Entre Lienzos: un archivo digital rescata obras de artistas argentinas, largamente olvidadas

Fuente: Clarín ~ Una iniciativa se propone visibilizar a cientos de creadoras de los siglos XIX y XX.

Uno de los salones de la exhibición El canon accidental: Mujeres artistas en Argentina (1890-1950), en el Museo Nacional de Bellas Artes. En el centro, la obra “Reposo” (1935) de Consuelo Remedios González.

Mayo de 1903. Un monumento de mármol de aproximadamente 6 metros de alto se erige sobre la intersección de las actuales calles Perón y Leandro N. Alem. Dos nereidas (ninfas que habitan en las profundidades del mar) se elevan sobre el agua y sostienen en sus brazos una valva de la que emerge una figura femenina. Es el nacimiento de Venus, la diosa de la belleza y la sensualidad. Un detalle: tanto las ninfas como la diosa están visiblemente desnudas.      

La obra, que inicialmente iba a ser inaugurada en la Plaza de Mayo, fue objeto de escándalo entre los sectores más conservadores de la Ciudad de Buenos Aires, por lo que se decidió instalarla a algunas cuadras de la locación prevista originalmente. Años más tarde, en 1918, producto de las presiones de los mismos sectores sociales, el monumento fue trasladado a Costanera Sur –donde permanece emplazado hasta hoy–, uno de los puntos más alejados de la Ciudad en aquel entonces. Así, las esculturas desnudas quedarían lejos de las miradas pudorosas de las familias porteñas.    La Fuente Monumental Las Nereidas se encuentra emplazada en la Avenida Tristán Achával Rodríguez al 1400. / Foto: Juano Tesone

La Fuente Monumental Las Nereidas se encuentra emplazada en la Avenida Tristán Achával Rodríguez al 1400. / Foto: Juano Tesone

Sin embargo, el repudio social no solamente se debía a las representaciones de desnudos en público. De hecho, años atrás, otros artistas –como Eduardo Schiaffino, Eduardo Sívori y Ernesto de la Cárcova, entre otros– habían incursionado en el género del desnudo femenino, en auge hacia fines del siglo XIX en las escuelas de arte europeas. Por el contrario, gran parte del rechazo a la escultura mitológica provenía del hecho de que había sido realizada nada menos que por una artista mujer: Lola Mora (1866-1936).

Una situación similar había vivido años atrás Sofía Posadas (1859-1938). En 1891, la artista protagonizó un escándalo a partir de una pintura suya que mostraba un desnudo femenino de espaldas. La obra se titulada Idilio y había sido expuesta durante una actividad organizada por una sociedad de mujeres de beneficencia.

La imagen representada fue considerada ofensiva e inmoral por las organizadoras del evento, quienes la obligaron a retirarla de la exhibición. El paradero de esa obra es desconocido hasta la fecha. 

Arte hecho por mujeres: una historia de censura e invisibilización

Los anteriores son solo algunos ejemplos de los obstáculos a los que se enfrentaban las artistas mujeres a comienzos del siglo pasado al momento de exponer públicamente sus obras y ser reconocidas por ellas. Sobre todo, cuando se proponían abordar temáticas modernas en lugar de naturalezas muertas o retratos familiares. Tal era así que en las escuelas de arte no se les permitía contemplar modelos vivos: los “atelieres libres” –como el de André Lhote, en París– en los que se permitía que las mujeres pintaran desnudos eran la excepción que confirmaba la regla.Autora: Antonia Brunet de Annat. Retrato de una mujer joven en traje de noche (detalle). Fecha: sin datos. Técnica: témpera sobre marfil. Ubicación: Colección privada. Foto: Historias Entre Lienzos

Autora: Antonia Brunet de Annat. Retrato de una mujer joven en traje de noche (detalle). Fecha: sin datos. Técnica: témpera sobre marfil. Ubicación: Colección privada. Foto: Historias Entre Lienzos

Sin embargo, las artistas que enfrentaban censuras en cuanto a las temáticas de sus obras estaban dentro de cierta “minoría privilegiada”, dado que al menos contaban con la posibilidad de dedicarse a la pintura y que sus obras tuvieran cierta circulación. Gran parte de las mujeres artistas del siglo XIX y de las primeras décadas del XX ni siquiera tuvieron la oportunidad de exponer públicamente sus obras.

Según explica Laura Malosetti Costa, doctora en Historia del Arte y especialista en arte argentino y latinoamericano del siglo XIX, las mujeres –fundamentalmente, aquellas de clase alta– participaban de círculos artísticos como el “Ateneo” y eran anfitrionas de salones de mujeres en los que se organizaban tertulias culturales en las que se exponían y discutían pinturas. Sin embargo, no tenían la posibilidad de participar como artistas.

“La actividad artística profesional era considerada cosa de hombres. Esas ‘señoritas aficionadas’ fueron consideradas fundamentales para difundir el gusto por el arte, pero de ningún modo creativas ni geniales. No entraron en el canon de la historia del arte. No se habló de ellas más que con burlas o comentarios displicentes, los museos no adquirieron sus obras, fue difícil reconstruir su historia para las investigadoras actuales”, comenta la historiadora. En consecuencia, los trabajos de aquellas artistas quedaron invisibilizados a lo largo del tiempo: ajenos al reconocimiento público y vedados de su estudio en las facultades de arte.

“La actividad artística profesional era considerada cosa de hombres. Esas ‘señoritas aficionadas’ fueron consideradas fundamentales para difundir el gusto por el arte, pero de ningún modo creativas ni geniales», explica un especialista. 

Fuera del canon

En marzo de 2019, dos flamantes graduadas de la Universidad de San Andrés con una pasión compartida por la historia del arte quedaron sorprendidas por la poca información disponible en internet sobre artistas argentinas.

Frente a ello, decidieron comenzar una investigación destinada a recuperar las historias de aquellas mujeres artistas que vivieron entre los siglos XIX y XX, cuyos trabajos se desconocían por completo o habían sido escasamente difundidos y estudiados. Así nació el proyecto Historias Entre Lienzos (HEL), una apuesta por generar un archivo digital de acceso libre y gratuito sobre artistas mujeres que nacieron o residieron en el país.

Cuando Guadalupe Lobeto (27) y Paloma Etenberg (25) no están cursando o trabajando, dedican su tiempo libre casi exclusivamente a avanzar en el relevamiento de archivos y colecciones de museos, galerías y bibliotecas, o en el contacto con artistas, con sus familiares o sus descendientes. En estos más de dos años que llevan liderando la iniciativa, ya conformaron una base de datos con los nombres de más de 500 artistas.

​Historias Entre Lienzos (HEL) es una apuesta a generar un archivo digital de acceso libre y gratuito sobre artistas mujeres que nacieron o residieron en el país que fueron poco difundidas en su tiempo. 

De todas esas artistas, en su sitio web han publicado el perfil de 40 de ellas y otras casi 30 se encuentran en etapa de búsqueda y procesamiento de información. Cada perfil que realizan incluye una biografía de la artista reseñada, imágenes en alta calidad de algunos de los trabajos más destacados –o de los que pudieron recuperarse, según el caso– y su ubicación, y bibliografía sugerida.

Para decidir a qué artista comenzarán a investigar, desde HEL han elaborado un doble criterio. En primer lugar, priorizan que sean artistas de fines del siglo XIX o primera mitad del siglo XX, dado que a partir de los años cincuenta la visibilización del arte hecho por mujeres comenzó a adquirir progresivamente mayor notoriedad. En segundo lugar, tienen en cuenta si la artista ha fallecido o no; en caso de que sí, le asignan una mayor prioridad.Sofía Posadas. Fotografía de un desnudo. Fecha: 1895. Ubicación: Museográfico Provincial “Enrique Udaondo” (Luján, Argentina). Foto: Historias Entre Lienzos

Sofía Posadas. Fotografía de un desnudo. Fecha: 1895. Ubicación: Museográfico Provincial “Enrique Udaondo” (Luján, Argentina). Foto: Historias Entre Lienzos

De todas formas, también difunden obras de artistas del último medio siglo o contemporáneas. En tales casos, por lo general suelen realizar una publicación en su cuenta de Instagram –que ya superó los 10 mil seguidores– recomendando alguna exposición reciente sobre la artista que difunden. Además, en caso de que sean artistas que todavía se encuentren en actividad, procuran tener la posibilidad de entrevistarlas.

