María Magdalena. “Testigo, pecadora y feminista”, cómo cambió la imagen de la discípula en el arte

Fuente: La Nación ~ De la más clásica al más contemporánea, un museo de Holanda revisa diferentes representaciones que la pintura, la fotografía y la música hizo de la mujer que el Papa Francisco declaró “Apóstola de apóstoles”

Pocas mujeres son reconocibles de inmediato solo por su nombre en la historia, y mucho menos en el plano religioso. María Magdalena aparece en los cuatro Evangelios, fue la primera que vio a Cristo resucitado, y recibió el encargo de decírselo a los demás. Representada por los artistas como una joven de largos cabellos sueltos, ha protagonizado incluso la denominada Leyenda Áurea, según la cual emigró a Francia gracias a la divina providencia. Su imagen se ha ido adaptando a la doctrina y la mentalidad de la época, y ha llegado hasta la cultura popular, con reinterpretaciones tan llamativas como la de la televisiva Kim Kardashian, paloma blanca en mano y profusión de maquillaje. O la de la cantante Lady Gaga, en el video de su tema “Judas”. Fuerte y doliente, en éxtasis y cercana a la vez, Magdalena vertebra la muestra que se inaugura hoy en el Museo Catharijneconvent, un antiguo monasterio de la Orden de Malta, en la ciudad holandesa de Utrecht. La exposición subraya por primera vez la huella contemporánea de una santa cuya fiesta litúrgica -el 22 de julio- es de memoria obligatoria desde 2016 en el calendario romano por orden del Papa Francisco.

"Lamentación de la agonizante María Magdalena" (1620-1629), por el pintor flamenco Melchior de la Mars
«Lamentación de la agonizante María Magdalena» (1620-1629), por el pintor flamenco Melchior de la MarsTHE PHOEBUS FOUNDATION

Hay un atributo que no ha abandonado las representaciones de María Magdalena hasta nuestros días: su cabello, rubio o rojizo, cubre su cuerpo desnudo en algunos momentos. Hasta Lady Gaga se rinde a una melena milenaria -en su caso platino- cuando canta que “Jesús es mi virtud, y Judas el demonio al que me aferro”. Su música acompaña el título de la exposición, María Magdalena, testigo principal, pecadora, feminista, que reúne esculturas, casullas sacerdotales ricamente bordadas, lienzos, tablas, pasajes de los cuatro Evangelios, adaptaciones fotográficas y al cine de la relación entre ella y Cristo, y un altar turbador. Está formado por delantales como los de las internas de las Lavanderías de la Magdalena, en Irlanda, donde miles de mujeres fueron sometidas a trabajos forzados entre los siglos XVIII y XX para redimir sus supuestos pecados. Magdalena era una mujer caída para las religiosas que dirigían dichos centros, y el altar incluido en Utrecht es de la artista estadounidense Patricia Cronin. El museo lo ha colocado junto al cuadro Magdalena (1994), de la pintora holandesa Marlene Dumas, que la sienta con la falda levantada para reflexionar sobre la belleza aceptada de las modelos de las revistas de moda, y la belleza casi inaceptable de las prostitutas.

“Hemos querido presentar esta dualidad: María Magdalena en parte como ejemplo de fe, porque se arrepiente de sus pecados, y también como la víctima de la etiqueta de pecadora, una condición que hoy no está bien vista. Son dos enfoques que coexisten y me gusta el debate que generan”, dice Lieke Wijnia, conservadora del museo Catharijneconvent. Hay un óleo que ilustra bien dicha dualidad. Es el retrato de una mujer adinerada que posa como Magdalena para perpetuar su propia devoción religiosa. Firmado en 1520 por Tommaso di Stefano Lunetti, presentarse como un santo era muy popular en los siglos XVI y XVII, y la modelo porta una vasija de ungüento como el usado para perfumar los pies de Cristo. “Es reconocida por unos artistas como una mujer bella y rica, y también como una ermitaña vestida de harapos que pena sus culpas. Tratamos de ilustrar el contraste, porque con sus aportes, Lady Gaga o Kim Kardashian reivindican también su sexualidad como algo de lo que puedes enorgullecerte como mujeres actuales”, añade.

María Magdalena es nombrada por los cuatro Evangelistas, Mateo, Marcos, Juan y Lucas, y este último dice que [María de Magdala] contribuyó con sus bienes a los tres años de prédicas de Cristo en Palestina. Poseída, de ella “fueron expulsados los siete demonios”. Marcos la menciona como una de las mujeres en la Crucifixión. Los cuatro apóstoles coinciden en que descubrió la tumba vacía, y Juan dice que ella le vio después de resucitar y le llamó Rabboni, maestro. Hay otra María, de Betania, hermana de Marta y de Lázaro, resucitado por Jesús, que se identifica también con Magdalena. Y aún una tercera, llamada pecadora por el evangelista Lucas que “unge los pies del Señor” y los seca con sus cabellos. En la liturgia romana, las tres mujeres convergen en una sola en el año 591 de la mano del papa Gregorio Magno. “Qué significan esos siete demonios, sino todos los vicios”, dijo. La liturgia griega, sin embargo, las reconoce por separado.

Todas sus caras han llegado al arte, y en la muestra hay también una María Magdalena en el desierto, pintada en 1869 por Pierre Puvis de Chavannes. Otra que deja atrás lujos y joyas y cuyo cuerpo desnudo simboliza la pureza espiritual del arrepentimiento, obra de Godfried Schalcken (1654-1706). Una figurita de cerámica como ermitaña, con el cabello que parece formar una unidad con el bosque, de la artista Kiki Lamers (2020). O un retrato de una joven vestida de blanco que mira de frente al espectador, ejecutado en 2019 por Egbert Modderman. Al final del recorrido, aparece con lágrimas y cabellera esplendorosa, pintada por Alfred Stevens en 1887. Todos ilustran la larga marcha de una mujer declarada por el papa Francisco “apóstol de los apóstoles” por el ejemplo de su amor a Cristo. Y a la que otro pontífice, Pablo VI, retiró el apelativo de mujer caída en 1969. Casi 14 siglos después de los demonios de Gregorio Magno.

Arte contemporáneo: una polémica antigua que siempre vuelve

Fuente: La Nación ~ Dos escándalos menores trajeron recientemente a la discusión temas que parecían clausurados desde hace más o menos medio siglo cuando empezó a conformarse la idea de algo amorfo a lo que se llamó y se sigue llamando “arte contemporáneo”. Que no quiere decir exactamente el arte que se está haciendo ahora, aunque también, sino ese arte para “después del fin del arte” como intentó definir el filósofo Arthur Danto en su esencial libro llamado, claro, Después del fin del arte: El arte contemporáneo y el linde de la historia(1997).

