Cita con Manuel Segade: «Preservemos la complejidad”

Fuente: Clarín – Tiene 46 años, nació en A Coruña y el hecho de ser gallego, sostiene, le confiere una proclividad familiar al arte argentino. A mediados de 2023 –y tras unos cabildeos crispados de la crema madrileña entre varios candidatos–, fue elegido director del Museo Centro de Arte Reina Sofía. Sucedía así al histórico Manuel Borja-Villel, al frente por más de una década..

Este hombre jovial, a quien conocimos vestido de falda hace unos años, supo dirigir durante ocho años el Centro de Arte Dos de Mayo (CA2M), en Móstoles, un barrio satélite de clase media inmigrante al que los sobreprecios de la vivienda en Madrid han jerarquizado luego de la pandemia. Segade lo gestionó con ambición, sin complejos parroquiales y, de hecho, ofreció varias muestras de argentinos, Diego Bianchi con su “Táctica Sintáctica”, y ahora “Tembló aquí un delirio”, de la argen-mex Ana Gallardo, la cual acaba de abrir. En su antiguo puesto quedó quien fue su vicedirectora desde 2019, Tania Pardo. El sesgo latinoamericano se corrobora en la reciente designación de Amanda de la Garza, quien viene de trabajar en el museo MUAC de la Universidad Autónoma de México, como su adjunta en el Reina Sofía.

Llano y locuaz, este historiador de arte comisarió el Pabellón de España de la Bienal de Venecia en 2017, con la obra del catalán Jordi Colomer, de quien vimos varias piezas en el último Bienalsur. Ese año el CA2M se había sumado al circuito de la feria ARCOmadrid, donde nuestro país era invitado de Honor. También investigó la obra del extraordinario escultor Juan Muñoz, ha estudiado la génesis de las estéticas queer, y es autor del ensayo Narciso fin de siglo (2008). Conversamos en el apartado de un bar en la feria española hace una semana.

–Los grandes museos hoy hacen nuestro ocio; nunca en la historia los visitamos tanto. Pero también son la nueva Plaza Pública: deben responder con la restitución del arte expoliado y por la decencia de sus benefactores (caso Sackler y la crisis de los opiáceos). Además, son el blanco de militantes agonistas y rencores apocalípticos, el pizarrón de reclamos ambientales y de exigencias de descolonización. ¿Cómo te enfrentarás con esto?

–Cierto, los museos están lidiando con su futuro pero esas tensiones, justamente, hacen a su vitalidad. Los museos que se dedican al arte contemporáneo tienen obligatoriamente que ocuparse del futuro. Si fueran una novela, ésta no podría ser realista ni una crónica al estilo periodístico. Por fuerza, un museo que trabaja con el presente debe anunciar o prefigurar muchos futuros posibles; está obligado a la especulación. Siguiendo con la literatura, tendría que ser una ficción especulativa o ciencia ficción.. Trabajamos con cosas que adelantan lo que va a venir y aún no sabemos cómo será. Asimismo, al trabajar con prácticas artísticas que se producen hoy, ignoramos lo que le exigirán al museo. Es fenomenal, desconocemos lo que acabaremos mostrando.

– No hablás en términos de tema ni de estéticas, sino de prácticas.

– Te doy dos ejemplos pero podría darte una docenas. Miremos al pasado, al momento de en los años 60 cuando, por por primera vez, alguien utilizó un video en una sala de exposiciones: hubo que oscurecerla para mostrarlo. ¡Gran debate! O cuando se exhibió la primera pieza sonora. Pues, en efecto, eso cambió toda la relación con respecto a lo que ocurre allí. Piensa en la llegada de las performances. Hoy, cuando pasaron más de 40 años, el museo puede ser el sitio de donde ocurrre un hecho culinario. Cada una de estas manifestaciones suponen un modo de compartir distinto. No conocemos cuál será el devenir del arte; pero esos antagonismos que mencionabas, en rigor, son la base central del arte contemporáneo. Son connaturales al objeto, a nuestro propio espacio de conocimiento, y al museo como sitio del arte relacional. Claro que ello convive con obras menos revulsivas. Hoy aún hay muchos artistas que siguen haciendo arte moderno, o incluso barroco, en medio de un régimen contemporáneo.Junio de 2022, tras la invasión a Ucrania: manifestantes contra la cumbre de la OTAN, ante el Guernica.Junio de 2022, tras la invasión a Ucrania: manifestantes contra la cumbre de la OTAN, ante el Guernica.

– Volvamos a esa línea de tiempo, a la segunda vanguardia, la de los años 60, cuando las instituciones empiezan a ponerse patas para arriba.

–Como entonces y por varias razones, hoy los cuerpos tienen otra presencia en el museo. Pensemos en esos años cuando llega la segunda ola del feminismo, a partir de ellas nace la performance. Piensa en que, por esos mismos años, se da el final del colonialismo en países africanos, en los antiguos imperios europeos. Eso también trae una explosión de etnicidades que todavía llega al presente , ¿no? Incluso el Mayo del 68 y otras revoluciones: esa crítica de los sistemas normativos y de clase, género y etnicidad lo ha cambiado todo. Estoy convencido de que estamos al final de un régimen y me da la sensación de que esa tensión apocalíptica de la que hablas es el combate de una fiera, que se convierte en más feroz antes de morir. Me encantaría pensar que estos antiguos regímenes están al borde de la extinción, como tantas otras cosas –unas por desgracia y otras, por suerte– y que estamos al borde de una regeneración absoluta.

–En otros países experimentamos otra clase de vuelcos …

–Fíjate que después de la pandemia, he dejado de pensar en esa cosa tan de la ideología de los 70 y del comunismo, que pensaban en un porvenir realmente distante. Se luchaba para ese porvenir, que siempre era algo grande. Al contrario, hoy debemos reconocer las pequeñas cosas en las que el futuro ya llegó. Por ejemplo, yo he aprendido tanto del feminismo y de vuestros activismos.Enero 2024 protesta de Greepeace en Museo Reina Sofía por el cese al fuego en Palestina en la torre de ascensores. Nota de tapa Cita Manuel Segade nuevo director Museo Reina Sofía Revista Ñ 16-3-24 - FTP CLARIN Palestina protesta.jpg Z InvitadoEnero 2024 protesta de Greepeace en Museo Reina Sofía por el cese al fuego en Palestina en la torre de ascensores. Nota de tapa Cita Manuel Segade nuevo director Museo Reina Sofía Revista Ñ 16-3-24 – FTP CLARIN Palestina protesta.jpg Z Invitado

-¿Atribuís esta certeza a artistas en particular?

–Claro, desde pioneras como Ana Gallardo, hasta el movimiento queer más joven, artistas como Mariela Scafatti, Fernanda Laguna y Osías Yanov. También a otros que, a nivel vital, pueden tener posiciones más convencionales; son varones heterosexuales y blancos que también hacen un trabajo radical. En Argentina, a pesar de lo que está ocurriendo a nivel macropolítico, vuestras micropolíticas son espacios de supervivencia desde hace demasiadas generaciones ya. Y son modélicas, a pesar de lo que se esté viviendo a nivel nacional.

–En el CA2M, prestaste atención a nuestra escena. ¿Alguna razón en especial?

–Argentina ha sido siempre el sitio donde hallé más encuentros que en mi propio país. Tenemos un hummus cultural en común. Cierto que tuve formación profunda en psicoanálisis y feminismo, quizá sea eso. El otro factor es que yo soy gallego, y sabemos… También tuve la suerte de trabajar años en la sección Solo show en arteBA cuando la dirigía Julia Converti. Gracias a los Matching funds, del programa de arteBA, pudimos comprar obra. Todos los años en que dirigí el CA2M fuimos a la feria.Manuel Segade director del Museo Reina Sofia: "En Argentina, a pesar de lo que está ocurriendo a nivel macropolítico, vuestras micropolíticas son espacios de supervivencia desde hace demasiadas generaciones". 
Foto: Cézaro De Luca.Manuel Segade director del Museo Reina Sofia: «En Argentina, a pesar de lo que está ocurriendo a nivel macropolítico, vuestras micropolíticas son espacios de supervivencia desde hace demasiadas generaciones». Foto: Cézaro De Luca.

–Vas a llevar tu interés por las estéticas queer al programa del Reina Sofía?

–Sí; ya en tesis de licenciatura en su día, escogí ese momento extraño de finales del siglo XIX cuando la modernidad apenas estaba formulándose. Antes de que ésta emergiera, la crítica ya estaba señales de ese proceso. O sea, antes de que haya un bloque moderno absolutamente acabado, ya estaban a la vista las costuras. Ese algo nuevo todavía sin definición, en el que las cosas no están tan claras, es consustancial al proyecto moderno de entonces, y es consustancial al proyecto postmoderno que supone la contemporaneidad. Entonces, en cierto modo, esa genealogía de unos cuerpos diferentes, que lleva años de existencia, está en la base de un tipo de ciudadanía distinta. Es una cuestión pero casi civilizatoria, pues pertenece a la historia de la democracia. A veces olvidamos que las mayorías son una suma de minorías. Precisamente el mantener esa complejidad de las minorías es lo que hace a una sociedad amable e interesante.

