANA VERDE. Abocada a la restauración, como parte de la Comisión Directiva también se ocupa de relevar, controlar e inventariar las obras.

El recorrido. Una serie de fotografías de los distintos presidentes de la comisión directiva del club desde sus inicios serán los encargados de dar inicio al recorrido. Luego se podrá avanzar por un pasillo habitado por fotografías antiguas que darán cuenta de las diferentes actividades socioculturales de la época de oro de la institución, cuando se practicaba esgrima, waterpolo, polo, hipismo, boxeo, artes marciales y hasta actividades lúdicas como el ajedrez, el bridge o el billar.

“Queremos revivir el Jockey de aquellas épocas, reflejar de alguna manera la intensa actividad social que tenía y por eso también vamos a mostrar mobiliario. Vamos a ambientar con los muebles más importantes de aquellas épocas: mesas de ajedrez con el tablero incorporado en la mesa, un sillón de barbería, una mesa de billar, mesas de bridge redondas con tapete verde, como si fueran escenas que los espectadores pueden ir transitando a medida que avanzan en el recorrido”.

El entrepiso será ocupado por esculturas, en el primer piso podrá verse La Fuente de Hipocampos, de Alberto Barral, y en el segundo piso se desplegarán las pinturas, los grabados y obras en papel. “Vamos a colgar alrededor de 70 obras. Como el patrimonio es muy variado la intención es mostrar toda la obra que está en condiciones de ser mostrada”, finaliza la gestora cultural a cargo de la puesta.

Jorge Bettolli

JORGE BETTOLLI. El arquitecto y magíster en patrimonio trabaja en la restauración de una de las obras que se exhibirán en La Noche de los Museos.

Música, performances y danza
Ocho grupos de distintas disciplinas amenizarán la velada en el Jockey Club Córdoba: La Troupe Salusso Performance, El Tropel Coro, Julián Heredia (piano), Román Carballo (guitarra), la soprano Cecilia Leunda, Vento Quinteto, Nueve Octavos grupo vocal, Jorge Luis Reales y Geo Broggini, Danza Viva, Alborotando y La Camorra trío de cuerdas.

Ajedrez Jockey Club

AJEDREZ. En la edad de oro del club eran habituales las actividades lúdicas como el ajedrez, el bridge o el billar.

Se viene una nueva edición de La Noche de los Museos
Con el lema ‘Ciudad y democracia’, este viernes 3 de noviembre, entre las 20 y la 1, tendrá lugar una nueva edición de la ya tradicional Noche de los Museos, que año tras año abre sus puertas al público de manera gratuita durante cinco horas.

Así, museos de la Universidad Nacional Córdoba, del Gobierno provincial, de la Municipalidad y espacios invitados de la capital e interior provincial, podrán ser visitados por la comunidad, que podrá ver muestras y colecciones como así también disfrutar de las propuestas artísticas que cada espacio tiene preparadas.

De los murales callejeros a los espacios de exposición

Fuente: Perfil – Hasta el 21 de noviembre se estará exponiendo en la sala de arte, una muestra con obras de artistas urbanos locales.

Bajo el nombre ‘Cinco minutos de eternidad’ y con curaduría de Belén Wonda, la exhibición reúne una veintena de piezas de cinco autores: Dino Valentini, El Lolo, Lu Yorlano, Mëx y Munino. Incipientes aún en nuestra ciudad, este tipo de exposiciones buscan correrse del conservadurismo y los prejuicios en torno al espacio que debe ocupar el arte urbano.

“Soy una convencida de que el arte es un derecho. Y en la búsqueda de nuevos discursos y nuevos lenguajes es que invité a estos artistas urbanos a participar de esta exposición”, dice la galerista y curadora Belén Wonda, quien coordina las muestras de la sala de arte de Agec (Asociación Gremial de Empleados de Comercio). 

Ubicada en Deán Funes 266, la sala de arte –que tiene 400 metros cuadrados– nació en noviembre de 2019, frente a una necesidad concreta: democratizar el arte y llegar a nuevos públicos. “Previamente habíamos expuesto una muestra sobre el Cordobazo. Es decir que las propuestas son muy eclécticas. Ahora hay cinco artistas urbanos, que trabajan principalmente en el espacio público”, detalla Wonda.

Belén Wonda

BELÉN WONDA. La curadora y galerista asegura que hay que dejar de sacralizar el arte.

De los muros a los espacios de arte. Asentada en lo efímero y a la vez en lo eterno del arte urbano, ‘Cinco minutos de eternidad’ busca calar en distintos tipos de público y expandir el sentido de la cultura. “Como galerista no estaba trabajando con arte urbano, pero en un momento sentí que debía adentrarme en él. Creo que en nuestra ciudad hubo un antes y un después del proyecto Arte de nuestra gente, que ideó la Municipalidad de Córdoba. Este proyecto permitió que la gente se identificara con muchos artistas. También creo que el público está en todos lados y el arte debe ser para todo el mundo. Por eso esta necesidad de buscar espacios no convencionales para poder exhibir estas obras”, define.

La curadora agrega además que este tipo de exposiciones son también una forma de hablar del sentido de la cultura de una manera más expandida y permitir ramificaciones que vayan más allá de los coleccionistas o los públicos que visitan los museos.

Así, la propuesta pivotea sobre dos aristas: por un lado sacar a las obras de las paredes de las calles para mostrarlas en espacios disruptivos, alejándose de los museos y las galerías incluso. Y por el otro romper con ciertos prejuicios o conservadurismos vinculados al arte callejero como una suerte de “arte menor”.

Exposicion y venta Arte Urbano Agec

EXPOSICIÓN Y VENTA. El costo de las obras arranca en los 300 dólares y puede llegar hasta los US$ 1.000.

Los artistas y su impronta. Dino Valentini, El Lolo, Lu Yorlano, Mëx y Munino son los cinco artistas urbanos nucleados en esta propuesta; cada uno con un lenguaje muy característico que hace muy fácil su identificación. “Esta es una de las muestras que más me ha gustado hacer; a ellos se los ve mucho en la calle, entonces el público se identifica rápidamente con ellos. El arte tiene esa posibilidad de identificarnos con la imagen que vemos. Munino, por ejemplo, conjuga belleza y ternura femenina que se identifican claramente; Mëx tiene una composición y colores muy característicos; Lolo y Lu son un colectivo, y aunque funcionan muy bien solos colectivamente son súper potentes. Y Dino tiene un trabajo visual geométrico y cinético que es sumamente atractivo».

El eje curatorial. “Mi idea de curaduría fue partir del afuera hacia el adentro. Del decir de estos artistas que a veces son difíciles de encasillar pero que cuando ingresan en una superficie, ellos solos y orgánicamente se van organizando. Por otro lado, cuando empieza el paso del tiempo a generar el deterioro en esos lienzos que son las paredes de la vía pública, empiezan a sufrir las obras. Entonces estos artistas que manejan tanto el interior como el exterior, tienen una capacidad muy particular que no se ve en el resto de artistas. Desde el uso de colores vibrantes en sus obras hasta la prolijidad que tienen tanto en la escala como en lo más pequeño”, detalla la curadora.

En cuanto a la voluntad de los espacios locales por incorporar a sus exposiciones a artistas urbanos o callejeros, Wonda asegura que por ahora no es demasiada y que eso responde a una necesidad de encasillar a los artistas. “A veces daría la idea que el arte urbano es otra categoría, pero tenemos que dejar de sacralizar el arte porque en definitiva no es otra cosa que la manifestación de un alma que quiere trascender y generar otras realidades. De todos modos, creo que hay un gran potencial. Y además, no hay que olvidarse que Andy Warhol hacía escaparates, él estaba en la calle”.

