El arte argentino empapelará el Jardín de las Tullerías durante la Feria Paris+ par Art Basel

Fuente: Télam ~ En lo que será «una mega interferencia en el espacio público», más de 800 imágenes de gran tamaño de la emblemática obra «Bocanada» de la artista argentina Graciela Sacco recubrirán el famoso parque público parisino, lindante con el Museo Louvre.

Más de 800 imágenes de gran tamaño de la emblemática obra «Bocanada» de la artista argentina Graciela Sacco van a empapelar el Jardín de las Tullerías, lindante con el Museo Louvre de la capital francesa, en coincidencia con la primera edición de la Feria Paris+ par Art Basel, del 20 al 23 de octubre, «una mega interferencia en el espacio público», adelantó en exclusiva a Télam Florencia Giordana, directora de la galería Rolf Art.

La obra de la fallecida artista rosarina Graciela Sacco se verá en el debut de la feria Basel en París -que tendrá epicentro en el Grand Palais Éphémère- como parte de la sección «Sites» que propone veinte intervenciones monumentales en el espacio público de toda la ciudad, a la que aplicó la galería argentina Rolf Art, representante de la obra de Sacco.

Además de la feria de arte contemporáneo -que reunirá a las más destacadas galerías de todo el mundo, organizada por la misma fundación con sedes en Miami, Basilea, Hong Kong y ahora también en París- al programa de Paris+ se sumarán los escenarios más emblemáticos de la ciudad -«el corazón de París», dicen los organizadores-, que incluye también la Place Vendôme, el Musée national Eugène-Delacroix y la Chapelle des Petits-Augustins des Beaux-Arts de Paris.

«Es un proyecto mega, pensado como una interferencia urbana, con las bocas de Graciela Sacco en el Jardín de las Tullerías. Ni más ni menos que 800 afiches que vamos a pegar alrededor de todo el Jardín, inmenso, espectacular, con esta obra Bocanada de 1993 que Sacco realizó como un gesto de denuncia cuando los comedores públicos estaban cerrando. La obra es el hambre, el miedo, un grito, pero también, un trabajo que, creo, pospandemia se resignificó desde que tuvimos nuestras bocas vedadas con barbijos», contó a Télam Florencia Giordana Braun.

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La obra de Graciela Sacco se desplegará a través de unos 60 metros de largo, empapelados con estas bocas: catorce afiches diferentes (aunque similares) y alrededor de 60 impresiones de cada uno que se van a disponer en este extenso muro de tres metros de alto, una empalizada que va a estar dentro del Jardín.

«Bocanada» formará parte de un conjunto de obras que tomarán por asalto el espacio público y que incluye también trabajos del venezolano Carlos Cruz-Diez (por la Galleria Continua), de Alicja Kwade, cuya obra se vio en el Roof Top del MET ( galeríakamel mennour) y de otra argentina, la escultora Alicia Penalba (1913-1982), quien se radicó en Francia, cuya obra será presentada por la galería A&R Fleury.

Paris+ apunta a crear un evento emblemático que irradie toda la ciudad y su excepcional ecosistema cultural; en este sentido, «Bocanada» -que tendrá el apoyo de Fundación Cartier y Bienalsur- fue seleccionado para representar una «interferencia urbana» en Tullerías, como parte de la exposición bautizada «La Suite de l’Histoire», con curaduría de Annabelle Ténèze, directora de Les Abattoirs, Musée – Frac Occitanie Toulouse.

La exposición examina la historia del Jardín de las Tullerías en sus múltiples facetas, incluida su dimensión política y pública, a través del trabajo de artistas cuyas prácticas a menudo subvierten y reimaginan el papel del arte en el ámbito público, en palabras de la curadora Annabelle Ténèze.

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Situada en un lugar en el que convergen la historia, la arquitectura y la naturaleza, la exposición invita a los visitantes a volver a mirar los jardines de una manera nueva.

«Estoy realmente encantado con la escala y la ambición de nuestra edición inaugural de Sites, accesible para todos, extendiendo nuestra programación por toda la ciudad a un amplio público más allá de nuestros visitantes de la feria», dijo Clément Delépine, Director de Paris+ par Art Basel.

La feria incluirá además un programa de conversaciones con debates alrededor del arte contemporáneo en una privilegiada locación: el atmosférico Bal de la Marine, un barco atracado junto a la Tour Eiffel, donde coincidirán los 32 ponentes invitados.

«Vamos a intervenir el lenguaje de las calles», se entusiasmó la galerista argentina sobre la obra de la artista cuya singularidad fue la crítica permanente y la búsqueda de nuevas técnicas que le permitieran profundizar un lenguaje artístico personal.

En 1992, Sacco fue la primera artista en utilizar la heliografía para imprimir imágenes sobre superficies como cucharas, valijas o zapatos, resignificando los objetos cotidianos. Una de sus obras más significativas producidas con esta técnica es “Victoria”, una gran empalizada compuesta por varillas de maderas encontradas en la calle, en las que imprimió la foto periodística de una manifestación del Mayo Francés, y que presentó en la Bienal de San Pablo de 1996, de la serie Cuerpo a cuerpo.

Clásico y contemporáneo: cuatro artistas en un diálogo con hitos de la Colección Fortabat

Fuente: Télam ~ Con obras de Delia Cancela, la dupla creativa Chiachio & Giannone, y la artista y performer cordobesa Sofía Torres Kosiba se presenta «Tesoro», una muestra del ciclo «Explorando la colección del Fortabat».

Con obras de Delia Cancela, la dupla creativa Chiachio & Giannone, y la artista y performer cordobesa Sofía Torres Kosiba se presenta «Tesoro», una muestra que como cierre del ciclo «Explorando la colección del Fortabat» pone en diálogo las búsquedas contemporáneas de esos artistas con el acervo del museo de Puerto Madero, a través de temas que van del amor y el silencio a las danzas y la identidad como un baile que queda flotando fantasmático.

Sin una guía curatorial que organice este particular diálogo de intereses e historias de vida diferentes, el museo que aloja la Colección Amalita Lacroze de Fortabat imprime un nuevo vigor entre el segundo piso y el subsuelo, a partir de la elección de tres instalaciones y cuatro artistas, con la cual cierra un ciclo iniciado en 2018 que completa nueve diálogos posibles.

Delia Cancela (Buenos Aires, 1940) le dedica a la artista plástica Raquel Forner una suerte de homenaje en la obra «Los pies en la tierra, los ojos en el cielo, pájaros en la cabeza» que incluye un video de casi 11 minutos filmado en 4K donde resume esa impresión que le provocó el cuadro «Presagio» (1949), que admira desde sus 12 años cuando lo vio expuesto en el Museo Nacional de Bellas Artes, y que escogió sin dudarlo, para su intervención.

«Esa pequeña pintura que es la cabeza de esa mujer que mira al cielo y tiene un pájaro en la cabeza -una golondrina-, se une a mi historia con esta gran tela de nueve metros que comencé en 2019, la idea era trabajar con la naturaleza, los pies en el suelo como todos mis dibujos», refiere Cancela en diálogo con Télam.

Fotos Alejandro Santa Cruz
Fotos: Alejandro Santa Cruz.

«Todo parte de mis dibujos, y siempre mirando a Forner encontré esa relación entre lo que hacía, el respeto por la naturaleza», dice la artista y señala lo que se observa en el video donde la performer Inés Efron actúa como su alter ego. «Es como yo cuando tenía su edad, nada más que es más alta y más linda, pero nos parecemos mucho», sonríe e indica que ella también aparece junto a la actriz, en el video, en un gesto amoroso, abrazándose a sí misma. «Ella lleva encima un musgo como si fuera el planeta al que después termina acuchillando», acota. Para la artista, Forner también habla de lo mismo, «de la guerra, la destrucción», una proximidad que le permitió realizar la instalación.

Suaves líneas delinean pequeños cuerpos dibujados, y un hilo rojo que se extiende, sutil, recorre un espacio que alberga tierra, ramas, musgos, formas. Esa tela de 9 metros dibujada, pintada, escrita, abrochada al hilo intensamente rojo, es acompañada por un video que en un contínuo rememora los títulos de las pequeñas obras: brotes, mujer con manto, mujer árbol, mujer pájaro, deseos, reverencias.

La cinta roja es la sangre que fluye del corazón, explica Cancela y señala su texto que destaca en la pared: «El pájaro-mujer, intentará volar sin lograrlo y finalmente la línea roja que sale del corazón-dolor, se extenderá para atravesar agua, tierra, fuego, cielo, piedra… un hilo de sangre llevado por seres vivos, animales, vegetales… atravesando el planeta ?¿con amor? ¿con deseo de qué todo va a estar bien? ¿difícil de creer?», preguntas que cierra con «L´amour, toujours l´amour…(el amor, siempre el amor)», dice.

«Lo mío es poesía y silencio, es tiempo, reflexión, es respeto, es eso». Una búsqueda que no acaba y va a ser siempre así», dice sobre sí misma.

