Nuna Mangiante expone en Córdoba

Fuente: Perfil ~ Nuna Mangiante nació en Córdoba en 1962 y tras su paso por la Escuela Provincial de Bellas Artes y la UNC, se licenció en Arte Visuales en la UNA (Universidad Nacional de Arte). Participó en ferias en México y California y expuso en muestras internacionales. Obras suyas componen la colección de museos como el Malba, el de Arte Contemporáneo (Rosario) y el de Bellas Artes Emilio Caraffa, entre otros.

Con la mirada puesta siempre en la crítica política, social y económica, la artista visual ideó una serie de Confesionarios, que fueron expuestos hace algunos años en el museo Caraffa, con textos de León Ferrari. Además, en 2001 realizó la serie Corralito, con intervenciones de fotografías de los bancos cerrados.

Ahora, utilizando elementos como la fotografía, el lápiz, el grafito y la mica (típica de los ríos cordobeses que formaron parte de su infancia), volvió a Córdoba con la muestra ‘No le metas presión a la felicidad’, que busca poner de relieve una cotidianeidad en la que los límites se han borrado, obligándonos a repensarlo todo.

“Con el Covid-19 el mundo estalló en un nuevo Big Bang y nos forzó a recalcular, repensar objetivos de vida y volver al hogar. Cambiaron los límites, los sexos, las convenciones, las clasificaciones. De esto se trata la obra de Nuna”, explica en su texto curatorial Victoria Giraudo, exjefa de curaduría del Malba.

Tomando como base el espacio Abre, la artista visual dispuso una serie de obras que reflejan lo cotidiano de la vida dentro de un departamento, pero dándole un nuevo significado. Así, una cama ubicada disruptivamente en el centro de la habitación, de- nota un cambio radical en la casa. Unos paneles negros de gran tamaño dispuestos en una especie de sala de lectura, dan cierta sensación de ahogo –quizás la misma que sentimos al tener que permanecer en casa tanto tiempo– a la vez que invitan al espectador a adentrarse en una serie de poemas que van desde el humor, hasta razonamientos más filosóficos.

“La obra de Nuna juega con lo cotidiano y el arte, es esa unión de arte y vida. El año pasado el Covid nos obligó a replantear el espacio ‘casa’, que se convirtió en todo: oficina, jardín, gimnasio. En esta obra está planteado también el tema de los géneros y de objetos que eran suntuosos y aquí son resignificados en una suerte de microrrelato hogareño y cotidiano”, explica la curadora.

—¿Por qué el título de esta muestra?
—Nuna: Surgió de una charla con una amiga. Estábamos muy pesimistas hasta que nos pusimos a pensar y dijimos: ‘pero estamos rebien, trabajamos en lo que queremos, hacemos lo que nos gusta, tenemos salud, dejemos de meterle presión a la felicidad’. Y ahí quedó.
—Victoria: Me parece que también tiene que ver con esto de no ser tan pretencioso, con bajar un cambio, que no es lo mismo que conformarse. Es un momento del mundo en el que tenemos que repensar dónde estamos. Y Nuna empieza a ir a las cuestiones bien básicas del grafito, de los minerales, de la alquimia y, a la vez, lo juega con lo plástico, el espacio, las figuras geométricas. Como una especie de Big Bang que va a ir explotando.

—La muestra tiene mucho de mirada hacia adentro, pero también es un tema universal porque nos está pasando a todos.
—Nuna: Yo he sido siempre muy crítica con toda mi obra, pero me parece que era necesario un punto de reflexión. Cuando fue lo del corralito yo estaba en pleno microcentro y cuando empezaron a tapiar todo dije: esta es mi obra. Hicimos tomas hasta que nos corrió la policía. Y ahora era necesaria esa reflexión, la cama al principio iba a estar destendida, como diciendo ‘le metiste tanta presión a la felicidad que estalló el matrimonio o la pareja’. Luego decidimos tenderla porque la idea es que nada esté digerido, que sea para pensar, recapacitar. Entonces, bastaba con que la cama estuviera sacada de su lugar habitual.
—Victoria: Y la crisis del Covid es un poco eso también, la crisis del hogar, cómo se vive, cómo se trabaja, qué quiere uno de la vida. Es un planteo muy filosófico e interno de cada uno, de cada pareja y de cada situación familiar.

En el mismo sentido, Luz Novillo Corvalán destaca que la obra de Nuna pone todos los elementos en tensión: “Creo que la potencia del artista es cómo decir sin ser literal, cómo decir lo que hoy nos resulta hasta una obviedad. Además, esta obra –y eso es bien interesante– está en diálogo con el espacio porque vos ves un departamento pero todo lo que lo habita está puesto en tensión.

La fórmula química del amor
“Si un ingeniero químico viniera a ver esta obra y leyera la fórmula diría que aquí hay algo que está mal”, dice entre risas Mangiante. En efecto, la obra ‘La fórmula química del amor’ (Feniletilamina), que aunque no fue hecha ad hoc para esta muestra, sí dialoga a la perfección con el conjunto, ofrece una versión incompleta de la fórmula.
Sucede que la artista nunca entrega todo ‘masticado’ sino que son los espectadores quienes deberán, a partir de lo que falta, completar la obra.

“Esta obra estuvo en Malba hace nueve años. La expuse junto a otra obra que era una flor, con un centro grande y siete pétalos redonditos; en el centro decía: ‘no sonrías, nadie te ama’, con un epígrafe que decía además, ‘Flor sin deshojar… total’”. La obra, que hacía clara alusión a una calcomanía que circulaba en la época de la dictadura y que decía “sonríe, dios te ama” fue invertida por la artista, resignificando así su contenido.

Muestras con contenido
Bajo la premisa de convertirse en un espacio que vaya más allá de la experiencia de exposición y venta, Luz Novillo Corvalán y Lourdes Carranza inauguraron el año pasado Abre Consultora de Arte. “Nuestro objetivo aquí es tener muestras con contenido, que tengan cada una su propio discurso, como si fueran microrrelatos. Por eso serán muestras individuales, cada una contará con la figura de un curador invitado y solo haremos tres muestras por año”, dice Novillo Corvalán.

Para visitar: 
La muestra de Nuna Mangiante podrá verse en Abre Consultora de Arte (Independencia 828-PB) hasta el 5 de junio. Las visitas son bajo estricto protocolo, con un máximo de seis personas por recorrido.

Esculturas urbanas de Córdoba: Los ídolos, entre la gente

Fuente: La Voz ~ Un bar, la peatonal y hasta una tribuna de cancha son los sitios elegidos para las esculturas que rinden homenaje a figuras populares. Un modo de intervención patrimonial que se afianza en Córdoba. Hablamos con los artistas.

No hay nada más invisible que un monumento, decía el escritor Robert Musil. Se refería más que nada a los bustos, y a esas fastuosas piezas ecuestres que reinan solitarias en plazas y parques, moles musculosas que celebran a alguna personalidad histórica, conmemoran una batalla o celebran una gesta. A veces sirven como punto de encuentro o aparecen de fondo en alguna foto, pero en general la gente les pasa por el lado sin levantar la vista.

En Córdoba se viene dando un fenómeno que contradice ese destino de invisibilidad. Una serie de ídolos populares y figuras que pegan en los corazones o en el recuerdo, más allá o al costado de la enseñanza y los ritos escolares, han ganado presencia en el espacio público.

