“Un soplido de alegría y de vida”: Marta Minujín lleva sus esculturas inflables a Miami

Fuente: La Nación – “Golosina emocional” y la “Escultura de los deseos”, que pudo verse en Lollapalooza, se presentarán el martes en un espacio público del Design District.

“Me encanta hacer algo en Miami porque es totalmente pop”, dice Marta Minujín a LA NACION sobre Dreamscape, su primer proyecto público en Miami, que consistirá en la instalación de dos de sus esculturas inflables en Jungle Plaza, en el Design District, desde el martes próximo hasta fin de mes. También se presentará allí el documental sobre su vida que se proyectó semanas atrás en el Malba y su reciente libro, Mis años en Nueva York.

Minujín conversará además en público con el visionarioCraig Robins, desarrollador de este barrio que combina tiendas de lujo, galerías, museos, tiendas de diseño, restaurantes e importantes instalaciones de arte y diseño. Junto con el Instituto de Arte Contemporáneo Miami (ICA Miami) y apoyo de la Fundación Ama Amoedo y Clarice O. Tavares, el Design District organizó la exposición de Golosina emocional y la Escultura de los deseos.

Render de las esculturas que se instalarán en Miami
Render de las esculturas que se instalarán en MiamiGentileza Miami Design District e ICA Miami

Esta última ya se pudo ver en Buenos Aires durante el festival Lollapalooza en 2019 y 2022, y en la Pinacoteca de San Pablo en 2023. Son similares a La escultura de los sueños, también de nueve metros de alto, que ya pasó por Times Square y la explanada del Palacio Libertad; hasta el 30 de marzo se exhibe en el Roma Convention Center y seguirá camino a Qatar. Otra se instalará en París, en junio.

La "Escultura de los deseos" en el Lollapalooza
La «Escultura de los deseos» en el Lollapalooza@martaminujin

Esta nueva idea que tuve está fantástica, porque de pronto se está moviendo por todos lados –dice Minujín-. Por el hecho de ser esculturas inflables, son estructuras gigantescas que podés transportar en una caja no demasiado grande, que pesa entre 120 y 180 kilos, mientras que una de mis esculturas chicas de bronce pesa 120 o 140. Aparte la gente participa, entra y sale, oye cantos de pájaros, la pasa bien adentro, puede soñar, pedir deseos. Después atraviesan golosina emocional, para comerla con los ojos, con colores de caramelos. Todo súper pop, es la esencia del chicle globo. Todas estas esculturas son como si yo agarro, llego a Miami y soplo, y las esculturas aparecen. Es un soplido alegría y de vida. Bueno, todo mi arte es así: es la ideología que tengo yo, de que la gente la pase bien. Antes era el drama, pero voy cambiando.”

La "Escultura de los sueños", de Marta Minujín, cuando se instaló en Times Square
La «Escultura de los sueños», de Marta Minujín, cuando se instaló en Times SquareGentileza Michael Hull/Times Square Arts

Las esculturas inflables de Minujín llevan a otra dimensión y materialidad, lo que permite al público vivir experiencias inmersivas, las obras con colchones reales pintados de colores que comenzó a realizar en la década de 1960. Con ellos realizó por ejemplo ¡Revuélquese y viva! Y Eróticos en technicolor, instalaciones con la que ganó el Premio Premio Nacional del Instituto Torcuato Di Tella en 1964.

Por Celina Chatruc

Arte con pasión: del deber ser al sentirse y vivir realizado

Fuente: Perfil – El artista plástico Darío Mastrosimone cuenta su historia y cómo su pasión se impuso más allá de todo. Una historia de vida como camino a seguir.

Los inicios en la pintura siempre son en la infancia cuando sentís felicidad al hacer un dibujo, lo lúdico te llena. Con cierta habilidad innata cuando termino el colegio secundario le planteo a mis padres de seguir Bellas Artes, pero mis padres con todo el cariño y preocupación por mi futuro, me lo quitan de la cabeza con la idea de que posiblemente muera de hambre… La alternativa fue la facultad de Ciencias Económicas donde me termino recibiendo de Contador Público, casi lo mismo.

De todas formas nunca dejé de ir a talleres de pintura.

Ese canje de seguridad económica por dejar de lado una vocación llega un momento que eclosiona.

Ser Contador aunque me iba “socialmente bien” me hacía profundamente infeliz. El fallecimiento de mi padre me hizo replantear mucho la vida. Esa crisis me volvió a acercar a la pintura como válvula de escape. De a poco comencé a participar en concursos y a realizar mis primeras exposiciones.

Conectándome con los pintores que uno admira, conocí a Georg Miciú en San Martín de los Andes, y él me motivó a dedicarme de lleno a la pintura.

No fue una decisión fácil ni romántica dejar todo, quemar el título de contador cortar con el sistema e irme a vivir de la pintura en la montaña!

Era, más o menos, elegir la seguridad económica contra el vivir de lo que te gusta, era dejar de ser lo que me pidieron que fuera contra ser uno mismo, era seguir en esas vidas “mentirosas” o ser lo que Dios quiere de mí. Fue volverme a encontrar con el dilema del fin de la secundaria, pero ya conocía cómo terminaba.

Paula, mi esposa, me apoyo muchísimo, no cualquier esposa está de acuerdo en seguir a su marido en un cambio de vida como este.

Desde enero de 2008 vivo en San Martín de los Andes, pintando.

No es un idilio, no es Heidi, ni una película romántica, pero no se dan una idea de la satisfacción tan grande que se siente de poder vivir de lo que uno ama hacer.

Desde entonces he realizado gran cantidad de muestras y exposiciones.

Hoy mis obras se pueden encontrar en las principales Galerías de Arte de Buenos Aires, y en colecciones particulares de todo el mundo.

Mi próxima muestra la realizaré el 13 de marzo en la galería Los Coleccionistas.