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Del otro lado del pasillo, Leo Chiachio (Buenos Aires, 1969) y Daniel Giannone (Córdoba, 1964), en cambio, toman la pintura «Pericón en la estancia» de Pedro Figari (1861-1938) para interpelar y cuestionar el modelo de nación. En «Fiesta» la pareja que trabaja en conjunto desde 2003 vuelve a celebrar la diversidad con un video y una instalación. En el video se recrea la danza nacional, normativizadora de cuerpos que convive con momentos de testimonios íntimos y presentaciones, seguidos del baile colectivo. Por otro lado, una instalación de vestidos que danzan tenues, suspendidos en el aire: el de la puta, el trans, el indígena, el afro, el diferente.

«En esta ocasión a partir de una obra de Figari nos ponemos a pensar acerca de quién no estuvo invitado en esa fiesta, en esa idea de nación, entonces junto a Agustina Comedi hicimos una película, un Súper 8, con esa nueva fiesta de una nueva construcción, de una nueva sociedad un poco más cuir y un poco más diferente», destacan al unísono.

A su vez, explican que los vestidos utilizados para la performance ahora están «danzando sin esos cuerpos, hechos por nosotros con telas reutilizadas donadas por la gente, tienen estampas que surgen a partir de cómo están representados los textiles en las pinturas de la colección de Amalita». Y agregan: «nos cuestionamos qué nación se representa en esa pintura y qué idea de nación queremos nosotros, una nación más amplia, ampliando esos bordes, donde haya lugar para todos, todas y todos».

Fotos Alejandro Santa Cruz
Fotos: Alejandro Santa Cruz.

Y sobre esa memoria que guardan las telas Chiachio&Giannone afirman: «La idea es que los vestidos se queden aquí en una instalación. Siguen danzando con esa fiesta que no terminan nunca, un poco como fantasmagórica», con la idea de «que haya quedado ese fantasma de la fiesta, que siga bailando de otra manera».

En cambio, en el subsuelo, como si fuese parte de una manifestación marcada a rojo y negro, una pancarta reza «mejor bailando», junto a pequeñas guitarras con piernas y otras tres figuras de mujer-pájaro o cisne pintadas en negro que componen el conjunto «Chicha, Chispa, Chimilar. Las tres hijas del chacal», de Sofía Torres Kosiba. La instalación de sitio específico que se inspira en la acuarela «Bri-País-Gente» (1933) de Xul Solar y se acompaña de dos videos que pueblan con sus cantos la sala.

El nombre de la obra es de por sí «gracioso, muy divertido» como advierte Torres Kosiba, acerca del título surgido de un juego sonoro con la letra «ch», algo que le pareció un resultado interesante porque «siempre hay una cuota de humor» en su trabajo.

«Para mí el humor es muy importante, asociado al arte contemporáneo es una manera de desarticular ciertas estructuras, permite tener muchas capas de pensamiento frente a la obra», reflexiona la artista e investigadora cordobesa.

«Esta propuesta tiene ciertas instancias bastante tiernas, divertidas, y está muy relacionada con la música que también está en diálogo con la obra de Xul Solar». La danza y la música son lenguajes que se emparentan con el trabajo de la artista y performer, lenguajes desde donde investiga «la gestión de las emociones a través del canto performático», según explica la también docente de la Universidad Nacional de Córdoba. Y señala que la obra está pensada «desde lo performático, lo corporal, desde las posibilidades de movimiento de los cuerpos».

El gran vínculo entre las obras de «Tesoro» es el trabajo con textiles, explica Torres Kosiba que refiere que «son piezas textiles con una materialidad que las pone un poco más rígidas, pero siguen siendo blandas, algo que también me interesa mantener, cuerpos como redondos y blandos», y agrega que trabaja con una paleta oscura, como si estas formas fueran siluetas, pero incorpora el dorado y el azul surgidos de las «prácticas oraculares».

«Elegí trabajar con Xul Solar porque me interesa la metodología que utilizaba, similar a prácticas que son cotidianas para mí, como las canalizaciones y los oráculos», cuenta sobre ese lado «esotérico» del polifacético artista del siglo XX donde encuentra un vínculo.

«Me interesa la idea que tenía de desarmar estructuras, volver a armar, inventar, pero sobre todo esa metodología más esotérica que tenía para desarrollar proyectos y piezas», algo que la llevó a elegir la acuarela por el personaje serpenteante negro con cabeza de mujer, «muy escenográfica, muy teatral» que relaciona con los vestuarios de sus performances, explica Torres Kosiba.

Su serie de mujeres pájaro surgieron a fines del 2019 luego de haber estado muchos meses en silla de ruedas por un accidente: «aparecieron muy fuertemente estas mujeres pájaros en movimiento, bailando, realizando acciones que yo no podía, y desde ese periodo a hoy están muy presentes», y son testigo de situaciones que «empujan a que los procesos de la obra se abran hacia otros lugares», reflexiona.

Por otro lado, indica que trabajar en esa sala que exhibe la colección del museo representó un desafío ya que «es la primera vez que se interviene la colección», pero esto se relaciona con sus trabajos previos de similares características, como parte de su práctica, que le permite reforzar sus investigaciones teóricas de los últimos años.

«Pensé mucho en cómo hacer que mis piezas estuvieran habitando el espacio sin interrumpir del todo la visión de la colección, por eso trabajé con transparencias en el caso de los textiles -explica-. Todo lo que salió, las canciones, palabras, el nombre, fue a través de canalizaciones».

«Junto a los músicos Miguel Garutti y Lola Granillo realizan canalizaciones colectivas para producir piezas sonoras, vestuarios confeccionados según sus cartas natales, imágenes aparecidas en visualizaciones», dice el texto curatorial que acompaña la muestra, una suerte de restitución, «una puesta en valor de la dimensión espiritual del arte», escriben Nicolás Cuello, Lara Marmor y Guille Mongan.

A su vez, los videos filmados en Mar Chiquita, un paisaje de agua muy salada y salinas y en su taller de Córdoba, fueron dirigidos por Lucía Palacio, y la letra de las canciones utilizadas se basan en temas populares como la cumbia santafesina «Que es lo que quiere la chola».

Las muestras podrán visitarse hasta febrero en Olga Cossettini 141, Puerto Madero, Buenos Aires, de jueves a domingos de 12 a 20, con entrada general de 400 pesos.

Por primera vez se realiza un festival de arte y tecnología en el metaverso

Fuente: Télam ~ Se desarrollará en la plataforma Decentraland y contará con obras de artistas como Marta Minujín, Miguel Ángel Vidal, Eduardo Mac Entyre, Gyula Kosice, Alberto Bastón Diaz o Eduardo Rodríguez.

Obras de Marta Minujín, Miguel Ángel Vidal, Eduardo Mac Entyre, Gyula Kosice, Alberto Bastón Diaz o Eduardo Rodríguez, entre otros tantos reconocidos artistas, integran el mundo del criptoarte que tendrá como gran evento el primer festival de NFT geolocalizados en la ciudad de Buenos Aires y el metaverso, del 7 de octubre al 7 de noviembre, impulsado por la innovadora empresa UXArt.

Obras en realidad aumentada, galerías de arte, portales inmersivos, NFTs geolocalizados en Buenos Aires y el metaverso serán parte de este evento artístico, que será accesible desde la plataforma Decentraland, un mundo digital en línea que combina la vida social con criptomonedas, NFT y bienes raíces virtuales y emula al mundo real pero cuya característica es ser descentralizado, y se asemeja a la dinámica desarrollada en los juegos en línea.

Para ingresar a este mundo habrá que registrarse y contar con una billetera virtual (que puede estar en cero) y un avatar. Luego ingresar al evento llamado «Xreal metaverse» y «teletransportarse», como se dice en la jerga de este mundo virtual 3D, a la Plaza principal de NFTs y acercarse a la casa museo Metro-UXArt -inaugurada en agosto pasado durante la Semana del Arte de Decentraland-, donde se podrán recorrer las obras exhibidas.

En cuanto al concurso, se invita a los asistentes a encontrar estas obras de arte NFT únicas en Buenos Aires, «al mejor estilo Pokemon Go», como metaforizan los organizadores. Para ello se puede descargar la app del museo virtual UXArt al teléfono celular (con giroscopio y gps), ingresar al canal del evento «Metro xreal metaverse» y acceder al icono del mapa del festival.

Organizado por UXArt, Decentraland, Metro (con la radio Metro 95.1, la primera en transmitir desde el metaverso, como consigna y el medio especializado El ojo del Arte se invita «a vivir experiencias virtuales a través de realidades extendidas» del mundo del criptoarte.