Iconografías y mitos evocados en la pintura 

Fuente: Página 12 – El artista rosarino presenta “Sirenas”, una serie de grandes telas para las cuales iconografías y mitos -con sensibilidad y maestría- sirvieron de disparador.

Desde tiempos muy antiguos, en el Mediterráneo corría la leyenda de una isla misteriosa en cuyas orillas los marineros perecían atraídos por el canto de los pájaros. Estas aves eran denominadas Sirenas, y se decía que tenían el rostro de mujer. Al menos así aparecían representadas en relieves funerarios, en esculturas y cerámicas, y pintadas en ánforas, hidrias, vasos y platos. Posteriormente aparecen también retratadas con senos y brazos, y ocasionalmente con instrumentos musicales: la lira y el aulós. Su iconografía originaria debe mucho a Ba, el ave con cabeza humana, que era para los egipcios uno de los componentes inmortales del ser humano, la fuerza anímica que, luego de la muerte, abandonaba el cuerpo, pero debía regresar cada noche para reunirse con Ka, la fuerza vital, que permanecía en la tumba. Para los griegos, las Sirenas, como Ba, conservaban ese carácter de vínculo entre nuestro mundo y el más allá.

Se emparentan con otras figuras míticas aladas con rostro de doncellas: las arpías y las esfinges, aunque las arpías son más bestiales y con grandes garras, y las esfinges tienen cuerpo de león. Solo las Sirenas cantan, pero todas ellas pertenecen al mundo ctónico o telúrico, y se relacionan de una u otra manera con el inframundo. Se dice que las Sirenas eran hijas de Aqueloo (el que ahuyenta los pesares), el dios del río del mismo nombre, y una de las musas (cuya identidad varía según los autores). Originalmente eran las jóvenes y bellas compañeras de Perséfone y su transformación es consecuencia de no haber logrado impedir el rapto de esta por parte de Hades. Según algunos fueron castigadas por Démeter y convertidas en aves. Según otros, su metamorfosis fue voluntaria: pidieron a los dioses alas para poder buscar más rápidamente a Perséfone. Cualquiera sea el caso, se supone que continúan frecuentando a su antigua compañera, ahora devenida reina del inframundo, y por eso es tan abundante su representación relacionada con ritos funerarios.

De entre los muchos textos donde se las nombra, destacamos su aparición en tres grandes obras clásicas: la Odisea de Homero, las Argonáuticas de Apolonio de Rodas y las Metamorfosis de Ovidio. Es popularmente conocido el relato de Homero acerca de cómo Odiseo, siguiendo los concejos de Circe, tapona con cera los oídos de sus marineros y se hace atar al mástil de la nave, para oírlas sin sucumbir a su canto. Una atadura para librase de otra, porque una de las etimologías posibles para Sirenas es σειρά, que en griego antiguo es cadena o lazo. La astucia, el engaño, triunfa sobre la seducción.

Apolonio, en un texto posterior en dos siglos al de Homero, narra un episodio que es en realidad anterior al de Odiseo. Orfeo, a bordeo de la nave Argos, las vence cubriendo el canto letal con el sonido de su lira.

Apolonio utiliza la palabra άκριτος (acrítico, no dividido) para describir el canto de las Sirenas, un canto continuo, no separable en vocablos como el humano. Este canto continuo es superado por las notas discontinuas de la lira de Orfeo. El romano Ovidio Publio Nasón, por su parte, cuenta en su Metamorfosis el origen de las Sirenas y su transformación en aves con rostros femeninos.

Estas aves mitológicas son citadas también en otros textos clásicos, como Helena de Eurípides (donde se las menciona como «vírgenes hijas de la tierra») y la Eneida, de Virgilio, y, por supuesto, más contemporáneamente, Joyce trata con ellas en el complejo y musicalmente estructurado capítulo 11 del Ulises y Kafka especuló acerca de su posible silencio.

Maurice Blanchot dice que las Sirenas «parece que cantaban, pero de un modo que no satisfacía, que únicamente permitía oír en qué dirección se abrían las verdaderas fuentes y la verdadera dicha del canto. No obstante, con sus cantos imperfectos, que sólo eran un canto por venir, conducían al navegante hacia ese espacio donde el cantar comenzaría verdaderamente». El canto «era una distancia, y lo que revelaba era la posibilidad de recorrer esa distancia, de convertir el canto en movimiento hacia el canto y dicho movimiento en la expresión del mayor deseo».

A partir de los siglos IV y V después de Cristo, la iconografía de las Sirenas va mutando: desaparecen las aves con rostro femenino y proliferan las mujeres con cola de pez, que son actualmente las más conocidas. Pero, al parecer, las Sirenas griegas migran. Unos siglos después, llevado por los mercaderes persas, su mito llega a Rusia y se reencarna en Sirin, un ave cantora con rostro femenino, que según la leyenda vive en las cercanías del río Éufrates. No es el único ser con estas características en la mitología rusa, también el mito de Alcione, que fuera transformada por Zeus en ave, llega a las estepas en donde recibe el nombre de Alkonost. Asimismo, Gamayún es, en el folklore ruso, otra ave con rostro y torso femenino. Se cree también inspirada en las sirenas griegas y su canto es profético.

Ofrezco todo esto que he relatado no a modo de explicación, sino simplemente como un contexto para esta muestra. El mito de las Sirenas, y especialmente su iconografía, fue la inspiración inicial para una serie de pequeños dibujos y grandes pinturas en los que vengo trabajando desde hace un tiempo. ¿Por qué? No lo sé. Casi todos mis trabajos parten de una imagen que me seduce y funciona como disparador de una pintura. Como sucede con las sirenas, hay allí una atracción, una fascinación, que genera una acción, un movimiento, un desplazamiento hacia ese espacio donde la pintura comienza. El mito, o sus imágenes, ha servido como excusa, como disparador. Luego fui trabajando con mis obsesiones, mi sensibilidad, mi deseo.

* Pintor y dibujante. Texto escrito especialmente para su muestra “Sirenas”, en la galería Gachi Prieto -Uriarte 1373-, que sigue hasta fin de año.

Miguel Diomede. Desmaterializar la pintura

Más de 28.000 visitantes recorrieron sus obras y participaron de las múltiples actividades propuestas por el Museo para difundir el legado del artista.

Hace ya más de 10 años, el Museo Benito Quinquela Martín asumió como compromiso la realización de exposiciones antológicas dedicadas a las máximas figuras de la pintura boquense que vitalizaron la cultura porteña desde la periferia del barrio durante la primera mitad del siglo XX.

Este proyecto de largo plazo significa para la institución devolver a la contemporaneidad una imagen actualizada de lo que representaron aquellos trabajadores, abrigando la idea de que puedan oficiar de guía orientativa para quienes hoy se están iniciando en el camino del arte. Y Miguel Diomede es uno de esos brillantes exponentes.

Desmaterializar la pintura exposición temporaria

Desde el 22 de julio ppdo., cuando se inauguró la exposición Desmaterializar la pintura, dedicada a Miguel Diomede, más de 28.000 visitantes recorrieron sus obras y participaron de las múltiples actividades propuestas por el Museo para difundir el legado del artista.

