Millennials, los grandes coleccionistas de arte en 2020

Los coleccionistas millennials fueron los que más gastaron y las ventas online de arte y antigüedades pasaron del 9% al 25% del valor total del mercado hasta alcanzar un récord de 12.400 millones de dólares. Eso ocurrió durante 2020, año que obligó a cancelar ferias y cerrar galerías de arte durante meses por la pandemia, según el informe anual realizado por Art Basel y UBS.

La carta que envió un soldado desde Malvinas en 1982 e inspiró ahora las pinturas de su amigo artista

Fuente: La Nación ~ Luego de encontrar la correspondencia enviada en medio de la guerra, Javier de Aubeyzon pintó una serie de obras alusivas a la épica de jóvenes anónimos

“Todo comenzó al encontrar una carta enviada por Martín desde Puerto Argentino hace 38 años”, dice el artista Javier de Aubeyzon a LA NACION. “Todo” es una serie de cuatro pinturas sobre el conflicto bélico entre la Argentina y el Reino Unido en el Atlántico Sur, que se desató a inicios de abril de 1982. “Martín” es Raúl Martín Otaño, clase 1963, que viajó a la islas como combatiente en la Compañía Mecanizada nº 10. Cuando estalló la guerra, el joven estaba terminando la conscripción; no obstante, el Ejército lo envió a las islas. De Aubeyzon (clase 1964) no fue a la guerra; en el sorteo le había tocado “número bajo”.

“¿Cómo estás? -le escribió Martín a su amigo desde Puerto Argentino el 5 de junio de 1982, días antes de la rendición argentina-. Supongo que bien. No como yo, que estoy perdido en el confín del mundo, en medio del frío y la soledad más absoluta”. Los dos amigos habían compartido en la adolescencia momentos inolvidables. “Colegio, veranos en Mar del Plata, surf, salidas, recuerdos de nuestros primeros amores y demás -enumera De Aubeyzon-. Luego de uno de esos veranos, en un abrir y cerrar de ojos Martín, como tantos otros, apareció en las Malvinas a la espera de una guerra”. A su regreso, también a tantos otros, nada volvió a ser igual para el joven, que decidió emigrar a España; primero se instaló en Madrid, y luego en Mallorca. “Y ahí se quedó a vivir hasta hoy, que decidió volver”, dice De Aubeyzon, que se reencontró con su amigo anoche en la ciudad Buenos Aires. “Le perdí el rastro por 37 años hasta que un día, en 2019, encuentro la carta que me envió desde Puerto Argentino en junio de 1982″. Después de más de treinta años, Otaño regresa a su país natal y vio su carta convertida en una obra artística.

La carta del excombatiente de Malvinas Martín Otaño a su amigo Javier de Aubeyzon
La carta del excombatiente de Malvinas Martín Otaño a su amigo Javier de AubeyzonGentileza Javier de Aubeyzon

Además de la carta, el artista que pintó el retrato de Nelson Mandela que se instaló en la sede del gobierno porteño en 2018 investigó sobre las circunstancias de la guerra. “Su carta y una frase de Erich Hartman inspiraron estas obras”, agrega. “La guerra es un lugar donde jóvenes que no se conocen y no se odian se matan entre sí, por la decisión de viejos que se conocen y se odian, pero no se matan”, dijo Hartmann, fotógrafo alemán nacionalizado estadounidense.

La principal obra de la serie pictórica es Carta a un amigo, óleo de 2 x 2 m. “Pone énfasis en la expresión artística como catarsis de dos amigos que han sido separados por la guerra, pero que después de muchos años de incomprensión mutua, ya maduros, se reúnen a través del arte”, dice De Aubeyzon. Luego de ver imágenes de la pintura, Otaño sintió que él mismo podía contar su experiencia en un cortometraje, Dos amigos, donde narrará su historia, “para transformar el dolor y la distancia en arte y reencuentro”.

"Soldado desconocido", otra de las obras de la serie del artista porteño Javier de Aubeyzon
«Soldado desconocido», otra de las obras de la serie del artista porteño Javier de Aubeyzon

Las demás pinturas que completan la serie son Cóndor, que intenta captar la “mística” de los aviadores argentinos; Soldado desconocido, donde se rinde tributo a los héroes de Malvinas cuya identidad, con apoyo de fundaciones locales e internacionales, aún se trata de establecer, y Ofrenda, que homenajea a los pilotos de la Fuerza Aérea Argentina, “y que trata específicamente sobre el hundimiento de la fragata británica Antelope”.

