Cristian Badaró y el arte urbano: “Veo a la ciudad como una hoja de papel más”

Fuente: El Litoral ~ El joven correntino considera a las paredes de la Capital como un formato en el cual plasmar su obra. Ayer finalizó su mural en la entrada del club náutico y de pesca Yacaré. 

El artista urbano Cristian Badaró inauguró ayer su galería a cielo abierto “El Yacaré”, en el barrio Aldana de la ciudad de Corrientes. En una pared de la zona, trabajó desde mayo para plasmar un conjunto de elementos con sentido propio. 

El mural, en la entrada del club náutico y de pesca Yaceré, cuenta con una olla, una gorra, una balita, una chapita y un anzuelo. 

El joven artista dialogó con El Litoral y detalló el origen de la intervención, logrado a partir de “siestas, domingos y feriados para que pintar sea divertido y no se vuelva tan serio el mundo de adulto”. 

“Veo a la ciudad como un formato más, como una hoja de papel”, indicó Badaró y explicó que los espacios y lugares, en sus ojos, se transforman en posibles escenarios a los cuales le gusta “darle algún tipo de clima o decorarlos”. 

“Hay puntos, paredecitas, lugarcitos que me copan”, expresó. Al verlos, piensa: “Uh, acá que bien que vendría algo”. 

Comentó que a veces tiene ideas previas en su mente, elementos que le rondan la cabeza a la espera de ser trasladados a la vida real, en algún rincón de la ciudad. 

Otras, la inspiración surge en el día y el joven “ya tiene paredes candidatas”. 

En cuanto a “El Yacaré”, Badaró relató que en invierno del año pasado, iba a nadar al club náutico, por lo que pasaba siempre por el lugar. “Era super grande, en un lugar un poco desaprovechado y abandonado”, explicó.

Por eso, cada vez que se volvía a topar con la pared durante su caminata hasta el club, preguntaba a los cuidadores: “¿Todo bien si pinto acá?”. De esa forma, Badaró iba los sábados, domingos y días libres para hacer una intervención de no más de tres horas. 

“Fue una práctica y ejercicio de lo que que hago, de un trabajo para mí, pero que no deja de ser algo que me divierte”, manifestó.

Badaró hace convivir el arte como un amor y un trabajo, una dicotomía que se presenta siempre en la esfera de la cultura y la actividad artística. “Es mi pasión, mi laburo y mi vidriera, todo junto”, sentenció. 

Inicio

La galería abierta empezó el 25 de mayo de este año. El primero de los elementos en ser plasmado fue una olla.

“Estaba en casa y fui al almacén, ni siquiera sabía que era feriado”, relató y agregó “en el kiosco de Rolo, muy conocido en el barrio, siempre hacen locro en fechas patrias”. Rolo es un hombre agradable y, cuando Badaró vuelve de trabajar siempre le pregunta “si ya comió” y luego le convida un plato. 

Ese día, le regaló una porción de locro y, mientras esperaba, le sacó una foto a las ollas. Automáticamente, la pared correcta apareció y en menos de dos horas, la imagen ya se mostraba sobre ella. Rolo se alegró e incluso se sacó una foto. 

Al mural, le siguió la gorra  con una reconocida marca internacional. El “yacarecito” juega un poco con el lugar, por el club. 

“Después pinté una balita que encontré en la costa del río”, enumeró el artista. Le siguieron una chapita y un anzuelo, que habían sido pensados como parte de una propuesta de trabajo que no se concretó. 

“El arte urbano es libre”

Hace poco, Badaró fue invitado para un proyecto en el marco de Corrientes como “ciudad de los murales”. 

En tal sentido, el artista considera que los fines políticos o comerciales no se llevan bien con el espíritu del arte urbano. 

“Más allá de vivir de esto y comprender la veta comercial, no va por ahí:  la disidencia y la libertad de un artista urbano se basa en no estar atado”, opinó. La esencia, cree Badaró, es crear un espacio “copado” a partir de un lugar abandonado, deteriorado y sin uso. 

En sus palabras, hay una suerte de mensaje para las áreas de cultura estatales. “Quizá se den cuenta que un artista no necesita esencialmente el dinero para crear sus propios proyectos o tener buenas ideas: a veces está todo en sus manos”, expresó y agregó que él prefiere mantener un perfil libre y autónomo. 

En tal sentido, expresó que el rótulo de “galería a cielo abierto” con la que inauguró el mural, es una “ironía a los títulos de empresarios y funcionarios”, porque de la misma forma, él puede poner el slogan y título a las cosas que hace. 

Óleo, seda, madera, barro: arte

Fuente: Página12 ~ Hasta el 20 de marzo, el Museo de Arte Contemporáneo expone una selección de obras de más de 20 artistas, de los cuales se reseñan siete en esta nota.

«Esa soy yo», comenta una muchacha, señalando con convicción una figura femenina en el paisaje urbano, pintada por Orlando Belloni; «yo, antes de conocerte». Una límpida luz que viene del río ilumina la sala, donde cuelgan decenas de pinturas de Belloni; decenas de chicas y chicos como ellos, andando en moto, cruzando avenidas, tomando cervezas,  charlando en la vereda, bailando y tocando música, o sentados espalda contra espalda mirando sus teléfonos celulares. El joven que la acompaña observa absorto los detalles de la chica pintada: gafas modernas, pelo rubio batido, campera abierta mostrando un corpiño blanco y un vientre plano; minifalda y zapatillas, actitud desafiante y seductora. «Me hubiera gustado conocerte entonces», murmura el muchacho. Es una siesta de viernes en el Museo de Arte Contemporáneo de Rosario (Oroño y el río), donde esta intensidad de identificación entre público y obra no suele ser lo corriente. La escena tiene lugar en el quinto piso, el único con luz natural y el que eligió Maxi Masuelli, curador invitado de la sección Gabinete, para exhibir una antología de pinturas y tallas en madera de un único artista, nacido en 1933, radicado en barrio Tablada y retratista de sus habitantes. Esto sucede en el Salón Nacional Rosario que lleva el número 74, así, sin numeral, tal cual la fecha que pintan como desafío los ñubelistas a los centralistas.

