Cuando la ciudad se transforma en museo

Fuente: Página 12 ~ Ciudadanos crean conciencia sobre patrimonio arquitectónico en Rosario, donde un paseo puede ser una cita con el modernismo, con obras construidas a mediados del siglo veinte.

La segunda oleada de la pandemia nos deja a los rosarinos sin teatros ni museos, sin conciertos ni danza, sin goce estético en copresencia en una sociedad de productores de cultura que hace más de un año ven peligrar su subsistencia y resisten en la ciudad de pobres corazones. ¿Qué se puede hacer salvo salir a caminar? Recuperar la práctica del paseo, si sabemos mirar los detalles, permite disfrutar de la valiosa arquitectura local y de los murales urbanos. Hay un espacio online que sirve de guía.

Ana María Ferrini no es arquitecta ni fotógrafa, sino profesora de Letras por la Universidad Nacional de Rosario. Hace unos años, empezó a salir con una cámara a fotografiar tesoros arquitectónicos de la ciudad que estaban por ser demolidos. «Fue correr contra la piqueta», contó. La impulsaba «la desesperación de fijar en foto lo que va a desaparecer». Habituada a investigar, se dedicó a consultar bibliotecas tras las historias de aquellas hermosas fachadas, y el hobby personal terminó convertido en causa colectiva. Administrado por Ana María, Basta de demoliciones (https://www.facebook.com/groups/bastadedemoliciones) es un espacio en la red social Facebook que nuclea a defensores de este patrimonio. El grupo es privado y hay que solicitar unirse. Tiene 6.300 miembros.

Casa racionalista en Pasaje Amelong. Foto: Tere Furia

Esa suma de voluntades, potenciada por el espacio de diálogo, produjo acciones cívicas como un documento colectivo publicado online, donde se expresa un clamor ciudadano que interpela al gobierno municipal (https://barullo.com.ar/patrimonio-rosarino-documento-del-grupo-basta-de-demoliciones/). Reunió 180 firmas y fue entregado a las autoridades municipales en febrero. En una entrada, o posteo, del 1º de mayo, Ana María transcribe una respuesta recibida el 19 de abril, firmada por María Elena Santos, directora del Programa de Preservación y Rehabilitación del Patrimonio, y por el subsecretario de Planeamiento, Gervasio Solari. La respuesta fue comentada en el grupo en un tono general de decepción. Cabe preguntarse qué pasaría si el grupo deviniera en ONG o asociación civil, con recursos económicos y la consiguiente capacidad de acción.

Ana María y otros integrantes suben al grupo álbumes de fotos situadas, producidas por ellos mismos, que documentan la belleza efímera de las calles. Uno reciente reúne los murales urbanos que llevan la firma de Lacast, con sus stenciles de rostros humanos o de monos y perros humanizados. Un álbum entero es dedicado al motivo decorativo del león, en un «safari» fotográfico por Miguel Ángel Germán. Hay que detenerse y levantar la vista para descubrirlos en la jungla urbana.

La casa barco, en bajada Puccio. Foto: Marcelo Fabbrini

Varias de esas series registran la elegancia modernista, basada en formas puras, de las obras arquitectónicas en lenguaje racionalista que fueron construidas a mediados del siglo veinte en Rosario. La más misteriosa y mejor situada es «la casa barco», que desde su alta terraza mirador domina una amplia vista de la ribera del Paraná; está en la esquina de Avenida Puccio y Álvarez Thomas y es obra de Horacio Méndez, quien diseño casas de similar estilo en Viamonte y Sarmiento, Viamonte y Pasaje Amelong, Mitre y Cochabamba, Santiago y 9 de Julio…

Pablo Mercado, arquitecto, activo integrante del grupo, cuenta que «el lenguaje racionalista es un apelativo a la modernidad y al progreso, a la máquina como complemento para el hombre… el progreso como idea de salud, asoleamiento, confort. Los cambios en los sistemas constructivos llegan a la ciudad con un nuevo edificio que ya no establece la esquina para una cúpula sino para un juego de volúmenes que la prestigia por su composición: en 1938 se construyó el edificio de la Comercial de Rosario, durante décadas el más alto de la ciudad, proyecto del estudio de los arquitectos De Lorenzi, Otaola y Rocca, que tal vez sean los más puristas; fue construido por Biasutto y Fuentes sobre el eje de calle Córdoba y la intersección con el Boulevard Oroño. El estudio tiene además la Comercial de Rosario en Córdoba y Oroño y el ‘Gilardoni’ en Rioja y Oroño. Y también las oficinas de Grimaldi Grassi en Santa Fe entre Paraguay y Corrientes, el primer curtain wall de Rosario», recuerda.

En 1943 se edificó la torre en calles San Juan y Maipú de los arquitectos Picasso, Funes y Fernández Díaz para la Sociedad Unione e Benevolenza. Ese estudio proyectó también el célebre edificio de la Cooperativa de Vivienda, «el Palomar» (calles Colón y Mendoza), que según Mercado es representativo de una vertiente tardía: «Es un escándalo de curvas, parapetos corridos y bloques verticales, sobre un basamiento que absorbe la pendiente de la cuadra. Dentro del lenguaje racionalista se crea el estilo ‘naval’ en algunas obras de Rosario, como la casa que hace Méndez sobre la subida Puccio para su vivienda, la casa barco. El estilo naval tenía ojos de buey como ventanas y salas de máquinas». 

Mercado fecha el lenguaje racionalista entre la segunda mitad de la década de 1930 y los años ’50, y evoca otros representantes del lenguaje: «Camilo y Quaglia, con muchas obras de escala doméstica; Daumas y Maisonnave en edificios audaces, como el de calle Santa Fe entre Entre Ríos y Corrientes; también Echesortu, Casas y Armentano con planteos como el del cine Echesortu, que luego fue la discoteca Space». Una obra racionalista estatal importante fue el Museo Castagnino (1937), en estilo ‘littorio’, por los arquitectos Hernández Larguía y Newton. Antes del racionalismo fue el Art Déco; después vinieron «el lenguaje internacional y el pintoresquismo, conviviendo mezclados hasta los ’60. Se daban cuando se dieron en otras partes del mundo, eso es lo mágico», opina. «Ahora estamos un poquito atrasados». 

Los 10 museos más extraños del mundo: experiencias bajo el agua, elementos de tortura, arte horrible y otras rarezas

Fuente: Infobae ~ En la celebración del Día Internacional de los Museos, una recorrida por los las colecciones más insólitas que podrías visitar

Este 18 de mayo se celebra el Día Internacional de los Museos, una iniciativa promovida por el Consejo Internacional de Museos en 1977 y que busca generar conciencia en la ciudadanía de la impotancia de estos espacios para la memoria, la protección del patrimonio y el intercambio cultural.

Este año, el lema elegido para conmemorarlo ha sido “El futuro de los museos: recuperar y reimaginar”, lo que nos invita a pensar sobre cómo proyectar en las nuevas generaciones la necesidad de conservar y promover a los museos como uno de los pilares de las sociedades del mañana, pues guardan la memoria de lo que hemos avanzado como humanidad.

En el marco de esta celebración, aquí va una recopilación de algunos de los museos más curiosos del mundo, que tal vez no sean los más grandes o famosos, pero que seguro te dejarán perplejo por sus temáticas, extraños objetos, ubicaciones inverosímiles y experiencias atragantes.