–Es un reto barajar “un nuevo tipo de ciudadanía” pensando en los públicos de un espacio como este, adonde acuden decenas de miles de turistas solo a ver el Guernica.

–Pero debemos repensarlo sobre todo los museos de arte contemporáneo –los macro museos, como el que dirijo yo ahora–. Sé que el turismo entra simplemente a ver el cuadro de Picasso… Justamente queremos que no se queden con eso, sino que se empapen de otras cosas. El museo literalmente debe tener como objetivo preservar la complejidad. Estamos en un mundo que no para de creerse simple, quiere vendernos una simpleza que realmente no existe, no es la realidad ni la forma en la que vivimos.

–Ciertos países, como Italia, hoy encaran cómo limitar el acceso del turismo masivo a los museos. España, todo lo contrario. ¿Ese turismo aceptará un programa de signo vanguardista?

–Hace poco fui a los Museos Vaticanos y escapé a los 5 minutos; allí no había cómo ver nada. El Reina todavía no está en ese punto de crisis; aunque me da una enorme alegría ver colas desde mi despacho, no son tan largas. Es una felicidad ver qué tanta gente desea entrar en un museo. El Guernica, por ejemplo, tiene una fluidez continua de públicos, con un aforo máximo de 70 personas a la vez. Nunca hay una cola que interrumpa el paso al resto del museo. Tanto nosotros como el Museo del Prado tenemos sitios enormes, con cabida a mucha gente. En cuanto al programa, es importantísimo recuperar nociones utópicas de los años 90, como la idea de que los museos son lugares donde perder el tiempo. El Museo no es un objetivo concreto. “Mira el Guernica, hazte la foto, ahora dirígete al Prado, a Las Meninas”: parece una pantalla de videogame. Perder el tiempo en el museo es valioso, todo lo contrario a la vida cotidiana. Salimos del tiempo productivista, que en efecto es lo que a veces te pide el turismo. Si conseguimos que la gente pase el tiempo en lugares amables y diferentes a la experiencia cotidiana del mundo será fundamental. Tenemos en el equipo de educación a una chica neurodivergente; ella sostiene que “los museos desgraciadamente no son para sentarse” (como crítica, claro). ¡Tiene razón! Imagínate unos bancos realmente agradables, te sientas a mirar un QR y decides qué ver.

– Volviendo a la era de los tomatazos, han sorteado bien las protestas.

–Solemos tenerlas protestas en solidaridad con Palestina ante el Guernica; llegan con sus banderas verdes pero todo vienes siendo respetuoso. Es una de las pinturas políticas más importantes del siglo XX, de manera que la protesta es parte del código de este Museo, está en su matriz. En febrero Greenpeace hizo una acción en la torre del ascensor; treparon dos escaladores. La gente puede manifestarse mientras sea sin exabruptos. El anterior director, Manuel Borja -Villel, trabajó mucho en incorporar los activismos a la matriz del Museo, aunque no en lo expositivo. Nos esforzamos en crear un entorno de compatibilidad de los cuerpos ciudadanos con el espacio, y vamos a profundizarlo. A otros museos más convencionales no les resulta tan sencillo por no estar tan vinculados a lo contemporáneo.

–¿Cuál es la diferencia con el Prado; también tiene arte político, Goya, el primero.

–Sí pero el Prado es un museo hecho para un solo órgano del cuerpo, los ojos. La visión es el órgano intelectual por excelencia; la visión no huele mal ni toca viscosidades… Siempre miramos a distancia; es el sentido más distante, más frío y analítico. El museo tradicional, quiero decir no contemporáneo, está hecho para una mirada blanca, de clase media, si no alta… y masculino. Ese régimen escópico lo limita. Todos los sentidos que te reclaman el Museo creo que eso es muy importante y también lo cambia todo.Manuel Segade: "La lección crucial fue advertir que los usos del museo no tienen por qué ser los que ideamos sus funcionarios".
 (EFE)Manuel Segade: «La lección crucial fue advertir que los usos del museo no tienen por qué ser los que ideamos sus funcionarios». (EFE)

–Estás alineado con las nuevas subjetividades; tu ideario y gusto se atiene a las libertades de género y la agenda política progresista. Pero el presente a menudo crea confusiones; otras veces nos estafa. ¿Pegarse tanto a la agenda colectiva no entraña el riesgo de los tópicos?

–Pero nunca te equivocas cuando miras a esos artistas menores que de repente acaban siendo fundamentales. Estudié historia del arte en Santiago de Compostela y allí es importantísimo el arte medieval. Cuando analizas la Catedral, estudias muchísimo los experimentos menores del románico rural. Y es en los canecillos exteriores de una iglesia, las pequeñas cornisas de la parte exterior, y no en las grandes estatuas, donde se producen los cambios radicales de un estilo. Los portales y otros puntos centrales siempre era más conservadores, de una transformación más lenta. Por eso, para que el presente no nos decepcione, no hay que concentrarse en los fuertes de las colecciones sino en las obras que no se muestran. Cuando miras lo que no está gastado, pues por algún motivo nunca se miró, siempre hay un hallazgo. En tu atención pormenorizada a lo que no está en el centro –es una enseñanza del siglo XIX–, el detalle marginal te revela el germen futuro.

–¿Qué lección te dejó el museo público?

–Primero, cómo crear y administrar una institución gratuita; no es el caso del Reina Sofía, pese a las dos horas gratis al día. Es importante distinguirlo. La lección crucial fue advertir que los usos del museo no tienen por qué ser los que ideamos sus funcionarios. Cuando relajas el nivel de institucionalidad, es decir cuando los protocolos pierden su dureza, aunque existan y estén allí bajo otra modalidad, el público se adueña con libertad.

–Tuvimos en Buenos Aires una experiencia algo fallida con el Centro Cultural Recoleta, reorientado a los jóvenes. Fue frustrante, el público juvenil se aparcaba en los sofás por el wifi gratis y se lo pasaba con videogames. Ahora vuelve a su anterior destino.

–Por eso te hablaba de lo fuerte que debe ser la institucionalidad. Es muy complejo. En el CA2M teníamos unos genios en el equipo de educación que, conforme entraba el público, actuaban como los flautistas de Hamelin. Empezamos a generar fuerzas para vincular el público a los objetos. Fue un aprendizaje fantástico y estoy deseando aplicar esa filosofía con esta nueva escala. Tenemos un espacio maravilloso, el jardín; es un espacio abierto y libre que la gente emplea como plaza. Pero también estamos probando otras actividades. Teníamos una fiesta cubana en el jardín; pero ante el pronóstico de tormenta, la pasamos a una de las salas grandes, que está vacía. Pero festejar y bailar en esos pisos de mármol… Tendremos que repintarla. Bueno, son lujos que podremos ofrecer.

Amalia Pica: la vida es un pizarrón, ¡agarren las tizas!

Fuente: ClarínAmalia Pica (1978) estaba en el secundario, tenía muy buenas notas y dudaba entre estudiar Arte y Sociología. “‘¿Arte vas a seguir? ¿En serio?’ La pregunta me sonaba a que estaba a punto de arruinar mi vida. Hasta que fui a hacer un intercambio a Australia y una profesora me dijo: ‘Bueno, como artista, no sólo usás tus emociones y tus manos, también podés investigar’. Y acá estoy”, cuenta a Ñ desde Londres, donde vive.

Pica -quien ya expuso en la Tate, la Bienal de Venecia, el MoMA y el Guggenheim, entre otros espacios clave- está ahora exhibiendo su primera muestra individual en Nueva York y, en paralelo, una presentación en el sector de proyectos, también individuales, de la feria ARCO Madrid 2024.

Aula Expandida, su exhibición en la galería Tanya Bonakdar de la Gran Manzana, tiene como estrella una instalación verde pizarrón en la que aborda el modo en el que la escuela nos libera y nos limita e invita a ensayar maneras de transformarlo.

En tanto, a la feria española, llevó una serie de trabajos sobre otras instituciones, más precisamente, sobre la burocracia,con la galería Ultravioleta de Guatemala. “La idea es inyectar un poco de alegría y goce al agobio por el papeleo”, señala.