"Cóndor" integra la serie inspirada por la carta de Martín Otaño a su amigo
«Cóndor» integra la serie inspirada por la carta de Martín Otaño a su amigoGentileza Javier de Aubeyzon

“Este trabajo en conjunto fluyó naturalmente -concluye el artista-. Todo se fue dando sin buscarlo, pero luego de un largo recorrido nos encontramos nuevamente en el manantial de la amistad que ni el tiempo ni la guerra pudieron secar”. El director del Museo Malvinas, Edgardo Esteban, mostró interés en el proyecto y, posiblemente, las pinturas puedan ser exhibidas en ese espacio en 2022, cuando se conmemoren los cuarenta años del inicio (y el fin) de la guerra de Malvinas.

Además: el mural que AMIA donó al Museo Malvinas

Este viernes, cuando se celebra el Día del Veterano y de los Caídos en la Guerra de Malvinas, se realizará a las 11 un acto con la presencia del cantante Leonardo Pastore, que interpretará el Himno Nacional y Aurora, en el Museo Malvinas, mientras se iza el pabellón patrio. Posteriormente, se inaugurarán el mapa bicontinental y el extraordinario mural que la AMIA donó al museo, de 6 por 3 metros. “Esta obra dignifica al Museo Malvinas”, dijo el director de la institución, el escritor y excombatiente Edgardo Esteban.

La obra El hundimiento forma parte del proyecto “Murales por la Memoria”, una iniciativa creada por AMIA, a través del departamento de Arte y Producción, y la Sigen en 2007, con el propósito de fomentar el ejercicio de la memoria colectiva. Es un homenaje a los que perdieron la vida en la guerra. Se trata de un gran collage que evoca uno de los hechos más dramáticos de la guerra, cuando el 2 de mayo de 1982, el crucero ARA General Belgrano fue atacado por el submarino nuclear inglés HMS Conqueror en momentos en que navegaba a 35 millas al sur de la zona de exclusión. Por el hundimiento, murieron 323 tripulantes.

Por la situación sanitaria, el Museo Malvinas solo abre sábados y domingos; para visitarlo, hay que registrarse previamente en la página web de la institución.

La PSA y la Aduana desarticularon una operación de tráfico de bienes culturales

Fuente: Argentina ~ La Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA), fuerza que depende del Ministerio de Seguridad de la Nación que encabeza Sabina Frederic, como consecuencia de un trabajo conjunto con la Dirección General de Aduanas (DGA), secuestró varios objetos de valor histórico, entre ellos cuadros, mapas, manuscritos, monedas antiguas y de oro, tras una importante investigación que derivó en nueve allanamientos realizados en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y en Pilar, provincia de Buenos Aires.

La investigación comenzó hace más de cuatro meses cuando el Comité Argentino de Lucha contra el Tráfico Ilícito de Bienes Culturales, del que forma parte la Aduana, recibió la notificación desde Perú por la sustracción del material histórico “Libro de Arrieros de los 3 Cañaverales de Pachachaca, Mollemolle y Santa Ana pertenecientes a esta Real Superintendencia de Temporalidades de esta Ciudad del Cuzco y su Obispado que da principio en 1° de mayo de 1772 hasta 30 de abril de 1773”, perteneciente al Archivo Regional del Cuzco.

Durante la pesquisa, personal de la PSA y de la Aduana lograron identificar a los presuntos responsables a través de sigilosas tareas investigativas y escuchas. Se pudo comprobar que los sospechosos participaban de la compraventa internacional y acopio de obras de arte, manuscritos históricos, mapas de época y libros antiguos de gran valor patrimonial y cultural. A la vez, detectaron la existencia de diversas propiedades vinculadas a estas personas en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y en Pilar, provincia de Buenos Aires y en el exterior: Uruguay, Inglaterra e Islas Vírgenes Británicas.

Al respecto, el titular de la PSA, José Glinski destacó: “La profunda labor de campo y el análisis de los investigadores de la fuerza permitieron establecer conexiones que fueron echando luz hacia estos resultados. El entrenamiento y la capacitación constantes son importantes para contar con agentes actualizados y actualizadas para desarticular organizaciones dedicadas al tráfico ilícito de bienes culturales y colaborar con la seguridad del patrimonio cultural de los países”.

Por su parte, la titular de la Dirección General de Aduanas, Silvia Traverso, sostuvo: “Las investigaciones desde Aduana se centraron sobre la hipótesis de tráfico ilícito transnacional de bienes culturales y culminaron con la denuncia penal. El trabajo coordinado con otras dependencias del Estado, como el Ministerio de Cultura y el de Seguridad, fue clave para este resultado”.