1. Museo subacuático del Arte: La primera parada de esta lista no está precisamente en tierra firme, sino en aguas latinoamericanas. Así es, en las costas de Cancún, en México, puedes vivir una experiencia única sumergiéndote en las aguas para nadar en medio de una serie impresionante de esculturas que ya han sido invadidas por la fauna marina, ofreciendo una imagen de ensueño que quedará grabada para siempre en la memoria de sus visitantes. El MUSA fue creado para atraer el turismo submarino que estaba afectando negativamente la biodiversidad y sostenibilidad del fondo marino de México y llevarlo a un área protegida y segura en donde los corales y arrecifes no sean dañados. Como esta área no tenía un atractivo tan grande como los ecosistemas en peligro, se colocaron allí las esculturas que hoy forman parte del museo submarino más grande del mundo.

2. Museo de lo extraño: Su nombre real es Museo del Descubrimiento Boonshoft y queda en Ohio (Estados Unidos) pero es más conocido por su apodo gracias a la cantidad sorprendente de objetos raros que guarda en su interior. Aquí puedes encontrar un zapato de mujer destrozado por un rayo, los pantalones de un hombre que tenía una cintura de dos metros de circunferencia, fotos instantáneas de supuestos fantasmas, una que otra momia, una bombilla llena con agua de una gran inundación en el estado que data de 1913 o restos de tornados que han pasado por la ciudad.Museo de lo Extraño en Ohio (Estados Unidos)Museo de lo Extraño en Ohio (Estados Unidos)

3. Museo del Arte Malo: El MOBA (por sus siglas en inglés) queda en Boston (Estados Unidos) y tiene como objetivo “celebrar la labor de los artistas cuyo trabajo no sería mostrado ni apreciado en ningún foro más que este”. Su amplia colección se nutre por tres vías: hallazgos de obras en tachos de basura (como Lucy in the Sky with Diamonds, la obra que inició la colección), donaciones de artistas y coleccionistas de arte malo, y compras en mercados de pulgas. Sus particulares colecciones y creciente popularidad han creado un género en sí mismo “el arte malo”. Aquí podrás encontrar lo mejor de lo peor del mundo del arte.Una de las obras exhibidas en el Museo del Arte Malo.Una de las obras exhibidas en el Museo del Arte Malo.

4. Museo de la Basura: Este es uno de esos lugares increíbles e inusuales que se esconden en las bastas calles de Nueva York. El Trash Museum, fue fundado hace más de 30 años por Nelson Molina, un basurero jubilado que comenzó la tarea de recopilar las cosas más insólitas que encontraba en los desechos. Aquí podrás observar unas muy curiosas decoraciones de navidad, antiguos uniformes militares, máquinas de escribir, figuras de bodas y todo tipo de cachivaches que botamos a la basura. Un recorrido que nos pone cara a cara con lo que somos mostrando lo que desechamos.

5. Museo de las Relaciones Rotas: Cambiando de continente nos vamos a Europa, más específicamente en Zagreb (Croacia) donde construyeron un museo dedicado al fracaso amoroso. Los objetos que se exhiben en sus pasillos fueron en el pasado parte de hermosas relaciones, y otras no tanto, que llegaron a su final. Cartas, regalos, anécdotas, fotos, memorabilia, la colección siempre está abierta a nuevas colaboraciones y quienes visitan el lugar pueden dejar en él algún objeto que quieran inmortalizar.Tesoros encontrados en el Museo de la BasuraTesoros encontrados en el Museo de la Basura

6. Museo del demonio: Si el anterior era un destino para románticos este lo es para los amantes de lo oscuro. Ubicado en Kaunas (Lituania), en este lugar se pueden ver hasta 1.700 imágenes del diablo, así como una interminable muestra de objetos relacionados con Satanás y los cultos en su nombre. Si eres fácilmente impresionable o tienes un gran temor por las maldiciones demoniacas, este no es el lugar para ti.

7. Museo del Crimen: Siguiendo en Europa, pero más al occidente, vamos a Londres (Inglaterra) y si podemos pasamos por este lugar donde se encuentra una impresionante colección de armas homicidas, objetos de espionaje, un compendio de pruebas forenses y todo un espacio dedicado a Jack el Destripador, uno de los asesinos más famosos del mundo. La desventaja es que este no es un lugar abierto al público y para poder entrar se necesita una autorización de Scotland Yard que usualmente se le otorga solo a profesionales de la criminalistica.Imágenes alusivas a Satanás en el Museo del Diablo.Imágenes alusivas a Satanás en el Museo del Diablo.

8. Museo de la Tortura Medieval: Si quedaste con ganas de ver objetos aterrorizantes, entonces uno de los lugares más visitados de Praga es para ti. Situado junto al punte Carlos IV, otro importante atractivo turístico de la ciudad, en este museo están los instrumentos más usados en la Edad Media para infligir castigo físico recopilados en todas partes del mundo, recordándonos que la tortura, fue más comunes de “impartir justicia” y lograr confesiones de crímenes en el mundo antiguo.

9. Museo de la lepra: Este museo en realidad son dos, uno en Bergen (Noruega) y otro en Münster (Alemania), y en ellos se conmemora una de las más grandes enfermedades que golpeó la humanidad y que diezmo la población en diferentes periodos de la historia. Visitar estos lugares, en medio de estos tiempos de pandemia, nos puede servir para recordar lo que hemos vivido antes, y cómo hemos prevalecido.Museo de la Tortura Medieval.Museo de la Tortura Medieval.

10. Museo del Calcetín: Para cerrar esta lista nos vamos a Tokio (Japón) a un lugar construido para exaltar este imprescindible pero ignorado artículo de ropa, el calcetín. Aquí podrás encontrar más de 20 mil de estas prendas en todos los tamaños, colores y formas, una verdadera oda a la creatividad y el ingenio humano, y claramente, a las medias.

Ciclo de charlas Camino al Centenario

Fuente: Buenos Aires ~ Desde el jueves 13 de mayo al ciclo Camino al Centenario, una serie de conversatorios virtuales, con historiadores y especialistas sobre las colecciones del Museo Histórico de Buenos Aires Cornelio de Saavedra en el año de su centenario. Será emitido por el canal de Youtube de Museos BA, los segundos y cuartos jueves de mayo a noviembre.

El centenario del Museo Histórico de Buenos Aires Cornelio de Saavedra propone reflexionar sobre temáticas de la historia de la ciudad y la historia argentina. El ciclo de conversatorios virtuales Camino al centenario presentará a historiadores y especialistas que recorrerán las piezas más destacadas de los más de veintiséis mil objetos de todo tipo y soportes que dan cuenta de la vida cotidiana, social, política y económica de la Ciudad.

El primer museo de la ciudad fue fundado en 1921, su patrimonio se inició con las colecciones de Ricardo Zemborain, que por voluntad testamentaria había legado sus colecciones artísticas e históricas a la entonces Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires. Entre las piezas más importantes se encuentra una de las principales colecciones sobre el gobierno de Juan Manuel de Rosas, platería colonial, óleos, objetos cotidianos, documentos, numismática, mobiliario, arte decorativo desde el período virreinal hasta el XIX.