Todo tiene su historia y sus lazos. Cuando Pica terminó la secundaria en Cipolletti, Río Negro, se mudó a Buenos Aires para estudiar en la Escuela de Bellas Artes Prilidiano Pueyrredón. Se recibió y dio clases. “Me costó dejar de ser alumna. En el arte, arrancás sola. Nadie te dice si te sacaste 0 o 10. Así que creo que ahí, mientras enseñaba con título de docente y quedaba ‘desinstitucionalizada’ como artista, empecé a pensar en cómo nos condicionan la escuela y otras instituciones”, agrega.Amalia Pica Portrait_Courtesy CC FoundationAmalia Pica Portrait_Courtesy CC Foundation

Aula Grande, la instalación en Tanya Bonakdar, recrea un ambiente doméstico con objetos de uso cotidiano, sillas, tazas, libros, una guitarra, una carterita, todo en verde pizarrón y contornos blanco tiza. La propuesta es viajar a la infancia, sí, pero también para revisar mitos de manual.

“Es una superficie de aprendizaje. Pensamos que la educación es por lo que hay que empezar para emanciparse. Cierto. Pero, en simultáneo, la escuela es una máquina de reproducir el status quo. Es paradójico pero donde comienza el cambio, reina la reproducción”, explica.Detalle de "Aula Grande". De Amalia Pica. Gentileza: Tanya Bonakdar Gallery, Pierre Le HorsDetalle de «Aula Grande». De Amalia Pica. Gentileza: Tanya Bonakdar Gallery, Pierre Le Hors

Para revisar eso, incluyó tizas de colores en la obra. La idea es que el público, de la edad que sea, tome las riendas y se ponga a jugar en serio. Ella ya pintó de blanco el caballo de San Martín del monumento de la ciudad de Neuquén (con tizas) y tiñó la Casa de Tucumán con luces amarillas, como la describen libros escolares, aunque en realidad es blanca.

Lo de las tizas en Aula Grande busca, además, “ir contra la intimidación que provoca parte del arte contemporáneo, contra eso del ‘yo no lo entiendo’”, suma.

Es que cómo aprendemos a mirar, a entender e incluso a imaginar, cómo nos comunicamos y relacionamos, son los grandes temas de la obra de Pica, que integra colecciones de la Tate, el MoMa, el Guggenheim de Nueva York y Museo Nacional de Bellas Artes de Neuquén, entre otros.Amalia Pica, Dibujos con sellos, sobre la burocracia. Gentileza galería Ultravioleta.Amalia Pica, Dibujos con sellos, sobre la burocracia. Gentileza galería Ultravioleta.

La artista explica: “Todas las instituciones tienen esa doble cara que se ve tan bien en la escuela, que es donde depositamos nuestros deseos de cambio mientras perpetuamos lo establecido».

«En el caso de la burocracia, su peso puede ser tremendo -aclara-. Pero, como inmigrante, sé que lidiar con ella es tan complicado como quedar afuera.Viví más de una década en Londres sin los papeles terminados. En trámite. Me decían que no estaba claro de qué vivía y que viajaba mucho. Bueno, vivía del arte, que implicaba viajar mucho. Mi abogada me aconsejó no viajar un tiempo y, al final, funcionó”.Escultura. De la serie Pisapapeles, de Amalia Pica. Foto: Gentileza galería Ultravioleta.Escultura. De la serie Pisapapeles, de Amalia Pica. Foto: Gentileza galería Ultravioleta.

En esa época, empezó a crear dibujos basados en sellos que le mandaban amigos de diversas partes del mundo. “Enviado”, “Cancelado”, «Rechazado». Pica los transforma en composiciones preciosas. Con la palabra Acuse, por ejemplo, creó estrellas resplandecientes. Y con Paid, un ¿vestidito de princesa?

En total, realizó más de 1.000 piezas que integran la serie ¡Qué viva el papeleo!, expuesta, en parte, en ARCO, con curaduría de José Esparza Chong Cuy y Manuela Moscoso.

“Están esos dibujos, un pequeño mural y algunos de los bordados que hice sobre dibujos ampliados de mi hijo Marino, quien justo está empezando a ‘institucionalizarse’ en el jardín, y que también se pueden ver en la expo de Nueva York”, indica.Amalia Pica. Arte sobre módulos de mesas para conferencias. Foto: Gentileza galería Ultravioleta.Amalia Pica. Arte sobre módulos de mesas para conferencias. Foto: Gentileza galería Ultravioleta.

“El nexo entre las obras en ARCO es una serie de pequeñas esculturas de bronce, que parten de objetos que tenía en mi mesa de trabajo durante el aislamiento en la pandemia y que aluden mi trabajo, claro, pero también a la maternidad y al deporte, y que en lugar de pedestales se apoyan en pilas de papeles. Por eso, se titula Pisapapeles”, agrega.

La oficina y la burocracia se relacionan solas. “Lo increíble fue cómo se juntaron en la pandemia”, como dice Pica. Pero hay más. En 2020 ella ganó elZurich Art Prize y presentó la muestra Mesa redonda (y otras formas) en el Museo Haus Konstruktiv de esa ciudad. Usó mesas que arman con módulos y las intervino con diseños que aluden al arte concreto y a los caleidoscopios.

En ARCO también muestra bocetos de Estudio para reacomodar la mesa de conferencias. “Apunté a marcar que el disfrute desde lo visual es importante, no las reuniones solemnes. Hay que subrayar esto para abrir el arte contemporáneo a más público. Además, ser artista es hacer experimentos formales y el material que usás te condiciona y te incentiva”. Igual que pasa con escuela. Y, como ocurre con los caleidoscopios, la obra de Pica también te maravilla.

ARCO Madrid termina el 10 de marzo. La exposición Aula Expandida se puede visitar en Tanya Bonakdar Gallery, 521 West 21st Street, New York, hasta el 4 de abril.

La historia del Cristo Redentor de Los Andes: el impulso de una aristócrata y dos países al borde de la guerra

Fuente: Infobae – Hace 120 años, el 13 de marzo de 1904, más de tres mil personas asistieron a la inauguración del monumento ubicado exactamente en la frontera entre Argentina y Chile. Fue la culminación de un proyecto de casi cinco años, iniciado por una dama de sociedad y un obispo. El objetivo era simbolizar la paz entre las dos naciones que, poco antes, habían estado a punto de enfrentarse por un conflicto limítrofe.

“El bronce colosal, alto de siete metros, pesado de cuatro toneladas, impone doblemente al espíritu, con la ingente grandeza de su emsemble (sic) y la magestad (sic) hierática de la actitud del Cristo, a la vez poderosa y apacible, imponente y dulce. El ropaje galileo, con severa elegancia deja volar suavemente sus pliegues al viento de las cumbres; la mano levantada con indecible excelsitud, deja fluir por sus dedos la gracia celestial de la bendición urbi et orbi; y la cabeza, que es de una hermosura extra humana, llena de dolores sublimes y ansia de holocausto, concentra la magestad (sic) y la expresión del Cristo. Aquella cabeza tan ideal y a la vez tan humana es una obra maestra”. Así, con la pomposa prosa de principios del siglo pasado, un anónimo cronista del diario La Nación describió el monumento Cristo Redentor inaugurado el 13 de marzo de 1904, en el paso de Uspallata, a 3854 metros sobre el nivel del mar, en un preciso punto de la frontera entre la Argentina y Chile.

Se concretaba así un proyecto que había comenzado por la iniciativa privada de una mujer de la alta sociedad argentina, que había recibido el beneplácito y el imprescindible impulso de la Iglesia Católica y que terminó simbolizando – más allá de la intención original de sus promotores – una promesa de paz entre los dos países luego de un difícil acuerdo de límites que, en realidad, no conformaba las expectativas de ninguno.

Esa intención era, por lo menos, la que remarcó al dar su bendición al monumental Cristo el obispo de la diócesis chilena de San Carlos de Ancud, Ramón Ángel Jara: “Se desplomarán primero estas montañas, antes que argentinos y chilenos rompan la paz jurada a los pies del Cristo Redentor”.

Pese a la inclemencia de los vientos cordilleranos, una multitud participó de la ceremonia inaugural, luego de una poco cómoda ascensión a lomo de mula. Por cuestiones de agenda – o por lo menos eso fue lo que se dijo oficialmente de uno y otro lado – no pudieron asistir los presidentes de la Argentina y de Chile, Julio Argentino Roca y Germán Riesco, que enviaron en sus lugares a sus cancilleres, el argentino José Antonio Terry y el chileno Mariano Antonio Espinoza.

Unas 3.000 personas asistieron a la inauguración del monumento (Wikipedia)Unas 3.000 personas asistieron a la inauguración del monumento (Wikipedia)

Para llegar hasta allí y ser montado sobre un pedestal de hormigón capaz de resistir el difícil clima de las alturas de la cordillera, el Redentor metálico – la estatua más grande de la América del Sud, como la definieron los diarios de la época – debió recorrer un largo camino, sacudido en parte por las tensiones entre dos países que siempre se reconocieron hermanos pero que habían estado a punto de entrar en guerra.