La música característica de Córdoba viene inspirando una serie de obras que le rinden homenaje y le hacen un guiño a la adoración que reciben algunas de sus figuras.

Entre las más conocidas están las esculturas de dos ídolos cuarteteros, Rodrigo y Carlitos “la Mona” Jiménez, ubicadas en el Paseo del Buen Pastor. Ambas intervenciones patrimoniales fueron encargadas por la Agencia Córdoba Turismo del gobierno de la Provincia.

La figura del Potro había hecho la punta en 2013. La obra se realizó en el estudio del escultor bonaerense Fernando Pugliese, una mega usina de piezas hiperrealistas de donde han salido retratos de Frida Kahlo, el Mono Gatica, Maradona, el Papa Francisco, Spinetta o Alberto Olmedo. La escultura de “la Mona”, inaugurada en 2015, también es obra de Pugliese.

Rulo real y rulo de estatua. Jiménez, junto a su otro yo del Buen Pastor.

Recientemente, el autor de Lo mejor del amor y de La mano de Dios volvió a reencarnar en una escultura que le rinde tributo en una de las tribunas del Gigante de Alberdi. El autor es Juan Ignacio Lucero, quien ya había trabajado en un homenaje a Leonor Marzano, integrante de La Leo, considerada la primera agrupación dedicada al género. La escultura se encuentra hoy en el Paseo de la Fama del Cuarteto (San Martín al 200).

Estas obras suelen funcionar como altares profanos, suplantando el encuentro cara a cara con el ídolo. Quizá por eso es tan frecuente la práctica de la selfie o el retrato.

Otra figura que se gana fotos es la de Daniel Salzano. Posar con la escultura que representa al escritor es un clásico de los habitués o de los turistas que se sientan a tomar algo en el Sorocabana. La obra, que ocupa una de las mesas del icónico bar de la ciudad de Córdoba (Buenos Aires y San Jerónimo), se inauguró en mayo de 2016, para la fecha en la que el poeta y periodista (fallecido en 2014) hubiera cumplido 75 años. La escultura en la que trabajaron a cuatro manos Lucero y Andrea Toscano fue un obsequio de La Voz.

Gabriel del Rosario Brochero posee no solo una escultura sino un parque temático entero. Un recorrido turístico y religioso inspirado en la vida, obra y milagro del primer santo argentino es lo que propone el predio de dos hectáreas y media, ubicado en Villa Cura Brochero.

El diseño incluye una cruz, un pilar con la imagen del cura gaucho y una serie de estaciones agrupadas en forma de denario (una especie de rosario utilizado para rezar). Cada una de las cuentas del denario es una parada dedicada a escenas de la vida del santo, para las cuales se realizaron 70 esculturas en resina epoxi y fibra de vidrio en el estudio de Pugliese.

Sacando pecho

La más reciente es una escultura instalada en el Pasaje Aguaducho, en el corazón de Alberdi, en homenaje al Chango Rodríguez, folklorista cordobés que dejó clásicos del cancionero popular como Luna cautiva y Noche de carnavales. El autor es Israel Elgueta, artista formado en la Facultad de Artes de la UNC.

El proyecto unió al Centro Vecinal Alberdi, la Red Pueblo Alberdi y la Facultad de Artes de la UNC, y contó con la colaboración de la Subsecretaría de Cultura de la Municipalidad de Córdoba. La financiación se logró gracias a las acciones de las organizaciones barriales. También hubo un aporte de fondos surgidos de un concierto vía streaming de Raly Barrionuevo (autor del disco de versiones Chango).

Elgueta había ganado un concurso para realizar la pieza de cemento, que mide 1,80 metros de altura y pesa alrededor de 700 kilos.

La nueva escultura, en el pasaje Aguaducho (José Hernández)

El escultor empezó a trabajar en febrero de 2020, pero después se paró todo a causa de la pandemia. “La retomé en noviembre del año pasado –recuerda–. La disponibilidad de la facultad fue fundamental porque ahí nació todo. Yo me formé en el Centro de Producción e Investigación en Artes (CePIA), en el aula de escultura, y pude ir todos los días a trabajar durante cinco o seis meses, incluidos algunos feriados en los que me abrieron las puertas. Lo utilicé como atelier. Fue el lugar ideal”.

Empezó con una investigación sobre la figura: cuánto medía, cuánto pesaba. Había hecho la parte de la estructura, el esqueleto, había cargado los volúmenes generales. La obra lleva un telgopor de alta densidad y material desplegable.

“Había hecho un personaje con los hombros caídos -repasa el artista-, una figura mucho más tierna. Investigando, vi que tenía otra actitud. Y empecé a construir otro personaje a partir de fotos y relatos. Quedó esta figura de un Chango mucho más compadrón, sacando pecho. Decidí por ejemplo que esté parado, con guitarra al piso”.

El artista todavía está conmovido por lo que pasó el día de la inauguración: “Recibí comentarios muy lindos de la gente que se acercó. Era como que lo habían estado esperando. Había gente muy emocionada, me contaron anécdotas, que lo veían por la calle o que habían aprendido a tocar la guitarra con él. Lo que proponía el proyecto era justamente recuperar el sentido identitario del barrio. Es una manera de hacer vínculos generacionales. Vecinos y vecinas se paraban junto a la escultura y lloraban”.

Devociones: de “la Mona” a Brochero

“El trabajo comienza con una fotografía del personaje o con el personaje en frente”, cuenta Fernando Pugliese, un veterano y experto realizador de figuras. “Después levanto lo que se llama una arcilla –suma–, un material que sirve desde hace miles de años para darle forma a objetos corpóreos. La arcilla se ha usado incluso para hacer ciudades, como en Tierra Santa. Hoy la tecnología ayuda tremendamente. Antes se usaba mucho el yeso, que no tiene elasticidad. Después aparecieron los cauchos de silicona, lo mismo que se usa cuando uno va al dentista y le hacen una copia de la dentadura. Ese material permite que la copia sea mucho más cómoda y económica”.

“¿Por qué hago a la Mona, a Rodrigo, a Mercedes Sosa? Porque la gente las pide”, pregunta y responde el escultor. Y agrega: “Al público le gusta sacarse una fotografía con esas figuras. Y representan para el lugar un sitio de atracción turística espontáneo. Lo ves a Olmedo sentado en un sillón con Jorge Porcel y te dan ganas de sacarte una foto con ellos ¿o no?”.

“En el mundo del arte hay varias maneras de expresarse –marca la cancha el escultor–. Una que no comprendo, esta cosa moderna que es producto de un momento de pesadilla o de imaginación del autor, que agarra un alambre, lo dobla en seis partes y dice que eso es la Virgen María sentada con el niño Jesús. Bueno, es una manera de hacerlo. No sólo no entiendo sino que tampoco participo de esa manera de hacer arte, porque hay que tener mucha imaginación para sentarte delante de un pedazo de chapa, por ejemplo, y sentir que esa chapa significa el valor de la vida, la muerte y el infinito. Lo que pasa es que hay un público para eso. Yo soy completamente al revés. Si la agente no reconoce que ese personaje es Fulano de tal, no me sirve. Si no se dan cuenta de que ese es el Papa, no me sirve”.

