Monumentos sin alma: la advertencia que hacía El Litoral en los ‘70

Fuente: El Litoral – El crítico Jorge Taverna Irigoyen planteaba, en un artículo publicado en enero de 1976, la urgencia de valorar la creatividad nacional frente a las réplicas vacías.

Un día como hoy, 21 de enero, del año 1976, El Litoral publicó un artículo firmado por Jorge Taverna Irigoyen bajo el título “Entre estatuas y monumentos”. Allí, señala que los cuestionamientos por parte de la Academia Nacional de Bellas Artes respecto a la proliferación de réplicas de la escultura ecuestre del General San Martín, enfatizando que, tras más de un siglo de su creación por un escultor francés, estas copias carecen de representatividad simbólica. Y llama a promover obras originales de artistas nacionales que revitalicen el legado histórico.Archivo El Litoral

Archivo El Litoral


El artículo denuncia la persistencia de una escultura anacrónica y desprovista de contemporaneidad en el país, con monumentos que repiten fórmulas pasadas y carecen de dignidad en su concepción, materiales y emplazamiento. Sostiene que Argentina cuenta con destacados escultores capaces de aportar innovación y autenticidad, pero se enfrenta a una cultura de homenajes que perpetúa el anti-arte. Y llama a valorar la creatividad nacional y a defender lo auténtico frente a esta crisis simbólica. A continuación, los párrafos mas salientes.

“Recientemente, la Academia Nacional de Bellas Artes se expidió acerca de la excesiva cantidad de réplicas efectuadas de la estampa ecuestre del General San Martín, en monumentos del interior del país y del extranjero. En los considerandos, se ponía especial énfasis en el hecho de que, a más de cien años de realizada la obra original por un escultor francés, no era lógico que se continúe emplazando copias, ya de escasa representatividad simbólica, cuando existen creadores nacionales de probado valor, capaces de revitalizar iconográficamente el testimonio histórico”.Archivo El Litoral / Arte de la Argentina

Archivo El Litoral / Arte de la Argentina


“Sin embargo, en el país se continúa rindiendo culto a una escultórica pasatista, anacrónica, falta de todo real sentido de contemporaneidad. Los monumentos que se emplazan, los homenajes que se cumplen, corresponden más al siglo pasado por imbricarse desde el punto de vista expresivo con cánones y simbolizaciones de limitados alcances: dado el disloque con el hombre que piensa y que siente de acuerdo con su época. Y en tal aspecto, resulta deplorable el panorama ofrecido de bustos, grupos escultóricos, forzadas estilizaciones, que intentan rescatar inútilmente la memoria de un hombre o el homenaje a determinada gesta, a lo largo y ancho del territorio nacional”.

“Si al contenido simbólico y a la tónica realizativa se le agregan los otros medios: materiales espurios, basamentos desacordes, ubicaciones erróneas, se llegará a dimensionar la gran culpa que, merced a la anuencia y el silencio de diversos sectores se está compartiendo en este aspecto dentro de la cultura artística argentina”.Archivo El Litoral

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“Porque los homenajes deben comenzar por tener dignidad. Dentro de esta verdad de perogrullo, quienes organizan la erección de un monumento (sean autoridades, instituciones, comisiones, etc) habrán de recapacitar debidamente acerca de la noble naturaleza que el mismo revierte como testimonio; y que si comienza por nacer de una improvisación o de una reiteración de fórmulas -aduciendo costos u otras falacias- tal homenaje terminará constituyéndose en pública impostura. Lo que equivale a una desgracia por partida doble”.

“Que la Argentina posee grandes escultores, es una afirmación incontestable. De tal importancia creadora, existen obras que no sólo arrojan el saldo de una capacidad conceptiva, sino también la ejemplar relevancia de un arte sin condicionamientos. Desde Francisco Cafferata, autor del monumento al Almirante Brown levantado en Adrogué (primer monumento de artista nativo erigido en un sitio público del país), pasando por Lucio Correa Morales, Rogelio Yrurtia, Arturo Dresco, Ernesto Soto Avendaño, Gonzalo Leguizamón Ponda, Antonio Sassone, hasta llegar a la primera generación modernista, con Pablo Curatella Manes, Antonio Sibellino y Sesostris Vitullo a la cabeza, mucho se ha hecho en el país”.Archivo El Litoral

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“Con esfuerzo, con denodado esfuerzo y mucha fe, pero salvando siempre las limitaciones del tiempo, de los recursos y aun de los propios hombres. Así es, también, como entre 1920 y 1930 madura una generación renovadora que, con hombres como Luls Falcini, Alfredo Bigatti y José Fioravanti, levantan una estatuaria realmente dignificadora a lo largo y ancho del país. Se realizan buenos monumentos dentro de visionarias concepciones agregándose más tarde obras de la Cárcova, Lagos, Juárez, Perlotti, Musso, Sforza, que en los últimos años adquieren a través de Blaszko, Kosice, Iommi, Macchi, Alonso, de San Luis, Badil, Gerstein, Penalba, Geró, Vinci, Romano de la Mata, un nuevo sentido espacial, liberador de las formas emancipador de los materiales”.Archivo El Litoral

Archivo El Litoral


“Esta trascendente conquista de los medios escultóricos, de la estatuaria simbólica no puede perderse. En momentos en que en el país están proliferando malos ejemplos de anti-arte, deben salir las voces a defender lo auténtico”.

¿Quién hizo la escultura ecuestre con la que Jorge Lanata sorprendió a Martín Caparrós?

Fuente: La Nación – Manuel Octavio Amor, productor radial y artista aficionado, creó la imagen del periodista vestido de emperador y montado a caballo; una anécdota que trasciende ahora, a diez días de la muerte del conductor, que llegó a ver terminado el encargo que hizo para su amigo.

