Argentinos en todas partes: apuntes sobre la Bienal de Venecia

Fuente: Perfil – La Bienal de Arte de Venecia es un evento internacional referente del arte contemporáneo, que se realiza en Italia desde hace 120 años aproximadamente. Bajo el título ‘Extranjeros en todas partes’ y con curaduría del brasileño Adriano Pedrosa, la 60a edición inauguró el pasado 20 de abril y podrá visitarse hasta el 24 de noviembre.

La exposición internacional de arte se despliega en el Pabellón Central Giardini (antiguos  jardines reales) y en el Arsenale (antigua base naval, devenida en lugar de exhibición). Con un total de 331 participantes, se divide en dos secciones: el Núcleo Contemporáneo y el Núcleo Histórico. Es también la única Bienal que mantiene la estructura de representación mediante pabellones nacionales, con 87 países representados en los históricos Pabellones de Giardini, en el Arsenale y en los alrededores de Venecia.

Fui invitado a participar en la apertura del Pabellón Argentino, ‘Ojalá se derrumben las puertas’, de la artista Luciana Lamothe, instalación curada por Sofía Dourron y que representa a nuestro país en el evento.

Entre muchas de las cosas que me dejó la asistencia a esta Bienal, es interesante ver cómo la comunidad argentina que circuló en la apertura echó un poco de luz a la oscura realidad actual, comulgando en relación con un mismo misterio: nuestro presente. Un presente que se instala en su modo poético como provocación, pero también como una evocación del pasado porque como ya sabemos: lo mejor está por venir.

Y como parafraseando el título o hipótesis del curador Adriano Pedrosa (por cierto, es la primera vez que la Bienal tiene un curador latinoamericano), ‘Extranjeros en todas partes’, no había sitio hacia el que mirara en el que no resonara ese estilo tan particular que tenemos los argentinos.

Acompañando la inauguración del envío argentino en la cita protocolar; aportando textos al catálogo oficial; en la producción del pabellón de Canadá; en reuniones informales de agentes del arte latinoamericano, guiando y adoctrinando (sic) grupos; representando prestigiosas organizaciones americanas (y también europeas); dando cuenta de lo que pasaba para distintos medios de comunicación; disfrutando como público en general; agitando el grupo de WhatsApp que tenía ‘la’ data (y los bares), y procurando intercambios comerciales (y de cualquier otro tipo también, ¿por qué no?). Y sin lugar a dudas, con la participación récord de artistas argentinos exhibidos. 

Pero esta nueva edición me dejó también una serie de interrogantes: ¿Será producto de una asociación libre –solamente– pensar que el curador leyó el libro de Mercedes Halfon sobre Witold Gombrowicz o que la escritora argentina conocía la obra del colectivo parisino Claire Fointaine? Me lo pregunto porque tanto la Bienal como el libro y la obra tienen el mismo título. ¿Somos siempre extranjeros? ¿Es la Bienal una especie de juego de sábanas y el sistema del arte argentino una camita de una plaza, estilo Procusto? ¿Cambiar el comité de selección del artista o el curador principal garantiza un gran manto que ‘cubra’ todas las expectativas de los agentes del arte autóctonos? ¿Cómo nos interpelan estos grandes actos sensibles en relación con la realidad que atravesamos en materia de cultura y sociedad en nuestro país? 

Más allá de mis dudas y la propia atención flotante, es interesante rescatar el foco de esta nueva edición que estuvo asentado en los artistas extranjeros, inmigrantes, expatriados, diaspóricos, exiliados, oprimidos, refugiados y una larga lista de etcéteras.

La migración, la descolonización y lo queer son sus temas centrales y buscan reflexionar a partir de la yuxtaposición deforme de estas experiencias, sabidurías, miserias y también –y sobre todo– de su obrar en las artes. Intuyo que las operaciones globales de algunos a los que nos repercute lo anterior, decantarán hacia nuevas redes, conexiones, asociaciones, colectivos, comunidades, nuevas preguntas e hipótesis para discutir, procesar y seguir trabajando.

El curador y la Bienal como un todo, visibilizan y ponen en valor cientos de artefactos y organismos diversos, que fueron borrados por las matrices dominantes del geopensamiento. Que esto nos sirva de disparador para evitar que borren las nuestras. Como me dijo Sofia Dourron, la curadora del envío oficial argentino: “La cultura es identidad que se sostiene con instituciones. Sin éstas, desaparece”.

Inauguramos dos muestras de arte textil

Fuente: Buenos Aires – Se exhiben las obras premiadas y seleccionadas del Salón Bienal de Arte Textil junto a una muestra antológica de cuatro destacadas artistas del tapiz

El Museo Sívori inaugura el jueves 25 de abril, a las 18, dos nuevas exhibiciones: “Salón Bienal de Arte Textil (SAT)” que reúne las obras premiadas y seleccionadas de la 28º edición y “El hilo conductor” con curaduría de Eduardo Stupía y obras de Ana Foos, Antoinette Galland, Noelí Pagliero y María Herrada.


