Entrevista. Florencia Cherñajovsky: “Puse en valor el diseño, el arte y la artesanía con una impronta disruptiva”

Fuente: La Nación ~ Investigadora y curadora formada en el Pompidou, inaugura la muestra Lalana: una colección de alfombras artesanales inspiradas en obras de artistas argentinos que nació gracias a un revelador viaje a Salta.

A los 14 decidió que quería estudiar afuera. Viajar y conocer otros horizontes, aprender idiomas, degustar otras culturas. Cuando terminó la secundaria armó una valija para pasar tres meses en París, pero se terminó quedando 12 años. “Me enamoré de la ciudad”, dice Florencia Cherñajovsky, investigadora y curadora de arte, de espíritu nómade y alma curiosa.

Cursó en la Sorbona de París un módulo intensivo para extranjeros, apenas la entrada de un menú de decenas de pasos que la llevaron a organizar muestras y festivales en el Centro Pompidou. En el corazón de una de las mejores colecciones de arte moderno y contemporáneo Florencia se transformó en mujer esponja. Absorbió las experiencias, atesoró proyectos interdisciplinarios, se sumergió en un tsunami de estímulos que fluyeron entre artes plásticas, danza, cine y literatura. De la pasantía en el Departamento de Creación Contemporánea y Prospectiva a trabajar codo a codo con Emma Lavigne, actual presidenta del Palais de Tokyo, otro faro cultural icónico de París.

Incansable, se anotó en la reconocida Escuela de Estudios Superiores en Ciencias Sociales. Su tesis fue apenas uno de los hilos que tejerían su vínculo con Buenos Aires: “Investigué la historia del arte conceptual argentino en el contexto socio-político latinoamericano”, dice hoy Florencia desde el showroom de Balvanera, una casona antigua de techos altos y pisos de madera. “El Pompidou era una burbuja, un estímulo constante. Ese vacío me generó una crisis existencial y profesional –recuerda–, por eso me dediqué a generar un proyecto en Argentina que pusiera en valor el diseño, el arte y la artesanía con una impronta disruptiva”.

El resultado de ese ímpetu es su flamante muestra Lalana, una colección de alfombras artesanales inspiradas en obras de artistas argentinos. Se inaugura el sábado que viene en la galería Nora Fisch y es fruto de un proceso que condensa no solo su propia historia sino que además involucra el entramado familiar. En 2016 la peor noticia la trajo en un vuelo relámpago a Buenos Aires: a su hermana Lucía le detectaron cáncer de ovarios y Florencia viajó para acompañar su tratamiento. “Fue largo y tortuoso, dejó a un hijo de 3 años, que ahora tiene 7. Era psicoanalista, emprendedora. Como todos nosotros. Somos muy unidos, aprendimos haciendo y siguiendo el mandato de mi viejo que nos marcó siempre. Es muy hacedor y exigente, siempre busca el mejor rendimiento, potenciando nuestras capacidades”, apunta.

El papá que la llevaba “de las orejas” a toda muestra que hubiera en la ciudad se llama Rubén Cherñajovsky y es uno de los empresarios industriales más importantes del país, al frente de la compañía Newsan. Su hermana, María Cher, es diseñadora y dueña de la marca de indumentaria Cher. Nicolás es arquitecto y Matías, economista. “Es el más chico y al que más le interesa el legado empresarial. Es que mi papá nos abrió un camino vinculado con el arte y las ciencias sociales. Ahora se enfrenta con el tema de la continuidad, cómo pasar la posta. Estamos en pleno trabajo familiar para formarnos y preservar su legado, más allá de las expansiones de la empresa, lo que a nosotros nos interesa es garantizar el laburo de miles de personas”, afirma Florencia, mamá de Amancio, de 2 años.

La pasión por el arte acercó al empresario al coleccionismo. Y quién sino Florencia para organizar las obras dispersas en departamentos familiares y depósitos. “Estoy ordenando el inventario en una nube digital abierta a profesionales y curadores”, señala la especialista, sobre el acervo de autores argentinos e internacionales. “Empecé a llenar agujeros, sumé artistas conceptuales y fortalecí la presencia de artistas mujeres, como Marta Minujín y Elda Cerrato”.

Su experiencia como curadora (en Buenos Aires trabajó en muestras del Malba y galería Barro) y especialista a cargo de catálogos y publicaciones del Pompidou llevó a Florencia a impulsar su propia muestra, basada en alfombras artesanales, objetos, sillas y picaportes inspirados en diversos artistas de nuestro país.

Los viajes a Salta para recorrer la ruta del telar fueron decisivos. Allí conoció el tejido sobre la urdimbre, la lana de llama hilado a mano y los procesos artesanales que encierran técnicas ancestrales. La convocatoria a María Sánchez (diseñadora industrial y directora de Diseño de la Universidad Austral) fue clave para pensar el formato y organizar el material. Con bocetos y prototipos inéditos, la colección articula un diálogo entre diseños innovadores de artistas visuales con técnicas tradicionales de producción artesanal. Piezas de autor seriadas que toman cuerpo a partir de materias primas autóctonas. “La idea es revalorizar las distintas técnicas de producción”, señala Florencia, que concibió Lalana en colaboración con Osías Yanov.

Así, desde la semana que viene, en la galería Nora Fisch (Av. Córdoba 5222) se podrán disfrutar desde picaportes de Marcial Berro y de Valentín Demarco probados en resina, al desarrollo de una silla inédita de Luis F. Benedit de 1996, que dialoga con el prototipo de la silla original realizado un año antes por Ricardo Blanco. También la alfombra de Victoria Colmegna o de María Sánchez, concebida en un lenguaje pop que remite a su colaboración con el colectivo de diseño italiano Memphis de los años 80. Además, una alfombra de Víctor Grippo dominará el espacio central. Para ahondar conceptualmente sobre estas esculturas pragmáticas Florencia convocó a María Sánchez y Wustavo Quiroga (el 27 a las 18.30), a Delia Cancela, que además presenta una obra (sábado 4 de diciembre a las 17) y a Julián Benedit, hijo de Luis F. Benedit (el 9 de diciembre a las 18).

Luego Florencia volverá a armar las valijas para instalarse en Madrid, donde acaba de abrir un espacio dedicado al arte, su pasión y su legado. Viajar y palpitar otras culturas sigue siendo parte de su adn.

¿Hay un arte argentino? Continúa el debate iniciado hace 130 años

Fuente: La Nación ~ El tema, que desató hace más de un siglo un duelo entre el fundador del Museo Nacional de Bellas Artes y un crítico español, dominó la presentación del libro Peregrinaciones y viajes mágicos, de Julio César Crivelli.