Inmediatamente a la recepción de la denuncia desde Perú, la DGA denunció el hecho, lo que dio inicio al proceso de investigación. Poco tiempo después, se encontró el libro en un sitio web especializado en la comercialización de “libros raros” y antiguos, mapas, grabados, libros de viajeros y científicos, con sede en Buenos Aires.

La pesquisa avanzó con las tareas de campo de la PSA y con la selección de determinadas piezas ofrecidas a la venta en el sitio web investigado y, junto con el personal de la DGA y funcionarias y funcionarios del Ministerio de Cultura, se avanzó en la hipótesis del tráfico ilícito transnacional de bienes culturales, ya que los elementos en cuestión podían ser parte del patrimonio cultural de Perú y Paraguay. Ante ello se impulsaron requerimientos internacionales de información dirigidos a las autoridades en la materia de ambos países.

Frente a esta situación, la Justicia Nacional en lo Penal Económico dispuso el inmediato allanamiento de los domicilios en los lugares antes mencionados. Allí se incautaron cuadros, mapas, monedas antiguas, monedas de oro, divisas, cinco relojes de alta gama, manuscritos, barras de oro, dos autos de alta gama, además de teléfonos celulares, computadoras, tarjetas, pasaportes y carpetas con material para la causa.

En la investigación también participaron distintas áreas de la Administración Federal de Ingresos Públicos y de la Unidad de Información Financiera (UFI) para avanzar en la línea de los flujos financieros y la capacidad económica de las personas investigadas. Intervino el Juzgado Nacional en lo Penal Económico N°02, a cargo de Pablo Yadarola.

A los 92 años murió Gianluigi Colalucci, restaurador de los frescos de la Capilla Sixtina

Fuente: Télam ~ Gianluigi Colalucci, quien restauró durante 14 años los frescos de la Capilla Sixtina realizados por el célebre Miguel Ángel, murió a los 92 años en Roma, informaron los Museos Vaticanos.

Colalucci dirigió los trabajos de la denominada «restauración del siglo» entre 1980 y 1994, y «gracias a su valentía y talento, hoy los colores de la Capilla Sixtina aparecen en todo su esplendor deslumbrante», destacaron los Museos Vaticanos al informar en la red social Instagram de su fallecimiento ocurrido el lunes último.

«Fue heredero de una gran tradición vaticana e italiana en el mundo de la restauración, protección y conservación»”

Museos Vaticanos

La intensa tarea de restauración abarcó la reposición de las partes de pigmento desprendidas y el lavado de la pintura oscurecida, con solventes y agua destilada para resaltar el brillo de los colores, a partir del cielo lapislázuli, y de esta manera logró eliminar la capa de suciedad, acumulada durante siglos por el humo de las velas.

Como resultado final quedaron a la vista los espléndidos colores de los frescos, con toda su fuerza expresiva, que Miguel Ángel Buonarroti, pintó sobre la bóveda de la Sixtina entre 1508 y 1512, y luego el Juicio Final en la pared tras el altar (1535-1541).

La directora de los Museos Vaticanos, Bárbara Jatta destacó la figura del restaurador al señalar que «Colalucci se ha distinguido internacionalmente no solo por haber tenido el coraje, la fuerza, la capacidad para afrontar la restauración del siglo. Los entonces directores de las Galerías de Pintura y de los Museos Vaticanos, Fabrizio Mancinelli y Carlo Pietrangeli, decidieron abordar esa restauración porque tenían a Gianluigi Colalucci como técnico, como figura de referencia».

«Fue heredero de una gran tradición vaticana e italiana en el mundo de la restauración, protección y conservación», señaló Jatta, consignó el conservador diario ABC, de España.

Colalucci había nacido en Roma en 1929 y durante su larga trayectoria restauró también las obras de grandes artistas como Rafael, Giotto, Leonardo, Guido Reni, Tiziano, Andrea Mantegna, Caravaggio o Guercino.

A partir de la restauración de la Capilla Sixtina escribió varios libros científicos sobre la Sixtina y Miguel Ángel.

En una de sus publicaciones, en forma de diario, ‘Miguel Ángel y yo’, cuenta hechos, descubrimientos y personas que marcaron la monumental restauración. En 1995 fue nombrado Doctor Honoris Causa por la Universidad Politécnica de Valencia.

El rosarino Norberto Puzzolo recibió el premio nacional a la trayectoria artística

Fuente: La Capital ~ El premio nacional a la Trayectoria Artística reconoce a cuatro mujeres y cuatro varones todos ellos artistas vivos. Cada uno de ellos donará una obra significativa de su producción al Estado nacional, que pasará a integrar el patrimonio del Museo Nacional de Bellas Artes, y serán reconocidos con el mayor galardón y una pensión vitalicia que se les concederá una vez cumplida la edad jubilatoria.

