Eduardo Costantini reveló que financia el déficit de 2 millones de dólares anuales del Malba

Fuente: La Nación ~ Eduardo Costantini, presidente y fundador del Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires (Malba) dijo que él no es el empresario más rico del país, contó que pagó el impuesto a la riqueza -pero lo hizo de acuerdo a su criterio- y contó que financia el déficit de 2 millones de dólares anuales que arroja el museo.

En Hablemos de otra cosa, por LN+, Costantini evaluó la realidad actual, atravesada por el coronavirus: “Lamentablemente, la pobreza, los subsidios y la falta de trabajo han ido en aumento. La pandemia ha aumentado la desigualdad mundial. Hay más de 100 millones de personas pobres. También se ve el privilegio de las naciones desarrolladas por la vacuna y la cantidad de recursos que el Estado tuvo para apoyar al sector privado, que entró en un coma inducido; mientras que a los países pobres nos faltan vacunas, no tenemos los recursos suficientes y ha aumentado la pobreza enormemente”.

Sobre este aspecto, consideró: “Nosotros recibimos la pandemia del exterior, pero la pobreza la creamos nosotros. Los dirigentes de la Argentina somos responsables de la situación argentina. No hay ningún otro motivo más que el desencuentro ideológico y político”. Para él, la clase dirigente se rige por una “agenda egoísta”. “Un país necesita diálogo y consenso, sino es una situación casi anárquica”.

Según él, el prejuicio en torno al empresariado es un problema endémico. “Como el país no ofrece la oportunidad de crecer y de que las distintas franjas de la población puedan desarrollarse y progresar, todos somos mal vistos: el empresariado, el sindicato y los políticos, todos tenemos mala imagen”.

Además, sostuvo que la Argentina no logra resolver el problema de la inflación porque es paternalista y populista. “Lo que más necesitamos es un presidente de transición, que en cuatro años construya alianzas y pactos”.Costantini: «La pobreza es el desencuentro ideológico y político de nuestros dirigentes»

Impuesto a la riqueza

Entonces, habló sobre su patrimonio y contó que lo tiene puesto en ladrillos, arte y dólares. Consultado sobre si pagó el impuesto a la riqueza o si presentó un amparo, contó: “Pagué el impuesto a la riqueza de acuerdo a mi criterio, que tal vez no sea el mismo criterio de la Afip, pero sí lo pagué”. Según dijo, el concepto detrás de ese gravamen le parece “adecuado”, pero consideró que debería estar acompañado con diálogo y consenso. Y añadió: “Este impuesto castiga a los depósitos en el exterior, que es injusto porque el sistema no permite tener los ahorros en el país”.

Las finanzas del Malba

En otro tramo de la entrevista, Costantini habló acerca de la financiación del Malba y el proyecto de ampliarlo unos 10 metros. “Buscamos que la mitad de ese proyecto, por lo menos, esté financiado por la sociedad pudiente”. En ese sentido, detalló que el total es de unos 10 millones de dólares, los cuales “amplían el déficit del museo porque, cuanto más grande, más pierden”.

Al analizar los números del museo, especificó: “El costo global (anual), en épocas normales, es de US$ 4.5 millones, y el déficit es la mitad, US$ 2 millones, 2 millones y pico…”. Entonces, el empresario contó que hay 2 millones que salen de las entradas y de los sponsors. “¿Y los otros 2 millones?”, preguntó el periodista y conductor Pablo Sirvén. “Eso lo vengo aportando yo, pero con alegría”, contestó entre risas.

Sin embargo, negó ser “el empresario más rico de la Argentina”. “La otra gente ayudará de otra manera, tal vez para otras causas, no se puede juzgar”, consideró Costantini. Y, al evaluar lo que sucede con los empresarios de otros países como Estados Unidos, señaló: ”Hay más tendencia a la responsabilidad social del empresario y de la sociedad en general. Para mí, es un tema cultural. Ellos le dan más peso relativo a la sociedad, a la comunidad frente a la familia. En general, nosotros pensamos que cumpliendo con la familia estamos cumpliendo con un mandato”. Es decir, apuntó Sirvén, la plata queda en casa. A lo que el empresario asintió.Eduardo Costantini: «El déficit del Museo es de 2 millones de USD, eso lo vengo aportando yo»

Costantini explicó que lo cultural no desgrava impuestos en la Argentina. Y subrayó: “Se está abriendo, pero hasta hace poco tenías la obligación de dejarle todo tu dinero a tus herederos forzosos, que es la familia”. Así, señaló que ahora uno puede elegir dónde deja el 33% de sus riquezas. “En cambio, en el exterior vos podés dejar el 100% de tu patrimonio de acuerdo a tu voluntad”.

El rol de los museos

Con la creencia de que “a los museos hay que pensarlos a 100 o 200 años”, el fundador del Malba destacó “la longevidad” de este museo, que ya lleva 20 años, lo cual es señal de su “consistencia y permanencia”.Además, el empresario recordó el contexto en el que nació este rincón de Arte Latinoamericano: 10 días después de la caída de las Torres Gemelas y cuatro meses antes del estallido de la crisis del corralito argentino. “Los museos son eso. Han atravesado guerras y grandes crisis. Están pensados para estar y quedarse”. Para montar el Malba se armó un concurso internacional y se presentaron más de 400 proyectos de 35 países, y finalmente ganaron tres arquitectos cordobeses, recordó.

Arte y finanzas: por qué esta es la semana de los u$s 1.000 millones en Nueva York

Fuente: Cronista ~ La Gran Manzana será escenario de importantes auctions en las las principales casas de remates del mundo. Se prevé que compradores millonarios pujen por obras históricas que salen a la venta en Christie’s y Sotheby’s

Posiblemente, esta semana sea la más importante del año para el mercado de arte. El martes 11 de mayo comienza ‘el baile’ con la venta de Christie’s, que busca u$s 50 millones por una pintura de Basquiat (1960-1989) realizada cuando tenía 22 años. Mide 200×190 cm. y los candidatos son un japonés y unos hermanos que tienen un hotel-casino en Las Vegas

Hay de premio consuelo otro suyo, por el que se piden u$s 10 millones. Lo mismo vale un chorreado multicolor del alemán Richter y una ‘araña’ de la escultora Louise Bourgeois, que busca nuevo dueño en u$s 5 millones.

El Basquiat ‘millonario’ que saca a la venta Christie´s en Nueva York

Son 39 los lotes millonarios. La venta más importante es la del jueves, donde la mayoría tiene garantía de venta. Una miniatura de 15×25 cm., boceto de una parte de la obra mayor de Georges Seurat (1859-1891), permanece en una colección de Boston hace más de 90 años, y por lo menos habrá que llevar u$s 8 millones para ponerla en la mesa de luz o en la biblioteca junto a las fotos de la familia.