El año pasado debieron volver al estudio de Pugliese las esculturas de “la Mona” y Rodrigo, para recibir algunos retoques. “Todo lo que nosotros realizamos es en fibra de vidrio y resina epoxi –explica María José Delger, asistente personal del artista–. Y si bien las obras tienen una pintura especial y van con una terminación de un barniz bicapa, similar al que tienen los autos, es como si pusieras cualquier cosa a la intemperie varios años. Se termina decolorando. El estudio se compromete a hacerle a todas sus obras lo que se llama un refreshing gratuito. Cualquier figura que esté al sol tiene que tener un retoque”.

El parque temático Brochero Santo, ejecutado por el gobierno de la Provincia de Córdoba y en cuya gestación Pugliese tuvo un rol decisivo, contó con la participación de monseñor Guillermo Karcher, sacerdote argentino que integra el equipo de ceremonial de la Santa Sede.

“Me vinieron a ver para hacer algo y yo dije que les hacía toda la historia de la vida de Brochero –relata el artista–. Me fui al Vaticano a ver al Papa y le dije lo que quería hacer. ‘Esto va fantástico, dale para adelante’, me dijo el Papa. Esto se inventó y se hizo totalmente en mi estudio. Yo hice las figuras. Lo que es una idea autóctona de Córdoba es el diseño arquitectónico de las estaciones, inspirado en la forma del nido de hornero”.

Dorada Leonor

El primer paso en el proceso de realizar la escultura de Leonor Marzano fue contactarse con Eduardo Gelfo, hijo de la artista, cuenta Nacho Lucero. “Él me ubicó en la época -recuerda-. Tocar cuarteto en los años ’30, ’40 y ’50 era literalmente una aventura. Era salir con un camión o con un colectivo y subir el piano (no un teclado, ¡el piano!), el violonchelo, a la banda entera, y mandarse. Me parecían notas de color fantásticas”.

“Este tipo de obras suponen algo muy fuerte tanto para los familiares del homenajeado como para el escultor. A mí me gusta hacer hincapié en eso. Busco ese contacto”, enfatiza.

La escultura de Leonor Marzano es un atractivo para los transeúntes.

Gelfo le contó a Lucero una “anécdota adorable”, que terminó incorporada en la obra: “En las giras por lugares campestres, cuando se prendían las luces del escenario todos los bichos se concentraban ahí. Leonor tenía unos peinados de la época muy batidos, y el bicherío se le iba a la cabeza y se le metía en el pelo. Era una tortura. Entonces un gringo le dijo: ‘Yo te soluciono el problema’. Y le puso tres o cuatro sapos arriba del piano. Después La Leo pedía los sapos prácticamente por contrato para poder tocar en paz. Entonces decidí meterle los sapos a la pieza”.

“Los primeros sapos que hice fueron de vidrio, pero no lograba cerrarlos bien –relata–. Hice después tres sapos que estaban destinados a que se los robaran y efectivamente se los robaron. No lo tomo a mal para nada, estaba casi previsto que iban a ser unos souvenires para alguien. Y después hice los actuales, que son de resina, están súper reforzados y son a prueba de todo”.

El llamativo dorado de La Leo se debe a la intención de ir más allá del “color local”, explica el escultor. “Soy un intérprete del personaje -señala-, y también pongo mi punto de vista. Prefiero salir del pelo color pelo, del cachete color carne y los labios rojos, porque me parece que está bueno llevar lo popular un poco más allá, llevarlo (entrecomillas) al bronce, sacarle lo más pintoresco”.

Lucero explica que en este tipo de obras el color, en términos técnicos, supone grandes inconvenientes: “Son piezas que están al sol, a la intemperie, y es como que se les va el maquillaje, se les corre el rímel, se les va el color del pelo y de la ropa. Es mucho más complicado el mantenimiento. Si no las mantenés, lo cual es muy probable en la obra pública (no por una voluntad de descuido, necesariamente), terminan después siendo una caricatura, y yo quiero salir de ese lado caricaturesco. A La Leo, le dije a Eduardo, la voy a hacer un poco más alta. La voy a hacer sin tantas arrugas. Son cosas que yo propongo para la imagen pública. Con Leonor yo tenía una cierta ventaja y es que no estaba tan instalada en el imaginario de la gente. Entonces podía mentir un poquito”.

Mirando a la plaza

La ubicación de la escultura de Salzano en el Sorocabana, frente a la Plaza San Martín, se decidió pensando en la frecuencia con la que el escritor acudía al bar, sitio predilecto donde le daba forma a las columnas que se publicaban en la sección “Quiénes y Cuándo” de La Voz.

Lucero conoció en la intimidad al escritor y trabajó con él. Fue el primer proyectorista de la nueva etapa de El Ángel Azul, cuando Salzano refundó la sala, y fue también proyectorista del Cineclub Municipal.

“Además de representar -enfatiza Lucero-, intento meter lo que tiene cada uno. Daniel tenía esa cara de perro. Serio. Tenía esa especie de dureza. Y que estuviera con la mirada perdida en la plaza, pensativo, meditabundo, fue una intención muy clara de que salga así”.

Lucero y la escultora Andrea Toscano habían trabajado juntos en un busto de Raúl Alfonsín, y volvieron a unir mentes y manos para la obra dedicada a Salzano. “Comenzamos a seleccionar fotos en las que íbamos mirando detenidamente para luego empezar a dibujar -cuenta la artista sobre el proceso-. Ahí comenzó un primer encuentro con Salzano al observar los diferentes momentos de su vida, sus distintas expresiones y actitudes, que fueron significando para mí una biografía denotada en las formas, texturas, pliegues y volúmenes de su rostro. La arcilla como materia blanda permite ese diálogo fluido que hace posible la impronta fresca e inmediata de lo que me inspira”.

La escultura de Daniel Salzano, en el Sorocabana (La Voz Archivo)

Reflexiona Toscano: “Cuando se piensa en una obra de espacio público, primero se deciden las formas y la materialidad en función a la seguridad de los transeúntes, la estabilidad del anclaje o emplazamiento de la obra y la preservación de la misma de acuerdo al material definitivo en el que se realizará. Además, en este caso, el lugar de ubicación, el bar Sorocabana, fue de gran acierto ya que en ese lugar Salzano pasaba largas horas escribiendo, pensando y observando las calles”.

“Es un honor que una obra mía esté en un lugar público neurálgico de la ciudad, lo que significa la confianza de quienes nos convocaron –añade–. Implica una gran responsabilidad como artista. También es gratificante pensar en lo que genera en un público que conoció su obra, permitiéndole a la gente recordarlo y volver a él en esa imagen”.

A la artista le parece un acto cultural de alta relevancia el apoyo a estos proyectos “como recuperación de valores artísticos que trascienden a otras generaciones como parte de nuestra identidad”.

Sentado en la platea

Nacho Lucero no es futbolero y tampoco siente el cuarteto en las vísceras, pero se enganchó de inmediato apenas el Club Atlético Belgrano lo convocó para realizar una escultura en homenaje a Rodrigo, conocido hincha pirata, para ser instalada en el Gigante de Alberdi.

“De entrada me gustó la idea -cuenta-. Por la cercanía con la gente. Cuando uno hace algo, quiere que eso tenga un montón de amigos. Me encanta que Rodrigo esté sentado en una platea de una cancha de fútbol”.

