El Malba como una casa sin grietas, donde volvieron los abrazos

Fuente: La Nación ~ La celebración de los veinte años del museo hizo posible el respetuoso encuentro de políticos de distintos partidos con un público diverso, en un país atravesado por las luchas de poder

Son las nueve de la noche y estoy por quedarme sola, con el personal de seguridad, en el Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires. Conocido en la escena global como Malba, una institución que aloja cientos de importantes obras de arte moderno de la región. “No te lleves nada”, bromean al despedirse Guadalupe Requena y Soledad Álvarez Campos, integrantes clave del gran equipo del museo. “Tal vez algún cuadrito”, respondo en chiste, antes de volver a mi trabajo como si estuviera en casa: la cobertura de la conferencia de Julio María Sanguinetti, expresidente de Uruguay, sobre la muestra de Rafael Barradas con la que se celebran los veinte años del museo.

Fue mucho más que eso, en realidad. Recibido como una estrella de rock en el auditorio, el secretario general del Partido Colorado –y columnista de LA NACION– dio una sutil lección sobre comportamiento cívico. “Así como nuestra América Latina hoy nos preocupa tanto, nos desafía con sus desencuentros, a veces con sus miserias, también América Latina es ésta, es la creación. La que se eleva por encima de todas esas ambiciones y mediocridades para mostrar la mejor dimensión de nosotros”, dijo el mismo hombre que, hace casi un año, ofrecía otro ejemplo insólito para la región: se abrazó con José “Pepe” Mujica, su rival político, el día que ambos dejaban sus bancas en el Senado.

El jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, junto a su ministro de Cultura, Enrique Avogadro, y el ministro de Cultura de la Nación, Tristán Bauer
El jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, junto a su ministro de Cultura, Enrique Avogadro, y el ministro de Cultura de la Nación, Tristán BauerGerardo Viercovich – LA NACION

Apenas dos días antes, en el mismo auditorio del Malba, había tenido lugar otro encuentro infrecuente en un país atravesado por las grietas y las luchas de poder. El jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larretase detuvo a conversar con su ministro de Cultura, Enrique Avogadro, y el ministro de Cultura de la Nación, Tristán Bauer. “Muchas de las películas que he realizado se estrenaron acá”, recordó este último sobre el escenario, desde el cual también Larreta agradeció al empresario Eduardo Costantini por su visión y su “gran aporte a la ciudad”.

Escucharon a ambos con respeto artistas, curadores y galeristas identificados con distintas corrientes políticas. No hubo abucheos ni cantos al estilo cancha de fútbol, como ocurrió en 2018 en la Ballena Azul del CCK. ¿Fue porque hay mejor “humor social” ahora que entonces? No, la explicación es más extraordinaria en un país tan visceral como la Argentina: el silencio fue una señal de amor por una institución. Por un museo que logró convertirse en mucho más que un sueño cumplido de Costantini, empeñado en lograr que su administración –en manos de la Fundación Malba, presidida por Teresa Bulgheroni, con un déficit anual de unos dos millones de dólares que asume el empresario- llegue a ser sostenida por la comunidad.Los 20 años del Malba

El público reaccionó con risas cuando el fundador de Consultatio e impulsor de Nordelta recordó que Glenn D. Lowry, director del Museo de Arte Moderno de Nueva York, le recomendó no incluir su apellido en el nombre del museo sino apelar a “algo genérico”, para colaborar con su institucionalización. “Me clavó una estaca en el pecho, me mató el ego”, reconoció Costantini, antes de repasar las cinco claves del éxito del Malba: la donación del acervo inicial -223 obras, que hoy ascienden a más de 700-, el edificio, su ubicación, el grupo humano que integra el staff y el apoyo financiero sostenido.

“Cuando empezó en 2001, el Malba representó la posibilidad de rearmar el tejido social a través de la cultura. Es inversión privada puesta a disposición de lo público: transformar la sociedad y las vidas de todxs a través del arte, conectando nuestra ciudad con Latinoamérica y el mundo”, opinó la galeristaOrly Benzacar, presente en un cóctel de celebración en el que abundaron los abrazos para celebrar reencuentros, tras un año y medio de pandemia.

Marta Minujín en la celebración del 20° aniversario del Malba
Marta Minujín en la celebración del 20° aniversario del MalbaGerardo Viercovich – LA NACION

Abrazos como el que se dio en el año 2000 al edificio del museo para reclamar la reanudación de su construcción, detenida por el reclamo de algunos residentes de Barrio Parque. “Hoy Malba es una marca cultural y todos los vecinos debemos celebrar su presencia en la ciudad. Pensar que Costantini tuvo que luchar para concretarlo”, recordó durante el almuerzo ofrecido a los periodistas Victoria Verlichak, participante de aquella protesta. “Es también un lugar de encuentro por encima de las diferencias que tanto nos dividen”, coincidió el fotógrafo Facundo de Zuviría, al señalar el edificio donde vivía justo enfrente.

Las artistas Nushi Muntaabski y Cristina Schiavi se emocionaron al reencontrarse con Homenagem, la obra que realizaron hace una década en la explanada del museo. Igual que Jorge Macchi, que tuvo su antológica allí en 2016. El martes pasado, Macchi sintió en el Malba “que algo empezaba o se abría”. Algo tendrán que ver las puertas siempre abiertas de esta casa/museo, donde me siento en familia y puedo quedarme sola a trabajar en plena noche.

Se presentó «Generación Museos» en el Museo Malvinas e Islas del Atlántico Sur

Fuente: Ministerio de Cultura ~ El programa de la Secretaría de Patrimonio Cultural está orientado a la articulación entre museos nacionales y estudiantes secundarios.

El miércoles 22 de septiembre se presentó el programa Generación Museos en el Museo Malvinas e Islas del Atlántico Sur. La jornada comenzó con un recorrido guiado por el museo a jóvenes estudiantes referentes de centros de estudiantes del AMBA. Seguidamente se dio inicio al acto de presentación del programa.

Este programa de la Secretaría de Patrimonio Cultural propone la articulación entre museos nacionales y estudiantes secundarios/as, a través de los centros de estudiantes, con el fin de promover y fortalecer la organización estudiantil como protagonista de nuestra historia política, social y cultural.

El ministro de Cultura de la Nación, Tristán Bauer, expresó: 

«Este es un programa que nos llena de alegría, se trata de la vuelta a los museos de los alumnos y alumnas del colegio secundario y de los centros de estudiantes. En este museo donde se construyeron durante la pandemia miles de máscaras de protección facial al servicio de la salud, hoy estamos felices por este día que da inicio a un programa que recuperó el encuentro entre los museos y su público”.

La secretaria de Patrimonio Cultural, Valeria González, resaltó la importancia de Generación Museos

“Es un programa cuyo objetivo es que nuestro patrimonio nacional sea un contexto para fortalecer el trabajo de los centros de estudiantes. Nos interesa mucho pensar los centros de estudiantes como espacios de iniciación de la vida política. Pensando la política como espacios de resistencia frente a la indolencia y la amnesia que son dos grandes males de la vida contemporánea. Por esta razón también tiene todo el sentido del mundo que hayamos hecho el puntapié inicial en este predio y en este Museo Malvinas”.

El director del Museo Malvinas e Islas del Atlántico SurEdgardo Esteban, abrió el acto citando a Paulo Freire: “La educación no cambia el mundo, cambia a las personas que van a cambiar el mundo.” Y destacó:

“Lo que buscamos es ser parte de la construcción colectiva sobre lo que significa Malvinas para los argentinos y las argentinas. Hoy fue un día de infinita emoción, porque es de vuelta encontrarse con una parte importante de este museo que son les jóvenes”.

El cierre de la actividad estuvo a cargo de la rapera marplatense Shitstem (Juana Paseri) que brindó un show musical para los y las jóvenes estudiantes presentes. 

“Cacique Calilegua” es el único museo regional de artes plásticas de Jujuy

Fuente: Somos Jujuy ~ Surgió con el impulso de los Encuentros Nacionales de Artistas Plásticos que se celebraban desde 1998 en Calilegua. Conocé la historia del museo y sus próximas exposiciones.

«Un museo casi de la nada», palabras del Arq. Sergio Zago que define con amplitud el potencial de esta iniciativa cultural que hoy es patrimonio de una comunidad. “Cacique Calilegua”, es el único Museo Regional de Artes Plásticas de la provincia de Jujuy.

El Museo surgió con el impulso de los Encuentros Nacionales de Artistas Plásticos que se celebraban desde 1998 en Calilegua. Esta galería nació con el objetivo de contener la producción de obras de los artistas que llegaban a encontrarse en estos eventos.