Datos de contacto:

Mail : info@dariomastrosimone.com.ar

Wp: +5492944538046

Instagram: dariomastrosimome

Web: www.dariomastrosimone.com

Quién es el ‘Indiana Jones del arte’, que recuperó un cuadro de Brueghel el Joven robado en Polonia hace 50 años

Fuente: Clarín – Una pintura del artista flamenco Pieter Brueghel el Joven, robada del Museo Nacional de Gdansk (Polonia) en 1974, ha reaparecido en manos privadas en Países Bajos, tras ser expuesta en un museo sin saber que se trataba de una de las obras de arte “más buscadas” por Polonia.El "Indiana Jones del arte" (Arthur Brand) recuperó un anillo de Oscar Wilde. (Foto: AFP)El «Indiana Jones del arte» (Arthur Brand) recuperó un anillo de Oscar Wilde. (Foto: AFP)

Arthur Brand, conocido como el ‘Indiana Jones’ del arte por la gran cantidad de piezas robadas que ha logrado recuperar, confirmó que la pintura, de 1626, “ha sido localizada en Países Bajos y pronto será devuelta a Polonia”.

Se trata de un cuadro de Brueghel el Joven, hijo del célebre artista Pieter Brueghel el Viejo, y había creado seis versiones de la obra.

“Este cuadro de Brueghel, que figura en la lista de los más buscados de Polonia, fue robado en 1974 del Museo Nacional de Gdansk, probablemente por los Servicios Secretos. Incluso un testigo fue asesinado”, resumió Brand.

No confiar nunca

La pintura del siglo XVII es conocida como ‘Mujer moviendo una hoguera’ y, en sus 17 centímetros de diámetro, muestra a una campesina llevando un cubo de agua y unas tenazas que sostienen un carbón encendido. Se trata de una metáfora gráfica de un proverbio neerlandés que insta a “no fiarse nunca de alguien que lleve agua en una mano y fuego en la otra”.

La historia apareció primero en el diario neerlandés De Telegraaf, al que Brand y la Policía neerlandesa confirmaron el hallazgo. El Museo de Gouda expuso la pintura el año pasado, sin darse cuenta de que se trataba del cuadro robado hace 50 años de Gdansk.

El 24 de abril de 1974, un empleado de la pinacoteca polaca golpeó accidentalmente el marco de la obra mientras limpiaba, haciendo que cayera de la pared. Cuando el conservador del museo la revisó, se dio cuenta de que el marco no contenía la obra original, sino una fotografía del cuadro recortada de una revista. Un dibujo del siglo XVII, de Anthony van Dyck, ‘La Crucifixión’, también fue robado de la misma manera.Esta foto sin fecha publicada por el Museo de Gouda el 12 de junio de 2024 y obtenida el 2 de marzo de 2025 muestra la pintura titulada "Mujer llevando brasas", también conocida como "Mujer moviendo una hoguera", del maestro flamenco-holandés Pieter Brueghel el Joven alrededor de 1626, que se exhibe en una exposición en el Museo Gouda, en Gouda.
AFP/Museo GoudaEsta foto sin fecha publicada por el Museo de Gouda el 12 de junio de 2024 y obtenida el 2 de marzo de 2025 muestra la pintura titulada «Mujer llevando brasas», también conocida como «Mujer moviendo una hoguera», del maestro flamenco-holandés Pieter Brueghel el Joven alrededor de 1626, que se exhibe en una exposición en el Museo Gouda, en Gouda. AFP/Museo Gouda

Un oficial de aduanas llamado Romuald Werner aseguró a la policía que las obras habían sido sacadas ya del país, pero, poco antes de la audiencia en la que iba a declarar, murió a causa de las heridas provocadas por las llamas. Lo habían quemado con vida en Gdansk y su asesinato quedó sin esclarecer.

Robos de arte a gran escala

Según Brand, la investigación policial sobre la muerte de Werner fue asumida por el servicio secreto polaco (SB) que, en esa época –añade– estaba involucrado en robos de arte a gran escala en Europa del Este.

«Solo un servicio podría haber cometido un robo de esta magnitud y vender estas obras en el extranjero durante el periodo comunista», explicó, recordando que muchos museos polacos tenían un guardia que pertenecía al SB.

El pasado septiembre, Brand recibió una pista de que el Museo de Gouda, en Países Bajos, estaba exhibiendo la pintura robada. «Hice una investigación exhaustiva en archivos y en la base de datos de arte robado de Interpol y llegué a la conclusión de que la pintura es la misma», añadió.Algunas veces lo robado en las iglesias aparecen por miedo a las maldiciones. Así recuperó la llamada Preciosísima Sangre de Cristo, el detective de arte Arthur Brand.  Foto: gentileza Claribel Terré Morell.Algunas veces lo robado en las iglesias aparecen por miedo a las maldiciones. Así recuperó la llamada Preciosísima Sangre de Cristo, el detective de arte Arthur Brand. Foto: gentileza Claribel Terré Morell.

El actual propietario de la pintura asegura que su padre había comprado la obra a un comerciante de arte. La policía neerlandesa ha tomado posesión del cuadro y está investigando cómo llegó a manos privadas en Países Bajos, mientras Polonia solicita la devolución del cuadro.

Martín Ron: “Sabía que la pintura me iba a acompañar toda la vida”

Fuente: El1Digital – El muralista de zona oeste se colocó en el tercer puesto del certamen internacional Street Art Cities con su magnífico trabajo: “Crepúsculo”.

La plataforma internacional Street Art Cities dio a conocer, en febrero pasado, a los mejores murales del mundo. Artistas de diferentes países mostraron su talento con obras deslumbrantes y el público cibernauta votó a los tres mejores de todos los tiempos. Entre los primeros lugares se encuentra el trabajo Crepúsculo, del artista de Tres de Febrero Martín Ron. El muralista se colocó en el tercer lugar; el primer puesto fue para el español Cristóbal persona con Charanguista y el segundo para la inglesa Peachzz (Megan Russell) con Reverie.

En comunicación con Radio Universidad, Ron señaló: “El premio no solo es un reconocimiento, sino marcos que legitiman el trabajo, sabiendo que uno trabajó en el espacio público y trata de tener una conexión con la gente. Este trabajo no es de galería ni tiene auspicios, sino que nosotros salimos a la calle a expresarnos. Lo maravilloso del certamen es que el público vota, así, se fomenta esta actividad”.

Además, sostuvo que dentro del muralismo contemporáneo hay un paralelismo ya que el artista evoca una imagen, por lo que hace un ejercicio de memoria. “Con este trabajo se perpetúa la historia y mi trabajo se vincula con retratos de ídolos como Messi o Maradona”, remarcó.