Primero, en 2020, fue el premio otorgado en el Museo Franklin Rawson de San Juan a una pintura (Tiempos de confinamiento, covid-19) que reproducía la imagen de una fotografía de Nora Lezano, conocida por sus retratos a estrellas y grupos de rock. La denuncia contra la artista Mariana Esquivel por “infringir derechos de autor y propiedad intelectual” llevó a que esta renunciara finalmente al premio. Esta semana, en tanto, otra pintora llamada Fátima Pecci Carou fue denunciada por exhibir en el Museo Evita una obra que extrapolaba un personaje de animación japonesa manga en una pintura. Quien se adjudicaba la autoría era un artista de fan-art, una forma subalterna de la cultura visual que parte justamente de una forma preexistente (el equivalente al fanfiction de la literatura). Pecci Carou tuvo más suerte que la sanjuanina Esquivel: el tout del arte contemporáneo salió en su defensa al detectar que era, sobre todo, víctima de un ataque machista. La agenda de género es una preocupación central de la escena y la historiadora feminista Andrea Giunta (Contra el canon, 2020) se vio obligada a tener que explicar en su muro de Facebook el arte de Roy Lichtenstein (que sesenta años atrás reproducía imágenes del cómic en obras de arte pop) para sostener la estrategia de la artista (si su obra es más o menos interesante es otra discusión). La publicación casi simultánea de dos libros ayuda a entender la raíz por detrás de estos escándalos menores: El robo es visión, de Bob Nickas, yEn la sombra del sueño americano, de David Wojnarowicz.https://imasdk.googleapis.com/js/core/bridge3.469.0_es.html#goog_1583416205Ads by

El título del volumen que reúne ensayos y entrevistas de Bob Nickas, un agitador de la escena neoyorquina también como curador, resulta muy adecuado en este contexto en que esa entelequia llamada “arte contemporáneo” se vuelve víctima (la fotografía que denuncia a la pintura) y victimario (la pintura que vampiriza al fan-art) de ideas centrales a su esencia, como la originalidad y la apropiación.

En la sombra del sueño americano, en tanto, reúne los diarios de David Wojnarowicz (un artista polifacético que tuvo un paso fugaz por Argentina en 1984) entre 1971 y 1991, un año antes de que la epidemia de HIV lo condenase a una muerte joven.

«Nadie pensó entonces que su trabajo fuera un plagio a los creativos que alguna vez convirtieron la leyenda del jockey Leguizamo en sinónimo de un licor recio»

El período es formativo para esta idea de “arte contemporáneo” que no ha encontrado una denominación superadora tras el lento fade out de las neovanguardias. Si bien los artículos de Nickas, alejados del academicismo pero no por eso superficiales o faltos de rigor, están fechados entre la segunda mitad de los años 80 y la primera década del siglo XXI, eligen –al igual que Wojnarowicz– 1971 como año cero. Es cuando tiene 14 años, asiste por primera vez a un concierto de Black Sabbath y define “todo lo que sé sobre arte lo aprendí de Andy Warhol y On Kawara”.

Las escaramuzas descriptas más arriba tienen que ver con que las ideas de estos dos artistas (On Kawara era un japonés que residió en Nueva York desde 1965) parecen fatalmente vigentes, puestas en práctica a veces como cliché y, aún así, no del todo asimiladas. Nickas hace una valoración indistinta de su experiencia en la escena punk y el arte de museos y galerías al punto que su libro está dedicado a Mark E. Smith, el iconoclasta líder del grupo inglés The Fall, muerto en 2020.

Wojnarowicz también fue atravesado por esa línea interdisciplinaria y su lugar en la escena neoexpresionista del Lower East Side (“bad painting”) se superpone con su participación en una banda postpunk llamada 3 Teens Kill 4. Su diario no incluye ninguna entrada dedicada al raro episodio argentino cuando, acompañando al pintor Luis Frangella (1944-1990), llegó a exponer en junio de 1984 en el CAyC (Centro de Arte y Comunicación) desde donde Jorge Glusberg buscó dar forma a la escena conceptual de Buenos Aires. Aquella muestra se llamó “Desde Nueva York: 37 pintores del East Village” y coincidió con el momento más creativo del underground porteño donde teatro, pintura, performance y rock formaban un todo que estuvo en la raíz de la versión local de la internacional contemporánea. La galería Cosmocosa reconstruyó ese paso en 2018 en una muestra donde se exhibía un catálogo del Whitney Museum que mostraba una obra de Wojnarowicz realizada sobre un aviso publicitario de caña Legui llamada Una pintura para reemplazar el monumento a los ingleses en Buenos Aires. Nadie pensó entonces que su trabajo fuera un plagio a los creativos que alguna vez convirtieron la leyenda del jockey Leguizamo en sinónimo de un licor recio.

El libro recopilatorio de Nickas y los diarios de Wojnarowicz muestran la trama íntima y pública de todo esto que se sigue discutiendo. La utilización de la bandera estadounidense que hace Cady Noland siguiendo a Jasper Johns es motivo de un ensayo de Nickas, “El robo es visión”, que resulta tan clarificador de todas estas cuestiones como volver a leer a César Aira en Sobre el arte contemporáneo (2013), otra reflexión indispensable de un escritor que es, sobre todo, un artista de nuestro tiempo.

El robo es visión

Por Bob Nickas

Ripio

Trad.: Lea Maríe Uría

297 páginas / $ 1050

En la sombra del sueño americano

Por David Wojnarowicz

Caja Negra

Trad.: J. P. Manzanares y C. De Nápoli

320 páginas / $ 1200

Cabaio, el artista argentino convocado para pintar las calles de Nueva York

Fuente: Télam ~ El artista argentino Santiago «Cabaio» Spirito, que ha realizado murales desde la Bombonera en La Boca hasta el restaurante Tegui, en Palermo, fue invitado a pintar las calles del barrio The Bushwick, en Nueva York, donde inmortalizó con sus stencils retratos de «inmigrantes, desplazados, refugiados», aquellos grupos que «las ciudades quieren esconder».

No es la primera vez que Spirito (quien firma sus obras con el apodo Cabaio) es invitado al festival urbano de The Bushwick Collective, que se realiza cada junio en uno de los vecindarios más prolíficos de Nueva York en lo que respecta a street art y graffiti, organizado por este colectivo de artistas urbanos que desde 2011 toman las calles de la ciudad como una galería a cielo abierto.