Museo de Artes Plásticas de Calilegua
Museo de Artes Plásticas de Calilegua

PATRIMONIO DEL MUSEO

En el año 2000 se sumó, la Colección Fernández Mar, y más adelante otras piezas individuales, también donadas y a resguardo de estos muros centenarios.

A los nombres claves del acervo inicial se sumaron los de artistas de diferentes provincias del noroeste argentino, de países vecinos como Chile y Bolivia e incluso firmas de Perú o Cuba que con esfuerzo asistieron a la convocatoria.

El museo fue fundado en 2003 con un patrimonio inicial de Nicasio Fernández Mar, la colección privada que hizo Alicia Distel Fernández, hija del pintor y escultor y obras donadas por los artistas que anualmente llegaban a Calilegua para participar de los encuentros nacionales y latinoamericanos de artistas plásticos.

Desde su apertura fue dirigido por Cánepa quien se alejó en 2009 y la autoridad municipal designó a cargo de la gestión, con un presupuesto prácticamente nulo, a una de las empleadas más entusiastas del museo, Ester Díaz. Con el trascurrir del tiempo las frecuentes lluvias y la falta de mantenimiento deterioraron la infraestructura de tal forma que hubo que descolgar obras por filtraciones de agua e inutilizar uno de los dos «galpones».

Presentación de la puesta en valor del Museo de Calilegua durante la Noche de los Museos de la provincia de Jujuy.

En 2016, tras dos años de hacer actividades conjuntas entre el museo y el Centro de visitantes de Ledesma, a cargo de Calvó, surgió la posibilidad de volver a pedir ayuda a esa empresa. «Fuimos enlazando voluntades y trabajos para darle brillo», compartió Calvó y destacó el compromiso de Díaz y de sus compañeros de equipo, el artesano Hugo Antelo y el artista plástico Iván Parraga.

REINAUGURACIÓN

En 2018, el museo fue reinaugurado. Luego de dos años de trabajo a cargo del equipo de la empresa Ledesma, con la intensa intervención de la Municipalidad de Calilegua, el programa de capacitación de oficios de Ledesma y la Escuela Técnica Herminio Arrieta y el Centro de Visitantes Ledesma.

Se repararon los techos, la iluminación de las salas, el sistema de montaje y se refuncionalizó el depósito.

Museo “Cacique Calilegua”

El Museo Regional de Artes Plásticas «Cacique Calilegua» nunca cerró sus puerta, y funciona en el que fue el Viejo Almacén del pueblo, un edificio que se estima que cuenta con más de cien años.

Cada «Encuentro» realizado es un hoy parte de la memoria viva del pueblo, está en el recuerdo de las personas que transitan las calles y cada mes de Agosto, se materializa nuevamente en diferentes actividades culturales irradiadas por el Museo.

EXPOSICIONES

Durante el mes de septiembre se esta realizando una exposición actual de Premio Ledesma de Artes Visuales edición 2021, itinerancia en las Yungas.

La próxima actividad a desarrollarse es el Encuentro Provincial de Escultores que se llevará a cabo desde el 5 al 9 de octubre de lunes a viernes por la mañana y la tarde.

Se programarán visitas educativas y turísticas para todas las personas que quieran recorrer el patrimonio cultural e histórico de Calilegua.

Los diez museos más visitados de la Argentina

Fuente: La Nación ~ Con el Bellas Artes a la cabeza, el top ten está dividido entre instituciones dedicadas al arte y a la historia; las cifras son previas a la pandemia, cuando no existían las restricciones ni los protocolos

Sobrevivieron al año más duro de su historia. Cerrados durante meses por la pandemia, los museos argentinos enfrentaron el desafío de mantener una conexión virtual con el público y prepararse para un futuro “híbrido”. Formaron alianzas y reabrieron con protocolos, y con una programación extendida a jardines, patios, calles y veredas. La inminente llegada de la primavera ofrece la esperanza de volver a escalar en un ranking que, antes del coronavirus, concentraba más de un millón y medio de visitas al año solo en los tres primeros puestos.

Fachada del Museo Nacional de Bellas Artes, el más visitado del país
Fachada del Museo Nacional de Bellas Artes, el más visitado del paísArchivo/Mauro Alfieri

El Museo Nacional de Bellas Artes se lleva todos los premios. Además de ser el más convocante del país, con un registro de 631.440 entradas en 2019 -año en que el Louvre volvía a ser el más visitado del mundo, con 9,6 millones-, aloja la principal colección de arte argentino y obras de grandes artistas de la historia del arte universal. Su acervo de 12.000 piezas de diferentes períodos incluye, por ejemplo, creaciones de Auguste Rodin, Édouard Manet, Claude Monet Pablo Picasso, Amedeo Modigliani, Marc Chagall, Paul Klee y Vassily Kandinsky.Visita guiada por la sala Guerrico del Museo Nacional de Bellas Artes

Esto convierte a la institución en una de las más importantes de América Latina. Fue fundada en 1896 en el edificio de las tiendas Bon Marché de la calle Florida -hoy Galerías Pacífico- y trasladada en 1933 a su sede actual, remodelada por Alejandro Bustillo.

El artista Leandro Erlich dentro de Swimming Pool, la obra que se convirtió el selfie obligada y contribuyó a instalar su muestra en el primer puesto de las más visitadas del Malba
El artista Leandro Erlich dentro de Swimming Pool, la obra que se convirtió el selfie obligada y contribuyó a instalar su muestra en el primer puesto de las más visitadas del MalbaArchivo/Ignacio Coló

La sigue de cerca el Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires (Malba), que cumple dos décadas mañana. Con un patrimonio que abarca más de 700 obras de artistas clave para la región como Tarsila do AmaralFrida Kahlo y Antonio Berni, registró 506.000 visitas en 2019. Ese año incluyó la muestra deLeandro Erlich, la más popular de su historia, que convocó a 206.000 personas. El éxito que tuvo su Swimming Pool, un imán para las selfies, hizo que esa pieza continuara abierta al público varios meses más.Visita guiada por la muestra Liminal, de Leandro Erlich, la más visitada de la historia del Malba

En tercer lugar, con 503.517 visitas, se ubica elMuseo del Cabildo de Buenos Aires, seguido por laCasa Histórica de la Independencia en Tucumán(305.934). De los seis puestos siguientes, tres son históricos. De esta manera, el arte y la historia se disputan por igual el Top Ten de los más visitados.

El Cabildo de Buenos Aires, el museo histórico más visitado
El Cabildo de Buenos Aires, el museo histórico más visitadoGentileza Ministerio de Cultura de la Nación

Aunque según datos del Ministerio de Cultura de la Nación, en cifras totales los históricos llevan la delantera en preferencias sobre los de ciencias naturales; artes; ciencia y tecnología; antropología y arqueología, y temáticos (como el del vino y el del juguete), en ese orden. Vale recordar que en esas cifras inciden factores como las visitas escolares y el costo de la entrada, a los que se suma ahora el aforo disponible en cada institución.

Los lugares donde sucedieron hechos históricos, como la Casa de la Independencia en Tucumán, convocan gran cantidad de público
Los lugares donde sucedieron hechos históricos, como la Casa de la Independencia en Tucumán, convocan gran cantidad de públicoGentileza Ministerio de Cultura de la Nación

“Los museos históricos son los más visitados en tanto representan sitios de memoria –señala a LA NACION Marisa Baldasarre, directora nacional de Museos-. Muchas veces están ubicados en los lugares efectivos en que sucedieron y se narraron los hechos, o están ubicados en Monumentos Nacionales y transitarlos tiene mucho que ver con su pregnancia como lugares ícono. Muchas veces resguardan además reliquias y objetos vinculados a hechos y personajes centrales de nuestra historia nacional. En ese punto la educación patriótica ha contribuido enormemente a que sean no sólo sitios de visita, sino también de encuentro e incluso vínculo afectivo con dichos hombres y mujeres de nuestro pasado”.

Vista a la playa y al lobo creado por Marta Minujín desde el interior del Museo MAR, en Mar del Plata
Vista a la playa y al lobo creado por Marta Minujín desde el interior del Museo MAR, en Mar del PlataGentileza Museo MAR

Para quienes aún no se animan a las visitas presenciales, y en sintonía con el nuevo paradigma híbrido, LA NACION ofrece la posibilidad de conocer en el sitio museos.lanacion.com.ar las obras destacadas de los principales museos de Buenos Aires. Y descubrir historias como la de El beso, de Auguste Rodin, escultura realizada especialmente por el artista francés como un obsequio para el Museo Nacional de Bellas Artes. El paseo virtual puede incluir también varios museos de criptoarte, con puertas abiertas las 24 horas.