Por otra parte, mencionó que uno de los elementos que se repiten en sus obras es el agua. “Ayuda a la serie que queremos contar y cómo va evolucionando la búsqueda de nuevos desafíos. Arrancó con un mural en el que había globos y siguió con otros donde el agua está presente. Además, se abre el juego a la libre interpretación de cada uno”, aseguró.

Secretos de un muralista

Ron afirmó que, para la realización de Crepúsculo, el cual se encuentra en la ciudad bonaerense de San Nicolás, tuvo la colaboración de dos artistas más y que se creó en tres semanas.

“Son obras complejas, pero trato de finalizarlas en el término de un mes. El tiempo y clima es determinante a la hora de hacer el mural. Siempre intento que la pintura sea compleja y rica a la vez. Por otra parte, sabía desde chico que la pintura me iba a acompañar de por vida, pero antes no lo veía como una profesión. El arte tiene muchas cosas a favor, como el feedback con la gente y la contribución positiva”, cerró.

Martín Ron en las redes

El muralista expresó en su cuenta de Instagram su agradeciendo a toda la comunidad que votó a favor de su gran trabajo. “Gracias a toda la gente que votó, nos llevamos un tercer puesto que pone a nuestro país, y en especial a San Nicolás, a brillar en lo más alto del Street Art a nivel internacional.

Y agregó: “Gracias a cada persona que votó, compartió y apoyó, demostrándonos que el verdadero arte es el que nace en la calle y se construye con la gente. Gracias Street Art Cities por garantizar la trasparencia y la honestidad en la votación; y a cada persona que dedico un ratito de sus vidas para ayudarnos a lograr este reconocimiento”.

Patricia Phelps de Cisneros: “El arte latinoamericano ya no es una moda pasajera”

Fuente: Infobae – En la feria ARCOmadrid, la coleccionista y filántropa venezolana reflexionó sobre el desarrollo del arte de la región en la escena global durante las últimas décadas.

“El arte latinoamericano ya no es una moda pasajera; está integrado plenamente en el circuito”, afirma la coleccionista y filántropa venezolana Patricia Phelps de Cisneros, quien ha dedicado su vida a impulsarlo a nivel mundial, un trabajo por el que ha sido reconocida en la Feria Internacional de Arte Contemporáneo de Madrid, ARCO.

“Ya hace tiempo que los museos, las universidades, las colecciones, las ferias, las bienales, incluyen el arte latinoamericano como algo natural, como parte fundamental de la historia del arte y del arte actual”, señala Phelps de Cisneros (Caracas, 1947), considerada una de las principales mecenas internacionales, y galardonada con el premio “A” Honorífico en la 44 edición de la Feria que cierra sus puertas este domingo.

Creadora en la década de los setenta junto a su esposo, el empresario Gustavo Cisneros, de la Fundación Cisneros (FC), con sede en la capital venezolana y Nueva York, es también referencia cuando se habla de descolonización en el arte y en los museos.

“En las últimas décadas, ha surgido un deseo natural de ampliar las referencias de la historia del arte para ser más inclusivo con otras culturas y otras geografías. He podido poner mi grano de arena para que se reconozcan los aportes de América Latina a la cultura global, así como otros lo han hecho para otras regiones del planeta”, dice.Fue galardonada con el premioFue galardonada con el premio “A” Honorífico en la 44 edición de ARCOmadrid (Photo by Matthew Lloyd/Getty Images)

La educación ha sido la base de la trayectoria de la coleccionista venezolana y del programa (La Fundación Cisneros) que levantó con el “apoyo incondicional de su marido”, fallecido en 2023, y encabezado ahora por su hija Adriana.

“No se podía tratar solo de una colección – remarca -, debía ser también un proyecto educativo, que pudiera organizar exposiciones en diferentes museos del mundo, prestar obras, publicar libros, organizar eventos y alianzas académicas, “todo para poder fomentar la curiosidad y la investigación sobre nuestro arte”.

“Fueron muchos años de esfuerzo que han llevado a un cambio de panorama sobre el arte latinoamericano. Hoy es parte intrínseca de la historia del arte universal”, valora.

En ese camino, considera “absolutamente fundamentales” a las instituciones, donde “se forman las personas y la historia”. Por eso, donó más de 400 obras a 12 museos y creó el Instituto Cisneros de Investigación en el Museo de Arte Moderno de Nueva York (MoMA), “para fortalecer y garantizar la presencia del arte latinoamericano a largo plazo”.

Para la venezolana lo más importante del arte es “la libertad de expresión y el apoyo a los valores democráticos”: “Sin eso no hay arte, y de allí viene su gran valor educativo para la sociedad. No es suficiente simplemente mostrar la obra de arte, es importante entender y apoyar la libertad espiritual e intelectual que tienen los artistas”.La coleccionista de arte yLa coleccionista de arte y filántropa venezolana Patricia Phelps de Cisneros (EFE/Timothy Greenfield-Sanders)

Es consciente de que la irrupción de las nuevas tecnologías hace que la información fluya de manera más rápida también en este sector, pero le preocupa la preservación a largo plazo de materiales y archivos digitales, por lo que la Fundación Cisneros ha colaborado con el MoMA en un proyecto de ayuda que ya está disponible en la web del museo.

De ese futuro formarán parte los jóvenes coleccionistas de hoy, a quienes la filántropa recomienda que “se lo piensen muy bien”, que tengan claro un objetivo a largo plazo, y que consideren toda la responsabilidad que significa cuidar bien de las obras y de los legados intelectuales que representan.

“Es relativamente fácil adquirir una obra, pero luego hay que cuidarla, documentarla, compartirla, y eventualmente encontrarle un destino adecuado. Además siempre recomiendo que sean cercanos y apoyen a los museos de sus ciudades”, indica.

Muchos de los nuevos coleccionistas han elegido Madrid como base para sus proyectos, lo que parece estar convirtiendo “sin duda” a la capital española en foco para el arte latinoamericano, según Phelps de Cisneros.

“A todos les recomiendo que pasen muchas horas en el Museo de América que tiene una de las grandes colecciones hispanoamericanas y prehispánicas del mundo, y donde se puede aprender muchísimo”, concluye la venezolana.

Obras de Marta Minujín fueron adquiridas por el Museo Reina Sofía en ARCO Madrid 2025

Fuente: Infobae – La serie “Frozen Sex” se incorpora al acervo de la institución cultural española, junto a creaciones de otros relevantes artistas como Luz Lizarazo, Agnes Essonti Luque y Carlos Rodríguez-Méndez.