Cabaio ya viajó en cuatro oportunidades a la zona de Bushwick, las dos últimas en 2018 y en 2021 como parte del festival, e incluso, una de sus obras previas forma parte del recorrido virtual «Street Art Project», que reúne 5.000 obras de arte urbano del mundo digitalizadas y compartidas en la plataforma Google Arts and Culture.

Desde la aparición del primer mural, en el año 2011, y la consecuente transformación de la imagen de este barrio de trabajadores, esta antigua zona industrial de Brooklyn no ha parado de atraer la atención de bares, cafeterías y restaurantes de moda, con su consecuente gentrificación.

«Los artistas callejeros somos actores esenciales de lo urbano. Un ‘muralito’ te hace cool un barrio. Lamentablemente, muchos de los festivales que se hacen en el mundo son para impulsar proyectos inmobiliarios en barrios que están medio medio. Ponen tres murales y eso empieza a cambiar la cara del barrio. Está bien que mejoren una zona pero a la identidad, a la gente del barrio, déjenla ahí», manifiesta Santiago Spirito en una entrevista con Télam.

«Los artistas callejeros somos parte de eso, no podemos escaparle -reflexiona el artista- pero de mi parte, la artística, al menos voy a tratar de denunciar. Eso no va a cambiar algo pero es lo que me pasa y lo digo. No siempre pero en general, cuando te invitan a pintar un mural, está pasando algo por el estilo; hay otro interés de fondo», dispara el artista que con sus stencils combina mensajes, imágenes y formas geométricas.

«En The Bushwick, busqué representar lo que ciertas ciudades quieren esconder: inmigrantes, desplazados, refugiados. Por eso combiné diferentes rostros que reflejan las comunidades excluidas, con texturas de la ciudad», explica Cabaio, que intervino también el Centro Cultural Recoleta, bares, cervecerías, estaciones de subte y espacios públicos de Buenos Aires, San Pablo, México, Valencia, Barcelona y Salvador de Bahía.

– Télam: ¿Cómo te enfrentas a la pared en blanco? ¿Cómo nace la imaginería que llevás al mural?

– Santiago Cabaio Spirito:
Es bastante obvio lo que te voy a decir pero lo que me inspira es el contexto que me rodea, lo que me pasa, las cosas que veo y me afectan. Lo que traté de mostrar es lo que las ciudades en general tratan de esconder. Por ejemplo las minorías. Algo parecido, muy de lejos, es familiar a que «a los locos los encierran también, los esconden en loqueros». Hay ciertas ciudades que tienden a invisibilizar. Toda esa invisibilización conlleva movimientos, la gente se tiene que mover de los lugares donde viven. Y la especulación inmobiliaria hace que suban los precios. Hay miles de estrategias para ir corriéndolos del centro de la escena. Yo traté de mostrar la maquinaria de las ciudades que invisibiliza a las personas. No es la ciudad quien decide, la ciudad es el objeto, que manejan personas que deciden. Y bueno, esas personas obviamente son inmigrantes, minorías, marginados. La imagen central es de fragmentos de inmigrantes, con los que hice una cara nueva, la nariz de una persona, la boca de otra, etcétera.

– T: Los rostros que aparecen, ¿son personas reales?

– SCS:
Una es una foto familiar, son amigas de mi madre que se instalaron en Concordia. Otras son de mi abuelo, que fue inmigrante en Colombia. Están mi abuelo y mi tío caminando. Hay una que hice con distintas imágenes y hay una de un japonés que saqué de una revista antigua por Internet. Los orientales y asiáticos también tienen un tema ahí con Estados Unidos, de odio y racismo.

– T: ¿Cuáles son las cualidades de pintar con stencil, una plantilla calada?

– SCS:
Cuando empecé a pintar salía de noche a la calle con un amigo, con una sola plantilla y un aerosol. Hacíamos un recorrido e íbamos pintando. Era muy bueno porque lo hacías muy rápido y podías repetir la imagen, eso genera una fuerza muy grande, ver una imagen una vez no es lo mismo que verla 50 veces. Me gusta el stencil porque es simple de hacer, y sobre todo por la rapidez de ejecución y la síntesis que tiene la imagen. Pero la mirada de la gente cambió desde entonces. Antes llamaban a la policía, ahora te sacan una foto, te piden si les haces un muralito en sus casas. Ahora te ven como un artista, pero estas haciendo prácticamente la misma acción que antes, solo que ahora todo cambió alrededor, te vende de una manera positiva. Eso es bueno, ayuda.

«Antes llamaban a la policía, ahora te sacan una foto, te piden si les haces un muralito en sus casas».

Santiago «Cabaio» Spirito

– T: Previo a este trabajo, estuviste en el restaurant de Tegui y en la Bombonera pintando stencils.

– SCS:
Lo de Tegui fue en 2008, yo era otra persona y él nos pidió algo en especial. German Martitegui quería que pareciera que en esa paredes habían sido pintadas durante varios años por mucha gente, podríamos pintar cualquier cosa sin pensar prácticamente. Teníamos stencils cortados. En esa época yo trabajaba de mozo, entonces lo hice de hobbie y ganamos plata, estuvo buenísimo. En la Bombonera fue otra cosa porque yo soy hincha de Boca. Me encantó hacer ese mural. Propuse algunos personajes, ídolos de Boca, jugadores, algunos símbolos como el estadio, la hinchada o alguna bandera, alguna frase. Depende del lugar veo qué me surge.

– T: Si bien el mural es propiamente del espacio público, de alguna manera el muralismo se está equiparando con otras disciplinas artísticas, entrando a los museos ¿Estás de acuerdo?

– SCS:
No está equiparado al resto de ramas del arte o las más corrientes, pero sí que en muy poco tiempo encontró su lugar en galerías, exposiciones, las marcas. Todo eso ayudó a que la gente lo acepte, lo estandarizó o lo mostró como algo «cool», positivo. No es «estandarizó» la palabra, pero le dio una entidad positiva, y ahora «claro, si está en galerías…». Si lo usa Coca Cola o Puma, por ejemplo, es cool, está bueno. Creo que si tienen lugar pero me parece que se va a valorar mucho más en unos años, 20 o 30 años quizás. Cuando ya haya otras nuevas corrientes, esta ya esté más afianzada y por ahí la gente vaya a buscar a los de años anteriores. Si vos seguís teniendo una carrera, lo que hiciste años atrás cobra mayor valor. Ponele Basquiat cuando lo hacía en los 80, sus cuadros tenían un valor y hoy día se venden a millones de dólares. Todo el arte urbano se va a valorar más en unos años.