“Me di cuenta de que había estado hablando todo el tiempo de lo mismo: de la relación entre la razón y el espíritu”, dijo ayerJulio César Crivelli, abogado, escritor y coleccionista, al presentar su libro Peregrinaciones y viajes mágicos. Se refería al hilo conductor de sus reflexiones sobre arte, historia e identidad, reunidos en un volumen de 500 páginas editado por Mardulce, que retoma entre otros temas un antiguo debate que parece continuar vigente: ¿existe el “arte argentino”?

Un atento público que incluyó a María Kodama en primera fila lo escuchaba en el auditorio de la Asociación Amigos del Museo Nacional de Bellas Artes (Aamnba), institución que él preside y que acaba de cumplir 90 años. Sobre el escenario dialogaron con él Matilde Sánchez, Gabriel Levinas y Marcelo Gioffré, autor del prólogo junto a Juan José Sebreli.

Marcelo Gioffré, Gabriel Levinas, Matilde Sánchez y Julio César Crivelli en el auditorio de la Asociación Amigos del Museo Nacional de Bellas Artes
Marcelo Gioffré, Gabriel Levinas, Matilde Sánchez y Julio César Crivelli en el auditorio de la Asociación Amigos del Museo Nacional de Bellas ArtesGentileza Aamnba

“Es un libro lleno de preguntas”, adelantó Sánchez al presentar el conjunto de textos, algunos de los cuales son el resultado de conferencias dictadas en el país o en el exterior. La que ofreció en la Universidad de Brown en febrero de 2015 llamó especialmente la atención de la periodista y escritora, ya que dispara según ella uno de los grandes interrogantes: el de la pertenencia del arte argentino en la escena global.

“Crivelli mira el país y su identidad a la luz de su colección privada”, observó la directora de Revista Ñ en referencia al acervo personal iniciado en la década de 1980, tras destacar una frase del autor. La que alude, al mencionar un viaje a Estados Unidos de Jorge de la Vega, a “la ilusión de sincronía con el planeta que la Argentina tenía en los años sesenta”.

Esas preguntas sobre la identidad en un país de inmigrantes llegaron a desatar discusiones que derivaron en duelos. Según recuerda Crivelli en el primer capítulo-, en 1891 se suscitó en Buenos Aires una polémica “en torno a la posibilidad de existencia de un arte argentino” entre Eduardo Schiaffino, pintor y posteriormente fundador del Museo Nacional de Bellas Artes, y el crítico español Eugenio Auzón.

María Kodama, en primera fila
María Kodama, en primera filaGentileza Aamnba

“Auzón sostenía que no era posible debido al melting pot de culturas que era la Argentina –escribe-. Decía irónicamente que un arte argentinopodría existir ‘quizás en doscientos años… y algunos meses’. Schiaffino sostenía todo lo contrario. La polémica se convirtió en una discusión con cartas y artículos de ambos, publicadas en los diarios. Llegó a tal violencia que se batieron a duelo, a primera sangre. Ganó Auzón, quien hirió a Schiaffino en la mano derecha. Pero el duelo nada resolvió”.

“Se equivocaron los dos” opinó de forma contundente Levinas en referencia a ese episodio. “En los años setenta nos agarrábamos a trompadas, incluso dentro de la galería, por lo que pensábamos sobre el arte”, recordó el periodista especializado, ex director de Artemúltiple. Agregó que todavía faltan setenta años para que se cumpla el pronóstico de Auzón y, sin embargo, “muy pronto no va a existir el arte de un país, porque todo va a estar interconectado”.

El libro, disponible en la Tienda Bellas Artes, también se puede comprar online
El libro, disponible en la Tienda Bellas Artes, también se puede comprar online

“¿Hay un arte argentino? Sí, lo hay. Lo hay enQuirós, como señala bien Crivelli”, apuntó en cambio Gioffré, en referencia a una pintura marcada por “la melancolía estetizante del gaucho y el país aislado”, antes de destacar una paradoja: que a su vez el arte funciona, desde la segunda mitad del siglo XX, como “un lugar de resistencia” frente al populismo y las dictaduras que buscaron cerrarse al mundo. “De esta doble peripecia –escribe en el prólogo que firma con Sebreli-, un país que se hunde sucesivas decadencias y un arte que resiste, nos habla este libro necesario”.

“Diego y yo” se verá en 2022 en el Malba (pero solo temporariamente)

Fuente: Ámbito ~ Frente a la hipótesis de la importación definitiva de la obra de Frida Kahlo, Eduardo Costantini debería pagar 35,5% de impuestos sobre los u$s34,5 M.

Anteanoche, en la subasta neoyorquina de Sotheby’s, Eduardo Costantini volvió a pagar el precio record del arte latinoamericano por una obra de Frida Kahlo. Esta vez fue por “Diego y yo” (1949) comprado por 34,9 millones de dólares. En 1995 Costantini había adquirido por 3,2 millones de dólares el “Autorretrato con chango y loro”, también de Kahlo, que hoy se encuentra en el Museo Malba. Este diario lo entrevistó entonces en Nueva York y la mayor preocupación del coleccionista eran los impuestos que debía pagar para radicar definitivamente la pintura en la Argentina, aunque su ambición fuera dejar el arte como legado a la sociedad y fundar un museo para donarlo, como finalmente lo hizo.

Ayer, también en diálogo con el coleccionista, Costantini dijo que en esta ocasión la pintura de Frida formará parte de su colección personal y agregó: “La obra se podrá ver en Buenos Aires porque siempre pongo las piezas que compro en el circuito público, y le doy prioridad al Malba. Pero aún no sé cuándo la exhibiremos, seguro en 2022. Tenemos que encontrar el formato y el momento adecuado, porque también hice otras compras recientes muy importantes”.

Desde que pagó el primer récord del arte latinoamericano, Costantini se convirtió en un comprador frecuente. El Malba exhibe ante el público las obras cumbre de Portinari, Diego Rivera, Tarsila do Amaral, Matta, Tamayo, Wifredo Lam, Xul Solar, Pettoruti, Remedios Varo, Antonio Berni y otras estrellas de la vanguardia de esta región. Pero los impuestos para radicar definitivamente las obras fueron siempre la gran preocupación del coleccionista. Desde luego, la importación temporaria de las obras permitió al Malba sortear el pago durante algunos años. Pero cuando las obras compradas en el exterior pagaron la radicación definitiva, la cifra era tan alta que los administradores del Malba decidieron vender algunas obras, tesoros que la Argentina perdió.
Frente a la hipótesis de la importación definitiva, “Diego y yo” debería pagar el 35,5 % de los 34,5 millones de dólares que costó.