“A mí me gusta mucho adentrarme en el personaje, porque necesito algo de lo cual agarrarme”, señala. Y añade: “Con Rodrigo tuve que reconstruirme en algunos conceptos. Porque la obra está en una cancha de fútbol. De hecho, realicé dos cabezas. Cuento algo relativo al oficio: es muy difícil hacer los dientes. Hacer una boca abierta es muy incómodo. No hay muchas esculturas que tengan la boca abierta, porque requieren otra complejidad. El cuenco, la oscuridad, además de que los gestos de la cara se marcan de otra manera. Mis anteriores esculturas eran de políticos o personajes públicos a las que les bastaba una media sonrisa. Pero acá se trata de alguien que estaba gritando en una cancha, no podía poner a alguien con la boca cerrada, estoico. Había una producción fotográfica de La Voz en la que se lo ve con la boca abierta. Con el tiempo me di cuenta de que la cosa era así, y terminé haciendo exactamente lo contrario que había dicho que iba a hacer”.

El escultor dice que se siente afortunado por haber podido hacer estas piezas: “Tienen un contacto con la gente que es más real que el de la obra de arte de una galería o un museo. Yo no me creo artista, soy un artesano especializado. Y me gusta mucho ese lugar. Es más genuina y menos rebuscada la relación con la gente”.

El verdadero pintor de los cuadros de Shtisel: no lee antes el guión y no tiene ninguna religión

Fuente: Clarín ~ Las obras de Akiva Shtisel, en la serie, salen de la mano del artista Alex Tubis. Cómo es el hombre tras el personaje.

-Es una pintura, papá, no es la vida real- dice Akiva.

-Todo es vida, y lo que hacemos con ella- responde Shulem, su padre.

Shulem, interpretado por el actor Dov Glickman, y Akiva, a cargo de Michael Aloni, son dos de los protagonistas de la serie Shtisel, que llegó a Neflix en 2018 después de cosechar éxitos en Israel desde 2013, y ahora estrenó su tercera temporada.

Shtisel, se supone, es una serie acerca de una familia de judíos ortodoxos y costumbres férreas que vive en un barrio de Jerusalén.

Alex Tubis. El hombre detrás de Akiva Sthisel. Foto Artsy.net
Alex Tubis. El hombre detrás de Akiva Sthisel. Foto Artsy.net

Pero es mucho más que eso: las relaciones humanas, el amor, las apariencias, la vocación y la vida a través del arte son solo algunos de los tantos temas que aborda esta pieza creada por Ori Elon y Yehonatan Indursky con inusuales dosis de talento y originalidad.

El diálogo del comienzo se produce una vez que el veinteañero Akiva decidió que, además de rezar, estudiar y enseñar la Torá (los cinco primeros libros de la Biblia), consagrará su vida a aquello que lo hace sentir pleno: la pintura.

Su padre, rabino y director de una institución destinada a la enseñanza religiosa, protagonizó un escándalo al considerar que en uno de los cuadros pintados por Akiva había ofendido la memoria de su madre, Dvora, fallecida poco tiempo antes. Nada que no suceda en familias, religiosas o no, de todas partes del mundo. Y en ramas del arte como la pintura, pero también la literatura, la música o la actuación.

El niño del pez dorado. Una obra significativa en "Shtisel". la pintó Alex Tubis. Foto Instagram Alex Tubis
El niño del pez dorado. Una obra significativa en «Shtisel». la pintó Alex Tubis. Foto Instagram Alex Tubis

Los cuadros de Akiva, que en la tercera temporada mantienen adquieren mayor relevancia de la que tenían en la trama de la temporada anterior, tienen un autor detrás: Alex Tubis, quien además de las pinturas pone literalmente las manos para el personaje del artista.

Nacido en Rusia en 1978, Tubis emigró a Israel de chico y estudió en la Academia de Arte y Diseño Bezalel. “Soy mucho más israelí que ruso”, cuenta a Clarín desde su tierra por adopción.

“Estoy acá desde hace treinta años, así que vivo en mi entorno con naturalidad. Aun así, creo que si uno mira profundamente mis pinturas verá mucho de Rusia en ellas, en cuanto a color y temperamento”, considera el autor de cuadros fundamentales en Shtisel, como El niño del pez dorado y el retrato de la madre antes mencionado, así como otros sobre una de las mujeres de la serie en la tercera temporada.

“Tengo un colega, que también es un buen amigo, que tiende a emocionarse con las cosas que hace en su estudio en tiempo real, pero la mayoría de las veces no puede entender al día siguiente por qué estaba tan emocionado”, cuenta Tubis, que elige no conocer el guión al momento de realizar las pinturas para la serie, y mantener así el interés en ella como un espectador común.

Shulem Shtisel. El padre del pintor, en la ficción, dirige una sala de estudios religiosos.
Shulem Shtisel. El padre del pintor, en la ficción, dirige una sala de estudios religiosos.

“Funciono completamente al revés, normalmente creo que lo he hecho bien, pero nada especial. Y luego, después de un tiempo, miro la pintura y pienso: ‘Wow, eso es bastante bueno en realidad’. Me pasó con todos los cuadros que hice para Shtisel. Pero no conocer el guión agregó un valor adicional a eso. Creo que el contexto inesperado me permitió ver mi propia pintura tal como la veo por primera vez, sin prejuicios. Con El niño del pez dorado recuerdo que fue muy emotivo. Me avergüenza admitir que mis ojos estaban húmedos al final de ese episodio”.

El artista, en la serie, lleva el nombre del rabí Akiva, que vivió entre los Siglos I y II D.C. y es nombrado en el Talmud –libro que reúne discusiones rabínicas sobre leyes, tradiciones, costumbres y relatos judíos- como “Cabeza de todos los sabios” y cuyo nombre trascendió a través de las generaciones junto a la repetición de su principio bíblico favorito: “Ama a tu prójimo como a ti mismo”.

Akiva Shtisel comprende a partir de un sueño, en el que aparece su madre, que para amarse a él mismo –y luego a los demás- debe liberarse de un pacto familiar que le impide desarrollarse como artista.

¿Qué tiene en común el pintor nacido en Rusia con el personaje del religioso? “Creo que ambos podemos ser y también mostrar algo muy inseguro al mundo exterior, pero tenemos un conocimiento exacto de lo que queremos al mismo tiempo”, sostiene Tubis.

“Aunque él es un religioso ortodoxo y yo no puedo relacionarme con ninguna religión, creo que ambos tenemos una gran fe en el Dios de la pintura, o en Dios como creador, diría yo. Creo que entiende que tiene ese talento (nunca estudió por lo que yo sé) y que puede y tiene que comunicarse con él mismo y con el mundo a través de él”, dice el artista.

Tubis no cree que “haya cambiado algo importante” en su obra a partir del reconocimiento que obtiene con Netflix.

“Solo ahora, a partir de la tercera temporada, publiqué algunas de las pinturas que hice para la serie en Facebook e Instagram y siento el zumbido. Personas de todo el mundo me escriben sobre cómo aman a Shtisel y dicen que mis trabajos contribuyen mucho al carácter de Akiva. Es muy bonito, pero también me resulta extraño. No estoy acostumbrado, a la vez hay algo que me indica que es mejor para el artista seguir siendo desconocido. La mayoría de los artistas que adoro eran así, y eso les permitió crear un arte más íntimo y profundo. Pero también sé que el zumbido no durará mucho tiempo, y trato de permitirme disfrutarlo mientras esté aquí”.