El Ministerio de Cultura y el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía anunciaron la adquisición de Frozen Sex, una pieza emblemática de la artista argentina Marta Minujín, como parte de su inversión en la feria ARCO 2025. La obra se suma a un total de 26 adquisiciones de 19 artistas, en una estrategia que refuerza la presencia de mujeres creadoras y el diálogo con el arte latinoamericano en la colección del museo.

En total, se han destinado más de 497.999 euros para la compra de nuevas piezas, de los cuales el Ministerio de Cultura ha aportado 398.499 euros para 22 obras de 15 artistas, entre ellos Minujín, Victorina Durán, Laia Abril, Ángela de la Cruz, Agnes Essonti Luque, María Luisa Fernández, Josep Grau-Garriga y Robert Morris. Por su parte, el Museo Reina Sofía ha invertido 99.500 euros en la adquisición de cuatro obras de Judy Chicago, Juan Pablo Echeverri, Daniel Steegmann Mangrané y Luz Lizarazo.

En esta edición, del total de las obras adquiridas, el 73,6 % son obras producidas por mujeres, en su mayoría, del contexto español y de galerías españolas. Del total de 19 artistas, 14 pertenecen al contexto español y 5 son extranjeros (Argentina, Estados Unidos y Colombia).

La serie "Frozen Sex" fueLa serie «Frozen Sex» fue realizada por Marta Minujín en 1973 durante una estadía en Washington

Marta Minujín y el esencialismo feminista

La incorporación de Frozen Sex marca un hito en la presencia del arte feminista y latinoamericano en el Reina Sofía. La obra de Minujín, una de las figuras más influyentes del arte conceptual y performático en Argentina, es un referente de la Segunda Ola del Feminismo en América Latina y del esencialismo feminista. Su inclusión en la colección del museo consolida el interés por artistas que han desafiado los límites del arte tradicional y han generado nuevas lecturas sobre el cuerpo, el género y la sociedad.

La serie Frozen Sex, creada por Marta Minujín en 1973 durante su estadía en Washington, retrata órganos sexuales con una estética pop y fue exhibida brevemente en Buenos Aires, ese año, antes de ser censurada por la policía. La artista, que en ese entonces se enfocaba en performances, retomó la pintura impulsada por el clima de miedo al sexo que surgió con la crisis del sida. Minujín buscó dignificar la representación de los genitales, influenciada por el libro El erotismo de Georges Bataille, y los retrató como naturalezas muertas. Las obras fueron exhibidas nuevamente en 2018, tras 45 años, en la galería porteña Henrique Faría.

Minujín, reconocida por sus instalaciones efímeras y su exploración del consumo y la cultura de masas, ha sido una figura clave en el arte contemporáneo desde la década de 1960. Con esta adquisición, el Reina Sofía refuerza su compromiso con la representación de mujeres artistas, cuya producción representa el 73,6 % de las piezas adquiridas en esta edición de ARCO.El Ministerio de Cultura yEl Ministerio de Cultura y el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía anunciaron la adquisición de 26 obras de 19 artistas españoles y latinoamericanos

El arte español y el diálogo con América latina

Las nuevas adquisiciones han priorizado obras de creadoras españolas y de artistas vinculados a galerías del país. Entre las piezas destacadas, se encuentran dibujos de Victorina Durán, figura clave de la Generación del 27, así como trabajos de Maribel Nazco, cuya obra aborda el erotismo desde una perspectiva femenina en los últimos años del franquismo.

En el ámbito de la escultura, la colección se enriquece con obras de María Luisa Fernández, Mónica Planes y Mónica Mays, mientras que el fondo textil se amplía con una pieza de Josep Grau-Garriga, referente de la escuela catalana de arte tejido. En cuanto a la exploración conceptual, Carlos Rodríguez-Méndez incorpora Región de validez, una reflexión sobre el duelo en el arte contemporáneo.La feria de arte contemporáneoLa feria de arte contemporáneo ARCO Madrid se desarrolla en el centro de exposiciones IFEMA de la capital española, hasta el domingo 9 de marzo

Miradas contemporáneas y crítica social

Varias de las adquisiciones reflejan preocupaciones actuales y revisiones críticas de la historia. Marina Vargas utiliza la iconografía de la pintura académica para reflexionar sobre la representación del cáncer en la sociedad contemporánea. Raquel Manchado rescata la misoginia en la cultura popular de principios del siglo XX, mientras que Laia Abril aborda la persistencia de la cultura de la violación en la actualidad.

Por otro lado,Agnes Essonti Luque, fotógrafa afrodescendiente española, documenta los vínculos de su familia con sus raíces africanas. A nivel internacional, Daniel Steegmann Mangrané introduce una mirada crítica sobre la modernidad europea al reinterpretar un soporte diseñado por Lina Bo Bardi para el MASP de São Paulo. Desde Colombia, Luz Lizarazo presenta una instalación de medias como metáfora de la ocupación del espacio colectivo, mientras que Juan Pablo Echeverri explora la autorrepresentación a través de un archivo de fotomatones diarios.

[Fotos: prensa ARCO Madrid]

Guillermo Kuitca: el regreso de una estrella del arte

Fuente: Ámbito – Tras un silencio de años, el destacado artistas inaugurará el jueves 13 en el Malba la muestra «Kuitca 86». Su obra siempre estuvo vinculada al cine, la literatura, la música y, sobre todo, al teatro.

La muestra que inauguró hace 22 años Guillermo Kuitca (1961) en el Malba convocó 15.000 visitantes durante la primera semana de exhibición. El jueves 13, el Malba presentará “Kuitca 86”. La muestra se inicia con la serie “Nadie olvida nada”, la camita que es un mundo además de la imagen más reconocible del repertorio del artista. A partir de allí, el acento estará puesto en la connotación espectacular -en el sentido más genuino del término- a través de sus recurrentes pinturas de los teatros. El arte de Kuitca está ligado al cine, la literatura, la música y, sobre todo, al teatro. Su pintura es arte escénico y arte de los escenarios también. Con la muestra “Siete últimas canciones” de 1986, conquistó un primer puesto en la escena global.