¿Cómo se transporta un fresco de Diego Rivera de 30 toneladas? Con mucho cuidado

Fuente: New York Times ~ Durante décadas, el monumental fresco de 10 paneles de Diego Rivera que representa un continente unido por la creatividad ha estado montado en el vestíbulo de un teatro del City College de San Francisco. Allí, un poco apartado del mundo del arte, ha sido cuidado como un acto de amor por un guardián que durante mucho tiempo ha soñado con encontrar una manera de permitir que más gente lo disfrute.

Ahora, después de cuatro años de un trabajo multimillonario en el que han participado ingenieros mecánicos, arquitectos, historiadores del arte, expertos en frescos, asistentes y aparejadores de Estados Unidos y México, el mural de 30 toneladas y 22,5 metros de ancho por 6,7 metros ha sido cuidadosamente extraído y trasladado al otro lado de la ciudad, al Museo de Arte Moderno de San Francisco, donde se expondrá el 28 de junio.

Rivera pintó el fresco en la Exposición Internacional del Golden Gate de 1940 en Treasure Island, ante la mirada de miles de personas. Paco Link, director del proyecto, comparó la obra con “una cáscara de huevo de 22,5 metros”.
Rivera pintó el fresco en la Exposición Internacional del Golden Gate de 1940 en Treasure Island, ante la mirada de miles de personas. Paco Link, director del proyecto, comparó la obra con “una cáscara de huevo de 22,5 metros”.Credit…Banco de México Diego Rivera y Frida Kahlo Museums Trust, México D. F./Artist Rights Society (ARS), New York vía City College of San Francisco

“Diego estaba construyendo un puente metafórico entre la cultura mexicana y la cultura tecnológica de Estados Unidos”, dijo Will Maynez, antiguo director de laboratorio del Departamento de Física del City College, que se convirtió en el improbable guardián de la obra, que es propiedad de la universidad.

Maynez, que es mexicanoestadounidense, “habla Rivera” con fluidez y ha pasado 25 años investigando y promocionando el fresco, “Unidad Panamericana”. Sus paneles son un caleidoscopio de los pensamientos de Rivera: la amenazante diosa de la tierra, Coatlicue, los artesanos mexicanos, los industriales estadounidenses, los líderes históricos de ambas naciones, los dictadores, la esposa de Rivera, Frida Kahlo, y él mismo. Su título completo es “El matrimonio de la expresión artística del norte y el sur del continente”.

El traslado del fresco al SFMOMA fue una proeza descomunal.

Esteban Granados, jefe de montaje de Atthowe Fine Art Services, instalando el mural en el SFMOMA
Esteban Granados, jefe de montaje de Atthowe Fine Art Services, instalando el mural en el SFMOMACredit…Cayce Clifford para The New York Times
Roberto Martínez, aparejador, en el lugar de la extracción, en el teatro del City College de San Francisco.
Roberto Martínez, aparejador, en el lugar de la extracción, en el teatro del City College de San Francisco.Credit…Cayce Clifford para The New York Times
Cada parte del proceso se pensó con antelación para trasladar los paneles al museo. Uno de los primeros viajes consistió en que un camión especial con un panel recubierto de amortiguadores hechos a la medida atravesara la ciudad a ocho kilómetros por hora. 
Cada parte del proceso se pensó con antelación para trasladar los paneles al museo. Uno de los primeros viajes consistió en que un camión especial con un panel recubierto de amortiguadores hechos a la medida atravesara la ciudad a ocho kilómetros por hora. Credit…Cayce Clifford para The New York Times

“Es una de las cosas más ambiciosas que ha hecho este museo: trasladar algo tan grande, tan frágil y tan importante”, dijo Neal Benezra, director del museo. Paco Link, responsable de frescos del museo para este proyecto, comparó el fresco con “una cáscara de huevo de 22 metros”. (La obra se expondrá en una galería gratuita en la primera planta del museo mientras se prepara la exposición La América de Diego Rivera, que se inaugurará el próximo año; el mural permanecerá en el museo hasta algún momento de 2023 y entonces se devolverá a la universidad. Un nuevo centro de artes escénicas, financiado por una emisión de bonos aprobada por votantes, albergará el fresco. Sin embargo, no está claro cuándo estará listo el nuevo edificio).

No es la primera vez que se traslada el fresco gigantesco.

Miles de personas vieron a Rivera pintarlo en la Exposición Internacional del Golden Gate de 1940 en Treasure Island. Los planes para ampliar el mural y convertirlo en la pieza central de una biblioteca en la universidad se vieron obstaculizados por la Segunda Guerra Mundial. Durante años, estuvo guardado en un cobertizo del centro de estudios. En 1961 fue trasladado al edificio del teatro del campus, ahora llamado Teatro Diego Rivera (en el número 50 de Frida Kahlo Way), donde quedó encajado en un espacio demasiado pequeño.

Cada mes, unos 100 estudiantes de arte y turistas en busca de Rivera podrían haberlo visto en la universidad, calculó Maynez. Ha establecido una relación simbiótica con el mural. Hace años, cuando su mujer se enfermó de Alzheimer, la obra le sirvió de apoyo. Y cuando ella murió en mayo de 2020, dijo: “Me salvó la vida”.

Maynez, de 74 años, es autodidacta. Viajando por todo el mundo, él (junto con Julia Bergman, una bibliotecaria universitaria que murió en 2017) desenterró cartas, diarios, historias orales e incluso algunas de las notas de Rivera para su autobiografía, Mi arte, mi vida. Maynez tradujo algunos de los textos de Rivera, construyó un sólido sitio web con un blog y ha trabajado en la preservación del legado del mural con imágenes en 3D en línea.

Puede decir por qué Samuel Morse, el inventor del telégrafo, y Robert Fulton, que diseñó el barco de vapor, están en el primer plano de una parte del mural: porque ambos hombres también eran pintores, dijo Maynez, “establecieron el tema de la reconciliación del arte y la ciencia”.

Al dar un paso atrás, destaca el arco de personas que atraviesa el fresco. Observa que se asemeja al arco del puente Golden Gate, dijo. ¿Y la madre que se cierne sobre un niño muerto? Es un homenaje de Rivera al “Guernica”, pintado por su amigo Picasso.

Diego Rivera y un asistente trabajando en “Unidad Panamericana” en Treasure Island, en 1940.
Diego Rivera y un asistente trabajando en “Unidad Panamericana” en Treasure Island, en 1940.Credit…San Francisco History Center, San Francisco Public Library
El mural, en el City College antes de ser trasladado al SFMOMA. Había estado en el edificio del teatro del campus desde 1961.
El mural, en el City College antes de ser trasladado al SFMOMA. Había estado en el edificio del teatro del campus desde 1961.Credit…Barry Chin

Desde que se jubiló hace nueve años, Maynez va a pie o en transporte público al City College para cuidar del fresco casi todos los días de la semana. Cuando recibía honorarios por charlas, donaba el dinero a la restauración del mural; el City College no le ha pagado por su trabajo con el mural.