Una aristócrata y un obispo

La idea primigenia de llevar un Cristo Redentor a las alturas de los Andes fue de una de las que por entonces se llamaban “damas patricias”, Angela Oliveira Cézar de Costa, cuñada del político y escritor Eduardo Wilde y vieja amiga del presidente Roca. Mujer de iniciativa, doña Ángela conversó el proyecto con el hombre de la curia que consideraba más indicado, el obispo de San Juan de Cuyo, monseñor Marcolino del Carmelo Benavente, también persona de su amistad. Así, como tantas otras veces, la Iglesia y la alta sociedad argentinas unían en una misión conjunta.

La aristócrata y el obispo coincidieron en que el Cristo sería un símbolo de paz para los dos pueblos hermanos y hasta definieron una fecha para su inauguración, el 20 de febrero de 1903, en coincidencia con los 25 años de pontificado de su santidad el papa León XIII, quien desde el trono de Roma había reclamado al mundo paz y armonía inspirándose en la figura del Cristo Redentor.

Corría 1899 y como prueba de que se trataba de una iniciativa por fuera de la órbita del Estado consta que los primeros fondos para construir el monumento se obtuvieron de una colecta motorizada por el obispo Benavente y la señora Oliveira Cézar de Costa en las provincias de San Juan, Mendoza, San Luis y la ciudad de Buenos Aires. No les fue mal, porque en 1900 recaudaron 30.000 pesos, una suma nada despreciable para la época.

Una imagen de la inauguración del 13 de marzo de 1904 (Wikipedia)Una imagen de la inauguración del 13 de marzo de 1904 (Wikipedia)

Tanto el obispo como la dama pensaban comprometer después a los gobiernos de Argentina y de Chile, pero por el momento la prioridad era iniciar la obra y para eso el primer paso era elegir al escultor.

Según la revista Caras y Caretas, la comisión formada para erigir el monumento convocó a dos artistas para que presentaran sus proyectos: el catalán Mateo Alonso y un italiano de apellido Rameghini, cuyo nombre de pila y sus obras no han quedado en la historia. Fue elegido el de Alonso, con la condición de que eliminara una serie de ornamentos con que pretendía adornar la cruz. La idea del obispo y de la dama era que monumento al Cristo Redentor fuera lo más despojado posible.

El Estado y la política

En un principio, el lugar para emplazar el monumento fue motivo de dudas. El obispo Benavente propuso en primera instancia el paso de Uspallata, pero luego aparecieron otras dos posibilidades. “No está decidido aún el paraje mismo en que se erguirá la imagen, pues hasta la fecha se tendrían en vista no menos de tres puntos adecuados antes de llegar al Puente del Inca”, decía un artículo del diario La Nación en marzo de 1902.

Te puede interesar: Uruguay “sigue estando caro” para los argentinos, admitió el ministro de turismo saliente

Los vaivenes de las relaciones entre la Argentina y Chile por el diferendo limítrofe habían entrado en juego. Aunque los presidentes de los dos países se habían reunido en febrero de 1899 para llegar a un acuerdo pacífico, Entre 1901 y 1902 los rumores de una posible guerra estaban a la orden del día y los medios exageraban muchas veces incidentes de poca importancia, lo que exacerbaba el clima bélico.

El Cristo Redentor representa la "paz perpetua entre los pueblos" de Chile y Argentina (Alejandra Cartamil / Wikipedia)El Cristo Redentor representa la «paz perpetua entre los pueblos» de Chile y Argentina (Alejandra Cartamil / Wikipedia)

“Si hacemos un recorrido por las instancias de negociaciones entre Argentina y Chile de esos meses, podemos encontrar alguna explicación a estas idas y venidas. Es en mayo de 1902 que se firman los “Pactos de Mayo”, por los cuales se puso fin definitivamente al conflicto y a los rumores de guerra inminente. Meses después, en noviembre, a través del árbitro inglés, se establece que el límite internacional estaba en una línea intermedia, entre las altas cumbres (que era lo que Argentina pretendía) y la divisoria de aguas (lo proclamado por Chile). Por esto que decidir el lugar en el que la escultura iba a emplazarse en la cordillera no era fácil antes del tratado final”, explica la investigadora Patricia Corsani en su trabajo “El Cristo Redentor entre argentinos y chilenos o la representación de la Paz perpetua entre los pueblos”.

Recién con el laudo inglés del 20 de noviembre de 1902, los aprestos bélicos – que habían incluido las compras urgentes de acorazados y destructores por parte de los dos países – fueron dejados de lado y quedaron las puertas abiertas para definir el lugar que ocuparía el monumento.

El Cristo y las dos damas

Mientras tanto, en Buenos Aires, la construcción del monumento avanzaba sin prisa pero sin pausas. En su edición del 2 de agosto de 1902, El Diario, un medio de la época, publicó una serie de dibujos que muestran los diversos pasos del proceso de creación del Cristo, desde un pequeño boceto en arcilla y su posterior traspaso al bronce hasta el modelo de 7 metros de altura y la fundición de cada pieza por separado en el tamaño definitivo.

Por pedido de monseñor Benavente, parte del bronce utilizado para la estatua provino de cañones utilizados en la guerra del Paraguay, otro símbolo de paz fundido en las entrañas del Redentor de los Andes.

Una vez terminada la estatua, se la exhibió en el patio del Colegio Lacordaire de Buenos Aires, perteneciente a la orden de los domínicos, que ocupaba en la manzana de Esmeralda, Tucumán, Suipacha y Viamonte. Allí la dama de sociedad dio el paso siguiente e invitó a su amigo el presidente Roca a visitar la muestra con un mensaje que sugería que el Cristo podía convertirse en prenda de paz para los dos países.

Las piezas de bronce del Cristo se transportaron 1320 kilómetros por tren desde Buenos Aires hasta cerca de Las Cuevas, a 8,5 kilómetros del sitio de emplazamiento, y luego se las subió a lomo de mula hasta la cumbre andina, a 3854 metros (Andy Stuardo / Wikipedia)Las piezas de bronce del Cristo se transportaron 1320 kilómetros por tren desde Buenos Aires hasta cerca de Las Cuevas, a 8,5 kilómetros del sitio de emplazamiento, y luego se las subió a lomo de mula hasta la cumbre andina, a 3854 metros (Andy Stuardo / Wikipedia)

La carta de puño y letra con que Roca respondió al convite muestra que el presidente vio claramente la oportunidad:

“La idea de la estatua de Cristo Redentor, para conmemorar la paz definitiva con Chile, me parece muy cristiana, muy patriótica y muy digna de aplauso. Iré con gusto a verla como Ud. me pide, y si, en efecto es una obra de arte como Ud. la juzga y en armonía con el gran objeto que debe simbolizar, no tendré inconveniente en cooperar a su colocación en una de las más altas cimas de los Andes, como para decir al mundo que estos dos pueblos han olvidado para siempre sus rencillas y vuelto a la vieja y gloriosa amistad. Me parece muy bien lo que Ud. piensa proponerles a los delegados chilenos, así la obra será común y tendrá más mérito”, decía el presidente y, de alguna manera, fijaba cuál sería el emplazamiento del Cristo, el límite entre los dos países en las alturas de los Andes.

El 28 de mayo de 1903, una delegación chilena visitó la muestra y dio su acuerdo para compartir la inauguración de la obra en la frontera. Solo quedaba trasladarla y montarla sobre el pedestal de hormigón y acero laminado que el ingeniero mendocino Juan Molina Civit estaba construyendo a partir de un bosquejo del escultor que incluía un altorrelieve que mostraba a dos damas con túnicas abrazándose, como representación de la unión de los dos pueblos.

Las mujeres de la figura podían identificarse con facilidad: una tenía los rasgos de la primera dama de Chile, María Errázuriz Echaurren de Riesco, y la promotora de la obra, la argentina Ángela de Oliveira Cézar de Costa.

Un traslado monumental

Llevar el monumento desde Buenos Aires hasta Mendoza y, desde allí, al lugar del emplazamiento fue una tarea que requirió una movida compleja. Las piezas de bronce del Cristo se transportaron 1320 kilómetros por tren desde Buenos Aires hasta cerca de Las Cuevas, a 8,5 kilómetros del sitio de emplazamiento, y luego se las subió a lomo de mula hasta la cumbre andina, a 3854 metros.