Hace exactamente 30 años, en 1995, cuando ya era una estrella, habló con la revista “Cultura” sobre su trayectoria, su vida y la felicidad que le procuraba durante su juventud integrar el mundo del arte porteño. Y así lo dijo: “Muy tímidamente comencé a frecuentar las galerías. Como mis padres me enviaban a la Asociación Cristiana de Jóvenes a hacer gimnasia, cosa que yo odiaba, iba a recorrer las galerías de la calle Florida y de la Galería del Este. Tenía trece años. A esa edad vi por primera vez una muestra de Rómulo Macció y me impresionó enormemente. El exponía simultáneamente en una galería que se llamaba Chagall y en Víctor Najmías. Hasta ese entonces yo no había tenido un encuentro importante y revelador con el arte argentino.»

«Uno cree que el mundo del arte es inaccesible y después se da cuenta de que es un mundo tan chico y tan vulnerable… Tuve amigos muy queridos. Nunca voy a olvidar mi amistad con Diana Aizenberg, Martín Reyna, Prior, Pablo Suárez, Marcia Schvartz, Wells… Después, Josefina Robirosa, fue una de las personas mejor dispuestas hacia el nuevo grupo que se había formado en 1982. Cuando más tarde me fui afirmando en el medio, aquí y allá, nunca dejé de sentir que me recibían con la mejor predisposición. Fueron años buenísimos, del mayor esplendor. El Buenos Aires que descubrí en ese entonces era fascinante, a pesar de que fueron años muy revueltos: la guerra de las Malvinas, el fin de la dictadura. Los agujeros negros de su propio lugar uno los comienza a sentir con el correr del tiempo. Sin embargo, en ese momento parecía un mundo perfecto. Era perfecto. Jorge Glusberg siempre organizaba muestras y del CAYC surgieron en los años 80 las famosas agrupaciones que él hacía. A mí me tocó estar en ‘La nueva imagen’”. Kuitca señala que, como siempre, tenía diez años menos que los artistas del grupo.

Durante esos distendidos encuentros, el episodio con el Museo Nacional de Bellas Artes ocupó un lugar importante (un caso para analizar, con curiosas derivaciones). Kuitca habló libremente sobre su relación con el mundillo del arte, sobre su infancia, la precocidad y todo lo que llegó con el éxito: los años locos, los viajes y la relación con el dinero. Entre estos temas, figura la génesis de las becas y sus propósitos educativos, el genuino interés por la formación de los artistas argentinos.

Hoy, su público, los artistas y conocedores en especial, esperan la muestra con verdadera ilusión, quieren ver arte, reencontrar la ansiedad y la belleza de la obra, el conceptualismo, la poesía y las cualidades que él mismo describe. “A mí me gusta la pintura, lo pobre de la pintura, lo restringido y la dificultad”.

Por lo demás, Kuitca expresó hace 30 años sus ideas y estableció diferencias entre el arte por el arte o el arte con contenido. “Mi obra se fue haciendo con preguntas muy pero muy elementales. ¿Quién soy? ¿Qué hago? ¿Adónde voy? Son preguntas que tienen un tufo existencial muy grande, pero que a mí me resultan muy actuales”. Señaló entonces la supremacía del “enorme grupo que quiere reinsertarse en lo que sería el discurso sociopolítico del arte. O sea, volver a recuperar las artes visuales como un lugar de cuestionamiento y crítica a todo lo que son identidades políticas, raciales, sexuales”. Las expresiones del ayer retratan el mundo de hoy.

Finalmente, el diálogo parecía llegar a su fin con una afirmación tajante: “Me gusta la emoción en el arte, quiero que mis obras causen emoción. Todo lo demás me parece poco”. Por cierto, los temas de entonces, la desolación, la búsqueda frustrada de la felicidad y la vulnerabilidad del hombre, suscitaban emoción. “No niego que a esta altura soy consciente de esa especie de poesía del dolor que me sigue desde chico”, sobre esta circunstancia observó que no tuvo experiencias dramáticas que lo justifiquen. Pero afirmó que siente la pulsión de hacerse cargo del dolor humano. “Creo que cuando comencé a pintar los mapas y las plantas de los departamentos tenía la intención de abandonar ese planteo tan literal del dolor. Con la mayor ingenuidad comencé a trabajar con ese material supuestamente frío, pero sucedió que automáticamente se convirtió en un producto mucho más dramático. Al abandonar la anécdota, el dolor queda más expuesto”.

La conversación culminó con un regalo inesperado: algo así como una clase para comprender el sentido de su obra. “Mi verdadero trabajo es manipular elementos. Sucede que para realizar una obra de arte uno tiene demasiadas herramientas, y creo haber encontrado, a veces, la herramienta precisa, la que “ese” clavo necesita. Por otra parte, manipular también significa encontrar la medida, el punto exacto para que el espectador no se sature. Por eso hay cuadros que pegan”. Y puso como ejemplo una imagen elegida al azar que afianzó y facilitó la comprensión: un rastro de rouge en una copa. Kuitca es sumamente habilidoso para dejar rastros que movilizan la percepción. “Hay que trabajar duro para que se encuentre la magia de uno con la magia de los demás”, concluyó.

Cómo es la exposición «irrepetible» que reúne en Tokio cien obras maestras de Miró

Fuente: Clarín – Joan Miró. Poesía en la pintura es la inédita e «irrepetible» retrospectiva dedicada al artista catalán en la que el Museo de Arte Metropolitano de Tokio reúne cien de sus «obras maestras», y que se enmarca en el 50 aniversario de la Fundación Miró, explicó su director, Marko Daniel.

La muestra, que permite explorar el profundo vínculo de Miró (1893-1993) con Japón, es la primera gran antología que se hace del artista en este país, desde la que le dedicaron los museos nacionales de arte moderno de Tokio y Kioto en 1966.

Daniel calificó como «un regalo» esta exposición para un país donde hay «una admiración muy grande y un interés insaciable hacia Miró «.

Un viaje por las etapas

Pinturas, esculturas, textiles, objetos y carteles procedentes de diferentes instituciones y colecciones públicas y privadas de todo el mundo han viajado a Japón con motivo de esta muestra, que podrá visitarse hasta el 6 de julio.

«Hemos tenido que elegir muy bien (las obras) porque el transporte de cada una es un desafío y hemos conseguido que de las cien obras que tenemos, yo diría que son cien obras maestras«, dijo el director de la Fundación Joan Miró.El Museo Metropolitano de Tokio acoge la exposición "Joan Miró. Poesía en la pintura". Foto: Instagram.El Museo Metropolitano de Tokio acoge la exposición «Joan Miró. Poesía en la pintura». Foto: Instagram.