“Siempre que alguien tiene una pregunta, le dicen: ‘Oh, Will lo ha de saber’”, dijo Michelle Barger, jefa de conservación del SFMOMA. “Es el guardián de todo lo relacionado con ‘Unidad Panamericana’”, añadió.

Benezra, director del SFMOMA, dijo que veía la obra como “el alegato pictórico de Rivera a favor de una especie de unidad de las Américas”.

“Vivimos en una época de tremendo resurgimiento del nacionalismo en todo el mundo”, continuó, “y esta es una forma antinacionalista de ver las cosas”.

“Diego estaba construyendo un puente metafórico entre la cultura mexicana y la cultura tecnológica de Estados Unidos”, dijo Will Maynez, el guardián de facto del fresco, cuya misión ha sido que la gente vea la obra. Lleva 25 años investigándola y promocionándola.
“Diego estaba construyendo un puente metafórico entre la cultura mexicana y la cultura tecnológica de Estados Unidos”, dijo Will Maynez, el guardián de facto del fresco, cuya misión ha sido que la gente vea la obra. Lleva 25 años investigándola y promocionándola.Credit…Cayce Clifford para The New York Times

En 2011, queriendo que más gente viera el mural y esperando poder encontrar una mejor ubicación en el campus, Maynez, con la aprobación de los administradores, utilizó fondos de una cuenta de Rivera en la fundación de la universidad para pagar un estudio sobre la viabilidad de trasladar el mural. Cuando la respuesta fue que costaría mucho dinero y sería casi imposible, Maynez lo tomó como un sí.

En una reunión en el museo, una vez que este se involucró en el proyecto, Maynez recuerda que Benezra le dijo: “El mural no volverá a ser poco conocido”.

En una entrevista, Maynez dijo: “Eso es todo lo que siempre he querido”.

El museo tomó la ruta minuciosa: contrató a ingenieros del centro de diseño multidisciplinar de la Universidad Nacional Autónoma de México, que es conocido por abordar lo casi imposible.Video00:000:09CreditCredit…Cayce Clifford for The New York Times

Alejandro Ramirez Reivich, profesor de diseño de ingeniería en la universidad, dirigió la investigación sobre cómo se podrían trasladar los murales de forma segura y describió el proyecto como “una oportunidad para tratar de unir a estos dos países”.

Reivich dijo que le fascinaba el arte de Rivera desde que era un niño, y que su madre, una artista nacida en Estados Unidos, lo llevó al estudio de Rivera.

Rivera, que pretendía que el fresco se trasladara al City College, no pintaba directamente sobre una pared, sino sobre yeso con marcos de acero. Pero cuando los paneles se colocaron en el edificio del teatro, los pernos fijados en la parte posterior se empotraron en el muro de hormigón sin pensar aparentemente en que se volverían a trasladar.

Rivera, sosteniendo los planos del mural que se iba a pintar en la Exposición Internacional del Golden Gate de 1940. Su título completo es “El matrimonio de la expresión artística del norte y el Sur del continente”.
Rivera, sosteniendo los planos del mural que se iba a pintar en la Exposición Internacional del Golden Gate de 1940. Su título completo es “El matrimonio de la expresión artística del norte y el Sur del continente”.Credit…San Francisco History Center, San Francisco Public Library

Hace dos veranos, mientras los ingenieros investigaban el mural, perforaron agujeros de 45 centímetros de ancho que hicieron que las paredes exteriores del teatro de la universidad se vieran como un queso suizo. Con un casco de ciclista, Reivich se metió dentro para ver cómo estaban fijados los paneles. “Era como el científico loco”, dijo Barger.

Sabiendo que la mayor amenaza para el fresco serían las vibraciones, el equipo de Reivich hizo pruebas con maquetas. Tres artistas universitarios pintaron réplicas casi exactas de dos paneles, utilizando el mismo tipo de cal y pinceles que Rivera. Los estudiantes de Reivich construyeron un muro como el del City College, colocando pernos y soldaduras en los mismos lugares. Experimentaron con herramientas para determinar cómo extraer los paneles con vibraciones mínimas. Luego los sacudieron, doblaron y martillaron, dijo Reivich, para conocer la máxima resistencia que podían soportar.

Antes de la reciente mudanza del mural, el SFMOMA contrató a ingenieros del centro de diseño multidisciplinario de la Universidad Nacional Autónoma de México para que ayudaran a resolver cómo ejecutarla con seguridad.
Antes de la reciente mudanza del mural, el SFMOMA contrató a ingenieros del centro de diseño multidisciplinario de la Universidad Nacional Autónoma de México para que ayudaran a resolver cómo ejecutarla con seguridad.Credit…Cayce Clifford para The New York Times
El mural, que se expondrá en una galería gratuita en la primera planta del museo, permanecerá a la vista hasta 2023 y luego será devuelto a la universidad.
El mural, que se expondrá en una galería gratuita en la primera planta del museo, permanecerá a la vista hasta 2023 y luego será devuelto a la universidad.Credit…Banco de México Diego Rivera y Frida Kahlo Museums Trust, México D. F./Artist Rights Society (ARS), New York; City College of San Francisco y SFMOMA; Don Ross

Esta primavera, los operarios comenzaron la tarea de extraer los paneles del muro de hormigón. Los equipos de mudanzas, situados dentro y fuera del edificio, giraron lentamente varillas con roscas por encima y por debajo del mural, usando auriculares para sincronizar sus acciones mientras giraban simultáneamente las varillas, 0,15 centímetros cada vez. Tardaron dos horas para mover 15 centímetros un panel.

Entonces, antes del amanecer de un domingo del mes pasado, un camión con un panel revestido con amortiguadores hechos a la medida atravesó la ciudad a ocho kilómetros por hora y lo llevó al museo, donde fue izado en su lugar. (Fue el primero de siete viajes).

Maynez estaba allí cuando llegó. “Es uno de los mejores días de mi vida”, dijo.

“La ronda nocturna” de Rembrandt: reconstruyen con inteligencia artificial la obra maestra del pintor holandés

Fuente: La Nación ~ La ronda nocturnaha sido un ícono nacional de los Países Bajos desde que Rembrandt la pintó, en 1642, pero ni eso alcanzó para proteger esa obra maestra.