Miguel Diomede

Entre las acciones que se llevaron a cabo se destacan: 

Miguel Diomede. Desmaterielizar la pintura Sala

También se realizaron invitaciones puntuales para trabajar la exposición con estudiantes y docentes de distintas disciplinas artísticas de la Universidad Nacional de las Artes y el Profesorado de Educación Superior en Artes Visuales ESEA Manuel Belgrano.
Por último, en el contexto de la muestra se diseñaron propuestas lúdicas y educativas para promover la observación y el tratamiento del dibujo desde las infancias.

Arranca la muestra retrospectiva de Paula Rivero, que resume sus 36 años en el arte: “El color del tiempo”

Fuente: TN – La exposición se llevará a cabo desde el próximo 5 de octubre en el centro cultural Cultura Viva.

La artista plástica Paula Rivero presenta “El Color del Tiempo”, una gran muestra retrospectiva que hace un recorrido por sus obras durante los 36 años de su carrera. La exposición mostrará su evolución como artista y tendrá como objetivo exhibir la diversidad en sus pinturas.

La cita será el próximo 5 de octubre en el centro cultural Cultura Viva, un espacio que se abrió recientemente en el barrio del Abasto (Dr. Tomás Manuel de Anchorena 666) y que se dedica a dar lugar a distintas disciplinas artísticas.

La exhibición cuenta con más de 100 obras y la curaduría de Federico Platener, quien colaboró junto a Rivero a exponer su constante exploración por distintos lenguajes, técnicas y estéticas, pero también formatos, que componen su recorrido en el arte. “Agradezco al arte, que fue quien me encontró en la vida y me llevó a una constante búsqueda de respuestas y así conocer el color del tiempo”, expresó la artista.

"El Color del Tiempo" es una gran muestra retrospectiva que resume los 36 años de Paula Rivero como artista. (Foto: Juan Villagran)
«El Color del Tiempo» es una gran muestra retrospectiva que resume los 36 años de Paula Rivero como artista. (Foto: Juan Villagran)

Además, contó qué significa para ella este proyecto: “Esta muestra me representa, muestra mi alma, mi sentir, mi mirar, mi más profunda expresión a lo largo de mi vida, mis propios conceptos, mis apuntes paralelos, y hoy puedo resumir en mis obras más recientes las respuestas que fui encontrando en cada una de mis etapas artísticas”.

La evolución de su obra, plagada por diversos experimentos artísticos, recorre un camino que va desde la pintura hasta la escultura, pasando por el dibujo, la acuarela, la cerámica, el objeto, el arte digital y el textil. Esta retrospectiva se exhibirá en las siete salas que componen el centro cultural del cual Rivero es madrina.

Según Platener, la muestra “nos guía a través de un mismo hilo conductor, con conceptos que se repiten y otros que a lo largo de su producción van evolucionando, elementos que se vuelven icónicos en su obra y que a la par van construyendo su discurso, materializando el alma detrás del objeto físico”.

La exposición se presentará el próximo 5 de octubre en el centro cultural Cultura Viva en el barrio de Abasto. (Foto: Juan Villagran)
La exposición se presentará el próximo 5 de octubre en el centro cultural Cultura Viva en el barrio de Abasto. (Foto: Juan Villagran)

Así es cómo la escritura también cobra una importancia fundamental en este proyecto. A través del uso de la caligrafía explora los diversos significados que se despliegan de la palabra escrita: la memoria, los vínculos, la distancia y aquello “no dicho”.

Además de ser un homenaje a sus 36 años en el arte, también manifiesta otra de las ideas de la obra de Rivero, la construcción de la mujer desde su perspectiva única. Este es uno de los tópicos que se repite en la mayoría de su producción y en el que se permite jugar con lo autorreferencial.

A pocos días de haber presentado “Atemporal”, una mega exposición con las obras de los alumnos de su taller, en la Facultad de Derecho de la UBA, en esta ocasión se podrá disfrutar de un recorrido por sus primeros ejercicios plásticos “Génesis” (1987-1998), hasta “Origami”, su momento actual en el que se manifiesta una equilibrada, madura y consistente convivencia de todo lo realizado anteriormente.

«Legado», la primera muestra de 17 artistas desde la perspectiva de sus herederos

Fuente: Telam – La propuesta podrá visitarse hasta el 15 de diciembre en Catamarca 1747, CABA, lunes, miércoles y viernes de 10 a 17 a las 19. 

Con grandes exponentes del arte argentino del siglo XX que van desde Carmelo Arden Quin, Libero Badii y José Fioravanti a Magada Frank e Yente, la Fundación Naum Knop impulsó, en asociación con los herederos de un total de 17 artistas, la muestra «Legado», una invitación a nuevas lecturas de un patrimonio artístico cultural leído desde el presente que busca desesperadamente ser preservado.

La gran pregunta para aquellos que reciben una herencia de patrimonio cultural como es la obra de un artista reconocido, es cómo preservar la memoria, creaciones, talleres y documentos para la posteridad y sobrevivir en el intento. Ante la fugacidad intensa de la vida, la obra suele perdurar, sobre todo este cuerpo de obras del siglo pasado, entonces el desafío está en preservar, conservar, catalogar, y por sobre todo, revitalizar y volver visible un patrimonio artístico sin que se pierda en el olvido.

Por eso, en el marco de la Noche de los Museos 2023 la Fundación que resguarda el patrimonio del escultor Naum Knop (Buenos Aires, 1917-1993) en su casa taller del barrio de Parque Patricios, de la Ciudad de Buenos Aires, inauguró la muestra colectiva «Legado» en sus tres salas, y habilitando el jardín y la vista del taller del artista al fondo de la propiedad, repleto de esculturas, herramientas y libros, con curaduría de Eugenia Garay Basualdo.

Creada en 1999, la fundación abrió las puertas de la Casa Museo en 2019 en el que fuera el último taller del escultor, preservando la memoria de Knop a partir de la iniciativa de los hijos y esposa del artista,

La curadora Eugenia Garay Basualdo Foto Alejandro Santa Cruz
La curadora Eugenia Garay Basualdo / Foto: Alejandro Santa Cruz.

Actualmente Pablo Knop es quien quedó a cargo de proteger la memoria de su padre y asumió como director ejecutivo de la fundación, impulsando la reunión del grupo a finales de 2018 «casi sin conocernos entre nosotros, aunque sí a los artistas que representamos», comenta.

«En esa primera reunión la consigna era no hacer un grupo de catarsis, pero sí compartir experiencias y mirar hacia delante», y de allí surgió el ofrecimiento de la casa como espacio, y pandemia mediante pasaron cinco años hasta llegar a concretar esta primera muestra.

«La Casa Museo la abrimos al público en 2019 con obras de Naum Knop, y comenzamos a hacer muestras de artistas contemporáneos», con las que participaron en el gran evento nocturno, explica. «Tendríamos que tratar el tema de qué hacemos con el legado que recibió cada uno con una visión de largo plazo, porque herederos va a haber siempre mientras haya artistas, y nos vamos a morir-, entonces todos se van a encontrar con esa problemática», refiere crudamente.

Por ello parte del trabajo de la fundación es su convenio con la carrera de curaduría de la Escuela Superior de Economía y Administración de Empresas (Eseade) y un programa de prácticas profesionales, deslizándose como posibilidad crear una asociación, pero, aún son cuestiones a trabajar, probablemente, será para el año próximo, dice Knop.

Foto Alejandro Santa Cruz
Foto: Alejandro Santa Cruz.

En concreto, la muestra vuelve a impulsar esta asociación de legatarios con esta primera exposición inaugural de esculturas y pinturas representativas de los 17 artistas, seleccionadas por los herederos y la curadora, en un diálogo fluido de constelaciones y búsquedas tan diversas como las obras y sus épocas.

