Muestra: “Buenos Aires: ¿Eterna o globalizada? Gloria Audo: “su pintura y el compromiso con el paisaje urbano”

Fuente: Argentina ~ Desde el 4 de octubre hasta el 4 de noviembre del corriente año, se podrá observar en el espacio cultural del 5° piso del Palacio de Hacienda –corredor cultural microcine- la muestra de la artista plástica Gloria Audo, cuyo título es: “Buenos Aires, ¿eterna o globalizada?”, en donde uno puede apreciar el espíritu del paisaje urbano que le imprime la artista, además de la memoria e identidad de sus habitantes en medio de la globalización, como herramienta para conservar nuestro patrimonio tangible e intangible.


Obra “Buenos Aires de noche

La muestra está comprendida por 15 obras, con diversos abordajes por parte del artista acerca de lugares emblemáticos de nuestro querido Buenos Aires. Artista visual argentina, Socióloga y Docente en Reeducación por el Arte. Discípula de los Maestros Ponciano Cárdenas y Carlos Cañas. Docente en Historia del Arte en la UCA. Colaboró con artículos sobre Arte en la revista de Posgrado “Conceptos” de la UMSA.

Dictó conferencias en universidades y museos. Ilustró libros de cuentos y poesía. Desde 1978 realizó más de treinta exhibiciones individuales en el país y en el extranjero: en Argentina: Congreso Nacional; OEA en Bs. As; Museo de Bellas Artes de Tandil; Museo Perlotti; Galería de Santi; Espacio Giesso Reich; Galería Bohnenkamp & Revale; Galería Lagard; Colegio de Abogados de San Isidro, ICANA en el Bicentenario, Semana del Arte; UCES, Centro de Capitanes de Ultramar y la Marina Mercante; y Noche de los Museos en esta Institución, Museo Histórico Nacional, Central Park.

En Estados Unidos: realizó más de 12 exposiciones individuales en Galerías de Nueva Inglaterra, California y Florida.


Obra “Riachuelo

La artista plástica Gloria Audo, posee una capitalización del sentido de la empatía que promueve y establece con el otro de una manera natural y enriquecedora, por todo el arte que rodea a esta persona y su calidez en la gestión y difusión de su querido “San Telmo Group”. Su producción también abraza el paso del tiempo en objetos personales, recuerdos de su infancia, la casa paterna y su relación con gente que amo.


Obra “Ciudad de Cúpulas

Participó en más de 55 exposiciones grupales y recibió premios en salones nacionales y municipales. Distinguida como Maestra Inolvidable por la UCES (2017). La Comuna Uno de Buenos Aires la designó Mujer Destacada del año 2017 por su aporte cultural y solidario.


Gloria Audo en su atellier

Desde hace 25 años enseña pintura en su Taller de San Telmo. Sus obras figuran en colecciones privadas de U.S.A., México, Perú, Brasil, Suecia y Francia. Fundadora de “San Telmo Art Group” en el año 2014 (Agrupación de Artistas Plásticos sin fines de lucro) creada para humanizar el mundo a través del Arte.
La muestra se podrá visitar desde las 11,00 hs hasta las 16,00 previa coordinación con el área de patrimonio cultural y protocolos de rigor.

La galería Ruth Benzacar se reinventa y presenta muestra colectiva mutante con obras de 30 artistas

Fuente : Télam ~ La nueva exposición irá intercambiando el orden de las obras y los nombres de los artistas que tendrán en paralelo su solo-show, por estos días dedicados a Jorge Macchi y Tomás Maglione.

La galería Ruth Benzacar inaugura mañana la exposición colectiva «Reunión», que alberga treinta obras de treinta artistas como Roberto Aizenberg, Leandro Erlich, Fabio Kacero, Eduardo Basualdo, Marie Orensanz, Liliana Porter o Tomás Saraceno, a lo que sumará dos muestras breves, pop-up, que irán rotando cada semana, en dos nuevas salas.

Con el estreno de dos flamantes salas, que funcionan en paralelo a la central, la nueva exposición irá intercambiando el orden de las obras y los nombres de los artistas que tendrán en paralelo su solo-show, por estos días dedicados a Jorge Macchi y Tomás Maglione, un movimiento constante por lo que la muestra que el público visitará «nunca será la misma», explica a Télam la curadora Lara Marmor.

Esta dinámica de rotación satélite, que hará que las obras vayan alternando su ubicación durante los cuatro meses que dure la exposición, busca dar cuenta ya «no de una temática, sino más bien de un sistema» -aclara Marmor-, donde haya tensión, movimiento, algo orgánico y vital, donde el gran desafío fue «cómo generar un relato sin aplanar las diferencias y cómo escapar al pastiche».

«Tratar de identificar un denominador común para un grupo tan heterogéneo aparentaba ser un contrasentido», afirma la curadora sobre este conjunto que abarca pinturas, dibujos, esculturas, objetos, instalaciones, videos y fotografías, y que suma nombres como Ernesto Ballesteros, Chiachio & Giannone, Flavia Da Rin, Marina De Caro, Sofía Durrieu, Ana Gallardo, Max Gómez Canle o Sebastián Gordín.

Hay algo de feria -ese lugar por excelencia sin un tema definido sino más bien obras yuxtapuestas- en el despliegue en la sala de esta gran cantidad de obras que forman una amalgama de distintas generaciones, poéticas, lenguajes, intereses, prácticas y expectativas.