Puzzolo nació en Rosario, en 1948. Se formó, desde los 15 años, con los maestros Juan Grela y Anselmo Piccoli. Su recorrido se inicia en los 60, con una participación activa en el desarrollo de la vanguardia argentina, manifestado en muestras como: «Estructuras Primarias II» (1967), «Rosario 67» (1967), «OPNI» (1967), «El Arte por el Aire» (1968).

Fue el primero de los expositores del «Ciclo de Arte Experimental», organizado por el Grupo de Vanguardia de Rosario con el auspicio del Instituto Di Tella, en 1968. En este marco, protagonizó varias de las manifestaciones colectivas de la vanguardia rosarina y fue uno de los realizadores activos de Tucumán Arde, obra emblemática de 1968 que mereció numerosos comentarios de críticos e historiadores nacionales y extranjeros.

De emplear la cámara como una herramienta de documentación y denuncia, pasó a una producción fotográfica que fue adquiriendo rasgos particulares a lo largo de estos años. Entre sus obras, se destacan los retratos de artistas plásticos, la serie «Nunca más» (1984), sus autorretratos y naturalezas muertas fotografiadas, las fotos con papeles emulsionados y los «Cielos argentinos» presentados en 2003 en el Museo Nacional de Bellas Artes.

Expuso en forma individual y colectiva en diversas galerías, instituciones y museos del país y el extranjero.

Sus obras figuran en instituciones y colecciones privadas de la Argentina y del exterior. El Museo Nacional de Bellas Artes le otorgó el premio Leonardo 2001 por su trayectoria, en 2002 recibió el Premio Konex diploma al mérito en fotografía y en 2008 el Premio «Ernesto B. Rodríguez» a la trayectoria de un fotógrafo de La Asociación Argentina de Críticos de Arte (AACA).

Por decisión personal, nunca envió sus obras para participar de premios ni salones.

Sus obras figuran en instituciones y colecciones, entre otras: Art Institute of Chicago, Colección Gabriel Cuallado (Valencia), MACBA (Barcelona), Thria Collection (Ginebra), Museo Nacional de Bellas Artes (Buenos Aires), Castagnino + MACRO y Museo de la Memoria, (Rosario), Museo Provincial de Bellas Artes Rosa Galisteo de Rodríguez (Santa Fe).

El premio

El premio nacional a la Trayectoria Artística se otorga cada año a ocho artistas de todo el país seleccionados por un jurado integrado por siete personas entre las que se encuentran dos representantes del Museo Nacional de Bellas Artes; un especialista en arte argentino de reconocida trayectoria, designada por el Ministerio de Cultura de la Nación, cuatro representantes de las asociaciones de promoción artística o cultural de la Argentina, y las escuelas e institutos de formación en artes que reúnan los requisitos legales para su funcionamiento.

De ganar el premio, cada artista deberá elegir la obra que donará y ésta será expuesta en el 109° Salón Nacional de Artes Visuales.

Este año, se premió a las artistas Anahí Cáceres, de Córdoba; Alicia Herrero y Dalila Puzzovio, de Buenos Aires; y Alina Neyman, de Salta. Entre los cuatro hombres premiados, además de Puzzolo, se encuentran Luis Pazos, de La Plata; y Afredo Prior y Leandro Katz, de Buenos Aires.

Bercic: la difícil tarea de definir hoy a la escultura

Fuente: Ámbito ~ Sus obras robóticas parecen haber descendido de alguna galaxia. Como naves anticipatorias del futuro, una de ellas se asemeja a un plato volador.

Fabián Bercic expone sus esculturas en Calvaresi. Nacido en Lanús en 1969, asistió a una escuela técnica y estudió diseño gráfico. En 2017 ganó el Primer Premio de Escultura en el Salón Nacional. Participó de la Beca Kuitca 2004/05, expuso en el Centro Cultural Recoleta, Palais de Glace, Fundación Klemm, Proa y en el Museo Blanton de Austin (EE.UU.), en el MAD neoyorkino y en el Museo Amparo de Puebla, México.

Según el texto de Natalia Ortiz Maldonado, “Meteora”, título de la muestra, “es un presagio, un relato fragmentario de futuros posibles que se obtiene a partir de señales que se han visto o de intuiciones y sensaciones certeras”. Esa admiración por el oficio es lo primero que se advierte en esta reunión de esculturas robóticas que parecen haber descendido de alguna galaxia. Como naves anticipatorias del futuro, una de ellas se asemeja a un plato volador. Otra de las esculturas, realizada en 2021, consta de diez patas y diez flechas unidas por círculos, negras, en hierro cromado. También se exhiben cascos de armaduras de tocados femeninos en resina cuyos nombres están relacionados con culturas helénicas, islámicas, Balkis, Sara, Iole, nombres todos que remiten a la reina de Saba.

