El sur porteño y su prodigio de arte actual

Fuente: Clarín – Una de las novedades destacadas de 2024 fue la configuración de una nueva cartografía del arte contemporáneo en Buenos Aires a partir del desplazamiento hacia los barrios de San Telmo, La Boca y Barracas de una serie de galerías y espacios de arte. La tendencia venía desde 2018, pero se hizo particularmente notable en San Telmo en los dos últimos años. Cerca de allí, en Barracas, la consolidación de la galería Barro, que tuvo un fin de año a puro oro, y de la excepcional Fundación Larivière, abocada a la fotografía latinoamericana, parecen haber traccionado con eficacia a los galeristas que dudaran.
En una zona delimitada por las calles, Defensa, Bolívar y Perú, entre las avenidas Belgrano y San Juan, se instalaron las galerías Piedras, Cott, Moria y la ex Walden (hoy W). Las dos primeras venían de distintas zonas de Palermo, mientras que Piedras, que había nacido en Piedras y Alsina, obtuvo una gran visibilidad en el barrio de Once. Sin embargo, en 2023 sus directores, Rafael Beltrán y Santiago Gasquet, tomaron la decisión de mudarse al amplio espacio que hoy ocupa la galería en Perú 1065. Ese mismo año la galería W abrió un impactante espacio en Defensa 1369 y, al mismo tiempo, conservó el local que tenía en Retiro y que históricamente había alojado el mítico Centro de Arte y Comunicación (CAyC) en Viamonte 452. Consecuente con este rescate de espacios de alta significación, su director, Ricardo Ocampo, abrió su nueva galería de la calle Defensa en el mismo edificio que por años albergó la prestigiosa Colección Helft.Galería Nora Fisch. Tres plantas en Av. San Juan y Chacabuco, San Telmo.
En el circuito de los museos
Oportuna en los desplazamientos del norte al sur fue la galerista Nora Fisch, quien comenzó su actividad en 2010 con un pequeño proyecto alternativo en un espacio de la calle Güemes. En septiembre de 2022 emprendió rumbo al sur dejando atrás el espacio en la avenida Córdoba, en Villa Crespo, que ocupó desde 2014. Con la llegada a San Telmo, NF y su coequiper, Ariel Authier, pudieron adueñarse de la totalidad de un imponente edificio en la esquina de San Juan y Chacabuco: 1000 metros cuadrados distribuidos entre un subsuelo, planta baja, segunda planta y una terraza que utilizan para eventos. “Fue una oportunidad pospandémica”, dice Nora Fisch, quien recuerda las premisas de sus sucesivas mudanzas. “Nos orientamos hacia barrios que tienen ante todo ‘onda’ a nivel arquitectónico, gastronómico; de fácil acceso y con un nivel de seguridad bueno; que no estén excesivamente gentrificados y, por ende, demasiado caros para poder acceder al espacio amplio que requiere una galería contemporánea”.
Aunque mantener algo de estas características implica un considerable esfuerzo de inversión y de gestión, el hecho de estar a pocas cuadras del Museo Moderno (Av. San Juan 350), el Macba (Av. San Juan 328) y en la ruta de acceso al Museo Marco, la Fundación Proa y Andreani, le ha compensado con visibilidad.Sala de la galería W, durante la antológica de Marcia Schvartz.
No muy lejos de Nora Fisch se encuentra la galería Pasto. Conducida por César Abelenda, esta galería pasó de Palermo, frente al Museo de Arte Decorativo, a un espacio en Paseo Colón y Brasil, en diagonal al Parque Lezama. Luego al local que actualmente ocupa en Chacabuco al 800, frente al Casal de Catalunya. Tanto en el local de Palermo, como en el de Paseo Colón, exhibieron de manera temprana a artistas hoy consagradas, como la Chola Poblete y Laura Ojeda Bär.
La ampliación de espacios fue el gran motor de las principales mudanzas. Muchas de ellas venían de casonas antiguas o locales más reducidos a los que debían adaptar sus muestras y acotar las audacias espaciales y proyectuales propias del arte contemporáneo.
Tal es el caso de Piedras. El cambio le abrió la posibilidad de concebir proyectos de manera mucho más ambiciosa. “Así, cada exhibición –reflexiona Santiago Gasquet– termina siendo muy importante para los artistas y para nosotros”. Y agrega: “En nuestro caso nos permitió habilitar una amplia gama de espacios: una sala más grande, una más pequeña, otro espacio para video. No solo propusimos un desafío para los artistas, sino también para nuestro proyecto. Sabíamos que el cambio nos traería importantes beneficios”.Juliana Iriart en la nueva sede de la galería Moria.