En una columna periodística sobre la muerte de su amigo y colega Jorge Lanata, el escritor y periodista Martín Caparrós contó que en 2024 Lanata le había hecho llegar de regalo una escultura en la que se veía vestido de emperador romano y montado a caballo, cumpliendo así una promesa de amigos que se había vuelto, según dijo el escritor que reside en Madrid, un chiste cómplice. El creador de la escultura, de unos 80 por 80 centímetros, es el productor periodístico y artista aficionado Manuel Octavio Amor (Villa Bosch, 1985), que trabajó con Lanata. “Caparrós no sabe que la hice yo, pero su hijo Juan me comentó que le había gustado y se había conmovido mucho”, dice Amor a LA NACION. Una nueva edición de Antes que nada, la autobiografía de Caparrós donde Lanata aparece mencionado más de una veintena de veces, debería incluir la anécdota de la estatua ecuestre.

A comienzos de 2024, la “histórica” secretaria de Lanata, Margarita Perata, le escribió a Amor, que había sido productor del programa radial de Lanata en Radio Mitre por varios años. “Actualmente produzco los programas de Jorge Fernández Díaz y de Marcelo Birmajer, en Mitre -dice-. Margarita me escribe entonces para decirme que Lanata estaba buscándome, que quería verme en el Palacio Estrugamou. Fui a la casa y me recibió; siempre tuvimos muy buena relación. Me fui de vacaciones con él, en 2012, 2013, y con su familia. O sea, nos conocimos mucho tiempo. Nos pusimos a charlar, me puse a ver las obras de arte, me mostró algunas esculturas y cosas que tenía ahí en la casa”.

Manuel Amor, productor periodístico y escultor aficionado
Manuel Amor, productor periodístico y escultor aficionadoGentileza

Después de conversar un rato, Amor quiso saber el motivo del llamado. “Me dice: ‘Mirá, le quiero hacer un regalo a Caparrós; le prometí algo hace muchos años’, que fue esto que contó Caparrós -sigue el productor y escultor-. Lanata le quería hacer una escultura ecuestre gigante y ponerla en el patio de la casa, pero no pudo. ‘Le voy a tapar la mitad del patio’, dijo. Pero quería hacerle algo bastante grande”. El periodista Gabriel Levinas le había contado a su amigo Lanata que Amor hacía esculturas a partir de fotos.

En unos días, volvió con unas ideas dibujadas en bocetos. “Yo no soy escultor, no me dedico a eso -afirma-. Hago radio y streaming, esto es como un hobby, pero me gusta mucho. Y como lo hago de hobby, también depende de lo que me ofrezcan; a veces agarro, a veces no. No depende de la plata: si no me gusta, no lo hago. En este caso, obviamente me había gustado la idea porque a Martín lo conozco; trabajé con su hijo mucho tiempo y a él porque ha venido a Radio Mitre millones de veces. Sé cosas de él, no por haber hablado directamente, sino por lo que contaba Lanata”.

El proceso de copiado de la obra demandó un ida y vuelta entre Amor y Lanata
El proceso de copiado de la obra demandó un ida y vuelta entre Amor y LanataGentileza

Amor le llevó bocetos y le sugirió referencias y diferentes poses del “emperador Caparrós” a caballo. “Le había gustado esa que quedo y decidimos qué tipo de caballo iría -recuerda-. Hablamos un poco de Martín, averigüé qué cosas le gustaban, hablé con su hijo, Juan, como para conocerlo un poco más. He leído algunos de sus libros, pero nunca charlé con Martín. Me habían dicho que le gustaba la historia romana, y entonces le pusimos una armadura de emperador; por último, me aprobó la cara porque le llevé tres modelos distintos”. En la armadura se ven dos grifos enfrentados y a la altura del pecho, el rostro de la madre de Caparrós, la psicoanalista, médica y pionera feminista Martha Rosenberg.

En el peto de la armadura, se ven dos grifos y el rostro de la madre de Caparrós, Martha Rosenberg
En el peto de la armadura, se ven dos grifos y el rostro de la madre de Caparrós, Martha RosenbergGentileza

Para sus obras -entre las que se incluyen bustos de Jorge Luis Borges, Mick Jagger y el Jóker que encarnó Joaquin Phoenix-, Amor trabaja con plastilina a la que le agrega cera de abeja y parafina. “La cera de abeja lo hace elástico y la parafina endurece la plastilina; con ese material me puse a esculpir, salvo el rostro que lo esculpí con otro material que es un tipo de plastilina que se consigue en Estados Unidos; acá te cortan la cabeza”. Hizo el caballo por un lado y luego el cuerpo; cobró la segunda mitad del encargo contra entrega de la obra. “Él era muy estricto con eso”, dice.

“Fui hasta la casa y ahí la vimos terminada, estuvimos charlando sobre la escultura, le hice uno o dos retoques de algo que le parecía que había de cambiar. Le había gustado porque se parecía mucho a él, ya la versión táctil, decía que la cara se parecía a la de él. Lanata me había contado que le gustaba otro tipo de esculturas, no figurativas, abstractas, y me mostró un par de esculturas abstractas que tenía; nos quedamos charlando de eso”. Otras esculturas de Amor se pueden ver en su cuenta de Instagram, @manueloctavioamor.

Entre otros bustos, Amor hizo a Mick Jagger, a Borges y al Jóker
Entre otros bustos, Amor hizo a Mick Jagger, a Borges y al JókerGentileza

Cuando comenzó el proceso de copia, a mediados de 2024, Lanata ingresó en su primera internación. “No sabía qué iba a pasar pero terminé el proceso de copia, y en el medio ocurrió algo extraño con el curado de la resina, porque en una de las copias que hice la resina no curó, no terminó de solidificarse -cuenta-. Entonces, me agarró cierta incertidumbre. Después él se recuperó, se la mostré copiada por partes y la aprobó. Cuando se recuperó en una de las internaciones, se la llevé ensamblada y ya hecha, con la resina, pintada y con todo amalgamado”.

El resto de la historia, que incluye un viaje en barco de la escultura hasta el puerto de Génova, la contó el destinatario del obsequio.

Por Daniel Gigena

Es furor en Mar del Plata con sus esculturas de arena: «Las cosas lindas de la vida son efímeras»

Fuente: La Capital – Cristian Rivero es escultor y produce figuras solo con arena y agua. La Capital viajó a Mar del Plata para conocer los secretos de su técnica

En Mar del Plata esta temporada hay un nuevo furor que acompaña al mar y los tradicionales lobos marinos: las esculturas de arena de Cristian. El artista crea, con tan solo un balde de agua, dos pinceles y una porción de playa, animales de tamaño real en medio de las explanadas de la ciudad costera.