¿Un salón popular? Arriba, en el piso 6, leemos un relato bordado con caligrafía de escuela primaria. «Bueno les voy a contar porqué soy acá en la menor. Yo estaba tomando en una casa con unos amigos y mi primo cuando de repente me yama mi novia yorando que su hermano le pegó y bueno yo arranqué para su casa caminando porque vive a 5 cuadras de mi casa. Bueno llegué a su casa empecé a gritarle que salga a su hermano y salieron los 3 hermanos y el ha me olvidé de contarles que cuando salí de mi casa me cargué en la cintura 2 cuchillos…». La historia termina mal, con violencia policial. Mi carátula (2018/2020) es descrita por Manuela de la Cruz como «Bordado de transferencia del manuscrito de un joven en contexto de encierro sobre una sábana de mi primera infancia». La superposición de las dos vidas revela desigualdades sociales. Comparte sala con una obra que alude a otras violencias: Guardate en tu caparazón (2021), de Ulises Mazzuca, se apropia literalmente de la metáfora del closet y la torna soporte de un grito mudo de hachazo y fuego, donde la madera herida simboliza los travesticidios contra los cuales advierte el título, citando una canción de Supertramp. 

Este tríptico-objeto dialoga muy bien y hasta se mimetiza con Muchacho del Paraná (2021), el mural de barro de las islas del Paraná y apliques de seda blanca bordada que le valió a su autor, el artista plástico y diseñador textil Manuel Brandazza, el merecido Premio Fundación Castagnino de $300.000. Como es un premio adquisición, estas sirenas fluviales de barro y seda, que corren paralelas al río de agua y cielo como su doble astral y a su mismísima vera, se integran a la colección y compartirán el Museo Castagnino+Macro con una obra homónima, también patrimonial: el niño pescador que realizara en bronce el escultor Lucio Fontana y al que alude el título de Brandazza. Con aquel otro Muchacho del Paraná, en 1942, Fontana ganó el 1º Premio de Escultura en el 32º Salón Nacional de Bellas Artes de Buenos Aires. 

No es el único intertexto con una obra de la colección del Museo Castagnino que se produce en esta edición del Salón. El primer piso alberga una obra en progreso, un experimento singular: Rincón de estudio (2021/2022) es una acción performática de Federico Gloriani (en colaboración con Maite Acosta) que consiste en copiar Rincón de estudio (1946) de Fortunato Lacámera. «Vengo medio obsesionado con ese bodegón de Lacamera», cuenta Gloriani. «Esa obra está en la colección desde el 46, que ganó un premio adquisición, y cuando hace 5 años le pedí al Museo Castagnino una reproducción me dijeron que el Museo no tenía los derechos de reproducción de la obra, que eran de los herederos del pintor. A partir de eso me empecé a interesar por cultura libre, y por esa ley de propiedad intelectual que queda obsoleta. Entonces me propuse reproducir la obra. A partir de enero, como se cumplen los 70 años de la muerte del autor, esta obra pasa a ser de dominio público. Cuando la termine de pintar va a ser una obra reproducible legalmente. La obra consiste en tomar clases. Voy una vez por semana, a veces dos, al Museo a tomar clases de pintura con Maite Acosta. Ella me va enseñando y entre los dos vamos tratando de hacer una pintura lo más parecida posible al original». Los bocetos pueden verse en este literal rincón de estudio, desplegados en una copia de artista open source, junto al original. 

Más sutiles aún son las huellas de otra acción: «El mendigo», de Marisa Rubio. En un piso 4 de estética trash y temática principalmente callejera, junto a un relato testimonial de tenor similar al citado, no bordado sino escrito a máquina en tinta desvaída, cuelga la foto de un ciego de barba gris, con sus gafas negras y su cuerpo de bebedor. Ni ciego, ni testimonio: se trata de un «ejercicio» del método «Teoría del quehacer actoral cotidiano para intérpretes» creado por la docente teatral de ficción Naranja Milano Questa, uno de los personajes logrados por Rubio aplicando este método: una «actuación situada en el intérprete frente a un público que no es consciente de que es público… Al hacer ficción dentro de un acontecimiento real actuando un hecho cotidiano, se tensa la capacidad actoral del intérprete, que se ve obligado a investigar las características esenciales del personaje que representa… y transformarlo en un individuo integrado con la realidad en la que se está presentando» (https://marisarubio.com.ar/). Fueguina radicada en Buenos Aires, Marisa Rubio obtuvo el primer premio en el LXV Salón Nacional de Rosario 2011 con otras obras de esta serie: el proyecto Identidades, desarrollado entre 2008 y 2018.

El jurado de premiación estuvo integrado por Carla Barbero, Alejo Ponce de León, Cintia Clara Romero, Maximiliano Masuelli, el concejal Andrés Giménez, Ana Suiffet por la Fundación Castagnino y los directores del museo, Raúl D’Amelio y Roberto Echen. 