¿Qué es el arte?

“Si dan una vuelta por nuestro barrio y le preguntan a un judío anciano qué es el arte, qué es un museo, ¿saben qué dirá?”, pregunta Shulem en un momento de la segunda temporada de la serie, cuando le entregan un importante premio a Akiva por sus cuadros y él decide acompañarlo y brindar un discurso a los presentes.

Dirá “que el arte fue creado por los gentiles porque ellos no tenían la Sagrada Biblia. E inventaron museos porque no tenían salas de estudio”. Y sigue: “Soy maestro de Talmud Torá. Para ser más preciso, Director. Quiero decir (…) que dar premios a jóvenes artistas es importante, pero si contribuyeran con Talmud Torá, con niños dignos que estudian la Torá, como lo hacen los judíos desde hace miles de años, antes de que siquiera el arte existiera, sería el premio más grande”.

Shulem habla como el patriarca acostumbrado a ordenar y marcarle el rumbo a cada uno de los integrantes de su entorno. Estas palabras las dirige al mecenas y al representante de su hijo pero también a todo el público presente: el joven abandona el lugar avergonzado.

“Otro de mis puntos en común con Akiva es el encendido y apagado que tiene con la pintura”, sigue Tubis antes de cerrar.}

“Realmente pude entenderlo cuando tuvo un descanso con la pintura. Yo también tengo esos descansos. No quiero pintar solo porque soy pintor. Quiero sentir que realmente quiero hacerlo. Puedo pensar que no tengo que pintar. Pero luego, cuando vuelvo, es como beber agua después de caminar durante horas por el desierto. Probablemente sea mi proyección, pero supongo que Akiva siente lo mismo”.

Fin del misterio: resuelven el enigma de una escultura atribuida a Leonardo Da Vinci

Fuenye: La Nación ~ Atribuida al genio renacentista Leonardo Da Vinci (1452-1519), la escultura del Busto de Flora, conservada en el museo Bode de Berlín, no es finalmente de su autoría, según un estudio de investigadores franceses que usaron la técnica de datación de carbono 14.

Publicados en la revista especializada Scientific Reports, los resultados de los investigadores del Centro Nacional de Investigaciones Científicas de Francia (CNRS)apuntan a que la representación de Flora fue realizada en el siglo XIX, casi 300 años después de la muerte de Da Vinci.

En un comunicado, el CNRS indicó que hubo que sobrepasar la dificultad de hacer una prueba de carbono 14 en el peculiar material en que está hecho el busto: “blanco de ballena”, una sustancia parecida a la cera presente en las cavidades craneanas de los cachalotes y otros cetáceos. “Los investigadores tuvieron que ajustar un nuevo método de calibrado para permitir una datación precisa”, indicó el centro.

Luego de más de un siglo de dudas, un equipo de investigadores determinó que el Busto de Flora fue realizado 300 años después de la muerte de Leonardo Da Vinci
Luego de más de un siglo de dudas, un equipo de investigadores determinó que el Busto de Flora fue realizado 300 años después de la muerte de Leonardo Da VinciWIKIPEDIA

Este estudio del CNRS aclara uno de los enigmas que crearon polémica en el mundo del arte. Wilhelm von Bode, el entonces director de los museos de Berlín, había adquirido en 1909 la obra por una importante suma a un anticuario londinense. A pesar de las objeciones de los expertos de la época, Von Bode criticó a quienes dudaron de la autenticidad de la obra que retrata a la diosa romana de las flores y las plantas.

Lo que se dice es una maquinación, una impostura”, se defendía en aquella época el conservador de arte. Precisamente el busto de Flora está expuesto en el museo Bode berlinés, bautizada así en homenaje a Van Bode.

Eligieron proyecto ganador para construir el Monumento a Víctimas del Holocausto

Fuente : El Once ~ La propuesta seleccionada se instalará en la plaza Sáenz Peña. El certamen fue impulsado por la Asociación Israelita de Paraná, en conjunto con la DAIA Filial Entre Ríos, y tuvo el acompañamiento de la Municipalidad.

Luego del trabajo del jurado, se conoció el proyecto ganador bajo el seudónimo JASANA, cuyos autores fueron Rocío Analiz Gallardo –artista visual-; Sandra Serenella Massazza –arquitecta- y Javier Ventura –arquitecto-.

El segundo premio correspondió a ARRIMATEXTOS, de Ricardo Daniel Jaimovich –arquitecto-, Fiorella Silvana Godoy –artista visual- y Marianella Belén Galli –artista visual-.

“Paraná es una ciudad conformada en su mayoría por inmigrantes europeos, por eso es una ciudad inclusiva, abierta y trabajamos para consolidar esa postura y para que predomine el diálogo y el respeto entre todos los sectores”, sostuvo el intendente Adán Bahl.

El titular de la DAIA Paraná, Daniel Soskin, durante la presentación de las propuestas, expresó: “Estamos emocionados por lo que significa tener un monumento que conmemora el holocausto en una de las plazas principales. Somos un pueblo que hace culto a la memoria y estamos orgullosos de que nuestra ciudad acompañe en estos momentos”.

Por su parte, el titular de Patrimonio Provincial de la Secretaría de Cultura de la Provincia, arquitecto Gabriel Terenzio, brindó precisiones para la selección de las obras: «Se evaluó la implantación de la obra en el terreno, el símbolo de la propuesta, el mensaje que aporta y cómo lo trabaja desde la materialidad y se inserta en el entorno tanto urbano y natural basándose en el paisaje de la plaza”.

Jurado
El jurado a cargo de la evaluación de las propuestas estuvo compuesto por el Intendente de la Ciudad Paraná Adán Bahl; la Directora del Museo Provincial de Bellas Artes «Dr. Pedro E. Martínez», Marcela Irina Canalis; la Directora de Diseño Urbano Arquitectónico de la Subsecretaría de Planeamiento Urbano de Paraná, Mirta Maislos; el Delegado de Inadi Entre Ríos, Julián Ríos; el Jefe de la División de Patrimonio Provincial de la Secretaría de Cultura de la Provincia de Entre Ríos, Gabriel Terenzio, el Director de la Escuela Hebrea «Martín Buber» de la Asociación Israelita de Paraná, Julio Kovalsky y en representación de la Daia Filial Entre Ríos, el Santiago Lejtman.

El anuncio del concurso de carácter provincial se realizó el 9 de noviembre del 2020, oportunidad en que el gobernador, Gustavo Bordet, y el intendente Bahl descubrieron la piedra fundamental en el lugar donde estará emplazada la obra.

Respetuosos, preocupados y pasando a la virtualidad: cómo se tomó el cierre en los museos

Fuente: Clarín ~ Tras el anuncio, el pasado miércoles, de las nuevas disposiciones gubernamentales orientadas a frenar la ola de contagios por coronavirus -que alcanza por estas horas cifras récord-, los museos y espacios culturales cierran sus puertas hasta el 30 de este mes. Este viernes se confirmó que los que dependen de la Ciudad de Buenos Aires cerrarán también.

El Museo Nacional de Bellas Artes, el Centro Cultural Kirchner, Proa y el Museo Histórico Nacional fueron de los primeros que confirmaron los cierres el día jueves, y también dijeron que apostarán en este contexto a reforzar sus contenidos virtuales, hasta que pase el temblor.