Los diez museos más visitados de la Argentina (2019):

  • Museo Nacional de Bellas Artes (CABA): 631.440
  • Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires (CABA): 506.000
  • Museo del Cabildo de Buenos Aires (CABA): 503.517
  • Casa Histórica de la Independencia (Tucumán): 305.934
  • Museo de Arte Moderno de Buenos Aires (CABA): 267.000
  • Museo MAR (Mar del Plata): 191.599
  • Muntref Sede Hotel de Inmigrantes (CABA): 168.000
  • Museo Histórico del Norte (Salta): 127.229
  • Palacio San José (Entre Ríos): 126.047
  • Museo Histórico de Buenos Aires Cornelio Saavedra (CABA): 123.223

Fuente: Ministerio de Cultura de la Nación, el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y los museos MAR, Malba, Moderno y Muntref

Tras el golpe de la pandemia los museos reabrieron con protocolos y una programación extendida a jardines, patios, calles y veredas como muestra esta imagen del Moderno
Tras el golpe de la pandemia los museos reabrieron con protocolos y una programación extendida a jardines, patios, calles y veredas como muestra esta imagen del ModernoGentileza Mudeo Moderno/Guido Limardo

El secreto del éxito del Malba, que hoy cumple 20 años

Fuente: La Nación ~ Eduardo Costantini fundó el museo en 2001, en un mundo en crisis; hoy se celebrará el aniversario con la inauguración de una muestra de Rafael Barradas y el anuncio de una nueva adquisición

Hace dos décadas, el Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires (Malba) abrió por primera vez sus puertas en el peor contexto posible: mientras el mundo y el país coincidían en una de las peores crisis de su historia. Las Torres Gemelas acababan de ser derribadas y la Argentina avanzaba hacia un derrumbe económico y político. El empresario Eduardo Costantini donó entonces su valiosa colección de arte para crear una institución abierta a una comunidad que, en estos días de pandemia y luchas por el poder, tampoco encuentra consuelo.

“Sin duda volvería a hacerlo, ¡y con más ganas!”, responde a LA NACION Costantini mientras recorre con orgullo la muestra Rafael Barradas: hombre flecha, que abrirá hoy al público con entrada gratis de 15 a 21. Una forma de celebrar volviendo a las raíces, ya que una de las pinturas del artista uruguayo que integran la exposición se contó entre sus primeras adquisiciones: Quiosco de canaletas (1918) fue una de las 223 obras de grandes maestros latinoamericanos modernos –incluidos Frida KahloDiego RiveraTarsila do AmaralEmilio PettorutiAntonio BerniyXul Solar– que integran la colección fundacional del museo.

Eduardo Costantini junto a dos obras de Barradas que pertenecen a la colección del Malba; una de ellas, Quiosco de canaletas (1918), en contó entre sus primeras compras
Eduardo Costantini junto a dos obras de Barradas que pertenecen a la colección del Malba; una de ellas, Quiosco de canaletas (1918), en contó entre sus primeras comprasPATRICIO PIDAL – AFV

Ese acervo abarca ahora más de 700 obras, alojadas en el segundo museo más visitado del país -después del Nacional de Bellas Artes-, que logró ganar un lugar de prestigio a nivel global. “Es el conjunto de arte latinoamericano exhibido más importante del mundo”, sostiene orgulloso el coleccionista, también fundador de Consultatio e impulsor de Nordelta, que adquirió sus primeras piezas a los 23 años. Como no tenía los 2000 dólares que pedían por un retrato de Antonio Berni en una galería de Acassuso, compró en cuotas otras dos de Leopoldo Presas e Iván Vasileff para decorar su casa.

Móvil de Julio Le Parc en la muestra Le Parc Lumière (2014)
Móvil de Julio Le Parc en la muestra Le Parc Lumière (2014)Archivo/Martín Felipe

¿Cuál fue el secreto del éxito del Malba? Según Costantini, cinco factores: el acervo inicial, la ubicación, el edificio, el grupo humano que integra el staff y el apoyo financiero sostenido. Si bien sigue asumiendo un déficit anual cercano a los dos millones de dólares para sostener el funcionamiento del museo, en noviembre último dejó en manos deTeresa Bulgheroni la presidencia de la fundación que lo administra para profundizar su transformación en una institución pública.

Leandro Erlich dentro de la convocante pileta que integró en 2019 su muestra Liminal, la más visitada del Malba
Leandro Erlich dentro de la convocante pileta que integró en 2019 su muestra Liminal, la más visitada del MalbaArchivo/Ignacio Coló

“Nos queda repensar los próximos veinte años. Tenemos la obligación de reinventar el museo”, dijo esta última ayer, al presentar a la prensa la muestra de Barradas. Según adelantó a LA NACION, una de las prioridades en ese proceso será intensificar la programación virtual. Incluirá una nueva plataforma educativa y un ciclo en torno a la obra Manifestación, una de las piezas icónicas del museo, a cuatro décadas de la muerte de Berni.

Mientras que hoy se anunciará la donación al museo de una obra comprada con fondos de la Asociación de Amigos y el banco ICBC, la proyección federal y los intercambios con instituciones extranjeras se retomarán a medida que lo permita la pandemia. También quedará pendiente para el año próximo cubrir el cargo de la dirección artística, que quedó vacante tras la reciente partida deGabriela Rangel. Y continúa vigente, aunque sin fecha estimada, el proyecto de ampliar el edificio por debajo de la Plaza República del Perú.

Una de las instalaciones de la muestra Yayoi Kusama. Obsesión infinita (2013), la segunda más visitada del Malba
Una de las instalaciones de la muestra Yayoi Kusama. Obsesión infinita (2013), la segunda más visitada del MalbaGentileza Malba

“El Malba se convirtió en una institución de referencia a nivel global porque inscribió en la Argentina un modelo expositivo internacional. No solo porque el edificio fue construido específicamente para alojar el museo sino también porque adelantó la figura del curador en nuestro circuito, innovó en la manera de conceptualizar las exposiciones, impulsó muestras de artistas argentinos y a la vez realizó alianzas con importantes instituciones de otros países”, opinaMaría Amalia García, flamante curadora en jefe, que asesoró aInés Katzensteinen una importante muestra de arte latinoamericano en el MoMA y trabajó junto al respetado curador e investigador Marcelo Pacheco.

Este último, curador en jefe de Malba desde 2003 hasta 2012, jugó un rol clave en crecimiento de la colección del museo. Similar al que cumplió el coleccionista y empresario Ricardo Esteves al orientar a Costantini en sus inicios. “No empecé a comprar en forma sistemática hasta que Ricardo comenzó a asesorarme. Reconozco su influencia en la compra de grandes obras como Abaporu”, dijo en una entrevista con la curadora Mari Carmen Ramírez, cuando presentó la colección del Malba en el Museo de Bellas Artes de Houston, en referencia a la codiciada pieza de arte moderno brasileño que había adquirido en 1995.

Montaje de la muestra Warhol. Mr. America (2009), la tercera más visitada del museo
Montaje de la muestra Warhol. Mr. America (2009), la tercera más visitada del museoGentileza Malba

Dos décadas más tarde pagaría 15,7 millones de dólares por Baile en Tehuantepec, de Diego Rivera, la cifra más cara para una obra de arte latinoamericano. Aunque pertenece a su colección personal, fue prestada en comodato para ser exhibida en Malba. Lo mismo hará con Café (1918), obra de Barradas comprada durante la pandemia –entre varias que sumaron una inversión de 25 millones de dólares-, que se sumará a la muestra actual.

En los próximos meses, la programación continuará con muestras de fotografía dedicadas a Madalena Schwartz Foto Estudio Luisita, además de un ciclo de cine destinado a celebrar el aniversario y sus habituales cursos que abarcan arte y literatura. Una sinergia interdisciplinaria que convierte al museo en un centro cultural, destinado a todo tipo de audiencias.

“El Malba encarna el concepto de museo como un laboratorio realmente vivo, que –desde mi perspectiva teórico-práctica- es el único modelo con alguna posibilidad de éxito en el siglo veintiuno”, opinó Mari Carmen Ramírez en la citada entrevista con Costantini, hace una década. Desde entonces, el Malba registró tres de sus muestras más taquilleras: Liminal, de Leandro Erlich (2019); Obsesión infinita, de Yayoi Kusama (2013), y Dream Come True, de Yoko Ono (2016). Apenas tres de los hitos que incluyeron intercambios con prestigiosas instituciones como el MoMA, el Met y la Pinacoteca de San Pablo, en un círculo virtuoso que hoy cumple veinte años y sigue creciendo.

Para agendar:

Rafael Barradas. Hombre flecha. Se inaugurará hoy de 15 a 21, con entrada gratis y reservas en malba.org.ar. Hasta el 14 de febrero.