El premio adquisición Salón Nacional de Rosario, de la Municipalidad de Rosario, también de trescientos mil pesos, fue para Pinturita de la artista mendocina Constanza Giuliani: una novela gráfica en dibujos para llevar. El premio adquisición Colección, del Ministerio de Innovación y Cultura de la Provincia de Santa Fe, distribuyó el mismo importe entre cuatro obras de Orlando Belloni: el dibujo Las tunas, y las pinturas Al pie de la botella, El ruido y Volviendo del baile. Artista distinguido por el Concejo municipal, con un libro por Iván Rosado y otra exposición en la sala que ya lleva su nombre en la Biblioteca Vigil (Gaboto 450), Belloni disfruta estos merecidos reconocimientos en vida, pero más disfruta el público de sus obras. Es como un Brueghel el Viejo sudamericano, un Antonio Berni del siglo veintiuno, un Marc Chagall de Tablada o un Edward Hopper de esta otra Chicago más bochinchera, cuyos tipos sociales laburantes (el pescador, el resero) visibiliza sin exotismo. Su pintura se irisa en el paisaje de río o de cielo como la de sus precusores locales (uno piensa en Salvador Zaino). Es a la vez arte y documento, se fue haciendo más suelta con los años y posee la singularidad absoluta de sus rostros, que lucen un estilo expresionista distintivo y tienen un entorno marcadamente popular. 

Lista completa de obras y expositores: Castagnino+macro | Exposiciones | 74° Salón Nacional de Rosario 

“Romper la hermeticidad”. Con un nuevo concepto se reinauguró la sala de arte del Buen Pastor

Fuente: La Nación ~ El rediseño de este espacio, en Córdoba, apunta a ser una “reflexión” sobre la pandemia y sus efectos, permite ver desde adentro hacia afuera y, desde afuera, contemplar el arte.

La pandemia y las cuarentenas impulsaron a la Agencia Córdoba Cultura a repensar algunos de los espacios que tiene en la ciudad y a reacondicionarlos. Guillermo Alonso, director de Museos y Patrimonio de la Provincia, explica que se buscó “romper la hermeticidad” y que tanto quienes ingresan a un museo o centro cultural, como quienes están afuera, puedan acceder a los contenidos.

En ese contexto, hace unos días se inauguró la nueva sala de exposiciones del Paseo del Buen Pastor, ubicada en un punto neurálgico del barrio de Nueva Córdoba, frente a la iglesia de Los Capuchinos, diseñada por Augusto Ferrari.

“Es el resultado de una reflexión en la concepción del museo que tiene que ver con la pandemia y con el trabajar desde distintos puntos de vista del espectador, tanto de quien está adentro, como de quien no”, dice Alonso a LA NACION. Ratifica que el diseño rompe los criterios de hermeticidad y “abre una gran ventana desde el museo a la ciudad -los que están en una sala ven hacia afuera- y desde el afuera al arte, que se puede contemplar desde la calle con mayor o menor proximidad”.

Ver desde adentro hacia afuera y, a la inversa, es el eje de la nueva concepción
Ver desde adentro hacia afuera y, a la inversa, es el eje de la nueva concepción

Alonso admite que esa concepción no es “repetible” en todos los espacios culturales, pero sí entiende que los museos “no van a poder ignorar los cambios que generó la pandemia en todo el mundo”. Junto con el rediseño del Buen Pastor nació el Museo del Cuarteto, con una propuesta similar pero basada en la tecnología que permite generar contenido virtual que puede migrar a redes sociales fácilmente, lo que le permite ser “un museo tanto presencial como virtual”.

La estructura prexistente del Buen Pastor tenía algunas limitaciones para la refuncionalización que, finalmente, se usaron “a favor del arte” en especial por la altura ya que, en los estándares internacionales de exhibición de obras de arte la altura mínima es de 4,5 metros, y ésta tiene seis metros. Se realizó una obra reversible -sin ninguna modificación patrimonial ni de la fachada- de piel de durlock mediante la cual se ganaron 30 metros lineales para exposiciones. Los trabajos incluyeron adaptaciones de luces y climatización para estar acorde a las exigencias internacionales.

El esquema de funcionamiento sigue el que tienen otras instituciones en el mundo: los artistas visitan el lugar y proponen proyectos y muestras en función del espacio. “El Buen Pastor es una lugar ideal para generar arte a partir de la estructura”, dice Alonso. El espacio incluye, también, un lugar para exhibir las colecciones de la Provincia.

La exposición de Marcos Acosta inauguró la nueva sala
La exposición de Marcos Acosta inauguró la nueva salaALBERTO SILVA

La apertura es con una exhibición del artista cordobés Marcos Acosta, con quien el equipo del Buen Pastor trabajó en paralelo al inicio de las obras de remodelación, un período de algo más de tres meses. “Afuera el viento, adentro el mundo” es el nombre de la exposición. Acosta subraya que la elección fue porque en su obra “trabaja mucho el paisaje, la ciudad, y nos parecía que se adaptaba a los espacios de la sala y a la nueva concepción”.

Las pinturas están acompañadas por textos de María Paula Zacharías y Tomas Bondone. “La ciudad también es para él un entorno natural. Si pensamos que un hormiguero es naturaleza, ¿por qué no lo sería lo que construimos nosotros?, pregunta el artista. La dualidad entre geometría y organicidad no existe. Las líneas y los planos que introduce Acosta parecen una intromisión, una huella del recorrido de un hombre (o de la mano de un creador). No lo son: no hay diferencia entre lo artificial y lo dado. La dualidad es una ilusión. Somos un fragmento del todo. El arte permite salir del plano físico: celebra una esencia”, dice Zacharías.