Ahora se sabe que también están alcanzadas instituciones como el Museo de Arte Moderno de Buenos Aires, el Sívori (en el Rosedal) el Larreta y los privados que funcionan en la ciudad, como Proa y el Malba.

Este viernes, cuando la totalidad de los museos y espacios estaba oficialmente notificado, hubo quienes accedieron a ampliar su percepción y explicaron cómo recibieron las nuevas medidas. Las autoridades porteñas remitieron a un tuit del ministro Enrique Avogadro y se abstuvieron de comentar la decisión por el momento.

“Somos respetuosos de las normas que dispone el gobierno nacional, asesorado por las autoridades sanitarias, y entendemos que el cierre es por un tiempo determinado hasta que la situación mejore”, explicó Andrés Duprat, director del Museo Nacional de Bellas Artes, en diálogo con Clarín.

También agregó: «Seguimos subiendo contenidos y siendo activos en las redes y la página del museo y respecto a la exposición que inauguramos recientemente, El canon accidental ,hemos armamos un micrositio. Somos un organismo del Estado, tenemos que tener máxima prudencia y la flexibilidad necesaria para ir adaptándonos al devenir de esta pandemia que es un hecho inédito y sumamente inestable”.

Adriana Rosenberg, al frente de Proa, a su vez dijo en diálogo con este medio que «en lo que a nosotros respecta, estamos montando una muestra para mayo, y en este sentido mientras sea una medida temporaria no nos afecta tanto. Pero entendemos también que en un contexto de tanta presión psicológica, algo alienante para todos, es muy importante contar con estos espacios culturales que también hacen a la calidad de vida».

“Somos respetuosos de las normas que dispone el gobierno nacional, asesorado por las autoridades sanitarias, y entendemos que el cierre es por un tiempo determinado hasta que la situación mejore.”

Andrés Duprat

Director del Museo nacional de Bellas Artes

Por eso, señaló Rosenberg, «esperemos que en mayo esto no siga, porque aunque es verdad que la mayoría de los museos tenemos una estructura que no depende de la venta de entradas para la supervivencia, sí nos afectaría un parate prolongado. Hasta acá, respetamos el aforo, el protocolo, y no tuvimos casos de contagio internos ni de público, nadie que se haya comunicado para anunciarnos una situación en este sentido».

Y subraýó: «En este momento hay que poner el eje en que la gente pueda venir en condiciones seguras, garantizar eso, y en todo caso cerrar y luego abrir apenas sea posible.»

La mayoría de los museos consultados por Clarín en estas horas, mantendrán la misma política: fortalecer sus canales de comunicación, a través de sus respectivos sitios web. Así lo confirmaron en el Malba: «Continuaremos con toda la programación online: cursos, conferencias y actividades online a través de nuestras redes y web. En los próximos días anunciaremos nuevos recorridos virtuales por las exposiciones actuales y una nueva inauguración, de La historia como rumor«, anticiparon. 

“En un contexto de tanta presión psicológica, algo alienante para todos, es muy importante contar con estos espacios culturales”

Adriana Rosenberg

Fundación Proa

Mientras que las autoridades del CCK expresaron a este diario que la medida del cierre «se implementa de inmediato en este momento crítico del incremento de casos, para priorizar el cuidado al público que asiste al Centro Cultural Kirchner y a sus artistas sobre sus escenarios. De todos modos continuaremos generando contenidos virtuales en música, artes visuales, literatura y pensamiento, como lo venimos haciendo desde marzo de 2020, ininterrumpidamente, todas las semanas, a través de nuestra web, redes sociales y canal de YouTube«, dijeron.

Y agregaron que «no se trata de cómo recibimos la noticia sino que le damos prioridad al cuidado de todos y todas. Y todo lo que sea cuidado está bien recibido.»

Una referencia para entender la dimensión de tráfico presencial de público de los museos y las visitas virtuales que reciben: de noviembre del 2020 hasta aquí, el CCK permaneció abierto 57 días, y en ese período recibió a un total de 28.050 personas. En las redes, entre tanto, su página web y sus redes sociales fueron visitada por 1.634.118 personas (Facebook: 427.140; Twitter: 515.000; Instagram: 283.278; Youtube: 408.700).

Los números explican en parte por qué los museos y espacios apuestan en estos días a la oferta virtual, una forma de mantener viva la comunicación con su público, e incluso reforzar el interés de la comunidad en sus propuestas artísticas.

Presupuesto del Estado

Otro tema es el de la financiación: en ​nuestro país, muchos de los principales museos y centros culturales son públicos y no dependen de la cantidad de público que los visite porque tienen un presupuesto asignado desde el Estado, aunque algunos temen que este presupuesto corra peligro en una economía donde lo primordial son los recursos asignados al cuidado de la salud y teniendo en cuenta que los subsidios públicos disminuyeron para casi la mitad de los museos a nivel mundial.

En estos días, la Unesco, el organismo cultural de la ONU, alertaba sobre cómo los cierres prolongados, la fuerte baja de presencias y de ingresos están pesando en la organización del sector museístico y recomendaba a los Estados que luchen por la implementación de una importante política digital para el inventario de las colecciones y que prevean medidas en favor de la educación, la investigación y la formación.​

«En medio de la crisis, no debemos perder de vista este objetivo fundamental: el acceso a la cultura, la conservación de nuestro patrimonio común, en toda su diversidad», decía , en este sentido, a directora general, del organismo, Audrey Azoulay.

En cifras: los museos del mundo registraron en este año de crisis una baja del 70 por ciento en las presencias y un descenso promedio de los ingresos del 40 al 60 por ciento respecto de los resultados de 2019, y más de 155 días promedio de clausura.   

Hay, claro, otras áreas de la vida cultural que se ven más afectadas, como los espectáculos, cines y teatros que viven en buena medida de la venta de entradas.

Los museos nacionales cierran sus puertas hasta el 30 de abril

Fuente: Télam ~ Espacios culturales de la ciudad de Buenos Aires como el Museo Nacional de Bellas Artes, el Malba, el CCK y el Museo de Arte Decorativo informaron a través de sus redes que, conforme a las nuevas medidas adoptadas por el Gobierno Nacional frente a la situación de la pandemia de coronavirus, cierran sus puertas desde hoy y hasta el 30 de abril inclusive.

«De acuerdo con las nuevas restricciones anunciadas hoy en el Boletín Oficial, el museo deberá permanecer cerrado hasta el viernes 30 de abril. Continuaremos con toda la programación online», posteó hoy la cuenta de Instagram de @museomalba.

Similares mensajes se podía leer en las redes del Museo Nacional de Arte Decorativo, el Bellas Artes o el Museo Evita, entre otros.

También espacios como el museo Marco de La Boca anunció a través de un comunicado que se posterga la apertura de la exposición «El atajo» del artista José Luis Landet, que «será reprogramada», debido a las nuevas normas establecidas por el Gobierno nacional.

«La nueva fecha de apertura al público será anunciada luego del plazo establecido por las autoridades. Les recomendamos quedarse en casa, desde #MarcoLaBoca los acompañaremos nuevamente a la distancia», dijeron desde el museo.

Mientras que los museos que dependen del Gobierno de la ciudad aun no informaron medidas similares, los 26 museos nacionales, que dependen del Ministerio de Cultura de la Nación, cerrarán sus puertas hasta el 30 de abril.