El crítico e historiador de arte inglés Herbert Read (1893-1968) señaló que “uno debe hacerse una devastadora pregunta: hasta qué punto el arte permanece en cualquier sentido tradicional (o semántico) escultura?” Herbert Marcuse (1898-1979), uno de los grandes pensadores de la Escuela de Frankfurt, se preguntaba: ¿los logros de la civilización tecnológica no indican la posible transformación del arte en técnica y la técnica en arte?

Son algunas de las preguntas que el contemplador contemporáneo de escultura puede hacerse en esta muestra, dado que la escultura ya no es lo que era. Las diferentes tendencias, kinetismo, lumínico, ambiental, incluidas en la categoría escultura, son demasiado problemáticas para ser clasificadas. Tampoco se pueden incluir en vitalistas, neo-vitalistas, formalistas,científicas, ópticas, cibernéticas, todas clasificaciones que han cumplido más de 50 años de escultura no representacional, para no hablar de minimalismo o de escultura objetual.

En Meteora, Grecia, en la llanura de Tesalia, están los monasterios del siglo XI, suspendidos del cielo, de allí quizás la asociación con sus naves. Las obras de Bercic resultan enigmáticas, sobre todo esos tocados femeninos que aúnan el pasado como si fueran restos arqueológicos con la materia del presente, resina trabajada moldeada y hasta cincelada a la manera de los grandes escultores. Sus tres fotografías digitales de paisajes nevados que acompañan la muestra son el resultado de experiencias y visiones personales tomadas en 2017 en el sur de nuestro país. (Defensa 1136. Entrada gratuita. Clausura el 8 de mayo).

Caen las ventas de arte y se sobrevalora la autenticidad

Fuente:Clarín ~ El mercado de arte internacional atraviesa su peor recesión desde 2009, de acuerdo con el último informe publicado hace días por Art Basel, que muy sintéticamente se puede resumir en una frase: en 2020 las ventas de arte y antigüedades en el mundo se desplomaron un 22 por ciento respecto de 2019. Con ese único dato, cualquiera puede comprender en un instante la dramática situación del sector después de un año completo de cierre casi total y prácticamente sin ferias de arte presenciales.

Los cambios no suelen ser tan rápidos y, al menos por ahora, las expectativas de que la caída de las operaciones presenciales durante la pandemia fueran compensadas con el crecimiento de las plataformas online se quedaron en eso: expectativas. Es cierto: muchísimos habitués y recién llegados entraron en los meses recientes a las versiones online de las grandes ferias de arte de todo el mundo y recorrieron kilómetros de arte frente a una pantalla, sin levantarse del escritorio o del sillón. Pero para la mayoría fue curiosidad o entretenimiento durante el aislamiento. Las ventas online, supuestamente, se duplicaron respecto del año anterior, pero representaron no más de un cuarto de las ventas totales de arte en el mundo. De manera que el cambio radical de lo presencial a lo digital que algunos predijeron con optimismo sin límites no se produjo.

Sin embargo, casi simultáneamente con la publicación del informe de Art Basel, el mercado fue sacudido por una novedad completamente imprevisible: “Everydays: The First 5,000 Days”, una colección de dibujos y animaciones realizados durante 5.000 días consecutivos, obra completamente digital firmada por el estadounidense Beeple –seudónimo de Mike Winkelmann–, fue subastada por Christie’s en 69.3 millones de dólares. El tal Beeple se convirtió de la noche a la mañana en uno de los tres artistas vivos más caros del mundo, cualquiera sea el soporte. Poquísimos habían siquiera escuchado su nombre, pero el precio pagado por su obra es superado hasta hoy solo por piezas de Jeff Koons y David Hockney. Desde hace días, hay cientos de artículos en la prensa mundial intentando explicar de qué se trata su collage de imágenes. No tanto de qué se trata en términos artísticos, que en este caso no parecen tener mucho interés, sino en términos tecnológicos y de mercado. Desde 2007, Beeple posteó en su Instagram, una imagen por día que finalmente reunió en un collage que fue “convertido” en febrero en –atención– un token no fungible o NFT. Esto, dicen los que entienden, es una red segura de sistemas informáticos que registra la venta en un libro de contabilidad digital, conocida como blockchain, y que brinda a los compradores una prueba de autenticidad y propiedad. Es decir: lo central del asunto es la garantía de autenticidad y de que se trata de una pieza “única”. Puede haber otra exactamente igual, ya que es una imagen digital no material, pero no importa: la “auténtica” es el NFT.