Salón de Arte Textil (SAT). Edición 28º

Esta exhibición reúne más de sesenta piezas textiles, entre seleccionadas y premiadas, de la última edición del Salón Bienal de Arte Textil (SAT), evento que cada dos años organiza el Museo Sívori desde 1972 y gracias al cual cuenta con una de las colecciones más destacadas de arte textil en nuestro país.
La 28º edición continúa desarrollando su carácter renovador junto a perspectivas más ortodoxas. La exhibición en general y cada premio en particular, dan cuenta de ello.

Las obras premiadas pasan a formar parte del acervo del Museo Sívori.

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El hilo conductor

Las piezas textiles de Ana Foos, Antoinette Galland, Noelí Pagliero y María Herrada pueden incluirse dentro de la disciplina escultórica. El grupo es una selección representativa de obras que ingresaron a la colección del museo en la década de los ochenta y fueron realizadas con la técnica tradicional de alto lizo, característica principal que se destaca en el marco de la exhibición en simultáneo de la edición 28 del Salón de Arte Textil (SAT) 2022/23. Todas estas piezas son premios adquisición del Salón de Tapiz, excepto La trapecista (colección particular).

La inauguración contará con la participación especial del Grupo Lalala, conformado por artistas, bailarinas y performers, que trabajan en la creación escénica desde la danza (Emilia Pujadas Desperes, Macarena Orueta, Pamela Jury Dayan, Aime Ibaldi y Florencia Novo; asistencia de dirección: Natalia Santillán).

“…el arte textil se impone con la sustancial potencia de su intemporal singularidad poética”. Eduardo Stupía

GALLAND
FOOS

Inauguración: Jueves 25 de abril, 18 h
Av. Infanta Isabel 555, Parque 3 de Febrero (frente al puente del Rosedal)

Entradas
Público General: $500
Extranjeros no residentes: $3.000
Todos los días sin cargo: Menores de 12 años. Personas con discapacidad y
acompañante. Jubilados, docentes y estudiantes con acreditación.
Miércoles gratis

La historia secreta de la obra de Klimt que fue recuperada después de un siglo

Fuente: Infobae – “El retrato de la señorita Lieser”, una de las piezas en las que Klimt trabajaba cuando murió en febrero de 1918. Alrededor de 1925 se perdió su rastro, y se supone que fue robada por los nazis en 1938.

Una misteriosa modelo de mirada sugerente. Un cuadro desaparecido durante casi cien años. El expolio nazi. Todos esos elementos se unieron en la subasta de una obra maestra de Gustav Klimt.

El retrato de la señorita Lieser es una de las piezas en las que Klimt estaba trabajando cuando murió, en febrero de 1918, a los 55 años. Se sabe que el pintor recibió 10.000 coronas como adelanto y se estima que habría recibido otras tantas al entregar la pieza terminada. Hoy día, esas cantidades equivalen a unos 120.000 euros.Klimt reaparece en el mercado del arte con un misterioso retrato perdido durante cien años

La historia del cuadro de Klimt

El cuadro fue encargado por los Lieser, una familia de empresarios judíos que sufrieron el expolio y la persecución de los nazis cuando Austria se unió al Reich alemán en 1938. A la obra se le pierde la pista en 1925, año del que es una foto en blanco y negro tomada para los preparativos de una retrospectiva de Klimt celebrada al año siguiente, y en la que ni se sabe si llegó a exponerse. Ahora se sabe que en un momento indeterminado fue vendido y que desde la década de 1960 estuvo en una mansión a las afueras de Viena.

Varios miembros de la familia tuvieron que huir de Austria durante el nazismo y Lilly Lieser, una conocida mecenas, fue asesinada en el campo de exterminio de Auschwitz. Tras la II Guerra Mundial, sus hijas volvieron a Austria y reclamaron los bienes confiscados por los nazis, pero el cuadro no se menciona en esa petición.

Hace 18 meses, Ernst Ploil, uno de los gerentes de im Kinsky y perito experto en arte, recibió la llamada de alguien que contó haber heredado el cuadro y pidió ayuda para subastarlo. La casa de subastas inició una profunda investigación que ha concluido que no hay pruebas de si la obra fue expoliada o no entre 1938 y 1945, durante la dictadura nazi en Austria. Por eso, cuenta Ploil, la casa planteó al actual propietario la condición de llegar a un acuerdo con los herederos de los Lieser.

El cuadro fue encargado por los Lieser, una familia de empresarios judíos que sufrieron el expolio y la persecución de los nazis cuando Austria se unió al Reich alemán en 1938El cuadro fue encargado por los Lieser, una familia de empresarios judíos que sufrieron el expolio y la persecución de los nazis cuando Austria se unió al Reich alemán en 1938

Recaudación para repartir

“El acuerdo es que subastan juntos y distribuyen lo recaudado”, resume Ploil, quien afirma que de esa forma se supera cualquier posible injusticia y da seguridad jurídica. Este abogado describe este trato como un ejemplo de buenas prácticas, en un país que hasta hace relativamente poco tiempo puso muy difícil a los descendientes de víctimas del nazismo recuperar lo robado. Mörth-Gasser adelanta que la subasta ha despertado interés internacional y que es difícil saber cómo será la dinámica mañana, pero confía en el que el hecho de que el valor estimado sea tan “moderado” puede contribuir a que suban las pujas.