Miniatura de Seurat que sale a remate tras estar en una colección en Boston por casi un siglo

También habrá muchas obras de mujeres artistas. De la estupenda Lee Krasner, injustamente relegada por la fama de su marido Jackson Pollock, se piden u$s 6 millones por una bellísima obra. Por otra de Joan Mitchell hay que pensar en pagar u$s 10 millones y estar al día con el tributo a las grandes fortunas. Por una no muy linda escultura de mi admirada Barbara Hepworth hay que hablar de u$s 3 millones.

Dicen los que saben que el mejor año en la obra de Picasso fue 1932, y un retrato de su mujer Marie-Thérése, de ese período, puede alcanzar u$s 50 millones. Por un ‘brumoso’ y casi abstracto Monet, pintado desde su habitación del hotel Savoy de Londres, se habla de u$s 35 millones. Pero mi favorito es un Van Gogh de 1888, para el que necesitaré un crédito a baja tasa de u$s 30 millones.

 Finalmente, por un azulado y oscuro Mark Rothko, que dicen fue su última obra y fuera comprada por el coleccionista Paul Mellon, se habla de u$s 25 millones.    

Retrato, firmado por Picasso en 1932, su mejor año según los expertos, que valdría u$s 50 millones

Sotheby’s, en tanto, arranca el miércoles 12 de mayo con 34 lotes. Incluye un importante Basquiat de u$s 40 millones, también un ‘pizarrón’ garabateado en Roma por Cy Twombly a un precio semejante.

Curiosas son las dos pinturas hiperrealistas de Jeff Koons: una, perfecta para un cabaret, con una misma rubia en cuatro posiciones; y un juguete inflable que han tasado en u$s 5 millones.

Pero el plato fuerte son unas 20 pinturas de la texana Anne Marion, quien falleció hace un año y coleccionaba desde obras del Renacimiento hasta modernas de Lichtenstein, Warhol, Diebenkorn, Still y Richter que se cotizan, promedio, en u$s 20 millones cada una.

Un Warhol de la colección Anne Marion

Arte en miniatura frente al Parque Saavedra: fijaron un mosaico en la plazoleta Pascual Pérez

Fuente: Saavedra Online ~ De forma espontánea, con el esfuerzo de muchas personas y casi sin querer, en torno al Parque Saavedra se ha consolidado un gran polo de arte a cielo abierto. Es famoso el mural de Goyeneche junto al emblema de Platense, también las intervenciones de los artistas y vecinos Fa Uno Art y Ale Giorgga. Incluso el Gokú Calamar del centro de jubilados. Se suma ahora una obra mínima, anónima, pero llamativa y colorida: un mosaico sobre el cordón de la Plazoleta Pascuál Pérez, en Superí y Besares.

Como había informado este medio, esta plazoleta y su gemela, la “Alfredo Lepera”, están en obra para sumarle caminos de cemento colorado a los costados. Misma intervención se había hecho en la Escudero, al otro lado del Parque.

Los senderos en ambas plazoletas están listos y solo quedan unas cintas plásticas de color naranja limitando el acceso a los canteros. Con esta obra finalizada en cuanto a los trabajos de cemento, fue que una persona de forma anónima decidió instalar esta obra de arte miniatura.

Ahora que es otoño y las hojas se amontonan en las veredas, puede que se haga más difícil detectarla. No obstante, gracias a sus colores vivos y su textura llama la atención de quienes disfrutan a diario de este pulmón verde de Saavedra.

Sí con firma hay varios mosaicos del taller de Erica Blanco dentro del Parque Saavedra, en los bloques que sostienen los bebederos y cestos:

Una artista argentina acapara la atención en la primera feria de arte presencial en 14 meses

Fuente: Télam ~ «Estoy presentando un cajero automático, pero, a la palabra ATM (las siglas en inglés de Automated Teller Machine) le cambié la letra del medio por ADM, que designa a Automated Dealer Machine, es decir que automaticé el rol del dealer o galerista de arte», cuenta Agustina Woodgate a Télam en una charla desde Nueva York.

Woodgate centra su práctica artística en el estudio de los sistemas, las teorías de valor, las relaciones y las lógicas de poder que operan en la sociedad.
Con la presentación de obras de la artista Agustina Woodgate -un cajero automático que ofrece un dólar a cambio de depositar cien- la galería porteña Barro es la única argentina que participa de Frieze Nueva York 2021, la primera feria de arte presencial en catorce meses, desde que comenzó la pandemia en 2020.
«Somos la única galería Argentina en esta feria presencial donde participan solo 60 galerías de todo el mundo. Y es la primera con esta modalidad presencial desde el comienzo de la pandemia de Covid», dice a Télam desde Nueva York el director de la galería, Nahuel Ortiz Vidal.

Fue en marzo de 2020 la última vez que se realizó una feria de arte presencial, hasta la inauguración el miércoles pasado de Frieze Art Fair, que abandonó su tradicional ubicación en Randall’s Island (a donde había que llegar en ferry) para mudarse en cambio a The Shed, una institución cultural en Hudson Yards de Manhattan, donde permanecerá hasta el domingo próximo, con muchas menos galerías que las 190 que reúnen tradicionalmente.

En ese entramado exclusivo y novedoso, con mucho más espacio para recorrer y turnos previos, en el espectacular edificio The Shed que diseñó el estudio Diller Scofidio + Renfro (el mismo que realizó las más recientes reformas del MoMA), se despliega la obra de la argentina Agustina Woodgate (Buenos Aires, 1981), quien ya cautivó con su nueva obra «Don’t Trust. Verify» a los principales medios de habla inglesa, como el New York Times o Artnet News.

«¿Son reemplazables los galeristas en la era de las criptomonedas? Una artista vende su trabajo a través de un cajero automático en Frieze New York», dijeron desde el periódico especializado Artnet News, sobre la impactante obra de la argentina.

«Estoy presentando un cajero automático, pero, a la palabra ATM (las siglas en inglés de Automated Teller Machine) le cambié la letra del medio por ADM, que designa a Automated Dealer Machine, es decir que automaticé el rol del dealer o galerista de arte», cuenta Woodgate a Télam en una charla desde Nueva York.

La obra funciona así: en el stand de galería Barro hay un cajero automático rebautizado con el nombre que decidió la artista argentina, cuando el cliente inserta su tarjeta de débito hace una extracción como cualquier persona en cualquier cajero, «que en este caso deben ser cien dólares, y el cajero a cambio le da la obra por el dispenser», aclara Woodgate sobre su obra.