«Hasta la raíz», un encuentro muralista que reúne artistas de distintos puntos del país en Roca

Fuente: Río Negro ~ El encuentro cultural que se inauguró hoy, tendrá actividades hasta el sábado. Son alrededor de 20 artistas que intervendrán varios paredones en Roca.

Se realizó la presentación del primer Encuentro Pluricultural de Muralismo y Arte Público en Roca. La actividad de apertura tuvo lugar en el Centro Municipal de Arte (Cemar), ubicado en calle Tucumán 1141. El evento está organizado por la agrupación artística «Irreversible Colectivx», en conjunto con la Dirección de Cultura del municipio de Roca.

El acto protocolar comenzó pasado el mediodía y contó con cerca de 60 asistentes, integrados principalmente por artistas regionales y nacionales a cargo de las diferentes intervenciones, estudiantes del Instituto Universitario Patagónico de Artes (IUPA), directores de instituciones públicas y docentes de artes plásticas.

En la presentación participaron organizadores de la «Irreversible Colectivx» y autoridades municipales como el director de cultura, Ricardo La Sala y la intendenta María Emilia Soria, quienes dedicaron algunas palabras.

«La temática es ‘Hasta La Raíz’ y abarca muchísimas subjetividades. Lo más lindo de poder hacer un encuentro muralista es invitar a artistas que traen su impronta y sus ganas de plasmar una obra al aire libre. Es una intervención que acontece en un lugar rodeado de niños, de vecinos y esa es la idea, compartir el arte«, describió Karina Romero, artista integrante de la organización.

Serán 20 los artistas convocados para los 15 paredones cedidos para realizar los murales. Entre los espacios que brindaron para ser intervenidos, se destacan algunas paredes de instituciones públicas, como también de instituciones y comercios privados de la ciudad.

Si bien hoy se inauguró el evento de manera formal, algunas de las actividades artísticas comenzaron este lunes y se espera que para el día sábado, las obras se encuentren finalizadas.

Cabe resaltar que los estudiantes del IUPA participan como ayudantes de los artistas para aprender de manera pedagógica las cuestiones referidas al mensaje y a las diferentes técnicas de los muralistas.

«Somos un polo cultural. Este evento fue declarado de Interés Municipal por parte del Concejo Deliberante de General Roca y va a integrar el patrimonio cultural, con el que ya cuenta nuestra ciudad. Agradezco profundamente a los participantes por embellecer nuestras calles y por dejarnos un mensaje a través del arte«, culminó la intendenta local.

Por otra parte, La Sala adelantó que las jornadas tendrán su cierre el día sábado con una bicicleteada que recorrerá cada uno de los murales realizados durante este encuentro. «Desde la dirección de Turismo, plantearemos un circuito, partiendo desde uno de los murales más alejados«, aseguró el director de Cultura del municipio roquense.

Con más de 100 obras, inaugura el Salón Provincial de Artes Visuales

Fuente: Elentreríos ~ Este viernes quedará inaugurado el 58° Salón Provincial de Artes Visuales de Entre Ríos. Será a las 20 –con acceso libre y gratuito- en el Museo Provincial de Bellas Artes Dr. Pedro E. Martínez (Buenos Aires 355, Paraná) y reunirá un total de 107 obras pertenecientes a 72 artistas de 21 localidades.

Durante el acto, se hará entrega de los Premios Adquisición “Gobierno de Entre Ríos” –que este año distribuyen más de 600 mil pesos para las piezas galardonadas- y las correspondientes Menciones de Honor en las disciplinas de pintura, dibujo, grabado, escultura, arte cerámico y la flamante incorporación de arte textil.

Además, el primer y segundo premio de cada categoría se convierte en Patrimonio Cultura de la provincia, perteneciendo a partir de ahora al museo.

Laura Zelaya, la escultora colonense que fue premiada.
Laura Zelaya, la escultora colonense que fue premiada.

Entre las premiadas se encuentra Laura Zelaya, quien en diálogo con El Entre Ríos comentó el procedimiento para participar: “Cada artista envía por mail una foto de la obra junto a una declaración de artista explicando de qué trata. Se hace una preselección y se envía la obra a Paraná, para lo que quiero destacar que he recibido ayuda de la Municipalidad de Colón. Luego, el jurado decide los ganadores”.

La escultora colonense recibió dos segundos premios en años anteriores, una de cuyas obras está en exhibición permanente por elección del público.

“Esa obra se llama La Promesa y la de este año, El Artilugio. Pertenecen a una serie que se llama Engaño y tiene que ver con promesas no cumplidas, engañar al otro para que haga lo que uno quiere sin dar lo que se promete».

“Es una buena oportunidad para conocer y apreciar artistas de nuestra provincia”, dice Zelaya sobre la muestra que inaugura este viernes.

Premios y menciones

El jurado estuvo integrado por Adriana Armando, Mariela Herrara y Raúl González, eligió a los siguientes artistas:

Sección Pintura

Primer Premio: Roberto Pastrana (Paraná). Segundo Premio: Carla Brugo (Oro Verde).
Menciones de Honor: Gabriel Felipe Calabrese; Federico Julián Maín; Karen Spahn; Carla Agustina Botto; Florencia Sabattini y Valentina Bolcatto.

Sección Dibujo

Primer Premio: Jerónimo Reyes (María Grande). Segundo Premio: Lucila Solé (Paraná).
Menciones de Honor: Alberto Federico Bonus y Maximiliano Francisco Crespo.