Tres son los núcleos temáticos planteados por la curadora sobre una obra tan heterogénea que agrupa en «La broncemanía Argentina» dedicada a las esculturas, «La simultaneidad de la audacia vanguardista» y «Las actitudes devienen formas».

En sí, la selección conforma una antología de diferentes momentos de la historia del arte proponiendo «nuevas interpretaciones y relaciones que posibiliten continuar con la exposición y el estudio de estos valiosos acervos postergados», tal como sostiene Garay Basualdo.

Entre los herederos est Jorge Curatella nacido en Francia en 1934 Foto Alejandro Santa Cruz
Entre los herederos está Jorge Curatella, nacido en Francia en 1934 / Foto: Alejandro Santa Cruz.

Entonces en «Legado» están grandes artistas como Carmelo Arden Quin, Libero Badii, Martín Blaszko, Ary Brizzi, Pascual Buigues, Pablo Curatella Manes y Germaine Derbecq, Jorge Demirjian, José Fioravanti, Magda Frank, Walter Gavito, Knop, Rubén Locaso; así como Eduardo Mac Entyre y Miguel Ángel Vidal, los creadores del arte generativo de los ´60, ambos artistas se proyectan con sus obras en el metaverso de la mano de UXArt en el distrito de los museos de Decentraland.

También figuran Juan Del Prete y Yente (Eugenia Crenovich), quienes tuvieron una innovadora mirada sobre sus obras durante 2022 en el Malba con la muestra «Vida venturosa», en una propuesta que visitaba la intimidad amorosa, creativa y cotidiana, algo posible gracias al trabajo de preservación del acervo que realiza Liliana Crenovich, sobrina de la pareja.

El otro artista con muestra reciente es Arden Quin, referente del arte MADÍ que fue presentado en diálogo con otros en el Museo Nacional de Bellas Artes en «Carmelo Arden Quin. En la trama del arte constructivo», también en 2022, una exposición que en su itinerancia se presentó en Chile y espera recorrer otros países de Latinoamérica.

Pero, más allá de estás dos exposiciones basadas en «investigaciones de largo aliento» como las de «Cristina Rossi en el caso de Arden Quin y a Marita García con Yente-Del Prete que llevaron a realizarlas, las investigadoras llevaban muchos años estudiándolos hasta que tuvieron la oportunidad de exponer en lugares importantes», explica la curadora acerca de un trabajo de gestión prolongado que permitió visibilizar a estos artistas, como algo excepcional.

La directora artstica de la Fundacin Florencia Martnez Foto Alejandro Santa Cruz
La directora artística de la Fundación, Florencia Martínez / Foto: Alejandro Santa Cruz.

Convocada en abril después de una reunión de las 14 personas del grupo de herederos y legatarios para llevar adelante la curaduría, cuenta a Télam Garay Basualdo, «la idea era generar una exposición para mostrar artistas reconocidos y consagrados y otros no tanto, que no tuvieron tanta visibilidad», como fue el caso de Pascual Buigues, y cita también a Locaso, Gavito y el maestro Fioravanti, y luego menciona al propio Knop, como un gran relegado, a pesar de las 350 esculturas que atesora la casa y las 1000 que se encuentran en el exterior producto de un artista incansable, como lo describe la directora artística de la Fundación, Florencia Martínez, que estudia su obra.

El trabajo curatorial llevó a Garay Basualdo a considerar visibilizar la problemática de las políticas culturales acerca «de por qué muchos artistas que han tenido varias instancias de consagración quedan relegados, o invisibilizados, hasta que alguna tesis académica los rescate».

En el primer núcleo hay bronces patinados, yeso, trabajos sobre la figura humana, el animalismo como la delicada «Mujer con felino» (1943) de Buigues, o un busto de Fioravanti, e incluso una pequeña «La mano del destino» de Locaso cuya hermana grande está emplazada en Pinamar o «Un presente del futuro» (1985), otro bronce del escultor, o una mujer acostada de Gavito.

Son «artistas que no tienen visibilidad en un museo», explica, salvo la que tuvo lugar en 2014 en el MNBA, «Memoria de la escultura», que rescataba obras de la colección fundacional.

Foto Alejandro Santa Cruz
Foto: Alejandro Santa Cruz.

Lo que transmite en la curaduría son «las relaciones que puedo establecer, porque la mayoría de los artistas fueron influencia de la mayoría», dice la curadora y añade que «hay algunos que fueron vanguardia, como Curatella Manes, un escultor increíble que está bastante perdido en los estudios, del que presentamos el bronce ‘La santa’ (1925), tenemos la no-figuración, y lo relacioné con Yente y Del Prete», explica sobre una «posible interpretación».

Entre los herederos está Jorge Curatella, nacido en Francia en 1934, que si bien no siguió los pasos de sus padres, Curatella Manes y la pintora Germaine Derbecq, considera que «es una responsabilidad tener que promover a través de los años la obra de los dos grandes artistas, porque esta Santa la hizo Curatella en la década de 1920, hace más de cien años, hacerlo en esa época, uno decía a este chico hay que meterlo en un loquero».

Cerca de estos exponentes están «Desplazamientos y proyección de planos» (2012) de Mac Entyre o una impactante «La mirada» (1976), que lleva al artista a realizar «lo que hizo antes en pintura a lo tridimensional, pero sin salir del soporte del cuadro», y que como Vidal, «comienza a trabajar con materiales industriales y a trabajar con la luz», algo que puede verse en obras que hace mucho no se exponen; y acompañando está allí un estudio para un monumento de Frank, de 1976.

«Están todos emparentados porque lo que hace Frank tiene que ver con estas indagaciones plásticas, por eso el núcleo se llama «La simultaneidad de la vanguardia vanguardista», expresa.

Foto Alejandro Santa Cruz
Foto: Alejandro Santa Cruz.

Inclasificable como su amigo Knop, Badíi está presente «con el siniestrismo», porque «en paralelo a lo que estaba pasando, él proponía algo completamente distinto», dice sobre el artista conocido por sus esculturas policromas, algunas totémicas, y resalta que no hay préstamos de otras instituciones o colecciones en esta muestra.

En esa ausencia expositiva, la tercera sala alberga una obra inédita de Knop, un mural de madera ensamblado policromado de 1980, con vacíos que la aligeran, alejada de la talla directa de los principios de sus obras, trabajada desde el ensamblado de piezas de madera y sus particulares curvaturas; u otras como sus recurrentes figuras femeninas, yacentes, o sentadas como «Madre Cósmica».

Y en la sala del frente de la casa museo se encuentra un diálogo entre Blaszko, Brizzi, Demirjian y el lugar especial dedicado a la única pintura de Derbecq, que también fue crítica de arte y curadora.

De esta manera, el programa público en torno a «Legado» propone mesas debates acerca de la difusión y promoción de estos acervos, y la historia del arte ante la vigencia de los artistas a través de los estudios y las exposiciones, en un diálogo con los herederos y curadores invitados.

Se proponen recorridos guiados de análisis de las obras el 12 de octubre, 7 y 16 de noviembre, todos a las 18:30; y abrirán sus puertas del 9 al 11 de noviembre en coincidencia de la Conferencia anual CIMAM 2023.

«Legado» podrá visitarse en Catamarca 1747, CABA, lunes, miércoles y viernes de 10 a 17 hasta el 15 de diciembre a las 19.