A partir de los años cincuenta la visibilización del arte hecho por mujeres comenzó a adquirir progresivamente mayor notoriedad.

El proceso de investigación no está exento de dificultades. El primero de ellos se vincula a los derechos sobre las obras que intentan visibilizar. En Argentina, los derechos de propiedad intelectual tienen un plazo de 70 años a partir de la muerte del autor.

Según las fundadoras de HEL, en muchos de los casos en los que ese plazo aún no ha transcurrido les resulta muy difícil rastrear quién es el heredero que tiene los derechos sobre la obra. Por ese motivo, priorizan la publicación de aquellas artistas en las que ha caducado tal plazo o que han conseguido la autorización expresa de sus descendientes.

La segunda dificultad se relaciona con el acceso a la información. En muchos casos, solamente tienen el nombre castellanizado de la artista –cuando se trata de inmigrantes– y desconocen su lugar y/o fecha de nacimiento.

Sobre esto, Paloma recuerda una anécdota. Hace un tiempo se encontraba investigando a la artista Antonia Brunet de Annat y no hallaba obras de ella en internet. Hasta que se le ocurrió probar con “Antoinette” y descubrió entonces numerosas miniaturas firmadas por ella que habían sido expuestas en importantes galerías y museos europeos, incluido el Museo del Prado en Madrid.

En tercer lugar, las jóvenes mencionan el problema de la diversidad. En este sentido, comentan que la gran mayoría de las artistas investigadas provenían de la aristocracia. Por lo que uno de los grandes desafíos que tienen por delante es indagar en mujeres de otros sectores sociales, incluidas las artistas indígenas. “La misión más importante de Entre Lienzos es visibilizar a quienes quedaron fuera del canon principal”, afirman.

“La misión más importante de Entre Lienzos es visibilizar a quienes quedaron fuera del canon principal”, cuentan las creadoras del sitio digital. 

Para llevar adelante sus investigaciones, Paloma y Guadalupe cuentan con el acompañamiento de algunas historiadoras del arte que apoyan su proyecto y les aportan datos, materiales de lectura y recomendaciones. Además, a partir de un convenio de pasantías realizado con UdeSA, actualmente colaboran con las investigaciones algunas estudiantes avanzadas de la Licenciatura en Humanidades.

Si bien todo el trabajo realizado por HEL es ad honorem, reciben el apoyo económico del Ministerio de Cultura de la Ciudad de Buenos Aires a través de los programas “Fondo Metropolitano de la Cultura, las Ciencias y las Artes” y “Mecenazgo Cultural”. Estos fondos les permitieron financiar el diseño y programación de la página web, y el monto restante lo están utilizando para mantener el sitio y los servidores.Atelier libre de André Lothe en Montparnasse (París, Francia). Foto: Gentileza cátedra “Arte y cultura visual en Argentina, siglos XIX y XX”, profesora Lía Munilla Lacasa (Universidad de San Andrés)

Atelier libre de André Lothe en Montparnasse (París, Francia). Foto: Gentileza cátedra “Arte y cultura visual en Argentina, siglos XIX y XX”, profesora Lía Munilla Lacasa (Universidad de San Andrés)

Si bien la pandemia les impidió visitar físicamente los archivos y colecciones de los museos, también les abrió oportunidades inesperadas. Como los museos estaban cerrados por las medidas sanitarias, muchos de ellos comenzaron a enviarles imágenes y listados de su inventario de manera digital. Ello les permitió acceder a una innumerable cantidad de obras ubicadas en museos de todo el país que, de no haber sido por la pandemia, deberían haber visitado de forma presencial.

Además, la adaptación a la virtualidad les permitió ser más productivas en los encuentros de trabajo, dado que podían reunirse con más frecuencia e incluso desde diferentes países.

La pandemia también favoreció el flujo de usuarios que visitan su página web. Al estar cerrados los espacios culturales, muchas personas recurrieron a internet para consumir obras de arte. No obstante ello, desde HEL no creen que los archivos digitales puedan reemplazar la experiencia de lo presencial. “Nuestro objetivo es mostrar una obra, que sepan donde está y que luego puedan ir a verla en vivo. La gente no va a dejar de visitar un museo porque la obra esté subida a internet”, comentan.

En cuanto a sus aspiraciones a futuro, las jóvenes coinciden en que les encantaría poder dedicarse a tiempo completo a este proyecto. Sin embargo, reconocen que todavía es algo lejano; más en Argentina, donde “es muy difícil conseguir financiamiento para cultura”.

También les gustaría ayudar a artistas jóvenes emergentes, puesto que todavía continúan existiendo desigualdades de género en el acceso a espacios de difusión. Tampoco descartan que a futuro el archivo se pueda extender a artistas mujeres de otros países latinoamericanos. Pero, por lo pronto, sus esfuerzos están focalizados en terminar de investigar la base de datos que tienen elaborada. “Después de eso será más fácil pensar el próximo paso”, cierran.

Un largo camino por recorrer

En tiempos de una nueva ola feminista, que está motivando la recuperación de figuras históricamente invisibilizadas, se abre una oportunidad para la expansión de proyectos tendientes a difundir el arte realizado por mujeres. En este sentido, entre marzo y noviembre de 2021 tuvo lugar en el Museo Nacional de Bellas Artes la exposición El canon accidental: Mujeres artistas en Argentina (1890-1950).

Su curadora, la doctora en Historia y Teoría de las Artes Georgina Gluzman, se propuso exhibir más de 80 obras realizadas por realizadas por 44 artistas entre fines del siglo XIX y primera mitad del XX, “con la intención de cuestionar los relatos establecidos en la historia del arte en nuestro país y recuperar la figura de estas creadoras, muchas de ellas ignoradas o desconocidas”.

Tal como sucede con HEL en Argentina, hay otras iniciativas similares en el mundo que buscan recuperar y promover el arte realizado por mujeres. Tal es el caso, por ejemplo, del Archives of Women Artists, Research and Exhibitions (AWARE). Este proyecto fue fundado en Francia en 2014 con la finalidad de difundir –en francés y en inglés– a artistas mujeres de los siglos XIX y XX provenientes de diferentes partes del mundo.

Sin embargo, pese a todos estos avances, todavía queda mucho por hacer. “Seguimos en pie de lucha pues hay una gran distancia entre las regulaciones que se han venido logrando y las mentalidades. Esas son las que más lentamente cambian, aun cuando también en este sentido veo avances significativos”, concluye Malosetti Costa.   

Arte y tecnología: la nueva era llegó

Fuente: La Nación ~ Daniel Birnbaum, cocurador de una sorprendente muestra de realidad aumentada en Fundación Proa, asegura que “es un momento transformador”

Realidad aumentada, virtual, mixta, gaming, NFT, metaverso… Estos conceptos, hasta hace poco independientes de las artes visuales, están expandiendo las fronteras de lo posible: cuando la tecnología se une a la creatividad, una muestra de pintura y escultura puede llegar a ser visitada por más de cien millones de personas.

Las nuevas tecnologías “expandirán las audiencias más allá del mundo del arte”, dice Daniel Birnbaum, director artístico de la aplicación Acute Art
Las nuevas tecnologías “expandirán las audiencias más allá del mundo del arte”, dice Daniel Birnbaum, director artístico de la aplicación Acute ArtGentileza Fundación Proa

Eso es lo que logró Daniel Birnbaum, director artístico de la aplicación Acute Art, al recrear este año en el juego Fortnite –el más popular del mundo– una réplica virtual de las Serpentine Galleries. Tanto en el espacio físico de Kensington Gardens como en el virtual, New Fiction exhibió obras del popular artista estadounidense apodado Kaws. “¡Hemos entrado en una nueva era!”, anunció en enero con entusiasmo el curador sueco, exdirector del Museo de Arte Moderno de Estocolmo, al presentar “un nuevo capítulo del arte que habita en mundos paralelos y llega a audiencias locales y globales, en simultáneo”.