Eduardo Costantini: «El propósito del Malba es existir durante siglos»

Fuente: Télam ~ «La pandemia nos señaló un camino nuevo que es el Malba virtual; se abrieron ahí nuevas oportunidades y es algo que llegó para quedarse. Podes alcanzar a audiencias que de otra manera no podrías, a través de otro formato, que es el virtual», contó el fundador de la institución durante la charla con Télam. El proyecto de ampliación del museo y su rol como coleccionista. 

El Malba se prepara para celebrar veinte años desde su creación, el 21 de septiembre de 2001, con una colección actual de 600 obras, una exposición dedicada al uruguayo Rafael Barradas, un homenaje al artista rosarino Antonio Berni a 40 años de su muerte, bajo el título «Manifestación en foco», que investiga la vigencia de aquella emblemática pieza sobre desocupados e inmigrantes, y con la confirmación de que, luego de la salida de Gabriela Rangel, no van a buscar nuevo director hasta el 2022, confirmó el fundador de la institución Eduardo Costantini.

«El tema de nombrar director lo vamos a plantear el año que viene. No tenemos apuro. Sin duda vamos a tener director artístico pero mientras tanto estamos muy bien cubiertos. No es que estamos acéfalos y hay que llenar ese espacio con imperiosa necesidad. Estamos con un muy buen nivel curatorial», explicó Costantini, actual presidente honorario de Fundación Malba, en diálogo con Télam, luego de elogiar la gestión de María Amalia García, designada en mayo como curadora en Jefe del museo.

En el marco de la conmemoración del vigésimo aniversario, Malba presenta del 21 de septiembre de 2021 -y hasta el 14 de febrero de 2022- una exposición antológica dedicada al gran artista uruguayo Rafael Barradas (1890-1929), con más de 130 piezas, entre óleos, acuarelas y obras sobre papel, en las que el artista descompone las escenas geométricamente para plasmar el dinamismo de la ciudad moderna, siguiendo las direcciones del cubismo y del futurismo.

Curada por Enrique Aguerre –director del MNAV (Museo Nacional de Artes Visuales de Uruguay)–, la muestra «Hombre flecha» toma su nombre de una carta de Barradas a Joaquín Torres-García, en la que le habla del también artista Pedro Figari: «Es hombre camino, como nosotros. Hombre flecha, flecha que va a un blanco. Aunque no se dé en el blanco, ya es importante –tal vez lo único– tener blanco. Una flecha sin blanco no es flecha; es el caso de muchos hombres», escribió.

Por otra parte, el museo lanzará en noviembre «Malba On Line», su plataforma de contenidos audiovisuales con diez cursos emblemáticos de la programación literaria que busca ampliar el alcance virtual del museo, llegando a nuevas audiencias nacionales e internacionales, con contenidos de alta calidad, disponibles en español e inglés.

Se trata en total de 40 clases (parte de los diez cursos) que seguirá sumando contenidos propios, que busca llegar a nuevos públicos fuera de la Argentina y que reunirá por ejemplo, «Literatura latinoamericana y vanguardias artísticas», por Gonzalo Aguilar; «Clarice Lispector. Inauguración del futuro», por Florencia Garramuño; «Los laberintos de Borges. Entre el cosmos y el caos», a cargo de Carlos Gamerro; o «Las armas ocultas de la escritura», por el crítico y curador Rafael Cippolini.

En tanto, «Manifestación en foco», un proyecto en homenaje a «Manifestación» (1934) de Antonio Berni, una de las obras fundamentales del arte argentino, perteneciente a la Colección Malba, propone un diálogo entre presente y pasado a través de una investigación profunda sobre los aspectos materiales, históricos y culturales de la obra, que además buscará el impacto que aun posee en la cultura argentina.

«La pandemia nos señaló un camino nuevo que es el Malba virtual; se abrieron ahí nuevas oportunidades y es algo que llegó para quedarse. Podes alcanzar a audiencias que de otra manera no podrías, a través de otro formato, que es el virtual. Es algo que sin dudas crece explosivamente en el mundo. Lo que se viene de cara hacia adelante es lo presencial y lo virtual. El mundo está transitando el formato híbrido. Y hay que aggiornarse a la realidad actual», sostuvo Costantini en entrevista con Télam.

-Télam: ¿Cuál es el balance que hace de Malba a veinte años de su fundación?

-Eduardo Costantini:
Malba fue muy bien recibido por la comunidad, reconocido como institución, se insertó en la vida de Buenos Aires como lugar de encuentro, donde disfrutar de diferentes disciplinas artísticas, de educarse, informarse. Fue un amor a primera vista entre el Malba y el público. Que agradecemos tanto, porque todo objetivo de un museo es, sin duda, la gente. Hemos trabajado durante estos 20 años en construir la institucionalidad del Malba, que eso lleva más tiempo, se logra a través de las décadas, para que trascienda su fundador. No tenemos ninguna duda existencial, no necesitamos ir a un analista, el propósito de Malba es claro: seguir a largo plazo, durante siglos. Que trascienda: de hecho ya hay otro presidente del Malba (Teresa Bulgheroni), hay un consejo constituido, un comité de adquisiciones, la asociación de amigos. El Malba se va nutriendo y fortificando y estamos felices de poder homenajearlo en estos 20 años que hemos recorrido. Si el Malba muere con su fundador sería un desastre.

-T: ¿Qué obras pertenecen al museo y cuáles a su colección personal?

-EC:
Yo doné toda mi colección a Malba el 21 de septiembre del 2001. De ahí en adelante todo lo que adquirí es a nombre personal. Y el Malba tiene un programa de adquisiciones, y ha ido comprando de acuerdo a ese presupuesto. De todas formas, muchas de las obras que he adquirido recientemente las he prestado a largo plazo al museo.

-T: ¿Cómo planifican el 2022?

-EC:
Sin dudas. Tenemos todo planificado para 2022. Estamos trabajando para una vuelta a la normalidad. La presencialidad siempre va a estar vigente, el ser humano es un ser social como dijo Aristóteles. La apertura de la cuarentena lleva a un mayor deseo de reunirse por parte de la sociedad. Eso no va a cambiar nunca, a pesar de la virtualidad.

-T: ¿Qué importancia cree que tiene el arte en esta era pandémica?

-EC:
Los museos vamos a respetar los protocolos necesarios, aunque esperamos que la pandemia afloje y que los requerimientos no sean tan estrictos. Aunque soy optimista al respecto de la post-pandemia. Y el arte siempre tiene un rol presente y siempre lo va a tener. Con las distintas temáticas, problemáticas sociales o económicas. El arte es vivo y el museo tiene que ser una caja de resonancia de lo que está ocurriendo en el mundo.

-T: ¿Qué pasó con el proyecto de ampliación del Malba, para sumar 3.800 metros cuadrados y aumentar la superficie en un 50 por ciento?

-EC:
Ese proyecto está pendiente pero no es que no se vaya a concretar la ampliación del museo por debajo de la Plaza Perú. La idea es materializarlo. La definición de la caja arquitectónica la tenemos, ahora tenemos que rediscutir el uso de esa espacialidad, porque ha cambiado la forma de expresión del arte, por el cruce de distintas disciplinas, la performance, la música, video, literatura, con el arte tradicional de la pintura. Entonces también nos estamos planteando la confección de esa espacialidad, desde el punto de vista institucional. Es una asignatura pendiente pero el proyecto está vigente.

-T: En su rol como coleccionista ¿Le atraen los nuevos formatos? ¿Le interesan los NFT?

-EC:
Yo escucho mucho a los curadores. Me especializo en arte moderno pero sin dudas estoy abierto y he adquirido obras actuales. Trato de aggiornarme a los distintos soportes, expresiones, formas artísticas actuales. Nunca adquirí NFT, ni criptoarte pero estoy totalmente abierto a incursionar en todo tipo de arte.

-T: Desde su costado de desarrollador inmobiliario ¿Ha notado que cada vez son más los edificios que incorporan obras de arte en su ingreso o partes comunes?

-EC:
Nosotros nos caracterizamos históricamente por eso, por poner arte en nuestros edificios. Para mí el arte está en la vida. Hemos hecho dos edificios en Miami con Jeff Koons (se refiere a la escultura bailarina, que primero se mostró en la explanada del museo), tenemos un programa curatorial de arte latinoamericano. Ahora estamos desarrollando arte en un proyecto de Puerto Madero y otro de Nordelta, pero en todos nuestros proyectos hacemos el cruce de diseño arquitectónico con arte. Es cierto que hace 20 años esa sensibilidad no estaba, pero por suerte esa tendencia llegó para quedarse.

Una muestra de arte joven y federal inaugura en el Museo de Arte Moderno

Fuente: Télam ~ La muestra que inaugura el sábado recorre la escena local con obra reciente de artistas jóvenes provenientes de distintas regiones del país.

«Adentro no hay más que una morada. 34 artistas argentinos» es el título de la exposición que inaugura el próximo sábado en el Museo de Arte Moderno y que recorre la escena local con obra reciente de artistas jóvenes provenientes de distintas regiones del país.