La figura de Jesús quedó colocada de manera que mirara siguiendo la línea del límite, en pie sobre la mitad de un globo terráqueo. Como se puede ver hoy, con la mano izquierda sostiene la cruz, de 7 metros de altura, apoyada sobre el hemisferio terrestre, y con la derecha parece impartir la bendición (Rally Dakar / Wikipedia)La figura de Jesús quedó colocada de manera que mirara siguiendo la línea del límite, en pie sobre la mitad de un globo terráqueo. Como se puede ver hoy, con la mano izquierda sostiene la cruz, de 7 metros de altura, apoyada sobre el hemisferio terrestre, y con la derecha parece impartir la bendición (Rally Dakar / Wikipedia)

El 15 de febrero de 1904 quedó terminado el pedestal, cuya construcción exigió el trabajo unos cien obreros. Sobre esa base, el escultor Mateo Alonso dirigió los trabajos de montaje de las piezas de bronce hasta completar el Cristo.

La figura de Jesús quedó colocada de manera que mirara siguiendo la línea del límite, en pie sobre la mitad de un globo terráqueo. Como se puede ver hoy, con la mano izquierda sostiene la cruz, de 7 metros de altura, apoyada sobre el hemisferio terrestre, y con la derecha parece impartir la bendición.

El día anterior a la inauguración, las fuerzas argentinas que iban a estar en el acto en el acto se concentraron en Las Cuevas. Había tropas del Regimiento I de Artillería de Montaña, una compañía del 2° de Cazadores de los Andes y la Banda 10 de música de la Infantería de Buenos Aires.

Mientras tanto, en el balneario termal del Puente del Inca, sobre el río Las Cuevas, el hotel vio su capacidad superada por lo que hubo que montar carpas para albergar a unas doscientas personas que pasarían la noche allí. Eran funcionarios argentinos y chilenos, periodistas, fotógrafos y simples curiosos.

En total sumaban más de tres mil, que a la mañana siguiente ascendieron penosamente en lomo de mula hasta el emplazamiento del monumento. Llegaron alrededor de las 9 de la mañana del 13 de marzo y debieron esperar una hora más, por un retraso de las tropas chilenas.

Se cantaron los himnos de los dos países, se dispararon 21 salvas y finalmente se descubrió al Cristo Redentor, el mismo que 120 años después de aquel día sigue mirando la línea de la frontera que separa a Chile y la Argentina.

Fernanda Laguna al Reina Sofía y dos convocatorias: Bienalsur 2025 y Presente continuo

Fuente: Clarín – Fernanda Laguna, al Reina Sofía

Esta semana se conoció la noticia. Fernanda Laguna, artista argentina entre las de mayor proyección internacional, tendrá una retrospectiva en el Museo de Arte Reina Sofía de Madrid. La exposición, que fue impulsada por su director, Manuel Segade, será en 2026 y tendrá un apartado especial para contar la experiencia en el espacio de arte Belleza y Felicidad.

Desde 1999, Laguna dirigió de manera autogestiva junto a la poeta Cecilia Pavón el local en la ochava de Acuña de Figueroa y Guardia Vieja, donde además de exposiciones de arte, se sucedían recitales de bandas, lecturas de poesía y encuentros de una escena en sí misma, y que fue y sigue siendo, de manera anticipatoria, más que una galería un espacio gravitante en las estéticas de las nuevas generaciones del arte contemporáneo. Emergida del circuito under a fines de los años 90, la obra de Laguna entusiasma a los museos y coleccionistas del exterior.

“Todo fue creciendo con él de manera sostenida. A él siempre le encantó mi obra. Nos conocimos con Segade en un bar, durante una Bienal, y nos hicimos reamigas”, contó Laguna a Clarín, a propósito de la noticia.Fernanda Laguna Adquisiciones 2017 Museo CA2MFernanda Laguna Adquisiciones 2017 Museo CA2M

En los últimos años, la artista experimentó un verdadero boom, con importantes muestras internacionales y compras de instituciones como el MoMA de Nueva York, en la esfera de influencia de la curadora argentina Inés Katzenstein, además de colecciones privadas. A instancias de Segade, el Reina Sofía tiene ya cinco obras de Laguna en su colección.

Rumbo a Bienalsur 2025

La Universidad Nacional de Tres de Febrero (UNTREF) anunció que ya está abierta la Convocatoria Abierta Internacional rumbo a BIENALSUR 2025, dirigida a artistas, curadoras y curadores de cualquier nacionalidad. Hasta el 8 de abril podrán presentarse proyectos artísticos y curatoriales, que serán puestos a consideración de un jurado notable.Bienalsur en el Museo MAR de Mar del Plata. Bienalsur en el Museo MAR de Mar del Plata.

“El llamado abierto internacional contribuye a democratizar el acceso”, declaró Aníbal Jozami, director general de la bienal, quien destacó que el mecanismo se viene implementando desde la primera edición. “Nos interesa la posibilidad libre e independiente que el llamado ofrece para artistas y curadores de distintas regiones del planeta”, agregó.

La aplicación se hace de forma online, a través de una plataforma en español y en inglés. Podrán presentarse propuestas que se sitúen dentro del horizonte de las teorías contemporáneas del arte y la cultura que contribuyan a pensar y ofrecer otras miradas a la multiplicidad de experiencias vitales de nuestro tiempo.

“Pensar con otros, escuchar distintas voces, identificar miradas forma parte del espíritu que anima el llamado abierto internacional que busca sondear las más variadas y distantes escenas artísticas”, señaló Diana Wechsler, directora artística. Más info www.bienalsur.orgObra de Rafael Lozano Hemmer, artista participante de la primera edición de Presente continuo.Obra de Rafael Lozano Hemmer, artista participante de la primera edición de Presente continuo.

Convocatoria: aprender y comprender el arte de mañana

Restan unos pocos días para inscribirse en la edición 2014 de Presente Continuo, el programa de formación de arte, ciencia y tecnología que la Fundación Bunge y Born y la Fundación Williams llevan adelante junto a la Fundación Andreani y el Centro Cultural de España en Buenos Aires (CCEBA). Hasta el 17 de marzo, artistas, pensadores, curadores, investigadores de las ciencias exactas, sociales y humanidades, científicos y tecnólogos de todo el país pueden inscribirse para este programa de dos años de formación que becará a 25 participantes, la mitad de ellos que residan fuera del área Metropolitana de Buenos Aires.

“Presente continuo nace con la idea de que gracias a las nuevas tecnologías de inteligencia artificial, biotecnologías, los conceptos y las narrativas del mundo de ayer sirven cada vez menos para explicar el mundo de hoy, y el de mañana”, señaló a Ñ Iván Petrella, Ciencia y Cultura de la Fundación Bunge y Born. “A partir de ahí nos guían dos preguntas: cómo esas tecnologías cambian las formas de ver arte y cómo el arte puede ayudar a entender el mundo nuevo”, agregó.Obra de Rafael Lozano Hemmer.Obra de Rafael Lozano Hemmer.

Como dato distintivo, este año la convocatoria nacional incluye a filósofos y poetas además de artistas visuales. Todos van a participar de clases magistrales con artistas que están en la vanguardia para discutir estos temas.

Luego del programa intensivo de formación artística e interdisciplinaria, se armarán grupos para presentar un prototipo de obras. Y, a través de convenios con universidades de la región asociadas al programa, en 2025 los becarios podrán aplicar a residencias artísticas.

Los artistas internacionales invitados en cada edición comparten un perfil particular. «Además de una obra consolidada, tienen una producción teórica sobre cuáles van a ser los dilemas que se van a plantear nuestros hijos», analiza Petrella.

La edición 2024 reúne a la mexicana Marcela Armas, que investiga el vínculo de la materia con la tecnología entendida como una construcción sociocultural; Oscar Santillán (Ecuador / Países Bajos), fundador del estudio ANTIMUNDO, cuyo trabajo emerge de la idea de una matriz cibernética donde se encuentran ciencia, ficción y perspectivas no-humanas; y la historiadora del arte y curadora Mónica Bello, diseñadora de los programas de arte, y es responsable de las residencias artísticas y las exposiciones del Laboratorio Europeo para la Física de Partículas (CERN), en Ginebra..

presentecontinuo.org

Mercedes Larreta y una vorágine de color suspendido

Fuente: Clarín – La fuerza vital de los remolinos pintados al óleo en distintas paletas de color: una expresión del vértigo del hombre contemporáneo; la serie de pinturas donde la figura del zorro cobra un papel protagónico fundiéndose hasta su desintegración en el espacio o bien, la disolución de las formas donde el mundo físico desaparece en composiciones abstractas sobre papel, son etapas en la obra de la artista Mercedes Larreta, que tratan la cuestión del espíritu y se hacen notar en Donde reina la noche, su exposición en la galería Cecilia Caballero.