Moria es otra de las galerías que llegó a la zona en el año que acaba de terminar. Justo al cumplir siete años de existencia, la galería que dirige Lucia Evangelista se mudó de Villa Crespo a un amplio segundo piso en el Edificio Bruno, de Bolívar 430. Inauguró en junio pasado tres salas. En dos de ellas exhibió una individual de Juliana Iriart. La tercera funciona como depósito y exposición de la colección que le acercó Martín Nucillo.
Formada en los últimos diez años entre Nueva York y Buenos Aires, esta colección integra a artistas argentinos y contemporáneos de Estados Unidos con especial acento en cuestiones de género, identidad y consumismo. En ella conviven reconocidas figuras como Nan Goldin, Deborah Kass, Liliana Porter, Laurie Simmons y Tracey Emin, junto a un nutrido grupo argentinos de pintores, videastas y fotógrafos que practican una o todas esas disciplinas. Luis Centurión, Marcelo Alzetta, Alessandra Sanguinetti, Mónica Heller, Tomás Espina, Marina de Caro, Cotelito, Celina Eceiza y Alfredo Dufour, entre otros. Celina Eceiza, quien, junto Laura Ojeda Bär, Juliana Iriart, Cotelito y Mai Murad, integra el staff de artistas de la galería, tiene justo ahora una importante muestra en el Museo de Arte Moderno que ocupa varias salas. Dato significativo para la proyección institucional de la joven galería.Cott Gallery. Artistas de mediana trayectoria se congregan en su staff.
Cott, otra de las jóvenes galerías que se incorporaron recientemente a este circuito, no se priva de exhibir también sus logros. Dos de las artistas que representa, Florencia Levy y Lucía Gradín, fueron convocadas a participar de la 15 Bienal de Gwangju en Corea del Sur (Levy) y de la Bienal de la Habana (Gradín). Verónica Gómez, cuya última exhibición inauguró la nueva sede de la galería, acaba de ganar una residencia en China. Gabriel Cott fundó su galería en Palermo en 2019. La mudanza a la calle Perú 973, en agosto último, provocó mucha expectativa en el medio. Como en los casos anteriores, el nuevo espacio de 200 metros cuadrados, con una planta principal a la calle y un subsuelo, significó un importante desafío.
El proyecto de San Telmo de Cott sobrevino después de una primera presentación exitosa en arteba. Ahora el éxito de esta nueva experiencia lo anima a lanzarse a ferias internacionales en un futuro próximo. “Queremos tener presencia internacional, pero también fortalecer el vínculo local con coleccionistas y públicos jóvenes”, dice Cott en un desborde de entusiasmo.El jardín y espacio de exposición al aire libre de W. Dirigida por Ricardo Ocampo, ocupa el edificio de la Colección Helft.
Quien ha trabajado sagazmente en ese sentido es Ricardo Ocampo, de W, que cuenta en su staff con figuras rutilantes de la escena latinoamericana y local. Entre ellas, Luis Fernando Benedit, Oscar Bony, Graciela Gutiérrez Marx, Elba Bairon, Magdalena Jitrik, José Luis Landet, Magali Lara, Ana López, Rodolfo Marqués, Juan Carlos Romero, Cristina Schiavi, Ulises Carrión y Feliciano Centurión. Varias salas enormes y un amplio jardín de esculturas le han otorgado una impronta que nada tiene que envidiar a espacios en San Pablo, México o Madrid.
Si bien la primera experiencia de Ocampo en estas lides fue con Document Art, en Villa Crespo, una original experiencia que mantuvo entre 2009 y 2015, su presencia en la zona sur, tiene el antecedente de Walden Gallery. Esta galería funcionó en Almirante Brown al 800, en La Boca, a unos pasos del actual Museo Marco.
El corazón más al sur
Un tanto dispersos por distintas áreas, se encuentran los espacios de La Boca y Barracas. El más próximo a los anteriores es Linse, instalado en octubre pasado en Bolívar 1753, a una cuadra del Parque Lezama y el polo gastronómico de la avenida Caseros. El proyecto fue armado por Lincoln Brown y Sebastián Vidal Mackinson, joven profesional que exhibe una importante trayectoria como curador independiente. La filosofía que enuncia Vidal Mackinson apunta a “articular una sensibilidad y un pensamiento colectivo que sintonice con el lugar y el momento que habitamos, desde un espacio que trabaje codo a codo con los artistas”. La elección del lugar responde claramente a haber detectado la dinámica vibrante que se viene gestando en la zona.Barrakesh. Exposiciones y eventos en este espacio de Barracas. Tendrá sede en el centro porteño.
Bien distante de allí, Barrakesh es un original emprendimiento en California 1672, a pasos de la Av. Montes de Oca. Animado por cuatro figuras vinculadas al metier desde distintas disciplinas: Javier Pita es director de arte; Dafne Cejas, historiadora del arte y curadora; Carlos Carabia, médico y DJ aficionado al arte; y Sara Stewart Brown, artista y productora. Ellos sostienen todo esto con sus propios ingresos.