En ciudad de Buenos Aires, la lista incluye al Museo Rojas, el Museo Mitre, el Museo Nacional del Hombre, el Museo Nacional de Arte Decorativo, el Cabildo, el Bellas Artes, el Museo Histórico Nacional, el Museo Casa de Yrurtia, el Museo Malvinas, el Museo Nacional de Arte Oriental, el Museo Histórico Sarmiento, el Museo Roca, el Museo Nacional del Grabado, el Museo Evita, la Manzana de las Luces, la Casa Nacional del Bicentenario, el Palacio Nacional de las Artes – Palais de Glace y el Museo de la Historia del Traje.

A nivel nacional, dependen de Nación y cerrarán sus puertas temporalmente la Casa Histórica de la Independencia (Tucumán), la Estancia de Jesús María (Córdoba), el Museo Nacional Estancia Jesuítica de Alta Gracia y Casa del Virrey Liniers (Alta Gracia, Córdoba), la Casa Natal de Sarmiento (San Juan), el Museo y Biblioteca Casa del Acuerdo de San Nicolás (San Nicolás de los Arroyos), el Museo Regional de Pintura José Antonio Terry (Tilcara, Jujuy), el Museo Histórico del Norte (Salta) y el Palacio San José (Entre Ríos).

Un informe dado a conocer recientemente por la revista británica The Art Newspaper señalaba que la asistencia de público a los principales museos del mundo como el Louvre, el Guggenheim o la National Gallery de Londres se redujo drásticamente en un 77% en el último año, debido a los cierres temporarios y los impactos generados por la pandemia de coronavirus, llevando la cifra de 230 millones de visitantes, en 2019, a 54 millones en el 2020.

Otro de los datos aportados por esta encuesta anual que desde hace 20 años realiza el periódico especializado en arte era que, entre los cien museos «más visitados del mundo», sumaron en total 41.000 días cerrados en todo el 2020, «más de un siglo de visitas perdidas».

Cierran Bellas Artes y el CCK, mientras Ciudad decide qué hacer con sus museos

Fuente: Clarín ~ Los museos nacionales cerrarán sus puertas hasta el 30 de este mes, en línea con las nuevas disposiciones gubernamentales orientadas a frenar la ola de contagios por coronavirus, que alcanza por estas horas cifras récord.

Así lo confirmaron a Clarín fuentes oficiales que, sin embargo, no aportaron mayores detalles al respecto. El Museo Nacional de Bellas Artes, el Centro Cultural Kirchner y el Museo Histórico Nacional confirmaron que no tendrán actividad durante abril.

En la cartera porteña, entre tanto, se esperaban definiciones en la tarde del jueves: tras la conferencia del Jefe de Gobierno de la Ciudad, Horacio Rodríguez Larreta, el área de Prensa de Museos de la Ciudad explicó que «recién entre la tarde del jueves y el viernes» habría definiciones al respecto.

En algunos museos porteños creían que, con protocolos, podrían tener las puertas abiertas durante este fin de semana y plegarse al cierre desde el lunes.

«Se está viendo cómo impacta en la ciudad y cuando salen las resoluciones», explicaron desde Prensa de los Museos porteños al cierre de esta edición. Esperaban la publicación del DNU que establece las restricciones en el Boletín Oficial. Luego, dijeron, la Ciudad redactaría sus reglas y las daría a conocer.

Los privados, como Malba, esperan las resoluciones de la Ciudad de Buenos Aires.

Un problema global

La pandemia, que impactó fuerte en la la cultura en el año de la crisis sanitaria, golpéó especialmente a los museos, que atraviesan una situación «crítica», según definió en estas horas la Unesco.

Es un fenómeno global, pero que en países en desarrollo, como el nuestro, se revela de manera más evidente, con la imposibilidad de afrontar la dinámica de exhibiciones.

De acuerdo a las cifras que aporta el organismo -que incluye a 104.000 espacios examinados en su informe-, los museos del mundo registraron en este año de crisis una baja del 70 por ciento en las presencias y un descenso promedio de los ingresos del 40 al 60 por ciento respecto de los resultados de 2019, y más de 155 días promedio de clausura. La pandemia se abatió como un tsunami, sobre la cultura.

Ennuestro país, muchos de los principales museos y centros culturales son públicos y no dependen de la cantidad de público que los visite porque tienen un presupuesto asignado desde el Estado.

Sin embargo, este presupuesto corre peligro, en una economía donde lo primordial son los recursos asignados al cuidado de la salud.

Nadie. Una imagen del Museo del Louvre. Foto AFP
Nadie. Una imagen del Museo del Louvre. Foto AFP

Pese a las medidas de apoyo implementadas -campañas de sensibilización y el establecimiento de protocolos de seguridad reforzados- los subsidios públicos disminuyeron para casi la mitad de los museos a nivel mundial.

La situación es inquietante, según la Unesco, que refiere cómo los cierres prolongados, la fuerte baja de presencias y de ingresos están pesando en la organización del sector museístico.

En este marco, el organismo cultural de la ONU recomienda a los Estados que luchen por la implementación de una importante política digital para el inventario de las colecciones y que prevean medidas en favor de la educación, la investigación y la formación, una transformación que la Unesco se compromete a apoyar.

«El lugar que reservamos a los museos en las políticas para levantarnos de la pandemia dice mucho de los valores que llevamos adelante como sociedad», dijo la directora general, del organismo, Audrey Azoulay.

«En medio de la crisis, no debemos perder de vista este objetivo fundamental: el acceso a la cultura, la conservación de nuestro patrimonio común, en toda su diversidad.

Los Estados -agregó- tienen un papel vital que desempeñar en apoyar a los museos en estos tiempos difíciles, a través de una ambiciosa política cultural, no solo para garantizar la supervivencia, sino también para prepararlos para el futuro».

La investigadora Gabriela Rangel renunció a su cargo como directora del Malba

Fuente: Télam ~ En un comunicado Rangel, la primera mujer en ocupar el puesto de directora del museo renunció a su cargo y dejará la institución en junio, «en el marco de una crisis internacional sin precedentes marcada por la pandemia».

A dos años de su nombramiento como directora artística del Malba, la investigadora y curadora venezolana Gabriela Rangel abandonará su cargo en junio, «en el marco de una crisis internacional sin precedentes marcada por la pandemia», según un comunicado difundido hoy por el espacio fundado por Eduardo Costantini.

“Asumí el cargo de directora artística del Malba en septiembre de 2019, tarea que he venido ejerciendo con dedicación y tenacidad, gran parte durante la cuarentena declarada en el país por el COVID 19. Tomo esta decisión en un momento singular e impredecible», destaca en el comunicado Rangel, la primera mujer en ocupar el puesto de directora del museo.

«He aprendido mucho de esta experiencia, que me ha abierto a otros caminos profesionales. Agradezco al equipo del Malba, a mis colegas y colaboradores de la comunidad artística internacional, a la presidencia y la junta directiva, el Comité de Adquisiciones y la Asociación de Amigos y a la comunidad artística e intelectual de Buenos Aires por su cálida hospitalidad durante mi estadía en esta ciudad. Me voy con una inmensa gratitud hacia la Argentina por esta oportunidad”, agrega.

Durante su gestión, la curadora llevó adelante el desafío de programar el museo presencial y el museo virtual, que se consolidó a través del desarrollo de nuevas iniciativas lanzadas en la plataforma en septiembre 2020: “La historia como rumor” y “Hable con ella” y una serie de conferencias y charlas virtuales con destacados referentes nacionales e internacionales.