“Con la serie de remolinos que abre esta muestra, Mercedes comparte su propia visión del mundo. Cautivada por el vértigo de las secuencias circulares que rápidas se suceden sin principio y sin final, la artista se deja llevar. Pinta sus espirales descendentes o ascendentes y le agrega, de este modo, una nueva dimensión al universo que contemplamos”, expresa la curadora Ana Martínez Quijano en su texto. En los aquellos remolinos percibe una réplica del estado de agitación social y política en que vivimos.Vista de sala de la exposición "Donde reina la noche", de  Mercedes Larreta. Foto: gentileza. Vista de sala de la exposición «Donde reina la noche», de Mercedes Larreta. Foto: gentileza.

“La artista pone el cuerpo al expresarse”, destaca la curadora en diálogo con Ñ en referencia al pensamiento del filósofo francés Paul Valery, para quien el pintor presta su cuerpo al mundo cambiando el mundo en pintura. Se transforma así en una suerte de médium, un ejemplo perfecto de una vía de acceso a lo real primigenio. “Todos tenemos desesperación por saber que hacemos y para qué estamos en este mundo”, continúa. “Los artistas tal vez ni se dan cuenta pero hay muchas cosas difíciles de expresar con palabras, que ellos manifiestan con su obra, permitiéndonos percibir aspectos de la realidad. Un ejemplo de ello son las enigmáticas pinturas de los zorros, que como apariciones deambulan extraviados en busca de un espacio perdido, el de su origen. Uno no sabe si son reales o imaginarios, si viven en este tiempo o vivieron en la antigüedad, pero al observarlos, no podemos obviar el hecho que se trata de una especie amenazada y en peligro de extinción”.

El arte fue una forma de expresión en la familia de Mercedes Larreta, desde su abuelo, el escritor Enrique Larreta, a su hermano Pablo, destacado escultor y sus propios hijos músicos y poetas, Mercedes se nutrió de un entorno creativo. La artista comenzó a dibujar desde muy chica y se formó en los talleres de los pintores Eduardo Audivert y Guillermo Roux y el pintor y grabador peruano Eulogio de Jesús.En julio 2023 expuso sus obras en la sede del Consulado argentino en Nueva York. En julio 2023 expuso sus obras en la sede del Consulado argentino en Nueva York.

“Los temas más frecuentes en las obras de Mercedes Larreta remiten a la vida cotidiana y no poseen más jerarquía que el afecto por las personas, los desnudos, paisajes y animales. Y el aprecio por unos árboles que la furia del viento patagónico impidió que el tronco se irguiera y los mantiene casi paralelos al suelo”, continua Martínez Quijano. La propia artista manifiesta en diálogo con Ñ, sentir una gran afinidad con la naturaleza, los espacios, el verde, la montaña, el río y el mar. Suele viajar a la Patagonia, un entorno que la nutre en sus obras y que resulta visible en sus paisajes, la fauna autóctona o los árboles desnudos de hojas, azotados por los vientos. Durante los viajes en auto, aprovecha para dar rienda suelta a otra de su pasiones: la escritura de poemas que la acercan a un estado emocional muy particular.

Para Martínez Quijano, las oscilaciones de Larreta entre la figuración y la abstracción, hablan de la libertad de un lenguaje sin límites, aunque respetuoso de la sensibilidad y la precisión del color y las formas. La artista explora en papel “como se constituye la propia imagen y como repercute en las líneas la propia identidad”. En este soporte, Mercedes explora una exquisita paleta de colores en composiciones abstractas con distintos grados de empastes, que exhibidos, se transforman en una suerte de tupido bosque de hojas multicolores suspendidas en el espacio. Cabe preguntarse al observarlos, si esas abstracciones son la etapa última de la disolución de las formas en el espacio, antes de integrarse con un todo en el cosmos.

“Finalmente, la muestra es un viaje. Frente a la condición más realista de las pinturas, los pequeños dibujos abstractos se multiplican como los pasos de un explorador que trata de encontrar el rumbo en un territorio obscuro”, concluye el texto curatorial. Allí donde aparece la noche.

  • Donde reina la noche- Mercedes Larreta
  • Lugar: Cecilia Caballero Arte Contemporáneo, Suipacha 1151
  • Horario: lun a vie de 14:30 a 19
  • Fecha: hasta el 15 de marzo
  • Entrada: gratuita

Paula Rivero todo su arte en el circuito porteño

Fuente: Ámbito – Tras el receso estival, Rivero vuelve al ruedo y presenta “Un Mensaje en el Mar”, el 7 de marzo próximo, en la casa matriz del Banco Ciudad. En esta oportunidad, hará una muestra compartida junto a la artista plástica Carol Rey.

En el marco del mes de la mujer, el próximo 7 de marzo la destacada artista plástica Paula Rivero inaugura, junto a su colega Carol Rey, la muestra “Un mensaje en el Mar”, dedicada a celebrar la creatividad y la capacidad del arte para transformar nuestras vidas.

Con más de 50 obras en exposición, entre pinturas e instalaciones, la muestra se llevará a cabo en la casa matriz del Banco Ciudad.

Con su inconfundible sello personal, Rivero nos invita una vez más a través de su arte a reflexionar sobre la idea de un encuentro fortuito que puede cambiar el rumbo de nuestras vidas. Al igual que una botella de vidrio que contiene un mensaje que es arrastrado por el mar y encontrado por alguien en otro lugar del mundo, las obras de la artista y de su colega, Carol Rey, nos proponen sumergirnos en un océano de emociones y reflexiones.

Obra de Paula Rivero.

Obra de Paula Rivero.

Conocida por su estilo abstracto y expresionista, Rivero nos presenta una serie de pinturas, fotografías e instalaciones que exploran la conexión entre el ser humano y el universo. Sus obras evocan la sensación de misterio y asombro que sentimos al enfrentarnos a un acertijo o enigma y nos invitan a sumergirnos en su mundo de formas y texturas, donde cada pieza nos desafía a descifrar su significado y a reflexionar sobre nuestro propio rumbo.

Por su parte, Carol Rey, reconocida por su dominio de las técnicas de acrílico, nos presenta una serie de pinturas que capturan la belleza y la fragilidad de la naturaleza. A través de sus obras, nos adentramos en paisajes marinos, donde el mar y el cielo se fusionan en una danza de colores y texturas.

El mar según Carol Rey.

El mar según Carol Rey.

En resumen, «Un mensaje en el Mar» es más que una exposición de arte, es un viaje emocional y espiritual que nos propone explorar nuestro interior y descubrir nuevos horizontes. La muestra se realizará en el Espacio de Arte de la Casa Matriz del Banco Ciudad (Florida y Sarmiento) hasta el 2 de mayo próximo y podrá visitarse de lunes a viernes, de 10:00 a 15:00 hs., con entrada libre y gratuita.

Sobre Paula Rivero

Paula Rivero es una destacada artista plástica conocida por su estilo abstracto y expresionista. Su obra combina elementos de pintura e instalación, creando un universo misterioso y poético. A través de sus obras, Rivero invita al espectador a reflexionar sobre el poder de la luz y a abrirse a nuevas posibilidades en la vida.

A fines del año pasado, presentó con notable repercusión la muestra “Atemporal”, en el salón de los Pasos Perdidos, de la Facultad de Derecho de la UBA, una exposición de más de 140 obras de los artistas de su taller, que ocupó un lugar destacado en la Noche de los Museos.

Rivero cerró el 2023 con su muestra individual “El Color del Tiempo”, una retrospectiva de sus 36 años (1987-2023) ininterrumpidos dedicados al arte, en el centro cultural Cultura Viva, un espacio dedicado a distintas disciplinas artísticas que recientemente abrió sus puertas en el circuito cultural del barrio del Abasto.

Sobre Carol Rey

Carol Rey es una talentosa artista plástica reconocida por su dominio de las técnicas del acrílico y la acuarela. Su obra se caracteriza por capturar la belleza y la fragilidad de la naturaleza, especialmente los paisajes marinos. Con su arte, Carol Rey busca transmitir un mensaje de conexión con la naturaleza y de transformación interior.

Un “Tinder antigrieta”: Marta Minujín invita a encontrar “opuestos” en la Bienal de Performance

Fuente: La Nación – La artista convoca a conocer personas de gustos e intereses distintos en el Puente de la Mujer, en Puerto Madero; hay que descargar una aplicación en el celular y responder un cuestionario.

“¡Es más interesante con el opuesto que con el igual!”, exclama con entusiasmo Marta Minujín al referirse a su próxima obra: laacción que dará cierre a la Bienal de Performance, el 16 de marzo, en la que invita a encontrarse con alguien de gustos e intereses opuestos. Todo lo contario a su convocatoria de 2015, también en Puerto Madero, cuando impulsó una cita masiva de “almas gemelas”.