El visitante se encontrará en el ingreso con alimentos en descomposición dentro de una heladera vidriada (a la que se puede ver hacia adentro), de la serie Rinascimento del artista Adrián Villar Rojas, una advertencia de que todo muta, incluso lo que ocurre puertas adentro de la galería, ubicada muy cerca de la escultura «Estatua N 4» (1964) de Roberto Aizenberg (1922-1996), el único fallecido de los que conforman la exhibición, y uno de los más destacados surrealistas de la Argentina.

Está allí también la escultura colgante «Floresta» de Eduardo Basualdo, una pieza que simula ser una piedra suspendida que anuncia un desastre inminente, la posibilidad de un desenlace fatal, así como la instalación de Liliana Porter «The task» (La tarea), que muestra a una diminuta mujer bordando una creación que la excede de manera desmesurada, alusión al tiempo pero también a la memoria.

Según la curadora, si bien estos artistas están «emparentados por hitos históricos, materialidades, afinidades afectivas o zonas conceptuales entre tantos recortes factibles», los treinta «moldean un paisaje con un horizonte desbordante de posibilidades de interpretación; un territorio fértil donde las conexiones son tantas que llegan hasta el punto de transformarse en pura potencia».

Otras obras que integran este itinerario son «Zonal Harmonic» de Tomás Saraceno, una escultura, como un cuerpo celeste, compuestas de órbitas sostenidas puramente por su tensión mutua, cuyos filamentos -inspirados en las telas de araña- condensan universos minúsculos; y «The cloud», o la imposibilidad de atrapar una nube dentro de una vitrina, de Leandro Erlich, el artista constructor de ilusiones o paradojas visuales, en base a elementos de lo cotidiano, acostumbrado con sus trabajos a cuestionar aquello que tiene impronta de real.

«Son 30 artistas que claramente no tienen un punto en común. Hay obras de distintos momentos de la carrera de cada uno de ellos», explica Marmor y añade que «aunque comparten el mismo techo son más las disidencias que otras cosas. El punto de contacto es la diferencia».

Por su parte, el artista Fabio Kacero presenta su obra «Nieve outdoor», una batería tamaño real, recubierto de espuma, como si una nevada recién hubiera arreciado, junto a un ecosistema variado que completan obras de los artistas Julio Grinblatt, Carlos Herrera, Carlos Huffmann, Guillermo Iuso, Daniel Joglar, Luciana Lamothe, Catalina León, Jazmín López, Florencia Rodríguez Giles, Miguel Rothschild, Pablo Siquier y Mariana Telleria.

El desafío, asegura Marmor, fue cómo trasladar al espacio «un recorrido que no debía ser estático ni lineal, sino un planteo espacial donde las obras estuviesen en movimiento» y fue así como se sumó al diseño expositivo de la muestra Nicolás Fernández Sanz, el arquitecto que en el año 2015 remodeló este antiguo depósito industrial para transformarlo en la actual sede de la galería, luego de su mudanza desde la calle Florida.

Según Fernández Sanz, esta disposición de las obras que acentúa tanto al colectivo como a las individualidades «te deja parado en el centro de una situación espacial, y no te indican en qué orden leerlas, ni dónde es la salida o la entrada. Cada uno elige cómo recorrerla», afirma.

Para las directoras de la galería, Mora Bacal y Orly Benzacar, «Reunión es una experiencia vital y coreografiada. Es la manifestación viva del deseo de pensar a la comunidad de artistas que conforma Ruth Benzacar y a cada uno en el presente de la galería», luego de un año pandémico.

Las treinta presentaciones individuales, ideadas a propósito de este proyecto, son diferentes entre sí: «Algunas son de carácter antológico, otras ofrecen producciones recientes u obras emblemáticas que quisimos volver a exhibir», especifican las directoras del espacio.

De este modo, el calendario de presentaciones individuales continúa con Luciana Lamothe y Carlos Herrera del 12 al 16 de octubre; Jazmín López y Daniel Joglar del 19 al 23 de octubre; Sebastián Gordín y Miguel Rothschild del 26 al 30 del mismo mes y Chiachio & Giannone y Max Gomez Canle del 2 al 6 de noviembre, y más.

La muestra «Reunión» permanecerá hasta enero de 2022 en Ruth Benzacar Galería de Arte, J. Ramírez de Velasco 1287, en el barrio porteño de Villa Crespo, de martes a sábados de 14 a 19, respetando el protocolo Covid-19.

Subastan dibujos inéditos de Pablo Picasso que pertenecen a la icónica etapa azul de su carrera

Fuente: BAE ~ Se trata de un boceto perteneciente a su período azul, uno de los más conocidos por el público y aclamado en su carrera. Se estima que será vendido a 100 mil euros. Los mismos dibujos nunca antes vistos fueron pintados en 1903 mientras el famoso residía en Barcelona

El próximo 7 de octubre la casa de subastas «Surbana» oriunda de España pondrá a disposición del público algunos bocetos de «La comida del ciego«, una de las obras más aclamadas del pintor Pablo Picasso, la cual actualmente se exhibe en el Museo Metropolitano de Arte de Nueva York.