La obra guarda íntima relación con la reciente fascinación del mundo del arte con las criptomonedas y los NFT (tokens no fungibles) y «la presentación en Frieze de Woodgate sirve como un recordatorio de que a todas las monedas, no solo a las variedades criptográficas, la sociedad les ha asignado valores arbitrarios», agrega Artnet News.


Dos mil dólares a cambio de…uno

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«La obra es un billete de un dólar lijado. Pero claro, el valor de este billete ahora es arte contemporáneo», enfatiza la artista durante la entrevista.

Y sigue: «El cajero le deduce al cliente 100 dólares, y él a cambio recibe un billete de 1 dólar lijado. Luego, el escritorio de recepción -que imita al mostrador de un banco- que está en la otra esquina del stand, una persona te empaca este billete en una caja muy linda, lo enmarca en un acrílico, y te entrega un certificado de autenticidad, pero para que eso ocurra, el cliente debe desembolsar el restante del valor que son 1900 dólares», desgrana Woodgate.

Es decir que, si el cliente quiere recibir este certificado de autenticidad que verifica que este billete de un dólar lijado es una obra de arte, debe desembolsar un total de dos mil dólares, en esta suerte de performance presentada por la artista cuyo nombre (Don’t Trust. Verify) es un clásico slogan del mundo de las criptomonedas, que a su vez parafrasea la famosa frase escrita en cada billete de dólar (In God We Trust).

Al tiempo que se desarrolla la feria internacional de arte contemporáneo, la artista argentina estrenó hoy mismo su web donde los espectadores podrán hacer sus ofertas para adquirir su obra a través de una subasta on line.

Esta obra pertenece a «una serie de trabajos de Woodgate que deconstruyen el dinero como un medio de representación. Aquí, Woodgate considera el papel de la automatización y sus consecuencias para el trabajo y el valor. ‘Don’t Trust. Verify’ es tanto una crítica del dinero fiduciario como una herramienta financiera anticuada como una investigación de los límites de los mecanismos de distribución alternativos», se lee en la web ni bien se ingresa.

«Justamente mi web de NFT está relacionada con el trabajo que estoy mostrando en Frieze, así que la gente va a poder empezar a hacer ofertas ahí», confió la argentina sobre los NFT o token no fungible, una tecnología que experimentó un inmenso auge en los últimos meses en el mundo del arte contemporáneo debido a su capacidad de proporcionar prueba de autenticidad y propiedad de la obra, que de otra manera tendría que lidiar con la posibilidad de reproducción masiva y distribución no autorizada a través del internet.

Desde hace años, Agustina Woodgate centra su práctica artística en el estudio de los sistemas, las teorías de valor, las relaciones y las lógicas de poder que operan en la sociedad.

En sus obras traza nuevas cartografías disolviendo los límites políticos que ordenan los paradigmas, unifica lenguajes visitando comunidades desplazadas, materializa y evidencia las relaciones de poder que rigen en nuestra sociedad y denuncia formas de dominación a través de sus obras.

 El Automated Dealer Machine de Agustina Woodgate. El Automated Dealer Machine de Agustina Woodgate.
Lija mapas y billetes, dibuja rayuelas, le da voz a los más silenciados y fuentes de trabajo a los desempleados, crea obras a partir del descarte y deconstruye los grandes paradigmas; sus obras trabajan sobre las formas en que la política y la poética institucional organizan el espacio público y privado, desde su infraestructura y su discurso de dominación.

Utilizando un lenguaje lúdico, polisémico, minimalista y contundente, a través de obras escultóricas, intervenciones públicas e interacciones sociales, propone nuevos paisajes que interpelan al público y resignifican el sistema de relaciones existentes.

Para ello convierte y reinserta el excedente de la sociedad en obras de arte que abren el camino hacia nuevas posibilidades de percepción y de acción.

Sus proyectos han sido seleccionados para la Whitney Biennial de Nueva York, la Bienal de las Américas en Denver y otras exposiciones en Tel Aviv, Polonia, Washington, Miami, Berlín, Massachusetts, Hollywood, Estambul, Londres, Montreal, entre otras.

La obra de Agustina Woodgate seguirá hasta el domingo próximo en el stand de la galería Barro, en la feria de arte Frieze New York, que se realiza en el edificio The Shed, junto a galerías provenientes de Estados Unidos, Londres, Brasil y, claro, Argentina.

La primera feria de arte presencial en muchísimo tiempo -un hito para el mundo del arte- evidencia en esta edición algunas novedades que no solo abarcan ingresos cronometrados, la reserva previa de turnos, la obligación del uso de mascarillas o controles de temperatura sino también la posibilidad de adquirir arte a través de un cajero automático.

«Batman soy yo»: el pintor que combate la inseguridad con arte en el conurbano

Fuente: Clarín ~ «El temor y la incertidumbre dominan a una comunidad que pierde las esperanzas de vivir en paz. Las fuerzas de seguridad no pueden frenar la ola de robos y asesinatos, las marchas pidiendo seguridad se multiplican. Los gobernantes convocan a los superhéroes clásicos del comic, que tendrán la difícil tarea de patrullar las zonas calientes del conurbano y combatir a los marginales que dominan la calle». ¿Superhéroes? Esto escribía el artista Enrique Burone Risso en su presentación de una muestra. Pero lo suyo con Batman va mucho más allá,

Su mirada impone seguridad, admiración y respeto. Lo mismo ocurre con sus murales que derrochan alegrías. El Batman del Conurbano irradia carisma por todos lados. “¡Genio, ídolo!”, le gritan los vecinos al pasar desde los autos. Algunos lo saludan con bocinazos, otro levantan la mano mientras anda en bici. “¡Batman!”, exclaman los chicos cuando salen del colegio.

“Cuando me pongo el traje siento poder e impunidad. Te sentís con otra libertad, no te importa nada lo que hay alrededor”, confiesa Enrique Burone Risso mientras posa con total desparpajo con su capa azul y su máscara del mismo tono. Se trata del artista que pintó los murales de Batman. Su obra le está cambiando la cara a San Fernando y ya anda también por Acassuso y Tigre.

Cuando el arte ataca. Burone Risso, en las calles de Zona Norte, vestido de Batman. Foto Lucía Merle

Cuando el arte ataca. Burone Risso, en las calles de Zona Norte, vestido de Batman. Foto Lucía Merle

Esta zona norte del Gran Buenos Aires se ha convertido en Ciudad Gótica: de repente, una veintena de murales de Batman aparecieron en las calles «para impartir justicia». La figura del popular superhéroe se impone en las paredes, portones, garages, estación de trenes, kioscos de revistas y persianas, entre otros espacios públicos. Imposible que pasen inadvertidos. Muchos dicen que el barrio recuperó la alegría.