Por ello, el principal criterio seguido para su elección fue poder explicar las diferentes etapas de la vida creativa de Miró así como las diferentes técnicas y materias con las que trabajaba a través de sus obras.

De esta forma, la exposición comienza con los inicios del artista en su Barcelona natal, para pasar después a su época en el París de las vanguardias o sus trabajos durante la Guerra Civil española o la Segunda Guerra Mundial, hasta llegar a la influencia que sus viajes a Estados Unidos y Japón tuvieron en sus creaciones.

Reunir este centenar de piezas «hace que una exposición como esta sea irrepetible», destacó Daniel.

Distribuidas en diferentes salas y tres plantas del museo, las obras permiten comprender y conocer al artista a través de sus creaciones entre las que destacan algunas «muy especiales» como ‘La casa de la palmera’, un préstamo del Museo Reina Sofía de Madrid.

Entre 1940 y 1941, fruto de su deseo de evasión de la Segunda Guerra Mundial, Miró pintó una serie de 23 obras llamada ‘Constelaciones’, que inspiró un poema de André Bretón en 1958. Esta exposición permite ver tres de esas pinturas en Tokio, entre las que Daniel resalta ‘La estrella matinal’.El Museo Metropolitano de Tokio acoge la exposición "Joan Miró. Poesía en la pintura". Foto: EFE - Sara Rodríguez PachónEl Museo Metropolitano de Tokio acoge la exposición «Joan Miró. Poesía en la pintura». Foto: EFE – Sara Rodríguez Pachón

Además, por su tamaño y magnificencia, sobresale también el tríptico ‘Fuegos artificiales’, pintado en 1974, que ha viajado por primera vez a Japón con motivo de esta muestra.

La relación con Japón

Joan Miró se había interesado por la cultura japonesa desde su infancia, de manera que en una de sus primeras obras ya se podían observar referencias al arte de este país asiático.

Sin embargo, y a pesar de que la primera exposición de este artista en Japón fue en 1932, no fue hasta su primera visita con motivo de la inauguración de las retrospectivas de Tokio y Kioto en 1966 cuando esta admiración por Japón se concretó.La consejera de Cultura, Sònia Hernández Almodóvar, durante la inauguración de la exposición dedicada a Joan Miró en Tokio. Foto: Fundación Joan Miró.La consejera de Cultura, Sònia Hernández Almodóvar, durante la inauguración de la exposición dedicada a Joan Miró en Tokio. Foto: Fundación Joan Miró.

A su vuelta a España, Miró comenzó a darle importancia no solo al trazo de la caligrafía japonesa, sino también a su filosofía, por lo que «el budismo zen deja un rastro muy importante en su obra», contó Marko Daniel durante la entrevista.

Cuatro años después, el artista fue invitado a participar en la Exposición Universal de Osaka de 1970 para la que creó un mural cerámico expuesto actualmente en el Museo Nacional de Arte de Osaka, lo que afianzó su vínculo con este país.

Desde entonces, la unión entre Miró y Japón ha estado presente en sus creaciones, algunas expuestas ahora en Tokio en una muestra que supone una oportunidad «única» para ver a todas estas obras en el mismo espacio, especialmente para las nuevas generaciones de japoneses que desde 1966 no han podido vivir algo similar en ningún momento, resaltó Daniel.

Esto significa que «más o menos todas las generaciones nacidas después del 1950» nunca han tenido la posibilidad de ver una gran colección de obras del catalán hasta la actualidad, subrayó al hablar de la importancia que tiene esta muestra para todo el público, especialmente el japonés.

«Realmente (esta exposición) cambiará la idea que tienen de este gran artista nuestro. Estoy seguro de que si antes era un artista admirado después de esta exposición lo será todavía más», concluyó.

Con información de EFE.

Eduardo Costantini recibió el Premio Iberoamericano de Mecenazgo 2025 de manos de la Reina Sofía

Fuente: Clarín – Mirándola a los ojos, Eduardo Costantini, el fundador del Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires (MALBA), le dijo a la reina emérita Sofía de España: “Es un gran honor para mí haber recibido este diploma de sus manos”.

Fue luego de que doña Sofía, este lunes lluvioso, le entregara el X Premio Iberoamericano de Mecenazgo en la categoría de Mecenazgo Latinoamericano 2025 durante una ceremonia en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, sobre la calle Alcalá de Madrid.Eduardo Costantini recibió el Premio Iberoamericano de Mecenazgo 2025.Eduardo Costantini recibió el Premio Iberoamericano de Mecenazgo 2025.

Aquí, a las seis de la tarde, la reina emérita, vestida de turquesa, entregó la distinción a Costantini y a los otros dos galardonados: el curador Simon De Pury, quien recibió el Premio de Mecenazgo Español, y la Fundación Pollock-Krasner, que obtuvo el Premio de Mecenazgo Internacional.

Estas distinciones son la principal iniciativa de la Fundación Callia, una institución española que nació hace doce años con la intención de “difundir la actividad de los grandes mecenas de nuestro tiempo y que sean un espejo en el que mirarse”.

Conmovido

Costantini reconoció sentirse conmovido “porque es darle más visibilidad al arte latinoamericano.Recibir este diploma me conmueve -admitió-. Recibo este diploma en representación de todo el equipo Malba, de la institución, y quiero agradecer a mi gran familia, a mi gran familia, que somos muchos, a mi esposa, Elina, y a Kahlo Milagro, que tiene solo 40 días.”La reina Sofía posa con los galardonados Eduardo Constantini (2d), Simón de Pury (i) y Caroline Black (d), de la Fundación Pollock-Krasner (d) durante su asistencia a la entrega de los 'Premios Iberoamericanos de Mecenazgo', este lunes en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, en Madrid. EFE/ Borja Sanchez-trilloLa reina Sofía posa con los galardonados Eduardo Constantini (2d), Simón de Pury (i) y Caroline Black (d), de la Fundación Pollock-Krasner (d) durante su asistencia a la entrega de los ‘Premios Iberoamericanos de Mecenazgo’, este lunes en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, en Madrid. EFE/ Borja Sanchez-trillo

“Gracias por crear un espacio que se ha convertido en un referente en el mundo y un pilar para el arte latinoamericano”, fueron las palabras que le dedicaron a Costantini en el salón de la Real Academia de Bellas Artes, que fue fundada a mediados del siglo XVIII durante el reinado de Fernando VI.