El dibujo pertenece a la etapa azul del famoso artista y se encuentra a la venta con un piso mínimo de 40.000 EUR y se estima que la subasta oficial sería alrededor de 100.000 EUR,  ya que el artículo se encuentra firmado entre el icónico periodo de 1900 y 1903.

La misma obra de arte inédita muestra la figura de un hombre sentado y pintado con distintas tonalidades del celeste y el azul. La casa que posee la pintura afirmó que antes le pertenecía a una persona que aseguraba tener otra obra original de Picasso y ahora puede ser comprada tanto por instituciones públicas como privadas.

El experto Juan Carlos Bejarano contó al medio Europa Press más detalles sobre la pieza de colección en manos de «Surbana» e indicó que existen muy pocas pinturas de ese periodo del artista, por lo que toma mucho más valor al respecto.  

«Se trata de una obra trascendental en la trayectoria del pintor malagueño», consideró sobre la pintura que fue hecha en agosto de 1903 en Tiana, Barcelona, lugar donde se alojaba en ese momento, según investigaciones hechas sobre el tema.

«El soporte era una tarjeta portal, un material reutilizado y humilde, muy acorde con la pobreza en la que se hallaba sumergio por aquellos años Picasso: solo quedaba verificar si la obra aparecia reproducida en el famoso y enciclopédico catálogo razonado de Zervos, y así fue», comentó Bejarano.

«La comida del ciego» de Pablo Picasso actualmente se exhive en el Museo Metropolitano de Nueva York

Jorge Daniel Campos, lápiz y pincel para las costumbres gauchas

Fuente: La Nación ~ Quienes sean lectores de literatura gauchesca del siglo XX se habrán cruzado más de una vez con las ilustraciones, dibujos y viñetas (lápiz, tinta china, acuarelas y témperas) de Jorge Daniel Campos en tapas e interiores de libros. Fue un artista autodidacta y unos de los grandes de la cultura gaucha argentina, además de primo y amigo de Florencio Molina Campos (llegaron a firmar obras en conjunto).

Nació el 26 de marzo de 1900 en Buenos Aires, hijo de María Luisa Almagro y de Manuel Isidro Campos. Estudió en el Colegio El Salvador y en los campos familiares de General Madariaga se empapó de chico de las costumbres criollas. En 1940 se casó con Aixa Quiroga Pacheco.

Artista de gran observación y ojo clínico, fruto de su vida en el campo, desarrolló una técnica puntillosa de dibujo del estilo llamado “línea clara” (contornos muy delineados, rigurosos y precisos). Casi siempre retrataba motivos camperos con caballos criollos overos, pelaje de manchas negras y blancas que fue de su predilección. Sus trabajos los mostró muchas veces con su marca “JC” en el anca y también con la marca de su padre, conocida como “el huevo”.

Según el poeta, escritor y divulgador criollo platense Carlos Raúl Risso, el estilo de Jorge Campos se ubica en una línea intermedia entre el fino grotesco de Molina Campos y el detalle realista de Eleodoro Marenco, ambos contemporáneos.

Siendo autodidacta, la gran mayoría de sus trabajos tratan sobre hombres y animales vistos de perfil. Sus numerosos dibujos y viñetas son auténticos estudios morfológicos, llenos de detalles rigurosos de ropas, recados, aperos, paisajes y varios detalles criollos. Sus obras ilustraron el trabajo de escritores como: Godofredo Darieaux, Roberto Cunningham Graham, Gualberto Márquez (Charrúa), Justo P. Sáenz, Emilio Solanet.

Fue además (y como no podía ser de otra forma) un apasionado criador de caballos criollos overos negros en campos de Brandsen, Pedro Luro y de Vedia, siendo el primero a través de cruzas y estudios genéticos, en lograr el pedigree definitivo del overo negro, reconocido por la Asociación Argentina de Criadores de Caballo Criollos. Hombre de campo, supo enlazar (perdió un ojo al cortársele un lazo) y trabajar de a caballo. En esa actividad fue donde siguió desarrollando esa particular visión del cuerpo equino. Frecuentemente dibujaba sus propios pingos y hacía observaciones de los tipos físicos de cada uno.

Como ilustrador tuvo su época de reconocimiento, con una gran cantidad de exposiciones en diferentes galerías, pero parecería ser que siempre dibujó más para él que para forjar una carrera artística en sí misma. En 1965 ilustró el almanaque de Bayer Argentina, mientras su primo había hecho lo mismo con el de Alpargatas. Su última exposición fue el 22 de agosto de 1987 en el Museo Molina Campos de la localidad de Moreno, lugar que fuera el hogar de Florencio y de su mujer Elvira. Jorge Daniel Campos falleció en 1988.

En 2013, el museo “Las Lilas”, de San Antonio de Areco, hizo una muestra y catálogo sobre su obra llamado “Jorge Campos, parientes y amigos”. Curada por Marcos Bledel y con prólogo en el catálogo del pintor Rodolfo Ramos, esta muestra supuso una justa reivindicación y difusión hacia uno de los más grandes conocedores de la anatomía del caballo y fiel representante de la fisonomía del gaucho.

El museo “Las Lilas” cuenta asimismo con una excelente exposición permanente de pintura criolla, una sala de carruajes y muestras de artistas locales. Vaya mi reconocimiento a estas instituciones que rescatan y difunden el acervo cultural criollo. Jorge Daniel Campos, ocupa hoy, merecidamente, un lugar importante en el Olimpo de los grandes pintores y dibujantes costumbristas argentinos.