Minujín realizó una acción similar en la Bienal de Performance de 2015
Minujín realizó una acción similar en la Bienal de Performance de 2015Gentileza BP23/Marino Balbuena

A los 81 años, la artista más popular de la Argentina sabe de lo que habla. Durante más de seis décadas estuvo casada con el padre de sus dos hijos, el fallecido economista Juan Carlos “Bebe” Gómez Sabaini, con quien aparentemente no tenía nada en común. “Yo no entiendo nada de economía y soy muy desordenada; él era muy ordenado –recuerda-. Le gustaba navegar y yo nunca había subido a un barco, me moría de miedo con las velas. Le gustaba el mar, y terminó yendo siempre al sur”.

"De los millones de hombres que hubiese podido querer, hay uno solo al que realmente necesito, y es Bebe", escribió Minujín cuando vivía en París
«De los millones de hombres que hubiese podido querer, hay uno solo al que realmente necesito, y es Bebe», escribió Minujín cuando vivía en ParísGentileza Marta Minujín

Y sin embargo el vínculo entre ambos fue único, según confiesa en su libro autobiográficoTres inviernos en París. Diarios íntimos 1962-1964 (Reservoir): “El amor jamás fue conveniencia –escribió a los 18 años- y sé perfectamente que en todo el mundo, de los millones de hombres que hubiese podido querer, hay uno solo al que realmente necesito, y es Bebe. Si tuviera que buscar la felicidad por el mundo entero, sé que la única posibilidad que tengo es la de estar junto a él”.

En 2015, también se apeló a una aplicación para responder un cuestionario previo
En 2015, también se apeló a una aplicación para responder un cuestionario previoGentileza BP23/Marino Balbuena

Inspirada en ese gran amor fortalecido por las diferencias, la artista propone ahora descargar unaaplicación titulada “Marta Minujín-Encuentra tu opuesto”, que funciona como una suerte de “Tinder antigrieta”. “¿Cuál sería un buen plan para una noche tranquila?” o “Mis vacaciones ideales serían…” son dos de los ítems del variado cuestionario, que incluye desde preferencias alimentarias hasta inclinaciones políticas (sin necesidad de identificarse con nombre, apellido ni DNI).

Minujín con su obra Pandemia, realizada durante la cuarentena y una de las que identifican los colores de las "almas"
Minujín con su obra Pandemia, realizada durante la cuarentena y una de las que identifican los colores de las «almas»Hernán Zenteno – LA NACION

En base a las respuestas, el software identifica al usuario con el color de una de seis obras de la artista: Pandemia, Rumores de pandemia, Endemia, Vacunación global, Gandhi o Mandela. Y le asigna también el color de su “opuesto”, cuya ubicación queda visible en un mapa de Buenos Aires.

El mapa de las "almas" registradas hasta el momento, con sus respectivos colores
El mapa de las «almas» registradas hasta el momento, con sus respectivos colores

Hasta ahora, en total, hay más de 2100 “almas” de distintos tonos dispersas por los barrios porteños. La idea es que el sábado 16 de marzo a las 16 todas ellas se concentren en el Puente de la Mujer para conocerse en persona, vestidas de blanco o negro, en un gran encuentro gratuito sin inscripción previa. Un equipo de asistentes de la bienal distribuirá stickers con el color otorgado a cada uno por la aplicación, y una serie de audios con la voz de Minujín guiarán las “activaciones” orientadas a acercarse a cualquiera de quienes tengan el complementario.

La performance de Marta Minujín culminará con una lluvia de pétalos de flores
La performance de Marta Minujín culminará con una lluvia de pétalos de floresGentileza BP23/Marino Balbuena

El clímax se producirá cuando la artista sobrevuele la zona en helicóptero, desde el cual arrojará una lluvia de miles de pétalos de flores blancos y violetas. “Es el color de pétalo más cercano al negro”, explicó a LA NACION Minujín. Y aclaró que, si llueve, la convocatoria se postergará hasta el día siguiente.

Para agendar:

Bienal de Performance:

Sábado 2 de marzo a las 18.30 en Perón y 25 de mayo

Sábado 9 de marzo a las 12 en Fundación Larivière (Caboto 564, La Boca)

Sábado 16 de marzo a las 16 en el Puente de la Mujer, en Puerto Madero

Obras de varios argentinos salen a subasta en la casa Sotheby’s en Nueva York

Fuente: El Destape – Obras de los artistas argentinos Adrián Villar Rojas, Guillermo Kuitca, Liliana Porter y Manuel Esnoz saldrán a la venta como parte de la subasta que se realizará entre el 1 y el 4 de marzo en la casa Sotheby’s de la ciudad de Nueva York y que incluye también nombres internacionales como Diane Arbus, Nan Goldin, David Hockney y Jackson Pollock.

Las casi 30 obras pertenecientes a la colección de Solita Cohen de arte latinoamericano formarán parte de los numerosos lotes a la venta los días 1 de marzo, en la subasta «Contemporary Curated» y el 4 de marzo, en «Contemporary Discoveries», que incluirán en ambos casos pintura, grabado, fotografía, arte digital y esculturas, informó la subastadora en un comunicado.

De la argentina Liliana Porter saldrá a la venta una fotografía en blanco y negro, «Sin titulo», impresión hecha sobre gelatina de plata de 1973, referente a la serie en la que la artista juega con las formas geométricas y las del cuerpo, estimada entre 10.000 y 15.000 dólares.

El lote 134, del artista Guillermo Kuitca, es un plano en acrílico y grafito sobre lienzo, del techo de un salón del palacio del marqués de Spínola, en París, de la serie «L’Encyclopédie», firmado, titulado y fechado en 1999 (en el reverso). De casi dos metros de alto, la pieza está valuada entre 70.000 y 90 mil dólares. Una segunda obra de Kuitca, «Poema Pedagógico III» (1996) se venderá con una base de entre 40.000 y 60.000 dólares.

Del rosarino Adrián Villar Rojas se subastará «Harto de despedidas», una aerografía y pintura realizada sobre el capó de un auto, que otorga una impresionante profundidad a la imagen fechada en 2011, estimada entre 20 y 30 mil dólares, y también un casco de moto intervenido con la misma técnica y bajo el mismo título, «Sick of Goodbyes» (u$s5.000).

El pintor Manuel Esnoz (1974), con una obra en técnicas mixtas, de casi dos metros por dos, del 2009, también forma parte del conjunto de lotes, en este caso, valuada entre 8.000 y 12.000 dólares.

La subasta incluirá además piezas de otros artistas latinoamericanos como la brasileña Ana Maria Maiolino, el chileno Alfredo Jaar y el colombiano Oscar Muñoz, entre otros, provenientes de The Solita Cohen Collection of Contemporary Art from Latin America.

Con información de Télam

Intuición, color y graffitis: Sarah Grilo regresa a Nueva York

Fuente: Clarín – Como se podría suponer, cuando en 1962 Sarah Grilo llega a Nueva York con 45 años, tras ganar la beca Guggenheim, un mundo entero se abrió ante sus ojos. El tiempo que la artista nacida en Bahía Blanca pasó en la ciudad estadounidense se convirtió en un período crucial en su formación como artista: fue allí donde comenzó a definir su estilo distintivo que fusiona la abstracción con el lenguaje.

Sobre aquellos años neoyorquinos abunda The New York Years, 1962–70, una exposición curada por la también argentina Karen Grimson en la galería Lelong & Co. que recupera la obra de Sarah Grilo (Buenos Aires, 1917 – Madrid, 2007), por entonces ya con importante presencia en el circuito de arte local e incluso internacional, en una ciudad por la que evidentemente sentía atracción. Para entonces Nueva York ya era meca del mundo del arte occidental, y atraía a los movimientos de vanguardia.Sarah Grilo por Lisl Steiner.Sarah Grilo por Lisl Steiner.

“Un momento galvanizador para la práctica de Grilo, los años en Nueva York abarcan su transición de la abstracción moderna a la contemporánea”, escribe Karen Grimson, curadora además del circuito artístico del Design District de Miami. “A medida que las exploraciones formales y cromáticas dieron paso al surgimiento del discurso y el lenguaje, el compromiso de Grilo con la política y los medios de comunicación se volvió fundamental en su contribución a la pintura estadounidense de posguerra”, agrega.

El momento de agitación política abonó sus ejercicios de experimentación visual, que la llevan a incluir publicaciones ilustradas como LIFE y revistas femeninas, elementos del collage y textos en sus pinturas. Por su enfoque expresivo e intuitivo de la pintura la vinculan con artistas como Rauschenberg; al tiempo que se la etiqueta junto a Andy Warhol por su búsqueda de inspiración en elementos cotidianos. Pero no deja afuera sutiles comentarios políticos, como sucede en las piezas “Our heroes” y “Win, it’s great for your ego”, ambas presentes en la muestra. Todo se vuelve más complejo cuando se considera que lo hacía en inglés, una lengua que no manejaba. Como una inconsciencia urbana precursora del graffiti.Sarah Grilo. Protesta, 1973. Óleo sobre tela, 81 x 100 cm. Sarah Grilo. Protesta, 1973. Óleo sobre tela, 81 x 100 cm.