Para contar esta historia, La Capital viajó a La Feliz y dialogó con el escultor, que cada día produce en las playas céntricas un personaje distinto para el público que llega a veranear: delfines, ballenas, cocodrilos y hasta mantarrayas, solo utilizando elementos naturales del paisaje.

Se llama Cristian Rivero, y junto a su colega Sergio Zapata llegan a las playas a la hora del mediodía, cuando hay menos viento y la arena está seca, lista para moldearse correctamente. De a poco, comienzan a cavar un pozo de unos 3 metros, para luego, utilizando baldes de agua, caracoles y pinceles, moldear una figura que atraiga a todo aquel que camine por la rambla.

“Es importante que sea solo con arena porque queremos que sea efímero, que se desarme cuando nos vamos” contó el artista a La Capital, y aseguró que crear las figuras le toma “entre 2 y 3 horas”, pero que luego debe mantenerse cerca para ir sumándole agua y pincelando las imperfecciones que deja la exposición al viento y el sol.

Un arte exclusivo de Mar del Plata

En el lugar de la escultura, la gente comienza a amontonarse, a tomar fotos y a llenar de felicitaciones a los artistas, que no poseen ninguna red social ni teléfono celular por decisión propia, aunque agradecen amablemente a quienes registran o difunden su trabajo cotidiano. Quienes quieran disfrutar las obras, deberán acercarse a las playas de la feliz y presenciarlo por ellos mismos, con el mar y las olas de testigo, aunque la ubicación concreta se modifica en función del deseo de sus creadores.

Cristian Rivero y una de sus creaciones, con las playas de Mar del Plata de fondo.

Cristian Rivero y una de sus creaciones, con las playas de Mar del Plata de fondo.

Acerca de lo efímero que había mencionado, Rivero aseguró que es una característica innegociable en su arte, pero también de su modo de pensar y sentir: «Hay cosas en la vida que son así, duran poco y se nos desvanecen entre las manos. Nosotros también somos efímeros, me gusta pensar en eso«, concluyó.

Luciana Aymar tiene su escultura junto al Negro Fontanarrosa, Messi y Di María

Fuente: Diario El Norte – La exjugadora del seleccionado argentino de hockey volvió a su ciudad natal para ser homenajeada entre amigos, familiares y ex compañeros del deporte. En el emblemático bar rosarino, ahora la mejor jugadora de hockey del mundo, tiene su figura.

Figura indiscutida del deporte argentino, Luciana Aymar volvió a Rosario para ser homenajeada en su ciudad natal. En el emblemático bar El Cairo una escultura de la jugadora de hockey elegida ocho veces como Mejor jugadora del Mundo, acompaña ahora a la de Ángel Di María, Lionel Messi y Roberto Fontanarrosa.

«¿Sos bandera, tatuaje, te imaginabas ser escultura?» Fue una de las preguntas que le realizó la conductora del evento, la periodista Vanesa Valenti, a Luciana Aymar, quien subida al escenario y ante una decena de mesas integradas por su gente, respondió entre risas que no era algo que tenía en su cabeza.

Tampoco lo tenían Marisa Brida, ex Leona Rosarina y Claudia Médici, ex Leona y ex Jefa de equipo Leonas, cuando se sentaron en el bar El Cairo a tomar un café y vieron las esculturas ya existentes. Ahí, pensaron, faltaba «Lucha».

El lunes por la noche, finalmente la escultura se destapó bajo la atenta mirada de la homenajeada y su familia. Del emotivo encuentro estuvieron presentes no sólo los familiares de la rosarina, también ex compañeras de hockey del Jockey Club y del club Fisherton Rosario, al mismo tiempo que ex Leonas y deportistas destacados, y amigos, de la ciudad, como Cecilia Carranza, Nicolás Acosta y Maximiliano Rodríguez.

«Así como cuando me tocó ser abanderada en los Juegos Olímpicos dije que fue un premio al deporte en sí, al hockey y a la mujer, este es un gran reconocimiento a Lucha, pero en especial a Luciana persona. Por el gran esfuerzo para llegar hasta donde llegué. Y sobre todo a Las Leonas que consiguieron tanto. Es el premio a la mujer deportista”, dijo ante la prensa Aymar, en la previa al descubrimiento de su escultura.

En relación a volver a la ciudad que la vio nacer y donde en 2010 conquistó junto a Las Leonas el Mundial, Lucha destacó: «No se da muy seguido de jugar cerca de donde viviste toda tu vida, y encima ganarlo. Y ese reconocimiento lo tuvimos de la gente, saliendo a festejar en las calles, en el Monumento. Esa popularidad que tuvimos fue un gran regalo para las Leonas y para mí en particular».

La mejor de todos los tiempos

Luciana Aymar fue elegida ocho veces como la Mejor Jugadora del Mundo (2001, 2004, 2005, 2007, 2008, 2009, 2010 y 2013) y distinguida como “Leyenda del Hockey” en  2008, por la Federación Internacional de Hockey. En los Juegos Olímpicos, junto al seleccionado de hockey consiguió la medalla de Plata en Sidney 2000; Bronce en Atenas 2004 y Beijing 2008 y Plata en Londres 2012, en este último, además, fue elegida la abanderada de la delegación.

Disputó cinco Copas del Mundo y conquistó dos medallas de Oro y dos de Bronce. En el Champion’s Trophy, seis medallas de Oro, tres de Plata y una de Bronce, y en los Juegos Panamericanos, tres primeros puestos y una medalla de plata. Así, la rosarina se convirtió en la atleta argentina con más medallas obtenidas.

La escultura

Se trata de una estructura primaria impresa en 3D, modelado tradicional elaborado con masilla de automóviles y prendas originales tratadas con pinturas epoxi.