Barradas, para redescubrir en la sala Bemberg de Bellas Artes

Fuente: Ámbito ~ La colección permite indagar el perfil del pintor, que se conecta con los mejores artistas del Río de la Plata.

El conjunto de arte rioplatense reunido por María Luisa Bemberg, destacada cineasta y precursora en la defensa de la mujer, cobró especial interés en estos días a partir de la muestra del pintor uruguayo Rafael Barradas que exhibe el Malba. Las pinturas de Barradas, difíciles de conseguir, dado que el Museo de Artes Visuales de Montevideo reúne alrededor de 500, casi todas las que pintó en su corta vida, son las estrellas que se exhiben en la sala María Luisa Bemberg del Museo Nacional de Bellas Artes.

Si bien el Malba le pidió en préstamo al MNBA varias obras para su extensa exposición, sólo llegaron tres, porque fueron donadas con cargo de exhibición y, de este modo, la colección Bemberg permite indagar el perfil de Barradas que se conecta con los artistas del Río de la Plata. A pesar de la diversidad estilística y las diferencias del carácter, hay un aire de familia entre “Fiesta de disfraz”, un Barradas de 1913 y “Deliberando”, una escena de Pedro Figari con figuras femeninas. El parentesco se vuelve más lejano al contemplar las líneas de la “Catedral constructiva” de Joaquín Torres García, las rectas de “Místicos” de Xul Solar, el cubismo de “Centro de mesa”, un sol de Emilio Pettoruti y “La dama del café” de Barradas. Luego, el ritmo del “Candombe de carnaval” de Figari, coincide con el del “Impromptu de Chopin” de Xul Solar. Las cualidades vibrantes del color, incluso los tonos tierras enrojecidos en la severidad cromática de Torres García, también hermanan a estas obras.

Cuentan que María Luisa Bemberg heredó de su padre, Otto Bemberg, una bella pintura del francés Alfred Sisley que donó al MNBA, mucho antes de ceder su arte rioplatense a la institución. Pero recién cuando llegó a sus manos la carta de un espectador del Museo que, sin conocerla, le agradecía la felicidad que le procuró la apacible belleza del Sisley, encontró el verdadero sentido de su donación. Su asesor, el arquitecto Eugenio Ottolenghi, recuerda que le llevó una pintura de Barradas y María Luisa se sentó a mirarla durante un largo rato. “Después me dijo que la sentía cercana, que ella misma se sentía rioplatense”, agrega Ottolenghi. La pintura, “The tango emoción de color. Escena de café. Multitud”, se encuentra hoy en el MNBA. A partir del encuentro con Barradas el conjunto rioplatense comenzó a crecer con obras cumbre, como el colorido y alegre “Arlequín” de Pettoruti o la serie completa de Xul Solar y Figari.

La salud de Bemberg flaqueaba en febrero de 1995. Su hija, Cristina Miguens, se encontraba con ella en el piso de la calle Levene y describe ese momento: “Estábamos las dos en el balcón terraza de su casa, frente al río, ella ya muy enferma de su cáncer. Un único testigo: la escultura de Alicia Penalba que se recortaba sobre el cielo porteño. A pocos pasos, en las paredes de su living, colgaban sus cuadros, minuciosamente elegidos durante varias décadas y que la envolvían y acompañaban en ese ambiente que era también su lugar de trabajo. Le pregunté si nunca había pensado en donar su ‘colección’, porque así los nombraba ella. Eran un todo, una unidad, no una sumatoria. Ante mi sorpresa me dijo que sí, que muchas veces, pero que no lo había hecho por nosotros, sus hijos, que éramos sus herederos y no quería privarnos de los cuadros, aunque significara ‘descuartizar’ su colección”. Sin dudarlo, Cristina Miguens tranquilizó a su madre y habló con sus tres hermanos.

Contra reloj, viendo que la salud de su madre empeoraba, iniciaron los trámites de donación. Finalmente, en silla de ruedas llegó a firmar el acta de donación en su casa, rodeada por la familia, unas pocas autoridades y algunos amigos. Así legalizó su último deseo. Le quedaban pocos días de vida, apenas dos semanas, pero esa tarde el ambiente era festivo. Magdalena Ruiz Guiñazú le preguntó entonces qué motivo impulsó su donación. Cuentan que sonriente, aunque con la voz entrecortada, respondió: “Para darle una alegría a mi país… Y a mí misma… Lo que no es poco”.

barradas. “The Tango emoción de color”

Pasarían diez años desde ese día, el plazo establecido por la donación “con cargo de exhibición”. La colección había permanecido oculta y, dado el tiempo transcurrido, los hermanos Miguens podían reclamar la titularidad. ¿Desidia burocrática? Tal vez. Pero la estrechez presupuestaria de esos años recién se superó cuando, sin dobleces, se planteó el problema. Y los herederos de María Luisa Bemberg decidieron financiar la sala 27 que alberga su arte. El Río de la Plata es un territorio fértil para el arte, dueño de una extensa tradición en el campo estético de las vanguardias. La muestra se completa con una formidable escultura de Penalba en el medio de la sala. Luego, escoltando el ingreso a la sala Bemberg se encuentra una bella y pensativa figura femenina de Norah Borges y, a su lado, las obras pertenecientes al MNBA de Xul Solar y Pettoruti. Tres artistas que se vuelven a reunir después de 95 años. Xul Solar, Borges y Pettoruti, expusieron juntos en Amigos del Arte para homenajear al futurista Marinetti, cuando llegó a la Argentina.