Ningún Batman es igual al otro: hay de todos los tamaños, casi todos son en blanco y negro como los viejos comics, y le dan un toque de seguridad, mayor fuerza visual y dinamismo al casco central de San Fernando. Es más: ninguno ha sido dañado. Incluso, los vecinos se sienten orgullosos por contar con un personaje tan pintoresco, también conocido como el “Batman del Conurbano”.

“No soy muralista, soy pintor, así lo dice la crítica. En realidad soy un pintor figurativo porque pinto la ciudad: autos, edificios… cualquier espacio que veo en la calle pido permiso y luego pinto. Soy un pintor urbano”, dispara el artista.

Batman vigila. El personaje, por las paredes de San Fernando, Tigre y Acassuso. Foto Lucía Merle
Batman vigila. El personaje, por las paredes de San Fernando, Tigre y Acassuso. Foto Lucía Merle

Burone Risso (65 años) es artista plástico, también se define como un pintor de raza y artista urbano. Su pasión por el dibujo y la pintura viene desde chico. Trabaja sobre urbanismo, superhéroes y fútbol. Fanático del Club Atlético Tigre, vive desde siempre en San Fernando, su lugar en el mundo.

Su idea de instalar el arte en la calle para la comunidad y convertir a San Fernando en un barrio gótico comenzó en plena pandemia. “La gente lo recibe bien por una cuestión estética y también hay de fondo una ficción de protección”.

Batman es un ícono de la cultura pop. Su imagen se asocia a la justicia y a la vida urbana. 

Ciudad Gótica de San Fernando

Hay diecisiete murales de Batman dispersados en cuatro cuadras a la redonda, en la zona céntrica del barrio y otros cuatro en otras localidades en la zona norte del Gran Buenos Aires. Son figuras planas realizadas en paredes, casas, garitas, portones, kioscos de diarios, poste de luz, garages y persianas. Donde encuentra un espacio, Burone Risso pide permiso y después pinta.

Las imágenes están relacionadas al comic e impactan. Batman siempre aparecen expectante, como si estuviera vigilando algo. Para ello, el artista trabaja con pintura sintética para las persianas y pintura acrílica para las paredes, la misma que se utiliza en los estadios de fútbol.

Como en Ciudad Gótica. La presencia del Batman de Burone Risso. Foto Lucía Merle
Como en Ciudad Gótica. La presencia del Batman de Burone Risso. Foto Lucía Merle

Hay una garita de seguridad intervenida en la esquina de avenida de Libertador y Maipú, donde pasan muchísimos autos. Su creador la define como la “Batigarita”. Algunos la ven y le mandan mensajes. Esa obra hizo estallar su Instagram (@enriqueburonerisso).

Otro Batman con la camiseta de Boca y River custodia una canchita de fútbol 5, sobre Constitución al 1500. Una cuadra más adelante se ve otro en colores con el escudo de Tigre, pegado a una verdulería. Y otro más aparece a la vuelta, sobre Necochea, pintado de blanco y negro, vigilando la cancha del Matador pintada por su creador. Enfrente, hay un kiosco de revistas intervenido con muchos Batman y una Gatubela gigante.

“Me ha pasado algo increíble: si bien estamos en pandemia hace un año,antes ya había empezado con estos murales y están intactos, nadie los ha tocado. Hay respeto hacia el superhéroe que imparte justicia desde la pared”, afirma Burone Risso, siguiendo el juego.

Cuidando la frutería. Una de las imágenes de Batman en Zona Norte. Foto Lucía Merle.
Cuidando la frutería. Una de las imágenes de Batman en Zona Norte. Foto Lucía Merle.

Es tanta la admiración que los vecinos sienten por los murales de Burone Risso que ahora le piden que incluya más personajes como Robin, Gatubela, Batichica y hasta el batimóvil.

En cambio, otros juegan a la “búsqueda del tesoro” y le envían las fotos de los Batman que van encontrando a su Instagram o por WhatsApp hasta “llenar” el álbum de los murales de Batman. También los que se fueron al exterior le mandan mensajes cuando descubren la imagen del superhéroe en la calle donde vivían.

Hay más murales en las Ciudad Gótica de San Fernando: en Perón al 1400, una de la calles más transitadas, hay dos “Batman en la noche” y otro gigante en una persiana junto a Superman volando.

Superhéroe y arte. Burone RIsso, con su personaje.
Superhéroe y arte. Burone RIsso, con su personaje.

“La gente se engancha con los murales, algunos gritan ‘Batman’ y se sacan fotos. Cambió todo San Fernando”, relata Cintia, la florista que trabaja en la esquina de Perón y Chacabuco, pegado a la casa de Burone Risso. Obviamente, está custodiada por un gigantesco mural del aclamado superhéroe que vigila una pinturería.

Tal vez, su creación más impactante sea el Batman con su batimóvil que retrató en el frente del portón de una cochera, en Chacabuco entre Perón y Constitución. Es el primer batimural de todos: mide unos 6 metros de alto por 4 de largo.

Chicos y grandes paran, se sorprenden cuando observan la imagen. Algunos se bajan del auto y se sacan fotos. “Los dueños me dieron los materiales para hacer el portón. No tiene ningún rayón ni escritura a la vista. Este Batman intimida”, sentencia Burone Risso.

«La inseguridad es el reclamo constante acá, sobre todo en el Conurbano, una zona que es tierra de nadie»

Enrique Burone Risso

“Enrique vino a ofrecerse porque el portón estaba feo. Mis padres lo autorizaron”, cuenta Elena, la dueña de la casa, y agrega: “le había preguntado qué podía pasar,si lo iban a escribir. Me dijo que eso no iba a suceder y es así, nadie lo dañó. Ni siquiera se les ocurre marcarlo”.

Enfrente vive Analía, quien “custodia” el batimural y tiene el privilegio disfrutarlo todos los días. “Veo el mural y me siento en el otro lado. Es como si fuera mío. Es la primera vez que veo algo así y me satisface. Obviamente le cambia la cara al barrio. Enrique es un artista de San Fernando y ofrece su arte a todos. Es un orgullo para nosotros”.

De pronto, el “Batman del Conurbano” concentra su mirada en las cámaras y posa seriamente para las fotos. Su postura conmueve: parece que nadie lo detiene. Detrás, aparece un mural de Batman de unos seis metros de alto que ha pintado en el frente de una casa, en la calle 3 de Febrero al 1400, entre Maipú y Chacabuco.