La obra fue intervenida por Alejandro O’ Shea, rosarino, Licenciado en Bellas Artes (UNR), escultor y diseñador de objetos, Mauro Musante, Técnico Superior en Diseño Gráfico y Publicitario, y Lic. en Bellas Artes (UNR) y Mariano Rosales, docente y adscripto, respectivamente, de las cátedras de Escultura II y el Taller de Escultura I de la Escuela de Bellas Artes Facultad de Humanidades y Arte de la UNR.

Con “formas espejo”, Gabriel Chaile lleva la selva tucumana hasta José Ignacio, en Uruguay

Fuente: La Nación – Gabriel Chaile desenfunda el cuchillo apenas cruza la puerta de hierro, de unos seis metros de alto y otros tantos de ancho. De inmediato saca también, de su pequeña cartera redonda, una cuchara y una cucharita. “Siempre trabajo con un delantal de cocina, pero no lo traje”, dice a LA NACION el artista tucumano. Con esas herramientas se dispone a terminar los dibujos está realizando sobre La Yunga, una monumental escultura de adobe que presentará a principios de enero con curaduría de Pablo León de la Barra en la Fundación Cervieri Monsuárez (FCM), en José Ignacio.

En el corazón de este edificio diseñado por Rafael Viñoly, inaugurado hace un año con presencia del presidente Luis Lacalle Pou y una muestra de la pintora suiza-argentina Vivian Suter, habita ahora esta figura de más de cuatro metros de altura. Fiel al estilo de su creador, tiene algo de vasija ritual prehispánica y algo de espíritu animal. Solo que su expresión demuestra aún más enojo que la exhibida hasta abril último en Berkeley, California. Y en su cara con colmillos tiene dibujadas las figuras de unos hombres con cascos, con sus fusiles en alto, listos para disparar.

F Chaile
F Chaile

“Esas figuras están inspiradas en El fusilamiento, una pintura de 1966 de Joaquín Ezequiel Linares, artista que enseñó en la Universidad Nacional de Tucumán. Es la primera vez que dibujo una historia, como en el mural que hice en Buenos Aires, solo que acá con volumen”, explica Chaile en referencia a su muestra actual en la galería Barro. “Es como una película narrada en el mismo objeto -agrega-, con imágenes del contexto que se imprimen en su superficie. Yo la llamo forma espejo, porque está cargada de historias que van haciendo otras personas, y al mismo tiempo tienen algo de reflejo de uno mismo. Yo venía usando metáforas y ahora quiero ser más explícito, ver qué va a suceder con un trabajo atravesado por una realidad específica”.La muestra incluirá dibujos realizados en las paredes de la fundaciónGentileza FCM/Foto: Francisca Vivo

En esa superficie de color tierra no solo pueden descubrirse imágenes de tapires y de otros habitantes de la selva –de ahí el nombre Yunga, como la llaman en Tucumán-, sino también de quienes van de visita. Se superponen como lo hacían las pinturas rupestres realizadas por distintas generaciones en las cavernas, a la luz del fuego. O como las que sus amigos dejaron sobre el espejo empañado del baño en la casa que compartieron durante semanas en este antiguo pueblo pesquero de Uruguay, devenido el balneario uruguayo que concentra más inversiones inmobiliarias.Chaile con su equipo de trabajo, que trajo desde Lisboa y Buenos AiresGentileza FCM/Foto: Francisca Vivo

Artista nómade con sus raíces siempre presentes, Chaile trabajó aquí con un equipo de cuatro colaboradores llegados desde Buenos Aires y Lisboa. En las afueras de la capital de Portugal, en una ex tabacalera ubicada en un barrio de inmigrantes chinos que incluye huerta y gallinas, se radicó hace años para crear un estudio comunitario.Detalle del ojo de la escultura, con dibujos que se extienden a las paredes de la Fundación Cervieri MonsuárezGentileza FCM/Foto: Francisca Vivo

A esa base regresa cada vez que su apretada agenda lo permite: este año lo inició conuna de sus piezas de barro en el High Line de Manhattan; expuso en Londres y en San Sebastián; instaló de forma permanente enMalba Puertos las que le compró Eduardo Costantini en la Bienal de Venecia, y realizó una performance que tomó todo el Guggenheim de Nueva York, con tambores y piezas suyas adquiridas por el museo. Después de pasar Navidad con su familia en Tucumán y de inaugurar la muestra en José Ignacio seguirá camino hacia Arabia Saudita, para interpretar el Corán en la Bienal de Artes Islámicas. Luego a Porto Alegre para reactivar en la Bienal del Mercosur el Centro Cultural Ambulante presentado en el Guggenheim, donde León de la Barra trabaja como curador de arte latinoamericano.Las herramientas con las que trabaja ChaileGentileza FCM

“Todo esto se relaciona con el regreso de Gabriel al Cono Sur, con ver la historia de esta región con una distancia crítica –dijo este último a LA NACION-. Cuando volví a convocarlo para este proyecto en Uruguay pensé que aquí existe una tradición de mirada a lo precolombino, en artistas como Joaquín Torres-García. Gabriel trae una mirada diferente, que era interesante meter en esta genealogía: otra forma de lidiar con la historia desde dentro, desde un linaje”.Fachada de la Fundación Cervieri Monsuárez, diseñada por Rafael ViñolyGentileza FCM/Foto: Francisca Vivo

Nacido en Tucumán en 1985, Chaile proviene de una familia de orígenes diversos. Su abuelo materno era español y su abuela, indígena; los paternos eran inmigrantes afro-árabes. Su padre, albañil, le corregía las proporciones de los retratos. Y su madre vendía pan cocido en un horno de barro, que le sirvió de inspiración para hacer el que exhibió en 2017 en el Museo de Arte Moderno de Buenos Aires. Siguieron el que instaló en La Boca para cocinar empanadas para los vecinos, durante la semana de Art Basel Cities: Buenos Aires, y otros que lo hicieron famoso a nivel mundial. “Chaile está llevando su práctica a un nivel diferente”, dijo a LA NACION la curadora italiana Cecilia Alemani en 2022, tras convocarlo para la edición de la bienal que estuvo a su cargo.La pared construida por más de veinte maestros pedreros que viajaron especialmente desde PerúGentileza FCM/Foto: Francisca Vivo