La exposición, curada por Alejandra Aguado, reúne obras que manifiestan la voluntad de canalizar y potenciar su vínculo con el entorno, ya sea este material, intangible o incluso espiritual, informó el museo en un comunicado.

En la sala del segundo piso del museo se desplegará un conjunto de obras mayormente producidas durante el último par de años y atravesadas por la experiencia dual de aislamiento y de arraigo en la que nos sumergió la pandemia, que funcionan como declaraciones de existencia.

«Son modos de señalar que estamos vivos mediante la producción de signos, señales y acciones sobre lo que nos rodea, de formas e imágenes que expresan el deseo de reunirse, de estrechar y de cuidar el vínculo con nuestra intimidad e individualidad, con el otro y con aquello que nos trasciende», dice Aguado.​​​​​​

El título de la exposición parafrasea un verso de la argentina Olga Orozco, incluido en su poema «Desdoblamiento en máscara de todos»: «Desde adentro de todos no hay más que una morada», reza aquel verso que expresa la imposibilidad de distinguir la noción de existir de la de habitar y trae a la conciencia la certeza de que aquello que se habita tiene la medida de nuestro cuerpo y responde a nuestra naturaleza, a nuestros impulsos.

"Adentro no hay más que una morada". «Adentro no hay más que una morada».

Mientras algunos de los trabajos de la exhibición buscan hacer reconocible en los objetos y espacios la figura del cuerpo y las huellas del pulso vital, otros los evidencian en su tendencia a reordenar objetos que se acumulan en el caos de lo cotidiano y que cargan de valor afectivo y ritual.

Gran número de los artistas recurren también a materiales naturales y encontrados como un canal fundamental mediante el cual manifestarse y expresan un interés por retomar formas de producción artística que investigan lo ancestral y se apoyan en saberes heredados y aprendidos en comunidad.

Contenedores de experiencias, de energía, de ejercicios, de labores y de mensajes ‒en tanto moradas‒, en cada una de las obras cobra sentido el valor y la necesidad de la pertenencia: es decir, obras «que surgen de una localidad y una intimidad particular», agrega Alejandra Aguado.

Otra de los trabajos que se podrá ver. Otra de los trabajos que se podrá ver.

Integran la muestra obras de Carlos Aguirre (Santa Fe), Blas Aparecido (Corrientes), Erik Arazi (CABA), Gonzalo Beccar Varela (Buenos Aires), Nacha Canvas (Tierra del Fuego), Jimena Croceri (Neuquén), Soledad Dahbar (Salta), Benjamín Felice (Tucumán), Juan Gugger (Córdoba), Mauricio Poblete (Mendoza), Daniela Rodi (La Pampa), Federico Roldán Vukonich (Entre Ríos) y Antonio Villa (Santa Cruz) entre muchos otros.

La muestra se podrá visitar en el Museo de Arte Moderno, Avenida San Juan 350, los lunes, miércoles, jueves y viernes de 11 a 19 y los sábados, domingos y feriados de 11 a 20 (martes cerrado), con reserva de entradas en museomoderno.org.

Conocé a la Fundación que busca hacer realidad el primer Museo del Diseño Argentino

Fuente: Perfil ~ ¿Hay una identidad del diseño argentino? ¿Qué tienen que ver entre sí el diseño gráfico, el industrial y el de indumentaria, por ejemplo? ¿El diseño es un producto o un proceso? 
¿Su misión es hacer bonito y fácil algo o tiene una dimensión cultural y política? ¿El arte, lo artesanal, el diseño y lo industrial pueden dialogar y retroalimentarse? 

Estas son algunas, tan solo algunas, de las preguntas que viene a contestar la Fundación IDA (Investigación en Diseño Argentino), una institución que se propone generar conciencia sobre el valioso patrimonio cultural que hay en el diseño argentino y aspira a transformar su archivo, en crecimiento, en el primer Museo de Diseño en Argentina. 

“El primer gran aporte de la fundación IDA fue darle entidad cultural al Diseño, que siempre estuvo un poco relegado. Está abarcando al Diseño per se y a todos los que de alguna manera construimos este patrimonio”, Mariana Dappiano.

Museo IDA
Mariana Dappiano junto a algunas de sus donaciones para IDA. 

La historia

Cuando Mariana Dappiano tomó su decisión vocacional, la carrera de Diseño en Indumentaria todavía no existía. Ella quería estudiar Bellas Artes, “para contar lo que pasaba en mi cabeza”, pero tuvo miedo de no encontrar salida laboral y optó por Arquitectura, lo más cercano a una carrera creativa con un producto consumible. 

Pero, mientras estaba cursando el Ciclo Básico Común, en la Universidad de Buenos Aires se inauguró Diseño en Indumentaria y Textil y no lo dudó. “Había una sola cátedra por materia y se cursaba a la tarde”, recuerda y demuestra cómo el Diseño, en este caso de Indumentaria, hace apenas unos veinticinco años no tenía su espacio ganado, incluso en la propia facultad. 

Museo IDA
La diseñadora gráfica Laura Varsky aportó bocetos y anotaciones que dan cuenta de todo el proceso creativo.

“El primer gran aporte de la fundación IDA fue darle entidad cultural al diseño, que siempre estuvo un poco relegado. Está abarcando al diseño per se y a todos los que de alguna manera construimos este patrimonio”, celebra Dappiano.

Laura Varsky, otra de las convocadas por IDA, empezó a estudiar Diseño Gráfico allá por 1994. “En ese entonces, tenía que explicar qué era. Ahora, en cambio, todo el mundo cree que sabe lo es el diseño y lo asocia a ideas que, desde mi punto de vista, desmerecen la disciplina”, dice y detalla:

“Se lo encierra en una idea mercantilista y de metodología de la eficiencia y se pierde toda la esfera política y cultural y de qué manera se puede trazabilizar cómo funciona el diseño en cualquier proceso industrial”.

“Lo que hace IDA dándole esfera de patrimonio, es hacernos entender estas dinámicas con el diario del lunes y poder intervenir en el presente desde otro lugar. Muestra cómo incide en la esfera cultural e industrial y le da un volumen político, para poder comprender de qué manera esos aportes hicieron a la sociedad que fue. Porque el diseño es una herramienta transformadora fundamental”, sostiene Varsky.

“Muchas veces al diseño se lo encierra en una idea mercantilista y de metodología de la eficiencia que borronea todos sus aportes en la política y cultura de nuestra sociedad.”, Laura Varsky.

La escultora Celina Saubidet y la diseñadora industrial Marina Molinelli Wells están al frente de Cabinet Óseo, donde hacen esculturas, joyas y piezas para el hogar. Ellas también donaron parte de su producción para el archivo de IDA. “El diseño argentino forma parte de la identidad nacional. Es vital que la distingamos y que este país, que siempre vive en un presente, tenga una base sólida de un pasado que haga también un futuro y se muestre que aquí hay grandes diseñadores y una historia”, opina Saubidet. 

“El objetivo final de convertir el espacio de IDA en uno público y abierto, donde se pueda exhibir el material y la gente pueda interactuar, va a hacer mucho bien, también a todos los estudiantes, porque se van a encontrar con un acervo concreto, con una historia narrada”, afirma Molinelli Wells. 

Para Varsky, cuando pensamos el diseño, solemos imaginar un objeto terminado. Sin embargo, dice, el diseño es todo el proceso de construcción que deriva en ese producto final y eso es lo más difícil de contar pero, a su vez, lo que ella considera fundamental. 

Por todo esto, donó también sus bocetos y anotaciones, registros que permitirán ver los pedidos de sus clientes, las devoluciones y el armado y desarrollo de la idea. 

En el caso de Dappiano, tuvo que abrir bolsas de prendas que había creado para desfiles y fotos. “Ver mi perchero en IDA fue muy fuerte, me produce un flashback de cada proceso creativo”, cuenta y sostiene que siempre la movió el desafío de convertir en ropa aquellas cosas que le interesan y la emocionan, desde un cangrejito y sus articulaciones hasta un viaje a la Sicilia de sus abuelos. 

Museo IDA
La escultora Celina Saubidet y la diseñadora industrial Marina Molinelli Wells, creadoras de Cabinet Óseo.

“Lo mío no es hacer ropa por decir: ´Esta pinza y esta manga generan tal cosa´, nunca pude partir de ahí. Muchos hacen ropa porque les gusta la ropa. A mí me apasiona el diseño”.

A Celina y Mariana, que se consideran unas “urracas guardadoras” y les cuesta desprenderse de sus producciones, las estimula y alivia la posibilidad de donarlas y de que queden accesibles para el público en general.