Más de 50 artistas visuales, entre los que además están Kenneth Kemble, Dora Isdatne, Rafael Parratoro, Antonio Romero, Cristian y Roger Mac Entyre, Rogelio Polesello, Perla Benveniste, el especialista en criptoarte Alberto Echegaray Guevara se integran a este museo cuya estructura arquitectónica, ubicada en unas parcelas de Decentraland, se corona con una réplica escaneada de «Ciudad aeroespacial» de Kosice, que flota por encima.

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Las obras con las que se puede interactuar, escaneadas y modelizadas en 3D para el museo, son parte del proyecto que desarrolla el laboratorio de tecnología y arte UXArt, radicada físicamente en la isla El Descanso del delta del Tigre en sus 40 hectáreas donde confluye paisajismo, jardines, flora nativa, arte al aire libre -como las obras de Pablo Reinoso o Marie Orensanz-, gastronomía, eventos sociales, cuyos anfitriones son Claudio Stamato y Felipe Durán.

El concurso propone encontrar los NFTs en 3D en ambos metaversos y luego compartirlos en las redes con los hashtags #metro951 y #metroxrealmetaverse. De las imágenes subidas se elegirán las cinco más creativas y el premio será un ticket para el Festival XReal.

Creada por el colombiano Felipe Duran, CEO de la empresa, junto al productor Gustavo Errico y Beto Resano, a cargo de la innovación y desarrollo, la empresa que explora distintos modos de experimentar desde nuevas estrategias a ser implementadas a través de medios digitales -hologramas, NFT, realidad aumentada, por ejemplo- tuvo en noviembre de 2019, con el mapping sobre el obelisco de las obras de Julio Le Parc, un momento inaugural de gran visibilidad pública. El evento tuvo su regreso en 2021 con la proyección en formato de mapping y holograma sobre la vegetación en el Festival Xreal.

«Llegamos para innovar la manera de ver a la cultura, el arte, la tecnología y el espacio público», declaran los fundadores sobre el «laboratorio tecnológico y artístico creado para trabajar en línea de manera virtual y física».

Recientemente participaron en la primera muestra dedicada al arte digital y el mundo cripto en la historia de la Bienal de Venecia con obras de Kosice, Le Parc, Vidal y Alberto Echegaray Guevara, en el Pabellón de Camerún que presentó «The times of the chimeras», artistas seleccionados entre más de 500 de todo el mundo por la Organización Autónoma Descentralizada de Cripto Arte Global.

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Vuelve Charly García: la inesperada forma en la que expondrá sus obras de arte

Fuente: Ámbito ~ La presentación será en el marco del ArteBA 2022 a realizarse en Costa Salguero. Mientras, siguen los rumores sobre un próximo disco del músico, que ya estaría en sus etapas finales.

Por primera vez, y con su nombre completo, Carlos Alberto García Moreno, más conocido cómo Charly García, expondrá sus obras de arte pictóricas. La presentación se realizará en el marco de ArteBA 2022, según anunciaron desde POPA Galería de arte y la fundación Make Art Not War.

El músico ha hecho públicos algunos de sus dibujos previamente, como en la tapa de Random, su último disco lanzado en 2017, o la contratapa del disco Pettinato plays García, de Roberto Pettinato. Aun así, nunca una coleccion completa de sus obras recibió este tratamiento al punto de llegar a una galería.

La presentación será del 7 al 9 de octubre de 12 a 20hs. El stand de POPA Galería, donde se presentarán las obras, será el C23 UTOPIA en el Centro Costa Salguero (pabellones 1, 2, 3 y 5) en Av. Costanera Rafael Obligado 1221.

Rodolfo Johannes fue el encargado de realizar la curaduría sobre las obras. En el catálogo de muestra, el filósofo Dani Mundo reflexionó sobre el trabajo del músico: «Como pintor, García representa un movimiento artístico que en nuestro país casi no tuvo repercusión, el art brut. Las imágenes salvajes que atentan contra los contornos y los significados claros que pinta Charly recuerdan imágenes de sujetos esquizofrénicos, que desde hace unas décadas vienen considerándose obras de arte como cualquier otra».

En ese mismo sentido, Mundo agrega que, «como también su obra musical desde los años 90», la obra de Charly «es una pintura para la que el color, el rayón y la mancha bastan», y sentencia: «Si bien Charly no provoca en la pintura la misma revolución que trató de desencadenar en la música, es posible pensar que su obra pictórica acompaña esta búsqueda destituyente de la tradición musical».

A días de cumplir 71 años, los rumores de un disco casi a punto de salir siguen apareciendo. El mismo estaría en su faceta final de mezcla y masterización pero ante la fina y atenta mirada del legendario músico argentino, este proceso todavía puede llevar un tiempo más.

Más proyectos inmobiliarios premium suman arte para agregar valor: así es la tendencia en Argentina

Fuente: IProfesional ~ Cada vez más edificios residenciales y torres de oficinas incluyen intervenciones de arte tradicional y también crypto. Como se vincula con el Real Estate.

En los últimos años, el rol del arte en los emprendimientos inmobiliarios entró en tendencia y por eso, contar con obras creadas específicamente para los edificios es una propuesta que aporta valor y originalidad a cada propiedad dentro de un proyecto residencial.

«Este tipo de desarrollo inmobiliario está orientado a un público más sofisticado que aprecia no sólo la calidad en las terminaciones, sino también la originalidad en las propuestas residenciales», cuenta Francisco Bosch, de Miranda Bosch Gallery, la galería de arte y real estate dirigida por Eleonora Molina.

Arte que suma valor agregado a la propiedad

La inclusión del arte en las áreas comunes y los espacios verdes de los edificios forma parte del valor agregado y del factor diferencial de un proyecto residencial high-end.

«Nosotros tenemos una visión que va más allá de lo utilitarista y de un repago económico inmediato porque creemos que elementos como el diseño, el arte, la forma en que pensamos las unidades y muchas otras variables inmateriales son parte esencial del valor de un proyecto y claves para elevar la calidad de vida de quienes los habitan», afirma Federico Rubinstein, gerente de Marketing y Ventas de BrodyFriedman.

En Velvet Sucre, el edificio ubicado en Belgrano, se expone la obra de la artista argentina Celina Saubidet 

Instalaciones artísticas más destacadas de Buenos Aires

En Velvet Sucre, el edificio ubicado en el barrio de Belgrano, llama la atención la obra de la artista argentina Celina Saubidet quién creó exclusivamente para ese espacio dos grandes esculturas metálicas inspiradas en los capullos que construyen ciertos insectos para su proceso de metamorfosis.

«Las crisálidas proponen algo lúdico: que quien las vea pueda entrar, tocarlas, trepar y tener una experiencia vivencial», explica Saubidet sobre la idea detrás de esta creación.

Quo Paraguay, en el barrio de Palermo, cuenta con la obra de Claudio Roncoli quién pintó tres murales –Infinity, Ocean y Play–, que en conjunto forman un Loop visual de pinturas con figuras geométricas en gamas de grises, alineadas a la estética del edificio.

Una obra colgante diseñada por Justina Canton e Yvonne Fournery Córdoba se lleva la atención en la planta baja del Palacio Cabrera. Se trata de una instalación de perfil contemporáneo que genera una continuidad con la cúpula vidriada y un contraste con las escaleras de mármol y el piso damero. 

En un edificio de época, artistas intervinieron el gimnasio y la sala de yoga con un mural

«Nos interesaba la relación con el sujeto que visita el lugar –a través de la escala y los materiales– y el vínculo con la naturaleza«, cuenta la arquitecta Julia Daruich Bouvier, de Estudio Litoral, quien diseñó los tótems que se pueden apreciar en uno de los patios del desarrollo.

El edificio de época cuenta, además, con la intervención de las artistas plásticas Cecilia Ibarguren y Paca Robirosa quiénes intervinieron el gimnasio del edificio y la sala de yoga con un mural «llevando la naturaleza al interior y generando un clima verde y de frescura con vegetación selvática a gran escala, que además junto a un gran espejo que hay en ese espacio genera una sensación envolvente».

El complejo residencial Oceana Puerto Madero se propuso el desafío de intervenir los espacios comunes con piezas seleccionadas para la plaza central vinculando la arquitectura de los dos edificios con un gran espejo líquido. Sobre un basamento de piedra, el agua es el soporte para desarrollar los mapas estelares de Leo Battistelli que, además, dialogan con las esculturas de Elba Bairon.

Se trata de «una obra que relaciona a los habitantes de Oceana con el río; una obra que invita a levantar la mirada y reconocer nuestro cielo austral reflejado en el gran espejo de agua del gigante Río de la Plata», explica su autor.

Para los desarrolladores, el diseño y el arte son una parte clave de todo proyecto, ya sea residencial o de oficinas

El crypto arte

La intervención artística en los edificios NEXT -cuyo concepto es adelantarse a lo que viene- a través de artistas como Mariana Villafañe y Alejandro Arguelles responde a cuatro pilares que la marca destaca en sus desarrollos: arte, tecnología, sustentabilidad y diseño. Todas las construcciones tienen intervenciones de arte en las fachadas, en la señalética, los cielos rasos y los balcones.