Algo que añade interés al retrato es que no se sabe quién es la modelo, pero se cree que puede ser la sobrina de Lilly Lieser o, más probablemente, una de sus hijas. Sea quien sea, dice Mörth-Gasser, “tiene una presencia increíblemente cautivadora, un atractivo y una belleza juvenil sencillamente encantadores”. Mörth-Gasser destaca cómo Klimt captura en los ojos, en el brillo de las pupilas, la esencia de la modelo, y cómo es capaz de transmitir que es alguien que “tiene aún el mundo por delante” y una mirada abierta sobre la vida.

Además, el valor artístico de la obra es enorme.

Una misteriosa modelo de mirada sugerente. Un cuadro desaparecido durante casi cien años. El expolio nazi. Todos esos elementos se unen en la subasta mañana de una obra maestra de Gustav KlimtUna misteriosa modelo de mirada sugerente. Un cuadro desaparecido durante casi cien años. El expolio nazi. Todos esos elementos se unen en la subasta mañana de una obra maestra de Gustav Klimt

Un salto estilístico

Se considera que es un cuadro inconcluso, aún sin firmar y con un fondo en rojo sobre el que se estima que el pintor iba aún a trabajar. Pero es justo eso lo que, según esta experta, eleva la modernidad y la expresividad de la pieza, y adelanta una nueva etapa creativa. “Me da la sensación de que si hubiera vivido otros cinco años se habría convertido en pintor abstracto y se habría orientado hacia Picasso”, coincide Ploil.

Klimt sigue siendo uno de los artistas más cotizados. En junio de 2023 su Dama con Abanico se subastó por 99,2 millones de euros (107,5 millones de dólares), y se convirtió en la obra de arte más cara vendida nunca en Europa. Serpientes de agua II llegó a los 187 millones de dólares en una venta privada en 2013, y sigue estando entre los diez cuadros más caros de la historia.

Fuente: EFE

[Fotos: (REUTERS/Leonhard Foeger; AFP]

EFE; Casa de subastas im Kinsky / REUTERS; Leonhard Foeger

Se constituyó la Comisión de Cultura de la Cámara de Diputados

Fuente: La Nación – Además de nuevos proyectos, deberá discutir el capítulo de la “ley ómnibus” que el Gobierno había eliminado en aras de realizar acuerdos con los bloques opositores, donde se juega el destino del Fondo Nacional de las Artes, el Instituto del Teatro y el INCAA.

A cinco meses del cambio de gobierno, se terminó de constituir el miércoles pasado en la Cámara de Diputados la Comisión de Cultura, que está presidida por la diputada Silvana Ginocchio, de Unión por la Patria (UP). La integran 31 diputados: trece de UP, cinco de PRO, cuatro de la Unión Cívica Radical, tres de La Libertad Avanza (LLA), tres de Hacemos Coalición Federal, dos del Movimiento de Integración y Desarrollo (MID) y uno de Innovación Federal. El vicepresidente primero es Hernán Lombardi, de PRO; la vicepresidenta segunda, María Fernanda Araujo, de LLA, y la secretaria, María Cecilia Ibáñez, del MID.

Al ser designada Ginocchio como presidenta, la Comisión pasará a definir el temario a tratar. El diputado Lombardi había presidido la Comisión de Cultura en los años inmediatamente anteriores.

Es probable que, además de los proyectos presentados por los legisladores, la Comisión deba discutir el capítulo cultural de la “ley ómnibus”, que el Gobierno había eliminado en aras de realizar acuerdos con los bloques opositores y que ahora se espera que vuelva a presentar como proyectos por separado. Entre otros, están las reformas propuestas por el Gobierno para el Fondo Nacional de las Artes, el Instituto Nacional del Teatro y el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales.

En la reunión de la Comisión de Cultura de la Cámara de @DiputadosAR, asistiendo a la asunción de su nueva presidenta, la diputada @SilGinocchio pic.twitter.com/goGTeYfsOd— Fernando A. Iglesias (@FerIglesias) April 17, 2024

Entre los integrantes de la Comisión de Cultura figuran periodistas, escritores e historiadores como Gisela Marziotta, Sabrina Ajmechet, Fernando Iglesias y Fabio Quetglas. Y reconocidos legisladores como Margarita Stolbizer, Marcela Passo, Maximiliano Ferraro, Natalia Sarapura y Roberto Mirabella.

En la sesión del miércoles, la diputada Ajmechet le reprochó a la diputada Carolina Gaillard, de UP, el uso peyorativo del término “sionista”, y le recordó que el antisemitismo suele disfrazarse de antisionismo. “No voy a permitir que se use ‘sionista’ como un insulto”, dijo la diputada de PRO.

Sionista no es un insulto, Carolina Gaillard. Y, cuando vos le decís a una persona sionista en tono acusador, señalando que hay una falta en eso, estás siendo antisemita.