Sección Grabado

Primer Premio: Hernán Guerrero (Paraná). Segundo Premio: Marianela Müller (Chajarí).
Menciones de Honor: María Lorena Ledesma y Leticia Ríos.

Sección Escultura

Primer Premio: Laura Zelaya (Colón). Segundo Premio: declarado desierto.
Menciones de Honor: Ramón Héctor Godoy y Liliana Teresa Del Carmen Pedrotti.

Sección Arte Cerámico

Primer Premio: Marisa Núñez Caminos (Victoria). Segundo Premio: Eleonora Pagotto (Paraná).
Mención de Honor: Susana Raquel Zapata.

Sección Arte Textil

Primer Premio: Karen Spahn (Paraná). Segundo Premio: Noelia Noemí Fries (Villa Urquiza).
Menciones de Honor: María Alejandra Asensio; Ludmila Beker; Lilian Almada y Julia Acosta.

Arte Urbano: ya se pintaron 136 murales en más de 40.000 metros cuadrados

Fuente: Municipalidad de Córdoba ~ En el marco del programa “Arte de Nuestra Gente”, la Municipalidad de Córdoba lleva realizados 136 murales en la ciudad, lo que representa más de 40.000 metros cuadrados de paredes cubiertas por nuevas y variadas obras de arte urbano.

En este Programa –que lleva a cabo la Subsecretaría de Cultura, dependiente de la Secretaría de Gobierno– ya participaron con sus obras unos 120 artistas, en su mayoría locales. Más de la mitad son creadoras mujeres, según datos brindados por la Subsecretaría.

Las obras ya se pueden disfrutar en distintos barrios, plazas, puentes y espacios urbanos de la capital.

“El arte nos interpreta, nos mejora la ciudad, la cambia de gris a colores. Con el Programa ‘Arte de Nuestra Gente’ estamos renovando los espacios públicos para disfrutar nuestra maravillosa ciudad”, afirmó el intendente Martín Llaryora.

Por su parte, el subsecretario de Cultura, Federico Racca, expresó: “Este programa tan importante muestra una rica diversidad cultural que pone en diálogo a la comunidad con la producción cultural. Es un canal de expresión que promueve identidades locales a través del arte urbano”, y agregó: “En esta nueva etapa comenzamos con murales de gran formato en medianeras de edificios de altura, la primera obra está a cargo del reconocido artista de proyección internacional, Martín Ron”.

SOBRE EL PROGRAMA ARTE DE NUESTRA GENTE

El programa tiene por objetivo la promoción del arte urbano y el encuentro con el arte en la dinámica cotidiana de vecinas, vecinos y visitantes de nuestra ciudad.

En los diferentes murales podemos encontrar gran diversidad de estilos, técnicas, géneros y temáticas. Este programa ofrece también un enfoque participativo y diverso, que promueve identidades locales a través de la participación de vecinas y vecinos, sumando líneas de trabajo comunitario.

En su desarrollo, el programa articuló acciones con otras reparticiones y áreas municipales —Espacios Verdes, Unidad Ejecutora Costanera, Defensa Civil, Políticas Sociales, Ambiente y COyS—, ampliando sus alcances y potenciando sus efectos en la comunidad.

DÓNDE ESTÁN LOS 136 MURALES

Ya se concretaron obras en los barrios San Vicente, Alberdi, Alta Córdoba, Cofico, Centro, Villa El Libertador, Los Olmos, Providencia, Cabildo, Panamericano, Ciudad de mi Esperanza, Los Robles, Cooperativa Los Horneros y Marechal.

También en el Skate Park de Plaza Urquiza, Plaza Madres de Mayo, Mercado Norte, Ex Mercado de Abasto, arroyo El Infiernillo, Isla de los patos y, por su envergadura, se destaca el corredor de arte urbano a cielo abierto en Costanera –entre puente Avellaneda y puente Antártida– con 48 murales realizados por 40 artistas.

Los puentes intervenidos hasta el momento son: Puente del trabajo, Aeropuerto, Sagrada Familia, Santa Fe, Turín, Pucará, Polo Sanitario, Nuevo Centro Shopping, Puente Peatonal Suquía, Puentes 1 y 2 de la Terminal de Ómnibus, Puente Vélez Sarsfield en avenida Cruz Roja, bajo puente Monseñor Pablo Cabrera y Circunvalación y Puente Zípoli.
Además, fueron intervenidos con street art 60 contenedores de basura en las cuatro Supermanzanas.

LO QUE SE VIENE

El objetivo del Programa es cerrar el año con 60.000 metros cuadrados de arte urbano en la ciudad. En lo que queda de 2021, se pretende pintar más puentes en Circunvalación y realizar obras de gran escala en cuatro medianeras de edificios.

El arte urbano vuelve a darle vida a los puentes de la ciudad

Fuente: Hoy Día ~ La Subsecretaría de Cultura finalizó hoy las intervenciones artísticas en el puente de Vélez Sarsfield y avenida Cruz Roja. Las acciones se llevaron a cabo en el marco del programa “Arte de nuestra gente”

Córdoba junto a sus artistas callejeros son un perfecto ejemplo de talento y desarrollo de un lenguaje urbano propio. Hoy, gracias al programa “Arte de nuestra gente” realizado por la Subsecretaría de Cultura dependiente de la Secretaría de Gobierno, se puede apreciar al nuevo estilo recargado de colores del puente sobre Avenida Vélez Sársfield  y avenida Cruz Roja.