Así se verá Giant Doku (2020), de Lu Yang
Así se verá Giant Doku (2020), de Lu YangGentileza Fundación Proa

“Cuando fui curador de la Bienal de Venecia, creo que el público llegó a medio millón. Cien millones es cien veces más que laDocumenta de Kassel”, enfatiza Birnbaum desde su oficina en Londres, en diálogo con LA NACION revista. Y aunque aclara que esa experiencia no se relaciona con la que impulsa ahora en Fundación Proa, con obras en realidad aumentada solo visibles desde el celular, sí advierte que este proyecto experimental “expandirá lasaudiencias más allá del mundo del arte”, al llegar a personas que nunca visitaron un museo.

Así se verá Imaginary Friend (2020), obra de Nina Chanel Abney, sobre la fachada de Proa
Así se verá Imaginary Friend (2020), obra de Nina Chanel Abney, sobre la fachada de ProaGentileza Fundación Proa

Al igual queImagine Van Gogh, muestra inmersiva que marcó en Buenos Aires un récord global de venta en entradas anticipadas, Un panorama de este mundo apunta a conquistar a los más jóvenes con una propuesta gratis en el espacio público de La Boca. Incluye una versión virtual de Companion, personaje parecido a Mickey creado por Kaws, y de obras de artistas de distintos continentes, como Julie Curtiss, Tomás Saraceno y Olafur Eliasson.

Maratus speciosus, de la serie Webs of Life, en la vereda de Fundación Proa
Maratus speciosus, de la serie Webs of Life, en la vereda de Fundación ProaGentileza Fundación Proa

Mientras que estos últimos exhiben una mujer desnuda que siempre nos da la espalda aunque intentemos rodearla, arañas gigantes y un sol que parece al alcance de la mano, desde el sábado próximo se sumarán a la muestra trabajos de Nina Chanel Abney, Koo Jeong A y Lu Yang. Es decir, un amigo imaginario parecido a un Cristo negro en posición meditativa sobre la fachada, un avatar gigante cubierto de tatuajes y un gran cubo de hielo flotante. “Es bueno que coincida con lamuestra Arte en juego, porque potencia ese lado lúdico. Desde hace muchos años Proa está muy abierta al arte internacional, pero siempre pensando también en lo local”, observa desde Nueva York la argentina Solana Chehtman, cocuradora de esta exposición y directora de prácticas creativas e impacto social en el centro cultural The Shed. Fue allí donde se exhibió en 2021 The Looking Glass, versión anterior de la muestra porteña.Cómo fue The Looking Glass, muestra de Acute Art en The Shed de Nueva York

Para ambientarla al puerto de Buenos Aires y darle su título, los curadores se inspiraron en ficciones de escritores locales como Adolfo Bioy Casares y Marcelo Cohen. “Sus sombrías visiones de formas de consciencia creadas a través de las tecnologías que dominan nuestra vida diaria pueden parecer distópicas –señala Birnbaum sobre Cohen, en el texto curatorial–, pero sin duda están ganando terreno en nuestro mundo”. A continuación, explica cómo lo hacen.

-¿Cómo nació el proyecto de esta muestra?

-Acute Art es un laboratorio, no solo de realidad aumentada. Hicimos producciones de realidad virtual bastante ambiciosas con Marina Abramovic, Olafur Eliasson y Anish Kapoor, y muchos proyectos con las Serpentine Galleries. Durante la pandemia, los museos estaban cerrados y era imposible mostrarlos. Entonces, surgió la idea de hacer cosas en la esfera pública. En medio de la cuarentena total en Londres, a la gente lo único que se le permitía hacer era salir a dar un paseo. Así que a fines de 2020 organizamos una exhibición que llamamos Unreal City, entre el puente Waterloo y la Tate Modern. Miles de personas fueron a verla. La tecnología aún es muy nueva para la mayoría de nosotros y no es muy fácil usarla. No solo tiene que ver con el artista, sino también con qué teléfono tenés y cómo funciona internet. Pero es interesante porque es totalmente independiente de las galerías de arte, los museos, las ferias y la estructura habitual. Lo hicimos en asociación con la revista Dazed, por lo que era un proyecto de presupuesto cero.La muestra pionera Unreal City, de arte público con realidad aumentada, en Londres

-¿Fue el primer proyecto de Acute Art en el espacio público?

-Fue uno de los primeros. Hacemos una especie de bienal, donde podés jugar en la ciudad. Es un medio interesante que se desarrollará y se volverá más fácil. Somos casi los únicos en hacerlo, es una suerte de experimento, pero creo que es un medio interesante para la esfera pública. Porque solo necesitás un teléfono.

-¿Qué tipo de teléfono?

-No importa qué marca, pero creo que la empresa más ambiciosa con este tipo de cosas es Apple. Creo que los iPhones son mejores que los Androids, porque parece que Apple está realmente interesada en la realidad aumentada y quieren desarrollarla como una posibilidad… No necesariamente para el arte, podría ser cualquier cosa: entretenimiento, arquitectura… Cuanto más contemporáneo sea el teléfono, mejor funcionará, ya que la realidad aumentada no estaba disponible hace cinco años.

Así se verá Density (2019), de Koo Jeong A
Así se verá Density (2019), de Koo Jeong AGentileza Fundación Proa

-¿Cómo fue tu experiencia con la muestra The Looking Glass en The Shed, en 2021?

-Fue bastante exitosa porque trabajamos con el New York Times, y el Financial Times escribió un gran artículo al respecto. Fue muy concurrida. La gente caminaba por el High Line, un lugar perfecto que combina ecología y arquitectura. Olafur hizo allí un poco de ecología con el sol y la nube, y Saraceno participó con sus arañas. A ambos les interesa que esto sea algo que se puede hacer sin viajar. Por supuesto que internet no es del todo inocente, también consume energía, pero en comparación con el envío de obras escultóricas muy grandes y audiencias itinerantes por toda la Tierra, por supuesto que es una posibilidad para un nuevo tipo de arte no material. No necesita un gran envío, no se basa en el turismo global. Podés mostrarlo en Buenos Aires y en Singapur al mismo tiempo. Ahora mismo tenemos una muestra similar en Singapur.

-En ese sentido, ¿la pandemia ayudó a que este proyecto creciera?

-Sí, en cierto modo aceleró este tipo de arte. Es artísticamente y tecnológicamente interesante que esto ahora sea posible, y cada vez es más fácil.

La obra de Olafur Eliasson, vista a través del celular
La obra de Olafur Eliasson, vista a través del celularDavid Fernández/AFV

-¿Cómo llegó la muestra a la Argentina?

-Había quienes conocían el proyecto en The Shed, y se preguntaron si podían hacer algo en la Argentina. Nunca he estado en Buenos Aires, me encantaría ir. Tenemos a Tomás Saraceno, que es amigo mío y un artista que conozco muy bien, así que se lo comenté y me dijo: “Sí, deberías hacerlo”. Es el único argentino en una muestra totalmente internacional. Están Nina Chanel Abney, afroamericana; Koo Jeong A, de Corea; Lu Yang, de China; Olafur, criado en Islandia…

-¿Tienen algo en común estos artistas?

-Lo que comparten es curiosidad sobre cómo traducir sus visiones a este nuevo medio inmersivo. No hemos buscado lo que tienen en común, quizás hemos buscado sus diferencias y lo que sucede cuando prueban este nuevo medio desde una perspectiva diferente. Creo que es un momento transformador, un poco como cuando se introdujo en el arte la fotografía, el cine, la televisión o internet. Creo que en nuestro siglo tenemos un montón de posibilidades: realidad aumentada, realidad virtual y realidad mixta podrían cambiar el arte. Un poco como lo hizo la fotografía, que según pronosticaron algunos iba a matar a la pintura… No creo que esto vaya a matar a la pintura, pero introducirá una nueva posibilidad institucional, artística y curatorial. Es un intento humilde, un experimento.