Impuestos

El arte paga impuestos como cualquier mercadería. Pero, teniendo en cuenta que la política fiscal alienta o desalienta el coleccionismo, la ecuación es simple: si la importación de arte tributa y la exportación es libre, a mediano o largo plazo puede determinar el vaciamiento de nuestro patrimonio. Desde 1977, cuando en Nueva York se inauguraron los remates latinoamericanos, las estrellas del arte mexicano, Frida Kahlo y Diego Rivera, se disputan el precio récord de la región, ambos pagados en la actualidad por Costantini. Recién en 1990 Kahlo alcanzó el millón de dólares con uno de sus autorretratos, cifra que superó al año siguiente Rivera con los 2,9 millones con sus vendedoras de calas y que, en 1995, dejó atrás nuevamente Kahlo, con el “Autorretrato con chango y loro”. Diego Rivera alcanzó el récord en 2016 con su “Baile en Tehuantepec”, adquirido por Costantini en una venta privada por 15,7 millones de dólares. La cifra de casi 35 millones alcanzados por “Diego y yo” causó verdadero asombro.

Cuando Frida pintó “Diego y yo”, Rivera mantenía una relación con María Félix y hasta quería casarse con ella. En este autorretrato, Frida muestra su amor y su sufrimiento y se pinta como un ícono, con lágrimas en sus ojos, un retrato de Diego entre sus cejas. Si bien los autorretratos son un tema recurrente para Frida, “Diego y yo” cierra la extensa serie, con la excepción del que se pinta ya en silla de ruedas junto a su médico. Frida había ingresado en 1950 a un hospital y pintó “Autorretrato con el Dr Juan Farill”. Rivera nunca la abandonó y cuando Frida murió confesó: “El 13 de julio de 1954 fue el día más trágico de mi vida”.

Lola Mora, la primera escultora argentina

Fuente: TV Pública ~ Virginia Lago hace un recorrido por la vida y obra de Lola Mora. Desde los últimos años del siglo XIX y comienzos del siglo XX, la artista se transformó en una referente de la disciplina aún en un contexto adverso para las mujeres. 18 de noviembre de 2021

Dolores Candelaria Mora Vega, popularmente conocida como Lola Mora, nació en el norte del país el 17 de noviembre de 1866. Por ello, en su memoria, en 1998 se instala en el Congreso de la Nación Argentina el Día del Escultor.

Dio sus primeros pasos artísticos en Tucumán estudiando retrato y dibujo con Santiago Falcucci. Con un éxito local y a través del Gobierno Nacional, obtuvo una beca en 1896 para perfeccionarse en Roma. Fue en la ciudad italiana donde cambió el dibujo por la disciplina escultórica. Aunque en el territorio europeo obtuvo grandes elogios, tanto de la prensa como de la crítica, la artista decidió volver al país en 1900. Debido a su reconocimiento internacional, en Argentina obtuvo varios encargos estatales, entre ellos la Fuente de las Nereidas, inaugurada en 1903. El monumento se convirtió en su obra emblemática, la cual, aunque fue muy elogiada también debió enfrentar controversias por los desnudos de sus figuras.

Además de escultora, Lola Mora quiso dedicarse a la exploración minera y a la extracción de petróleo, intentó incursionar sin mucho éxito en la proyección cinematográfica y en su labor como urbanista propuso el Primer Proyecto de Subterráneo y Galería Subfluvial de Argentina. Sus esculturas pueden encontrarse en las distintas provincias del territorio argentino, desde Buenos Aires, pasando por Córdoba y San Juan hasta llegar a Jujuy.

Advierten sobre el destino incierto de más de 120 obras de Florencio Molina Campos

Fuente: La Nación ~ La Fundación que custodia parte del legado del artista y su único descendiente vivo se oponen a que la colección se mantenga en el museo de Moreno, sobre el que pesa un proyecto de ley para declararlo Monumento Nacional.

A 62 años de la muerte del pintor Florencio Molina Campos, gran parte de su producción se encuentra limitada de ser expuesta al público y en el centro de un debate con posiciones cruzadas en torno a cuál debería ser el lugar más idóneo donde exhibir un acervo de más de 120 obras de quien es considerado el artista más popular de la Argentina.

La colección en cuestión es tutelada por la Fundación Molina Campos, de quien depende el museo del mismo nombre situado en Moreno, también de su propiedad. La institución y el único descendiente vivo del artista, su nieto Gonzalo Giménez Molina, fundador, junto a su madre Hortensia “Pelusa” Molina de la editorial difusora de su obra, son titulares de los derechos de autor sobre las obras. Ambas partes rechazan, con múltiples argumentos, que el museo continúe funcionando en la localidad bonaerense. Pero esto ocurre al mismo tiempo que el municipio dictó un decreto que declara al edificio Patrimonio Histórico y mientras la Comisión de Cultura de la Cámara de Diputados da su aval unánime a un proyecto de ley para declarar al inmueble y al predio Monumento Histórico Nacional a la vez que consideraría a las obras bienes de Interés Histórico y Artístico Nacional.

Entre las situaciones de “precariedad edilicia” ambas partes señalan condiciones ambientales y técnicas inadecuadas en el inmueble, que fue inaugurado en 1979. “De los últimos 21 años, 18 estuvo cerrado”, sostiene Adolfo Güiraldes, presidente de la Fundación Molina Campos desde 2019. Y agrega: “El Museo -creado por la viuda del pintor, Elvira Ponce- no puede continuar en Moreno porque no recibe el caudal de visitantes para mantener su viabilidad económica y por la inseguridad, debiéndose tomar cuidados para que no sean robadas las obras”. Los cuadros, entre los que se encuentran pinturas de distintos formatos y curiosidades como unas puertas de placard intervenidas por el artista, llevan largo tiempo fuera del museo y se conservan “en una guarda” en San Antonio de Areco, señala el presidente. Es justamente a un nuevo inmueble de esta localidad, donde ya hay un espacio dedicado al artista -el Museo Las Lilas (que exhibe las obras que ilustraron los famosos almanaques de Alpargatas)- donde la Fundación tiene intenciones de trasladar el contenido del Museo de Moreno.

Exterior del Museo Molina Campos, situado en Moreno
Exterior del Museo Molina Campos, situado en MorenoFundación Molina Campos

Eduardo Clancy, vicepresidente de la Fundación y quien encabeza la Junta de Asuntos Históricos de Areco, sostiene que una vía en la que se ha estado trabajando es la venta del predio de Moreno a la Universidad local, donde, además de otros usos, se plantearía la posible creación de un museo con réplicas de Molina Campos en el mismo edificio hoy carente de obras.

“El Museo de Moreno está en mal estado, requiere de muchos trabajos para ponerlo en condiciones, tiene problemas de diseño de origen que hay que corregir, no está planificado correctamente para el acceso a discapacitados, no tiene baños en condiciones, tiene muchos problemas de humedad y de instalación eléctrica, y todo ello requeriría de una inversión que no estamos en condiciones de afrontar”, señala Clancy. La Fundación defiende Areco como nueva ubicación posible arguyendo el vínculo del retratista de las pampas con esta localidad, “a la que quiso mucho, a la que iba y donde mantenía amistad con Alberto Güiraldes y por ser un sitio turístico y centro de los museos más importante de la provincia”, lo cual atraería visitantes para garantizar su funcionamiento.