“Our heroes” (1966)alude a la guerra de Vietnam tanto como al Pop Art. Mientras que “Win, it’s great for your ego” (c. 1965-66) también hace referencia a la atmósfera de guerra, aunque los números y flechas que incorpora desvían la mirada a las intensas calles de Nueva York.

En Buenos Aires, Sarah Grilo había pertenecido junto a su esposo José Antonio Fernández-Muro al Grupo de Artistas Modernos de la Argentina, que reunió Aldo Pellegrini, y en el que se incluían artistas como Enio Iommi, Tomás Maldonado, Alfredo Hlito y Lidy Prati, entre otros.

Dejó Nueva York en 1970, en desacuerdo con el reclutamiento de la guerra de Vietnam, y se mudó junto a su familia a España. En Madrid, donde se instaló definitivamente en 1985, murió en 2007 sin ser reconocida por sus contribuciones a la abstracción. Aunque participó de sucesivas exposiciones colectivas como artista latinoamericana, como señala la crítica Annabel Keenan en Artsy.

La exposición incluye materiales de archivo, recortes de la de prensa, una foto con Warhol, entre otros documentos que recrean sus años en Nueva York. Y también una serie de pinturas que que no se exhiben públicamente desde la exposición individual de Grilo en 1967 en la Byron Gallery, hace 50 años. Y en simultáneo a la muestra en la galería de Chelsea, obras de Grilo participarán junto con las de Ana Mendieta y Zilia Sánchez en la feria Frieze de Los Ángeles, del 29 de febrero al 3 de marzo.

Empezó coloreando la Patoruzú y hoy lo recuerdan como un ícono del arte surrealista argentino

Fuente: Clarín – Guillermo Roux creció rodeado de arte. Su padre, Raúl Roux, era un historietista de amplia trayectoria: trabajó en Caras y Caretas, Páginas de Columba, El Tony, Para Ti, El Gráfico, Atlántida, Mundo Argentino y el diario La Razón, aunque tal vez su trabajo más popular fuera dibujando para Patoruzú.

“La historieta en esos años tenía una injerencia en la juventud. Estaba incorporada naturalmente a los chicos a través de las revistas”, cuenta Hugo Maradei, ex director del Museo del Humor y curador del MIG-Museo de la Ilustración Gráfica. Y fue en ese contexto que Guillermo Roux entró a trabajar en la Editorial Dante Quinterno con tan solo 15 años. Allí, comenzó su oficio rodeado de veteranos de las viñetas como Lovato, Blotta, Ferro y Romeu. Hoy, a tres años de su fallecimiento, sus colegas y admiradores lo recuerdan como un prócer del arte plástico.

“Esos primeros años fueron maravillosos, para mí un mundo nuevo y extraordinario. A pesar de las notables diferencias de edad, ellos fueron mis amigos ¡y cuánto aprendí!”, relató el mismo Roux en una entrevista recopilada en Patoruzú. Una revista, una época en octubre del 2008. Quinterno, el histórico dibujante de cómics responsable de haber creado a Patoruzú o a Isidro Cañones, entre tantos otros icónicos personajes, había descubierto la facilidad de Roux para el color, lo cual lo llevó a colorear las mismísimas tapas de Patoruzito.

Un artista nómade

Luego de un tiempo trabajando en las portadas, Roux decidió viajar a Europa para proseguir con sus estudios. Hasta ese momento había asistido a la escuela de Bellas Artes Manuel Belgrano, en donde fue alumno de Lorenzo Gigli y Corinto Trezzini. Como cuenta Maradei, Quinterno le pidió que tenga preparadas tapas coloreadas como para 2 o 3 años antes de partir a Italia. Así, comenzó sus peripecias por el extranjero, en donde poco a poco ganó aprendizaje y reconocimiento.Juego interrumpido (II versión). Guillermo Roux.Juego interrumpido (II versión). Guillermo Roux.

El mismo Roux se definía como nómade hasta que llegó a encontrar su lugar en Buenos Aires. En aquel viaje a Europa se instaló en Italia por tres años, en donde trabajó restaurando frescos y mosaicos. Más tarde, en 1960, volvió al país y vivió en San Salvador de Jujuy por siete años, en donde fue docente. Sin embargo, su constante inquietud lo llevó a Nueva York en 1966. Allí se sumergió en el ámbito de la publicidad y de la ilustración de libros. Recién un tiempo después volvió a Buenos Aires, en donde se instaló definitivamente.

Durante sus travesías estudió las obras de los maestros del Renacimiento y de Diebenkorn y Hopper, los cuales influyeron en su estética. Su obra fue expuesta numerosas veces y a lo largo del mundo. Por mencionar algunas de ellas, fue exhibida en la galería Bonino en 1972, en la muestra en Marlborough Fine Arts en Londres al año siguiente y en la muestra en Munich en 1971, o más acá en tiempo y espacio, se encuentra “La Mujer y máscaras”, parte de su colaboración en la renovación de las Galerías Pacífico en el año 1994 o “La Ronda”, pintura que se halla en el corazón del Palacio Duhau.

Un eterno niño

Por más que esté categorizado como surrealista, su obra es variada y multifacética. Se podría decir que sus principales temas giran alrededor de la infancia. “Conservar esa niñez o esa frescura, esa inocencia, creo que es fundamental porque uno aprende mucho. Ahora, de lo que se trata, es de desaprender, no saber tanto, hay que saber menos y jugar más”, dijo en una entrevista realizada por el entonces Ministerio de Cultura de la Nación. Eso se puede ver representado en obras como la serie de “Juego interrumpido” o en el autorretrato hecho por él y Carlos Alonso.

Sin embargo, también hay espacio para la crítica política. El retrato en acuarela del Libertador y el mural “La Constitución guía al pueblo” son dos obras que denotan sus pensamientos respecto al tema. “No lo podía representar (a San Martín) en forma pasiva ni distante, en un altar donde nada lo roce. Preferí hacerlo mirándonos y señalándonos, como reclamándonos la parte que nos toca en la construcción de esta Argentina”, declaró respecto a la obra sobre el prócer que primero ilustró la tapa de un suplemento especial del diario La Nación en el 150 aniversario de su fallecimiento y que años más tarde donó al Instituto Nacional Sanmartiniano.Retrato de San Martín. Guillermo Roux.Retrato de San Martín. Guillermo Roux.

En cuanto a “La Constitución guía al pueblo”, mural hecho para la Legislatura de la ciudad de Santa Fe, dijo en una entrevista a Clarín: “Los héroes, ahora, están en la calle: son esos padres que tienen que mantener cinco hijos con un sueldo escaso. Hoy no tenemos que cruzar la cordillera pero tenemos que cruzar otras cosas. Y ahí, en ese momento, entonces, ¿dónde están nuestros San Martín? Yo quiero verlos. Esta pintura es para hacer presentes esos pensamientos”.

Entre los trabajos más surrealistas y los más realistas hay un espectro de experimentación, tanto en técnica como en temática. Realizó diferentes obras con acuarelas, témperas, collages y dibujos. “En el último tiempo se levantaba a la noche porque no dormía bien y se ponía a dibujar utensilios de la cocina”, cuenta Hugo Maradei. Y en efecto, eso fue parte de una colección a la que se le llamó “Nocturnos” y la cual llegó a exponerse en el Museo de Arte Decorativo. “Hay una especie de silencio cuando es de noche donde queda un espacio para que se mezcle la realidad con los recuerdos y para que las cosas más impensables puedan pasar por la cabeza”, contaba en una entrevista dada a este medio acerca de aquellos dibujos que hacía a raíz del insomnio.

Una obra vital

Guillermo Roux frente al mural "La Constitución guía al pueblo".Guillermo Roux frente al mural «La Constitución guía al pueblo».

Guillermo Roux murió el 17 de septiembre del 2021 a los 92 años. Vivía en Martínez junto a su esposa, Franca Beer, y tenía un taller ubicado en CABA en el cual daba clases. Su reconocimiento incluía el Primer Premio Internacional de la XIII Bienal de San Pablo del año 1975, el Premio Konex de Platino como el más importante pintor surrealista de la historia en Argentina en 1982, el Premio “Dr. Augusto Palanza” por la Academia Nacional de Bellas Artes y la designación en 1990 de Académico de Número de la Academia Nacional de Bellas Artes.

Cuando se le preguntaba cuál era su obra de preferencia él contestaba: “En el momento que lo estoy haciendo el mundo es ese. En el momento que lo dejo de hacer es porque ya el mundo dejó de ser”. Era un artista que no dejaba de explorar hasta en sus últimos días y cuya vitalidad sigue vigente en todo el arte que legó.