Entre las propuestas de estas charlas quincenales se encuentran conversatorios sobre: la importancia de la colección Zemborain, la guerra de la Triple Alianza, las vistas de Buenos Aires desde el río, una lectura de las cartas de Manuelita Rosas con perspectiva de género, el patrimonio portuario, la epidemia de fiebre amarilla, la gastronomía en la época colonial y historia del fútbol de la ciudad, entre otros.

El ciclo comenzará el jueves 13 de mayo a las 19 con la charla Rivadavia y el diseño urbano un conversatorio entre Fernando Aliata, arquitecto (UNLP) y doctor en historia (UBA), y Raúl Piccioni, arquitecto y curador del museo. El mismo girará en torno a la personalidad de Rivadavia y su particular interés por el diseño urbano como un soporte importantísimo de su plan de reformas políticas y sociales. En ese sentido se abordará sus intentos de organización urbana, su labor normativa y sus propuestas de zonificación, así como sus ideas para la organización espacial de la campaña.

El jueves 27 de mayo a las 19, se realizará la charla Las cartas de Manuelita desde una perspectiva de género donde participará Lidia González, profesora de Historia (UBA) y coordinadora de Investigaciones del Instituto Histórico de la Ciudad de Buenos Aires, junto a Daniel Paredes, coordinador del área Investigaciones de la Dirección General de Patrimonio, Museos y Casco Histórico. En 1864 la familia Rosas ya hacía 12 años que estaban radicados en Inglaterra. Juan Manuel, en una granja ubicada en Southampton y Manuela, junto a su esposo y a sus dos hijos, en Londres. Desde allí mantiene un intercambio epistolar con su amiga Petronila Vilegas de Cordero. Se analizará el contenido de once de esas cartas, escritas entre 1864 y 1884, allí las amigas comentan sus asuntos domésticos, su pesadumbre por el paso del tiempo y Manuelita admite, como un rasgo de mujer política, que “jamás escribo lo que no debe verse”.

El jueves 10 de junio a las 19, se realizará la charla La transformación urbana de Buenos Aires en 1880-1890 entre Enrique Robira, Doctor en Historia (Universidad del Salvador), y José María González Losada, Master en Ciencias Sociales con Mención en Historia Social (Universidad Nacional de Luján). En 1880 la ciudad de Buenos Aires es declarada capital definitiva de la República. Partiendo de este nuevo hecho jurídico se analizarán los proyectos y problemas urbanos que se planteaban entonces en distintas áreas de la ciudad. Y los nuevos lugares simbólicos que surgen.

El jueves 24 de junio a las 19, se realizará la charla Los museos, el vínculo con la comunidad y la pandemia entre Lidia Colimodio Coordinadora del Centro Cultural Barrial Lola Mora que pertenece al Programa Cultural en Barrios de la Dirección de Promoción Cultural del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y Marcela Lenarduzzi Coordinadora del área de Extensión Educativa y Cultural del Museo. Abordarán la construcción de un espacio alternativo en la experiencia de visita al museo, a través de la virtualidad que permitió componer un diálogo diferente con la comunidad, sortear los límites que nos fijaba la presencialidad. Se analizarán los encuentros virtuales del taller “La hora del té” perteneciente al Centro Cultural Lola Mora con el Museo.

Quién es el artista que entiende al museo como una gran escuela

Fuente: La Capital ~ “Para contener el peligro de la subversión, el arte fue encerrado en una especie de corralito de juegos de la sociedad. Mientras aceptemos permanecer encerrados en él y vivir la ilusión de ser libres sin serlo, estamos desmereciendo nuestro potencial como artistas a favor del servilismo. Si la educación se fusionara dentro del arte quizás lograríamos una libertad verdadera”.

Con esas palabras, el teórico y artista visual Luis Camnitzer cerró una conferencia en la que vinculó pedagogía y arte, uno de los principales intereses que tiene su obra.

Desde enero último, una de sus obras está expuesta en el Museo de Arte Contemporáneo MAR. Consiste solo en una frase que aparece escrita en una de las paredes externas del edificio: “El museo es una escuela. El artista aprende a comunicarse. El público aprende a hacer conexiones”.

“El arte permite incorporar lo imposible y el desorden”

Aunque por el momento el Museo se encuentra cerrado, las personas interesadas pueden acercarse hasta la plaza seca del MAR y escanear el código QR que se encuentra en la obra, dentro de la propuesta #MuseoMAR24H.

El código direcciona hacia materiales digitales que exploran en el sentido de esta pieza, del pensamiento y de la biografía del artista, que nació en Alemania, se crió en Uruguay y desde 1964 reside en Estados Unidos.

“De Alemania me fui cuando tenía un año y cuando voy es por alguna exposición o como turista. Al Uruguay, desde que se acabó la dictadura, voy todas la veces que puedo y estoy en proyectos allí, particularmente con el Centro de Fotografía”, contó.

Entrevistado por LA CAPITAL, el artista dijo que “una de las ventajas de ser viejo” es el haber sido inoculado con las dos dosis de la vacuna contra el Covid-19.

En el reportaje relacionó arte, conocimiento, nuevas tecnologías y pandemia. Y se volvió a mostrar crítico del rol que tienen los museos en la actualidad: ser espacios solo para la contemplación y no para permitir que la inventiva logre transformar el espíritu del público.


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-La obra que presenta en Mar del Plata es “El museo es una escuela. El artista aprende a comunicarse. El público aprende a hacer conexiones”. ¿Qué variaciones sufre esta idea en un momento histórico como el actual, con una pandemia que provocó el cierre de escuelas y museos, dependiendo del riesgo sanitario de lugar?

-En realidad no mucho. En momentos en que los museos no pueden mostrar sus posesiones, es justamente la parte educacional la que puede justificar su existencia. Fue un choque cuando el Museo de Arte Moderno de NuevaYork despidió a los educadores para ahorrar dinero. Esa era la oportunidad de afirmar al departamento de educación y darle prominencia. Hoy es cuando los educadores debieran estar rediseñando las instituciones para cumplir con su verdadero propósito. Si la gente no puede dejar sus casas para ir a los museos, los museos van a las casas por medio de las pantallas de las computadoras. Por el momento están usando el medio para mantener una semblanza de normalidad erosionada, esperando que se vuelva a la normalidad total. Sin embargo, ese “ir a las casas” implica una responsabilidad pedagógica aun mayor que la ida al museo para la experiencia presencial y obliga a reconsiderar la relación público-obra para ver en qué medida todavía tiene sentido la contemplación tradicional. Hoy, diría, se debería tratar de independizar al público hacia su propia creatividad en lugar de afirmarlo como consumidor de lo ya creado.

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-Usted defiende la idea de que el arte es una forma de pensar, pues bien, ¿qué viene a proponer el arte con su sistema de pensamiento en este momento atípico del planeta? ¿Viene a proponer algo más que un salto hacia la creatividad, hacia la imaginación?