“Tenemos muchas cosas que formaron parte del proceso creativo. Trabajamos en un laboratorio de prueba y error, esa parte exploratoria y creativa es lo que más nos gusta”, concluye Celina. 

La misión 

IDA pone en evidencia lo transdisciplinario que es el diseño. Abre el abanico y muestra que todo lo que nos rodea está atravesado por él. Esa multiplicidad estaba poco reconocida antes. Laura Varsky dice que le resulta muy inspirador lo que encuentra en esos cruces.

“Cuando hablamos de diseño, todas y todos nos entendemos. Sin embargo, estamos hablando de cosas distintas, cada quien aporta algo diferente. Antes yo creía que entendía lo que hacía un diseñador de indumentaria, por ejemplo: pensaba que hacía lo mismo que yo pero que eso terminaba en una prenda. Después comprendés, y eso hace que le des otra dimensión al diseño mismo, cómo con la misma metodología y herramientas encara los procesos y construye desde otro lado. Eso termina enriqueciendo lo que yo hago. Por eso, es de tanta importancia que haya un Museo de Diseño, adonde puedan ir los chicos de cuarto y quinto año del Secundario, por ejemplo, y puedan visibilizar el diseño en diferentes ámbitos de la sociedad, entender que todo lo que usamos y consumimos está diseñado. Ese es el paso a dar, que sea un espacio vivo, de encuentro, donde se puedan dar actividades. Es algo que aún no tenemos en el Diseño”, explica Varsky.

“El concepto de disciplinas independientes es arcaico. Creo que lo interesante de todo esto es justamente esa revalorización de lo colectivo e interdisciplinario”, Celina Saubidet.

Al unir dos caminos distintos y amasar un proyecto común, las chicas de Cabinet Óseo dan cuenta de lo multidisciplinario. “El concepto de disciplinas independientes es arcaico. Creo lo interesante de todo esto es justamente esa revalorización de lo colectivo e interdisciplinario”, dice Saubidet, quien pasó de la autonomía de ser una escultora que hacía enteramente su obra sola a un trabajo mancomunado en el que es parte de un equipo:

“Me di cuenta de que el diseñador es un poco el director, como en una película o en una orquesta, el que tiene la idea y empieza a buscar a los distintos integrantes porque sin ellos no hace nada”. 

Molinelli Wells asiente: “Es que el diseño es un acto creativo, donde se conjugan un montón de saberes y de conocimientos y de intuiciones, y es la posibilidad de concretarlo. Tuvimos una educación bastante antigua, donde el diseño y el arte o el oficio y el diseño industrial eran casi enemigos. Pero lo mejor es el intercambio porque nada de lo que uno hace lo puede hacer en soledad”. Por eso, en IDA se teje una trama colectiva, tan robusta como prometedora. 

Doble crisis en los museos: del COVID-19 a la definición misma de qué son y representan

Fuente: Infobae ~ En abril de 2020 el Consejo Internacional de Museos (ICOM) hizo una primera encuesta sobre el impacto de la pandemia de COVID-19 en el sector, que por entonces sufría una paralización casi total: el 95% de las instituciones de 107 países mantenían cerradas sus puertas. El director delLouvre, Jean-Luc Martinez, dijo entonces a The Art Newspaper que el corona­virus era “la peor crisis que se haya visto en tiempos de paz” y predijo que hasta 2023, y quizá hasta 2024, era improbable que las multitudes volvieran a las salas de París. En Nueva York, el Metropolitan se preparaba para una pérdida anual de USD 100 millones.

Seis meses más tarde el ICOM volvió a realizar su encuesta, entre 900 museos y profesionales del área en los cinco continentes. Si bien sólo 6,1%, en lugar del 12,8% de mayo, estimaba que su institución tendría que cerrar de manera permanente, más de la mitad hacía planes para operar con una programación reducida.

La situación era menos mala que en abril pero todavía faltaba la segunda ola del virus en el hemisferio norte, que causó nuevos cierres y confinamientos en Europa y Asia; en América Latina, sin embargo, la mayoría de los museos permanecía cerrada, en una prolongación de lo temporario hacia lo permanente.A mediados de 2020 unas 85.000 instituciones, o el 90% del mundo, había cerrado por el COVID-19. (REUTERS/Edgard Garrido)A mediados de 2020 unas 85.000 instituciones, o el 90% del mundo, había cerrado por el COVID-19. (REUTERS/Edgard Garrido)

Mientras se espera la nueva evaluación de ICOM hacia finales de 2021, algunos cambios parecen haber llegado para quedarse: actividades en línea, reducción de personal, protocolos de higiene. Y una segunda crisis se suma a las heridas del coronavirus: a partir de la presión de movimientos como #BlackLivesMatter, que señalaron el racismo y el colonialismo presentes en las colecciones y hasta en las instituciones más importantes del mundo, una actualización de la definición de la palabra museo causó polémica y renuncias.

Menos personal, menos muestras monumentales

Luego del cierre sin anestesia de la primera ola, la reapertura fue lenta —muchas instituciones limitaron su capacidad a la cuarta parte del público que solían recibir—, con espacios adaptados a la distancia social, reservas en línea obligatorias, recorridos señalizados de dirección única, máscaras, desinfectante de mano por todas partes.

El regreso no redujo las actividades en línea, que según la encuesta aumentaron entre un 15% (si se considera sólo el sitio de la institución) y un 50% (si se consideran sus redes sociales, transmisiones en vivo y programas asociados).El director del Louvre, Jean-Luc Martinez, dijo que el corona­virus presentaba a la institución “la peor crisis que se haya visto en tiempos de paz”. (EFE/IAN LANGSDON)
El director del Louvre, Jean-Luc Martinez, dijo que el corona­virus presentaba a la institución “la peor crisis que se haya visto en tiempos de paz”. (EFE/IAN LANGSDON)

El problema más difícil de superar parece ser el de los trabajadores de los museos: el 30,9% de los encuestados habló de recortes permanentes de personal y el 46,1% continúa realizando reducciones en los contratos de profesionales temporarios. “La recuperación de nuestras economías y el proceso de cura de nuestras sociedades será largo y complejo”, según el informe de ICOM, y los museos están integrados a esas tramas:

Las respuestas que recibimos subrayan un clima generalizado de incertidumbre sobre el futuro, y la necesidad de que los gobiernos respondan para asegurar el futuro de estas instituciones y la invaluable herencia cultural que contienen. Los museos son una parte esencial de la identidad de los pueblos y los países, un elemento vital para las comunidades a las que sirven e impulsores claves del desarrollo local.

Entre las cifras que revelan esa incertidumbre se destaca que el 14% de los participantes dijo que suspendió o despidió a parte de su personal. El 16,2% dijo que al menos debió hacerlo con la cuarta parte del personal; el 10,6%, con la mitad. Por ejemplo, en la primera mitad de 2020 el Metropolitan de Nueva York había suspendido o despedido al 20% de su equipo; en diciembre, la Royal Academy of Arts de Londres hizo una evaluación de prescindibilidad sobre 100 de sus trabajadores.Apenas comenzó la pandemia el 14% de los museos y sus profesionales detectaron suspensiones o despidos de personal. (REUTERS/Vincent West)Apenas comenzó la pandemia el 14% de los museos y sus profesionales detectaron suspensiones o despidos de personal. (REUTERS/Vincent West)

Entre los profesionales independientes que trabajan con los museos, el 10,7% no ha vuelto a recibir encargos desde el comienzo de la pandemia y al 16% no le renovaron su contrato. Como consecuencia, casi la tercera parte de ellos considera “cambiar su carrera por completo”, observó el informe.

Un punto positivo es que se redujo la preocupación por tener que reducir las muestras, que pasó del 82,6% en abril al 62,4% en octubre. Sin embargo, según The Art Newspaper, una los directores de las instituciones evalúan reducir costos en grandes muestras: “Cada vez son más los llamamientos a replantearse el modelo de negocio ‘cuanto más grande, mejor’ y se cuestiona si las exposiciones de obras maestras que recorren el mundo son sustentables, tanto desde una perspectiva medioambiental como financiera”. El futuro parecería concentrarse más en las colecciones permanentes y en la comunidad a la que pertenece el museo.

Por último, el ICOM advirtió sobre las diferencias entre las regiones. Los datos revelaron que los efectos negativos mayores se vieron en lugares “donde los museos son recientes y escasos”, por la fragilidad de sus estructuras: América Latina, Asia y los países árabes.