Tanto la Fundación Molina Campos como los familiares del pintor coinciden en que el inmueble de Moreno no está en condiciones para funcionar como museo
Tanto la Fundación Molina Campos como los familiares del pintor coinciden en que el inmueble de Moreno no está en condiciones para funcionar como museoFundación Molina Campos

Gonzalo Giménez Molina, cotitular mayoritario de los derechos sobre la obra de su abuelo, suma que el edificio de Moreno “hace más de 30 años que no tiene agua, carece de sistemas de vigilancia acordes, no posee salidas de emergencia ni sistema de detección de incendio y tiene un tipo de luces que deteriora las pinturas”. En su caso, defiende la ubicación de un museo en la ciudad de Buenos Aires, donde el artista “nació, vivió la mayor parte de su vida y murió”, señala. “El de Moreno es un edificio que nadie visita (por la inseguridad), del que justamente habrían sido retiradas las obras hace años para evitar su deterioro (por humedad e iluminación inapropiada) y por la carencia de sistemas de vigilancia y alarma acordes”, indica. Y coincide en que reacondicionar el inmueble a las normativas actuales [para un museo que exhiba obra original] “resultaría millonariamente imposible”.

Los familiares de Molina Campos ven supuestos errores en los que se basan las ordenanzas municipales y las medidas de protección del inmueble que se están propiciado en el Congreso Nacional y en la Legislatura bonaerense. Enumeran algunos: que “el edificio no es histórico (es de 1979), no fue la casa de Molina Campos (quien murió 20 años antes de su construcción), el artista jamás anheló que su obra estuviera en Moreno (sino la habría dejado allí) y el museo como tal no fue nunca habilitado por el municipio, que en 42 años tampoco propició ningún corredor turístico ni manifestó interés por preservarlo”, señala Giménez Molina. Y en parte de estas afirmaciones coincide la Fundación.

Recinto interior del Museo Molina Campos de la localidad de Moreno
Recinto interior del Museo Molina Campos de la localidad de MorenoFundación Molina Campos

En todo caso, ambos mencionan que donde sí vivió durante algunas temporadas espaciadas el pintor es en el rancho Los Estribos, situado en Cascallares, recinto que fue visitado por Walt Disney y que hoy estaría “tomado” por terceros, según indican, a pesar de que en el año 2000 fue declarado Sitio de Interés Histórico”. “Como vaticinio del futuro que tendría el museo bajo la órbita municipal, se puede mencionar esa propiedad histórica del Municipio de Moreno que se encuentra desde hace más de diez años usurpada, derruida y sumida en el abandono”, señala la familia.

La alternativa porteña

“Como único descendiente directo, promuevo y aliento hace al menos 20 años la creación de un espacio dedicado a su obra en la ciudad de Buenos Aires, donde mi abuelo vivió la mayor parte de su vida: enseñó dibujo en el Colegio Nacional Nicolás Avellaneda, integró organizaciones culturales como la Peña del Tortoni y la Orden del Tornillo, se casó, tuvo a su única hija -Hortensia “Pelusa” Molina-, y realizó la primera exposición en la Rural de Palermo y muchísimas más allí y en diversas galerías”, subraya Giménez Molina. Y menciona que “los socios creadores de la Fundación (entre ellos su viuda, el biógrafo Juan Carlos Ocampo y Florencia Güiraldes) previeron por estatuto que en caso de disolución de la fundación los cuadros sean incorporados a la colección de obras del Museo Nacional de Bellas Artes (el cual posee algunas creaciones del pintor). Pero, como van las cosas, o se pierden en Moreno o los dos museos dedicados a Molina Campos estarán juntos en San Antonio de Areco, y la ciudad de Buenos Aires seguirá sin contar con un lugar donde el público argentino y extranjero pueda disfrutar de la obra del pintor ícono de argentinidad”, valora.

Consultado por LA NACION, el director del Museo de Bellas Artes, Andrés Duprat consideró que “Molina Campos es realmente un artista relevante y singular, nos parece que ameritaría y nos gustaría enriquecer esta colección tan importante con un fondo Molina Campos”.

Rancho de Cascallares, emplazamiento donde pintó y vivió por temporadas el artista
Rancho de Cascallares, emplazamiento donde pintó y vivió por temporadas el artista

En relación al proyecto de ley presentado por la diputada María Cristina Álvarez Rodríguez en la Comisión de Cultura, este propone declarar Monumento Histórico Nacional al edificio y Bien de Interés Histórico Nacional y Bien de Interés Artístico Nacional a la colección de obras del autor pertenecientes al Museo.

Entre los argumentos de la propuesta legislativa, el texto menciona: “Los sitios históricos deben reunir determinadas características, entre las que se destacan aquellas que dan testimonio de las formas de vida de una época como elemento expresivo que trasciende por sus valores artísticos y por el carácter y la historia de los personajes que involucra. El Museo Florencio Molina Campos sintetiza estas características, ya que constituye el testimonio palpable de la vida del pintor y su compañera María Elvira Ponce Aguirre, que hicieron de ese sitio en particular el lugar en el que se desarrolló su obra artística, pero más aún, fue el lugar en el que se integraron con el entorno natural y poblacional, generando un foco cultural que aún permanece y que se pretende proteger mediante esta ley. Este lugar fue donde se desarrolló también una historia de amor y compromiso, que iba en contra de los parámetros y estructuras de la Argentina de los años 30. Molina Campos era divorciado, por ello su unión con Elvira debió realizarse en Uruguay en 1932, más tarde en 1937 también contrajeron nupcias en los Estados Unidos y en 1954 finalmente se casaron en Argentina al aprobarse la ley de divorcio sancionada durante el gobierno del Presidente Perón. En el año 1932 adquirieron unos lotes en Cascallares, partido de Moreno, donde levantaron el rancho Los Estribos, enamorados del lugar. Allí se produjo gran parte de la obra de Molina Campos y fue también donde permanecieron hasta la muerte de cada uno de ellos”. Y agrega: “Molina Campos falleció en 1959, sus restos que en principio permanecieron en la bóveda familiar de Recoleta, en la década del 70 fueron trasladados al Cementerio de Moreno, en donde permanecen. Desde entonces, su esposa se propuso levantar un museo para conservar y promover la obra del artista”.

La Comisión Nacional de Monumentos, de Lugares y de Bienes Históricos que preside Teresa Anchorena informó, aunque no de forma vinculante, respecto al proyecto de ley. Sin embargo, para su aprobación definitiva, el texto deberá ir a sesión en Diputados. Sobre ello, Anchorena explicó a LA NACION: “La propuesta declaratoria fue evaluada por la Comisión, que se expidió diciendo que consideraba que el predio podía ser un Lugar Histórico Nacional”, señala, aunque aclara que el organismo al que representa no se pronunció en absoluto respecto a las obras de la colección, de las cuales no habría un inventario claro.