Fotografía cedida por la casa de subastas Christie's del artista Mike Winkelmann, conocido como Beeple, un hombre feliz. Foto EFE/ Christie's.

Fotografía cedida por la casa de subastas Christie’s del artista Mike Winkelmann, conocido como Beeple, un hombre feliz. Foto EFE/ Christie’s.

Admito mi ignorancia acerca de los token no fungibles. Seguramente por eso –y no porque la obra de Beeple no tenga valor– sospecho que todo el asunto se trata, para decirlo de una manera aterciopelada, de un truco de márketing. Eficiente, pero truco al fin. Hay un señor muy pero muy rico, en estos días, que está realmente contento porque ha adquirido una obra auténtica y única. Y otros señores, no tan ricos, pero probablemente camino a serlo, que también están realmente contentos porque han vendido una obra auténtica y única en 69,3 millones de dólares. Y porque se les abre un camino hasta hace días insospechado para compensar las decadentes ventas de arte físico con ventas de obras que no tienen existencia física pero que son tanto o más vendibles que las otras.

Uno de los más sorprendidos es el mismo Beeple, el señor Mike Winkelmann, diseñador gráfico nacido hace 40 años en Missouri, con aspecto de nerd más que de artista, de apariencia más parecida a Bill Gates que a David Hockney. Hay en estos días en YouTube un extraordinario video en el que se ve a Winkelmann rodeado de su familia en su casa, siguiendo con incredulidad la subasta en la que “Everydays: The First 5,000 Days” sube minuto a minuto su cotización –alentada por vaya uno a saber qué idea de la autenticidad– hasta venderse por 69,3 millones de dólares. El hombre se ríe solo, salta del sillón, su cuerpo no puede contener su entusiasmo, su estado de éxtasis y felicidad. También se ríen los empleados de Christie’s. Finalmente, parece que lo digital sí está produciendo el cambio radical que la industria del arte mundial esperaba para sobrevivir a las restricciones de la presencialidad en la pandemia. Puede ser el comienzo de una revolución, si no en el mundo de lo artístico, sí en el del mercado. Aunque nunca se sabe hasta dónde pueden llegar los asuntos que se inician de manera tan incomprensible. Quizá también sea el inicio de un cambio sustancial en el mundo del arte. El comprador de la obra –se supo hace días– es el millonario indio Vignesh Sundaresan. La compró –dijo– para demostrar que “la gente de color también puede ser mecenas”.

Qué raro se ha vuelto el mundo.

Artista plástica pintó un mural de Braian Toledo

Fuente: El civismo ~ Fue realizado por la lujanense Fernanda Baffa. La obra se encuentra en el Club SAPA, de Marcos Paz.

La artista plástica lujanense, Fernanda Baffa, pintó un mural en homenaje al atleta olímpico Braian Toledo, fallecido el año pasado en un accidente de tránsito. Inaugurado el 27 de febrero en la localidad de Marcos Paz, se trata de una obra de 4 metros por 3, realizada en el Club SAPA, donde el joven entrenaba desde su niñez.

Fernanda Baffa se recibió como docente en la Escuela de Arte de Luján. Como artista se capacitó en muralismo y arte público monumental en la Facultad de Artes de la ciudad de La Plata. Realizó obras murales en  el Luna Park, y en el Parque temático de Tierra Santa. Su obra más importante  se encuentra en el Palacio de San Calixto, Roma, Italia.

En el año 2017 fue convocada junto a su equipo para realizar un mural de 12 m por 3, en la Iglesia de Santa Anastasia en la Vigilia de Pentecostés con el Papa Francisco.  Y en 2018 tuvo oportunidad de entregar en mano el libro 30 años de Evangelización creativa al Papa argentino

El mural de Braian Toledo es un esgrafiado, técnica tipo bajo relieve de colores.

El video de la construcción de la obra se puede ver  desde el canal de YouTube de Jorge Tarifa, artista que participó junto a Baffa de su realización.

Para ver más obras: IG @arteferbaffa

Ya está online el catálogo completo del Louvre con 482.000 obras de arte: cómo acceder de forma gratuita

Fuente: Infobae ~ El Museo del Louvre, en París, Francia, presentó días atrás un nuevo sitio web que tiene una base de datos con su catálogo completo con 482.000 obras. Asimismo, cuenta con una recreación virtual para visitar la pinacoteca a distancia. Estos cambios se dan en el marco de la pandemia de COVID-19, que ha causado el cierre de sus puertas de acuerdo con las medidas tomadas por el gobierno francés para prevenir la propagación del virus.