Desde una amplia casona tradicional con un gran patio interior y varias salas a su alrededor, Barrakesh se define como espacio cultural autogestionado. “Nuestros pilares fundamentales son incentivar el coleccionismo joven acercando nuevos públicos, desarrollar un vínculo estrecho con el barrio a fin de generar comunidad, y apoyar plataformas o proyectos que no dispongan de un lugar físico para materializar su ejecución”, explica la bellísima Dafne Cejas, la cara más visible de Barrakesh, conocida además por su profesión de modelo internacional.La expo de Gala Berger en Nora Fisch.
La dispersión que aún afecta a las galerías de La Boca fue mitigada por la llegada de la Fundación Larivière a la calle Caboto al 500, en 2022. El proyecto focalizado en la fotografía y las ediciones fotográficas fue armado por Jean Louis y Felisa Larivière, entre los más importantes coleccionistas de foto latinoamericana del mundo. Su rutilante sala reforzó el interés en un territorio que hasta entonces ocupaba Barro en soledad, próxima a la Usina del Arte.
Barro hizo punta en esta zona en una gran apuesta de su director, Nahuel Ortiz Vidal, que le permitió mostrar obra en diferentes formatos y escalas en los 400 metros cuadrados de exhibición de que dispone. Allí han lucido con holgura grandes proyectos de Diego Bianchi, Matías Duville, Mondongo, Martín Legon y Gabriel Chaile, entre otros. De todas las galerías mencionadas, esta es la que ha alcanzado mayor poyección internacional con presencia en numerosas ferias internacionales: Art Basel Miami Beach, Art Basel Suiza, Art Dubai, Contemporary Istanbul, The Armory Show en Nueva York, ARCO madrid, artBO en Bogotá y desde ya arteba. Pero también haciéndose cargo de la representación de artistas que recientemente alcanzaron renombre internacional en las bienales, como Gabriel Chaile y La Chola Poblete.Nahuel Ortiz Vidal, director de la galería Barro. (Archivo Clarín)
No muy lejos de allí, en Ministro Brin 1335, se instaló Ungallery. En 2023 su directora, Paola Iorio, se aventuró a cambiar su coqueto espacio de la calle Arroyo por otro infinitamente más grande en este territorio que ella se encargó de posicionar. Inauguró con una gran muestra de Jorge Miño y desde entonces con una serie de exhibiciones de Inés Raiteri, Silvana Muscio, Tatiana Parcero y Amalia Amoedo le ha asegurado una importante convocatoria que ha desdeñado prejuicios.
Con todo, el verdadero pionero de la avanzada en La Boca fue Alberto Sendrós, el primero en dejar el espacio que tenía en Retiro para mudarse al sur. En 2014 armó PrismaKH en un galpón remodelado de la calle Wenceslao Villafañe, muy cerca de donde se encuentra actualmente la galería que lleva su apellido en un interesante edificio que también aloja talleres de artistas. Alberto Sendrós es un artista de ojo entrenado; su espacio es un imperdible donde se puede ver obra de Irina Kirchuk, Andrés Aizicovich y Andrés Piña, entre otros destacados de la escena contemporánea.
Un poco más aislada, pero inserta en medio del bullicio de Caminito y en directa vecindad con importantes instituciones como la Fundación Proa, Andreani y PROA 21 se encuentra Constitución, la interesante galería que dirigen los artistas Alberto Romero y Martín Fernández. En la hermosa casona que habitan en Del Valle Iberlucea 1140 –que pertenece a la actriz Verónica Llinás–, organizaron espacios de exhibición y trastienda para los artistas que representan: Alberto Passolini, Alfredo Dufour, Carlos Cima, Josefina Alen, Catalina Oz,y ellos mismos.
Muchos de los proyectos de este territorio han concebido también sus espacios como ámbitos para residencias o talleres de artistas. Ese es el perfil de El Mirador, en Brasil y Balcarce, frente al Parque Lezama, y el rumbo que asumió recientemente MUNAR, el espacio experimental de La Boca que dirigen Diego y Florencia Benzacar, y que dio vida a la ribera con sus numerosas muestras en los últimos años.
A 13 de haberse sancionado la ley de la Ciudad que auspició la creación, promoción y acompañamiento del Distrito de las Artes en esta parte de la ciudad, podría decirse que ya ha tomado una interesante forma que articula museos, galerías, residencias y talleres de artistas. Imposible negar el acompañamiento de las administraciones de turno que mejoraron sensiblemente la zona en términos urbanos. Así, de ahora en más, ningún interesado en medir el pulso del arte contemporáneo porteños podrá prescindir de estos circuitos.