Mano de artista. Enrique Burone Risso y sus imágenes de Batman. Foto Lucía Merle
Mano de artista. Enrique Burone Risso y sus imágenes de Batman. Foto Lucía Merle

“Me cansé que me pinten grafitis”, Agustina, la dueña de la “baticasa”. Un día, vio a su vecino haciendo murales y no dudó: le pidió que le pintara el frente de su casa y le acercó los materiales. “Lo llamé a Enrique, me pareció una gran solución y además me encanta cómo queda. Ahora veo mucha gente en bicicleta, otros miran o van caminando asombrados. También sacan fotos y selfies posando con Batman”.

Del arte a la seguridad

La idea de instalar a Batman en las calles nació en 2018, cuando Burone Risso fue invitado a hacer una exposición en el Honorable Consejo Deliberante de San Isidro (HCDSI). “Esa muestra la llamé ‘Súper Conurbano’. Ahí tomé los hechos de inseguridad. Evidentemente, es el reclamo constante acá, sobre todo en el Conurbano, una zona que es tierra de nadie”, explica.

Como la muestra había gustado, el artista decidió hacer otra exposición. Lo que había comenzado como un reclamo de seguridad en la zona fue tomando forma hasta llegar a límites insospechados.

“Entonces dije ‘bueno, voy a nombrar una tercera fuerza, una ficción con los superhéroes. Ahí aparecieron Batman, Robin, Superman, El increíble Hulk, Flash y la Mujer Maravilla. Se mezclaron los hechos reales con los de ficción: los chicos veían los superhéroes pero los grandes veían la parte fuerte de la muestra. No había filtro”, recuerda.

Burone Risso desplazó a los superhéroes en “Súper Conurbano 2” y así Batman pasó a tomar mayor protagonismo. En cambio, “Súper Conurbano 3” fue dedicada exclusivamente al popular superhéroe creado por los estadounidenses Bob Kane y Bill Finger.

Pero hubo un hecho que marcó la idea. “La obra que inicia todo es un tríptico: es el robo en el andén en la estación de trenes de Carupá. Ahí aparece Batman. Es una secuencia que está relacionada y tiene un final abierto: creo que Batman lo agarra al pibe que está robando”, explica el pintor urbano.

¿Por qué Batman?

El entrañable personaje surgido del comic en 1939 saltó a la fama en la televisión con las series protagonizadas por Adam West, en 1966. Más tarde fue interpretado por muchos actores en el cine como Michael Keaton, Val Kilmer, George Clooney, Christian Bale, Ben Affleck y Robert Pattinson en sus múltiples facetas.

“Batman representa a la seguridad, al bien. Superman y el Hombre Araña también son superhéroes urbanos pero por la oscuridad del personaje me quedé con Batman: es un ícono universal. Un coreano o un hindú ya lo entiende. Hasta los nenes de 3 años le dicen ‘Batman’ a la madre y ya lo entienden. Es impresionante”, explica el artista.

Desde su “batitaller” realizó unas 700 pinturas sobre Batman durante la pandemia, de las cuales 22 son murales. “Algunos los hice en momentos en que no se podía pintar pero en el momento del aislamiento duro no salí. La idea no era hacer guita, a mí me gusta pintar en la calle”, aclara.

Lo más asombroso es cómo se instala el mural Batman en la sociedad en reclamo de seguridad. Es decir, lo que representa una expresión artística se convierte en un pedido de seguridad o viceversa, ya que el reclamo de seguridad también se transforma en una expresión artística.

El Batman del Conurbano

Con la inseguridad en aumento, muchos creían que el Batman de las pinturas debería saltar a las calles convertido en murales y que además fuera retratado en fotos. “La gente me preguntaba por qué no aparece un Batman verdadero”.

Y así comenzó la historia para convertirse en el personaje ilustre de San Fernando: “Yani Bartoszek, quien me ayuda a pintar los murales y también es fotógrafo, me dijo ‘Vos sos Batman’. Me la dejó picando. Nunca me imaginé ser Batman, ahora Batman soy yo. Había que hacer las fotos y un look del Batman del Conurbano”.

Entonces, Burone Risso visitó a una costurera de la zona y le encargó que le hiciera la capa y la máscara. “Compré el género azul, le pedí que me hiciera las dos orejas y que se mantuvieran bien paradas. Con esos dos elementos acompañados por unos guantes rojos, un buzo celeste, un jean y zapatillas comencé a salir. ¡Es el Batman del Conurbano!”, se ríe.

Sombra justiciera. Burone Risso como Batman. Foto Lucía Merle
Sombra justiciera. Burone Risso como Batman. Foto Lucía Merle

Así, “El Batman del Conurbano” sale a recorrer las calles pero lo hace en contadas ocasiones. “Estuve disfrazado de Batman con la camiseta de Tigre para ver las dos finales del Matador: la que le ganamos a Boca y la que perdimos contra Racing. También lo usé en algunas apariciones fugaces en la vía pública para hacer los videos”.

En la web del artista están los capítulos con Gatúbela (interpretada por la actriz Mona Melo, su otra ayudante), donde muestra sus aventuras a través del comic. Se lo puede ver en el exclusivo Palacio Sans Suci, en Victoria, charlando con los vecinos por las calles en San Fernando, adentro de un colectivo, en una pizzería, en un bar o en alguna verdulería del barrio.

Su obra más reciente es el mural de Batman de unos diez metros y en colores que acaba de pintar junto con la figura de Diego Maradona en Perú Beach, el balneario que está frente a la estación de trenes de Acassuso.

Pero hubo algunos inconvenientes: “la policía me paró 40 minutos en Acassuso por un problema jurisdiccional. Me decían que no podía pintar porque la pared pertenece al municipio pero es un territorio federal, pertenece al ferrocarril”, aclara.

Burone Risso afirma que seguirá pintando murales por todos lados. “Batman nace porque justamente los políticos no hicieron nada por la seguridad. Fue un reclamo que nunca se escuchó. Prefieren a Batman antes que un patrullero, por eso seguirá creciendo. Ya son más de tres años de trabajar en distintos lenguajes artísticos”.

Burone Risso Básico

  • Artista plástico.
  • Nació en 1956 en San Fernando, donde su abuelo fue intendente en 1917.
  • Es egresado de la Escuela Nacional de Bellas Artes Prilidiano Pueyrredón.
  • Expuso en museos como el Bellas Artes y en el Malba.
  • También exhibió sus pinturas en Nueva York, entre otros lugares.
  • Desde hace 18 años trabaja para la galería Zurbarán, donde prepara una muestra en óleo en homenaje a Maradona.