La labor tuvo de por medio una superficie de 3000 m2 y a los protagonistas a los artistas gráficos Lucia Yorlano y “El Lolo”, quienes plasmaron su talento en las paredes del puente. El diseño que seleccionaron juega con las formas y planos del muro, resignificándose con la pintura. De esta forma, el arte urbano, con una paleta de colores saturados y contrastantes, logró cambiar una vez más una porción de la fisonomía de nuestra ciudad.

“Arte de nuestra gente” trae consigo una diversidad de acciones llevadas a cargo para poner en tela de juicio la cuestión del valor del espacio público y la promoción del encuentro con el arte por parte de la ciudadanía. El programa lleva por el momento más de 100 murales realizados en la ciudad.

Con diferentes formatos, se plasman multiplicidad de estilos, técnicas, géneros y temáticas. Algunos de ellos se pueden apreciar en el Corredor de Arte Urbano sobre la Costanera, en el Puente Zípoli, en Viaducto Polonia, en la Plaza Urquiza y espacios recreativos y verdes de la ciudad. Desde un enfoque participativo y diverso, que promueve identidades locales a través de la participación de los vecinos y vecinas, se incluyen líneas de trabajo comunitario.

De esta manera han participado más de 100 artistas, entre ellos: Diego Arrascaeta, Mica Maqueda, Fede Camm, Wan, Sid Winter, Tecno, Mauricio Navarro, Juan Juares, Juan Suárez, Paulo Ahumada, Nati Prett, Jael Airasca, Mariquita Quiroga, Imán, Lucho Cartoon y el “Cape”. Esto resulta ser otro excelente ejemplo de cómo grupos de artistas, administraciones locales y organizaciones comerciales pueden trabajar juntos embelleciendo y mejorando el espacio público. 

Pinamar: entre los bosques y el mar, un parque de esculturas convierte a la ciudad en un museo a cielo abierto

Fuente: La Nación ~ Con motivo del 65º aniversario de Pinamar, en 2008 se emplazó Dibujando espacios, una escultura de Raúl Pájaro Gómez, en la rotonda de Av. Bunge y el mar. Este gigante de acero inoxidable se convirtió en un ícono de la ciudad y fue la primera de una serie de esculturas que hoy son parte de un circuito de arte al aire libre que la convierte en un museo a cielo abierto.

Años más tarde y con la misma modalidad, para la inauguración del Camino de los Pioneros, se levantó La permanencia de un sueño de Alberto Bastón Díaz. Esta escultura de acero corten simboliza una gran piña abierta, desgranada, fruto de los árboles que dominan los bosques locales, y también se convirtió en símbolo de los pinamarenses.

Dibujando Espacios de Raúl Pájaro Gómez, la escultura que es un ícono de Pinamar y abrió camino para el resto de las obras.
Dibujando Espacios de Raúl Pájaro Gómez, la escultura que es un ícono de Pinamar y abrió camino para el resto de las obras.Foto gentileza Diego Medina

“El armado y levantamiento de la obra del Pájaro Gómez frente al mar juntó mucho público ya que se lo podía ver a él trabajando arriba de andamios a 6 metros de altura para encajar perfectamente las piezas en el eje de rotación. Y lo mismo sucedió cuando se armó la obra de Bastón Díaz”, recuerda el arquitecto Alejandro Tobe, el curador que proyectó y llevó a cabo el emplazamiento de las obras.

En el año 2017 se llevó a la ciudad una colección privada de esculturas y se decidió ubicarlas en el espacio público, reforzando de esta manera el concepto original de ofrecer una “ciudad jardín” en la costa bonaerense, pensado por el arquitecto Jorge Bunge en sus comienzos. Así, luego de las dos primeras esculturas, llegaron más y hoy forman la iniciativa cultural llamada Parque Escultórico de Pinamar o PEP.

Izquierda: Venus fragmentándose de Marta Minujín. Derecha: Hombre de Ricardo Carpani.
Izquierda: Venus fragmentándose de Marta Minujín. Derecha: Hombre de Ricardo Carpani.

El total de las obras ya emplazadas es de 60, y aún hay unas 20 o un poco menos que tenemos guardadas”, cuenta el arquitecto Tobe. “Las obras están en lugares privados de acceso público. Tenemos dos puntos muy importantes, donde concentramos la mayor cantidad de obras, que son: el campo de golf de Links Pinamar y el clásico y emblemático Playas Hotel. El resto está en plazas, balnearios (Barbados, Kota Beach), escuelas y galerías comerciales”.

El PEP tiene una gran cantidad de obras en el acceso de la cancha del golf y allí se encuentra un mix de árboles nativos y exóticos –como pinos, eucaliptos, palos borrachos, álamos y liquidámbar– y canteros con gramíneas, dietes, agapantos, hiedras, formios enanos y amapolas de California que acompañan las esculturas.

La permanencia de un sueño de Alberto Bastón Díaz; obra realizada en acero corten, de 6 metros de altura.
La permanencia de un sueño de Alberto Bastón Díaz; obra realizada en acero corten, de 6 metros de altura.Foto gentileza Diego Medina
Izquierda: Mano del Destino de Rubén Locaso. Derecha: Serie de la Ribera de Alberto Bastón Díaz.
Izquierda: Mano del Destino de Rubén Locaso. Derecha: Serie de la Ribera de Alberto Bastón Díaz.Revista Jardín

En Links Pinamar todos los veranos se organizan “Pic-Nic bajo las Estrellas”, en conjunto con la Secretaría de Turismo y Cultura de la municipalidad, donde se hace un picnic nocturno con músicos en vivo y mapping sobre las esculturas. También se realizan visitas organizadas para alumnos de todos los niveles educativos. Como parte del mismo programa, se hacen muestras itinerantes de diferentes artistas en el Playas Hotel, y siempre las esculturas tienen su papel preponderante.