Sonaba de fondo la Toccata y fuga de Bach cuando la sala, con capacidad para poco más de cien personas, se fue poblando.

Asistieron la secretaria de Estado para Iberoamérica y el Caribe y el Español en el Mundo, Susana Sumelzo, y el secretario de Cultura de la Argentina, Leonardo Cifelli, quien anunció que Eduardo Costantini será distinguido también en Buenos Aires, a mediados de año, por su contribución a la cultura.

“Está en la naturaleza del mecenas la interacción personal. Uno es uno porque existen los demás. En los otros me veo y me reconozco. Es la naturaleza del ser humano y el mecenazgo nos lo pone ante los ojos”, dijo a su turno la presidenta de la Fundación Callia, Carmen Reviriego.Premios Iberoamericanos de Mecenazgo en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, en Madrid. EFE/ Borja Sanchez-trilloPremios Iberoamericanos de Mecenazgo en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, en Madrid. EFE/ Borja Sanchez-trillo

Una declaración de amor

“Los Premios Internacionales de Mecenazgo son una declaración de amor a nuestros mecenas, que a través de su compromiso con el arte contribuyen a construir una sociedad más sensible y humana, y por lo tanto, más fraternal”, fue su definición de los premios.

Costantini fue homenajeado porque así lo resolvió un jurado integrado por Max Hollein, director del Metropolitan Museum of Art de Nueva York; Pilar Lladó, presidenta de Fundación Amigos del Museo Reina Sofía; Tomás Marco, director de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando; Charo Izquierdo, patrona de Fundación Callia, y su presidenta, Carmen Reviriego.

La ceremonia, que duró menos de media hora, cerró con la cantaora andaluza Estrella Morente que, en honor al premiado argentino, entonó estrofas de Volver. Con un mantón en tonos violáceos que, según la cantaora, es el favorito de la reina emérita Sofía, Morente interpretó el tango de Gardel en una versión con toques de flamenco.La reina Sofía aplaude tras entregar el galardón a Eduardo Constantini en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, en Madrid. EFE/ Borja Sanchez-trilloLa reina Sofía aplaude tras entregar el galardón a Eduardo Constantini en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, en Madrid. EFE/ Borja Sanchez-trillo

Confesiones de un coleccionista

El domingo, un día antes de la premiación, en el auditorio del Ayuntamiento de Madrid, Eduardo Costantini dialogó con Carmen Reviriego sobre su pasión por el coleccionismo.

“Vi en el coleccionismo una función social -dijo Costantini-. La obra de arte tiene que ser compartida con la gente.”

Contó luego que el 21 de septiembre de 2001, meses antes de la peor crisis que desangró a la Argentina, nació MALBA y que hace unos meses, también un 21 de septiembre, pero de 2024, abrió sus puertas MALBA Puertos, a unos 50 kilómetros del museo matriz.

Confesó que su relación con el arte fue “espontánea y nació cuando yo tenía veinte y poquitos, hace más de 50 años. Cuando tampoco tenía dinero. Compré en cuotas”. Y luego repasó las peripecias detrás de algunas de sus adquisiciones más notables.Eduardo Costantini con el Abaporú de Tarsila do Amaral. Eduardo Costantini con el Abaporú de Tarsila do Amaral.

Sobre cómo logró comprar «Abaporu», la pintura de la brasileña Tarsila Do Amaral, de 1928, contó: “Su propietario, un agente de bolsa, quebró e intentó venderla en Brasil. Nadie se la compró durante seis meses. Apareció en Christie’s. Mi amigo Ricardo Estevez, que fue mi mentor, me dijo que tenía que comprarla. Peleé con un grupo brasileño que había alquilado una suite para festejar. Pude comprar la obra. En el año 95, costó 1.300.000 dólares. Fue un escándalo en Brasil”.

Sobre «Autorretrato con chango y loro», la obra que Frida Kahlo pintó en 1942, agregó: “Fue récord en el arte latinoamericano durante siete años. En ese momento me salió 3.200.000 dólares”.

Y le dedicó unas palabras a uno de los últimos gustos que se dio: Las distracciones de Dagoberto, de Leonora Carrington, de 1945. “Fui a comprarla Nueva York en la década del 90. Tenía una base, no recuerdo bien, pero de unos 150.000 dólares. Empezó a subir y llegó a un valor de unos 400.000. La dejé pasar. La perdí y toda mi vida me arrepentí. Pasaron los años y apareció el año pasado en un remate. Fui pensando que la iba a comprar mucho más barata pero me salió 28 millones de dólares”.

Eduardo Blaquier, el artista que ignora el mandato familiar

Fuente: La Nación – Escultor y diseñador de obras realizadas con madera y fuego, se define autodidacta y cultiva el bajo perfil.

Hijo de la exmodelo y piloto de autos Delfina Frers y del empresario agrícola Eduardo “Edu” Blaquier, eligió la escultura en madera y fuego como marca registrada para alcanzar reconocimiento propio. A los 41 años, Eduardo Blaquier, el escultor y artista que no teme confesarse autodidacta, espera a su hijo Monte (“llevará ese nombre como homenaje a las montañas”) junto a su pareja, Agustina Frías. Es, también, padre de Simón, de 17 años.

Con un aire bohemio y look descontracturado, Eduardo desplegó su deseo de crear obras de arte realizadas con elementos de la naturaleza a raíz de su amor por la Patagonia. Hoy, a través de su marca, Primitiva, ha logrado desarrollar objetos sustentables en los que los árboles, dice, tienen una segunda oportunidad.

Eduardo junto a una de sus esculturas
Eduardo junto a una de sus esculturasgentileza

–¿Qué querías ser de chico?

–Siempre decía que iba ser inventor, me encanta inventar nuevas cosas, pienso mucho en el futuro y admiro mucho la naturaleza. Tenía una pulsión muy fuerte por las máquinas y por saber cómo funcionaban las cosas. Me la pasaba desarmando juguetes y armando otros. Mi madre me decía “el desmecánico”, porque no llegaba a armarlos todos y quedaban sueltos por ahí. Pero hoy cuando necesita arreglar algo, me llama enseguida.