«En nuestros proyectos, el arquitecto trabaja con el artista y el edificio es como el lienzo blanco en el que se van plasmando las intervenciones», cuenta el desarrollador inmobiliario e inversor en el sector tecnológico Damián Lopo.

Pero la desarrolladora NEWLINK decidió sumar un nuevo concepto: una galería virtual en el metaverso que está instalada en su último edificio, el PAMPA 2.0 «Cuando compras una unidad residencial en PAMPA 2.0 también estás comprando parte de una colección de arte digital que se vuelca en pantallas que están en distintas partes del edificio», detalla Lopo.

De esta manera, los clientes no sólo están accediendo al beneficio estético de residir en un edificio atravesado por el arte, sino que también «se convierten en propietarios de parte de una colección de arte digital curada por la empresa FINISTERRE ARTE quién además se ocupa de ir renovando, vendiendo y comprando las piezas artísticas redundando en un beneficio económico para los propietarios de las unidades».

En los ediifcios con crypto arte, el dueño de la propiedad recibe un beneficio económico con cada venta

El arte también conquista los espacios de trabajo

La inclusión de obras de arte contemporáneo y vanguardista en edificios corporativos premium es también tendencia en los emprendimientos de oficinas premium.

El icónico y clásico edificio Plaza San Martín o el Madero Office, con un diseño vanguardista y moderno, incluyen obras de arte abstracto que esconden una historia, un concepto o una «sensación» que invita a sentir.

Así es el caso de la escultura de Eric Franco, una obra de arte abstracto con forma geométrica y monocromática montada en el edificio Plaza San Martín que responde al sello del autor.

La firma Raghsa -a cargo de estas y otras torres premium-, también convocó a los artistas plásticos Cristina Piceda y Sebastián Vedoya para que realizaran en el hall principal del Belgrano Office la imponente obra Nueve Ramas, un árbol abstracto trabajado bajo el concepto de la sustentabilidad.

El arte valoriza la propiedad pero también los espacios de trabajo

La búsqueda de la imagen y de los materiales reciclados para lograr la instalación se relaciona con «el árbol como símbolo de la vida en perpetua evolución, en ascensión hacia el cielo, evocando todo el simbolismo de la verticalidad», dice Cristina Piceda.

A su vez, Madero Riverside cuenta con la obra de la artista Marcolina Dipierro, la cual parte de la fórmula geometría + abstracción + arquitectura, que da como resultado una serie de estructuras con secciones cúbicas que recorren extensiones de muros estableciendo diálogos, ritmos y vínculos formales con sus materialidades y respectivas sombras.

También se destaca Madero Office con LA HOJA, una estructura que representa el cuidado del medio ambiente. Un ícono artístico que recuerda que Madero Office es uno de los seis edificios más sustentables de la Argentina.

Giacomo Lo Bue: historia de un exquisito del arte

Fuente: Perfil ~ En su vasta colección nada está librado al azar. En la composición de todas las obras que pueden verse en exhibición en su casa –y que son una pequeña muestra de su acervo– puede leerse cierta simetría. La única premisa en los objetos que colecciona es que sean ‘arte’. Entre esas obras, “una mezcla que a veces puede resultar un poco desorientadora”, dirá, asoman desde unos candelabros traídos en el mismo barco en el que venía Jerónimo Luis de Cabrera hasta una pintura holandesa del 1600, pintada en una lámina de cobre tan finita como una hoja de papel.

Giacomo Lo Bue tiene 75 años. Nació en Sicilia (Italia) y llegó a nuestro país en 1951, cuando apenas tenía cuatro. Único varón entre tres hermanas mujeres, se instaló en Mendoza con su familia y a los cinco años vendía hilos y agujas en la calle para ayudar económicamente en su casa. “Nunca supe que era pobre, para mí siempre fue natural trabajar”, dirá a lo largo de la charla.

Hasta los 15 años no tuvo noción de lo que era el arte. Pero un hermano de su padre que se dedicaba a la decoración de iglesias en Italia reclamó a su sobrino y en 1963 Giacomo volvió a Milán. Allí se abrió un mundo nuevo bajo sus pies: entró en el universo del arte y su vida cambió para siempre, pasó de la ignorancia extrema a una casa  llena de libros en una de las ciudades más importantes del mundo. Empezó a leer vorazmente y logró recomponer su historia de la mano de su tío a quien reconocerá como a “un genio”.

A finales de 1969 vuelve al país y abre una empresa de pintura y decoración. “Empecé solo y al año siguiente ya tenía empleados a mi cargo. En Mendoza cada cincuenta metros hay una casa pintada por mí; como pintor soy muy bueno”, dice a sabiendas de pecar de vanidoso.

Pero en 1982, Giacomo deja los pinceles. La Guerra de Malvinas le provoca una crisis que lo impulsa a abrir su primera galería de arte como respuesta al absurdo de la guerra. Bajo su atenta mirada, concentrado en pocas exposiciones y con el foco puesto en lo inédito, lo exclusivo y la novedad, Giacomo Lo Bue Galería de Arte se convierte rápidamente en la más importante de Mendoza y lo nombran Joven del Año.

Cuando esa ciudad cuyana empieza a quedarle chica, emprende un viaje a Córdoba. Es el año 1987 y aunque su objetivo final es Buenos Aires (en 1997 comprará la galería de Federico Klemm pero nunca llegará a poseerla), decide abrir una galería en la Docta, que durante 10 años albergará a los artistas más importantes del arte contemporáneo. “Cada galerista se mueve por criterio propio, el mío fue trabajar siempre con artistas de primerísima línea. A mis dos galerías las abrí con muestras de Raquel Forner”, recuerda Lo Bue, quien dentro de su patrimonio tiene una obra de Enrique Larrañaga que fue presentada en la primera Bienal de Venecia.

Lo Bue dice que es un analfabeto porque no continuó sus estudios más allá de la primaria, pero su formación corrió por andariveles paralelos al ámbito académico, consumiendo muestras, aprendiendo de los grandes maestros universales y codeándose con ellos en las galerías del mundo. “Para mí es natural estar cerca del arte. ¿Qué es el arte?, yo no lo sé. De lo que sí estoy seguro es que el hombre sin fe no puede crear nada. No me imagino a Miguel Ángel sin fe. Lo que comúnmente se llama pasión, tiene que llegar y arrasar. Me los imagino a Picasso y Rembrandt en una conversación y de repente en esa mesa de café se está haciendo arte”.

Con el tiempo, Lo Bue se convirtió en un experto y aún hoy lo buscan por asesorías. En su colección se pueden encontrar objetos de lo más disímiles, desde arte precolombino y pinturas griegas neoclásicas hasta objetos hechos en la Mesopotamia. “Todo está conectado. Abrí mis galerías porque tenía algo que decir y acá (dice en referencia al espacio que habita desde 2000) he tratado de exponer lo más noble, sin ningún tipo de especulaciones”, señala.

Dueño de un perfil extremadamente bajo, contagia la pasión con la que Lo Bue relata. Habla de Renato Guttuso, creador de la pintura social; dice que su sueño es no hablar, “muestro a lo que he podido acercarme para que los objetos hablen por mí” y confiesa que el arte que más le interesa es aquel en el que se ve reflejada la vida del artista: “Imagina un pintor perseguido por Hitler que de repente se ve amenazado y emigra escapando mientras matan a su familia; imagina la vida de ese artista, su drama”, enfatiza

Cuando vuelve a Córdoba, en 1997, se sumerge en una crisis profunda, “llamale autodestrucción positiva y consciente” y se concentra en su proyecto en Cerro Colorado donde construye una casa. Lo Bue desaparece durante 13 años, “muchos pensaron que había muerto”, reconoce entre risas.

Pero de a poco va volviendo a la escena y crea una fundación “para difundir cosas que a mi criterio resultan importantes, desde el trabajo de un artesano hasta la realización de una muestra en el Neuropsiquiátrico”, se entusiasma.

Hoy trabaja en el armado de su taller con la intención de poner en pie una marquería moderna. “Necesito una marquería para mí, porque las que hay no entienden lo que yo quiero. Ahora estoy inventando marcos nuevos, contemporáneos”.

En la casa de Giacomo Lo Bue el arte se respira, la historia asoma en forma de pinturas, esculturas, grabados, dibujos y afiches que va desparramando en las mesas o en el piso mientras corre detrás de ideas que le brotan al son de una infinidad de anécdotas. La casa de Lo Bue es una verdadera casa de arte que logra su cometido: es didáctica, informativa, cultural. Y desnuda al hombre que habita en ella.


Su acervo
Entre los artistas que se encuentran dentro de la colección de Giacomo Lo Bue, asoman José Malanca, Fernando Fader, Lino Enea Spilimbergo, Quinquela Martín, Emilio Caraffa y Juan Del Prete. En materia de escultura, hay piezas de Selva Vega, César Carrizo, Curatella Manes, Auguste Rodin y el alemán Karl Hofer. Aparecen también obras de Guillermo Kuitca, Rómulo Macció, Felipe Noé, Fabián Liguori, José Pizarro y Juan Longhini, entre otros; así como también grabados de Facio Hebequer, Antonio Pujía y Lucio Fontana.