-El conocimiento tal como se maneja en la enseñanza y la vida cotidiana está cada vez más limitado a lo racional, lo explicable y la aplicación práctica. Las universidades están reduciendo cada vez más las materias especulativas en favor de las disciplinas duras, y las artes son catalogadas como industria cultural económicamente productiva, como ejemplifica la política reaccionaria neoliberal de la “economía naranja”. La política del STEM (la sigla inglesa de Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas) favorece la creatividad como ingenio, y lentamente el enfrentamiento con lo desconocido (racional e irracional) queda disminuido o desaparece. El ingenio es solamente una reorganización de lo conocido para aumentar su instrumentalización y por lo tanto se refiere a un conocimiento parcializado que ignora lo poético. El arte como metadisciplina del conocimiento (que es distinto al arte como producción) permite imaginar sin límites e incorporar lo imposible y el desorden, para luego negociar con la realidad y ver donde y porqué hay que hacer concesiones. Es por lo tanto una forma de conocer que incluye la conciencia política, porque al identificar los obstáculos también se identifican los intereses a los que estos sirven y cómo opera la distribución del poder. Al enfocar puramente en lo aplicable descontextualizamos el conocimiento y permitimos su fragmentación sin poder criticarla. Es así como van desapareciendo cosas, no solamente la imaginación sino también la ética. Hoy tenemos el orgullo en la tecnología que creó la vacuna, y la falta de percepción de la ausencia ética que gobierna su distribución. Perdimos la habilidad de ver las configuraciones completas. Pero es un problema general que nos viene acompañado hace tiempo, probablemente desde que se decidió que el tiempo es oro y por lo tanto comerciabilizable.

-¿Le parece que las nuevas tecnologías constituyen aliadas de esa idea rectora: que el arte necesita dejar de ser propiedad de las elites? ¿o por el contrario, esos son sitios para el mero entretenimiento?

-Creo que depende de cómo los usemos, y obviamente el uso está yendo en ambas direcciones. Desde el punto de vista creativo me interesan los memes porque son un vehículo anónimo y colectivo, con una competitividad muy reducida. Todavía no se han desarrollado para generar significados como lo hace o puede hacer el arte más tradicional, pero no veo por qué no pueden llegar a ese nivel. Por otro tenemos los medios utilizados como afirmación del ego. Francamente no me interesa enterarme que alguien se quemó la boca esta mañana al tomar café demasiado caliente. En cierto modo ese egocentrismo, sin embargo, termina anonimizándose en la banalidad. Sí, pienso que en última instancia los medios sociales pueden ir construyendo una voz colectiva positiva, pero es un proceso que tiene que ser acompañado por un buen sistema de educación holístico que ayude a madurar a la gente en lugar de meramente entrenar para un empleo.

-¿Todas sus ideas sobre la necesidad de que pedagogía y arte vayan de la mano fueron tomadas por escuelas y museos?

-No las tomo como “mis ideas”, en todo caso soy un vocero más de posiciones que se fueron desarrollando hace más de dos siglos y que no logran ser escuchadas por el consenso popular. Quizás por ser artista estoy dándole más énfasis a las experiencias que tengo profesionalmente de lo que hicieron o hacen otros colegas. Es interesante que las pedagogía progresistas siguen encerradas en escuelas privadas elitistas y no pasan a reformar el sistema educativo público general. Y esto no es debido a los maestros, que generalmente son progresistas, sino a la estructura general que impide las aperturas, que no son percibidas como de utilidad práctica y en donde lo práctico se define como utilidad nacional o de servicio a una sociedad clasista.

-¿Cómo ve un artista como usted esta pandemia que parece no dar tregua, sobre todo a los países periféricos?

-Creo que uno de los peligros de la pandemia y el confinamiento es que el arte revierta a la autoterapia y pierda su función de construcción social. Allí es donde el mundo virtual puede ayudar. Pero hay que recordar que el acceso al internet solamente lo tiene la mitad de la población mundial, y dentro de eso la mayoría lo hace por teléfono. El acceso a las computadoras es un signo de privilegio, como también lo es la producción y acceso al arte. Me temo que la pandemia va a continuar la estratificación social y que como artistas productores no podemos hacer mucho, salvo por un lado hacer algún tipo de obra que nos ayude a mantener la salud mental y ser conscientes de que es eso para lo que está sirviendo, y por otro ver cómo podemos compartir seriamente nuestros procesos creativos para empoderar a los demás. La “normalidad”, que ya de por sí era embromada, dejó de existir, o si vuelve lo hará de a ratitos. Estamos entrando en un mundo nuevo para el cual tenemos que adoptar y afirmar pedagogías apropiadas que nos ayuden a manejar y manipular, no solamente “cosas”, sino también los espacios que existen entre las cosas. Es allí donde tenemos que el arte y la educación se integran en una actividad común. Pero me temo que la solución no llegará en nuestra generación y que lo único que podemos hacer es tratar de no poner a psicópatas en los gobiernos y de asegurar que puedan existir otras generaciones. La tendencia del momento parece ser pensar exclusivamente en que hay que hacer mucho dinero rápidamente ya que el mundo se está por acabar.

Inauguran el primer museo 100% online de la UNCo y es sobre paleontología

Fuente: Noticias NQN ~ El museo de Añelo abre sus puertas virtualmente: El Museo del Desierto Patagónico de Añelo generó una plataforma Web para que la sociedad pueda visitarlo virtualmente. El museo 360 permite interactuar con la historia, la geología y la paleontología de la región.
La Universidad Nacional del Comahue y la Municipalidad de #Añelo, a fines de 2018, firmaron un convenio para la puesta en marcha de un nuevo museo. Desde entonces se comenzó a trabajar con el grupo de paleontólogos del Museo de Ciencias Naturales de la Unco, en el desarrollo de reglamentos, curaduría de colecciones, exploraciones en áreas aledañas, excavaciones, trabajos de investigación, diseño y remodelación del edificio y fachada, armado de exhibiciones y proyectos educativos, culturales y turísticos.
Para llevar adelante la creación del nuevo museo denominado Museo del Desierto Patagónico de Añelo (MDPA), se ha obtenido la colaboración de Pan American Energy, TOTAL e YPF que conforman el consorcio Aguada Pichana Oeste, además del Consejo Federal de Inversiones (CFI). Si bien los tiempos de pandemia han demorado la apertura al público de este museo, el equipo de investigadores de la Universidad del Comahue, generó un proyecto de museo virtual para que toda la sociedad y el mundo pueda visitar digitalmente al MDPA desde una computadora, tablet´s o un simple teléfono. Este museo permite un recorrido por diferentes salas donde uno de los principales atractivos es uno de los dinosaurios carnívoros colectados en la región.
Este Museo, que depende de la Secretaría de Cultura y Turismo de Añelo que dirige Luciana Guzmán, pretende finalizar las obras faltantes en el corto plazo y organizar visitas manteniendo los protocolos COVID vigentes. La FUNYDER, Fundación para el Desarrollo de la Universidad Nacional del Comahue, lleva adelante la administración de este novedoso proyecto.

El link para acceder al museo virtual es: www.museosdelapatagonia.com (Recomendaciones de uso, para una mejor experiencia, recomendamos visualizar los Museos Virtuales en una computadora de escritorio o notebook.)
Los paleontólogos a cargo de este proyecto, Domenica dos Santos y Juan Porfiri, aseguraron que esta iniciativa es totalmente novedosa en la región y que la gente podrá disfrutar en familia de una visita diferente al alcance de la mano. El moderno recorrido es un adelanto de lo que será el museo físico, incorporando nuevas tecnologías y visibilizando principalm

Eduardo Costantini reveló que financia el déficit de 2 millones de dólares anuales del Malba

Fuente: La Nación ~ Eduardo Costantini, presidente y fundador del Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires (Malba) dijo que él no es el empresario más rico del país, contó que pagó el impuesto a la riqueza -pero lo hizo de acuerdo a su criterio- y contó que financia el déficit de 2 millones de dólares anuales que arroja el museo.