En 1715, al inmenso lienzo fue recortado en sus cuatro lados para que entrara en una pared, entre dos puertas del ayuntamiento de Ámsterdam. Los pedazos cercenados se perdieron. Desde el siglo XIX, el cuadro está colgado en el Rijksmuseum, donde es exhibido como la pieza central, en el punto focal de la Galería de Honor. Pero a partir de hoy, y por primera vez en más de tres siglos, el público podría ver la pintura “casi como fue pintada”, dice el director del museo, Taco Dibbits.

Gracias a métodos de última generación, que incluye tecnología de escaneado e inteligencia artificial, el museo reconstruyó esas partes faltantes y las colgó junto al original, para dar una idea de La ronda nocturna tal como Rembrandt la imaginó y realizó.

El cuadro recortado mide unos 4,60 metros de ancho por 3,90 metros de alto. Al lienzo le rebanaron 60 cm del lado izquierdo y otros 23 cm del borde superior. Menos daño sufrió el borde inferior, que perdió alrededor de 12 cm, y el costado derecho, que perdió casi 8 cm.

La restauración de "La ronda nocturna" de Rembrandt se realizó en el Rijksmuseum Museum durante la llamada "Operation Night Watch", la mayor investigación sobre una pintura del maestro holandés. Utilizando tecnología avanzada, pudieron determinar la mejor manera de preservar la pieza para generaciones futuras
La restauración de «La ronda nocturna» de Rembrandt se realizó en el Rijksmuseum Museum durante la llamada «Operation Night Watch», la mayor investigación sobre una pintura del maestro holandés. Utilizando tecnología avanzada, pudieron determinar la mejor manera de preservar la pieza para generaciones futurasREMKO DE WAAL – ANP

La restauración temporaria de esas partes les dará a los visitantes la oportunidad de asomarse a lo que se perdió: a la izquierda del cuadro, tres personajes —dos hombres y un niño—, y lo que es más importante, la sensación de haber recuperado la meticulosa composición de la obra de Rembrandt. Con las piezas faltantes, la obra maestra recupera su dinamismo compositivo original.

“Es una ventana a la verdadera composición imaginada por Rembrandt”, dice Dibbits.

En vez de contratar a un pintor para que reconstruyera los fragmentos perdidos, el director científico del museo, Robert Erdmann, programó una computadora para que recreara, píxel por píxel, el estilo de Rembrandt. Un proyecto de semejante grado de complejidad solo fue posible gracias a una tecnología relativamente nueva conocida como “red neuronal convolucional”, un tipo de algoritmo de inteligencia artificial elaborados para ayudar a las computadoras a descifrar imágenes, señala Erdmann.la restauración del Rembrandt

“Hasta hace poco tiempo, no existían computadoras con potencia suficiente para encarar un proyecto como este.”

Afortunadamente, se tenía una idea de la composición completa original de La ronda nocturna gracias a una copia realizada por Gerrit Lundens, otro pintor holandés del siglo XVII, que pintó su réplica doce años después de que Rembrandt hiciera el original, o sea antes de que fuese mutilado.

La réplica tiene menos de un quinto del tamaño del monumental lienzo de Rembrandt, pero se la considera la copia más fiel al original, y fue de extrema utilidad como modelo para los fragmentos faltantes, por más que el estilo de Ludens no fuese ni remotamente tan detallado como el de Rembrandt. La composición de Ludens es mucho más abierta, con los personajes desparramados de manera más azarosa sobre el lienzo, de modo que no habría servido para realizar una reconstrucción punto por punto.

Como parte de un multimillonario proyecto de restauraciones que arrancó en 2019 y llevará vario años, el Rijksmuseum ya había encargado escaneos de alta resolución de La ronda nocturna. Gracias a ello, Erdmann contó con información precisa sobre los detalles y colores del original de Rembrandt, que los algoritmos luego utilizaron para recrear las secciones faltantes, utilizando como guía la copia de Ludens. A continuación, esas imágenes “recompuestas” fueron impresas sobre tela, sujetadas a placas de metal para darle mayor estabilidad, y finalmente, barnizadas para terminar de darle el aspecto de una pintura al óleo.

El momento en que agregan el marco a la reconstrucción de la obra maestra del pintor holandés
El momento en que agregan el marco a la reconstrucción de la obra maestra del pintor holandésREMKO DE WAAL – ANP

La composición de Rembrandt muestra a un gran grupo de guardias civiles de Ámsterdam, encabezados por el capitán Frans Banning Cocq y su lugarteniente, Willem van Ruytenburch. El original era asimétrico: el gran arco que se encuentra detrás de la multitud estaba en el medio y los líderes del grupo estaban situados a la derecha. Así los pintó Rembrandt para crear una sensación dinámica, de recorrido a través del lienzo.

Dibbits dice que al reponer estos fragmentos, también se recuperó el equilibrio del cuadro. “Uno tiene realmente la sensación física de que Banning Cocq y sus compañeros realmente avanzan hacia el espectador”, agrega el director del museo. Si observamos al grupo de milicianos que se encuentran justo encima del hombro de aquél, parece asomar la parte superior de la cabeza de alguien: un sombrero, una nariz, y un ojo que mira al espectador. La figura se parece sospechosamente al artista. “Eso era algo típico de Rembrandt: pintarse a sí mismo justo en el centro de todo”, dice Dibbits.

Artista plástica marplatense fue premiada en San Juan

Fuente: La Capital de Mar del Plata ~La artista plástica marplatense Mariel Polinotto fue distinguida con un premio adquisición en el Salón de Damas. Cabe destacar que fue elegida sobre 200 obras de 127 participantes en el concurso “Juego de Damas – I Edición – Categoría Bidimensión 2021”, organizado por la Secretaría de Cultura, Turismo y Educación de la Municipalidad de San Juan Capital junto con Artify Galería de Arte.

La obra de Polinoto fue una de las veinte premiadas por el jurado en disciplinas como pintura, dibujo, grabado, collage o técnica mixta, provenientes de Formosa, Chaco, Buenos Aires, Córdoba, Mendoza, San Juan y Neuquén. La convocatoria estuvbo destinada a mujeres artistas visuales mayores de 18 años, argentinas o extranjeras con residencia en el país.

La obra premiada de Polinoto fue “Grand Hotel”, que representó a Mar del Plata. Fue realizada en técnica mixta sobre papel y acrílico basada principalmente en el dibujo.

Se trata de “manifestaciones muy contundentes del dibujo, potentes, casi expresionistas, además yuxtapone imágenes monocromáticas y multicolores. Genera una suerte de collage”, indicaron desde Arte Forum, grupo que felicitó a la artista local.