Esto pasó hoy en la comisión de cultura de la Cámara de Diputados pic.twitter.com/SOF7biwfTb— Sabrina Ajmechet (@ajmechet) April 18, 2024

En X, la diputada Ginocchio agradeció a quienes habían apoyado su designación como presidenta y anticipó cuál sería su su labor en la comisión. “Tengo el convencimiento que es con y desde la cultura que se construyen sociedades más equilibradas y justas -escribió-. Tenemos entonces el desafío y responsabilidad de cumplir con las competencias establecidas en el reglamento e implementar los marcos normativos que sean necesarios, sostener políticas de Estado dirigidas a defender, garantizar y promocionar la cultura e industrias culturales. En esta línea, trabajar de manera transversal, plural y federal, en los imperativos que fortalezcan el acceso democrático a la cultura, el derecho a participar de los procesos creativos y el goce. Fundamentalmente a favor del mundo de la cultura, la identidad y soberanía cultural”.

🏛️Tengo el honor de haber sido propuesta para presidir la Comisión de Cultura en @DiputadosAR
Agradezco a mi bloque @unionxlapatria y a los integrantes de la comisión de los distintos espacios políticos que acompañaron la designación.
Felicito a las demás autoridades elegidas. pic.twitter.com/0uRMLTfGef— Silvana M. Ginocchio (@SilGinocchio) April 18, 2024

Según el artículo 68 del reglamento interno, compete a esta comisión “estimular la planificación, la administración y financiación de las actividades relacionadas con el desarrollo cultural; fomentar la creación artística e intelectual de otras realizaciones como expresión concreta de esta actividad y promoción de la educación artística, que acompañen los procesos de participación del pueblo en la vida cultural, e integrar las políticas culturales y las políticas aplicadas en las esferas de la educación, la ciencia y la comunicación”.

También se discuten proyectos referidos a “la producción y difusión de los bienes y servicios culturales, la preservación y revalorización del patrimonio cultural, preservando la conservación de las formas autóctonas, y el respeto de las minorías culturales y el afianzamiento de los valores” que conforman la identidad nacional.

El jueves que viene abre otra vez sus puertas la Feria Internacional del Libro

Fuente: Perfil – El 25 de abril se inaugura la 48a Feria Internacional del Libro de Buenos Aires en el Predio Ferial La Rural de Palermo. En plena crisis inflacionaria, con una notable pérdida del poder adquisitivo de la población, donde la caída de ventas en librerías supera el 30%, el valor de las entradas se incrementó más del 300% en comparación al año pasado. El acto inaugural será el mismo día a las 18, con discurso inaugural a cargo de la escritora argentina Liliana Heker.

El próximo jueves abre sus puertas al público la 48° Feria Internacional del Libro de Buenos Aires, comprendiendo su actividad todos los días hasta el lunes 13 de mayo inclusive. Se realiza en el Predio Ferial La Rural de Palermo, con boleterías y entradas en Av. Santa Fe 4201, Av. Sarmiento 2704 y Av. Cerviño 4474. La puerta de ingreso de Av. Santa Fe cuenta con sillas de ruedas para personas con discapacidad motriz.

Días y horarios: lunes a viernes, 14 a 22; sábados, domingos y miércoles 1º de mayo, 13 a 22. Sábado 27 de abril, Noche de la Feria, 13 a 24, con entrada libre y gratuita a partir de las 20. 

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El valor de la entrada es: lunes a jueves (excepto 1° de mayo), $ 3.500; viernes, sábados, domingos y el feriado, $ 5.000. También se ofrece un pase de tres visitas a $ 7.500, que permite una única visita por día. Las entradas podrán adquirirse online según información en: www.el-libro.org.ar o en las boleterías en los ingresos.

Y aquí el primer escollo. En plena crisis inflacionaria, con una notable pérdida del poder adquisitivo de la población, donde la caída de ventas en librerías supera el 30%, el valor de las entradas generales se incrementó más del 300% en comparación al año pasado, cuando valían $ 800 de lunes a jueves y $ 1.200 los fines de semana. Para varios editores consultados por PERFIL, estos valores alejan al público más que convocarlo.

Por eso es importante el ingreso gratuito que será todos los días para: menores de hasta 12 años inclusive, visitas escolares y personas con discapacidad; docentes, que deberán presentar recibo de sueldo o comprobante que acredite condición; todos aquellos que presenten Pase Cultural. Los estudiantes, jubilados y pensionados tendrán acceso gratuito de lunes a viernes (excepto 1° de mayo), presentando comprobante que acredite tal condición.

El acto de inauguración será el jueves 25 de abril a las 18, con discurso inaugural a cargo de la escritora Liliana Heker. También contará con la presencia del titular de la Secretaría de Cultura de la Nación, Leonardo Cifelli, y del jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Jorge Macri. Según los organizadores, ambos harán uso de la palabra. En las ediciones de 2018 y 2019, el por entonces ministro/secretario de Cultura, Pablo Avelluto, fue abucheado durante su intervención. Es decir, se espera un tenso comienzo.