Ahora, acaba de dar un paso más. Bajo la atenta mirada del curador mexicano que ocupa uno de los puestos más codiciados de la escena global, Chaile realiza también dibujos sobre las paredes que rodean la escultura, para esta muestra titulada Los jóvenes recordaron sus canciones. Ambos conversan sobre pasado, presente y futuro frente a la pared proyectada por Viñoly –otro talento latinoamericano que cruzó fronteras como pocos– y construida por más de veinte maestros pedreros que viajaron especialmente desde Perú; ellos heredaron de sus ancestros el conocimiento que permitió a los incas habitar el Machu Picchu.Pablo León de la Barra, Gabriel Chaile, Virginia Cervieri y Pablo Monsuárez, junto a la puerta diseñada por Rafael ViñolyGentileza FCM/Foto: Francisca Vivo

Todos fueron convocados por Virginia Cervieri y Pablo Monsuárez, una pareja de abogados uruguayos formados en escuelas públicas, que hoy tienen clientes internacionales de la talla de Giuseppe Cipriani. Gracias a él conocieron a Viñoly, quien les dio la idea de crear un espacio de arte en un terreno que habían comprado para construir su estudio. Y Martín Craciun, asesor de su colección personal, les propuso convocar cada año a un curador para que invite a un artista referente de la escena regional a exhibir en la fundación. Él tuvo además a su cargo la muestra de la artista paraguaya Claudia Casarino que siguió a la de Suter, curada por el guatemalteco Emiliano Valdés, y la muestra del verano 2026 ya le fue encargada a la mexicana Magalí Arriola.Vivian Suter protagonizó la primera muestra, en el verano 2024Gentileza Fundación Cervieri Monsuárez

Con la de Chaile y con el candombe de cuerda de tambores se abrirá en enero una nueva etapa, que estrenará una tienda y una terraza desde la cual se pueden ver puntos emblemáticos como el Parador La Huella y el faro de José Ignacio. A pocas cuadras de distancia de aquí quedan Casa Neptuna, diseñada por Edgardo Giménez para la Fundación Ama Amoedo, y Skyspace Ta Khut, instalación de James Turrell. La oferta artística de la zona se completa con muestras y experiencias como las que proponen el museo MACA, Campo Garzón, la feria Este Arte, el Festival Focus y las galerías Sur, Del Paseo, W y Tomás Redrado.El corte de cintas, con el presidente Luis Lacalle Pou, en el verano de 2024Gentileza Fundación Cervieri Monsuárez

En el futuro, la Fundación Cervieri Monsuárez impulsará también un programa de residencias, para consolidarse como un punto de encuentro para la comunidad local e internacional. “Queremos crear un espacio de intercambio, aprendizaje y transformación –dicen sus fundadores- que contribuya al desarrollo cultural y a la integración de Uruguay en el circuito artístico global”.Claudia Casarino con su muestra, «La paraguaya», exhibida este año con curaduría de Martín CraciunGentileza FCM

Los jóvenes recordaron sus canciones de Gabriel Chaile curada por Pablo León de la Barra en Fundación Cervieri Monsuárez (Eugenio Sainz Martínez esq. Los Cisnes, José Ignacio, Uruguay), del 6 de enero al 20 de abril. De lunes a domingos de 17 a 22, con entrada gratis. El 6 a las 17 habrá una conversación abierta entre el artista y el curador.

Con un relicario de un tronco caído, Pinamar suma arte contemporáneo a su parque escultórico

Fuente: La Nación – “Albor de Árbol”, obra de Donjo León, ganó el premio organizado por arteba y Pinamar S.A. y ya está instalada en el vivero forestal, abierta al público.

PINAMAR. – Primero eran médanos. Después, llegaron los pinos a dejar quieta la arena y se logró edificar. Entonces llegó el arte, de manos de un coleccionista determinado y una galerista apasionada. Y así, hoy Pinamar es una ciudad turística con identidad propia y un proyecto a largo plazo que sostiene una familia de pioneros hace más de ochenta años, cuando empezaron a plantar pinos y hoy llevan implantadas más de setenta obras.

El mar ruge y llega su viento salado mezclado con olor a pintura fresca. La ciudad se apresta para recibir a los veraneantes, con una nueva joya: la obra que se acaba de emplazar en el Vivero que dio origen al pinar, y llega por medio del primer concurso que organizan para una obra de arte en el espacio público. Albor de árbol, de Donjo León, es la primera obra ganadora del premio Pinamar #2254, organizado por arteba y Pinamar S.A., con la curaduría de Solana Molina Viamonte.

Todo en la naturaleza es un ciclo, y la obra no puede ser más pertinente. En medio del bosque, está el vivero donde crecen pinos-bebé en una nursery (así lo señala un cartel). Y en medio, se levanta una estructura de madera (de pino) que guarda como en una pecera o un relicario el tronco de un árbol (de pino). Un sistema bombea el agua de las lentejas (depósitos de agua que se forman naturalmente en la arena), y el tronco es regado por aspersión. El gabinete es un catalizador que pone a la vista lo que ocurre bajo tierra: la lenta descomposición de un tronco caído por el surgimiento de hongos, bacterias, insectos, musgo, moho…

Una noche de mapping en el pinar que rodea el vivero forestal, para presentar la cabina donde la obra de Donjo León pone en primer plano el ciclo de la vida del bosque
Una noche de mapping en el pinar que rodea el vivero forestal, para presentar la cabina donde la obra de Donjo León pone en primer plano el ciclo de la vida del bosque Diego Medina/ Pinamar S.A

“Mi obra siempre trata sobre cómo el agua transforma diferentes materiales. Es algo que cuando empecé a hacer obra tridimensional y ataba palos con alambre, ya me imaginaba en esta escala y envergadura. Es novedad para mí trabajar con equipos de realizadores y el uso de nuevos materiales: cemento, ladrillos, azulejos. También es mi primera obra para un espacio público”, contó Donjo León anoche en la inauguración, que tuvo mapping en el bosque e invitados especiales como directores de instituciones culturales como Eleonora Jaureguiberry (Malba Puertos), María Teresa Constantin (Arthaus), Teresa Riccardi (Museo Sívori), artistas como Claudia Aranovich, Camilo Guinot y Mónica Girón, coleccionistas como Abel Guaglianone, referentes de arteba y mucha prensa.