“Mi compromiso ha sido mostrar obras que evolucionan”
Giacomo Lo Bue vio crecer a la mayoría de los galeristas actuales y ha seguido el crecimiento de todas las obras argentinas desde la década de 1960.

Crítico de la escena local, Lo Bue señala que él no puede hacer una muestra en la que haya sido testigo de la desintegración del artista. “Si el artista no crece más, dejo de exponerlo. Ese es mi compromiso con la sociedad”.

En este sentido, reconoce que en las casi 70 galerías que trabajan hoy en la escena local, aparecen cada tanto cosas nuevas y que “sólo hay que estar atentos”.

Alec Oxenford: arte rumbo a la vereda tropical

Fuente: Clarín ~ Mientras prepara tres muestras de su colección en Brasil, responde a todas las preguntas: pondera el destino de su acervo y su larga impronta en arteba, resistida por algunas galerías emblemáticas.

Desde este piso alto de una torre de Palermo Chico quizás se consiga la mejor vista de Buenos Aires, en todas direcciones. Una franja del Río de la Plata, la profusa vegetación que avanza entre las avenidas, accesibles por un inmenso ventanal. Pero el paisaje es tanto más cautivante de este lado, en las habitaciones del piso que Alec Oxenford conserva en la ciudad, aunque desde 2020 viva en Río de Janeiro. Pionero de los emprendimientos puntocom de la primera ola de los 90, desde 2008 y por los avatares del universo, según dirá, el fundador de DeRemate.com y OLX, entre otras compañías tecno, reunió la mayor colección de arte contemporáneo argentino, que asciende a 527 piezas. Todo hecho en el siglo XXI. Para eso se asesora con curadores, compra obra a artistas vivos para que sigan creando y las documenta (pronto estará disponible una publicación financiada por él sobre esos artistas).

Ahora está embarcado en una gran exposición en Brasil, en tres capítulos, con 140 obras de unos 85 artistas, según anotó a mano en una libreta flexible, destino de cualquier esbozo de idea. Curada por el argentino Mariano Mayer, “Un lento venir viniendo”, título inspirado en la teoría de la siesta de Macedonio Fernández, llevará un panorama de la escena actual del arte argentino, que tiene la delicadeza de generar interés a partir de temas vinculados a los contextos de exposición. En Río de Janeiro, en San Pablo y en Porto Alegre habrá muestras de la Colección Oxenford, que al cierre de esta edición salen de viaje desde su casa en un country de Pilar, donde comenzó a coleccionar, en una aventura que lo obsesionó al ritmo de una obra por semana.

–¿Cómo te vinculaste con el arte?

–Un poco como los orientales, cada vez creo más que el universo tiene su manera de influirnos. Yo tenía unos 26 años cuando una amiga me invita a una reunión en lo que iba a ser el Malba, todavía no inaugurado. Éramos unas 60 personas y ahí me entero de que pergeñaban la Asociación de Amigos de Malba. Y me invitan a ser el primer presidente.

–¿Ya eras coleccionista?

–No. Siempre me gustó el arte pero nunca me había propuesto seriamente coleccionar. Soy curioso y, por deformación profesional, tengo el hábito de tratar de entender las cosas. En Malba el curador era Marcelo Pacheco y un poco aprendí de él y de Inés Katzenstein –hoy responsable del área de estudios del arte latinoamericano–. Con el tiempo nos hicimos bastante amigos y le pedí ayuda para una casa que yo construía en Pilar. Inés era la persona que yo entendía que más sabía y me dijo: yo te ayudo. Pasó una cosa genial en la primera galería a la que fuimos. No sé cuántas obras vimos; entre un montón, elegí una fucsia de Marina de Caro. Inés me advierte: es tu primera obra, no te apures. A los cuatro días sigo convencido y llamo: me dicen que se vendió. No lo podía creer, estaba enojadísimo. Meses después entro en la galería Ruth Benzacar, todavía en Florida, y la veo apoyada en el piso. Alguien la había comprado pero estaba de vuelta y todavía no la habían colgado. Dos episodios del universo metiendo la cuchara. Mi primera obra, todavía la tengo, está en el cuarto de mi hija.Alex Oxenford junto a obra de Valentina Liernur, en Buenos Aires. Foto: Emmanuel Fernández. Alex Oxenford junto a obra de Valentina Liernur, en Buenos Aires. Foto: Emmanuel Fernández.

–¿Qué fue lo que te decidió por coleccionar solo siglo XXI?

–Cuando terminamos la casa yo estaba divertido en el proceso de ir a estudios, galerías y muestras, aprendiendo tanto. Se acabaron las paredes pero no quise parar. Fue un proceso orgánico y temprano nos dimos cuenta que lo contemporáneo era lo que más nos gustaba. Ahí empezamos con las definiciones: solamente compraríamos obra de artistas vivos para apoyar la escena. Y además, solo en el mercado primario, a través de las galerías, para que la plata vaya al artista y nunca a otro coleccionista. Aparte, el 90 por ciento de las obras son de este siglo, es lo que pasa hoy. La colección arranca en 2008, con obras del 2001, 2002, lo más contemporáneo que había. Ese fue el quiebre. Advertimos que lo más divertido es lo que está pasando hoy. Es mi vida y no otra vida; además, esto tiene una relación directa con la tecnología, mi actividad profesional. Desde los veintipico he sido CEO y quien tiene que dar respuestas; del arte me gusta que me genera preguntas para las cuales no tengo respuestas. Eso es un equilibrio y te transforma. Vivo muy en el hoy; en la tecnología y el arte contemporáneo. Hay mucha correlación. Y otro punto importante de la colección es que si quiero apoyar la escena, no podemos coleccionar a cinco artistas en profundidad y cada seis meses comprar una obra…. La manera de amplificar el impacto es una aproximación panorámica. Muy abierta. Hoy son 527 obras de 145 artistas, con un promedio de 3,5 obras por artista. De algunos tengo 10 ó 15, y de otros, una nomás.

–¿Y cuántas son las que viajan a Brasil?

–Estas 140 obras que van a Brasil, repartidas en los tres museos, pertenecen a entre 80 y 90 artistas. En general las muestras en un museo son de un creador, a veces un dúo, como Leda Catunda y Alejandra Seeber en el Malba. Y si es una muestra colectiva, son cinco. Por eso 85 artistas es algo muy inusual… Lo lindo de esta panorámica, que por supuesto es imperfecta –porque no hay tiempo ni presupuesto– es que cubre una parte muy representativa de la escena. Eso fue lo que llamó la atención y por lo que nos invitaron a hacer la muestra en Brasil. Allí hay curiosidad sobre América Latina; allí las muestras en los museos vienen de Europa o Estados Unidos, y no hay tanto cruce regional. Y les interesa que tenga todos los lenguajes – esculturas, pinturas, performance, videos, fotos, muy abierta–. Nunca mostré la colección en ningún museo. Les gustó también que esté muy bien documentada. Hay registro de todas las obras, con trabajos escritos, y obras prestadas a museos como el MoMA. La fundación ACT propuso el proyecto a mecenazgo en Brasil y ya está 100% cubierto por espónsors muy premium.

–¿Además de comprar, vendés obra?

–Todavía no vendí ninguna, no hay ningún placer en vender.

–¿Tampoco para hacer lugar y seguir en la renovación perpetua?

–No me pasó, pero es un poco sorprendente. Pero por otro lado pienso en el artista; si lo quiero ayudar, no encaja.Florencia Bohtlingk, “Flora misionera”, 2016. Óleo sobre tela. 240 x 670 cm. Una de las dos obras de la artista que participa de la exposición. Florencia Bohtlingk, “Flora misionera”, 2016. Óleo sobre tela. 240 x 670 cm. Una de las dos obras de la artista que participa de la exposición.

Los días de arteba

–Presidiste arteba entre 2013 y 2019. ¿Cuál dirías que fue tu impronta y cuánto de tu gusto por ciertos galeristas y artistas se impuso? Esto se escuchó por años como queja o incluso denuncia.

–Dejé de ser presidente y salí del directorio en 2020. Creo que la continuidad de arteba es ejemplar y, te diría, es una ong única en este país. Cada presidente que llega agrega un poquito de su estilo. A mí siempre me pareció clave la conexión internacional, llevar el arte argentino al exterior. Nuestro programa de adquisiciones de museos no tiene paralelo en el mundo, ni siquiera en ferias grandes como San Pablo. Esa es una clara impronta mía. Otra fue la revista, que durante seis años documentó la escena. Otro problema del arte argentino es que no hay registro de la escena; era una fiesta que pasaba a oscuras y la revista de arteba hizo visibles los happenings. Ahora, si me preguntan respecto de qué galerías eran elegidas o rechazadas en arteba, eso es un mito. Eso no lo hace el directorio; desde hace 25 años, un comité de galeristas selecciona a las que participarán. Es deliberado que el directorio no se meta en eso, porque de lo contrario, tendrías 365 días de lobby por año. Nunca participé de una reunión que eligiera galerías.