De “Los cuentos del abuelo” a “El boliche del ombú”: las obras recuperadas de Florencio Molina Campos llegaron al CCK

Fuente: La Nación – Medio centenar de creaciones del artista que permanecían guardadas en un depósito se exhiben en la muestra “Pinturas para el pueblo”

En una selección de más de 40 óleos, témperas, dibujos y acuarelas, los paisanos pintados por Florencio Molina Camposvuelven al ruedo, calientan el agua para el mate y se encuentran con la mirada de atentos visitantes en el Centro Cultural Kirchner (CCK). Una nueva muestra dedicada al retratista de las pampas exhibe en la ciudad piezas icónicas y otras menos conocidas del pintor recuperadas tras años de disputas y mudanzas del legado de la Fundación que lleva el nombre del artista.

Con acceso libre hasta finales de octubre, la exhibición Florencio Molina Campos. Pinturas para el pueblo reúne obras paradigmáticas y otros trabajos que recorren las distintas etapas de la vida artística del pintor. En sus representaciones del campo, se pueden ver desde dibujos que el creador realizó durante su juventud y piezas en las que se aprecian los inicios gráficos de su inconfundible estilo a obras que ilustraron los famosos almanaques de Alpargatas y algunas de sus últimas creaciones.

“La muestra recupera la obra del artista que mejor supo representar y dar vida a paisanos y paisanas, caballos, jinetes y pueblos de la provincia de Buenos Aires y de todo el país, representados a la vez con imaginación y fidelidad”, señaló a LA NACIÓN Federico Ruvituso, director del Museo Provincial de Bellas Artes Emilio Pettoruti y cocurador de la exposición junto a Viviana Mallol, directora del Complejo Museográfico Provincial Enrique Udaondo. Ambas instituciones participan de las acciones de recuperación, puesta en valor y divulgación de las obras junto a la Fundación Florencio Molina Campos (intervenida desde 2022), el Instituto Cultural de la Provincia de Buenos Aires, el Municipio de Moreno y la familia del artista.

Tristán Bauer, ministro de Cultura de la Nación, conversa con Gonzalo Giménez Molina, nieto del pintor
Tristán Bauer, ministro de Cultura de la Nación, conversa con Gonzalo Giménez Molina, nieto del pintorSantiago Cichero – AFV

El curador reivindicó la figura de Molina Campos, “ausente en nuestra historia del arte”, en contraposición a otras. Esta semana, recordó, se inaugura una retrospectiva dedicada a Eduardo Sívori “con las imágenes con las que él imaginó la pampa: icónicas, mitológicas, legendarias, literarias y muy románticas de lo que es el gaucho; de eso acá hay muy poco: ésta es la otra gran versión, la de los paisanos, la de los trabajadores, la versión alegre, humorística y respetuosa en una combinación muy difícil de lograr como es la de Molina Campos”, remarcó Ruvituso. Y agregó: “Al lado de Sívori, uno de los artistas más comentados y celebrados, Molina Campos ha sido poco estudiado, pero si vamos a un almacén, a una escuela o a la casa de una abuela, es mucho más probable que sepan primero quién es Molina Campos. De esa popularidad hay algo que hay que empezar a recuperar”, destacó el curador en la inauguración de la muestra, un acto presidido por el ministro de Cultura de la Nación, Tristán Bauer, junto a autoridades del Municipio de Moreno, de la Provincia y la familia del pintor.

Federico Ruvituso, cocurador de la muestra, junto a Denis Turner, interventor de la Fundación Molina Campos
Federico Ruvituso, cocurador de la muestra, junto a Denis Turner, interventor de la Fundación Molina CamposSantiago Cichero – AFV

La exposición en el CCK es la tercera organizada tras la recuperación de los cuadros. Otras anteriores con distintas selecciones de obras se exhibieron en el Teatro Argentino de La Plata y en el Museo de Bellas Artes Manuel Belgrano de Moreno, donde se vio parte de lo que el artista pintó en el rancho Los Estribos, en sus últimos años de vida y la memoria de los personajes célebres que lo acompañaron y visitaron en Moreno. Próximamente, una cuarta apuesta reunirá las creaciones artísticas y objetos personales del pintor en el Museo Udaondo de Luján.

“Es maravilloso que se haya dado la oportunidad de que obras que no estaban exhibidas desde hacía años o que estaban bajo siete llaves vuelvan a estar a disposición para que la gente las pueda ver y disfrutar. Todos aquellos que nos han ido contactando a lo largo de los años diciéndonos que viajaban especialmente a Moreno para ver el museo [correspondiente a la Fundación] y se lo encontraban cerrado, acá pueden ver gran parte de lo más representativo de la obra de mi abuelo”, resaltó Gonzalo Giménez Molina, nieto del artista.

La exposición reúne más de 40 obras del popular artista
La exposición reúne más de 40 obras del popular artistaSantiago Cichero – AFV

En palabras del interventor de la Fundación, Denis Turnes, este desembarco de Molina Campos “es un paso más en el cumplimiento del objeto para el que la entidad fue creada: la difusión de las obras”, piezas “que estaban guardadas en un depósito y que hoy son de acceso a la cultura popular”.

Actualmente las instituciones implicadas trabajan en el estudio pormenorizado de las obras de arte, en su peritaje e inventariado. El acervo recuperado consta de más de 130 creaciones, entre témperas, acuarelas, óleos y dibujos. En su mayoría están firmadas y son de pequeño formato.

Cinco pinturas emblemáticas

El baile, a la derecha en la imagen
El baile, a la derecha en la imagenSantiago Cichero – AFV

El baile (1927)

El cuadro titulado El baile, témpera y técnica mixta sobre papel de 1927 (31×47 centímetros), refleja “el primer estilo del autor, lleno de referencias gráficas amables y humorísticas, donde recupera la alegría de un baile popular, de los colores y las sonrisas de paisanos y paisanas con especial atención a los trajes y vestidos, al calzado de botas y alpargatas, dejando ver el preciosismo y la presencia humilde y digna del pueblo”, destaca el curador.

Florencio Molina Campos
Florencio Molina Campos ©GGM y FFMC – La Nación

El truco

El lienzo El truco (31×49 centímetros) es una de las representaciones de los encuentros entre paisanos que juegan a las cartas más icónicas producidas por Molina Campos. Con múltiples detalles en la escena, retrata un momento de expectativa en el juego.

“Nos cae muy bien el retrato que él hizo del paisano, del gringo, de la china, los rasgos con los que los pintó, las posturas; como cuando en uno de los cuadros vemos a uno tirar la taba: el que ha visto tirar la taba y ve el quiebre que le da él, se da cuenta de que lo sacó exactamente como es; pintó también la picaresca del paisano”, recalcó Alberto Souto, presidente de la Confederación Gaucha Argentina, llegado al CCK desde Moreno junto a otros representantes de la entidad. Y añadió: “Cuando uno ve un Molina Campos no hay que mirar solo a los paisanos medio estrafalarios que él pintaba, hay que mirar los cielos y desde dónde pinta”, dijo tras ser presentado por la intendenta del Municipio, Mariel Fernández, como uno de los referentes de la “paisanidad” en la inauguración.

"El payador" Tempera s/ papel. 44,5 x 30 cm
«El payador» Tempera s/ papel. 44,5 x 30 cm©️ GGM y FMC

El payador

En palabras del director del Museo Provincial Emilio Pettoruti, la témpera El Payador, de 44,5×30 centímetros, no solo constituye uno de los cuadros más famosos del artista sino que representa “al jinete definitivo de Molina Campos, subido al caballo con la guitarra colgada a la espalda; el gaucho mimetizado con su caballo como una sola figura que mezcla humor con la seriedad de lo monumental”.