Una “criptoferia” de arte se suma desde la Argentina a la fiebre de las criptomonedas

Fuente: La Nación ~ Una “criptoferia” de arte donde las obras sólo se podrán comprar con criptomonedas, forma de pago usada semanas atrás para adquirir una obra que rompió varios récords en Christie´s: eso es lo que impulsará este mes desde la Argentina Otra Feria, iniciativa virtual que se propone ofrecer “arte contemporáneo de modo contemporáneo”.

El artistaBeeple llegó en marzo al podio de los tres artistas vivos más cotizados gracias a la venta de un collage digital, por el equivalente en Ether a 69,3 millones de dólares. Como si eso fuera poco, el sitio web de Christie´s corrió el riesgo de colapsar debido a una encendida puja que abarcó ofertantes de once países y una audiencia online de 22 millones de personas. Finalmente, el comprador de ese archivo virtual concebido como Token No Fungible (NFT)fue un misterioso inversor de criptomonedas que se hace llamar MetaKovan.

Obra de Rogelio Polesello ofrecida por la galería cordobesa Via Margutta
Obra de Rogelio Polesello ofrecida por la galería cordobesa Via MarguttaGentileza Otra Feria

El timing no podría ser mejor para el desafío asumido por otraferia.com, espacio virtual donde se reunirá del 23 al 27 de mayo la oferta de una veintena de galerías de distintos países, en su mayoría argentinas. Las obras de artistas muy jóvenes podrán conseguirse desde 200 dólares, y habrá “algunas rarezas de consagrados”, comoRogelio Polesello, que llegarán hasta 35.000 dólares. “Como toda situación de vanguardia, esta edición inaugural será 100% experimental”, anticipó a LA NACION Diego Trulls, impulsor de la iniciativa.

Salón de eventos, Bolivia (2018). Fotografía de Florencia Blanco, artista representada por la galería La Arte de Salta
Salón de eventos, Bolivia (2018). Fotografía de Florencia Blanco, artista representada por la galería La Arte de SaltaGentileza Otra Feria

Lanzada en abril de 2020, con una fuerte presencia en Instagram que incluyó charlas y fiestas inaugurales online con DJ en vivo, Otra Feria convocó desde entonces a más de 100.000 visitantes y 350 galerías en 17 ediciones. La idea incluso fue exportada a Europa como Another Fair, codirigida por Trulls y la española Sara González Arjona.

“Creamos una posibilidad, absolutamente inclusiva y federal, para que galerías de toda la Argentina y de Latinoamérica pudieran tener su canal directo con el mundo. Un espacio donde galerías hiperconsagradas e hiperemergentes tuvieran idéntico tratamiento y grado de exposición”, agregó Trulls, que en 2011 había desarrollado junto a Gabriel Werthein la plataforma Coleccionarte. La intención, ya en esos comienzos, fue “democratizar el arte y el coleccionismo”.

Pasaje, de María Allemand, una de las artistas representadas por Tokonoma
Pasaje, de María Allemand, una de las artistas representadas por TokonomaGentileza Otra Feria

A diferencia de una feria tradicional, las galerías no pagan por tener un espacio sino una comisión del 20% sobre las ventas. Sin embargo, se comprometen entre otras cosas a curar la muestra junto a los artistas, escribir los textos, elegir música que acompañe las obras, editar sus propios videos y “hacer cruces sorprendentes”. “Un mercado cada vez más amplio es la mejor situación posible para todas las partes del sistema”, agrega Trulls, que propone un tema para cada edición; uno de los primeros fue #superpoderosas, destinado a artistas y galeristas mujeres.

Obra de Yolanda López, artista representada por la galería Purísima de México
Obra de Yolanda López, artista representada por la galería Purísima de MéxicoGentileza Otra Feria

“Participé en tres ediciones de Otra Feria. No ha sido un éxito de ventas, pero en medio del contexto 2020 fue un motivador importante”, dijo a LA NACION Oli Martínez, de Tokonoma, una de las galerías porteñas que participarán de esta “criptoferia” con obras de María Allemand, Débora Pierpaoli, María Munzi y Laura Spivak. Entre otras que también se sumaron a la propuesta figuran Impakto (Perú), Del Paseo (Uruguay/Perú), Kiosco (Bolivia), No lugar (Ecuador), Purísima (México) y varias argentinas: PM, Via Margutta, Atocha, Fulana, Pasto, Oda, Beta Sur, La Arte y Laura Haber.

“No conozco a Diego personalmente –agregó Martínez-, pero me gusta su forma de posicionarse siempre un paso adelante, innovando con escasos recursos. En esta oportunidad, la idea de usar una criptomoneda también me entusiasma. Es un gesto, pero podría ser la forma de atraer nuevos públicos. ¡Allí vamos!”

Mural de artista de Trelew fue premiado por Cultura de Nación

Fuente: El Chubut ~ El mural llamado «Vientos del Sur» fue uno de los ganadores del Concurso Federal de Muralismo impulsado por el Ministerio de Cultura de la Nación. El artista que lo lleva adelante es Axel Díaz de 28 años, nacido en Trelew. Cabe destacar que fueron seleccionados 70 proyectos en todo el país y tres son de la provincia de Chubut.

En diálogo con EL CHUBUT, Axel Díaz, estudiante de la Licenciatura en Pintura de la Universidad de la Plata, explicó que «la temática del concurso era la soberanía y había varios puntos de los cuales se podía componer, por ejemplo la inclusión, la soberanía territorial, alimentaria y demás». Entonces, «yo me enfoque básicamente en la resistencia de los territorios ya que mi producción un poco se remonta desde los hechos de la conquista del desierto hacia el presente, es decir, contar un poco la resistencia que se tuvo acá en la zona de la Patagonia, más que nada en Chubut», añadió Díaz. En el mural, también se observa plasmado «los atentados a la soberanía, libertades ya que me enfoqué en algunas causas como la masacre de Trelew, la Guerra de Malvinas, algunas citas también con respecto a las conquistas que fueron llevadas a cabo por las mujeres», explicó el autor del mural. Cabe destacar que la idea principal del mural es «la resistencia, la lucha y la defensa de los territorios», concluyó Axel Díaz. Con respecto a Díaz, se trata de un joven de 28 años que se encuentra a pocas materias de culminar la Licenciatura en Pintura de la Universidad de La Plata y espera el año que viene terminar el profesorado. 

En charla desde el MAR, artista visual pidió que los museos bonaerenses produzcan arte

Fuente: La Capital ~ Ataúlfo Pérez Aznar, destacado fotógrafo cuya obra se encuentra expuesta en el Museo MAR, ofreció una charla que se pudo seguir de manera online y en la que pidió repotenciar el rol de los museos provinciales que se encuentran radicados en el territorio bonaerense.