–Recuerdo que en ARCOmadrid 2016, dedicado a Argentina, no fue invitada ninguna galería de provincias. Fue una exclusión que sembró enconos. Hoy arteba busca activamente federalizar e incluye a varias.

–Eso también obedece a un discurso más general en el mundo. Ahora es muy fácil hacer lo que hay que hacer hoy… Hace años arteba viene invirtiendo energía y recursos en desarrollar el coleccionismo en el interior, porque si no tenés coleccionistas, no tenés galerías… No abrís una galería para que nadie te compre. ¿Quién puede no querer que haya más diversidad? Hay que destrabar todos los obstáculos para que todo el arte esté expuesto.

–Hoy además, arteba tiene el desafío concreto de Mapa, la feria del interior.

–Favorezco la libertad de ideas, que cada uno pueda decir lo que piensa. Pero uno tiene que elegir sus causas. Por varios años, con mi asesora, Inés Katzenstein, compramos una obra por semana (exceptuando los meses de verano). Esto influye en el mercado porque tenemos una escena chiquita. Además de nuestras becas de viaje, activamos las interpretación académica. Elegimos 60 obras y a 40 investigadores que escribieron sobre ellas. Es decir, una cantidad significativa de creadores tienen hoy lecturas críticas, que ahora se van a traducir al portugués…

Y de lo que estoy muy orgulloso es de las becas de emergencia, cuando vino la crisis grande de la pandemia y los artistas la pasaron muy mal. Armamos una beca con la que solventamos por un tiempo los gastos más indispensables de 60 artistas. Un jurado de 15 artistas, también pagos, identificó a los otros 60. Fue una linda experiencia de ayudar al sector.
Alejandra Seeber, “Cuidado con la pintura”, 2010. Óleo sobre tela. Alejandra Seeber, “Cuidado con la pintura”, 2010. Óleo sobre tela.

–Existe una crónica dificultad en constituir un mercado genuino de arte argentino. Primero, los jugadores fuertes no superan la docena. Intervienen en esto tanto las crisis cíclicas, la cuestión de la moneda, como también el vicio de comprar en negro. ¿Cómo consensuar el valor si el precio no se fija? ¿No es básico?

–Mercado es gente comprando y gente vendiendo. Y compré 527 obras. Coincido con Mariano en que es un mercado más chico y débil que en el resto del mundo, no se compara en volumen con el de Brasil. Y quizá en esto resida su diversidad. Hay grandes galerías, como Gagossian, que ofrecen a los artistas proyectos de sus clientes por 15 ó 20 millones de dólares. Tenés que ser un creador muy disciplinado para seguir nomás con lo tuyo y rechazar esas cantidades por un proyecto ofrecido. Esas son grandes fuerzas que uniforman mucho el arte. Acá eso no existe. El segundo factor –tristísimo– es que nuestros artistas más reconocidos ya no venden a través de galerías locales. Viven acá, crean acá pero si querés comprar obra, tenés que contactar a un galerista del exterior. Una porción representativa de mis obras no las compré acá. Le Parc compré en Madrid, Tomás Saraceno en Berlín, Marcelo Pombo en Los Ángeles, Eduardo Navarro en San Pablo; Diego Bianchi tenés que comprarlo en París, Adrián Villar Rojas en Nueva York o México, y siguen las firmas… Empieza a ser un problema porque nuestro arte ni siquiera se vende en el país, se está desparramando rápidamente.

Cambia, todo cambia

–¿Por qué emigraste a Río? Fue en el momento del éxodo de empresarios, con la pandemia.

–Tengo una relación con Brasil de muchos años. Sin mucho detalle, cuando tenía 11 ó 12 años, era la dictadura, y nos fuimos a vivir a San Pablo. Después, con Deremate.com, mi primera compañía de tecno, en el 99, Brasil era el mercado más importante para nosotros. Del 2005 al 2015, con OLX todo el tiempo tuvimos oficina en San Pablo, después en Río. Me acostumbré mucho a estar ahí…Alberto Goldenstein, “En el Metropolitan Museum I”, 2011. Impresión inkjet sobre papel. Alberto Goldenstein, “En el Metropolitan Museum I”, 2011. Impresión inkjet sobre papel.

–¿Te fuiste enojado de la Argentina?

–No, me fui triste… Después de OLX abrimos Alpha Capital, una compañía de inversión en empresas tecnológicas. Y no las hay en Argentina del tamaño que busca Alpha. Y además hubo un tema personal: mi pareja es carioca. Nada tuvo que ver el impuesto a la riqueza. Muchos se fueron asustados, los cambios de reglas asustan. Pero nadie que quiera evitar impuestos se va a Brasil porque son altísimos. Pero Brasil es súper estable, siempre igual.

–¿Por qué la tristeza? Hay un anhelo de posteridad en el coleccionar; generosidad, obsesión, supone un horizonte de nación…

–¡Cómo no me va a dar tristeza! Es un país tan lindo. Al recorrer los cafés, es una gloria la sofisticación y profundidad de las conversaciones, muy por arriba de la media de la región y de Europa. Pero como colectivo no pegamos la vuelta. Es una gran decadencia. Esta arquitectura, la alegría de la gente, el compañerismo, el apoyo en la familia y los amigos están. Eso no es natural en el resto del mundo. Pero al final las oportunidades, tristemente, no están.

–¿Dónde identificás, como empresario, el origen de esa decadencia?

–Mirá, no sé, no soy politólogo. Pero veo algo de priorizar los símbolos y las ideologías sobre la realidad. Te caés en un pozo pero como no creés que esto exista, no lo ves… Me rompí una pierna pero no existen los pozos. Hay algo seguro, no funcionamos juntos y eso es malo. La mentira también reina, es un problema grande; hay mentira en los medios, en los discursos, por todas partes. Como les conté, mi empresa Alpha Capital se dedica a mercados latinoamericanos; en los hechos, solo nos servía abrirla en México y Brasil. Les cuento por qué con una cifra. En 1994 el. Merval argentino reunía el 40%, por debajo del Bovespa, el mercado de Brasil, que tenía el 60%; Hoy el Merval representa apenas 1,8 %. Quiere decir que 30 años después, la totalidad de los activos empresarios argentinos valen menos del 2 % de los brasileros. El nivel de destrucción de valor es pavorosa. Y este es apenas un ejemplo de lo real extremo; toda la acumulación de valor se repartió así en la región. Nosotros tardamos un segundo en decidir que nuestra empresa tenía que abrir en Brasil y no acá. Me encantaría haberla hecho en mi país, donde tengo a mi familia y mis hijos. Pero era inviable.Marcelo Pombo. Hoy con galerísta en Los Ángeles Marcelo Pombo. Hoy con galerísta en Los Ángeles

–En el campo del arte, esperamos que sea lo más global posible, y por el otro, se estimula lo argentino. ¿No es contradictorio?

–Buena pregunta. He trabajado siempre con innovación. En mi práctica, veo que se trata de no tener fronteras. Hoy siempre tenés que adelantarte al futuro y esto tiene mucho que ver con el arte. ¿Qué es el arte?, hacer de la nada algo correlacionado. A mí me gusta que mi colección salga a jugar en el mundo pero solo comprando arte argentino. Cada quien colecciona lo que le gusta y le da la gana pero yo prefiero el arte argentino. Yo tengo algunas piezas de otras nacionalidades pero no están en el sistema; en cambio, este es mi metro cuadrado y acá tengo más responsabilidad. Hay que empezar por casa. Además, hay tanto para hacer y es tan especial el arte nuestro. Imposible aburrirse como coleccionista porque hay muchísimo que está pasando siempre…

–¿Y qué es lo que te guía?

–Tengo un asesor japonés, filósofo, Yasuhiko Genku Kimura, un tipo genial; hablábamos de la importancia de lo diverso en las empresas. Él me hacía una apología de la diversidad y me decía: “tenés que darte cuenta de que un clon tuyo no te suma nada. Lo único que te suma es lo diferente, lo igual a vos ya lo tenés. Cuando te diferenciás de tu clon, tenés la posibilidad de sumar”. Si lo mirás en la escena mundial, el arte argentino es muy diferente. No sé por qué será, quizá porque siempre estuvimos lejos de todo o porque el país estuvo aislado o porque la conversación es diferente. Pero se advierte claramente y esa distinción aporta singularidad a la conversación global. Esa es mi visión, por eso siento que hay que empezar por casa.

–¿No es una distorsión esa excepcionalidad?