Obra de Julie Curtiss en Fundación Proa
Obra de Julie Curtiss en Fundación Proa

-¿Cuál fue el criterio curatorial?

-Diría que trata sobre la sorpresa. Hay algo un poco espectral o fantasmal: no hay nada allí, y puede estar abrumadoramente presente. Hemos hecho referencias a algunos escritores de ciencia ficción porque se han interesado en la tecnología. Algunas cosas se volvieron reales: podés ver películas como Blade Runner, que anticipan este tipo de avatar como presencia. Creo que el realismo mágico latinoamericano es un buen telón de fondo para estas cosas. Seleccionamos artistas que tienen algún tipo de figuración. Hay una araña enorme; hay una mujer misteriosa que te da la espalda; un bailarín masivo gigante; un Jesús negro, y está Kaws con figuras que son muy populares entre los niños. Es una especie de mezcla de Jeff Koons y grandes grafiteros, como Keith Haring. No es un artista habitual de galería o de museo, pero ahora es cien veces más visible que todos los demás juntos. Es un poco extraño ver cómo llega a los adolescentes.

-¿Cómo lográs unir los juegos con el arte?

-Hicimos la muestra física en la Serpentine Gallery, y una réplica exacta del edificio en Fortnite. Esto no tiene nada que ver con lo que estamos haciendo en la Argentina o en Londres, pero nuestra iniciativa es ver qué pasa si artistas interesantes acceden a estas nuevas tecnologías: realidad virtual, realidad aumentada, incluso motores de videojuegos. Es un proyecto experimental, pero me alegra que algunas instituciones estén dispuestas a probarlo. Creo que expandirá las audiencias más allá del mundo del arte habitual. Porque hay quienes pueden ser escépticos o incluso críticos, pero al mismo tiempo llega a audiencias que nunca estuvieron en un museo.La muestra de Kaws, en las Serpentine Galleries y en Fortnite

-¿Están planeando desarrollar Tokens No Fungibles (NFT)?

-Hicimos cosas con NFT, pero no comerciales. Algunas de las obras son NFT, pero fueron encargadas por personas que ya las poseen. No estamos interesados en la locura especulativa de los NFT. Puede ser divertido si la gente quiere ganar dinero muy rápido, pero eso desaparecerá; estamos dispuestos a desarrollar esto desde el punto de vista artístico.

-¿Tenés planeado curar más muestras en el metaverso?

-Como ahora trabajo con este tipo de cosas, cada semana me invitan a participar en algún tipo de conversación sobre qué es el metaverso. Pero lo que hicimos ahora con Serpentine y Fortnite no se trata sobre el metaverso, sino que es el metaverso. Porque llegamos a 50 millones de personas la primera semana. Fue la primera vez que el juego más grande del mundo coloca a una institución artística en el centro: cuando ingresabas al juego, durante más de una semana, tenías que pasar por ahí. Por lo tanto, de 10 a 15 millones de personas ingresaban por día a través de la Serpentine.

Holiday Space, obra del artista estadounidense Kaws, en La Boca
Holiday Space, obra del artista estadounidense Kaws, en La Boca

-Y veían las obras de arte exhibidas ahí.

-Era una muestra de pintura de Kaws, ellos querían trabajar con él, ya habían hecho algo para Halloween. Querían algo reconocible. Hicimos realidad virtual, realidad aumentada como en Buenos Aires, y ahora estamos tratando de hacer cosas con el metaverso o multiverso. Fortnite es solo un juego, pero el juego más grande, así que es algo bastante poderoso. Es probablemente el proyecto más extraño en el que participé. Habían hecho conciertos con artistas como Ariana Grande, pero esta fue su primera vez con una institución de arte.

-¿Creés que esta tecnología cambiará a las instituciones del arte?

-Las instituciones van a cambiar de todos modos. Porque no va a ser sustentable el viejo mundo del arte, donde era normal que los galeristas y los coleccionistas volaran a otro continente y compraran arte que se enviaba en avión, o que los curadores fueran a otro país a hablar sobre el calentamiento global y luego volvieran a casa volando. El mundo del arte, como lo conocíamos, va a cambiar. La pregunta es cómo. ¿Será solo local? ¿Será que a Buenos Aires solo le importará Buenos Aires? Espero que no, que sea una especie de conversación internacional. Y creo que estas tecnologías pueden ser parte de una plataforma futura. Es muy temprano, somos una iniciativa experimental. Probamos cosas, empujamos los límites. Pero creo que algunas de estas cosas se desarrollarán en plataformas más sólidas.

Muestras inmersivas: cuando el arte se cruza con el entretenimiento

Fuente: Clarín ~ En La Rural sorprende “Imagine Van Gogh”. Y otras propuestas que involucran la tecnología son un éxito en el mundo.

Como Imagine Van Gogh, que se acaba se inaugurar en La Rural y se convirtió en un fenómeno con más de 150.000 entradas vendidas por anticipado, las muestras inmersivas explotan la taquilla en diferentes puestas alrededor del mundo y expresan una nueva versión del arte en la que se borronean los límites de la relación del mundo tech y el espectáculo, al tiempo que inauguran nuevos estatutos que implican poner el cuerpo para habitar la experiencia artística.

Un fenómeno cultural que arrasa en el mundo. Un impacto visual sin precedentes y un momento bisagra del arte y de la cultura: las muestras inmersivas son un éxito rotundo con puestas dedicadas a Klimt, Monet, Frida Kahlo y Van Gogh, entre otras.

En escenarios posmodernos donde el goce está atravesado (y condicionado) por la magnitud de las emociones, la felicidad depende de algún posteo en las redes sociales y las personas buscan ser protagonistas de casi todo, esta nueva modalidad de exhibición llega para generar todo eso (y mucho más).En escenarios posmodernos como las redes sociales, donde el goce está atravesado (y condicionado) por la magnitud de las emociones, las personas buscan ser protagonistas de casi todo. / Foto: Emmanuel Fernández

En escenarios posmodernos como las redes sociales, donde el goce está atravesado (y condicionado) por la magnitud de las emociones, las personas buscan ser protagonistas de casi todo. / Foto: Emmanuel Fernández

Con más de 150.000 entradas anticipadas vendidas, Imagine Van Gogh extendió su apertura hasta el mes de mayo en Buenos Aires. En Ciudad de México, en una galería de 1.300 metros cuadrados, los espectadores caminan por un espacio tapizado por 36 pantallas donde se proyectan más de 3 mil imágenes rotativas de Renoir, Cézanne, Degas, Pissarro y Manet. En Granada, la obra de Goya puede apreciarse a través de un montaje de miles de imágenes proyectadas en 35 pantallas de más de 5 metros de altura.

¿Cuáles son las implicancias, condiciones y efectos del uso de la tecnología en el arte? ¿Dónde están los límites, si es que están, y cómo conviven el arte, el entretenimiento, el espectáculo y las herramientas tech en un mismo fenómeno? María José Herrera, licenciada en Arte de la UBA, curadora y ex directora artística del Museo Nacional de Bellas Artes; Agustina Rinaldi, curadora y asesora de instituciones culturales; Mariel Breuer, historiadora en arte y periodista cultural; y Joan Cwaik, divulgador tecnológico, aportan sus visiones.

¿Arte y entretenimiento o arte versus entretenimiento?

Entrar a un cuadro. Vivenciarlo. Casi tocar las pinceladas, ver los píxeles más pequeños de las pantallas. Todavía no podemos oler los girasoles de Van Gogh, pero probablemente no falte mucho tiempo para esto. La modalidad de muestra inmersiva se aplica a algunas colecciones museísticas u obras, ofreciendo una experiencia de inmersión visual y espacial que pone en juego los sentidos.