En el aspecto cultural, Lisboa será la Ciudad Invitada de Honor en esta edición. Destacándose una serie de homenajes, comenzando por Julio Cortázar (30 de abril, a las 19), a 110 años de su nacimiento y cuarenta de su muerte, con una Maratón de Lectura (Zona Futuro), con la participación de Claudia Piñeiro, Liliana Heker, Mauricio Kartún, Cristina Banegas, Sylvia Iparraguirre, Jorge Consiglio, Federico Jeanmaire, Josefina Delgado, entre otros. 

También habrá experiencias de realidad virtual sobre el cuento Casa tomada de Cortázar y La invención de Morel de Adolfo Bioy Casares. Este último contará con la muestra El lado de la luz: Bioy fotógrafo, curada por Daniel Martino (Pabellón Ocre). El 60° aniversario de Mafalda, el personaje de Quino, lo organiza el Ministerio de Cultura del CABA y contará con Rep, Max Aguirre y Verónica Ramírez. Mientras que el Festival Internacional de Poesía (26 al 28 de abril) conmemora el centenario del nacimiento del poeta y editor de poesía José Luis Mangieri.

Los organizadores anuncian que, por primera vez en su historia, habrá un cierre de la Feria con debate. El domingo 12 de mayo, a las 17, se realiza el debate “La cultura en el centro de la escena”, en el que participan: Beatriz Sarlo, Martín Kohan, Hernán Lombardi y Lucas Llach; moderado por María O’Donnell. Pero el mismo día, sin confirmar horario todavía, el presidente Javier Milei presentará su nuevo libro en la pista central del Predio La Rural (algo que es la primera vez que ocurre en la historia del evento). Se trata de Capitalismo, socialismo y la trampa neoclásica. De la teoría económica a la acción política (Planeta). Sin dudas, un desafío para ver quién cierra la feria y dónde será el debate.

Esto último reinstala la problemática del ecosistema editorial argentino en torno a la ley de precio único (o defensa de la actividad librera, ley 25.542), cuya derogación estaría incluida en el nuevo proyecto de “ley Bases” a presentar por el Poder Ejecutivo ante el Congreso. Tanto la posibilidad de publicar, como la perduración de los libros argentinos en librerías –incluyendo los del presidente Milei y de quienes realizan el debate citado–, dependen de la existencia de otros libros que se publican y reimprimen. Es decir: todo libro necesita de los otros. Cada libro no es un fenómeno único e independiente. Más todavía si los costos de producción se disparan, disminuyen las tiradas y se retrae la compra, como vimos en la nota del sábado pasado.

El conjunto editorial cuenta con más de 500 editoriales pymes del sector editorial comercial y 1.200 librerías. La ley 25.542 establece un ordenamiento de precios que evita la “cartelización” por parte de las grandes bocas de distribución y venta, a la vez que multiplica la presencia de las obras de todos los autores en el extenso territorio argentino. Esta bibliodiversidad garantiza la libertad de elección de los lectores y la libertad de expresión. Tal sistema no será perfecto, pero es el único que existe en el mercado.

La cultura globalizada del siglo XXI incluye infinidad de libros, de distintos países, idiomas, sociedades e individuos. Preservar al libro argentino es perdurar en la discusión geopolítica, exportar conocimiento y cultura. Porque los debates importantes siempre están en los libros.

Marta Minujín, Nicola Costantino, Marcos López y 57 artistas más en la exposición «¿Cuánto pesa el amor?»

Fuente: Perfil – Con la curaduría de Daniel Fischer, la muestra presenta un laberinto por las diferentes caras del amor representadas por artistas nacionales internacionales en la sala Cronopios del Centro Cultural Recoleta.

Para el filósofo alemán Friedrich Nietzsche, el amor es los que “nos hace humanos, demasiado humanos”. Esa característica es a la vez una bendición y una condena. En las obras de arte los sentimientos son una materia prima y, con eso en mente, Daniel Fischer curó la exposición “¿Cuánto pesa el amor?” que se despliega en 1500 metros cuadrados de la sala Cronopios, J y C del Centro Cultural Recoleta (Junín 1930, CABA).

Fischer seleccionó obras de más de 60 artistas nacionales e internacionales, de todos los tiempos y en todos los formatos: fotografías, instalaciones, pinturas, esculturas, videos y fragmentos textuales provenientes de la ciencia ficción o que surgen de conceptos filosóficos y comparten tópicos, mitos y relatos sobre el amor. Puso en diálogo a artistas como Marta Minujín, Manuel Ameztoy, Nicola Costantino, León Ferrari, Nicolás García Uriburu, Edgardo Giménez, Roberto Jacoby, Fernanda Laguna, Marcos López, entre muchos otros.

Exposición

Daniel Fischer contó que su hija le consultó si dolía el amor y que el amor no tenía que doler. Con ese cuestionamiento o deseo rumiando en su cabeza comenzó a buscar expresiones que ayudaran a presentar el amor y así se fue gestando la idea de presentar la exposición. ¿Pesa el amor? ¿Cuánto?