El museo recibió 21 millones de visitantes en su sitio en 2020, una cifra récord que motivó el desarrollo de estos cambios. La web, disponible en francés, inglés, español y chino, cuenta además con una base de datos a la que se han añadido imágenes y descripciones de 482.000 obras, tres cuartas partes del total, con la que se quiere acercar el trabajo científico realizado con ellas.

Así, el museo más visitado del mundo, espera que personas del mundo académico, investigadores, visitantes y el público general puedan acceder con más facilidad a sus obras. Además, está disponible una reconstrucción digital en 3D que permite una visita interactiva a las salas.

El Louvre hoy mantiene sus puertas cerradas de acuerdo con las medidas tomadas por el gobierno francés para prevenir la propagación del virus. REUTERS/Christian Hartmann

El Louvre hoy mantiene sus puertas cerradas de acuerdo con las medidas tomadas por el gobierno francés para prevenir la propagación del virus. REUTERS/Christian Hartmann

El confinamiento ha tenido puntos beneficiosos. Hemos intentado abrir los espacios del Louvre, contar historias… Es una herramienta de democratización increíble y una puerta abierta al mundo”, destacó Dominique de Font-Réaulx, historiadora y conservadora del museo

La web ya está online, abierta a todo el público de forma gratuita. En el home del sitio se puede leer “Escape con el Louvre” y hay disponible una serie de contenidos que incluye artículos, podcasts, conciertos, una sección pensada para niños y familias (Louvre Kids) o experiencias virtuales.

Con el tiempo se subirán más contenidos para completar paulatinamente las obras, con el objetivo de integrar la totalidad de ellas. Además de la clausura impuesta por las autoridades entre mediados de marzo y principios de julio en 2020, el Louvre tuvo que volver a cerrar en octubre del año pasado y todavía no hay fecha de reapertura a la vista por las disposiciones gubernamentales que buscan frenar la fuerte expansión del coronavirus en Francia.

En 2020, el Louvre recibió un 72% menos de público (2,7 millones de visitantes frente a los 9,6 millones de 2019), con una pérdida de ingresos de 90 millones de euros.

Cómo ver las obras

El nuevo sitio web es louvre.fr y tiene varias formas de profundizar en las colecciones, haciendo búsquedas simples o avanzadas, entradas por departamento curatorial y álbumes temáticos. También tiene un mapa interactivo que ayuda a los visitantes a preparar o ampliar su visita y les permite explorar el museo, sala por sala. La base de datos será actualizada periódicamente por expertos de museos para seguir creciendo.

Asimismo, hace días ee pusieron en marcha dos nuevas herramientas digitales como collections.louvre.fr, una plataforma que por primera vez reúne todas las obras de arte del museo en un solo lugar. Para acceder a la base de datos de las colecciones se debe entrar en collections.louvre.fr

Esta base de datos ya contiene más de 482.000 entradas, incluidas obras del Louvre y del Musée National Eugène-Delacroix, esculturas de los jardines de las Tullerías y del Carrusel, y obras del ‘MNR’ ( Musées Nationaux Récupération, o recuperación de los museos nacionales) recuperados después de la Segunda Guerra Mundial y confiados al Louvre hasta que puedan ser devueltos a sus legítimos propietarios.

Así, por primera vez en la historia, toda la colección del Louvre está disponible en línea, ya sea que las obras se exhiban en el museo, estén en préstamo a largo plazo en otras instituciones francesas o estén almacenadas.

El sitio se puede visitar en smartphones, tablets y computadoras, pero está diseñado principalmente para su uso en celulares, dado el uso generalizado de dispositivos móviles en la actualidad.

El arte de hacer negocios con falsificaciones

Fuente: Clarín ~ Los artistas más ilustres hicieron historia, alrededor de sus obras se mueven cifras estratosféricas. Pero unos pocos, que nunca dispusieron de aquel virtuosismo, se las ingeniaron –con estafas o falsificaciones– para mover otras cifras que impresionan. Un reciente documental (“Made you look”) que difundió Netflix y otra película (“El último Vermeer”) vuelven a colocar en primer plano el tema de las estafas en el arte. En una nota reciente en Ñ, March Mazzei nos ilustraba sobre algunos de estos falsificadores famosos, como el alemán Wolfgang Beltracchi: en 2010, después de más de tres décadas de fechorías, cayó definitivamente preso, tras colocar más de un millar de pinturas que atribuía a nombres como Ernst, Leger o Pechstein. O el húngaro Elmyr de Mory, en quien se inspiró Orson Wells para su “F for Sale”: se suicidó en 1976 tras falsificar obras de gigantes del último siglo como Picasso, Matisse, Modigliani o Degas. También cita a Robert J.C.Driessen, cuyas ventas de esculturas falsamente atribuidas a Giacometti llegaron a los 8 millones de dólares.