De concretarse alguna figura de protección estatal sobre el inmueble, se abren nuevos interrogantes en relación a los siguientes pasos que podrían darse de cara al resguardo y difusión de gran parte de la obra de uno de los artistas más relevantes del país.

Cuáles son las claves para participar de una subasta de obra de arte

Fuente: Ámbito ~ Muchos de los aficionados adquieren las más reconocidas pinturas a través de galerías, familiares y artistas amigos. Sin embargo, las subastas mantienen un lugar predominante.

El fundador del Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires (MALBA) Eduardo Costantini participó de una subasta organizada por la casa de remates Sotheby’s en Nueva York, Estados Unidos, y pagó u$s34,9 millones por el autorretrato «Diego y yo» de Frida Kahlo.

Se trata de una obra que pintó la artista mexicana en 1949, bajo la dedicatoria «Para Florence y Sam con el cariño de Frida». A su vez, se convirtió en la obra de arte latinoamericana más cara del mundo, cuadruplicando el anterior máximo histórico de u$s8 millones logrado en 2016 por la propia autora.

En este caso, el empresario argentino incorporó a su colección privada al autorretrato en primer plano de Kahlo de 30 centímetros de alto y 22,4 de ancho. Sobre su significado, la pieza simboliza la tumultuosa relación entre ella y su esposo Diego Rivera, quien plasmaba contenido político y social en edificios públicos.

La pintura representa a una mujer llorosa con el rostro de su marido pintado en la frente, quien, a su vez, luce sobre sus dos ojos un tercero que representa la continua presencia de su marido en su mente.

Costantini lleva invertido más de u$s25 millones en nuevas obras en el último año. Desde que comenzó la pandemia del Covid-19 incorporó a su colección Omi Obini (Wifredo Lam) por u$s 9,6 millones, Armonía (Remedios Varo) por u$s6,2 millones, Autorretrato (Alice Rahon) y Paisaje cubano (Mario Carreño).

«Es muy difícil que aparezcan en el mercado este tipo de obras superlativas y cuando lo hacen, intento comprarlas porque pueden pasar cincuenta años hasta volver a verlas», explicó en un comunicado del Malba. «Con foco en el arte moderno latinoamericano, mi objetivo siempre fue reunir las mejores piezas del mejor período de los artistas centrales de la región», sumó.

Claves para participar de Sotheby’s

  • Entre quienes participan de las ventas online, un tercio de los compradores tienen menos de 45 años.
  • Si bien se destaca por un fuerte mercado de vinos, relojes y objetos lujosos, las compras de las obras literarias crecen cada vez más. En tanto, de las 370 ferias, ahora sólo unas pocas se hacen por internet, como Art Basel que fue visitada por 93 mil personas el año pasado y ahora fue «visitada» a través de medios tecnológicos por 230 mil personas. Aún así, en todos los caso se deberá hacer un registro personal en el sitio oficial de la subasta, en el cual será necesario obtener un usuario y contraseña. Antes de completar el formulario y obtener la cuenta, se tendrá que leer con atención las condiciones para evitar sorpresas.
  • En el sitio web se encontrará las imágenes, descripciones y el valor estimado de las piezas a la venta bajo un mínimo y un máximo de costo, aunque se puede superar si muchos compradores potenciales aumentan su oferta.
  • Se podrá decidir en qué moneda participar aunque generalmente se utilizan euros o dólares.
  • Las ofertas se pueden enviar en cualquier momento durante la subasta en línea: por lo tanto, no es necesario seguir los tiempos de un subastador. Al finalizar el evento, se enviará un correo electrónico para informarle si la oferta fue exitosa.
  • Se debe tener en cuenta muchos factores además del precio de la subasta. Por ejemplo, los impuestos (IVA o equivalente, impuesto de importación, aranceles aduaneros y cualquier tarifa de despacho de aduanas local aplicable a su país), costos de envío, cobertura de seguro por daños o pérdidas (1% del precio de compra).

Eduardo Costantini compró la obra de Frida Kahlo que marcó un récord para el arte latinoamericano

Fuente: La Nación ~ Se remató anoche en Sotheby’s por 34,8 millones de dólares un autorretrato de la pintora mexicana que refleja su tortuoso vínculo con Diego Rivera; el récord anterior lo ostentaba una pintura del muralista, también adquirida por el fundador del Malba.

Amantes y rivales, en un duelo interminable. Eso demostraron ser una vez másFrida Kahlo yDiego Rivera, cuando la artista mexicana recuperó anoche su récord mundial para el arte latinoamericano con un autorretrato que los representa juntos y refleja el traumático vínculo entre ambos. Diego y yo, pintura rematada en Sotheby’s por 34,8 millones de dólares, desplazó así del podio al muralista con el que se casó dos veces también por partida doble, ya que era hasta ahora el más cotizado dentro y fuera de las subastas. Horas más tarde se confirmó que la obra fue comprada por Eduardo Costantini, fundador del Malba.

En 2016, el coleccionista argentinoanunció que había comprado en forma privada Baile en Tehuantepec, de Rivera, por 15,7 millones de dólares. Dos años después Christie’s vendió Los rivales, también del muralista mexicano, por 9,7 millones, cifra récord hasta anoche para el arte latinoamericano en remates públicos.

“Esas tres lágrimas que caen sobre sus mejillas son las más poderosas que he visto en toda la historia del arte”, asegura Anna Di Stasi, directora de arte latinoamericano de Sotheby's
“Esas tres lágrimas que caen sobre sus mejillas son las más poderosas que he visto en toda la historia del arte”, asegura Anna Di Stasi, directora de arte latinoamericano de Sotheby’sGentileza Sotheby’s

Costantiniconfesó entonces que saldaba así una deuda pendiente. Había querido comprar esa obra en 1995, cuando se remataba en Sotheby´s la colección IBM y su presupuesto limitado lo obligó a decidirse por una sola: eligió Autorretrato con chango y loro, de Kahlo. Al pagar por ella 3,1 millones de dólares, la convirtió por mucho tiempo en la más cara del arte latinoamericano. Seis años más tarde la donaría al museo, donde aún se destaca como una de las piezas icónicas de la colección.

Frida ocupó ese puesto varias veces. Ya lo había alcanzado con Diego y yo en 1990, cuando se vendió en Sotheby’s por 1.4 millones de dólares. También conDos desnudos en el bosque (La tierra misma), obra vendida por ocho millones en Christie’s en 2016, que continuaba marcando su récord personal hasta ayer.

Baile en Tehuantepec, de Diego Rivera, fue comprada por Eduardo Costantini por 15,7 millones de dólares. Hasta ahora era la más cara de un artista latinoamericano
Baile en Tehuantepec, de Diego Rivera, fue comprada por Eduardo Costantini por 15,7 millones de dólares. Hasta ahora era la más cara de un artista latinoamericanoGentileza Malba

El cuadro que ahora regresa al podio fue pintado en 1949, año en que Rivera pintó otro sensual retrato de la diva mexicana María Félix. Muchas coinciden en señalar que esto desencadenó una nueva crisis entre Frida y Diego, que habían acordado respetar sus respectivas infidelidades. “Esa relación fue objeto de numerosos rumores –señala Sotheby´s-. Y aunque bromeó públicamente al respecto, Kahlo, que era amiga de Félix, quedó profundamente herida”.