Desde las mismas instalaciones del Museo MAR, el artista visual apoyó las gestiones que buscan llevar adelante la producción artística y la generación de arte, más allá de la tarea de la exhibición.

“Algunos consideran que el museo es una pared para venir a colgar cosas ya hechas y no, se requiere de una producción”, defendió el veterano fotógrafo, cuyas fotos forman parte de la exposición “Tres miradas sobre Mar del Plata”, junto a las obras de Anne Marie Heinrich y Alberto Goldestein.

“Vi que durante mucho tiempo (el museo) fue una caja vacía, fue un lugar donde no se producía arte sino que se traía arte, como nos pasa a los bonaerenses, importado por curadores porteños y hay que reivindicar al museo provincial, mucha gente cree que este es un museo nacional y no, es provincial. La cultura tiene que ser un lugar de encuentro”, destacó.

Entrevistado por Andrea Germinario y con la presentación del director del Museo MAR, Daniel Besoytaourube, Pérez Aznar también se refirió en su charla a la necesidad de que el país cuente con un Instituto Nacional de la Fotografía, tal como tienen otras disciplinas como el cine, la música o el teatro.

Yo lo pinto, yo lo vendo: artistas-galeristas, de los dos lados del mostrador

Fuente: La Nación ~ De Bariloche a Córdoba y de Colonia a Buenos Aires, Bernasconi, Kovensky, Bianki y Veroni se ocupan no solo de crear sino de comercializar sus obras; la autogestión atravesada por la pandemia

De los dos lados del mostrador; o, como se trata de artistas, sería mejor decir “de los dos lados del atril”: Pablo Bernasconi y otros referentes del mundo de la ilustración se pusieron al frente de galerías y espacios culturales donde exhiben y venden obras propias y de colegas. Es el caso de Diego Bianki, que abrió hace unos meses su taller de Colonia (Uruguay) para organizar muestras y talleres. También Ral Veroni, con la galería palermitana Mar Dulce, especializada en pequeño formato, y Martín Kovensky, con Júpiter, en La Cumbre, Córdoba, que actualmente funcionan además en modo virtual.

“Estoy vendiendo originales hace ya varios años. Hago mis obras en serie, es decir, ensayo varias versiones, cada una diferente de la otra, como si fuese un proceso continuo. Todas son en técnica mixta, una parte digital y otra manual con pintura acrílica, pasteles, a veces objetos y barnices sobre lienzo. Las obras se acompañan con certificado de autenticidad firmado”, cuenta Bernasconi a LA NACION. “El interés por estas obras aumentó mucho en el último año por parte de privados, coleccionistas, hoteles o instituciones que quieren redecorar sus espacios con sentidos puntuales. Entre los compradores realmente hay de todo; supongo que influye la posibilidad de pagar en cuotas. Pero diría que principalmente son lectores que siguen mi obra, coleccionistas y una gran variedad de extranjeros que ven la posibilidad de adquirir lienzos originales”.

Los originales de Bernasconi aumentaron su valor en el último año
Los originales de Bernasconi aumentaron su valor en el último año

Desde principios de este año, el autor e ilustrador proyecta un espacio de arte en Bariloche, ciudad donde reside, para inaugurar en el invierno. “Junto con Tania, mi pareja, estamos en el proceso de construir una galería taller para exhibir y vender no sólo mis obras sino también la de otros artistas. Es un espacio muy particular y mágico, sumergido en el bosque, en donde los compradores puedan observar las etapas de la creación además de su resultado final. Si bien hoy en día la realidad indica que todo se está pasando a la venta virtual, mi impresión es que para este tipo de obras, la exhibición presencial de un original, con su energía, colores y texturas, es esencial. Seguramente vamos a promover también ahí la realización de charlas, talleres y visitas”.

Con valores que promedian los 140 mil pesos, según la serie y el tamaño, los originales de Bernasconi aumentaron su cotización en los últimos años. “En estos tiempos convulsionados, mucha gente está descubriendo el valor de la inversión en arte, como un bien que se cotiza y se usa para resguardar los ahorros. Mis obras, por ejemplo, han subido su valor en un 150 por ciento en los últimos dos años, a raíz de la demanda y de coleccionistas que han revendido sucesivamente los lienzos. Como mi catálogo no es exactamente ‘decorativo’, sino que proyecta conceptos, ideas, mensajes fuertes, muchos compradores son además personas con fuertes convicciones e ideales. Supongo que, en parte, acercarse a una obra es una forma de resumirlos, de representarlos. Es toda una responsabilidad que me ‘hospeden’ en sus casas”, concluye el autor de El infinito que este año publicó Paisaje interior, tres libros ilustrados con poemas de Leonard Cohen.

El proyecto de Diego Bianki, autor, ilustrador y fundador del sello Pequeño Editor tiene, según sus propias palabras, “un espíritu amateur”. Instalado en Colonia (Uruguay) hace unos veinte años, decidió hace unos meses abrir las puertas de su estudio a otros artistas. Así nació Espacio Bianki, donde (cuando el coronavirus lo permita) habrá muestras y talleres. “No es que he transformado mi estudio en una galería profesional sino que he abierto el espacio para que expongan colegas, con los que siento alguna afinidad, y puedan también dictar talleres. Pero, lamentablemente, la pandemia está complicando todo. No pudimos inaugurar una exhibición que teníamos prevista ni hacer el taller programado para abril”, explicó el autor e ilustrador de Cuentos cansados y Rompecabezas, entre otros libros para el público infantil.

"Ronda nocturna", de Isol, artista de galería Mar Dulce
«Ronda nocturna», de Isol, artista de galería Mar Dulce

Un referente de artista-galerista ciento por ciento es Ral Veroni, dueño junto a Linda Neilson de la pequeña y exquisita Mar Dulce. Bianki, colega de Veroni, con quien fundó una galería alternativa en Buenos Aires en los años ’90, lo presenta como “grabador, dibujante, poeta, pintor y editor de un sello pequeñísimo y exquisito que se llama Urania”. Hijo del grabador italiano Raoul Veroni, Ral recurrió a su colección personal para empezar el proyecto de la galería hace unos doce años. “Arrancamos con las obras de mi padre, que eran mi herencia, y de sus amigos. También, con la de colegas de mi generación como Elenio Pico, Bianki, Roberto Cubillas y otros que conocí a partir de ellos, como Cristian Turdera”, contó.