Exposición
Maximiliano Tomas, director del CCR, Marta Minujín y el coleccionista Esteban Tedesco

“La exposición, llena de nostalgia neblinosa y por momentos sombría, actúa como un inframundo límbico, como un borde para el espectador que medita y reflexiona sobre las distintas tecnologías que se ponen de manifiesto, físicas y emocionales, a la hora de pensar en el amor. La creación en este recorte de obra es concebida como un portal o ventana mágica que permite adentrarnos y pensar en la mística, en el misterio y en la espiritualidad sostenida con el amor, el dolor y el silencio”, explicó Fischer.

Exposición

En una de las paredes de la sala de exposición se ven fotos y textos sobre un hotel en Berlín que fue bautizado «Bogotá» por su dueño que había huido del holocausto nazi y había sido refugiado (contenido, resguardado) en Colombia. Esa muestra de amor quiso llevarla de regreso a Alemania. Ese hotel no existe más, pero en esa obra quedan guardados esos fragmentos afectivos que transformó en arte Matilde Marin.


En otra de las paredes aparece un corto en el que la artista Soledad Sánchez Goldar recupera la bicicleta de su tío desaparecido en la última dictadura militar Argentina, la trasforma en una bici fija que al pedalear alimenta un parlante que reproduce la música que la conecta con el que ya no está. La bici está de frente a un monumento que tiene tallado el nombre de su tío junto al de otros desaparecidos. Ella pedalea, pero no avanza, queda quieta frente a su nombre que también quedó quieto y se transformó en ausencia. La memoria pesa, como el amor.

Exposición

“¿Cuánto pesa el amor?” podrá visitarse en el Centro Cultural Recoleta (Junín 1930) desde el 18 de abril a las 18 h, de martes a viernes de 13.30 a 22 h y sábados, domingos y feriados de 11.15 a 22 h, con entrada libre y gratuita.

Sobre Daniel Fischer

Es profesor y curador independiente de arte contemporáneo. Es miembro de la Asociación Argentina de Críticos de Arte (AACA). Se formó en Arquitectura y Artes Visuales. Es docente de la Facultad de Artes, Diseño y Ciencia de la Cultura, (FADyCC) y de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad Nacional del Nordeste (UNNE). Participa como investigador y académico para la Sociedad de Estudios Morfológicos en Argentina (SEMA). Obtuvo becas del Consejo Federal de Cultura, Fundación Telefónica, Fondo Nacional de las Artes, Ciencia y Técnica, Oficina Cultural de la Embajada de España, Fundación Volpe y Fundación Antorchas. Fue director del Museo de Bellas Artes René Brusau (Resistencia, Chaco).

Un mural marplatense fue elegido como «el mejor del mundo»

Fuente: 0223 – «Mensajeras» de Grupo Sismo, se quedó con el máximo galardón del Street Art Cities, el sitio más relevante de arte urbano del mundo.

Los muralistas marplatenses Fer Lerena y Massi Ledesma, integrantes de Grupo Sismo fueron premiados por su último trabajo «Mensajeras» por la plataforma más popular del mundo en Arte urbano, Street Art Cities. Los marplatenses se quedaron con el primer puesto con una obra que refleja parte de la fauna costera como parte de los homenajes a la ciudad en su 150 aniversario.

La obra se inició en la segunda quincena del mes de enero y se terminó durante el mes de Marzo. Dejando de lado los días de lluvia, pintarla llevó cerca de 28 días de trabajo y, se estima que se requirieron más de 340 litros de pintura una superficie total de 544 mts2 y se convirtió en «la más grande de la ciudad».

Esta obra marca un hito en la conexión entre el arte y la comunidad, impulsada por el creciente interés de proyectos privados que apuestan por nuestra ciudad y sus productores culturales.

Según explicó a 0223 Fer Lerena, el proyecto demandó además de la participación de un equipo de arquitectos, ingenieros y equipo logístico que brindaron apoyo en cada fase de la producción.

«mensajeras» se encuentra en el edificio Cuarzur V, ubicada en las calles San Juan y Colón de la ciudad es visible a ras del suelo desde casi un kilómetro de distancia.

Sobre Grupo Sismo

Grupo Sismo surgió en 2012 cuando Lerena y Ledesma eran estudiantes en la Escuela de Artes Visuales Martín A Malharro. En ese entonces, al dúo de muralistas se sumaban Mariel Rosales, Peter Forte y Sofia Álvarez.