En Hablemos de otra cosa, por LN+, Costantini evaluó la realidad actual, atravesada por el coronavirus: “Lamentablemente, la pobreza, los subsidios y la falta de trabajo han ido en aumento. La pandemia ha aumentado la desigualdad mundial. Hay más de 100 millones de personas pobres. También se ve el privilegio de las naciones desarrolladas por la vacuna y la cantidad de recursos que el Estado tuvo para apoyar al sector privado, que entró en un coma inducido; mientras que a los países pobres nos faltan vacunas, no tenemos los recursos suficientes y ha aumentado la pobreza enormemente”.

Sobre este aspecto, consideró: “Nosotros recibimos la pandemia del exterior, pero la pobreza la creamos nosotros. Los dirigentes de la Argentina somos responsables de la situación argentina. No hay ningún otro motivo más que el desencuentro ideológico y político”. Para él, la clase dirigente se rige por una “agenda egoísta”. “Un país necesita diálogo y consenso, sino es una situación casi anárquica”.

Según él, el prejuicio en torno al empresariado es un problema endémico. “Como el país no ofrece la oportunidad de crecer y de que las distintas franjas de la población puedan desarrollarse y progresar, todos somos mal vistos: el empresariado, el sindicato y los políticos, todos tenemos mala imagen”.

Además, sostuvo que la Argentina no logra resolver el problema de la inflación porque es paternalista y populista. “Lo que más necesitamos es un presidente de transición, que en cuatro años construya alianzas y pactos”.Costantini: «La pobreza es el desencuentro ideológico y político de nuestros dirigentes»

Impuesto a la riqueza

Entonces, habló sobre su patrimonio y contó que lo tiene puesto en ladrillos, arte y dólares. Consultado sobre si pagó el impuesto a la riqueza o si presentó un amparo, contó: “Pagué el impuesto a la riqueza de acuerdo a mi criterio, que tal vez no sea el mismo criterio de la Afip, pero sí lo pagué”. Según dijo, el concepto detrás de ese gravamen le parece “adecuado”, pero consideró que debería estar acompañado con diálogo y consenso. Y añadió: “Este impuesto castiga a los depósitos en el exterior, que es injusto porque el sistema no permite tener los ahorros en el país”.

Las finanzas del Malba

En otro tramo de la entrevista, Costantini habló acerca de la financiación del Malba y el proyecto de ampliarlo unos 10 metros. “Buscamos que la mitad de ese proyecto, por lo menos, esté financiado por la sociedad pudiente”. En ese sentido, detalló que el total es de unos 10 millones de dólares, los cuales “amplían el déficit del museo porque, cuanto más grande, más pierden”.

Al analizar los números del museo, especificó: “El costo global (anual), en épocas normales, es de US$ 4.5 millones, y el déficit es la mitad, US$ 2 millones, 2 millones y pico…”. Entonces, el empresario contó que hay 2 millones que salen de las entradas y de los sponsors. “¿Y los otros 2 millones?”, preguntó el periodista y conductor Pablo Sirvén. “Eso lo vengo aportando yo, pero con alegría”, contestó entre risas.

Sin embargo, negó ser “el empresario más rico de la Argentina”. “La otra gente ayudará de otra manera, tal vez para otras causas, no se puede juzgar”, consideró Costantini. Y, al evaluar lo que sucede con los empresarios de otros países como Estados Unidos, señaló: ”Hay más tendencia a la responsabilidad social del empresario y de la sociedad en general. Para mí, es un tema cultural. Ellos le dan más peso relativo a la sociedad, a la comunidad frente a la familia. En general, nosotros pensamos que cumpliendo con la familia estamos cumpliendo con un mandato”. Es decir, apuntó Sirvén, la plata queda en casa. A lo que el empresario asintió.Eduardo Costantini: «El déficit del Museo es de 2 millones de USD, eso lo vengo aportando yo»

Costantini explicó que lo cultural no desgrava impuestos en la Argentina. Y subrayó: “Se está abriendo, pero hasta hace poco tenías la obligación de dejarle todo tu dinero a tus herederos forzosos, que es la familia”. Así, señaló que ahora uno puede elegir dónde deja el 33% de sus riquezas. “En cambio, en el exterior vos podés dejar el 100% de tu patrimonio de acuerdo a tu voluntad”.

El rol de los museos

Con la creencia de que “a los museos hay que pensarlos a 100 o 200 años”, el fundador del Malba destacó “la longevidad” de este museo, que ya lleva 20 años, lo cual es señal de su “consistencia y permanencia”.Además, el empresario recordó el contexto en el que nació este rincón de Arte Latinoamericano: 10 días después de la caída de las Torres Gemelas y cuatro meses antes del estallido de la crisis del corralito argentino. “Los museos son eso. Han atravesado guerras y grandes crisis. Están pensados para estar y quedarse”. Para montar el Malba se armó un concurso internacional y se presentaron más de 400 proyectos de 35 países, y finalmente ganaron tres arquitectos cordobeses, recordó.

Una donación de la artista Basia Kuperman acrecienta el patrimonio del Mumbat

Fuente: Museo Mumbat ~ En febrero de 2021, fueron recibidas en calidad de donación al patrimonio del Museo, un conjunto de ocho (8) obras de la artista polaca-argentina: Basia Kuperman. Dicha donación, cobra relevancia por su valor histórico y estético, sumándose a las otras obras que ya formaban parte del acervo.

Las mismas evidencian no solo nuevos aspectos técnicos y formales que la autora aborda en sus series, también implican nuevas temáticas a las cuales se abre y que comparten un hilo conductor: la condición humana.

En los años `70 y` 80 la figura pudo ser central en su obra, caracterizada por trazos negros como en el retrato “Felices pensamientos”, o en los pasteles “Maternidad” y “Maternidad 1”, donde la figura femenina y el acto de maternar ocupan el centro de la escena, pero es en obras como “¿Por qué?/Warum”, perteneciente a  una serie testimonial, que la artista pinta sensaciones, climas y se acerca a la condición humana.

A lo largo de su producción artística, los paisajes también adquieren diferentes resoluciones formales, a través de una geometría simple y los planos de color, que en los últimos años se acerca a una obra metafísica a partir del tratamiento de la imagen y el cromatismo, como puede observarse en los oleos del `90.  En estas arquitecturas vacías, la huella humana se hace presente  y de ese modo interpela  acerca de la condición del hombre.

A través del lenguaje del Arte, Basia Kuperman ha logrado expresar verdades universales que aun hoy nos interrogan y señalan caminos. Porque más allá del registro de los objetos cotidianos y mínimos o de la aparente simplicidad de sus temas, su poética trasciende la categoría estética para constituirse en manifiesto ético, ya que nada de los humano le fue ajeno.

Agradecidos de recibir esta donación compartimos, con la comunidad toda, el crecimiento de la colección y reafirmamos el compromiso de valorizar nuestro patrimonio, difundir arte y pensamiento creativo.

Sobre la artista.

Nació en Varsovia, Polonia, en 1927, y falleció en Buenos Aires en 2013. Arribó a la Argentina en 1934 y se nacionalizó en 1967. «Vine a la Argentina desde muy pequeña, con la Segunda Guerra Mundial pisándome los talones. Lo que soy, mi familia, mi carrera, todo, se lo debo a este país que adopté como propio», comentaría la artista en alguna oportunidad.