El documental en Netflix refiere a una estafa aún más organizada y mucho mayor, por la cual desde la galería neoyorquina Knoedler se movieron 80 millones de dólares en la venta de obras falsas de artistas tan representativos como Pollock o Rothko. Una de aquellas obras titulada “The Silver Pollock” llegó a subastarse en 17 millones de dólares. Según el documental, todo comenzó a partir de un inmigrante chino, el artista Pei-Shen Qian, quien vendía sus obras en las calles hasta que instaló un atelier en su propio garaje. Por el contacto con dos emprendedores de arte, llegó a aquella galería, propiedad del banquero Michael Hammer. Y el chino, mimetizado en Pollock, Rothko y tantos más, inició el recorrido por el mundo del arte falso. Entre 1994 y 2008, cuando finalmente el FBI los detectó y los llevó a los tribunales, engañaron a coleccionistas, rematadores y público. Hasta David Anfam, el mayor autenticador de la obra original de Rothko, no había detectado el fraude. Y el propio hijo del artista, Christopher, había calificado como “magnífica” a la reproducción de las obras.

Este caso remite de inmediato al del holandés Han van Meegeren, magistral interpretación de Guy Pearce en la mencionada película. Fue, tal vez, el caso de falsificación más curioso y explosivo en la historia del arte. Van Meegeren se “mimetizó” en Vermeer y llegó a engañar a los jerarcas nazis durante la ocupación, en la Segunda Guerra Mundial. Estuvo a punto de terminar en la horca por “alta traición” y cuando reveló sus engaños, los jueces holandeses lo perdonaron.

En 1913, van Meegeren dejó sus estudios en Arquitectura para dedicarse a su pasión, la pintura, inspirada en los grandes maestros del siglo XVII. Después de algunas críticas aceptables, su segunda exposición fue un fiasco: “Posee todas las virtudes… excepto la originalidad”, escribió un crítico. Entonces se decidió: ya que no podía ser un artista “auténtico”, iba a convertirse en otro, y a disfrutarlo. En aquella época recién comenzaba a recuperarse la figura de Johannes Vermeer, el notable pintor holandés (1632-1675), de quien apenas se conservan 36 obras. Van Meegeren no quería imitar a Vermeer sino “ser Vermeer”. Y vaya sí lo hizo: acopió los mismos pigmentos, fabricó los mismos pinceles, utilizó su misma técnica y, para completar el fraude, ideó un sistema por el cual los cuadros mostraran el mismo desgaste que hubieran sufrido a lo largo de tres siglos.

La primera “obra” fue “Cena de Emaús”, que hizo autenticar por el mayor especialista en Vermeer (Abraham Bredius) y venderla a la Sociedad Rembrandt en una cifra que a la conversión actual equivale a 4,5 millones de euros. Se compró una mansión en Niza, el comienzo de su imperio inmobiliario: cuando lo detuvieron una década después, al final de la Guerra, acumulaba más de 50 propiedades –entre su país y la Costa Azul- y un club nocturno, y su fortuna se calculaba en 20 millones de dólares.

Su mayor “fraude” fue el cuadro “Cristo entre los adúlteros”, que las tropas aliadas descubrieron entre las seis mil del expolio nazi, escondidas en la Mina de Altaussee (otra película, con George Clooney describe este episodio). Cuando los investigadores holandeses encontraron al comerciante que negociaba con el jefe nazi Hermann Göering –quien pagó 6,5 millones de euros actuales por ese cuadro- aquel remitió a Van Meegeren. Y este fue capturado de inmediato.

La justicia holandesa lo procesó por “destrucción del patrimonio nacional”, pensando que había entregado o vendido cuadros auténticos a los invasores. Iban a condenarlo a muerte pero, en el juicio, Van Meegeren reveló que había falsificado los cuadros: entre julio y septiembre de 1945 pintó “Jesús entre los doctores” delante de un fotógrafo, un experto en arte, un carcelero y tres oficiales de Justicia. Le cambiaron la condena –le dieron un año por “falsificación”, que no llegó a cumplir, murió de un síncope.

Vermeer, el verdadero, estaba muy lejos de todo esto. Muy pocas de sus maravillosas obras pudieron conservarse, entre ellas “La dama de la perla”, ahora en un museo de La Haya. Y apenas tres llegaron al circuito comercial.