Diego y yo puede considerarse un retrato doble. Sobre la frente de Kahlo se ve una pequeña imagen de Rivera, con un tercer ojo, que según la casa de subastas simboliza “el grado que él ocupó en su conciencia”. El cabello suelto de ella, generalmente recogido trenzas, parece estrangularla; tiene las mejillas enrojecidas y una mirada intensa y llorosa.Curadores de Sotheby´s hablan sobre Diego y yo, el retrato de Frida Kahlo

“Esas tres lágrimas que caen sobre sus mejillas son las más poderosas que he visto en toda la historia del arte”, asegura Anna Di Stasi, directora de arte latinoamericano de Sotheby´s, en un video dedicado a la obra. “El cabello parece indomable y natural pero también envuelto sobre su garganta, como sofocándola –observa por su parte Julian Dawes, codirector de arte impresionista y moderno de Sotheby’s en Nueva York-. En esa época de su vida había muchas circunstancias que la sofocaban. Y unos pocos años más tarde muere, a la corta edad de 47″.

Para entonces, en 1954, se había sometido a 35 operaciones como consecuencia de un choque contra un tranvía, tenía una pierna amputada y había abortado tres veces los hijos que soñaba tener con Rivera, el gran amor de su vida, que la engañó hasta con su propia hermana. Aunque ella también tuvo sus amantes -incluidos León Trotsky y, se supone, Chavela Vargas-, esta última infidelidad provocó el divorcio. Pero volverían a casarse en 1940, tras hacer un trato: dormirían en camas separadas y no se exigirían más de lo que pudieran dar.

Autorretrato con chango y loro, comprada por Costantini y donada al Malba
Autorretrato con chango y loro, comprada por Costantini y donada al MalbaGentileza Malba

“Nadie sabrá jamás cómo quiero a Diego. No quiero que nada lo hiera, que nada lo moleste y le quite la energía que él necesita para vivir. Si yo tuviera salud, quisiera dársela toda. Si yo tuviera juventud, toda la podría tomar”, escribe Frida en su diario, publicado por La Vaca Independiente en 2010. Ocho años más tarde, Google Arts & Culture le dedicaría Caras de Frida, un sitio propio donde se puede repasar su legado. Cuerpos abiertos, sangre, calaveras, mujeres muertas y, sobre todo, la mirada penetrante de su propio rostro: todo eso muestran sus obras descarnadas, muchas de las cuales fueron pintadas desde la cama, frente a un espejo.

“Frida Kahlo describe directamente su propio dolor, su dolor no la vuelve muda, su grito es un aullido articulado porque alcanza una forma visible y emocional”, observaCarlos Fuentes en la introducción de El diario de Frida Kahlo, donde define a Rivera como “un anarquista, un mitómano, un mentiroso compulsivo y un narrador fantástico”. “Ella admitía que sufrió dos accidentes en su vida, el del tranvía y el de Diego Rivera –recuerda el escritor–. De su amor por el hombre no cabe duda. Él era infiel. Ella se lo reprochaba: ¿cómo podía Diego tener relaciones con mujeres indignas de él, inferiores a él? Él lo admitía: mientras más amaba a Frida, más quería dañarla.”

Anoche, ella tuvo una nueva revancha.

Carlos Aschero: el arte rupestre como archivo de la memoria

Fuente: Argentina ~ El arqueólogo, uno de los primeros exploradores científicos de la Cueva de las Manos, acaba de descubrir restos humanos de alrededor de 40 mil años en la Puna Catamarqueña. En esta nota, un breve repaso sobre su carrera y el rol de la ciencia ante investigaciones que pueden afectar a las comunidades locales.

Desde hace más de 45 años, el arqueólogo Carlos Aschero sigue las huellas de nuestros antepasados para descubrir el hilo conductor de nuestra identidad. En 2018, hizo un descubrimiento fascinante: con su equipo, encontró en una excavación en la Puna catamarqueña, artefactos de piedra, mechones de pelos humanos y dos huesos de un perezoso gigante extinto. El mechón humano tiene una antigüedad de 40 mil años, algo que pone en discusión las teorías dominantes que aseguran que los seres humanos llegaron a América hace 14 mil o 17 mil años atrás.

Aschero nació en 1946 y se graduó en Ciencias Antropológicas, con orientación en Prehistoria y Arqueología, en 1974. Sus temas centrales de investigación fueron y son el arte rupestre y la tecnología lítica en la (Antofagasta de la Sierra), la Puna jujeña (Azul Pampa y Coranzulí) y la cuenca del Río Pinturas en Santa Cruz, donde se encuentra la famosa Cueva de las Manos, patrimonio mundial de la humanidad. Allí llegó en 1973, con el topógrafo y arqueólogo Carlos J. Gradin, para realizar las primeras investigaciones científicas auspiciadas por el CONICET.

La Cueva de Las Manos, en Santa Cruz, se destaca por la complejidad del arte rupestre, que permite entender cómo vivieron nuestros antepasados.


Negativo de manos en la Cueva de las Manos. Fuente: web del sitio arqueológico

Actualmente, Aschero es director del Instituto de Arqueología de la Facultad de Ciencias Naturales de la Universidad Nacional de Tucumán, y del ISES de CONICET y UNT. Antes, trabajó en el Instituto Nacional de Antropología (INAPL), en Buenos Aires, donde armó un equipo de investigadores sobre la Patagonia que sigue activo y con quienes comparte proyectos sobre sitios con arte rupestre en el NOA y la Patagonia.

Premio Trayectoria 2017 del Fondo Nacional de las Artes, además, es egresado de las escuelas de bellas artes “Manuel Belgrano” y “Prilidiano Pueyrredón”. Es decir, un artista que estudia las expresiones humanas más antiguas que se conocen.

-Uno de tus primeros trabajos fue la investigación sobre la Cueva de las Manos. ¿Cómo empezó tu interés por el arte rupestre? ¿Hubo alguna relación con tus estudios sobre arte?

-Sí, claro. Mi interés por el arte rupestre viene de mis estudios de artes plásticas y de una visita temprana (década del 60) de cuevas paleolíticas europeas como Altamira y Lascaux. El inicio de las excavaciones en Cueva de las Manos fue en 1973 integrando el equipo de C.J.Gradin. En ese entonces pudimos fijar una primera cronología para el primer estilo de escenas (A1), en ocre, hacia 9300/9400 años AP (NdR: Antes del Presente). En 2010, retomé las investigaciones e hicimos una nueva excavación con Ana Aguerre (Pequeña, en 2014) que nos permitió fijar dataciones relativas para los estilos de escenas que yo llamé A2, A3, A4 y A5, (2010) siguiendo la denominación de «grupo estilístico A» dado por Gradin al «paquete» de todos los estilos de escenas de caza colectiva. Cueva de las Manos tiene 6800 años de uso (9300-2500 AP) en que se han superpuesto distintos estilos, diferenciándose por colores distintos en las superposiciones de uno sobre otro.