Donjo hace obras con sales minerales, óxido e instrumentos musicales con agua. “Es la contracara de lo que sucede en el vivero, donde nacen los pinos. Acá se descompone, pero a la vez nace otro tipo de vida”, señala el artista. “Es una obra que parece que siempre tendría que haber estado acá porque tiene que ver con un árbol fundacional de Pinamar. Y combina diferentes estados del pino, desde que nace en el vivero hasta el que se usa como material de construcción. Caminamos con el artista por el bosque hasta que encontramos el tronco caído que pensamos que era el indicado para la obra. En esta especie de invernadero se pone la lupa sobre el aspecto de la descomposición que sucede en el bosque permanentemente, pero que es algo más invisible. Adentro está recubierto de azulejos negros, como si fuera un baño o una morgue donde hay un cuerpo. La forma de este habitáculo hace alusión a los hongos, que son los que en el bosque descomponen la materia viva para transformarla en otra. Y afuera está recubierto de madera de pino. Es como una vidriera o un santuario para un tronco. O la reliquia de un santo. Está exhibido como si fuese una especie de Lección de anatomía, en un escorzo, como si fuera un cuerpo”, dice Molina Viamonte.

"Esto es un plan a largo plazo", dijo Enrique Shaw, director de Pinamar S.A., en el acto de inauguración; hubo palabras del intendente, Juan Ibarguren; la curadora, Solana Molina Viamonte; Lucrecia Palacios, directora de arteba, y el artista Donjo León
«Esto es un plan a largo plazo», dijo Enrique Shaw, director de Pinamar S.A., en el acto de inauguración; hubo palabras del intendente, Juan Ibarguren; la curadora, Solana Molina Viamonte; Lucrecia Palacios, directora de arteba, y el artista Donjo León Diego Medina/ Pinamar S.A

El resultado del concurso se anunció en el último arteba. El jurado estuvo compuesto por Eduardo Basualdo (artista), Florencia Batitti (curadora y crítica), Martín Bodas (arquitecto), Mónica Girón (artista) y Enrique Shaw (director ejecutivo de Pinamar S.A.). Eligieron cinco entre los más de 150 postulantes, y viajaron a conocer el espacio para repensar sus proyectos y volver a presentarlos. “Cuando uno de los cinco traía su propuesta y vio la maqueta de la obra de Donjo, dijo: Ya sé quién es el ganador”, contó Enrique Shaw. Desde entonces, el artista se encuentra trabajando en el vivero forestal.

La historia

La galerista que incentivó esta alianza entre arte y ciudad fue Teresa Nachman, recientemente fallecida (en la fiesta de inauguración se la recordó con un aplauso). Con su pasión por la cultura, alentó a comenzar una pequeña colección a un coleccionista que prefiere mantener su nombre en privado. Durante treinta años acumuló piezas valiosísimas. Elegían al artista, visitaban su taller y pasaban a bronce obras que quizá nunca se habían vaciado. “Después las emplazaba con pedestales importantes, las iluminaba con luces alemanas, ponía un sistema de seguridad y debía haber gastado igual plata en paisajismo que en obra. Una cosa de locos. Le encantaba traer a los artistas, que ya eran mayores, y que vieran las obras. Y los artistas se desarmaban. Yo tengo muchos recuerdos de artistas llorando, sentados en el piso, porque estaba su obra al lado de su maestro o porque finalmente se pudo fundir su obra”, cuenta Enrique Shaw.

El Vivero Forestal es donde se cultivan los pinos que dan nombre a la ciudad balnearia; es uno de los escenarios del PEP, parque escultórico de Pinamar
El Vivero Forestal es donde se cultivan los pinos que dan nombre a la ciudad balnearia; es uno de los escenarios del PEP, parque escultórico de Pinamar Diego Medina/ Pinamar S.A

Después de un tiempo, la empresa familiar Pinamar S.A. compró ese lote, que incluye obra de José Fioravanti, Lucio Fontana, Aurelio Macchi, Lucio Correa Morales, Ricardo Carpani, Rubén Locaso, Leo Vinci, Guyla Kosice, Marta Minujín y otros grandes popes de la escultura argentina, y decidieron con ellas cambiar la cara a la ciudad balnearia. Ya habían encargado piezas monumentales que son íconos a los artistas Alberto Bastón Díaz y Pájaro Gómez. “Siempre me acuerdo la metáfora del Principito cuando la víbora se come el elefante. Fue más o menos así. Recibimos sesenta y pico de obras y había que emplazarlas, transportarlas, arreglarlas. Dificilísimo. Pero mucha gente nos ayudó”. El galerista Ignacio Gutiérrez Zaldívar fue otro entusiasta.

“Esta fuerza del arte, la arquitectura, el paisajismo, el urbanismo está en el modelo de negocio del proyecto familiar de la empresa. Jorge Bunge la concibió como una Ciudad-Jardín: un concepto arquitectónico que integró orgánicamente el paisaje con el desarrollo urbano. Cuando murió Bunge, la abuela le encargó un plan maestro a Clorindo Testa”, cuenta Bárbara Shaw. “Este es el tercer vivero de la familia en ochenta años. Todo empieza acá” señala Elsa Shaw entre plantines de pinos, y ahora también de ginkos, lavandas y mangnolias. Al vivero también le llegó la necesidad de la diversidad.

Desde afuera, la obra de Donjo León tiene forma de pino y una gran sonrisa, que invita a ver lo que hay adentro: un tronco en descomposición y el surgimiento de nueva vida
Desde afuera, la obra de Donjo León tiene forma de pino y una gran sonrisa, que invita a ver lo que hay adentro: un tronco en descomposición y el surgimiento de nueva vida Diego Medina/ Pinamar S.A

Las obras están en espacios privados de acceso público y conforman el Parque Escultórico Pinamar. En el hotel Playas Art se concentra un conjunto importante. Los otros dos núcleos de obra están en el Golf y en el Camino Parque de los Pioneros. Pronto van a estar ordenadas en un catálogo razonado. Todos los veranos activan las piezas con mapping de luces y sonidos en picnics nocturnos. El año pasado invitaron al artista Camilo Guinot a hacer una obra de sitio específico. El concurso es parte de este proceso: “Cuando las obras estaban ya instaladas, empezamos a pensar cómo darle una vida al conjunto. Este es un plan a largo plazo, para generar experiencia y riqueza para la ciudad, y que las obras entren en diálogo. Y así surge este concurso con el que esperamos llegar a los cien años de la ciudad, en veinte años”, dice Enrique. Habrán entonces logrado el desembarco del arte contemporáneo a estas playas.