A estas experiencias les anteceden el mapping, la realidad virtual, la realidad aumentada y la animación. En este contexto, el impacto del uso de la tecnología en el arte se puede desdoblar en dos líneas de análisis: el primero de ellos es la convivencia del arte y el entretenimiento, que no parece muy lineal ni tampoco pacífica.Muestra inmersiva. A estas experiencias les anteceden el mapping, la realidad virtual, la realidad aumentada y la animación. / Foto: Prensa

Muestra inmersiva. A estas experiencias les anteceden el mapping, la realidad virtual, la realidad aumentada y la animación. / Foto: Prensa

«Estamos en un momento en que la gente busca salir de lo cotidiano a través del ‘megaevento’, quiere ser cautivada. Asistimos así a una especie de espectacularización de la cultura, donde las bellas artes dejan de ser ‘alta cultura’ para unos pocos. Podemos pensar que en este tipo de muestras es más importante la tecnología que la obra, pero a mi modo de ver es preferible que una persona pase dos horas de su día en una muestra inmersiva antes que, por ejemplo, en un shopping», reflexiona Mariel Brauer.

En este mismo sentido, Agustina Rinaldi explica: «Para que las muestras inmersivas no sean meramente un show marketinero e instagrameable tienen que ser muy fuertes conceptualmente, y no siempre lo son. Creo que estamos en un momento hermoso y terrible en el que el binarismo está roto y ya no es claro el límite entre la realidad y la virtualidad».

«​Creo que estamos en un momento hermoso y terrible en el que el binarismo está roto y ya no es claro el límite entre la realidad y la virtualidad», dice la especialista Agustina Rinaldi.

Es válido, entonces, preguntarse: ¿Qué vemos cuando vemos Imagine Van Gogh en La Rural? ¿Es el arte pensado y creado por el artista holandés? ¿Es una puesta diseñada y creada por una curaduría que excede al pintor y sobrepasa sus límites? ¿Es demasiado arriesgar cierto «engaño» a la esencia de la obra?Obra "Mirtha eres tu", de Lolo y Lauti. / Cortesía Fundación Proa

Obra «Mirtha eres tu», de Lolo y Lauti. / Cortesía Fundación Proa

«Es importante remarcar que esta muestra no es Van Gogh, sino una narración sobre Van Gogh, una construcción poética llevada adelante por la curaduría. Es una lectura histórica, artística y tecnológica de su obra, que a su vez democratiza porque funciona como guía de disfrute para los espectadores. Es una experiencia intelectual», arroja María José Herrera.

​»Es importante remarcar que esta muestra no es Van Gogh, sino una narración sobre Van Gogh, una construcción poética llevada adelante por la curaduría», explica María José Herrera sobre la puesta de La Rural.

«Está buenísimo ver un original en el Museo del Louvre, pero después puedo mirar esa misma obra en Google en una resolución de 7×7 y eso también es una experiencia tremenda. Estas muestras permiten que la persona se lleve una porción de arte, se coma los colores», señala Breuer.

La tecnología, recurso para atraer centenialls

Grupos de amigos jóvenes que nunca entraron a un museo y quizás nunca lo hagan. Personas que dicen «no saber de arte», pero están dispuestas a vibrar con las pinceladas de óleo gigantes y a compartir la experiencia en stories de Instagram: la muestra inmersiva de Van Gogh, que se podrá ver en la Argentina hasta mayo, excede todos los límites conocidos y se constituye así como un fenómeno difícil de encasillar o definir.Realidad aumentada. Muestra en Proa, "Un panorama de este mundo".

Realidad aumentada. Muestra en Proa, «Un panorama de este mundo».

Las formas tradicionales de recorrer museos, lineales y repetitivas, quedaron atrás para dar lugar a experiencias en la que las personas ponen su cuerpo para habitar el arte. ¿Es este el camino que deberían transitar los museos para terminar de enamorar a las audiencias de no más de 30 años?

Las formas tradicionales de recorrer museos, lineales y repetitivas, quedaron atrás para dar lugar a experiencias en la que las personas ponen su cuerpo para habitar el arte.

«No creo que los museos o las galerías tengan que elegir, inevitablemente, esta narrativa. Es una de las tantas opciones que tiene el arte hoy, pero no es el único futuro. Es una nueva visión estética, como tantas otras. En Argentina tenemos UXART, por ejemplo, que está a la altura de cualquier tecnología de Europa o Estados Unidos», reflexiona Herrera.

UXART es un laboratorio tecnológico y artístico creado para trabajar en línea de manera virtual y física, que pone a prueba las nuevas tecnologías y el desarrollo de software con base en un lugar único: la isla El Descanso en el Delta de Tigre.

Joan Cwaik, divulgador tecnológico y autor de El dilema humano: del homo sapiens al homo tech, sugiere: «Tanto museos como galerías de arte se están transformando para poder atraer nuevas generaciones. Las industrias culturales adquieren así un rol menos pasivo y más activo, con mayor interacción, más plataformas, más creación de comunidades y sentidos de pertenencia. Un ejemplo concreto de esto es el mundo NFT, de los token no fungibles, cuya principal aplicación hoy es el mundo del arte».

«Tanto museos como galerías de arte se están transformando para poder atraer nuevas generaciones. Las industrias culturales adquieren así un rol menos pasivo y más activo, opina el autor Joan Cwaik.

Rinaldi se atreve a ir un poco más allá a la hora de pensar el vínculo entre la tecnología y el mundo de las artes. «Es fundamental que la búsqueda sea estética y conceptual, trasladar al visitante al metaverso. Pero ahí entra en juego otro debate, que es: ¿Quiénes ponen las reglas? ¿Cuáles son los límites? Hoy no tenemos un Estado que intervenga, por ende las reglas las ponen los estados tecnológicos, que son a su vez las grandes empresas multinacionales», sostiene.

Pensar el cruce entre estética y experiencia no es un fenómeno nuevo: mucho de lo que hoy conocemos sobre las zonas de conflicto lo planteó el pensador alemán Walter Benjamin a principios del siglo pasado. Pareciera que el desafío hoy es que la excusa no se coma al relato, que la narrativa curatorial compita con la espectacularidad y adquieran la misma relevancia.En Miami, febrero 2022. El público visita "Beyond Monet", dedicada al pintor impresionista. / Foto: EFE

En Miami, febrero 2022. El público visita «Beyond Monet», dedicada al pintor impresionista. / Foto: EFE

No hay dudas de que multitudes tienen ganas de ir a ver la imponente muestra de Van Gogh pero el desafío también es que las muestras inmersivas dejen de ser un lugar exclusivo para célebres pintores muertos y los artistas contemporáneos puedan acceder a este tipo de puestas con un doble objetivo: masificar su obra y entrar al mercado por la puerta grande.

No hay dudas de que multitudes tienen ganas de ir a ver la imponente muestra de Van Gogh pero el desafío también es que las muestras inmersivas dejen de ser un lugar exclusivo.

Glosario

A continuación se detallan algunos de los términos que de la mano de la tecnología inciden cada vez más sobre el mundo del arte y han generado transformaciones significativas en la manera de ponderar y comercializar la obra de los artistas.Arte y tecnología. Sumergen al visitante en una experiencia que involucra los sentidos. / Foto: EFE

Arte y tecnología. Sumergen al visitante en una experiencia que involucra los sentidos. / Foto: EFE

• NFT

Un NFT es un activo digital que representa objetos del mundo real como arte, música, elementos del juego y videos. Se compran y venden en línea, frecuentemente con criptomonedas. Hoy se están convirtiendo en una forma cada vez más popular de comprar y vender obras de arte digitales. Los NFT son generalmente únicos en su tipo y tienen códigos de identificación únicos.

• Metaverso

Es un concepto que describe una experiencia inmersiva y multisensorial en el uso aplicado de diversos dispositivos y desarrollos tecnológicos en internet. El término proviene de la novela de ciencia ficción «Snow Crash», escrita por Neal Stephenson. Generalmente está compuesto por múltiples espacios virtuales tridimensionales, compartidos y persistentes, vinculados a un universo virtual. Los metaversos son entornos donde las personas interactúan social y económicamente como avatares, en un ciberespacio que actúa como metáfora del mundo real, pero sin sus limitaciones físicas o económicas.