La colección es heterogénea. Hay obras de diferentes tamaños y materiales –como fundición, piedra, acero, granito– y de importantes artistas como Marta Minujín, Leo Vinci, Gyula Kosice, Rubén Locaso, Carlos Alonso, Aurelio Macchi, Lucio Fontana, Ponciano Cárdenas, Claudia Aranovich, Lydia Galego, Luis Falcini, Antonio Pujía, entre otros. El acceso es gratuito y allí, a la vista del público, se erigen obras de arte, algunas monumentales, todas parte de un invaluable patrimonio cultural.

  • IG: pep_pinamar
Izquierda: Adelante de Wilfredo Viladrich. Derecha: Amalia de Aurelio Macchi.
Izquierda: Adelante de Wilfredo Viladrich. Derecha: Amalia de Aurelio Macchi.Revista Jardín.

Feria de Arte Córdoba 2021: participarán más de 60 galerías de todo el país

Fuente: Municipalidad de Córdoba ~ La Subsecretaría de Cultura de la Municipalidad de Córdoba, dependiente de la Secretaría de Gobierno, da a conocer los resultados de las galerías y espacios culturales que formarán parte de la Feria de Arte Córdoba 2021 “Paisaje: producción y fantasía”, que se llevará a cabo del 16 al 21 de septiembre.

Del evento participarán 64 galerías que fueron seleccionadas luego de una convocatoria abierta y pública, en la que se postularon 104 espacios. El conjunto incluye referentes de las artes visuales federales con galerías de Santa Fe, La Rioja, La Pampa, Tucumán, Salta, Buenos Aires y Córdoba.

El Jurado de Selección estuvo formado por José Luis Lorenzo, en representación de la Fundación Pro Arte Córdoba; Alejandro Dávila, representando a la Asociación de Galerías de Córdoba FARO; Joaquín Rodríguez, referente del sector del coleccionismo; Alejandra Perié, docente de la Facultad de Arte de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC); y Andrea Ruiz, docente de la Facultad de Arte y Diseño de la Universidad Provincial de Córdoba (UPC).

Durante el transcurso de actividad de la Feria, todas las galerías se presentarán en formato virtual y con participación gratuita a través de una plataforma diseñada ad hoc, curada por Gabriela Barrionuevo.

Por otra parte, la modalidad presencial, prevé una exposición con intervenciones artísticas en patios históricos de la ciudad de Córdoba, curada por Mariana Robles y Luz Novillo Corvalán. Asimismo, se invitará a las galerías participantes en su instancia virtual que, en caso de contar con espacio físico, prevean su apertura durante la actividad, para generar un circuito federal.

Las galerías y espacios seleccionados se pueden conocer ingresando al archivo: FACba. Acta de Selección 2021

Acerca de la Feria de Arte Córdoba “Paisaje: Producción y Fantasía”

La Feria es organizada por la Subsecretaría de Cultura de la Municipalidad de Córdoba, la Agencia Córdoba Cultura, la Fundación Pro Arte Córdoba, y la Asociación de Galerías de Córdoba FARO; con acompañamiento de Bancor, Universidad Nacional de Córdoba y Universidad Provincial de Córdoba.

La presente edición, es un espacio de visibilización, promoción e intercambio de experiencias vinculadas al mundo del arte y la gestión cultural.

Un libro recorre la inédita concentración de museos y escuelas de arte en el noroeste argentino

Fuente: Télam ~ «Del taller al altiplano. Museos y academias artísticas en el Noroeste argentino», publicado por Unsam Edita, se adentra en la historia de esas instituciones artísticas durante la primera mitad del siglo XX para integrar esta geografía a los debates sobre la historiografía del arte argentino.

El imaginario visual del noroeste argentino, impregnado de paisajes telúricos, colores sublimes, tradiciones indígenas y ritos ancestrales, atraviesa el espíritu del inmenso conjunto de instituciones artísticas que en esa región surgieron entre 1910 y 1955, una concentración de museos y escuelas como en ninguna otra región del país -a excepción de Buenos Aires-, tal como aborda el libro «Del taller al altiplano», de Pablo Fasce.

«Museos y academias artísticas en el Noroeste argentino» lleva por subtítulo el volumen publicado por Unsam Edita, que se adentra en la historia de esas instituciones artísticas durante la primera mitad del siglo XX con el objetivo de saldar una deuda pendiente: integrar esta geografía a los debates sobre la historiografía del arte argentino.

Frente a la ausencia de iniciativas estatales, un grupo de artistas como Ramón Gómez Cornet, Laureano Brizuela y Francisco Ramoneda optaron -en las décadas de 1930 y 1940- por transformarse en gestores culturales para dotar de plataformas al arte de sus provincias, entre ellas Tucumán, Salta, Catamarca, Santiago del Estero y La Rioja.

«Luego de los contactos con las vanguardias europeas y cautivados por las manifestaciones estéticas de las culturas precolombinas, muchos artistas emprendieron su camino hacia el norte, en busca de una tradición estética de raíz americana», explica en el volumen el autor, licenciado en Artes, docente de la UBA y la UNSAM.

– Télam: ¿Qué características confluyeron para que esta apertura de museos e institucionalización se haya dado con mayor intensidad en esta región del país y no en otra?