Los cuentos del abuelo
Los cuentos del abueloSantiago Cichero – AFV

Los cuentos del abuelo

Témpera sobre papel (30,5×44 centímetros) en la que cobran protagonismo la noche en el campo, el clima de las reuniones junto al fuego y los relatos en boca de sabios anónimos. “Un cuento popular sobre miles de noches argentinas”, destaca el curador.

El boliche del ombú
El boliche del ombúSantiago Cichero – AFV

El boliche del ombú (1959)

El boliche del ombú, de 39,5 x 73,5 centímetros, es la última obra que pintó Molina Campos. La tela permanece incompleta y representa “la nostálgica y tranquila etapa final de sus guachos y su visión del campo argentino”, concluye Ruvituso.

Para agendar

Florencio Molina Campos. Pinturas para el pueblo, hasta el 29 de octubre, en el CCK, Sarmiento y Leandro N. Alem, Sala 504 (5 piso). Entrada gratuita.

Adolfo Pérez Esquivel: el Nobel de la Paz muestra sus obras de arte por segunda vez en 50 años

Fuente: Clarín – «La revolución de la no-violencia» podrá verse hasta fines de octubre en el Museo Evita. Un recorrido por la faceta menos conocida del activista de 91 años.

Será, entre otras cosas, porque su padre ciego consiguió una jubilación gracias a Evita –algo que contará en un rato nada más– que Adolfo Pérez Esquivel se muestra feliz y agradecido de exhibir su arte precisamente en una sala del Museo Evita, en Lafinur 2988. Signado para siempre como un activista por los derechos humanos, muchas veces olvidamos que el Premio Nobel de la Paz 1980 es también, o sobre todo, o antes que nada, un prolífico artista plástico.

“Primero soy artista, después militante”, puntualizó a Clarín Cultura en su primera muestra al público tras medio siglo de producción artística ininterrumpida el año pasado en el Museo Lucy Mattos de Tigre con curaduría de Laura Casanovas.

Si en aquella oportunidad exhibió 40 obras de su abundante producción, esta vez, en una sala del Museo Evita se trata de una exposición más pequeña e íntima, pero no por eso menos significativa.

La historia de vida de Adolfo Pérez Esquivel lo ubica rápidamente en nuestro imaginario como un militante de los derechos humanos. A la par, no obstante, de su recorrido en movimientos de no violencia y en defensa de la democracia, también ha construido un jugoso currículum como artista.

Estudió en la Escuela Nacional de Bellas Artes Manuel Belgrano, donde también fue profesor durante dos décadas (profesión que dejó de lado luego de su secuestro en 1977); es pintor y escultor y se formó en la Universidad Nacional de La Plata. Su casa es también su taller, donde cobija cientos de sus obras pictóricas y sus esculturas.Pérez Esquivel y el muro que habla en el cuadro, por la crisis de 2001: "Que se vayan todos". Pérez Esquivel y el muro que habla en el cuadro, por la crisis de 2001: «Que se vayan todos».

En el Museo Evita, pueden verse un puñado de cuadros, de temáticas sociales: el Holocausto, la dictadura, Malvinas, la pobreza, los migrantes, la religión, así como acuarelas que remiten a su infancia transitando las calles porteñas, pero también al trabajo territorial que ha desarrollado con niños y adolescentes en las Aldeas para la Paz de General Rodríguez y Pilar desde los ’90.

Y también dos vitrinas que incluyen objetos del Pérez Esquivel activista y pedagogo: una réplica de la medalla del Premio Nobel (la original está guardada en la UBA), cartas que se escribió con Barack Obama (Premio Nobel de la Paz en 2009), libros traducidos a idiomas como ruso o japonés y fotos con dos Papas distintos (Juan Pablo II y Francisco).

La exposición, por si fuera poco, está musicalizada por Amanda Guerreño, pianista y compositora, con su obra electroacústica Voces de los pueblos. Guerreño es ni más ni menos que la pareja y compañera de vida de Pérez Esquivel. Y sí: se conocieron estudiando arte en La Plata.Holocausto, dictadura y Malvinas en estas tres producciones de Pérez Esquivel. Holocausto, dictadura y Malvinas en estas tres producciones de Pérez Esquivel.

En la foto-gigantografía que da inicio a la recorrida se lo ve a Pérez Esquivel en su taller, rodeado de sus obras, y es el propio artista, de lúcidos 91 años, quien un mediodía ante la visita de Clarín Cultura oficia de guía de sala por su propia muestra, el que aclara que esa foto está guardada también en Oslo en el Comité Noruego del Nobel, que todos los años decide quién merece la distinción por la Paz.

Podrá decir Pérez Esquivel que primero es artista y luego militante, pero lo que se ve a las claras en su producción pictórica es que las dos pasiones van de la mano. Difícil encontrar un cuadro del Nobel que no refiera a una temática social: el recorrido por una decena de obras da cuenta de un proceso histórico y social así como de su propia (auto)biografía.

Para reforzar esta idea, la muestra lleva como título La revolución de la no-violencia y podrá verse hasta el 29 de octubre en el museo ubicado en Palermo. “Manifestarme a través de las obras es parte de la vida. Tiene que ver con todo lo que hago y pienso”, ha dicho alguna vez.Libros del Nobel en diversos idiomas. Libros del Nobel en diversos idiomas.

“A través de sus pinturas, grabados y manifestaciones visuales, Pérez Esquivel nos invita a explorar la profunda conexión entre la paz, la justicia y la resistencia activa, en una propuesta que expresa diversos trayectos de una vida dedicada a romper muros que dividen a la humanidad y a la construcción de puentes de amor y solidaridad”, expresa en el texto que acompaña la muestra Cristina Álvarez Rodríguez, presidenta del Instituto Nacional de Investigaciones Históricas Eva Perón – Museo Evita.

“Esta exposición sin lugar a dudas nos invita a conocerlo desde otros lenguajes. Desde que era un niño, aprendió en su querido barrio de la Boca, las posibilidades que el arte brinda para expresar sentidos”, expresa a este diario Romina Martínez, coordinadora Relaciones Institucionales Museo Evita.Pérez Esquivel y un dibujo en el que rememora su juventud y sus días de canillita en San Telmo. Pérez Esquivel y un dibujo en el que rememora su juventud y sus días de canillita en San Telmo.

Y agrega: “Una niñez cruzada por la pérdida de su mamá siendo muy pequeño y la crianza en manos de una abuela indígena y las monjas de su escuela primaria que le enseñaron a tallar la madera; las largas tardes compartidas con Benito Quinquela Martín y los trabajadores portuarios, los viajes en tranvía hasta la Plaza de Mayo para comprar libros usados con las monedas que podía juntar trabajando como canillita: un padre trabajador que quedó ciego y consiguió su jubilación gracias a una carta de ese niño a Eva Perón que le permitió cumplir el sueño de estudiar arte, convirtió a Adolfo en la persona que es, no solo un referente mundial de la lucha por los derechos humanos sino también en un artista con una obra que aunque muy diversa, poco conocida”.

Una de las obras de mayor impacto es también una de las más recientes de su producción: La última cena (2023) está inspirada en el cuadro de Leonardo da Vinci, aunque con variantes propias del estilo de Pérez Esquivel. «No me trago para nada que en la última cena no hubiera mujeres», lanza el pintor, escritor, activista y tantas cosas más.Intercambio epistolar con Obama, una réplica de la medalla del Nobel, fotos con dos Papas.Intercambio epistolar con Obama, una réplica de la medalla del Nobel, fotos con dos Papas.