–En tu familia abundan los empresarios y hombres de campo. ¿Pudiste salir del mandato familiar?

–Nunca me importaron los mandatos ni las obligaciones familiares. Hay mucho prejuicio con mi familia y pareciera que el apellido es sinónimo de plata. Pero mi familia se caracteriza por ser de mente abierta, creativa y libre. Para mí, se puede ser un artista de muchas formas y conozco a muchos así. Soy hijo de padres separados de toda la vida y desde siempre tuve dos historias. Por un lado mi padre, un tipo de campo, más sencillo pero cero creativo, así que con él no tengo diálogo del arte, aunque hablo de muchas otras cosas. Él me dio la libertad para hacer lo que quisiera y eso se lo agradezco siempre. Mi lado artístico sin dudas viene del lado de mi madre. Su padre, Germán Frers, era diseñador de barcos y sobre todas las cosas un artista, porque mi abuelo empezó pintando. Se la pasaba entre sus dibujos y su astillero. De él heredé, sin conocerlo, el saber dibujar y la arquitectura en madera. Afortunadamente, en mi carpintería conservo algunas de sus máquinas. Siempre me da felicidad pensar que yo amo tanto como él ese olor a madera recién trabajada que hay en las carpinterías.

–¿Cómo se pasa de ese deseo de ser inventor al mundo del arte?

–Durante muchos años hice esculturas y no me consideraba un artista. Ni siquiera sabía lo que era el arte, solo me gustaba crear formas nuevas. Luego de haber cursado tres años de Diseño Industrial me di cuenta de lo fácil y natural que me resultaba el diseño en 3D. Mi encuentro con la escultura fue a los 22 años, cuando en un viaje a Brasil vi a un escultor tallar un tronco en la calle y me atrapó. Logré convencer al dueño de la posada para que me dejase tallar una cara en una columna con lo que tenía en su caja de herramientas. Cuando terminé, mi satisfacción fue plena y me dije: “Este es el camino que elijo para mi vida”.

–Tu madre, Delfina Frers, contó que fue muy permisiva con vos y que de chico eras bastante rebelde. ¿Era así?

–Sí, es cierto, mi madre cuenta que siempre fue permisiva conmigo y que era bastante rebelde. Pero to creo que era más bien curioso, que me gustaba experimentar nuevas sensaciones. Era bastante justiciero, así que cada tanto me veía envuelto en alguna pelea, pero también era chistoso y disfrutaba de hacer reír a la gente. Mi madre me enseñó a tener personalidad y me hizo conocer la adrenalina. Mi padre era más inseguro, pero me dejo estirar un poco más los “límites”. Del combo de estas dos bestias salió un “pequeño monstruito” al que siempre le gustó ir al frente y abrirse camino. Aprendí a los golpes.

Con su madre, Delfina Frers. "Mi lado artístico lo heredé de ella", dice Eduardo
Con su madre, Delfina Frers. «Mi lado artístico lo heredé de ella», dice Eduardogentileza

–¿Siempre te dejaron ser?

–No sé si me dejaban ser o era que no podían controlarme. Pero siento que la libertad y confianza que me dieron de chico fue lo que hizo que hoy sea una persona muy feliz, y eso lo valoro constantemente.

–¿Alguna vez te dio pudor confesarte autodidacta?

–Que siempre haya sido autodidacta, más que vergüenza, me da seguridad. Sé muy bien el camino que vengo recorriendo y lo mucho que me costó lograr tener buenos resultados. El no haber aprendido a leer muy bien de chico hizo que no fuera muy culto, pero también, el lado bueno de eso, fue que fui haciendo sin mirar hacia el costado o lo que los libros decían. Hoy me gusta mucho investigar y ver videos de ciencia sobre el origen de la tierra y la prehistoria, me inspiran el arte primitivo y la naturaleza.

–¿A quién le vendiste tus primeras obras? ¿Fue un camino fácil o hubo tropiezos?

–Las primeras obras de arte que vendí fueron a mi familia, amigos y conocidos. Pero vendí toda la muestra de tallas y esculturas hechas con pedazos de maderas que encontraba en los lagos de la Patagonia y fue por ese reconocimiento de la gente que empecé a pensar que podía vivir de esto. Lo que te traba cuando vos elegís el camino del artista, es que al principio no tenés reconocimiento. Ni siquiera sabés quién sos. Yo nunca pensé que me costaría tanto llegar a donde estoy. Uno siempre cree que va a llegar antes y que todo es más fácil, pero hoy miro dibujos de hace 20 años y veo que pensaba en cosas que todavía hoy no llegué a concretar.

–Tu madre fue modelo; tu hermana Delfina, casada con el polista Nacho Figueras, es fotógrafa y parte del jet- set internacional. ¿Cuánto te importa a vos la fama?

–Siempre me crié con la fama de mi madre y de mi hermana, fue normal para mí. Pero creo que es algo relativo, no siempre la gente se hace famosa por hacer algo bueno. Me molesta que nuestra sociedad sea una gran máquina de generar y consumir famosos. Realmente no es una palabra que use mucho ni a la cual le preste demasiada atención.

En el campo de su hermana Delfina y de su cuñado, Nacho Figueras
En el campo de su hermana Delfina y de su cuñado, Nacho Figuerasgentileza

–¿Tu apellido te ayuda?

–En mi rubro, mi apellido no me juega a favor. En todo lo que es fábrica e industrias, cada vez que pedía un presupuesto y decía mi apellido, se les iluminaban los ojitos y los presupuestos eran siempre más caros. Así que desde hace mucho en ciertos rubros me conocen como Eduardo Blanco. ¡Y los presupuestos son más baratos! A favor, a veces entraba a ciertos lugares y me trataban como si fuese alguien importante. Pero para mí no importa de dónde venís o cómo te llamas, sino tus valores, tu gente y lo que hacés.

–¿Quién te gustaría que tenga tu obra?

–Los que valoran mi trabajo. Me gustaría que Javier Milei tenga una obra mía Me identifico con él en ser un apasionado hasta la locura, un transgresor que no tiene miedo a equivocarse. Una persona a la que le deslumbra el futuro y quiere solucionar problemas. Me encantaría poder mostrarle lo que hago y hablar de ideas y proyectos con él.