El impactante arte de la sal que se encuentra cerca de Neuquén

Fuente: Alerta Digital – El arte efímero creado en las Salinas del Gualicho, en la provincia de Río Negro, cobró protagonismo gracias al Simposio de Escultores de Sal, un evento que reúne a artistas internacionales para trabajar con un material único: la sal.

En una entrevista con AM Cumbre 1400, Lidia Rosana Gómez, una de los artistas locales participantes habló sobre la magia que rodea a la región y cómo el paisaje místico inspiró a los escultores.

El simposio contó con la participación de escultores provenientes de Chile, Bolivia, Uruguay, Paraguay y Argentina, quienes se adentraron en la creación de impresionantes obras, algunas de las cuales llegaron a medir hasta dos metros.

Estas esculturas, aunque expuestas a las inclemencias del clima, permanecen gracias a las parvas de sal presentes en la zona desde hace 25 años. A pesar de ser un arte efímero, las esculturas representan una conexión profunda con el entorno natural de las Salinas de Gualicho.

Es un lugar místico que tiene que ver con mitos y leyendas, y los artistas se inspiraron en eso para crear sus obras”, explicó Gómez, quien también fue parte de la organización del evento. Aunque no pudo tallar una escultura en esta ocasión, la artista realizó un pequeño relevo para acompañar a los artistas.

Fue la primera vez que trabajaron con este material. Muchos estaban acostumbrados a tallar piedras, pero nunca habían trabajado con sal. Fue una experiencia nueva para todos”, comentó Gómez en el programa «Contigo Pan y Cebolla».

El evento no solo atrajo a los artistas de renombre internacional, sino también a numerosos turistas curiosos por explorar esta forma de arte en un entorno tan peculiar. Las esculturas de sal, que van desde bloques de dos metros hasta construcciones más complejas como una serpiente formada con las propias rocas de sal, se erigen como verdaderas obras de arte efímero.

Sin embargo, la artista destacó un aspecto interesante de las esculturas que desafía las condiciones naturales del lugar: «aunque las esculturas pueden sufrir alguna modificación debido a la lluvia, el viento o el clima, las parvas de sal de las cuales se extrae el material llevan 25 años allí, por lo que las esculturas durarán bastante tiempo«.

Un aspecto fascinante es la forma en que la sal se cosecha en esta región. A diferencia de otras salinas como la de Uyuni, donde se extraen bloques de roca madre, en las Salinas de Gualicho la sal se cosecha únicamente a dos centímetros del suelo. Este proceso está estrechamente vinculado a la evaporación del agua y las condiciones climáticas, lo que hace que la cosecha sea más delicada y dependiente del entorno natural.

En el futuro cercano, Gómez continuará su contribución al arte de las Salinas de Gualicho con una nueva exposición. “El 4 de enero voy a inaugurar una muestra de esculturas de sal, ‘Arte con Sal’, de mi autoría, para seguir completando todo este círculo del Festival de Arte con Sal”, adelantó con entusiasmo.

Como artista local nacida y criada en San Antonio, la artista local se dedicó a promover el arte en su comunidad. Su pasión por el arte efímero, que también expresó a través de dibujos en la arena y otros medios, la lleva a seguir explorando nuevas formas de expresión artística en su entorno. «Estoy tratando de fomentar lo que tiene que ver con nuestro entorno. Por eso se me ocurrió incursionar en esto de la sal«, señaló.

Las Salinas de Gualicho se convirtió en un destino de arte, historia y cultura. La combinación de su entorno único, las esculturas efímeras creadas por artistas de distintas partes del mundo, y el impulso de artistas locales como Gómez, hacen de este lugar una alegría cultural que continúa atrayendo la atención de quienes buscan una experiencia artística en contacto con la naturaleza.

Para quienes deseen explorar este arte en vivo, el museo de sal a cielo abierto y las esculturas de sal esperan a los visitantes con las puertas abiertas, una invitación a adentrarse en este mundo mágico donde la sal se convierte en el protagonista.

Una artista responde con una escultura de una vagina a la polémica estatua fálica de Nápoles

Fuente: Clarín – Una escultura de una vagina apareció en una plaza del centro de la ciudad italiana de Nápoles (sur), como respuesta a una gran escultura fálica colocada hace semanas en el mismo lugar para sorpresa de los vecinos.

La figura, representación de una vagina formada por telas de color rosa, se titula «la grande bellezza» (la gran belleza) y ha sido colocada sobre una señal de tráfico en la céntrica Plaza Municipio por la artista milanesa Cristina Donati Meyer.

Un homenaje

En concreto ha sido colgada frente a la gran estatua fálica de Gaetano Pesce, muerto el pasado abril, que presuntamente homenajea al personaje de ‘Pulcinella‘ pero que, desde su inauguración en octubre, ha suscitado polémica y bromas por su evidente forma.

La autora de la ‘vagina’ ha querido con su acción rebatir la presencia de, a su juicio, un monumento al «falocentrismo».Cristina Donati Meyer instalando su obra. Foto: redes sociales.Cristina Donati Meyer instalando su obra. Foto: redes sociales.

«La obra de arte de Pesce es un canto al falocentrismo, una celebración del miembro viril que nada tiene que ver con Pulcinella. En un tiempo en que se lucha por la igualdad de género y el patriarcado es puesto en duda, esta obra nos parece fuera de lugar y anacrónica«, denunció en sus redes sociales.

La Policía de Nápoles ya ha procedido a retirar esta estatua al no estar autorizada por el Ayuntamiento.