-En la Cueva de las Manos y también en Cacao, el sitio arqueológico en la Puna de Catamarca, se descubrió que hay superposición de impresiones. ¿Qué significa?
-En Cacao no hay negativos de manos, pero sí superposiciones de representaciones que incluyen todos los estilos o modalidades estilísticas conocidas para Antofagasta de la Sierra. Al igual que en Cueva de las Manos, el que esas superposiciones usen colores diferentes y no «tapen» u oculten las representaciones anteriores significa un interés expreso en mantener visible los que sus ancestros han pintado.

Y es en este sentido que podríamos decir que estos sitios son verdaderos «archivos de la memoria generacional» que sustentan y refuerzan la memoria colectiva del grupo social. En ambos casos también, la replicación de representaciones de ciertos estilos en uno u otro sitio del nomadismo estacional del grupo social, sea para la caza o la alternancia de campos para el pastoreo de la hacienda (llamas), está implicando una función de demarcación e identidad, de la pertenencia del sitio a determinado grupo.

-¿Cuáles son las novedades sobre el descubrimiento en el sitio del Cacao 1.A., en Catamarca?
-En la segunda quincena de febrero, retomaremos el trabajo en Cacao. Como novedad, tenemos tres dataciones AMS (NdR: datación por radiocarbono a través de espectrómetro de masas) sobre el mechón de pelo humano que rondan los 40 mil años del Laboratorio CAIS de la Universidad de Georgia, Estados Unidos, y de la Universidad de Oxford. El mechón que está originalmente recortado —un corte «recto» en la zona de inserción— no dio sustancia adecuada para ADN. Algo que se va a intentar en otro laboratorio.
Otro resultado que obtuvimos recientemente es la datación de ca.17.000 años sobre sustancia adherida al filo de un artefacto de piedra tallada. Datación que considero posiblemente «rejuvenecida» por problemas de humedad de la muestra y porque el artefacto estaba junto a una costilla de Scelidotherium (el perezoso extinto), datada en ca.39.000 años AP. Se ha mandado a datar un duplicado de esa muestra. Son todas fechas no calibradas. En la última campaña tuvimos una ocupación, en un costado del alero, datada en 10.400 años AP (Antes del Presente), que prendió un fogón cavando la capa superior de fecas disgregadas de megafauna donde está la ocupación de 40.000 años AP.


Alero del sitio arqueológico del Cacao 1.A., en Catamarca, donde se hallaron restos humanos de 40 mil años. Fuente: Infobae

-¿Cuál es la diferencia entre las antiguas poblaciones que habitaron la zona de la Cueva de las Manos y las que habitaron en Antofagasta?

-El problema es que en ninguno de los dos casos tenemos restos funerarios (esqueletarios, en particular) que definan físicamente o el pool genético de ambas poblaciones.

-¿Qué interés movía a nuestros antepasados a dejar sus huellas allí? ¿De algún modo contribuía a reforzar su identidad?

-Si a lo que te referís es al arte rupestre, creo que —más allá de la discusión vigente sobre si el arte indígena es o no «arte» como el actual— ese arte de las poblaciones originarias es ideología como lo fue el Guernica de Picasso; los murales mexicanos, o los cuadros de escenas de caza con perros de la burguesía inglesa o europea. Muestran un determinado valor dados a los objetos, cosas o animales del mundo que los rodeaba siguiendo una cierta estética particular y dominante en cada sociedad.

En tal sentido, como ideología, refleja elecciones e identidades propias de cada grupo y cumple determinadas funciones que responden a las formas particulares de articulación de esa sociedad con su medio físico y social. Funciones que pueden ser didácticas (las escenas de caza de Cueva de las Manos para enseñar las acciones incluidas a los jóvenes cazadores), operar como esos archivos de la memoria de los que te hablé o como demarcación territorial. Funciones, no significados que es otro problema a dilucidar con fuentes históricas, etnográficas o relatos orales, si es que se puede.


Mechón de pelo humano de alrededor de 40 mil años que hallaron Aschero y su equipo. Fuente: Infobae

-Solés decir que los arqueólogos tienen dos tareas importantes, la búsqueda de la información y la conservación. ¿Qué quiere decir?

-Producir información nueva debe estar ligado a la conservación de la integridad física del sitio que interviniste, de alguna forma. Y para eso es crucial compartir la información generada con los pobladores de lugar, de las poblaciones cercanas y con la misma «gente de campo». Dejar clara la importancia del sitio y su valor patrimonial. Son ellos los que verdaderamente pueden establecer las formas adecuadas para el cuidado del sitio.


Con el equipo que realizó el descubrimiento. Fuente: Télam

-Estos descubrimientos suelen atraer turismo cultural a las regiones. ¿Qué relación deben tener los investigadores con las poblaciones actuales de las zonas?

-Directamente ligado a lo anterior, tanto Cueva de las Manos como Antofagasta de la Sierra han acrecentado en forma más que notable las visitas del turismo nacional y extranjero y, además de una conciencia patrimonial vigente entre la gente del lugar, son las Municipalidades locales las que tienen que estar directamente involucradas en las estrategias de preservación y manejo de los sitios arqueológicos. El sistema de visitas guiadas —con guías adecuadamente formados— y para cupos delimitados de visitantes, es una de esas estrategias «insoslayables» bajo cualquier situación.

«Proyectos Museos» abre la convocatoria 2021/2022

Fuente: Ministerio de Cultura~ Se trata de una convocatoria para la presentación de proyectos de investigación, referidos distintas líneas temáticas específicas, destinada a grupos de investigación, integrados por agentes que presten servicios en los Museos e Institutos Nacionales del Ministerio de Cultura de la Nación e investigadores del CONICET de todo el país.

CERRADA  Del 19 de Noviembre de 2021 al 4 de Marzo de 2022.

El Ministerio de Cultura de la Nación y el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas convocan a grupos de investigación, integrados por agentes que presten servicios en los Museos e Institutos Nacionales de aquel Ministerio e investigadores del CONICET de todo el país.

Se trata de una convocatoria para la presentación de proyectos de investigación, referidos a las siguientes líneas temáticas específicas:

  1. Preservación y conservación del Patrimonio.
  2. Digitalización y accesibilidad de colecciones.
  3. Estudios de públicos.
  4. Desarrollos de guiones museográficos y curadurías.
  5. Diseño de exhibiciones.
  6. Otros con justificación suficiente.

Descargá acá las Bases y Condiciones / Guía de Plan de Trabajo / Instructivo Proyectos Museos / Listado de Instituciones.

