Cristian Badaró y el arte urbano: “Veo a la ciudad como una hoja de papel más”
Fuente: El Litoral ~ El joven correntino considera a las paredes de la Capital como un formato en el cual plasmar su obra. Ayer finalizó su mural en la entrada del club náutico y de pesca Yacaré.
El artista urbano Cristian Badaró inauguró ayer su galería a cielo abierto “El Yacaré”, en el barrio Aldana de la ciudad de Corrientes. En una pared de la zona, trabajó desde mayo para plasmar un conjunto de elementos con sentido propio.
El mural, en la entrada del club náutico y de pesca Yaceré, cuenta con una olla, una gorra, una balita, una chapita y un anzuelo.
El joven artista dialogó con El Litoral y detalló el origen de la intervención, logrado a partir de “siestas, domingos y feriados para que pintar sea divertido y no se vuelva tan serio el mundo de adulto”.
“Veo a la ciudad como un formato más, como una hoja de papel”, indicó Badaró y explicó que los espacios y lugares, en sus ojos, se transforman en posibles escenarios a los cuales le gusta “darle algún tipo de clima o decorarlos”.
“Hay puntos, paredecitas, lugarcitos que me copan”, expresó. Al verlos, piensa: “Uh, acá que bien que vendría algo”.
Comentó que a veces tiene ideas previas en su mente, elementos que le rondan la cabeza a la espera de ser trasladados a la vida real, en algún rincón de la ciudad.
Otras, la inspiración surge en el día y el joven “ya tiene paredes candidatas”.
En cuanto a “El Yacaré”, Badaró relató que en invierno del año pasado, iba a nadar al club náutico, por lo que pasaba siempre por el lugar. “Era super grande, en un lugar un poco desaprovechado y abandonado”, explicó.
Por eso, cada vez que se volvía a topar con la pared durante su caminata hasta el club, preguntaba a los cuidadores: “¿Todo bien si pinto acá?”. De esa forma, Badaró iba los sábados, domingos y días libres para hacer una intervención de no más de tres horas.
“Fue una práctica y ejercicio de lo que que hago, de un trabajo para mí, pero que no deja de ser algo que me divierte”, manifestó.
Badaró hace convivir el arte como un amor y un trabajo, una dicotomía que se presenta siempre en la esfera de la cultura y la actividad artística. “Es mi pasión, mi laburo y mi vidriera, todo junto”, sentenció.
Inicio
La galería abierta empezó el 25 de mayo de este año. El primero de los elementos en ser plasmado fue una olla.
“Estaba en casa y fui al almacén, ni siquiera sabía que era feriado”, relató y agregó “en el kiosco de Rolo, muy conocido en el barrio, siempre hacen locro en fechas patrias”. Rolo es un hombre agradable y, cuando Badaró vuelve de trabajar siempre le pregunta “si ya comió” y luego le convida un plato.
Ese día, le regaló una porción de locro y, mientras esperaba, le sacó una foto a las ollas. Automáticamente, la pared correcta apareció y en menos de dos horas, la imagen ya se mostraba sobre ella. Rolo se alegró e incluso se sacó una foto.
Al mural, le siguió la gorra con una reconocida marca internacional. El “yacarecito” juega un poco con el lugar, por el club.
“Después pinté una balita que encontré en la costa del río”, enumeró el artista. Le siguieron una chapita y un anzuelo, que habían sido pensados como parte de una propuesta de trabajo que no se concretó.
“El arte urbano es libre”
Hace poco, Badaró fue invitado para un proyecto en el marco de Corrientes como “ciudad de los murales”.
En tal sentido, el artista considera que los fines políticos o comerciales no se llevan bien con el espíritu del arte urbano.
“Más allá de vivir de esto y comprender la veta comercial, no va por ahí: la disidencia y la libertad de un artista urbano se basa en no estar atado”, opinó. La esencia, cree Badaró, es crear un espacio “copado” a partir de un lugar abandonado, deteriorado y sin uso.
En sus palabras, hay una suerte de mensaje para las áreas de cultura estatales. “Quizá se den cuenta que un artista no necesita esencialmente el dinero para crear sus propios proyectos o tener buenas ideas: a veces está todo en sus manos”, expresó y agregó que él prefiere mantener un perfil libre y autónomo.
En tal sentido, expresó que el rótulo de “galería a cielo abierto” con la que inauguró el mural, es una “ironía a los títulos de empresarios y funcionarios”, porque de la misma forma, él puede poner el slogan y título a las cosas que hace.