Un dibujo de Picasso, perdido hace casi 100 años, reaparece en una subasta

Fuente: Télam ~ La obra del renombrado artista malagueño fue localizada en el Museo Metropolitano de Arte (MET) de la ciudad de Nueva York, Estados Unidos. Será subastada el 7 de octubre en la ciudad de Barcelona, España. 

Un dibujo original del pintor español Pablo Picasso (1881-1973) que había estado desaparecido por casi 100 años y fue localizado en el MET (Museo Metropolitano de Arte) de la ciudad de Nueva York, será subastado el 7 de octubre en Barcelona.

Se trata de uno de los dibujos preparatorios que el español realizó para su célebre obra «La comida del ciego», finalizada en 1903, que estaba actualmente exhibido en el Museo de Nueva York (Met). Es una de las escasas creaciones de la llamada etapa azul del artista, una de las más conocidas por el público.

La subasta, con precio de salida 40.000 euros que se estima que llegue a los 100.000 euros, estará a cargo de la casa barcelonesa Subarna.

«Cuando se trata de grandes nombres, por lo general y en un primer momento se suele desconfiar, ya que habitualmente se trata o de reproducciones o copias. Sin embargo, al verlo al natural, la primera impresión fue positiva, dada la seguridad del trazo y de la firma», dijo a la prensa el experto Juan Carlos Bejarano.

«Cuando se trata de grandes nombres, por lo general se suele desconfiar (…) Sin embargo, al verlo al natural, la primera impresión fue positiva, dada la seguridad del trazo y de la firma»Juan Carlos Bejarano

«Además, el soporte era una tarjeta postal, un material reutilizado y humilde, muy acorde con la pobreza en la que se hallaba sumergido por aquellos años Picasso: solo quedaba verificar si la obra aparecía reproducida en el famoso y enciclopédico catálogo razonado de Zervos, y así fue», agregó.

La firma que aparece en la reproducción de Zervos era falsa, lo que motivó a que más tarde, hacia finales de los años 1950 o principios de los 1960, el propio Picasso la firmara. Una prueba de que se trata del mismo dibujo es que aún se puede observar el desgastado trazo de aquella primera rúbrica, cerca de la más reciente y auténtica.

Según la casa de subastas, esta es la primera vez que la obra se muestra al público en color y con la firma autógrafa del artista malagueño.

Hay estudios que revelaron que se trata de una obra vinculada con la ciudad de Barcelona, que fue realizada en agosto de 1903 en Tiana (Barcelona), donde Picasso se alojaba en la casa de la familia Reventós.

Revelan los secretos de una obra «melliza» de «La Mona Lisa»

Fuente: Ámbito ~ Una muestra revela secretos de la Gioconda del Prado, melliza de la famosa obra que exhibe el Louvre.

El Museo Nacional del Prado, en Madrid, presenta a partir de mañana la primera exposición monográfica dedicada a «La Gioconda del Prado», obra melliza a la del Louvre, descubierta hace diez años, que fue pintada en el mismo taller y en la misma época en que Leonardo da Vinci se dedicaba a retratar a la mujer de extraña sonrisa, un caballete junto al otro.

«Leonardo y la copia de Mona Lisa. Nuevos planteamientos sobre la práctica del taller vinciano» se titula la exposición que reúne un selecto conjunto de obras pintadas por discípulos y seguidores de Leonardo da Vinci, con la intención de ahondar en las copias y versiones hechas en aquella «bottega», que el público podrá visitar en el museo español hasta el 23 de enero, en la sala D del edificio Jerónimos.

Curada por Ana González Mozo, y realizada en colaboración con el Museo del Louvre, el Laboratorio de Arqueología Molecular de la Universidad de la Sorbona y la National Gallery de Londres -entre otras instituciones-, la muestra revela al público los resultados de los últimos estudios dedicados al círculo más cercano al artista. Al mismo tiempo, busca reflexionar sobre los métodos de enseñanza y de producción de pinturas en el marco de los talleres italianos durante la transición del siglo XV al XVI.

El Museo del Prado tiene la copia más antigua conocida de la Mona Lisa, o Gioconda, el retrato de una mujer joven que Leonardo da Vinci comenzó a pintar en 1503 y continuó reelaborando hasta su muerte en 1519.

«Sabemos que fue pintado por un alumno de Leonardo, trabajando junto al maestro en el estudio durante parte del tiempo que estuvo pintando el original», explicaron desde el museo madrileño, sobre la obra melliza de la que poco se conocía hasta el año 2011.

En la Mona Lisa del Prado, la figura estaba sobre un fondo negro que no ofrecía muchas pistas. Sin embargo, durante el estudio realizado antes de su limpieza se descubrió que se trataba de un repintado añadido siglos después que ocultaba un maravilloso paisaje similar al original de Leonardo.