Las 34 obras preseleccionadas integrarán la exposición del Ciclo ReflejArte: “Salón Juego de Damas” hasta el 10 de julio en el Centro Cultural Estación San Martín, de San Juan.

El jurado estuvo integrado por reconocidos referentes de la provincia de San Juan: Carlos Fagale, el artista visual y diseñador industrial Alberto Álvarez, la profesora en artes plásticas Laura Valenzuela, la profesora en artes plásticas Jamile Apara y la Dra en Literatura y Máster en filosofía y artes Guillermina Rosenkrantz.

Otras de las premiadas fueron Mariela del Valle Corzo (San Juan), Mariana Esquivel, Laura Hart (Mendoza), Viviana Carina Kurelak (Chaco), Adela Cortínez (San Juan), Jimena Lozada Lacerna (Mendoza), Ingrid Peterson (Corrientes), Alejandra Carabante (San Juan), María sol Herrera (Córdoba), Alejandra Feijo (CABA), Daniela Linares Pasten, Silvia Soloaga y Claudia Pereda, entre otras.

Subastan una pintura de David Bowie encontrada en un basural y su precio ya superó cinco veces el esperado

Fuente: Clarín ~ Sin duda alguna, David Bowie fue un gran artista sobre el escenario, como cantante e intérprete de su enorme y sinuosa obra, que dejó registrada en 26 álbumes de estudio que reflejan su inquieta personalidad estética, marcada por la búsqueda constante del cambio.

Y no es menos cierto que el hombre que nació en la Londres de posguerra en enero de 1947 y murió en la Nueva York de 2016, apenas dos días después de haber cumplido 69 años, también dejó su huella en el cine -participó en más de 30 películas- y hasta en los videojuegos.

Pero la creatividad de Bowie no se agotó esos ámbitos, sino que también se extendió hacia los territorios de la pintura, influenciado, según dicen los que saben, por figuras de la plástica como el alemán Frank Auerbach, el inglés David Bomberg, el irlandés Francis Bacon y el francés Francis Picabia.

La otra cara de David Bowie: el músico y también actor, además legó más de 400 piezas pictóricas de su puño.
La otra cara de David Bowie: el músico y también actor, además legó más de 400 piezas pictóricas de su puño.

Figura pública, placeres privados

No obstante, la potencia de su música relegó su producción pictórica a un segundo plano, sobre todo en la primera etapa de su trayectoria, en la que permaneció reservada a su ámbito más íntimo y privado.

Recién en 1995, cuando utilizó un autorretrato en la portada de su álbum Outside, Bowie tuvo su primera exposición; New Afro/Pagan and Work: 1975-1995 en The Gallery de Londres. Un año más tarde, apareció en una galería de arte en Basilea, Suiza.

De alguna manera, al llevar sus trabajos a The Gallery, el autor de Life on Mars?, Ashes to Ashes y The Man Who Sold the World, que buscaba ampliar su horizonte artístico, se enfrentó tanto a una buena cantidad de elogios como a cierta carencia en sus habilidades técnicas, que no impidió que siguiera pintando.

Paralelamente, el músico fue también un entusiasta coleccionista de arte, ejercicio que practicó más impulsado por su propio gusto que por el valor de inversión potencial de las obras que decidía adquirir.

La tapa de "Outside" fue el trabajo discográfico en el que David Bowie decidió hacer público su perfil de pintor.

La tapa de «Outside» fue el trabajo discográfico en el que David Bowie decidió hacer público su perfil de pintor.

Entre las piezas que sumó, figuran trabajos de Jean-Michel Basquiat, Henry Moore, Marcel Duchamp, Graham Sutherland y algunas cerámicas de Picasso, que a lo largo de los años alimentaron una colección que abarca una amplia gama del arte, desde el contemporáneo hasta un retablo veneciano del siglo XVI de Tintoretto.

De la basura a la vidriera

Ahora, un cuadro del músico David Bowie, pintado a finales del siglo XX y que fue originalmente adquirido en un basurero del norte de Toronto por cuatro dólares, alcanzó este viernes un valor de 44.380 dólares en una subasta que finalizará el 24 de junio.

La pintura, según la casa de subasta canadiense Cowley Abbott, está titulada DHead XLVI y al parecer está fechada en 1997 como parte de una serie, nombrada Dead Heads o D Head, de 47 pinturas creadas entre 1995 y 1997.

Por la numeración del cuadro hallado en Canadá, la pintura sería la penúltima de la serie. Abbot señaló en la página de la subasta que las pinturas de la serie Dead Heads son retratos de otros músicos, amigos, conocidos y, en algunos casos, autorretratos.

Una pintura de David Bowie encontrada en un basurero será subastada »  EntornoInteligente

«Con pelo largo y un acusado perfil, este enérgico y enigmático retrato es realmente una inusual representación de un celebrado artista», explicó la casa de subastas.

La pintura, que fue puesta a la venta el pasado 15 de junio y permanecerá en subasta hasta el 24 de junio, alcanzó hoy 44.380 dólares, más de cinco veces el precio máximo estimado inicialmente.

La cifra es muy superior a los 27.500 dólares que otra pintura de la serie alcanzó en 2018 en una subasta organizada por Christie’s.

Según ha explicado Cowley Abbot, el cuadro fue adquirido por 4 dólares por una canadiense, cuya identidad no ha sido revelada, el pasado verano en un centro de donaciones en un basurero situado al norte de Toronto.

Aunque la propietaria no es una coleccionista de arte, rápidamente descubrió que la parte posterior de la pintura estaba ilustrada con la firma característica de David Bowie por lo que en noviembre contactó a Cowley Abbot para proceder a su subasta.

Abbot ha declarado que ha verificado que la firma es realmente la del artista británico, que nació en enero de 1947 bajo el nombre de David Robert Jones.

Subasta millonaria de una de las obras más cotizadas de Kandinsky

Fuente: Ámbito ~ Una acuarela del artista ruso Wassily Kandinsky (1866-1944), que durante siete décadas fue considerada desaparecida porque se le había perdido el rastro tras su exhibición pública en vida del pintor, fue vendida en Alemania por 1,4 millones de dólares, de acuerdo con lo que informó la casa de subastas Ketterer en Múnich.

Sobre un fondo color maíz y de austeras composiciones geométricas, la obra titulada «Gebogene Spitzen» (su traducción «Puntas dobladas») significa uno de los trabajos sobre papel más cotizados del artista porque representa su etapa en la escuela de la Bauhaus, cuya subasta superó ampliamente las expectativas ya que el precio de salida cotizaba los 250.000 euros y su venta se fijó en 1.250.000 millones de euros, cinco veces más que el estimado.