Estudió en escuelas oficiales y en los talleres de Demetrio Urruchúa, Juan Carlos Castagnino, Antonio Berni y Juan Batlle Planas. Se capacitó en Historia del Arte con Jorge López Anaya y en psicología en la Universidad Nacional de Buenos Aires.

Cabe destacar que la artista pintó murales en edificios públicos y privados de la ciudad de Buenos Aires y ha realizado alrededor de cuarenta muestras individuales en importantes galerías, salones nacionales y provinciales en Argentina y otras veinte exposiciones internacionales en Canadá, Panamá, Guatemala, Mónaco, Francia, Inglaterra, España, Rumania, Polonia y Alemania.

Museos, avances en el camino hacia un porvenir anfibio tras el Covid

Fuente: Clarín ~ Luego del primer estupor y una vez que el desconcierto ante los corredores vacíos y las obras ciegas de miradas ajenas, los museos de mundo decidieron enfrentar la pandemia básicamente con tres grandes estrategias: la virtualización de sus salas y actividades; el refuerzo de los vínculos con las comunidades de las que forman parte, en sentido micro –el barrio, la ciudad–, pero también el macro –el país y su región–; y el desarrollo de la cooperación entre pares. Esas son las conclusiones a las que llegó la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) tras relevar qué es lo que pasó con los museos de todo el planeta a partir de la irrupción del Covid y las distintas medidas de encierro que decretaron los países. Con todo, el panorama muestra matices que se renuevan ante la segunda (¿tercera? ¿cuarta?) ola de la peste que vuelve a cerrar las puertas por estos días en Europa y en América Latina. “Esta situación nos ha llevado a replantear la función misma del museo”, anticipaba en diciembre pasado la argentina Ana Longoni, directora de Actividades Públicas del Museo Reina Sofía, en una conferencia. Y en ese proceso se encuentran las principales instituciones artísticas del mundo.

Realidad mixta, con el celular, para ver lo que está y lo que estuvo alguna vez en la casa Clemenceau
en Saint-­-Vincent sur Jard, en Francia.

Realidad mixta, con el celular, para ver lo que está y lo que estuvo alguna vez en la casa Clemenceau en Saint-­-Vincent sur Jard, en Francia.

El sector cultural se ha visto afectado de forma grave y duradera por la pandemia del Covid-19, y los museos se han visto especialmente afectados: el informe de la Unesco de 2020 estimaba que casi el 90% de ellos habían cerrado durante un periodo corto o largo”, recordaba hace pocos días la institución plurinacional en su nueva edición del informe Los museos en el mundo: Frente a la pandemia de Covid-19, editado en abril. Ya no se trataba, entonces, de estimar los daños sino de cuantificarlos. Y las cifras son elocuentes. Se calcula que hay casi 104.000 museos en el mundo aunque estos establecimientos no están distribuidos de manera uniforme: el 61% se encuentra en Europa Occidental y América del Norte, el 18% en Asia y el Pacífico, el 11% en Europa del Este, el 8% en América Latina, el 0,8% en África y el 0,7% en los Estados Árabes.

Ese enorme planisferio de instituciones culturales se vio golpeado por el coronavirus de manera uniforme: el 83% de los Estados que conforman la ONU tomaron medidas para cerrar las puertas de los espacios relacionados con el arte en 2020, total o parcialmente, por períodos que van desde menos de un mes hasta un año. Esas decisiones sanitarias generaron un derrumbe en la cantidad de asistentes, ya que incluso en los establecimientos que tenían alguna manera de presencialidad autorizada, los protocolos vigentes y la drástica caída del turismo mundial, vaciaron sus salas (se estima que los museos tuvieron un promedio del 70% menos de público). La evolución de la crisis sanitaria ha llevado a algo menos de la mitad de los Estados (el 43%) a tomar medidas para volver a cerrar sus museos en lo que va del año 2021, “lo que sugiere que la situación para los museos volverá a ser muy difícil este año”, apuntan los analistas de Unesco.

Este panorama vació los ingresos de las instituciones culturales de manera catastrófica: en 2020, el dinero que recibían por las visitas había caído entre el 40 y el 60% en comparación con el año anterior, al tiempo que la inversión pública también se minimizó: si bien las subvenciones públicas se mantuvieron estables en una cuarta parte de los paises, e incluso aumentaron (para compensar las pérdidas debidas a los cierres) en otra cuarta parte, lo cierto es que cayeron, a veces de forma muy significativa (más del 40%), en casi la mitad de los museos del mundo.

Casa de reyes y luego prisión, la 
Conciergerie, de París, puede recorrerse con un sistema de realidad aumentada para ver cómo lucía hace siglos.

Casa de reyes y luego prisión, la Conciergerie, de París, puede recorrerse con un sistema de realidad aumentada para ver cómo lucía hace siglos.

Billeteras vacías y temores

Si bien el informe de la Unesco señala que la mayor parte de las instituciones culturales hicieron uso de herramientas digitales que habían desarrollado en años anteriores para desplegar visitas virtuales y el uso de redes sociales, también reconoce que “la brecha digital entre las regiones es un obstáculo importante para el cumplimiento de su función educativa de estas instituciones, en un contexto de encierro”. Además, la pandemia dificultó o paralizó el mantenimiento de una serie de medidas relacionadas con la seguridad y la conservación de las colecciones, lo que ha suscitado el temor de algunos Estados. Es por eso que muchos países expresan temores con respecto a los riesgos de venta o cierre de colecciones como consecuencia de la crisis, así como en el efecto radial del cierre de cada museo, que se expande en su barrio y en los comercios que lo rodean con recortes salariales, pérdida de puestos de trabajo, cierre de comercios y establecimientos vinculados al sector turístico y a las actividades relacionadas con el patrimonio.

“El Museo Reina Sofía, así como el Prado y el Thyssen y otros están atravesados por una paradoja muy fuerte que es su relación estrecha con los procesos de gentrificación turística y de especulación inmobiliaria, que se dan en los lugares donde están situados esos museos –explicó la argentina Ana Longoni a fin del año pasado en un debate titulado “Tendencias en los museos post-Covid: una nueva manera de vivir la cultura y el arte”, que se puede seguir por Youtube–. Hoy ante el detenimiento del movimiento de estas enormes masas de turistas se plantean otras paradojas y por eso el museo no puede ser ingenuo con respecto a ese ecosistema del que forma parte. Porque un museo no es solo su colección o sus exposiciones, sino también el modo en el que se articula con su entorno y con las redes que están asociadas a él desde el trabajo (por ejemplo, los artistas, los montajistas, y esas comunidades a veces muy precarizadas que viven o sobreviven articuladas con él). Ese también es nuestro ecosistema y hay que saber cuidarlo en estas condiciones, de modo que el museo también sea responsable no solo de su entorno más inmediato, el barrio en el que se emplaza, sino tambien esa comunidad vinculada al mundo artístico que hoy ve peligrar su subsistencia. Hay esa responsabilidad ética y pública respecto de esos modos de habitar y ese ecosistema del cual el museo es parte”.

No es ajena a ese panorama que plantea Longoni la situación de organizaciones que dependen financieramente en gran medida por el mercado y la filantropía, como Estados Unidos o Gran Bretaña, la pérdida de puestos de trabajo ha sido rápida y especialmente importante, como señala la Asociación de Directores de Museos de Arte Americanos: “Los museos tienen una fragilidad que se ve mermada en tiempos de crisis como el actual”.