Además, el reflectograma infrarrojo mostró que los cambios en la obra del Prado siguieron las modificaciones que Leonardo hizo en su pintura con el objetivo de alcanzar la perfección, lo que permite asegurar que el cuadro «convivió en Milán con el gran genio y su obra maestra», indicaron desde la institución.

La nueva propuesta curatorial profundiza también sobre la figura poco convencional de Leonardo como maestro y otros temas del Renacimiento: la importancia de la idea, el concepto de original, la función y los tipos de copias y derivados de los prototipos creados por los grandes maestros. En algunos casos, fueron ejecutadas siguiendo instrucciones del maestro, por lo que Leonardo que podía ver así cómo funcionaban sus ideas cuando eran ejecutadas por otros.

Las pinturas expuestas, que tienen su origen en dibujos y pinturas del artista, ayudan a comprender cómo el bagaje teórico de Leonardo fue asimilado por sus discípulos y contribuyen a dar sentido a muchas de las ideas y observaciones reflejadas en sus notas.

El mayor interés de este retrato paralelo -además de ser la copia más temprana de la Mona Lisa conocida hasta el momento- es que fueron realizadas al mismo tiempo: desde el dibujo preparatorio y hasta casi los últimos estadios se repite el proceso creativo del original. Las dimensiones de ambas figuras son idénticas y fueron quizá calcadas partiendo del mismo cartón.

Durante muchos años, los expertos del museo madrileño creyeron que la obra que guardaban en su depósito había sido pintada por algún artista flamenco u holandés y era considerada como una más de las muchas versiones existentes del célebre cuadro homónimo, aunque en este caso se destaca la ausencia del característico ‘sfumato’ leonardesco.

Sin embargo, la Mona Lisa del Prado, realizada en óleo sobre tabla de madera de nogal, es de un autor anónimo, aun no identificado, aunque fue realizada por un miembro del taller de Leonardo, próximo a Salai o a Francesco Melzi, los alumnos más cercanos al maestro y que tenían acceso directo a sus dibujos de paisaje.

Milo Lockett: “Yo elegí ser un artista popular, la pintura tiene que estar cerca de la gente”

Fuente: Radio Mitre ~ Charlando con el pase de Radio Mitre, Milo Lockett habló sobre sus trabajos y la importancia de que el arte sea masiva y popular.

Este lunes en el pase de Radio Mitre, Diego y Alfredo Leuco hablaron con el artista plástico Milo Lockett.

En el comienzo del pase, Alfredo reveló que tiene una obra del artista y contó cómo la consiguió: “Tengo un Milo Lockett en mi casa, el empresario Emilio Quesada lo ganó en una subasta en la cena de Margarita Barrientos y me lo regaló a mi después. La tengo colgada en el living de mi casa y cada vez que entro te tengo presente”.

“Siempre me sumo a distintas causas, conozca o no a la gente. No soy un acumulador, mi obra va rotando todo el tiempo. Siempre que uno pueda, yo voy a dar mi pintura”, expresó el artista.

En línea con esto, habló sobre su presencia en los distintos eventos y la diferencia con otros artistas: “A veces planteo que está bueno que otros también colaboren, abrís un camino. Todos los artistas no producimos de la misma manera, yo trabajo muchas horas todos los días, tengo ayudantes y una producción diferente a otros.”

Además, destacó que no es apegado a lo material y que eso lo ayuda a que su obra aparezca en varios lugares y eventos. “Una vez que mi obra está en el taller, necesito que circule. No soy apegado a lo material”, manifestó.

Al ser consultado por lo que aprendió en su casa durante su crianza, destacó el labor de sus padres: “En mi casa aprendí mucho, son gente muy honesta. Me enseñaron a tener valores, a cumplir, a tener palabra. Muchas cosas que quiero que mis hijos también tengan”.

Siguiendo con ese tema, Milo Lockett contó que está viviendo en Buenos Aires y contó los orígenes de su familia: “Desde 2011 estoy instalado en Buenos Aires, ahora en Tigre. Los Lockett son irlandeses, gente muy pobre que entraron por Uruguay y se fueron para Chaco. Gente muy rústica, de mucho trabajo, así salieron mis padres y así salimos nosotros”.

Yo soy un artista que eligió ser un artista popular, me pareció que la pintura tenía que estar cerca de la gente. Un rey y un mendigo pueden mirar el mismo cuadro y coincidir en el gusto artístico”, definió sobre la importancia de la masividad del arte y su alcance.

Retratos de Pablo Bernasconi para mover el mundo

Fuente: La Nación ~ El autor e ilustrador publicó dos libros nuevos: un volumen de colección que reúne noventa retratos de personalidades del mundo y un álbum para chicos y grandes con un mensaje muy especial

Pablo Bernasconi acaba de publicar dos libros nuevos y pronto saldrá uno más, que será muy especial porque tiene que ver con una experiencia personal. Mientras tanto, el autor e ilustrador ya presenta en sus redes sociales imágenes de Para mover el mundo (Fondo de Cultura Económica) y Retratos (Catapulta), un volumen de colección que reúne el material de los dos tomos anteriores, además de otros personajes que retrató en los últimos años con su particular estilo.