A esos nombres iniciales se sumaron otros artistas como Isol, María Luque, María Elina, Pablo Mattioli y Sofía Alvarez Watson. “A Isol la conozco hace treinta años y somos amigos; viví todo el desarrollo de su carrera. A María Elina la conocí a través de Turdera. Muchos fueron alumnos de Elenio Pico, que es un gran amigo. Digamos que no nos costó armar la galería a partir de una red de conocidos y de colega. Ayudó mucho compartir el espacio con Linda, que es una gran administradora y operadora cultural.”, agregó.

En su galería, Veroni tiene obra propia, pero prefiere “una exposición discreta”. “No me molesta promocionar ni vender mi obra, pero tenemos alrededor de cien artistas y siempre, en promedio, exhibimos trabajos de unos quince o veinte. Tengo obra de mi papá, que para mí es un lujo y un gusto mostrar y vender. Tengo una gran admiración por mi padre, que era un excelente grabador, hacía ediciones de bibliófilo. Era un hombre muy reservado y se alejó bastante del ruido del mundo y de la autopromoción. Tal vez por eso se dedicó a hacer libros. Tuve mucha influencia de él y de mi mamá, que también era artista. Tener una galería consume mucho tiempo y eso hace que no tenga disponibilidad para buscar otros espacios de exhibición, pero a esta altura estoy muy contento y me gusta el trato con el público”.

Pequeña y exquisita, la galería Mar Dulce de Palermo es ideal para iniciarse en la experiencia de comprar originales
Pequeña y exquisita, la galería Mar Dulce de Palermo es ideal para iniciarse en la experiencia de comprar originalesgentileza Galería Mar Dulce

Como el local de Mar Dulce, en Uriarte 1490, no mide mucho más de cuatro por cuatro metros, la decisión desde el primer día fue tener obras de pequeño formato. “El local es muy chico, pero tiene una ventaja: un gran ventanal a la calle. Al fondo, tiene un jardincito que deja entrar la luz. Antes de la pandemia pasaban turistas y muchos se llevaban obras de nuestros artistas. La galería tiene una fuerte tendencia hacia la gráfica, obras en papel y pinturas. La línea es bastante lírica y poética, con mucha naturaleza, poco expresionismo. No hay prácticamente arte conceptual, hay poco abstracto, aunque tenemos a Tulio de Sagastizábal, que tiene un lirismo y un color precioso, y a Daniel Santoro, que trabaja con el peronismo y tiene mucho poder simbólico. Cuidamos siempre que lo que colgamos mantenga la armonía, que el público sienta que hay una coherencia en lo que está expuesto. Mi obra quizá desentona con todo esto y por eso la tengo en bambalinas. Tengo una serie de afiches tipográficos que hice con Juan Carlos Romero a la que le tengo mucho cariño y cada tanto expongo alguno, pero es una obra que se sale un poco de la lógica de la galería”.

Uno de los afiches de Ral Veroni de edición limitada
Uno de los afiches de Ral Veroni de edición limitada

A causa de la pandemia, la galería funciona en versión reducida pero tiene su pata digital en la web donde se pueden conocer las obras y los artistas. En el inicio del sitio dice “#Quedate en casa y enviamos la obra” y aparecen, a continuación, trabajos de distintos artistas con sus precios. Algunos ejemplos: “Opera”, una pintura (gouache sobre papel de 29 x 21 cm, con su marco) de María Luque, cuesta 25 mil pesos. Una acuarela de María Elina, enmarcada, cotiza unos 14 mil pesos. Y un afiche de Romero y Veroni, enmarcado, de una edición de 40 ejemplares numerados y firmados, tiene un valor de 29 mil pesos. Hay descuentos y cuotas.

Coleccionistas principiantes

Según el galerista, “el perfil del cliente promedio de Mar Dulce es un comprador inicial, gente que no necesariamente es coleccionista, que a lo largo de los años se ha hecho habitué de la galería y viene a comprar obras en pequeño formato para decorar la casa. Como tenemos una gran mayoría de artistas jóvenes, los valores son bastante accesibles. Es la idea de la galería. En general, según el tamaño y el artista, los precios se ubican entre 12 mil pesos hasta 29 mil. Hay muchas obras que son más baratas que una campera o un par de zapatos”.

Con respecto a Isol, Veroni rescata que “aunque ganó un gran premio en Suecia por sus libros ilustrados y es una artista muy reconocida, mantiene unos precios muy coherentes con la realidad nacional. Tiene, por ejemplo, unas ediciones limitadas que pueden costar entre siete mil y diez pesos, y algunos originales rondan entre los veinte mil pesos aproximadamente, según el tamaño”.

Desde La Cumbre, donde vive junto con su familia, Martín Kovensky contó a LA NACION que la experiencia de estar de los dos lados del mostrador le permitió entender la cuestión de los precios de las obras. “Si bien ahora no me dedico al galerismo porque al frente de Júpiter está Ana Gilligan, cuando compartíamos la gestión (entre el 2006 y el 2013) pude entrar en contacto con el sistema de valor de una obra de arte y todo el mecanismo de circulación comercial. Como artista fue una experiencia muy innovadora porque uno produce y la venta siempre queda en manos de otros. En general, un acuerdo comercial muy real puede ser que en una venta en una feria como arteBA, el valor se reparte cincuenta y cincuenta entre el artista y el galerista. Como artista no me convencía, pero como galerista entendí que de esos cincuenta tengo que descontar la inversión y el costo de, por ejemplo, estar presente en la feria con el stand y todo lo que implica”.

Fundada por el artista e ilustrador y su esposa en 2006, Júpiter participó de arteBA entre 2008 y 2012. “Fue una experiencia muy rica. Actualmente, la galería funciona más en su modo virtual a través de una plataforma de venta online donde aparecen los artistas y sus trabajos ordenados por técnicas: pintura y dibujo; esculturas y objetos; fotografías y gráficas e impresiones. “Yo me considero un laburante de los dos campos: arte e ilustración. Hay puentes entre ambos trabajos y, también, diferencias: en la ilustración es muy difícil sostener una poética propia porque siempre intervienen las condiciones de encargo y editorial que ponen al artista poeta en un segundo plano. Fundar la galería tuvo que ver con un proyecto familiar: venirnos a vivir a La Cumbre y de tratar de articular nuestro trabajo profesional en un espacio propio”.

Con cuentas muy activas en las redes sociales, los artistas galeristas se encargan de difundir sus actividades y exposiciones. Bernasconi, que acaba de estrenar cuenta en Instagram de su galería en construcción, sube fotos de sus originales colgados en livings y domicilios particulares de los compradores. “La idea es que la galería/taller esté lista para agosto. Lo que muestro en IG son mis intentos por recaudar algo de dinero justamente para poder terminar la construcción. Por suerte, parece haber muy buena recepción. Un proyecto así, en este momento, es como mínimo un lindo delirio”.