• Realidad aumentada

 Es un conjunto de tecnologías que permiten que una persona visualice parte del mundo real a través de un dispositivo tecnológico con información gráfica añadida. El dispositivo añade la información virtual a la información física ya existente. Así, los elementos físicos tangibles se combinan con los virtuales y crean una realidad aumentada en tiempo real.

• Mapping

Es la técnica por la cual se utilizan proyectores de video para desplegar una animación o imágenes sobre superficies reales, con el fin de conseguir un efecto artístico específico. Está basado en los movimientos que crea la animación 2D y 3D. Hay distintas versiones: puede ser mapping arquitectónico, artístico y reconstructivo, entre otros.

Fuente: Télam

Científicos argentinos crean una técnica para estudiar el arte rupestre prehispánico

Fuente: Perfil ~ Se trata de un método químico no invasivo que fue desarrollado por un equipo de investigadores del CONICET para contribuir al estudio y a la conservación de estas valiosas pinturas.

Científicos del CONICET aplicaron con éxito una novedosa técnica de análisis químico en pinturas rupestres que datan de aproximadamente unos 1200 años de antigüedad para conocer su composición material y garantizar la conservación del patrimonio cultural.

Según comentaron los investigadores, el arte prehispánico que lograron analizar fue encontrado en los sitios arqueológicos de Oyola y La Candelaria, ubicados en la sierra de El Alto-Ancasti, provincia de Catamarca.

“Uno de los ejes de nuestro trabajo tiene que ver con conocer los materiales empleados en la confección de las pinturas rupestres a lo largo del tiempo, ya que sabemos que el arte de la sierra de El Alto- Ancasti es el producto de distintos episodios de pintado sucedidos en cientos de años”, comentó Lucas Gheco, investigador del CONICET en el InstIuto Regional de Estudios Socio-Culturales (IRES).

1702_ARTE RUPESTRE

“Estos datos servirán para indagar acerca de la forma de preparación de esas pinturas, si fueron realizadas por el mimo grupo de personas o si eran recetas compartidas y extendidas espacial y temporalmente”, agregó el arqueólogo

Por su parte, al referirse al funcionamiento del innovador equipo, Marcos Tascón, investigador del Consejo en el Instituto de Ingeniería Ambiental (IIIA, CONICET-UNSAM), explicó que el equipo irradia con rayos X una superficie bastante pequeña, aproximadamente un milímetro cuadrado, lo que,  normalmente, tiene una mínima penetración que excita electrónicamente a los elementos químicos que se encuentran presentes en la muestra.

“Al generar la excitación de los electrones, los mismos emiten radiación de rayos X en forma de fluorescencia. La energía de la radiación emitida es característica de los elementos presentes en la muestra. Por lo que, al obtener estas señales es posible reconocer los elementos químicos que componen los materiales con los cuales fueron confeccionadas las pinturas”, aseveró Tascon.

1702_pintura rupestre

“Si bien con el equipo de laboratorio podemos obtener resultados similares, al poder trasladarlo de un lugar a otro podemos hacer los estudios in situ, lo cual aporta una gran ventaja porque podemos diagnosticar el trabajo directamente en el lugar y, de esta forma, realizar más estudios que de otra manera no serían posibles”, concluyó el investigador del CONICET.

Ahora, y con ya más de 300 análisis obtenidos a través de esta innovadora tecnología no invasiva, los científicos prevén trabajar en publicaciones sobre el estudio de los compuestos utilizados y el proceso de producción del arte rupestre en la sierra catamarqueña de El Alto-Ancasti.

Subasta inédita de obras NFT ofrecerá desde un Hokusai a una catedral en Marte

Fuente: Ambito: El evento que se realizará en París tendrá un espacio físico y virtual a través del metaverso. Los precios irán desde 570 y 80.000 dólares iniciales.

El frenesí mundial por las obras de arte digitales (NFT) llega a París, donde el martes se subastarán desde un Hokusai hasta una catedral en Marte, en un evento que se celebra a la vez en el metaverso y en un espacio físico.

La venta híbrida incluye medio centenar de obras digitales visuales (pinturas, videos, fotos, moda, diseño) y sonoras de una veintena de artistas contemporáneos emergentes internacionales, así como del maestro japonés Hokusai.

Se trata de «la primera subasta de este tipo en el mundo», según los organizadores, con los subastadores y los que pujan interactuando en el metaverso, a diferencia de las subastas a distancia tradicionales.

Entre las obras contemporáneas, sobresale una creación única en 3D de una catedral imaginada para el planeta Marte, cuya venta será destinada a la restauración de la capilla latina del Santo Sepulcro de Jerusalén, según la casa de subastas Aguttes, que organiza el evento.

Esa casa es la que vendió en forma de NFT el primer SMS de la historia por 107.000 euros (u$s122.000) en diciembre.

Todas esas obras fueron creadas a partir de una realidad física o de algoritmos y luego digitalizadas con nuevas tecnologías.

«Cada una está dotada de un certificado de propiedad y autenticidad denominada ‘token no fungible’ [non-fungible token o NFT en inglés], que le da su valor», explicó Maximilien Aguttes, especialista en la materia en la casa fundada por su padre.

Ese pequeño objeto digital revolucionario «es registrado en el ‘blockchain’, una especie de ‘caja fuerte de internet’ que permite la salvaguarda codificada de las obras, su trazado y certificación», precisó Valérie Hasson-Benillouche, fundadora de la galería Charlot, pionera del arte digital.

Según ella, los NFT son «una nueva herramienta al servicio del arte que da a los artistas acceso a nuevas formas de creación de posibilidades infinitas y les permite darse a conocer».

De un precio inicial calculado en entre 500 y 70.000 euros (entre 570 y 80.000 dólares), las obras NFT serán subastadas el martes.

«El público podrá seguir la subasta a través del metaverso, con o sin cascos de realidad virtual», indicó Aguttes.

Paralelamente el público podrá admirar las obras en un espacio de 1.000 m2 replicado en el metaverso, accesible con teléfono inteligente, tableta o computadora.

Francia únicamente autoriza la venta de bienes materiales. «La obra inmaterial adquirida será remitida bajo forma de llave USB al comprador y su NFT transferida en la blockchain», explicó Aguttes.

Estas obras captan la atención de los «coleccionistas apasionados por las nuevas tecnologías, a menudo jóvenes, iniciados en las NFT e inversionistas», señaló, pero «interesan también a los museos».

Las obras de Hokusai, que serán puestas a la venta el martes, se encuentran físicamente en el British Museum, que quiso hacer copias NFT con certificados de autenticidad.

Varios museos han hecho lo mismo con otras obras, como el caso del Museo del Hermitage en San Petersburgo, según Hasson-Benillouche.

«Es una forma de inversión que asegura la pertenencia y origen de las obras, y que suscita nuevos mecenas», comentó

Los herederos de Pablo Picasso lanzan versiones NFT de una obra inédita en cerámica

Fuente: Ámbito ~ La nieta del artista español, Marina Picasso, y su hijo Florian Picasso se sumarán al mercado del arte digital con el lanzamiento de 1.010 piezas de una de las obras de cerámica de su abuelo.

Con el lanzamiento de 1.010 piezas de arte digital de una de las piezas de cerámica inéditas de Pablo Picasso, la obra de uno de los grandes maestros del arte se incorpora al auge de los tokens no fungibles (NFTS) en marzo.

La nieta del artista español, Marina Picasso, y su hijo Florian Picasso se sumarán al mercado del arte digital con el lanzamiento de 1.010 piezas de una de las obras de cerámica de su abuelo que nunca antes se había visto públicamente y que data de octubre de 1958.

De esta forma, 2022 pareciera ser una continuación del el auge experimentado por el arte digital el año pasado, cuando movieron cerca de 41.000 millones de dólares, unos 36.000 millones de euros en tokens no fungibles.

Los nietos del artista creen que este lanzamiento es una fusión sin precedentes del arte de la vieja escuela y los activos digitales. «Estamos tratando de construir un puente entre el mundo de NFT y el mundo de las bellas artes», comentó el nieto del artista, Florian Picasso.