Valérie Senghor es especialista en gestión cultural y desde la dirección del Centro de Monumentos Nacionales (CMN) coordina el funcionamiento de más de un centenar de monumentos.

Valérie Senghor es especialista en gestión cultural y desde la dirección del Centro de Monumentos Nacionales (CMN) coordina el funcionamiento de más de un centenar de monumentos.

Al museo desde el sillón

Salas que invitan a visitas virtuales. Posteos seductores en redes sociales. Ciclos en formato de podcasts o de videos para conocer los secretos de una colección. Visitas inmersivas a partir de la realidad virtual. Juegos y desafíos para chicos y chicas. Aplicaciones para teléfonos móviles. Paseos por los jardines y parques que los rodean. Conferencias, charlas, webminarios, entrevistas… Las instituciones culturales en general y los museos en particular desarrollaron en el último año una batería de recursos para no perder en vínculo con su público. «El Museo Livingstone se encuentra cerrado pero activo a través de Facebook y nuestra página web», contó el año pasado Terry Nyambe, conservador de Ictiología de esa institución de Zambia.»Contratamos a expertos para filmar visitas guiadas a todas las exposiciones. Estas serán transmitidas en segmentos en la televisión senegalesa, y también estarán disponibles en línea», afirmó Hamady Bocoum, director General del Museo de las Civilizaciones Negras en Dakar, Senegal. Mientras que Beryl Ondiek, directora de los Museos Nacionales de las Seychelles, declaró: «En la niebla del caos, los museos derriban los muros que nos separan. Los museos pueden servirse de todas las colecciones y la información que tenemos, y transmitir nuestro patrimonio cultural y natural a las comunidades a través de Internet con el fin de levantar el ánimo y mantener a todo el mundo conectado». Y desde Francia, Valérie Senghor, directora general adjunta encargada de la innovación, el desarrollo y los grandes proyectos del Centro de Monumentos Nacionales (CMN), explicó a Ñ en detalle los diversos proyectos digitales que implementaron en los últimos años y que capitalizaron en 2020: “Después de los primeros meses, pudimos ofrecer nuevos formatos de visitas virtuales para recorrer los monumentos nacionales de todo el país”.

El 93% de los museos que hemos consultados aumentó o inició servicios en línea durante la pandemia. Más del 75% de ellos dijeron que habían aumentado sus actividades en redes sociales y el 53% aumentó o comenzó a crear contenidos en vídeo”, indica el informe “Follow-up survey on the impact of the COVID-19 pandemic on museums in Europe” elaborado por el Network of European Museum Organisations (NEMO), una organización continental que vincula a los museos europeos con el resto del mundo, y publicado hace tres meses. Además, más de un tercio de esas instituciones aumentaron su presupuesto y recursos vinculados con la virtualidad y más del 40% reasignó tareas a su personal para gestionar las actividades en línea. Esa profundización de los recursos virtuales no fue homogénea: mientras la mayoría de los museos más grandes (81%) aumentaron sus capacidades digitales por la pandemia, solo el 47% de los más pequeños pudieron dedicarse a eso.

El informe del NEMO fue realizado a partir de las respuestas de 600 profesionales de museos de 48 países de la Unión Europea, además de otros de Europa del este, de India, Nigeria, Filipinas, Tailandia, Estados Unidos y Vietnam. Entre ellos, más de 8 de cada 10 sugirieron que necesitan apoyo adicional para desarrollar herramientas digitales y de transición. De esos museos, más del 40% respondió que necesitaba ayuda para crear una estrategia digital, seguida de la necesidad de una nueva infraestructura digital (23,2%) y la formación del personal (18.7%).

Así, todo ese trabajo pudo hacer una prueba piloto de convivencia con las visitas tradiciones cuando en esos países la pandemia dio una tregua antes de la segunda ola: casi la mitad de esas instituciones aseguraron que las visitas online se mantuvieron al mismo nivel desde la reapertura temporal de sus puertas o, incluso, que aumentó; y precisaron que las actividades virtuales que mayor público sedujeron fueron las que tuvieron lugar en las redes sociales, que casi el 60% de los museos encuestados consideraron más populares que antes; seguidas de los contenidos en vídeo (42%) y las visitas virtuales (28%).

el Louvre, vio caer su asistencia un 75% en julio de 2020 y un 60% en agosto en comparación con el año anterior, y ya registraba entonces 40 millones de euros de pérdidas. Foto: Dmitry Kostyukov for The New York Times.

el Louvre, vio caer su asistencia un 75% en julio de 2020 y un 60% en agosto en comparación con el año anterior, y ya registraba entonces 40 millones de euros de pérdidas. Foto: Dmitry Kostyukov for The New York Times.

Desde el Museo Reina Sofía, la argentina Ana Longoni hacía en diciembre un primer balance: “Vemos en ese punto qué nuevos usos y nuevas demandas están surgiendo, pero también qué nuevas imaginaciones podemos desplegar para pensar otros posibles usos podemos crear y también imaginar el museo inscripto en otra trama de futuro posible que será distinto. Durante los meses más duros de la pandemia, de marzo a junio, el museo estuvo cerrado y hubo un vuelco grande a las experiencias digitales. Eso nos permitió fortalecer la posibilidad de entablar una serie de actividades con públicos distantes y hasta podríamos decir con públicos inesperados. Desde julio, con la reapertura, nuestra apuesta es por la presencialidad, pero esa presencialidad se conjuga con formas mixtas, con actividades que son también a distancia”.

El barrio de La Boca tendrá un nuevo museo

Fuente: InfoNews ~ La Fundación Tres Pinos anunció su nuevo proyecto: el MIG (Museo de la Ilustración Gráfica), que tendrá como sede la esquina de la avenida Almirante. Brown y Pinzón del barrio de La Boca. La propuesta abarcará las áreas del humor gráfico, la historieta, la ilustración y la animación.

El MIG reunirá las obras de los ilustradores consagrados y a las nuevas generaciones en formación, que tendrán la oportunidad de expresarse en el nuevo Museo.

La colección de MIG es de alrededor de 10.000 obras originales de los más prestigiosos artistas desde el siglo XIX hasta nuestros días. Además incluirá una amplia biblioteca de respaldo y unas importantes hemeroteca y videoteca.

El edificio del Museo está reconocido como patrimonio histórico, fue proyectado en 1931 por el arquitecto italiano Francisco Terencio Gianotti.

La arquitectura está siendo remodelada con críticos patrimoniales a fin de darle el valor histórico que tiene para la Ciudad y para devolverlo a su época de esplendor.

La Fundación que ya tiene otro museo en el barrio de La Boca, el Museo de Arte Contemporáneo (MARCO), en marzo y abril, incorporó nuevas obras a su colección de los artistas: Aldo Paparella y Gregorio Vardánega. A su vez, pasaron a integrar la colección obras de los artistas argentinos José Luis Landet, Nina Kunan y el Grupo DOMA. De Landet, quien expone «EL Atajo» (cumplimiento el DNU las Salas están cerradas hasta el 30 de abril) adquirió:»26 fragmentos para bordes y contornos de un paisaje» (de técnica: collage, de 150 x 200 cm).