“Comenzamos en 2012. En aquel entonces éramos cinco estudiantes de la escuela de Artes Martin Malharro de no más de veintipico de años”, recordaron en ocasión de celebrar su décimo aniversario los artistas en diálogo con 0223. En el último tiempo cobraron notoriedad por obras como “De otra galaxia y de mi barrio” que desde la organización del Balón de oro seleccionaron para presentar a Lionel Messi en la última entrega del galardón y “Okupas” que referencia, con cuatro carpinchos, a Ley de Humedales y los llevó a estar en la escena mediática nacional.Fer Lerena y Massi Ledesma integran Grupo sismo desde 2012. Foto: Peter Forte

Fer Lerena y Massi Ledesma integran Grupo sismo desde 2012. Foto: Peter Forte


“Estábamos estudiando la carrera de profesorado en pintura y veníamos de una experiencia muy divertida que nos había unido en un Centro de Estudiantes. Para nosotros ese proyecto había significado vincular el arte, la política y sacarnos un poco el traje de estudiantes para empezar a ser artistas” aseguran. Entonces combinaba el arte urbano con muestras colectivas de cuadros, poesía, collages hasta que a finales de 2012 ganaron un concurso de muralismo que los llevó a pintar su primer mural. “A partir de ese momento nos conocimos con el arte en la pared”, contaron.

Desde entonces, Sismo realizó obras en todo el país y se convirtió en uno de los grupos de muralistas marplatenses con proyección internacional. En el último año realizaron obras vinculadas al cuidado del medio ambiente como «Divino Tesoro» y se destacaron como artífices de murales de retrato deportivo: además de inmortalizar a Messi y Maradona, fueron los encargados de realizar el primer mural del marplatense Emiliano «Dibu» Martínez.

Leila Tschopp: una exposición que no da respiro al visitante

Fuente: Ámbito – La artista argentina, ganadora del Premio Trabucco otorgado por la Academia Nacional de Bellas Artes, acaba de inaugurar en Arthaus la muestra «Pintura inhumana».

La actual muestra de Leila Tschopp (Buenos Aires, 1978), “Pintura Inhumana”, que se exhibe en Arthaus, presenta el rigor formal que la caracteriza, obra sintética enrolada en una ascética geometría de la que no se queda en la mera repetición y combinación de formas .

A lo largo de estos años, Tschopp pasó del bastidor al panel al muro. A raíz de una muestra en el Museo de Arte Contemporáneo (MACBA) en 2016 sorprendió la presencia de barriles inclinados delante de las obras, es decir, tenía que ocupar el espacio con elementos no convencionales para salirse del cliché y dar cabida a un nuevo discurso inquietante.

Más adelante recurrió a lonas dispuestas verticalmente que caían en pliegues, pero la pintura siempre estaba allí , tersa, impecable. Como era lógico , también realizó performances con esas lonas vinílicas, los cables y mesas por donde la presencia de una performer, traía reminiscencias teatrales y coreográficas

En el libro dedicado a parte de su obra por Mariana César, directora de Pasaje 17, leemos en un texto de Hernán Borisonik que “Leila trabaja el espacio como una totalidad… el conjunto cobra coherencia con la dinámica de la mirada, por eso el recorrido coreográfico que dibujan los espectadores se hace compartida frente a (o más bien , dentro de la obra)».

Entre sus numerosos galardones ganó el Premio Trabucco otorgado por la Academia Nacional de Bellas Artes en 2020 por “El Mar de Hielo”, tres acrílicos atrapados tras barrotes de hierro, que le daban a la obra un aire de clausura . No es la primera vez que Tschopp acude a la figura humana a la que aloja entre sus geometrías como en “Disfraz” (2015) esa vez en movimiento. También en “El Salto” (2012) un cuerpo de atleta en actitud corporal extrema se combinaba con sus geometrías ondulantes.

Entrar a su muestra actual es hacerlo a un espacio donde domina su cromatismo característico de los últimos tiempos: amarillo, azules claros, el color del hierro y las figuras humanas, diríamos más bien, formas humanas que, según la curadora y también autora del texto, la directora teatral Mariana Obersztern, “están posesos por un intenso caudal dramático, que ensayan alguna clase de punto ciego: asuntos del orden del desánimo y la finitud, de la desmesura o el espanto”.

Figuras nada agraciadas, pesadas, desplomadas en el suelo, en estado de abandono o pidiendo auxilio en cuadros de grandes dimensiones apoyados contra la pared. Una muestra oscura, por los materiales fríos, un hábitat que nos hace pensar en un “sin salida” de este mundo cruel y hostil. El espacio arquitectónico es denso, opresivo, teatral. Así son las sensaciones que invaden al espectador que se siente atrapado cuando se recorre esta muestra que no da respiro.

(Bartolomé Mitre434. Martes a domingo de 14 a 22. Clausura el 23 de junio.)

Hace 150 años, el impresionismo rompía las normas que regían el arte

Fuente: La Gaceta – Distanciado del Salón de París, 31 artistas expusieron un nuevo movimiento que proponía otra mirada sobre la realidad, “a plein air”. Con los colores primarios marcaron una ruptura con el academicismo. Un impacto internacional.

En la historia del arte ya estaban registrados los grandes monumentos y la estatuaria rendida a reyes y faraones, a mecenas y Papas desde los antiguos griegos hasta el Renacimiento. El neoclasisimo retrató dramas heroicos, tragedias épicas y guerras; el romanticismo, los contrastes de luz y oscuridad exaltaron el tono de época y del paisaje y el realismo incursionó en la búsqueda del cuerpo humano, como si fuera un reflejo, o en las costumbres, situaciones y rituales de la vida común.