Según consigna la agencia DPA, la obra fechada en 1927 no se exhibía desde 1932, cuando el artista estaba vivo.

Se cree que Kandinsky la regaló a un marchante de arte que la vendió en 1949 y, desde entonces, se le había perdido la huella.

Antes de la subasta, la acuarela estaba en manos de una colección privada de la zona alemana de Renania y, tras su venta, fue adquirida por un coleccionista privado.

Venta récord de una copia de la Gioconda

Fuente: La Nación ~ Se subastó por 2,9 millones de euros la Mona Lisa de Hekking, una réplica de la célebre pintura de Leonardo da Vinci.

Su aura hipnótica y misteriosa alcanzó dimensiones estratosféricas. Tan potente devino el retrato que Leonardo da Vinci hizo de Lisa Gherardini, una mujer joven, madre de cinco hijos y esposa del rico comerciante de seda florentino Francesco del Giocondo, que otros artistas se lanzaron a pintarla. Son

Gioconda que desatan todo tipo de estudios y elucubraciones, no menos apasionados que el original, como la Mona Lisa de Raymond Hekking, réplica que se quiso hacer pasar por original y que subastó ayer Christie’s por 2,9 millones de euros, una cifra muy superior a los 300.000 euros previstos.

Después de que Da Vinci se llevó a Francia el icónico retrato que comenzó a pintar en 1503, la obra probablemente integró la colección de Francisco I. Mientras permaneció en la Colección Real, durante varios siglos, se realizaron muchas réplicas de la dama.

Lagioconda del Museo del Prado pasó siglos con el fondo ennegrecido hasta que el Museo del Louvre la pidió para que integrara la exhibición La última obra maestra de

Leonardo da Vinci, Santa Ana. Contra reloj, entre 2011 y 2012, antes de enviar la obra al museo parisino, el equipo de restauradores del Prado trabajó en la limpieza del fondo de la pintura. Fue tan impresionante el impacto que experimentaron al ver qué había debajo del negro azabache que no lograron salir de la fascinación: hallaron el mismo paisaje de la Gioconda.

Pero una segunda revelación dejó a todos aún más atónitos. Con luz infrarroja que permite visualizar las capas escondidas debajo de los pigmentos de pintura, descubrieron que la obra tenía exactamente las mismas correcciones que la pintura de Da Vinci. Dedujeron que ambas se habían hecho al mismo tiempo, en el mismo sitio y usando la misma modelo: se trata, entonces, de una copia creada en el taller del genio florentino en simultáneo al cuadro original. Y hasta quizás, se ilusionaron algunos, tenía alguna pincelada del maestro. Si bien es cierto que estamos frente a la copia de la Gioconda más temprana conocida hasta ahora, falta la clave del espíritu leonardesco: el sfumato. Aunque no se sabe con certeza cómo llegó a España, la Gioconda del Prado figura en el inventario desde la apertura del museo, ya hace 200 años.

Ese espacio brumoso del sfumato de Da Vinci requiere una destreza que pocos poseen. La Mona

Lisa realizada en el siglo XVII, que Sotheby’s de París sacó a remate en 2019 con una base que no superaba los 90.000 euros y que finalmente se vendió en 552.000, carece de la sutil técnica. La colección de The Walters Art Museum, en Baltimore, EE.UU., posee otra copia de la

Gioconda, pintada entre 1635-1660, en la que tampoco se logró el efecto del sfumato.

Como en la pintura de Da Vinci se ve parte de las bases de dos columnas a cada lado de la figura, los copistas pintaron columnas completas suponiendo que, de este modo, se acercaban al supuesto original. Sin embargo, desde Walters Art Museum niegan esta versión: “Extensos exámenes técnicos del panel del Louvre y de la pintura a lo largo de sus bordes han demostrado de forma concluyente que el cuadro no fue recortado y, por tanto, nunca hubo columnas en los bordes laterales”.

También en la juvenil Mona Lisa de Isleworth, que hoy pertenece a la Fundación Mona Lisa, se incluyeron las columnas. Pintada sobre un lienzo, la obra estuvo guardada en un estudio en el suburbio londinense de Isleworth antes de ser enviada a los Estados Unidos para protegerla durante la Primera Guerra Mundial.

John Myatt (Staffordshire, Reino Unido, 1945), uno de los más conocidos falsificadores de arte, pintó Mona Lisa: el secreto en el ojo después de cumplir su condena por falsificar pinturas de Picasso y Matisse, entre otros maestros del siglo XX. Hoy Myatt hace “falsificaciones genuinas” (pinturas al estilo de artistas famosos), además participa en programas de tevé y asesora a la policía de su país sobre obras apócrifas.

Su réplica de la Gioconda tiene inserta en el ojo izquierdo una miniatura del cuadro (de menos de un milímetro cuadrado) hecha por el reconocido microescultor británico Willard Migan, capaz de hacer piezas que caben literalmente en la cabeza de un alfiler. Para hacer la imagen de la Gioconda en miniatura, que lleva un marco en oro de 24 quilates, Migan usó un sofisticado microscopio y herramientas que fabricó él mismo, como un fragmento de diamante atado al extremo de un alfiler. ¿Qué hubiera pensado Leonardo?

Video: el impresionante dibujo de tiza más grande del mundo está en California

Fuente: La Nación ~ El dibujo de la Tierra con lemas de causas sociales y políticas, que incluye una serie de animales, desde dinosaurios hasta búfalos o mariposas, rompió un nuevo récord mundial

Después de seis días y alrededor de 45 horas de trabajo, el artista Mark Lewis Wagner, de 61 años, completó el que está considerado como el mural de tiza más grande del mundo, con una dimensión aproximada de 18.500 pies cuadrados (más 1.700 metros cuadrados), según la World Record Academy.

Con esta gigantesca creación inspirada en el arte callejero, Lewis Wagner, de Alameda, California (EE.UU.) destronó el anterior récord mundial en la misma categoría que el artista Federico Delgado Heredia, de Motevideo, Uruguay, estableció en febrero de 2019 y que tenía unas dimensiones aproximadas de 1.800 pies cuadrados.

La obra del californiano se titula Earth Blessings from the Creative Spirit (Bendiciones de la Tierra del Espíritu Creativo) e incluye un dibujo de la Tierra y lemas que representan causas sociales y políticas. El dibujo de tiza también incluye una serie de animales, desde dinosaurios hasta búfalos o mariposas.

Wagner espera que su trabajo sirva como recordatorio a las personas que deben intentar cambiar el mundo, especialmente para poner fin a lacras sociales como la violencia contra las mujeres, así como apoyar las luchas de los pueblos indígenas sin importar donde puedan vivir.