Los herederos esperan sacar rédito al aprovechar el interés en los NFT, archivos digitales protegidos que han supuesto millones de dólares en transacciones para artistas mucho menos conocidos y generado críticas de quienes los consideran maniobras para enriquecerse con un alto coste medioambiental.

Poco se sabe de la obra porque por el momento los herederos han decidido no mostrarla para incrementar el interés. Se sabe que la pieza de cerámica tiene el tamaño de una ensaladera grande y en la parte que se ha mostrado se aprecian una gruesa línea amarilla, una mancha verde y el número «58» escrito en la base.

«Es una obra que representa un rostro, y es muy expresiva», dijo Marina Picasso y dio algunos detalles más: «Es alegre, feliz. Representa la vida. Es uno de esos objetos que ha formado parte de nuestra vida, nuestras vidas privadas, mi vida con mis hijos».

Sotheby’s celebrará una subasta en marzo que incluirá un NFT único y el cuenco de cerámica. El dinero de la subasta se donará: una parte irá a una organización benéfica que trata de ayudar a contrarrestar una escasez de enfermeras, y otra a una organización no gubernamental que intenta reducir el dióxido de carbono en la atmósfera. Los NFT también incluirán música creada por Florian Picasso, que es DJ.

Tecnología y arte, generan una experiencia inmersiva de la que somos parte.

Fuente: Buenos Aires ~ Alguna vez imaginaste entrar a la obra de tu artista favorito? Mirar de cerca a las bailarinas de Degas o pasar el tiempo dentro de los relojes de Salvador Dalí?

Para poder vivir una experiencia así vamos a tener que hablar de experiencias inmersivas, tal y cómo indica su nombre, permite la inmersión del espectador en la obra de arte. De este modo, el espectador no solo mira la obra, sino que pasa a formar parte de esta y a usar otros sentidos que no solo la vista, se convierten en un elemento más dentro de la obra.

La primera exposición inmersiva de arte fue inventada en 1977 por Albert Plécy, un fotógrafo francés, en Les Baux-de-Provence, al sur de Francia. Transformó una antigua cantera subterránea en un lugar inmerso llamado Cathédrale d’Images. Los visitantes se podían sumergir de lleno en las proyecciones de las pinturas a través de su nueva técnica de Image Totale.

Hoy contamos con la tecnología inmersiva que intenta imitar una experiencia real a través de una réplica digital o simulada. Esta busca ser cada vez más realista, y que al espectador le sea más difícil diferenciar lo virtual de lo real.

La muestra inmersiva «Imagine Van Gogh», te invita a entrar de forma completa a las Obras de Vicent Van Gogh: vas a poder deambular entre proyecciones gigantes de las pinturas del artista, que te van a arrastrar con cada pincelada, detalle y color de obra en obra, pasando por todas las emociones y diferentes etapas del genio neerlandés, quien fue uno de los principales exponentes del postimpresionismo. Una experiencia extraordinaria donde todos los sentidos se te van a despertar por completo. Vas a poder descubrir más de 200 pinturas de Van Gogh, incluidas sus obras más famosas, pintadas entre 1888 y 1890 en Provenza, Arles y Auvers-sur-Oise.

Imagine Van Gogh será la primera muestra inmersiva que se verá en la Argentina, a partir de febrero en el Pabellón Frers de La Rural. La exposición, ya pasó por las principales capitales del mundo y vendió más de un millón de entradas.

Para conseguir tu entrada ingrese al sitio oficial. En el mes de febrero se agotaron, la muestra va a estar en nuestro país hasta el 15 de abril del 2022.

El millonario mundo del arte digital

Fuente: Perfil ~ El filósofo y escritor Alessandro Baricco anunció su incursión en el universo NFT como el primer autor literario italiano en colocar a la venta una obra de arte/literaria digital. ¿Se propagará la iniciativa?

En esta página nos ocupamos de varios fenómenos derivados del arte digital y su mercado emergente. Esto va desde una subasta multimillonaria en Christie’s de un mosaico de imágenes digitales al lado B del sistema de producción de criptomonedas, vinculado al alto consumo de energía eléctrica y la contaminación. Hace unos días se difundieron datos estadísticos sobre el mercado de activos digitales NFT (Non Fungible Token) durante el año 2021, cuyas cifras develan un acelerado crecimiento del volumen de ventas así como un vuelco masivo de efectivo, fruto de la abundancia de emisión monetaria de los países desarrollados para enfrentar la pandemia. Inversión, capitalización, moda financiera, cualquier nombre parece apropiado, mientras el volumen en monedas digitales por NFT, medido por DappRadar –que recopila datos en diez cadenas de bloques distintas–, llegó a un total de US$ 24.900 millones el año pasado, contra 94,9 millones del año 2020. 

La explosión monetaria total del mercado de arte digital desde otras consultoras ofrece resultados menores: 18.300 millones (CryptoSlam) y 15.700 millones (NonFungible.com). Tal volumen es comparable a la financiación global proporcionada por el Banco Mundial para la compra y aplicación de vacunas contra el covid-19. Vale decir: las billeteras digitales crearon un mercado del arte que resulta tan atractivo como inquietante. Porque, ¿qué destino les espera a las obras originales, analógicas, de los artistas plásticos, los músicos, incluso en el campo de la literatura?

Respecto a este último punto, desde Turín, Italia, el filósofo y escritor Alessandro Baricco (nacido en 1958) anunció su incursión en el arte digital como el primer autor literario italiano en colocar a la venta una obra de arte digital. Novecento / El código fuente se titula la grabación de la voz del autor en la lectura de su obra de teatro Novecento. Para esto contó con la supervisión técnica de Serena Tabacchi, curadora, directora y cofundadora de MoCDA (Museo de Arte Digital Contemporáneo); Bruno Pitzalis, experto en criptoarte y comunicación, y Massimo Franceschet, profesor de Blockchain y Criptoactivos. Asociada a un NFT, la lectura está alojada en Open Sea y saldrá a la venta en marzo próximo. Puede escucharse en: opensea.io/NVCNT.

Al respecto, Baricco declara: “Algo está sucediendo hoy en el cuadrado formado por estos cuatro puntos: blockchain, criptomonedas, NFT y DAO (Decentralized Autonomous Corporation). Hay algo ahí que probablemente esté destinado a cambiar nuestras vidas, como sucedió hace diez años con las apps, por ejemplo. Entonces me dije: quiero terminar dentro de ese cuadrado y la mejor manera de ver lo que había allí era hacer un NFT. Me parecía que nadie lo había hecho con la literatura y esto también me atraía mucho, para enredar un poco las cartas de mi mundo productivo literario, que aún son muy antiguas”.

En diciembre pasado, Evgeny Morozov (nacido en 1984), escritor e investigador bielorruso especializado en las consecuencias políticas y sociales de la tecnología, publicó en su página web the-crypto-syllabus.com un diálogo con el músico británico Brian Eno (nacido en 1948), quien cuenta con ocho premios Grammy, y un trabajo creativo junto a Robert Fripp, David Bowie, David Byrne, Talking Heads, U2, Laurie Anderson, Coldplay y Damon Albarn, entre otros; también fue pionero en la fusión del arte digital con la música. Morozov destaca: “Brian una vez orinó en el famoso urinario de Duchamp, descontento con la forma en que el mundo de las galerías estaba malinterpretando la filosofía del arte de Duchamp”. 

Mordaz, Eno resulta contundente sobre el mundo del arte digital y los NFT: “Me han contactado varias veces para ‘hacer un NFT’. Hasta ahora nada me ha convencido de que haya algo que valga la pena hacer en ese campo. ‘Vale la pena’ para mí implica crear algo que agregue valor al mundo, no solo a una cuenta bancaria. Si hubiera querido principalmente ganar dinero, habría tenido una carrera diferente como un tipo diferente de persona. Probablemente no hubiera elegido ser artista. Los NFT me parecen solo una forma en que los artistas obtienen una pequeña parte de la acción del capitalismo global, nuestra pequeña y linda versión de la especulación financiera. Qué dulce, ahora los artistas también pueden convertirse en pequeños cachorros de capitalistas”.