Racismo y colonialismo en las salasLas actividades en línea de los museos aumentaron entre un 15% (sitios) y un 50% (redes sociales y streaming). (EFE/Michael Reynolds)
Las actividades en línea de los museos aumentaron entre un 15% (sitios) y un 50% (redes sociales y streaming). (EFE/Michael Reynolds)

El asesinato de George Floyd durante su detención por la policía de Minneapolis, en mayo de 2020, causó un fortalecimiento de la protesta contra la violencia que sufren los afroamericanos en Estados Unidos, y el movimiento #BlackLivesMatters se volvió conocido en el mundo. Las olas de su impacto llegaron hasta el ámbito de los museos, muchos de los cuales se manifestaron en solidaridad y “se comprometieron a luchar contra la injusticia y promover la diversidad en sus instituciones”, señaló The Art Newspaper.

“Pero los directores pronto se encontraron a la defensiva, tras recibir acusaciones de supremacía blanca e hipocresía”, agregó el sitio. Hubo cartas de activistas y también de empleados que solicitaron reformas internas. En el caso del Guggenheim de Nueva York, por ejemplo, una carta de empleados y ex empleados denunció prácticas discriminatorias, y la institución elaboró un plan para diversificar su personal y exhibir y comprar para su colección más obras de artistas de minorías étnicas.

En Europa el eco de #BlackLivesMatter reavivó las demandas locales por el colonialismo de muchos museos. Pero casi ningún gobierno aceptan de buen grado que los objetos de la era colonial que llenan sus instituciones deban regresar a sus países de origen. Mientras que Holanda trabajará en una ley para “la devolución incondicional de patrimonio cultural” mediante acuerdos con sus países originarios, Francia aceptó devolver 27 objetos a Benín y Senegal “como caso excepcional” y el Reino Unido se negó a sacar de sus salas cualquier “patrimonio disputado”.

¿Qué es un museo?El uso de máscaras dentro de los museos (aquí el Nacional de la Civilización Egipcia en El Cairo) parce haber llegado para quedarse. (REUTERS/Amr Abdallah Dalsh)El uso de máscaras dentro de los museos (aquí el Nacional de la Civilización Egipcia en El Cairo) parce haber llegado para quedarse. (REUTERS/Amr Abdallah Dalsh)

Hacia agosto de 2020 un nuevo problema pareció resultar ya demasiado para la gestión del ICOM, y su presidenta, la académica turca Suay Aksoy, renunció.

Desde 2016 el consejo trabajaba en la redefinición de la palabra museo, que no se cambia desde la década de 1970: “Un museo es una institución sin fines de lucro, permanente, al servicio de la sociedad y de su desarrollo, abierta al público, que adquiere, conserva, investiga, comunica y expone el patrimonio material e inmaterial de la humanidad y su medio ambiente con fines de educación, estudio y recreo”.

Esa definición es la que actualmente emplea no sólo el organismo que representa a los museos del mundo sino también instituciones como la UNESCO, la rama cultural de las Naciones Unidas.

Luego de meses de consultas con más de 900 de los 40.000 miembros del ICOM, la danesa Jette Sandahl, directora del comité a cargo de la redefinición, destiló, de 269 sugerencias, una nueva descripción del concepto de museo que “se vinculara con las preocupaciones urgentes y globales de hoy”, según dijo a The New York Times. “Estos son los temas que necesitamos abordar si queremos mantener la relevancia”.En agosto la presidenta del ICOM, Suay Aksoy, renunció tras una polémica por la redefinición oficial de la palabra "museo". (REUTERS/Annegret Hilse)En agosto la presidenta del ICOM, Suay Aksoy, renunció tras una polémica por la redefinición oficial de la palabra «museo». (REUTERS/Annegret Hilse)

La definición —99 palabras en dos párrafos— debía ser discutida por el directorio del consejo. Sus conceptos centrales eran: “Los museos son espacios democratizadores, inclusivos y polifónicos para el diálogo crítico sobre los pasados y los futuros”; trabajaban “con y por comunidades diversas” y apuntaban “a contribuir a la dignidad humana y la justicia social, la igualdad global y el bienestar planetario”.

La primera renuncia fue de de un francés, François Mairesse, profesor de museología de la Sorbonne. “No es una definición sino una afirmación de valores de moda”, dijo. “No se podría incluir en un diccionario. No explica qué hace un museo”. Pronto la presidenta de la rama francesa de ICOM, Juliette Raoul-Duval, se sumó a la crítica: calificó a la definición como un “manifiesto ideológico”.

Klaus Staubermann, titular del consejo en Alemania, agregó que tal descripción de un museo podría afectar los fondos de muchas instituciones: no todas podrían demostrar que trabajaban por la igualdad global, por ejemplo. Burcak Madran, representante de Turquía, explicó que en algunos países incluso la idea de un “espacio polifónico” estaba destinada al fracaso: “Hace cinco años abrí un museo muy polifónico, con turcos, armenios, kurdos y griegos en el mismo espacio. A los tres meses estaba cerrado”.La nueva definición de museo podría incluir cuestiones como democracia, inclusión, diversidad, comunidad, dignidad humana, justicia social, igualdad y bienestar. (EFE/Javier Lizón)
La nueva definición de museo podría incluir cuestiones como democracia, inclusión, diversidad, comunidad, dignidad humana, justicia social, igualdad y bienestar. (EFE/Javier Lizón)

Sandahl creyó que las objeciones se podrían tener en cuenta e incorporar a un análisis que puliera la definición; sin embargo, en junio de 2021 perdió la confianza en que realmente llegaría a algún resultado y renunció. Le siguieron otros tres miembros del grupo de trabajo, entre ellos George Abungu, ex director del Museo Nacional de Kenia, quien se retiró convencido de que “la definición no era conveniente para los occidentales que quieren seguir viviendo como en el siglo XIX”. Tras la salida de Aksoy, Alberto Garlandini se convirtió en el nuevo titular de ICOM.

La mirada de la UNESCO

“Los museos juegan un papel fundamental en la resiliencia de las sociedades”, dijo la directora general de la UNESCO, Audrey Azoulay, cuando se comenzaron a registrar los impactos de la pandemia en el sector. “Debemos ayudarlos a sobrellevar esta crisis y a mantenerse en contacto con su público”. A mediados de 2020 unas 85.000 instituciones, o el 90% del mundo, había cerrado por el COVID-19.

Si bien desde 2012 la cantidad de museos en el mundo había aumentado casi un 60%, la gran mayoría estaba en países desarrollados: por ejemplo, sólo el 5% de aquellos pocos ubicados en África y los Pequeños estados insulares en desarrollo (SIDS) podían dar una respuesta rápida como ofrecer su contenido en línea. “La pandemia nos recuerda también que la mitad de la humanidad no tiene acceso a las tecnologías digitales”, subrayó Azoulay. “Debemos trabajar para promover el acceso a la cultura para todos, en especial los más vulnerables y aislados”.“Los museos juegan un papel fundamental en la resiliencia de las sociedades”, dijo la directora general de la UNESCO, Audrey Azoulay, al pedir ayuda para ellos por la crisis del coronavirus. (REUTERS/Toby Melville)“Los museos juegan un papel fundamental en la resiliencia de las sociedades”, dijo la directora general de la UNESCO, Audrey Azoulay, al pedir ayuda para ellos por la crisis del coronavirus. (REUTERS/Toby Melville)

UNESCO lanzó entonces el Movimiento ResiliArt, con el lema “artistas y creatividad más allá de la crisis”. Argumentaba: “Mientras miles de millones de personas en todo el mundo recurren a la cultura como fuente de consuelo y conectividad, el COVID-19 ha impactado drásticamente el sector cultural. Artistas de todo el mundo, la mayoría de los cuales ya trabajaban a tiempo parcial, de manera informal o con contratos precarios, están luchando para llegar a fin de mes”.

ResiliArt se propuso unir a los profesionales de la cultura del mundo entero para “sacar a la luz la situación actual de las industrias creativas mediante discusiones mundiales” y “garantizar que las conversaciones, el intercambio de datos y los esfuerzos de sensibilización continúen más allá de la pandemia”.

En específico para el campo de los museos, ResiliArt se unió a la iniciativa Ibermuseums para impulsar debates sobre nuevas estrategias que permitan apoyar a los museos y sus profesionales en la región iberoamericana. De ellos salieron las prioridades que los profesionales ven en el presente y el futuro inmediato: protección del personal de los museos, digitalización e inventario de las colecciones y desarrollo de contenidos en línea.

El taller de Arte de Hecho en Buenos Aires y sus artistas llegan al Moderno

Fuente: Télam ~ En «El ojo interminable»  se presentan obras diversas de estos ocho artistas que integran el taller de arte de la empresa social, como se autodefine este proyecto impulsado y gestionado desde el 2001 hasta el año pasado por Patricia Merkin.
Situado en el corazón de San Telmo, el taller es parte de ese espacio de sostén y contención social para aquellos que quedaron por fuera del sistema y tienen con la venta de la revista Hecho en Buenos Aires la posibilidad de su reinserción social y oportunidad laboral.