–En absoluto. Una gran galerista neoyorquina me contaba hace poco que va a las mansiones y ve las mismas obras, cinco o seis artistas colgados por todos lados. Eso no pasa acá. Por el contrario, me apena que mucho de lo mejor nuestro no se conozca bien. Nosotros hemos hecho un programa de becas y viajes internacionales, suspendido por la pandemia pero que estamos retomando; creo muchísimo en aprender de los otros. Me pareció siempre buenísimo llevar arte argentino al mundo; han sido 9 años de becas de estudio y familiarización. Cada año unos 15 artistas viajan por todo el mundo, los elige un jurado internacional y ya van 88 viajeros. Hablamos del mundo en serio, a Estados Unidos pero también a Noruega y China. Este apoyo encaja muy bien con el actual proyecto de Brasil. Me conmoví mirando la lista de artistas y obras que estamos llevando a Río en noviembre, ¡los vamos a impresionar! Y sé de qué hablo porque conozco los museos de Brasil y lo que se hace aquí; lo nuestro no se ve allá, es otra cosa, llamará la atención.Marcelo Alzetta, “Tornado en el desierto”, 2019. 60 x 70 cm. Marcelo Alzetta, “Tornado en el desierto”, 2019. 60 x 70 cm.

–Te dedicás a la innovación en tecnología; ¿la emparentás con el arte emergente? ¿Apostás por él?

–Están relacionados. Me gusta experimentar siempre; uno debe estar en la frontera, probando, viendo lo que funciona y lo que no. El arte contemporáneo más joven es muy experimental, es divertido, lindo de ver, cuestionan todo, están jugando… Emociona comprarles.

–¿Te interesa el NFT? Casi fue inventado para un coleccionista con tu perfil.

–Mmm, no… Di dos charlas sobre NFT pero no me engancha, esa es la verdad. Tuve la siguiente experiencia hace un tiempo: por ser argentino y estar en tecnología, me invitaron a un proyecto de la Santa Sede para universalizar el acervo del Vaticano y acercarlo a la gente. Allá fuimos con gente de Microsoft y Google, los sospechosos de siempre. Pasé una semana en el Consejo de Arte y Tecnología del Vaticano. En un momento uno de los responsables del patrimonio me cuenta que algunas veces por año llega un visitante, empieza a mirar los frescos de la Capilla Sixtina y le pasa algo; hace años que ocurre. Entran en éxtasis, se desmayan, tienen un trance. No sabemos qué es, nos explica; incluso hay una teoría cuántica sobre este fenómeno: quizá la energía de Miguel Ángel acumulada en sus horas de trabajo, un misterio… Y ocurre lo mismo con el David de Donatello en la Galería de los Oficios, en Florencia. Nunca vi que le pase algo así a nadie mirando una pantalla. A mí no me conmueve una pantalla de led ni aunque tenga tres metros. Yo me siento a almorzar acá, con las dos obras de Juan José Cambre a mi lado, cambiantes con la luz del exterior a lo largo del día. Y sonrío. Me encanta que todos prueben todo, pero no me engancho con el NFT. A mí el arte me hace sonreír; mirar una pantalla, no.

–Comenzaste tu colección en 2008; habitualmente prestás tus piezas para muestras en todo el mundo. A tus 54 años y con tu primera exposición en Río, ¿cuál imaginás sería un destino posible de tu colección? ¿Tenés en la cabeza el modelo Costantini, hacer un museo? ¿O el de la familia Guerrico, que donó su colección al Bellas Artes?

–Me lo pregunto, imagino… Por el momento, hay un acceso, aunque limitado, a parte de la colección en mi casa de Pilar. Pienso en mis hijos y en cómo fueron entrando en ella. Cuando compré la obra de Le Parc, me creyeron un loco, esa cosa gigante que ocupa de la pared al techo (ahora en ese espacio está la nariz blanquísima de Osías Yanov). Pero ahora que la quitamos para mandarla a Río, están desolados, la extrañan. Que en un futuro las obras como conjunto terminen en un museo me parece algo muy pensable. Sería una linda manera de entender cierto momento muy preciso del arte argentino.Alfredo Londaibere, Sin título, 2003. 46 x 39 cm. Alfredo Londaibere, Sin título, 2003. 46 x 39 cm.

“Un lento venir viniendo”: La obsesión se despliega

Unas 140 obras, entre las más de 500 piezas que posee, serán expuestas en tres espacios de Brasil. Cita de noviembre en Río.

El edificio del Museo de Arte Contemporáneo (MAC) de Niterói, en las afueras de Río, verá venir ese lote inédito de arte argentino. Algo de otro planeta. El despliegue de la Colección Oxenford, en la exposición Un lento venir viniendo, título inspirado en un pasaje de Macedonio Fernández, inaugura el 19 de noviembre su primer capítulo en esta mole diseñada por Oscar Niemeyer; para agosto de 2023 están previstas sendas inauguraciones en el Instituto Ohtake, de San Pablo, y en la Fundación Iberé Camargo, de Porto Alegre.

Un abordaje poético plantea Mariano Mayer, el curador, en la muestra que integrarán 83 artistas. Comprende un arco singular, desde León Ferrari a Diego Bianchi, de Mirtha Dermisache y Liv Schulman, y de Liliana Porter a Jimena Croceri.

Un grupo de artistas, cuyas obras conforman la Colección Oxenford e integran este proyecto, harán intervenciones en los espacios. Entre ellos, Sofia Bohtlingk, Paula Castro, Mariana Ferrari, Sebastián Gordín, Valentina Liernur, Miguel Mitlag, Gastón Pérsico, Cecilia Szalkowicz y Julieta García Vázquez.

Arte: 5 artistas argentinos del grabado exponen sus obras en Nueva York

Fuente: Ámbito ~ Alicia Candiani, Gustavo Amenedo, Julieta Warman, Silvia Rocca y Luciano Pozo representan al país en la muestra que cuenta con la participación de 60 artistas latinoamericanos.

5 artistas argentinos del Grabado exponen hasta el 5 de noviembre en la muestra ABYA Yala Structural Origins, Nueva York, Estados Unidos. Representan al país entre 60 artistas latinoamericanos participantes.

Alicia Candiani, de Buenos Aires; Gustavo Amenedo, de Buenos Aires; Julieta Warman, de La Plata; Silvia Rocca, de Avellaneda, Buenos Aires; y Luciano Pozo, de Junín, presentan sus obras en el evento New York latinoamerican art Trienal. La exhibición está ubicada en Bronca Art Space: 700 Manda St. Bronx.

Obra de Gustavo Amenedo.

Obra de Gustavo Amenedo.

Gustavo Amenedo

La muestra está organizada por Nylaat_org y está enfocada en mostrar producciones contemporáneas de artistas que fueron seleccionados para promover nuestra cultura latinoamericana, por el análisis en sus obras de temas ambientales, políticos sociales y migratorios.

ABYA Yala Structural Origins

«Abya Yala: orígenes estructurales» examina los diversos procesos y formas de creación inspirados en metodologías, materiales y conceptos tradicionales que se implementaron durante las diferentes etapas de crecimiento cultural e intelectual en el continente americano.

El proyecto explora la inevitable repercusión que tuvieron las generaciones pasadas en los valores estéticos, culturales o sociales presentes en el arte contemporáneo latinoamericano de hoy.

Se viene arteba 2022: una edición con sede nueva para 400 artistas, 71 galerías y proyectos

Fuente: TN ~ El encuentro se llevará a cabo entre el 7 y el 9 de octubre, en el Centro Costa Salguero. Todas las novedades. de la nueva edición.

Se acerca una nueva edición de arteba que se desarrollará del 7 al 9 de octubre en el Centro Costa Salguero de laCiudad de Buenos Aires, y de la que participarán más de 400 artistas representados por 71 galerías y proyectos artísticos. En esta oportunidad, el evento abandona el sur de la ciudad hacia el complejo de Costanera Norte, en la que será su cuarta casa luego del Centro Cultural Recoleta y La Rural.

La feria, que se propone mostrar lo mejor del arte argentino moderno y contemporáneo, se desarrollará en torno a tres grandes ejes. Por un lado, las galerías y proyectos artísticos de las categorías Sección Principal (galerías establecidas y de reconocida trayectoria),Stage(galerías de menos de 5 años de apertura y que representan artistas de joven trayectoria) yUtopía (categoría orientada a las más recientes producciones que agrupa galerías, espacios gestionados por artistas, organizaciones con y sin fines de lucro y otras plataformas experimentales de comercialización).

Este año, la feria, que se propone mostrar lo mejor del arte argentino moderno y contemporáneo, se desarrollará en torno a tres grandes ejes.
Este año, la feria, que se propone mostrar lo mejor del arte argentino moderno y contemporáneo, se desarrollará en torno a tres grandes ejes.

Además de una amplia mayoría de galerías de la Ciudad de Buenos Aires, también habrá participarán espacios de las provincias de Buenos Aires, Salta, Córdoba, Tucumán, Mendoza y Santa Fe y del exterior, con representaciones de Brasil, Chile, Uruguay y Perú.