Landet, nació el 30 de septiembre del año 1977 en Lomas de Zamora, provincia de Buenos Aires y estudio la licenciatura en Artes Plásticas en la ENPEG La Esmeralda en la ciudad de México (2000-2005). Expuesto en Nueva York, Lima, Buenos Aires, Miami, Londres, Torino, Francia, Suiza, Madrid, Sou Paulo y la Ciudad de México.

Su obra se encuentra en: Colección Jumex, México – Lousiana Museum, Dinamarca – MACO, Oaxaca, México – Sayago & Pardon Collection, California USA – The Brillembourg Capriles Collection USA – Spain – Venezuela – JoAnn Gonzalez – Hickey Collection NY USA – Marc Van Den Henden Collection , Belgium – Lacma Museo Los Angeles County Museum of Art – USA. Fundación Calosa, Irapuato Guanajuato – México. Fundación Otazu, España (Primer premio en Untitled art fair Miami USA. Phoe nix art Museum, Arizona USA.

El arte de la memoria

Según la curadora de «El Atajo», Sandra Juárez, Landet apela a la memoria y vale la pena advertir que “recordar¨ proviene del término corazón.

El artista construyó un el llamado «método Landet», un despliegue de acciones de recolección de imágenes, selección, clasificación y archivo, una suerte de reconocimiento histórico a la obra, del historiador del arte alemán, Aby Warburg.

Escribe, hace bocetos y puebla numerosas bitácoras. La metodología se asemeja a la arqueología procesual y dirige su investigación a encontrar vestigios culturales a los que denomina ruinas civilizatorias y es a partir de estos materia les que realiza una apropiación radical y poética de las imágenes, sean estas pinturas o piezas gráficas. Toma firmas, retratos, textos y fotos, recorta, pinta y sumerge en pintura.

«Me interesa investigar sobre algunos vestigios o desechos socioculturales, por ejemplo: recuperar paisajes (óleos sobre tela entre los años 1940 a 1970) con cierta mirada romántica, bucólica, que se dan en representaciones realizadas por pintores amateur o pintores de domingo. Una búsqueda de cierta noción de paraíso. Estas imágenes (pinturas) y otros elementos simbólicos como objetos cotidianos, fotografías, postales, diapositivas, escritos, revistas y libros forman parte de los materiales con los que trabajo, en una deconstrucción material y conceptual. Cuando encuentro estos elementos-materiales, están cargados de memoria, tiempo y uso. Es importante para mí realizar un análisis de cada uno, tomar un registro fotográfico, clasificar y proceder a las diversas acciones que se requieren según lo específico del proyecto. Por lo general estas acciones tienen que ver con: archivar, cortar, quebrar, tapar, falsificar, sumergir, fragmentar, simular, sacar de las sombras y ponerle las propias. Acciones metafóricas-poéticas», comentó José Luis Landet.

El MARCO LA BOCA está ubicado en la calle Almirante Brown 1031 donde alberga, conserva y difunde la Colección de Arte de Fundación Tres Pinos y promover las producciones contemporáneas de artistas del ámbito nacional e internacional y se sumó en septiembre de 2019 a las propuestas del Distrito de las Artes.

También está ubicado en un edificio histórico de valor patrimonial que alberga el museo inicia su puesta en valor y restauración en 2014 gracias al apoyo de Mecenazgo Cultural de la Ciudad de Buenos Aires y Fundación Tres Pinos.

El museo cuenta en sus 700 m2 con dos salas de exposiciones, una sala de videoconferencias, una tienda y librería especializada donde podrán adquirirse todos los libros editados por la Fundación y una cafetería.

PARA AGENDAR

MARCO- Museo de Arte Contemporáneo de La Boca

Av. Almirante Brown 1031, Barrio de La Boca, CABA.

www.museomarco.org

info@fundaciontrespinos.org

La tienda y el Café del Museo de 11 a 19 abiertos

Las salas cumpliendo el decreto Presidencial cerradas hasta el 30

Los museos argentinos se reinventan (una vez más) frente a la pandemia

Fuente: Clarín ~ Frente al primer grupo que asistió a la reapertura del Malba en noviembre pasado, la entonces directora del museo Gabriela Rangel observó: “Vamos a volver a cerrar”. Lo que la directora artística pudo ver a partir del comportamiento de la pandemia en otros países apuntalaba la idea de que, más allá de la euforia por el “reencuentro con el arte”, el rol de los museos y el vínculo con sus públicos había cambiado para siempre. En ese camino, el programa de exposiciones online La historia como rumor, que esta semana inauguró su capítulo 8, se destaca entre las estrategias digitales del museo por la amabilidad del video para con el soporte online y su ductilidad con los documentos, parte esencial del proyecto.

Los museos locales cosechan, para esta segunda ola, los frutos de la experiencia 2020 y de las reflexiones que se gestaron en las reuniones de RAME, la Red Argentina de Museos y Espacios de Arte. Para el Museo Nacional de Bellas Artes, fue esencial haber desarrollado, en paralelo al montaje en las salas, un micrositio de la exposición El canon accidental. Mujeres artistas en Argentina (1890-1950), inaugurada el 25 de marzo. Y en la plataforma Flickr colgar desde hace unos meses Ideas para Monumentos en homenaje a las heroínas y los héroes desconocidos, una exposición virtual organizada por el artista Luis Camnitzer, con 47 obras de artistas de diferentes latitudes.

Consuelo Remedios González. “Reposo”, 1935. Forma parte de la muestra El canon accidental. Mujeres artistas en Argentina (1890-1950).

Consuelo Remedios González. “Reposo”, 1935. Forma parte de la muestra El canon accidental. Mujeres artistas en Argentina (1890-1950).

La actividad insignia de la Fundación Proa durante el anterior lockdown fue la educativa. Una serie de seminarios sobre estudios de género, vinculados a la exposición Crear mundos (ya cerrada), generó gran interés, al igual que las clases a distancia, gratuitas y semanales, que tuvieron más de 13.000 asistentes. En el escenario actual, suspendieron los conciertos y proyecciones en el patio de Proa21, ya que sólo estaban habilitados para 20 personas, sin contemplar el traslado del público hasta La Boca.

Quizás por haber tenido que inaugurar su edificio a través de un streaming en Youtube, la Fundación Andreani concentra allí sus contenidos virtuales. En 2020 llevó adelante un programa de residencias que devino en proyectos audiovisuales, entre otros, y en mayo está por comenzar “En tiempo irreal”, una serie de clases sobre filósofos actuales a cargo de profesores expertos. Mientras que el Museo Moderno había previsto un programa virtual dedicado a Alberto Greco para acompañar la exposición que acaba de inaugurar: “Signos” se irá actualizando en la web, con réplicas en las redes.

A fines de marzo, con el I Congreso Internacional de Museos y Estrategias Digitales se perfiló a la universidad (la Politécnica de Valencia, España, fue organizadora) como mediadora en este nuevo paradigma, en que la transmisión de los contenidos es particular a cada museo. El argentino Américo Castilla (Fundación TyPA) integró el comité científico del evento, que aspira a una simbiosis entre lo orgánico y lo digital para trasladar al mundo virtual experiencias que enriquecen el paisaje de los museos. Se necesita, concluyeron, cruzar los conocimientos de tecnología con los últimos estudios sobre audiencias y el impacto educativo que propulsa el contenido digital para entender este momento de cambio en el espíritu de una época.