Retratos tiene más de 220 páginas y una bellísima edición de lujo con una tapa que representa una obra de arte, un “detalle” que lo convierte en un libro objeto. Allí aparecen María AntonietaSalvador DalíSteve JobsGabriel García MárquezCaetano VelosoWilliam ShakespeareJanis JoplinMadonna y Diego Maradona, entre otras figuras de todo el mundo y de distintas disciplinas.

En diálogo con LA NACION, desde Bariloche, donde vive y trabaja, Bernasconi explica: “Retratos 1 salió en el 2008 y Retratos 2, en el 2014 publicados por Edhasa. Esta edición de Catapulta no sólo reúne las dos anteriores, sino que también añade una nueva selección de retratos que hice en los últimos años. Personajes clásicos e icónicos que quería añadir, como Frida KahloPablo Picasso o Karl Marx y, también, algunos más contemporáneos como Donald Trump o Vladimir Putin, además de muchos otros. Esta edición es, efectivamente, más lujosa, grande y voluminosa, con ciertos detalles como las citas en español y en su idioma original, un bello texto inicial de María Paula Zacharías, además de continuos retoques que agregué para mejorar cada personaje. Yo mismo veo una evolución entre los primeros retratos publicados hace más de quince años, y los últimos. Creo que como proyecto integral y para concebir mejor la idea, era necesario un libro que reuniera todo”.

Gabo, según Bernasconi. "Lo asustó la sospecha tardía de que es la vida, más que la muerte, la que no tiene límites".
Gabo, según Bernasconi. «Lo asustó la sospecha tardía de que es la vida, más que la muerte, la que no tiene límites».

Así, las 90 ilustraciones seleccionadas son una excelente muestra del trabajo del autor de Finales y El infinito, entre muchos otros libros para distintos públicos. Cada retrato, creado con la técnica del collage artesanal y digital, está acompañado de una frase. La de Maradona, por ejemplo, dice: “En la clínica hay uno que se cree Napoleón; otro, San Martín; y a mí no me creen que soy Maradona”.

¿Qué une cada cita a cada retrato, más allá de la autoría de esas palabras? “Los retratos son construcciones metafóricas, repletas de guiños y pistas que el lector puede deducir. Dentro de esa construcción metafórica, me pareció prudente añadir las propias palabras del retratado, como para completar el círculo de pistas y, sobre todo, para darle a cada uno y una la posibilidad de hablar de ellos mismos. El hecho de que esta edición contenga además las citas en su idioma original (ruso, chino, árabe, alemán, entre otros) añade un punto de proximidad mucho más precisa”, dice Bernasconi.

En el prólogo “La poesía no miente”, Zacharías escribe: “Al contrario de los artistas que cultivan la libre interpretación de su obra (esa manía por las impresiones arbitrarias que puedan suscitar sus obras), Bernasconi quiere que su idea se entienda. ‘No juego al capricho’, dice. Busca ser fiel al personaje y desde los juegos semánticos, desde un costado tangencial, generar en el otro el goce del descubrimiento. Propicia la búsqueda detectivesca, con aprecio a la inteligencia del otro. Hay un diálogo entre el autor y el lector en cada pieza. Un minué de inteligencias”.

La portada de "Retratos" es, en sí misma, una obra de arte
La portada de «Retratos» es, en sí misma, una obra de arte

Cuando se le pregunta con qué criterio elige los personajes para ilustrar, el artista responde: “Todos los personajes son íconos de algo. No son sólo celebridades o personas famosas, sino también símbolos de algún concepto que quise reflejar: de la literatura, del cine, del arte, del deporte, de la política. En general, si uno presta atención, no se repiten personajes que simbolicen lo mismo, sino que apelan a ópticas diferentes para contar cada uno su historia. Lo importante de este tipo de retratos es expandir la percepción física que tenemos de las personas para observar de cerca su relevancia conceptual y humana. Es lo que me atrae de este tipo de imágenes: confiar en la inteligencia del otro”.

Entre sus favoritos se destacan los que le llevaron más trabajo: “Supongo que algunos retratos, los que más me costaron, terminaron siendo los que más me gustan. Y mi conclusión es que tiene que ver con la carga afectiva que puse en ellos. El Principito, Edgar Allan Poe, Franz Kafka y las Abuelas de Plaza de Mayo fueron, por ejemplo, personajes que tardé mucho en hacer, donde puse mayor cuidado, tiempo y cariño, y los resultados a mi forma de ver son diferentes, o al menos destacables”, asegura.

Maradona por Bernasconi
Maradona por Bernasconi

Por esas cosas de la casualidad, la publicación de Retratos coincidió con la de Para mover el mundo, un libro con una estética más infantil, pero con un mensaje bien profundo. ¿Hay entre los dos una “idea” de fondo que los une: algo así como “Retratos de personajes necesarios para mover el mundo”? “Retratos se imprimió en China y demoró mucho más de lo que creíamos en salir aquí y, por eso, los dos libros se superpusieron un poco. Sin embargo, es cierto que muchos de los personajes tienen mucho que ver con lo bueno que ha generado la mente humana, pero también con lo malo. No olvidemos que retraté a Donald Trump….”, responde con humor.

Según Bernasconi, Para mover el mundo es “un libro que claramente podrían leer los chicos, pero no diría que es exclusivo material para la niñez. La impronta y la intención del libro intenta justamente unir la mayor cantidad de franjas etarias, para poder consensuar cuál es el compromiso que entre todos tomamos ante los cambios que necesita el mundo. Creo que el aporte de una mirada de niño es esencial para poder disparar cierto estado de conciencia que hoy busca el adulto”.