“¿Pueden las NFT ser una forma contemporánea de Robin Hood? ¿Es posible que los artistas puedan usar estas herramientas para desviar algunos de los billones globales hacia direcciones más productivas y humanas? Esto es lo que me gustaría entender, aunque presenta la interesante cuestión moral de si se pueden hacer cosas limpias con dinero turbio.”

El Museo Británico venderá en forma de NFT veinte acuarelas del pintor William Turner

Fuente: Ámbito ~ Las versiones digitales de las obras saldrán a la venta el mes próximo gracias a la asociación que el Museo Británico realizó con la plataforma francesa de NFT La Collection.

El Museo Británico anunció que venderá en forma de NFT veinte acuarelas del artista británico William Turner, maestro del romanticismo inglés, que saldrán en formato digital a partir de 8 de febrero y los compradores deberán pagar la adquisición en criptomonedas.

Las versiones digitales de obras maestras como «Una tormenta» (1823), y «Messieurs les voyageurs on their return from Italy» (1829) saldrán a la venta el mes próximo gracias a la asociación que el Museo Británico realizó con la plataforma francesa de NFT La Collection, en base a los cuadros de Turner que alberga su colección, informó The Times.

Es claro que las personas que adquieran las NFT (token no fungible) no podrán reclamar las pinturas físicas a las que se asemejan las digitales, sino que serán poseedores justamente de los NFT, que sirven como certificados de propiedad de activos virtuales, permitiendo a un individuo o grupo demostrar que poseen el archivo digital original.

Aunque cualquiera puede copiar ese archivo para acceder a una versión del activo en cuestión, el registro de quién posee se almacena en un libro de contabilidad público descentralizado conocido como blockchain, lo que significa que la propiedad no puede ser falsificada.

Las NFT han generado un gran impacto, sobre todo en el mundo del arte, desde que el artista Mike Winkelmann, más conocido como Beeple, vendiera en 2021 su obra «Everydays – The First 5,000 Days» en una subasta por 69,3 millones de dólares.

Las pinturas se dividirán en tres categorías, y el precio de cada NFT reflejará su rareza: nueve de las acuarelas serán «ultra raras», con sólo dos NFT disponibles, a un precio de 4.999 euros cada una. Luego, habrá siete «súper raras», con 10 de cada y finalmente cuatro serán «edición abierta», con unos 99 ejemplares a la venta, a 799 euros cada uno.

En septiembre pasado, el museo había realizado una iniciativa similar, cuando decidió vender obras en NFT del artista japonés Katsushika Hokusai -también en colaboración con la start up La Collection- que entonces incluyó ediciones de la creación más famosa de Hokusai,» La gran ola de Kanagawa».

Las NFT de Turner, conocido como el «pintor de la luz», estarán a la venta desde el 8 de febrero al 4 de marzo y lo que aun permanece en secreto es el porcentaje de ventas con el que se queda el museo londinense, uno de los más importantes y visitados del mundo.

El arte de robar arte: la era digital tiene su propio estilo

Fuente: Ámbito ~ El saqueo de NFT avanza en las redes y podría encontrar un aliado en aquellos que pretenden una internet «descentralizada», sin «policías cibernéticos».

En el siglo pasado, el robo de millonarias obras de arte requería, al decir de Roberto Arlt, “pericia, conocimiento y coraje”. No cualquiera se llevaba de un museo altamente vigilado un Rubens, un Van Gogh o un Picasso. En 1911 se produjo el que hasta hoy es el atraco más famoso de la historia, el del italiano Vincenzo Peruggia, cuando entró un lunes, día de asueto, al Museo del Louvre, y se llevó tranquilamente La Gioconda bajo el brazo. Sin embargo, a diferencia del ladrón más sofisticado de mitad de siglo XX hacia acá (esos delincuentes de guante blanco que tan bien describió Jules Dassin en la película de 1964 “Topkapi”, con Melina Mercouri, Maximilian Schell y Peter Ustinov), a Peruggia no le hizo falta ni demasiada pericia, ni demasiado conocimiento ni demasiado coraje. La vigilancia humana era casi nula en el sector donde se encontraba la obra maestra de Da Vinci, y no había alarmas. La razón es simple: hace 110 años la Mona Lisa no era famosa sino que fue la espectacularidad del robo, la facilidad con que se hizo, y la cobertura de prensa que tuvo lo que la volvió famosa mundialmente. La obra apareció dos años más tarde, cuando Peruggia intentaba vendérsela a un comerciante de Florencia, y tanto su captura como la restitución de la pintura en el Louvre también fueron tapa de los diarios y revistas de todo el planeta.

En los tiempos que corren, cuando un NFT (obra digital de criptoarte) puede llegar a cotizar más que una obra de los grandes maestros, también han variado las formas de delincuencia con el arte. Vuelven a hacer falta la pericia y el conocimiento, es decir, ser un buen hacker, pero el coraje no va más allá de una práctica de “phishing”, es decir, ese vulgar delito informático que consiste en ganarse la confianza del interlocutor en la red, en este caso un poseedor de NFT, y después dar el golpe. Esto fue lo que le ocurrió al galerista Todd Kramer, de la galería Ross + Kramer de Nueva York, sobre el fin de 2021. Como informó la publicación especializada ArtNews, Kramer escribió en un tuit el 30 de diciembre,: “¡Me han hackeado! Todos mis monos han desaparecido. Los van a vender, por favor, ayúdenme!”. Con lo de “monos” Kramer se refería a cuatro simios de la colección “Bored Ape Yacht Club”, que formaban parte de su billetera de Ethereum de 15 NFT valuados en un total de 2,2 millones de dólares.

El susto, sin embargo, no duró más de 5 horas (lo que llevó a muchos maliciosos a desconfiar de su veracidad), porque transcurrido ese tiempo del tuit, que borró de inmediato, intervino la más importante plataforma de transacciones NFT del mundo, OpenSea, que recuperó buena parte de esas obras, que habían sido adquiridas a través de ella, y las “congeló”, es decir, que continúan siendo visibles pero están imposibilitadas de volver a venderse. Kramer escribió más tarde que había aprendido la lección: nunca hay que usar “hot wallets”, es decir, billeteras calientes de tokens, para atesorar criptoarte, sino “cold o hard wallets”, billeteras frías, que proporcionan mayor seguridad. Una “hot wallet” está siempre conectada a internet y facilita las transacciones de tokens, pero es vulnerable a la delincuencia virtual. La “cold o hard wallet” es física, como si se tratara de un pendrive sofisticado, y sólo se conecta a internet cuando se la activa.

OpenSea, la plataforma que intervino en el rescate de los monos de Kramer, anunció el martes último en su blog que está valorada en 13.300 millones de dólares. La empresa fue fundada en 2017 y ha crecido desproporcionadamente en el último año en medio de un boom de NFT. Al revés de lo que podría pensarse, esa intervención no le trajo beneficios sino más bien críticas por parte de quienes proponen una internet “descentralizada”. “Las NFT no pueden ser realmente descentralizadas si se congelan algunas”, dijo uno de esos críticos. Otros señalaron que OpenSea sólo había congelado la capacidad de los usuarios para interactuar con las NFT a través de ese único sitio, y que éstas podían seguir comprándose y vendiéndose en otros lugares. “OpenSea es un explorador de blockchains (cadenas de bloques)”, respondió la compañía “lo que significa que nuestro objetivo es proporcionar la visión más completa en NFTs a través de diferentes blockchains. No tenemos el poder de congelar o suprimir de la lista las NFT que existen en estas blockchains, pero sí deshabilitamos la capacidad de usar OpenSea para comprar o vender artículos robados”. Sin embargo, las nuevas formas de robo de arte no se limitan a engañar, mediante phishing, a un poseedor de criptoarte para quitárselo y revenderlo. Hoy, otro estilo que viene imponiéndose con-siste en vender NFT de obras ajenas, y a precios a veces millonarios. Algo que ni los más sofisticados sistemas de alarma del Louvre o del Metropolitan de Nueva York serían capaces de detectar.