– Pablo Fasce:
En el inicio de esta historia se dio la confluencia de dos procesos, que marcan una continuidad y una ruptura con distintos temas y discusiones del ámbito de las artes en Argentina en ese entonces. Por un lado, la creación de museos en las provincias era una consecuencia lógica de una iniciativa que había comenzado en Buenos Aires a finales del siglo XIX: luego de la creación de instituciones como la Academia y el museo Nacional de Bellas Artes en la capital del país, los artistas e intelectuales entendieron que el siguiente paso era extender esas plataformas culturales hacia las provincias y para lograr una profesionalización de su actividad en todo el territorio. Por otra parte, durante las primeras décadas del siglo XX el concepto liberal de nación deja paso a una mirada romántica centrada en la cultura: desde esa perspectiva, los artistas comenzaron a buscar las bases para crear una «escuela argentina» en la representación de los paisajes, los pobladores y las costumbres de las provincias, áreas en las que el noroeste tenía mucho para ofrecer.

– T: ¿Por qué crees que no se integró esta geografía a la historiografía del arte argentino?

– PF:
Creo que el borramiento de esta historia responde al modo en el que el mapa global de las artes se reconfiguró luego de la Segunda Guerra Mundial. Con el final del conflicto armado y el ascenso de Estados Unidos como primera potencia política y económica, el «centro» del mundo de las artes se trasladó de París a Nueva York y desde allí se instaló una lectura sobre el desarrollo del arte del siglo XX en la que el concepto de lo «moderno» se refería a un proceso de evolución de los estilos que desemboca en el arte abstracto; desde ese punto de vista concentrado en las formas y en la idea de un «arte puro», todas las obras y movimientos que se salían de esa senda eran atrasadas o anacrónicas. Esa perspectiva fue permeando paulatinamente en todo el mundo y en el caso de Argentina, irrumpió con más fuerza a partir del golpe de Estado que depuso al gobierno de Juan Domingo Perón; esa concepción también impuso una mirada internacionalista que hizo que los artistas fueran perdiendo parte de su interés por el interior del territorio nacional y del continente americano, para concentrar sus esfuerzos en conquistar la escena artística de los países centrales.

– T: ¿En qué medida estas instituciones emplazadas en el noroeste argentino tomaron elementos autóctonos y en qué medida, influencias europeas?

– PF:
En sí misma, la idea de fundar museos y academias como pasos necesarios para profesionalizar la actividad artística responde a un modelo que viene desde Europa, dado que el museo y la academia son en buena medida las plataformas sobre las que se construyó la autonomía del arte respecto de otras actividades o procesos sociales, lo cual es un fenómeno propio de la modernidad occidental. No obstante, la gran importancia que tuvo la reflexión sobre la identidad nacional, el paisaje y la tradición cultural en todas estas instituciones le dio una impronta propia al desarrollo de todo este proceso y en algunos casos posibilitó el surgimiento de propuestas sumamente originales: un ejemplo de esto es la propuesta de la escuela de Bellas Artes fundada al interior de la Universidad de Tucumán en 1916, cuyo proyecto educativo giraba exclusivamente alrededor del desarrollo de las artes decorativas y de la creación de un vocabulario ornamental basado en los diseños de la alfarería y los textiles precolombinos, con el objetivo de aportar desde las artes a una naciente industria nacional.

– T: ¿Cómo definirías el espíritu, la impronta, de este conjunto de instituciones artísticas del noroeste?

– PF:
Si bien esas instituciones son producto de distintos procesos que se desarrollaron en distintos tiempos y momentos sociales y políticos, creo que todas ellas comparten un aspecto fundamental: desde la perspectiva de los artistas, intelectuales y políticos que las crearon, los museos y academias servirían para ampliar la oferta de actividad artística en sus provincias y de ese modo, garantizar un acceso a la cultura que era concebido como un aspecto fundamental de una sociedad en vías de modernización. Este concepto se hizo aún más importante durante los gobiernos radicales y peronistas, para los que el acceso a la cultura era parte fundamental de una sociedad democrática.

– T: Un capítulo del libro está dedicado al emblemático Monumento a los héroes de la independencia ubicado en Humahuaca, de Ernesto Soto Avendaño, una obra de gran valor cultural y patrimonial pero también turístico. ¿Cómo fue recibida la obra por las clases populares?

– PF:
La recepción de las clases populares suele ser un tema problemático para todas las ramas de la historia, dado que solemos trabajar con fuentes escritas que casi siempre son producidas por personas que provienen de las capas medias o altas. En ese sentido, creo que cuando investigamos obras de arte que tomaron como tema a las clases populares, es muy importante tener en cuenta que se trata de representaciones construidas por otras personas y que no necesariamente coincidieron con las miradas y opiniones tenían sobre si esos modelos. En el caso del Monumento a los Héroes de la Independencia, me llamó especialmente la atención como esa idea de que la obra es un «monumento al indio» que hoy se difunde de manera espontánea tiene un origen remoto, que logré rastrear hasta finales de los años sesenta en una carta del hijo de Ernesto Padilla, el diputado tucumano que propuso la ley de creación del monumento. En esa carta, el hijo de Padilla le recrimina a la dirección del diario La Gaceta el haber difundido ese nombre erróneo; no obstante, creo que esa manifestación de malestar también puede ser interpretada como el signo de una apropiación popular sobre la figura del monumento, a partir de la cual podemos detectar la construcción de otro sentido para la obra, gestado desde abajo hacia arriba y que se sumaba a la larga cadena de interpretaciones que se produjeron (y se siguen produciendo) sobre el monumento.