Pero, ¿pintar las impresiones, las sensaciones?

Hasta el momento nadie lo había realizado, incluso no se había discutido qué quería decirse con eso; no había debate.

Hace 150 años se presentó en París una exposición que daría origen al impresionismo, con obras rechazadas por la crítica y por el público, pero que se impuso como una vanguardia, tal vez la primera de la modernidad.

Fue el 15 de abril de 1874 cuando 31 artistas provocaron una ruptura de las reglas que regían al arte; pero mucho más, planteaban una mirada distinta sobre la ciudad, sobre la vida cotidiana, en definitiva.

Fueron Claude Monet, Pierre Renoir, Edgar Degas, Camile Pissarro, Alfred Sisley, Paul Cézanne y Berthe Morisot, entre otros.

La comisaria de la exposición en homenaje que se inauguró hace pocos días en París, Sylvie Patry, destaca la capacidad innovadora del grupo de artistas que cambió la historia de la pintura. No les importaron nunca las burlas y desprecios de los pintores clásicos academicistas: “Iban a mostrar escenas de la vida moderna, iban a mostrar paisajes pintados al aire libre, paisajes muy luminosos, muy claros. En definitiva, una nueva manera de pintar, de pintar la sensación, la impresión; de ahí el término impresionismo, que les dieron para burlarse de ellos, en absoluto para felicitarlos por las nuevas direcciones que habían tomado”.

Para Anatoli Lunacharsky, funcionario de educación de la revolución bolchevique en Rusia, Renoir es el más grande de los impresionistas. En sus palabras, “es demasiado grande para caber en el impresionismo, es uno de los más grandes maestros de la pintura humanista, el pintor de la felicidad”.

Monet con “Impresión, salida del sol” y “Los nenúfares”, es considerado el padre de este movimiento que definió, en las artes, el ingreso a la modernidad; y Edouard Manet, un precursor con su famoso “Le Déjeuner sur l’herbe” (1862).

La luz

Lo fundamental fue exhibir en la pintura los efectos de la luz en el entorno, además de las impresiones personales sobre lo que observaban a través de colores primarios (también llamado colores puros, ya que no había mezclas en la paleta).

La libertad académica significó el desapego de las normas del riguroso neoclasisismo imperante en la Academia de Pintura, que también provenía del plein air, pintar los paisajes al aire libre.

Cierto, no fueron los primeros que se valieron del plenairismo, pero con la Escuela de Barbizón, los impresionistas generalizaron esa mirada y abandonaron la luz artificial (este proceso fue favorecido por la comercialización del óleo en envases de tubo en 1870 y el invento de caballetes portátitles).

En La Grenouillère, que era una especie de balneario público con su restaurante ubicado en el río Sena, Monet y Renoir competían por cuán rápido era cada uno para retratar la impresión de la situación.

Allí se puede apreciar la pincelada impresionista, a modo de tache o parche de color, una pincelada amplia y uniformemente cargada, rápida, breve y gruesa aplicada sobre el lienzo.

No todos los impresionistas pintaban como Monet o Renoir. Pissarro prefirió paisajes o escenas rurales. Y Cézanne (la historia lo registró como posimpresionista) insinuaba ya lo que luego se denominará cubismo.

Contexto

El Museo de Orsay comenzó en estos días a celebrar el aniversario del impresionismo con una gran retrospectiva de 157 obras y un espectacular paseo por el París de 1874, que el visitante puede realizar con gafas de realidad virtual.

Hace 150 años, 15 días antes de la apertura del tradicional Salón de París, un grupo de “rebeldes” y de artistas afines deciden abrir su propia exposición en el número 35 del bulevar de las Capuchinas, a poca distancia de la Ópera, en el taller de un fotógrafo, Félix Nadar.

“El impresionismo nació tras la guerra franco-prusiana de 1870, durante la que varios pintores tuvieron que exiliarse y la insurrección de La Comuna en París y su posterior represión. Surgió en un contexto de crisis continua donde todo se ponía en cuestión, algo que llevó a este grupo de pintores a reformular el arte, a explorar nuevos enfoques y sobre todo a desafiar al formalismo académico”, señala Euronews. “Todo esto llevó a reformular el formalismo académico”, consigna.  

En la Argentina

Cuando el impresionismo se difundió se convirtió en un movimiento internacional, y por supuesto, llegó al país. Desde un punto de vista general, tuvo precursores, pero también fue antecedente de las grandes vanguardias modernas.

Al comenzar el siglo XX, Martín Malharro (1865-1911) introduce el impresionismo con una exposición realizada en 1902. Lo siguieron pintores como Faustino Brughetti (1877-1956), Walter de Navazio (1887-1919) y Ramón Silva (1890-1919).

Entre ellos también se encontraba el tucumano Alfredo Gramajo Gutiérrez: “en sus obras de la primera época el protagonista es el paisaje, de características impresionistas, pincelada suelta y empastes de materia, como los realizados en Catamarca y el Chaco”, caracteriza el crítico Ignacio Gutiérrez Zaldívar.