Con información de EFE.

Fue instalada en la rambla escultura de pingüinos como parte de una iniciativa privada

Fuente: El Chubut – Se trata de dos pingüinos que fueron ubicados en zona sur, a metros del parador Sara Beach. Fueron instalados por la Global Penguin Society como parte de un proyecto de comunicación y divulgación.

Días atrás, fueron instalados sobre la rambla, dos esculturas de pingüinos de gran tamaño hechas de metal. Estos se encuentran en zona sur, a metros del Parador Costero Sara Beach. 

Ambas esculturas, de un pingüino adulto y otro joven, sorprendieron con su presencia a gran parte de la comunidad, con un trabajo que resalta la belleza del lugar y evoca a la perfección la fauna autóctona. 

Las figuras de los pinguinos fueron instaladas por la Global Penguin Society como parte de un proyecto de comunicación y divulgación por la conservación de la especie.

Fue instalada en la rambla escultura de pingüinos como parte de una iniciativa privada

Escultura de mujer gato de Leonora Carrington: Costantini adquiere joya de $11m para museo en Buenos Aires

Fuente: InfoPunta – Eduardo Costantini, el renombrado coleccionista y desarrollador inmobiliario argentino, ha vuelto a sorprender al mundo del arte con su última adquisición. La escultura surrealista La Grande Dame (La mujer gato, 1951) de Leonora Carrington, se ha convertido en la nueva joya del Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires (Malba), fundado por Costantini en 2001. Esta impresionante obra, que se alzó con un precio de 11,3 millones de dólares en la subasta de Sotheby’s en Nueva York, es un testimonio del compromiso inquebrantable de Costantini con el arte latinoamericano.

La adquisición de la escultura de Carrington : un hito para el Malba

La compra de La Grande Dame representa un momento crucial para el Malba y para la colección de arte latinoamericano de Costantini. Esta escultura de dos metros de altura, que representa una esfinge inversa con rostro felino y cuerpo humano, había pertenecido anteriormente a la colección del notable mecenas Edward James. Su historia expositiva es impresionante, habiendo sido exhibida en prestigiosas instituciones como :

  • Tate Modern (Londres)
  • Serpentine Gallery (Londres)
  • Metropolitan Museum of Art (Nueva York)
  • Colección Peggy Guggenheim (Venecia)

Costantini describe la adquisición como una oportunidad que no podía dejar pasar. La puja por la obra fue intensa, durando cinco minutos y contando con cinco participantes. El coleccionista argentino entró en la subasta cuando el precio alcanzó los 6 millones de dólares, superando su límite inicial de 10 millones. Su estrategia final, una oferta de 9,8 millones, resultó decisiva cuando el otro postor se retiró.

Además de La Grande Dame, Costantini adquirió en la misma noche La marioneta (Caja de música), una pieza única de 1956 del escultor José Horna, por 80.000 dólares. Estas adquisiciones reflejan el creciente interés en el surrealismo y, en particular, en la obra de Leonora Carrington, cuya popularidad se ha disparado desde que la curadora italiana Cecilia Alemani eligió una de sus obras como inspiración para la exposición central de la Bienal de Venecia 2022.

La visión de Costantini : construyendo una colección de clase mundial

El enfoque de Eduardo Costantini para el desarrollo de la colección del Malba es metódico y ambicioso. Su objetivo declarado es tener la mejor colección de arte latinoamericano del mundo. Esta visión se refleja en la cuidadosa selección de obras y en la estrategia de adquisición que abarca subastas, galerías, colecciones privadas y colaboración directa con artistas y sus herederos.

La colección del Malba ha crecido exponencialmente desde su fundación. De las 220 obras iniciales, ahora cuenta con aproximadamente 700, a las que se suman otras 700 de la colección personal de Costantini. Entre las piezas más destacadas de la colección se encuentran :

ObraArtistaAño de adquisiciónPrecio de compra
AbaporuTarsila do Amaral1995$1,5 millones
O impossívelMaria Martins1998$100.000
Autorretrato con chango y loroFrida Kahlo1995$3,2 millones
Baile en TehuantepecDiego Rivera2016$15,7 millones

La importancia de la colección se refleja en las continuas solicitudes de préstamo que recibe de museos internacionales como el MoMA de Nueva York o la Pinacoteca de São Paulo. Este año, cinco obras de la colección, incluyendo Diego y yo de Frida Kahlo, fueron exhibidas en la Bienal de Venecia, curada por el brasileño Adriano Pedrosa, miembro del comité artístico del Malba.

Expansión y diversificación : las últimas adquisiciones de Costantini

El año 2024 ha sido particularmente activo para Costantini en términos de adquisiciones. Su repertorio se ha expandido con obras de artistas menos conocidos pero igualmente significativos en el panorama del arte latinoamericano. Entre estas adquisiciones se destacan :

  • Dos obras del pintor boliviano Alejandro Mario Yllanes (1913-1960), uno de los primeros en incorporar diseños indígenas en su trabajo, por $1,9 millones y $1,1 millones respectivamente.
  • Una escultura del colombiano Rómulo Rozo (1899-1964) por $1,4 millones.
  • Una obra de la pintora mexicana Nahui Olin (1893-1978), musa de Diego Rivera, por $317.500.
  • Dos obras del joven artista brasileño Dalton Paula (1982), cuyo trabajo se inspira en las tradiciones afrobrasileñas, por $25.000 cada una.

Estas adquisiciones demuestran el compromiso de Costantini no solo con los grandes nombres del arte latinoamericano, sino también con artistas menos conocidos y emergentes que están contribuyendo a la rica tapicería del arte de la región. Su enfoque holístico abarca desde los maestros del surrealismo hasta las voces contemporáneas que exploran temas de identidad, tradición y modernidad.

La estrategia de Costantini de no vender obras de su colección subraya su visión a largo plazo para el Malba y su compromiso con la preservación del patrimonio artístico latinoamericano. Con cada nueva adquisición, el museo consolida su posición como un referente mundial en arte latinoamericano, ofreciendo a los visitantes una experiencia rica y diversa que abarca más de un siglo de creatividad y expresión artística de la región.