En paralelo, Rangel formó parte del núcleo fundador de la Red Argentina de Museos y Espacios de Arte (RAME).

El archivo bilingüe “La historia como rumor” reúne una serie de exhibiciones digitales que documentan y actualizan la lectura de un conjunto de performances contemporáneas realizadas por artistas de América Latina y latinos entre el fin de la Guerra Fría y el comienzo de internet, además de crear una red colaborativa con curadores invitados, expertos e instituciones internacionales.

Por su parte el proyecto “Hable con ella”, realizado junto a un equipo interdisciplinario, pone en diálogo a obras del acervo del museo con la mirada de diferentes artistas argentinos y latinoamericanos.

En relación con el patrimonio, Rangel elaboró junto a curadoras del museo una nueva narrativa de la Colección Malba, “Latinoamérica al Sur del Sur”, concebida desde una perspectiva regional situada en Buenos Aires y a manera de palimpsesto, elaborado sobre otras muestras del acervo.

En este período, Malba recibió donaciones de obras de Donna Conlon, Milagros de la Torre y Karin Idelson y se adquirieron nuevas obras para la colección de artistas como Maris Bustamante, Marcia Schvartz, Martin Chambi, Sharoanawe, Graciela Sacco, Regina José Galindo, Sofia Muriente, entre otros.

También proyectó el programa Paralelo 1//3, con la exhibición “Fuera de serie” de las artistas Alejandra Seeber y Leda Catunda, que comprende una exhibición en dos salas poniéndolas a funcionar en diálogo, resignificando los espacios del museo y proponiendo una participación del público en la construcción espacial del discurso museológico.

En la explanada de Malba, la curadora instaló “Leverage” (Palanca) obra participativa del artista mexicano Pedro Reyes que propone un modelo de escultura social.

Por último, “Terapia” –muestra que Rangel elaboró en su programa junto a Verónica Rossi y Santiago Villanueva– concreta un proyecto de investigación de casi dos años donde se interrogan las condiciones que hicieron del psicoanálisis una disciplina y un discurso apropiados y reelaborados en la Argentina a lo largo del siglo pasado.

Criptoarte: un boom que Picasso no entendería

Fuente: Ámbito ~ Hace un mes, la venta de una obra de arte físicamente inexistente, es decir, puramente digital, alcanzó en Christie’s el valor inusitado de 69 millones de dólares. Como era de esperar, este acontecimiento en el mercado del arte iba a tener una veloz continuidad y fue así que las dos casas rivales, Sotheby’s y Phillips, lanzaron esta semana otras tantas subastas “NFT” (“non-fungible token” o ficha no fungible), demostrando que las casas tradicionales desesperan por tomar posición en esta tecnología novedosa. Hace apenas tres meses no eran muchos los que sabían qué eran los “NFT”, un objeto virtual que puede ser una imagen, foto, video o fragmento musical con identidad, autenticidad y trazabilidad, en teoría certeras e inviolables, gracias a la tecnología conocida como “blockchain”, utilizada en criptomonedas como el bitcoin.

Dentro de esta tecnología, el artista estadounidense Beeple ha vendido su collage digital llamado “Los 5.000 días” con el sello “NFT”, por 69,3 millones de dólares. Según los datos de la página especializada DappRadar, más de diez millones de dólares cambian diariamente de mano para adquirir estos objetos de colección totalmente inmateriales. El “NFT” ofrece las garantías de trazabilidad y seguridad que le faltaban al arte digital hasta el punto de convertirlo en el nuevo objeto de deseo. Ligado al universo de las criptomonedas, este mercado tiene sus propias plataformas de intercambio, como Nifty Gateway o OpenSea, creadas al margen del mundo del arte.

Sin embargo, las casas tradicionales de subastas no quisieron quedar al margen de esta enorme transformación. “Aportamos contexto en un mercado con referencias todavía difusas”, dijo Rebekah Bowling, experta en arte contemporáneo de Phillips, la tercera firma mundial de subastas, por detrás de Christie’s y Sotheby’s. “Situamos a estos artistas dentro del conjunto de los grandes creadores que ofrecemos”, agregó, incluyendo a los creadores digitales entre quienes usan los soportes físicos habituales, como pintores, escultores o artistas plásticos. A través de la venta de obras “NFT” del artista digital Pak, Sotheby’s pretende otorgar también un sello de credibilidad ante los coleccionistas tradicionales. “Este mercado todavía es objeto de escepticismo sobre su legitimidad”, admitió Max Moore, experto en arte contemporáneo de esa casa de subastas. En la primera de sus subastas en Sotheby’s, Pak vendió “cubos”, obras digitales que representan esta forma geométrica, por un valor de 10 millones de dólares en los primeros 15 minutos (tiempo de duración de tales remates). Sotheby’s venderá tantos “cubos” como quieran adquirir los coleccionistas. “A través de esta colección, Pak cuestiona nuestro sentido del valor”, resume Sotheby’s.

Phillips también apuesta al NFT con una obra única del canadiense Mad Dog Jones, pero que generará automáticamente otras para su comprador. “Replicator”, en subasta desde el lunes pasado hasta el 23 de abril, es una obra evolutiva que creará, en un periodo de alrededor de un año, entre 75 y 300 otros objetos digitales, que serán todos propiedad del comprador inicial.

Esta apertura hacia el “NFT” llega en el momento justo para las casas de subastas tras un año de pandemia que les ha obligado a acelerar con frenesí su transición digital, al no poder mantener sus ventas habituales en salas. Esta etiqueta debería atraer a nuevos coleccionistas “que probablemente nunca tuvieron una relación previa con nosotros”, señaló Max Moore. Sotheby’s se acerca así a un “público mucho más joven” que hasta ahora estaba fuera de su alcance. La demostración ya se hizo durante la venta del ahora famoso “Los 5.000 días”, de Beeple, que atrajo a un 91% de coleccionistas que nunca habían pujado en Christie’s. Un 58% de ellos tenían entre 25 y 40 años. Aunque también pretenden atraer a los coleccionistas más tradicionales hacia el NFT, la prioridad de las casas de subastas es captar a estas nuevas fortunas, “geeks” convertidos en millonarios gracias a la suba vertiginosa de las criptomonedas. “Mi objetivo principal en este momento es establecer relaciones, comprender su forma de coleccionar, saber lo que les interesa, y después, podremos dirigirnos a ellos”, explicó Moore. Con la idea, más tarde, de generarles interés por las obras físicas tradicionales. “No veo por qué tendríamos que detenernos en lo digital”, concluyó.

Sobre este tema, el Centro Cultural de España en Buenos Aires presentará el ciclo “Criptomonedas, criptoarte, ¿criptorealidad?”, consistente en una conferencia y un seminario online. La conferencia tendrá lugar el 27 de abril y el seminario los días 29 de abril, y 4 y 6 de mayo (todo gratuito pero con cupo limitado; el cierre de inscripciones es el 21 de abril). El diseñador multimedia y bitcoiner Sebastián Nill dará la conferencia “Uso práctico e introducción a las criptomonedas”, y el seminario “Criptoarte, teoría y crítica” estará a cargo de Julián Brangold (artista visual) y Guido Corallo (artista y programador).