Esta Convocatoria está destinada a financiar la suma total de PESOS TRES MILLONES ($ 3.000.000), se fomentará la realización de proyectos de hasta

PESOS TRESCIENTOS MIL ($ 300.000) cada uno, los que deberán ser ejecutados dentro de un lapso de un año calendario.

Se espera que esta convocatoria tenga un carácter federal y que los proyectos de investigación reflejen la heterogeneidad de perfiles territoriales existentes en el país.

La Presentación se realiza por SIGEVA. El sistema se habilitará el 19 de noviembre de 2021.

La convocatoria permanecerá abierta hasta el 4 de marzo de 2022.

Para consultas sobre aspectos específicos relacionados con el ingreso de datos en el formulario, deberán dirigirse por correo electrónico a la siguiente dirección: proyectosespeciales@conicet.gov.ar

Para consultas referidas a las temáticas de investigación que se promueven, deberán dirigirse por correo electrónico a la siguiente dirección: conicetpatrimonio@cultura.gob.ar

Las últimas pinturas de Marcelo Alzetta, un artista por siempre joven

Fuente: La Nación ~ A meses de su muerte, a los 43 años, se exhiben en San Telmo las pinturas realizadas por el artista tandilense entre 2020 y 2021; fue también dibujante y músico.

El artista tandilense Marcelo Alzetta nació en septiembre de 1977. Tuvo una infancia frágil a causa del situs inversus, una rara malformación genética. Desde chico le gustó pintar y su sueño era convertirse en artista. En la adolescencia comenzó a asistir a las clases del historietista uruguayo Alberto Breccia y en ese taller conoció a sus compañeros de El Tripero con los que crearía la mítica revista homónima. Tomó clases con Ahuva Szlimowicz y conoció al pintor y escultor Pablo Suárez, que lo vinculó a algunos artistas de la escena de los años noventa en la ciudad de Buenos Aires, con quienes comenzó a participar de exposiciones colectivas. Por unos años, Alzetta fue pareja del artista Marcelo Pombo. Vivió en Buenos Aires, pero en 2007 regresó junto a su familia, en Tandil, por complicaciones relacionadas con su enfermedad; dos años después tuvo un trasplante de pulmón.

En 2008 hizo su primera muestra individual y a lo largo de los años expuso con frecuencia en forma colectiva e individual. En 2017, el sello rosarino Iván Rosado publicó el libro Paseo con sus dibujos y pinturas y, en 2019, el escritor, músico y editor Francisco Garamona dirigió el documental Marcelo Alzetta: una baldosa renacentista, que recoge su testimonio. Al año siguiente editó Museo primitivo, un disco de larga duración de música electrónica. Sus últimos años fueron críticos, debido al deterioro de su salud. A los 43 años y a la espera de un segundo trasplante, murió el 2 de mayo de este año.

"Dame una mano"
«Dame una mano»

A fines de septiembre y cerca del aniversario de su nacimiento, en la galería Calvaresi Contemporáneo (Defensa 1136) se inauguró una muestra póstuma con las catorce obras que Alzetta pintó entre 2020 y 2021. Al cuidado de la curadora e investigadora Jimena Ferreiro, Una rosa es una rosa -como el título de una canción de Mecano y el verso de Gertrude Stein- se puede visitar hasta el jueves 18. Una pintura de Alzetta también integra la megamuestra Simbiología en el CCK. Tanto Amalia Amoedo, para el acervo de Colección Fortabat, como Alec Oxenford adquirieron obras del artista tandilense.

“Estoy segura de que estas catorce pinturas producidas intensamente entre 2020 y principios de este año, luego de haber acordado con Calvaresi su primera muestra individual en la galería, son el resultado de un trance y del presagio de su inminente trascendencia -dice Ferreiro, que actualmente se desempeña como coordinadora de Planificación Museológica de la Dirección Nacional de Museos-. Por eso trabajó con apuro y con una lucidez sorprendente. La modestia habitual de los motivos de su pintura temprana, una vez que el comic underground le quedó corto y sus personajes ganaron escena, parecen ejercicios preparatorios frente a la sofisticación de las obras del final. El mundo freak y tecno dio lugar a la belleza plácida y metafísica con escenas equilibradas y elegantes, como si hubiera programado una despedida apropiándose del tono mayor de la pintura y celebrando una amistad que los unió desde la infancia”. Los acrílicos fueron colgados según lo acordado con el artista, a la altura de la mirada y en una pared pintada de color rosa, y durante la visita se pueden escuchar temas de Museo primitivo y hojear un número especial de la revista El Tripero con dibujos de Alzetta.

"Margarita", obra de 2020
«Margarita», obra de 2020

Heredero descarriado y por siempre joven de los artistas agrupados en el Centro Cultural Rojas en los años 1990, Alzetta enriquece sus pinturas con un elenco de personajes híbridos, a veces espectrales, emparentados con la historieta, la ficción especulativa y el arte kitsch. En sus obras, un caniche puede nacer de un huevo, el cuerpo de una criatura puede estar hecho de chicle, las lágrimas, tener el tamaño de una persona; el sol, además, puede convertirse en un emoji con ojos de corazones.

Marcelo Alzetta también grabó un disco de música electrónica: "Museo primitivo"
Marcelo Alzetta también grabó un disco de música electrónica: «Museo primitivo»Pamela Wehrhahne

“Esta exposición tenía que suceder y acá estamos, celebrando la pintura de Marcelo Alzetta, haciendo de cuenta que la muerte no existe porque su obra es capaz de todo tipo de animismo”, escribe Ferreiro en el texto del catálogo. “La vocación por los géneros menores, los temas humildes y por la tradición moderna devaluada expresan una sensibilidad minoritaria que representa una de las idiosincrasias más consolidadas del arte argentino -apunta Ferrerio-. El mantel de hule, las flores de plástico, las naturalezas muertas fantasmagóricas, entre otras formas que alumbra su última serie y que ahora toman estado público con esta exposición póstuma, pueden pensarse como cadáveres exquisitos”.

"Pálida flor", acrílico sobre tela de Marcelo Alzetta
«Pálida flor», acrílico sobre tela de Marcelo Alzetta

En las pinturas expuestas en la galería de San Telmo, aparecen raras floraciones con ojos, ikebanas semiabstractos, una marina crepuscular y plantas que, en vez de hojas, lucen telarañas. No falta el humor en obras como Margarita (un daiquiri con palmeras) ni el candor en Pichón de hornero abandonado. La pintura de cielos y fondos fue una de las especialidades de Alzetta, en cuya obra late una síntesis visual de melancolía, poesía y vivacidad.

Para agendar

Una rosa es una rosa. Para coordinar una visita se puede escribir por mensaje directo de Instagram o a info@calvaresicontemporaneo.com. De martes a viernes, de 12 a 17.30, en Defensa 1136.