"Denme un punto de apoyo y moveré el mundo": la frase de Arquímedes disparó la idea de este libro
«Denme un punto de apoyo y moveré el mundo»: la frase de Arquímedes disparó la idea de este libro

El álbum está estructurado a partir de las letras de la frase que le da título: paciencia, abundancia, rumbo, ambición son las primeras palabras ilustradas, unidas por un personaje (una nena) que tira de un ovillo. Según el autor, la idea inicial partió “de una analogía de Arquímedes que dice: ‘Denme un punto de apoyo y moveré el mundo’, para explicar de forma extrema el poder potencial de una de las primeras aplicaciones de la mecánica, la palanca”.

Y agrega: “Hace mucho tiempo vengo jugando con la idea de trasladar ese principio, esa herramienta, a un experimento social, vinculando por supuesto el punto de apoyo con la ayuda, la solidaridad, la confianza en el otro. Este libro sugiere a partir del acrónimo, 16 maneras de comenzar a mover el mundo. Por supuesto, es una lista acotada y personal, pero no deja de ser un comienzo. Creo que la voluntad de expresar que las propuestas son más importantes que quienes las lleven adelante se refleja en cada página. No por nada comienza con una frase de Noam Chomsky: ‘No deberíamos estar buscando héroes. Deberíamos estar buscando buenas ideas’.”

"Ruptura", una de las palabras clave para mover el mundo
«Ruptura», una de las palabras clave para mover el mundo

¿Qué otras palabras y acciones harían falta para mover el mundo tal como está hoy? “Se me ocurren muchas más, porque de cada acción se despliegan nuevas necesidades. Quizá podría añadir originalidad, empatía, entendimiento, urgencia… Lo que intenta también el libro y, eso va a ser tarea en las casas y en las escuelas, es que los lectores puedan sumar palabras que consideren primordiales. El mundo las necesita”.

Para no pagar impuestos la hija de Picasso dona nueve obras al museo dedicado a su padre en París

Fuente: Ámbito ~ Las nueve obras que desde ahora forman parte del patrimonio francés contribuyen a mantener al Museo Picasso de París como el mayor depositario de la obra del pintor malagueño, con más de 5.000 piezas

Nueve obras del pintor español Pablo Picasso (1881-1973), entre las que destacan un retrato de su padre realizado en 1895 y una pintura en blanco y negro creada después de su emblemáticó «Guernica», fueron donadas hoy a Francia por su hija Maya, lo que significa la tercera donación de cuadros de parte de la heredera desde la creación del Museo Picasso en París.

Las nueve obras que desde ahora forman parte del patrimonio francés contribuyen a mantener al Museo Picasso de París como el mayor depositario de la obra del pintor malagueño, con más de 5.000 piezas, de las cuales 300 son pinturas, y 200.000 documentos y objetos.

La ministra de Cultura de Francia, Roselyne Bachelot, definió a la donación como «excepcional» y destacó que se trata de la primera desde 1990, según indicó la agencia de noticias AFP que informó que «la donación sirve para que los herederos de la familia Picasso eviten importantes cargas fiscales por temas de sucesión».

En una ceremonia que incluyó la presencia de autoridades nacionales, Diana y Olivier, los hijos de Maya Ruiz Picasso (86 años), hija de Picasso y de Marie-Thérèse Walter, leyeron una carta de su madre en la que destacaba que «Francia fue la elección de mi padre, y yo nunca he pensado en irme a otro lugar».

La donación incluye la obra «Don José Ruiz», un cuadro que data de 1895 y donde el joven Picasso pintó a su papá de perfil con una delicada paleta de marrones; la obra mixta de óleo y carbonilla, «Estudio para una intérprete de mandolina» de 1932; y el «Retrato de Émilie Marguerite Walter (Mémé)» de 1939, en la que el artista pintó a su suegra, la abuela de Maya y madre sueca de Marie-Thérèse.

Pero entre las obras más destacadas de esta serie figura «Niño con piruleta sentado debajo de una silla» de 1938. Se trata de un retrato en blanco y negro, cubista, que recuerda plenamente a los personajes acorralados del «Guernica», que había impactado un año antes.

El lote de nueve obras se compone, también, de dos curiosidades: por un lado, la escultura «La Venus del Gas», de 1945, en la que el artista tomó un quemador de gas, lo enderezó, le puso un pedestal de madera y transformó el objeto en una diosa, y por el otro, el óleo titulado «El Bobo» (1959), donde Picasso se apropió de la figura del enano de corte, característico de la obra de Diego Velázquez, con un personaje que ríe con botella y sartén en mano.

Picasso también estaba enormemente interesado por la pintura de el país que lo recibió y por ese motivo, su hija Maya, decidió donar un cuaderno de dibujos sobre el cuadro «Almuerzo sobre la Hierba» del francés Edouard Manet (1863).

La donación de obras con autoría de Picasso se completa con «Cabeza de hombre», de 1971, mientras que la novena pieza entregada a Francia no es una obra del artista sino una obra prehistórica que lo acompañó toda su vida desde que la compró en la primera década del siglo XX: una estatuilla Tiki de las Islas Marquesas.