Por eso, ubica en este cuadro de grandes dimensiones las figuras de María, madre de Jesús, de María Magdalena y de su hermana Marta. Los apóstoles vendrían a ser contemporáneos, todos compañeros de ruta en la militancia de Esquivel, «gente que caminó conmigo por América Latina, muchos han muerto, la mayoría de los que represento».

Los enumera: «Los discípulos son Jaime de Nevares, el compañero Perico Pérez Aguirre de Uruguay, Leónidas Proaño de Ecuador, cardenal Paulo Arns de Brasil, Hélder Cámara de Brasil, Leonardo Boff, también de Brasil, el único que está conmigo. De este lado están Monseñor Romero de El Salvador, Méndez Arceo de México, Arturo Paoli de Italia, igual que el cardenal Angelini…».La Última Cena, según Pérez Esquivel.La Última Cena, según Pérez Esquivel.

El cuadro no termina ahí: entre los comensales, hay una figura que no tiene rostro. «Es Judas», responde el artista, que cada uno le ponga el rostro que quiera, sugiere. ¿Y Pérez Esquivel se autorretrató? No.

Entre los cuadros figuran la dictadura con Nunca más (unas botas militares pisan cabezas; recordemos que Pérez Esquivel denunció la violación sistemática de los derechos humanos en el país, estuvo detenido en un centro clandestino, subió a un vuelo de la muerte, fue a una cárcel común y finalmente obtuvo la prisión domiciliaria), la referencia a Malvinas, la crisis migratoria en Europa o muros que hablan con consignas sociales durante la crisis de 2001 (o cualquier otra crisis económica argentina): «Que la deuda la pague tu abuela» o «Dale, flaco, queremos pan».

En cuanto al estilo de este artista-militante, señalaba Laura Casanovas en su texto curatorial de la muestra del Museo Lucy Mattos que en los trabajos de Pérez Esquivel “resuenan ecos del arte moderno rioplatense, de la obra de Antonio Berni y su Juanito Laguna, del muralismo mexicano y del local del grupo Espartaco, entre otros. Una obra que se expandió, además, en el espacio público con esculturas y pinturas murales emplazadas en instituciones y lugares de rescate de la memoria y de la historia de América Latina y de Europa”.

Entre los murales conocidos del artista-militante figuran el Via Crucis Latinoamericano y Paño Cuaresmal de 1992, el Monumento a los Refugiados, en la sede central de Acnur en Suiza; el Mural de los Pueblos Latinoamericanos en la Catedral de Riobamba, Ecuador; o su escultura en homenaje al Mahatma Gandhi en Barcelona.

Como cierre, Pérez Esquivel no escatima en compartir una anécdota con Evita que lo toca en persona: “Mi padre era ciego y no le daban la jubilación. Le mandamos a Evita una carta contándole el caso y un día apareció una mujer, que para mí era una diosa, a charlar con mi papá. No era Evita, era una asistente, pero le hizo llegar la situación y a los pocos días, tuvo la jubilación. Lo de Evita no tenía nada que ver con lo político, era su forma de ser”.

Ficha

La revolución de la no-violencia, de Adolfo Pérez Esquivel.

Dónde: Museo Evita, Lafinur 2988.

Cuándo: martes a domingos, de 11 a 19. Hasta el 29 de octubre.

Entrada: gratis.

Cinco galerías argentinas participarán de Art Basel Miami en diciembre

Fuente: Telam – El evento albergará a 277 galerías de 33 países y tendrá la participación de las argentinas Barro, Benzacar, Jorge Mara La Ruche, Isla Flotante y Rolf Art, entre

La feria Art Basel Miami, que se realiza del 6 al 10 de diciembre en esa ciudad estadounidense y es considerada uno de los eventos más destacados del calendario cultural a nivel mundial, tendrá una destacada presencia argentina con la participación de cinco galerías de Buenos Aires: Barro, Benzacar, Jorge Mara La Ruche, Isla Flotante y Rolf Art.

Art Basel Miami Beach albergará a 277 galerías de 33 países y «dos tercios de los expositores provienen de América del Norte y América el Sur», señalaron los organizadores en un comunicado, en referencia a la importante presencia latinoamericana.

Destaca la representación argentina que, si bien en 2022 tuvo siete galerías, en esta edición -con cinco stands- sigue siendo una de las presencias más fuertes de América Latina, detrás de Brasil y México y de, por supuesto, el anfitrión Estados Unidos.

En la sección principal de la feria, en el Centro de Convenciones de Miami Beach (MBCC), entre 222 de las galerías más importantes del mundo, estarán las porteñas Barro, Benzacar y Jorge Mara La Ruche.

La galería Ruth Benzacar presentará un potente proyecto conjunto de dos artistas rosarinos de su staff, Adrián Villar Rojas y de Mariana Telleria, con una trayectoria que incluye, en ambos casos, haber representado a la Argentina en la Bienal de Venecia. Juntos -además de ser amigos- ya habían trabajado para una muestra en el macro de Rosario (su ciudad natal) en 2021 y para «El fin de la imaginación», una instalación a gran escala para The Bass Museum of Art de Miami, en 2022.

En tanto, Barro, la galería de La Boca dirá presente una vez más en el sector principal de la feria, en un stand donde se verán trabajos de Lucrecia Lionti, Matías Duville, Mondongo y Joaquín Boz, confirmó a Télam el director de la galería Nahuel Ortiz Vidal sobre este grupo de artistas que han marcado una buena edición en cuanto a ventas en la reciente feria Arteba.

Obras de Sarah Grilo, Kazuya Sakai, León Ferrari, Juan Battle Planas y Eduardo Stupía serán de la partida en la galería Jorge Mara – La Ruche, confirmaron desde ese espacio de arte a Télam. Pero además, se exhibirán dibujos de Roberto Aizenberg en Kabinett, una sección fundamental de Basel Miami donde las galerías presentan espacios curados y concisos dentro de su propio stand, con trabajos de importancia histórica.

Foto Prensa
Foto: Prensa.

La sección principal buscará brindar «una panorámica excepcional de los artistas, galerías y nuevas perspectivas de la región y más allá», indicaron los organizadores de la feria que albergará obras en todos los medios -pinturas, esculturas, dibujos, instalaciones, fotografías, videos y obras digitales- producidas por artistas, desde pioneros de principios del siglo XX hasta exponentes contemporáneos.

Son un total de 24 las galerías las que participarán por primera vez en la historia de esta feria, provenientes de Francia, Estados Unidos, Brasil, Egipto, Islandia, Filipinas, Canadá y Polonia, y que tendrá por extensión a expositores llegados desde América del Norte, América del Sur, Europa, Asia y África.

También en la sección principal, como parte de la propuesta de dos galerías de París y San Francisco que compartirán stand -Minsky y Weinstein Gallery, respectivamente- se verá una exposición individual de la surrealista argentina Leonor Fini (1907-1996), que incluye pinturas, dibujos nunca antes exhibidos de decorados de teatro y una selección de esculturas que incluyen máscaras de baile de disfraces.

Una de las secciones especiales de la feria, «Survey», reunirá a 17 galerías internacionales que destacan prácticas artísticas de relevancia histórica, con obras creadas antes del año 2000: es allí donde se verá, presentada por la argentina Rolf Art, una exhibición tributo a Liliana Maresca (1951-1994), a poco de cumplirse el 30 aniversario de su muerte. Maresca fue una figura clave que participó en la escena artística desde principios de los 80, protagonizando la entusiasta bohemia juvenil que detonó Buenos Aires desde los primeros años de la democracia convirtiéndose rápidamente en una figura de inflexión, que inició y desarrolló muchas de las vanguardias que caracterizan el arte de los 90. Fue una de las primeras mujeres en contraer y morir de sida en nuestro país.