Asimismo, habrá una programación que ingresará en la “diversidad de formatos existentes para la producción contemporánea, que bajo la curaduría de profesionales seleccionados y seleccionadas trabajará diferentes temáticas muy actuales como la sustentabilidad, el cuerpo, la experiencia y la tecnología”.

En relación a ello, el ingreso a la feria contará con una obra de gran escala curada por Florencia Qualina, Además, los espacios clásicos de arteba como la Isla de Ediciones curada por Alejo Ponce de León, un Programa de Videos curado por Lolo y Lauti, un Programa de Performance curado por Carlos Herrera y un Programa de Arte y Sustentabilidad curado por Sofía Dourron. En tanto que, el Programa de Auditorio compuesto por tres ciclos se repetirán cada día en las mismas franjas horarias: el Ciclo Isla de Ediciones, el Ciclo Arte y Cultura Digital.

Al frente de la presentación estuvieron Larisa Andreani y Eduardo Mallea, presidenta y vicepresidente de la Fundación arteba, en representación de los miembros de su Consejo de Administración. Ambos expresaron la alegría e importancia de contar con una feria que pone nuevamente al arte en agenda y moviliza a la ciudad entera. “En esta feria, esperamos también que nos visite gente de todo el país aprovechando que es un feriado largo”, destacó Mallea.

El ingreso a la feria contará con una obra de gran escala curada por Florencia Qualina,
El ingreso a la feria contará con una obra de gran escala curada por Florencia Qualina,Por: tonylopezfotografia@gmail.com

Por su parte, Andreani hizo hincapié en el diálogo fluido que la Fundación mantiene con diversas galerías e instituciones de todo el país con el fin de perseguir los objetivos comunes: promover la circulación de obras, fortalecer las condiciones de la producción y el desarrollo artístico y fomentar el crecimiento de la calidad de vida del sistema de arte nacional.

Se anunció también que instituciones internacionales como el Museo Pompidou, el Museo de Arte de Dallas, el Museo de Arte Contemporáneo de Chicago y el Centro de Arte Dos de Mayo (CA2M) participarán del programa de adquisiciones, que incluirá a varios de los principales museos argentinos.

Entradas disponibles en www.arteba.org:

  • Entrada general: $1000
  • Jubilados y estudiantes: $500 (con la presentación de una constancia)
  • Menores de 10 años y personas con discapacidad (presentando certificado): sin cargo.

Llega al país Refik Anadol, considerado el artista digital más importante del mundo

Fuente: Perfil ~ Tiene 37 años, nació en Estambul pero reside en Los Ángeles. Refik está calificado como el artista digital más influyente del momento y una de sus “máquinas de alucinaciones” se exhibirá en nuestro país con una puesta inmersiva e interactiva. Para esta obra, cuyo debut fue en la Art Basel 2021 de Miami, el artista procesó casi dos millones de fotos.

Refik Anadol es un caso que conjuga innovación e inteligencia artificial, en una investigación que ya lleva algunos años y que lo posicionó como uno de los artistas digitales más influyentes del mundo. Nacido en Estambul (Turquía) en 1985, actualmente reside en Los Ángeles donde dirige Refik Anadol Studio y RAS LAB, desde las que investiga y desarrolla enfoques innovadores para las narrativas de datos y la inteligencia artificial. Refik es profesor del Departamento de Artes de Medios de Diseño de Universidad de California (UCLA), donde él mismo logró su segunda maestría en Bellas Artes. Su obra Machine Hallucinations: Coral (máquinas de alucinación: coral), podrá verse por primera vez en Argentina –de manera gratuita–el lunes 3 de octubre en el Teatro Colón junto a la Orquesta Académica del Instituto Superior de Arte del Teatro, dirigida el maestro Pablo Bocchimuzzi. El evento forma parte de la Semana del Arte que comenzó el 27 de septiembre y lo organiza Artbag, compañía de soluciones blockchain y NFTs, y el Ministerio de Cultura porteño. Las “máquinas de alucinación” de este artista pueden sonar, para quien no esté al tanto del avance de las exploraciones y las herramientas digitales, a un delirio propio de novelas de ciencia ficción.

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Refik Anadol tiene 37 años, nació en Turquía, vive en Los Ángeles y trabajó para la NASA y el MoMA.

En 2019 Rufik diseñó la primera máquina de este tipo, en ArtecHouse, un espacio dedicado al arte digital de Nueva York. Para la misma procesó unas trescientas millones de fotos de esa ciudad, luego borró los rastros humanos de ese voluminoso material, y se quedó con diez millones de fotos y alimentó con ellas a un algoritmo que genera asociaciones visuales. El ejemplo con la Estatua de la Libertad, en ese sentido, es muy ilustrativo: al ver las múltiples fotos sacadas desde diferentes ángulos, el algoritmo genera una imagen en movimiento que representa a la figura en su entorno. Respecto a este resultado, Rufik comentaba: “La máquina ve esa información como un humano. Pero el resultado se parece más a recuerdos colectivos que a recuerdos personales, porque un edificio en Nueva York puede ser explorado desde miles de perspectivas, últiples ángulos y en diferentes épocas del año. Es un ‘recuerdo honesto’ de una máquina, aunque más totalitario: siente todo y a todos en simultáneo”.

refikAnadol2022
Así observan en playa del Faena en Miami, la obra que estará en Buenos Aires.

Estas obras de Refik, además de ser NFTs, son complejos entramados conceptuales que plantean problemáticas acerca del vínculo del hombre con la tecnología y, por añadidura, con su entorno. Él se presenta como un media artist y director, y dice que  halla su inspiración en una suerte de toma de conciencia que definía así: “No me inspira la recuperación de datos, sino en hacer que la audiencia se de cuenta de que existen estos datos que olvidamos. Cómo estas máquinas, las redes sociales, todo lo que nos rodea está registrado datos. Pero ¿somos conscientes de eso?”.  

ADN digital. Un NFT (non fungible token, por sus siglas en inglés) es un token no fungible. Hay poetas que dicen que los sinónimos no existen, pero si se acude al a veces necesario diccionario de sinónimos, fungible es “agotable”. A su vez, un token es la representación digital de algo que tiene valor dentro de la blockchain. Es decir, de un registro electrónico público que se puede compartir abiertamente entre usuarios, creando así uno nuevo, inmutable de las transacciones que hacen. Los NFTs, entonces, son activos digitales certificados sólo dentro de la blockchain, y su criptografía los hace únicos y no se pueden intercambiar entre sí. Esto, obviamente, no quiere decir que no pueden hacerse trueques, sino que uno no puede reemplazar a otro. De este modo, se puede acreditar que la persona que compra un NFT es su único propietario.

Este lenguaje digital es una nueva variante en el mercado del arte. Y, si bien el arte digital constituye una esfera en sí misma, hay cada vez artistas que ingresan y por eso, obras de este tipo comenzaron a sumarse en la oferta que tienen galerías, bienales y exhibiciones.

De la playa al Colón. La propuesta Machine Hallucinations: Coral es considerada una de las obras más importantes de la historia del arte digital.  La primera vez que se expuso fue en la playa del Faena Hotel durante la Art Basel Week 2021, en Miami. Ximena Caminos es argentina, co-fundadora de Aorist –entidad que comisionó este primer proyecto artístico público de Refik–, y fue la curadora de dicha obra. “Refik es uno de los artistas digitales más interesantes de su era”, explica a PERFIL Caminos, desde Miami. “Y creo que es uno de los pocos que va a pasar a la historia. Es un genio, es brillante y trabaja con técnicas increíbles, innovativas y por eso, es un pionero en este campo. Lo que hizo con la colección del MoMA (Museo de Arte Moderno de Nueva York), en la NASA…Refik tiene una estética muy definida. Con Machine Hallucinations sumó sustentabilidad, esto es, con la venta de la obra, se donó una parte para el cuidado de los océanos”.

Para esta obra, Refik y su equipo reunieron 1.742.772 de imágenes de corales que son de uso público en la redes sociales. Luego procesó y clasificó para arribar a esta propuesta de casi cuatro metros de altura. “Machine… se centra en lo esencial que es para nosotros conservar nuestros océanos”, explicó en 2021 Refik. “Y demuestra que cuando existe una colaboración armoniosa entre la máquina, el hombre y la naturaleza, el resultado puede ser poético, hermoso y con suerte, inspirar el cambio. En los últimos cinco años, nuestra exploración de Machine Hallucinations se ha inspirado en los millones de fotos de naturaleza, desde paisajes terrestres y acuáticos, hasta planetas y estrellas denuestra galaxia y más allá. Espero que estas reflexiones sobre la naturaleza hayan llamado la atención sobre la importancia de preservarla”. Esta obra se vendió en 2021 en 851.130 mil dólares y su comprador David García –CEO de Borderless Capital– donó 180 mil dólares para proteger los corales de La Florida.