«El ojo Interminable» se inspira en el título de un texto de Yogurto, nombre artístico de Eduardo Álvarez (1951).
Los artistas Alberto Díaz, César Ferreira, Jorge de Mendonça Gaziba «El Colo», Helvio Rivero y Hornos, Zulema Razzotti, Fabián Tanferno, Wilson Yogurto y Zulma Villafañe, del taller de arte de Hecho en Buenos Aires (HBA), llegan por primera vez al Museo de Arte Moderno de Buenos Aires con la muestra «El ojo interminable», que se puede ver a partir de hoy en el barrio de San Telmo.

Cada obra de esta muestra colectiva «El ojo interminable. Ocho artistas del taller de arte Hecho en Buenos Aires» es parte del imaginario personal que se instala en un pasillo amplio del primer piso del museo, pasando una columna con una obra de Diana Aisenberg -madrina del espacio y amiga de la fundadora de HBA- y se bifurca en otro pasillo con algunas pinturas del esquivo Yogurto, una suerte de faro en el taller que dirige el artista Américo Gadpen -quien fue alumno de Enio Iommi- y en el que participa la profesora de bellas artes Dora Ventosa.

«El ojo Interminable» es el título de un texto de Yogurto, nombre artístico de Eduardo Álvarez (1951), que dice: «El ojo que a mi me ve/ se llama el Interminable./Si no se ve ni se siente/ lo más seguro es que hable».

«Es de una poesía de Wilson, inspirada en el taller mismo, porque la percepción de Wilson alcanza a ver la síntesis ultra conceptual, y esto nos enmarca por esta cosa de lo interminable», explica Gadpen, y agrega sobre este genio con un carácter muy particular que «también es nuestra guía como profesores de arte e impulsor porque él está mucho más allá de lo que nosotros le podemos enseñar».

En lo colectivo de la exposición se presentan obras diversas de estos ocho artistas que integran el taller de arte de la empresa social, como se autodefine este proyecto impulsado y gestionado desde el 2001 hasta el año pasado por Patricia Merkin (1960-2020).

La curaduría de la muestra es de Victoria Noorthoorn, directora del museo, con colaboración de Gadpen, director de Hecho en Buenos Aires, y de Jorge Ponzone, del equipo de patrimonio del museo.

Colores, formas, geometrías, ojos que miran de frente o miran a otros ojos como los de Razzotti y Villafañe; rostros que son retrato, naturalezas varias, mujeres varias, cuerpos sostenidos por una mesa de Rivero y Hornos, o libros intervenidos entre alquimias y otros saberes de Yogurto. O simplemente una guitarra, un cuaderno en blanco sobre una mesa de Ferreira; una ciudad con sus geometrías acotadas, en contrapunto con lo rural expandido de El Colo; y por supuesto, lo social, lo popular, que recupera las marchas -incluso a las Madres de Plaza de Mayo, aunque esta no está expuesta-, el bombo así como el bandoneón.

Díaz pinta y expresa en una de sus obras, un taxi en una avenida porteña entre grandes edificios con un cartel de Coca-ine con letras blancas y fondo rojo, que dibujan un claroscuro de vida.

Los artistas son parte del taller de arte de Hecho en Buenos Aires, y en general llegaron con distintas necesidades y fueron aceptados en la empresa social que se dedica a generar recursos de inserción social -con la venta de la revista y su almacén-, y ayuda a las personas en situación de alta vulnerabilidad o de calle.

El taller de arte es la tercera pata de HBA y funciona hace unos 15 años, constituyéndose como un lugar de creación artística y una pausa de lo cotidiano. Cada uno de estos ocho artistas, casi sin experiencia artística por fuera del taller, tiene un estilo propio y una forma de percibir y expresarse particular.

Sobre las obras, el propio Gadpen destaca: «Todos estamos deslumbrados por la obra, ese es el impulso que nos da esta capacidad de trabajo».

«Nosotros solamente necesitamos llegar al estado creativo, después la obra no nos importa; que esté pensando frente a la obra con el lápiz en la mano es lo que nos importa como empresa social primero, después esto es magia (sobre la exposición). La magia es magia. Pero la capacidad de trabajo, ahí es donde nosotros trabajamos», concluye Américo.

Por otro lado, refiere que no es necesario ser vendedor para acercarse al taller y que este año ampliaron el espacio de arte para gente que no es vendedora ni tiene necesidad, pero quieren participar.

«Me emociono y pinto, y pinto», relata Razzotti, quien llegó a HBA después de su esposo para trabajar con la venta de la revista y se metió de lleno en el taller de arte. «La pintura es jugar también», expresa la artista a quien Gadpen llama «nuestra estrella» por su capacidad de trabajo como vendedora y artista.

«Me llama a las 10 de la noche para que le diga que me parece una obra para que cuando se despierte o se desvele pueda tenerlo resuelto en su cabeza, y eso se ve en la obra», dice Gadpen.

Para el director de HBA, «el capital de una empresa social es la capacidad de trabajo y eso lo aplicamos tanto al que va a vender la revista y en todos los talleres formativos que tenemos. y con esa misma llave: capacidad de trabajo. Más allá de que nos importa haber llegado a este espacio como un sumun, está todo lo pequeñito que son los granitos de las migas que quedan debajo de la mesa, que también es parte de nuestro trabajo».

La curaduría de la muestra es de Victoria Noorthoorn, directora del museo.La curaduría de la muestra es de Victoria Noorthoorn, directora del museo.
Desde el museo se acercaron al taller de arte de HBA y el interés en las obras de Razzotti, y de allí surgió la invitación por parte de Noorthoorn de realizar esta primera muestra -concretada en casi dos meses- que se enmarca en el proyecto institucional KM1 de este año. Para la directora del Moderno, esto constituye un «acercamiento del museo al entorno del barrio», y es una continuidad del proyecto Comunidades que realizan desde 2013.

«Victoria hablaba de esta manera de trabajar con la comunidad KM1 que están planteando. Nosotros lo hemos hecho desde el principio, entonces, esta manera de encontrarnos con el mismo trabajo, del ala institucional del estado y nosotros que somos del borde pero con la misma metodología de trabajo, verlo unido ahora, esta fusión acá está, es esto (la muestra), impecable», expresó Gadpen durante la inauguración en la que se homenajeó la memoria de Merkin.

En esta oportunidad, el museo, dependiente del ministerio de Cultura de la Ciudad de Buenos Aires, incorpora a la empresa social al espacio del patio de los días domingos para comercializar sus productos: la revista y lo que ofrecen en el almacén «A comer que se acaba el mundo», donde también funciona una sala permanente de arte.

HBA ofrece desde hace 21 años una oportunidad de inserción laboral a personas en situación de vulnerabilidad por medio de la venta de la revista, y ARTE-HBA es el espacio territorial-artístico destinado a la formación y acompañamiento de personas vulnerables con talentos invisibilizados.

Situado en el corazón de San Telmo, el taller es parte de ese espacio de sostén y contención social para aquellos que quedaron por fuera del sistema y tienen con la venta de la revista Hecho en Buenos Aires la posibilidad de su reinserción social y oportunidad laboral.

A su vez, entre los servicios sociales y formativos que despliega HBA está el taller de arte que funciona cerca del museo, en Avenida San Juan 21 los jueves por la tarde.

«La idea del taller es generar un espacio amplio y diverso, donde todas y todos puedan encontrar un rinconcito, un rato, para poder expresar alguna cosa de su vida. No hay planes a largo plazo. Es un poco como la vida, qué hacemos con lo que tenemos y el resto lo hace la sensibilidad de las personas que están, porque parece que afuera del taller todo es duro y difícil y en el taller todo es posible», explica Ventosa, a cargo de las clases del taller. Y agrega: «Siempre hay cosas maravillosas, pequeños descubrimientos que son enormes logros».

En las obras expuestas se afirma esa necesidad creativa, el espacio de introspección necesaria que se sustrae de las necesidades cotidianas y se concentra en la creación de una obra necesaria, con deseos y mirada propia.

A su vez, cada una condensa urgencias, sinceridad, inquietudes y relatos que estallan la convicción del poder transformador del arte «como vehículo de integración social y transformación», postulado por HBA entre otros.

En el taller, los artistas y vendedores -aunque no todos los son- despliegan momentos de libertad. Como antecedente expositivo, este año, el taller de arte HBA había exhibido sus trabajos en la galería Para vos Norma mía que gestiona la artista y gestora cultural Fernanda Laguna en el barrio de Villa Crespo, y que tuvo como vínculo a Aisenberg.

La exhibición estará disponible hasta el 28 de febrero y se puede visitar en Avenida San Juan 350 (CABA), con reserva previa en museomoderno.org (la entrada general es de 50 pesos), los lunes, miércoles, jueves y viernes de 11 a 19 y sábados, domingos y feriados de 11 a 20.