«El proyecto para Art Basel pretende reivindicar el legado de Maresca reuniendo una cuidada selección de sus obras más destacadas», contó a Télam la galerista Florencia Giordana Braun en referencia a la serie «Liliana Maresca con su obra» (1983), que realizó con Marcos López, e ‘Imagen Pública – Altas Esferas’ (1993), donde posó desnuda sobre un collage de imágenes tomadas de los archivos fotográficos del diario Página12.

Además, como parte de la sección «Meridians», que con curaduría de la mexicana Magalí Arriola, contará con 19 proyectos a gran escala que trascienden las dimensiones de un stand tradicional, Rolf presentará la icónica serie «1968: El fuego de las Ideas» del artista argentino y activista por los derechos humanos Marcelo Brodsky.

Foto Prensa
Foto: Prensa.

En este proyecto, Brodsky reúne un conjunto de imágenes de archivo de diversas manifestaciones públicas y políticas que tuvieron lugar en 1968 en todo el mundo. Cada fotografía corresponde a diferentes focos de conflicto que marcaron el devenir y se constituyeron como puntos de inflexión en la historia. Sobre este material de archivo, el artista relee y sobreescribe las imágenes, interviniéndolas con sus propias marcas caligráficas, señalando frases emblemáticas de cada lugar en su propio lenguaje, buscando actualizar y tejer todo un nuevo campo de sentido.

Finalmente, en la sección «Positions», que este año ofrecerá 16 muestras individuales de artistas emergentes provenientes de todo el mundo, la galería argentina Isla Flotante presentará la obra del joven artista Tobias Dirty, según confirmó a Télam el galerista Leopol Mones Cazón.

La edición 2023 de la feria presentará «un diseño mejorado para la afluencia y la experiencia de los visitantes» y la oferta cultural de la ciudad se extenderá, en esos mismos días, por fuera del centro de convenciones a muchos otros museos, colecciones privadas e instituciones culturales como The Bass, De la Cruz, Locust Projects, Pérez Art Museum Miami (PAMM) o la feria Design Miami.

Art Basel, cuyo socio principal es UBS, se llevará a cabo en Miami Beach Convention Center (MBCC) del 8 al 10 de diciembre para todo público, con días de visita previa para invitados el 6 y 7 de diciembre.

Algunas de las piezas más costosas de arteba, vendidas

Fuente: Clarín – La galería Daniel Maman Fine Arts confirmó la venta de sus preciadas obras de Berni,del colombiano Fernando Botero y Guillermo Kuitca. Otras piezas de su stand, en su regreso a la feria luego de tres años, lucirán mañana el auspicioso botón rojo: Heredia, Benedit y Luis Wells. Las ventas récord son un paradójico síntoma de la incerteza económica general, que confirma el arte como reserva de valor.

Cuando caía la tarde del sábado y creíamos que, como es habitual, las ventas no resueltas seguirían su negociación luego de arteba, que termina mañana, la noticia sacudió el “modo pausa”. La galería Daniel Maman Fine Arts había vendido algunas de las obras más costosas y valoradas de la feria. Entre ellas, “El caballito”, de Antonio Berni, un óleo de 1956 en el que el pintor retrató a su hijo, una de las piezas destacadísimas de esta feria. No trascendió su precio.

La misma galería también vendió “Mujer con espejo”, una carbonilla sobre tela del colombiano Fernando Botero , a 380 mil dólares. Este ha sido uno de los precios tope de esta edición. Y el “Autorretrato” de Guillermo Kuitca, un óleo de 1985, período muy apreciado por los coleccionistas, salió finalmente en 250 mil. El galerista y su esposa, Patricia, lo celebraban aunque no estaban sorprendidos, porque todas estas piezas alcanzarían valores mucho más costosos en el exterior.

Luego de tres años de alejamiento de la feria, en los que se concentró en su nueva galería en el barrio Allapatah de Miami, Maman regresó con buena fortuna y destinando solo “masterpieces”. Por ejemplo, la “Lengua roja” –dibujo preparatorio y escultura en bronce de fines de los años 50–, que estuvo expuesto en la retrospectiva del Museo de Arte Moderno de Buenos Aires. Y en el año de la muerte del artista informalista Luis Wells, vendió varias de sus emblemáticas “latas”, pequeñas esculturas, mientras que el “techo” de Wells, está “en conversación” todavía. También se vendió a un alto precio “Caciques”, la obra de Luis Benedit, en carbonilla y color sobre tela, que llamaba al espacio desde lejos como un imán visual. Los Maman incluyeron también entre sus artistas a la contemporánea Dolores Cáceres.

No hubo falta de Bernis en esta edición, como los ofrecidos por la galería Sur, de Montevideo, que trajo a maestros rioplatenses. La galería Palatina, que había faltado dos años a la cita, también ofreció un collage de Berni. Encontró nuevo dueño.“Mujer con espejo”, carbonilla sobre tela de Fernando Botero: 380 mil dólares.“Mujer con espejo”, carbonilla sobre tela de Fernando Botero: 380 mil dólares.

La edición 2023 de arteba será recordada por su prodigalidad, en medio de una crisis económica que tampoco conoce límite. La contradicción es solo aparente; ha ocurrido antes que los torbellinos políticos y la incerteza sobre el futuro estimulen a los coleccionistas: ocurrió en el vendaval de 2002 y otra vez en 2008, cuando la crisis del campo por la circular 125 marcó el enfrentamiento entre el gobierno de Cristina Kirchner y los sectores adinerados. Este año, sin embargo, parece superar estos hitos negativos por su enrarecidos detalles y la doble cita eleccionaria, que difiere el desenlace y sus remedios.

En el primer día, algunas galerías confirmaban que a pocas horas de abrir habían cubierto los costos de su presencia en la feria. El jueves, la segunda jornada aun con asistencia solo de invitados y coleccionistas VIP, algunos artistas habían agotado su stock, como Juan Tessi, en la galería Nora Fisch, que vendió los cuatros grandes cuadros ofrecidos, mientras el espacio Barro, de La Boca, había vendido las 18 piezas traídas: se había quedado sin obra.

Las espectaculares ventas, en verdad, pueden leerse de manera bastante directa como desesperanza ante la moneda argentina. Todas las transacciones se pactan en dólares. Hablamos del reino de los privilegiados “caragrandes”, donde cesan las disquisiciones sobre la docena de cotizaciones en curso.Los galeristas Daniel Maman y su mujer, Patricia Pacino, junto al óleo de Guillermo Kuitca. Foto: Fernando de la Orden.Los galeristas Daniel Maman y su mujer, Patricia Pacino, junto al óleo de Guillermo Kuitca. Foto: Fernando de la Orden.

Al conocerse este jueves que esta edición marcaba un récord de ventas, la presidenta de la Fundación arteba, Larisa Andreani, reflexionaba que el arte se demuestra como reserva de valor pero apunta su motivación profunda como “refugio emocional”, ante la incertidumbre sobre el contexto argentino. Otros entendidos veían que esta vez ha tallado un nuevo factor de la economía pospandemia en el mundo entero, el factor YOLO, por sus siglas en inglés. ¿»Solo se vive una vez»? Claro, ¡a comprar que la vida son dos días!