Subastan un dibujo de Leonardo da Vinci de 7×7 centímetros: puede valer más de 12 millones de dólares

Fuente: Clarín ~ Cabeza de un oso, uno de los ocho dibujos de Leonardo da Vinci que aún están en manos privadas será subastado el 8 de julio en la casa londinense Christie’s y se espera que se pague por éldiez millones de euros, o 12,17 millones de dólares. https://ab8298ca734b91f662193e0f25913fcd.safeframe.googlesyndication.com/safeframe/1-0-38/html/container.html

Muy lejos de aquel Salvator Mundi, el óleo del mismo autor que llegó a los 450 millones de dólares y cuya autenticidad hoy está en duda.

Esta vez se trata de la cabeza de un oso de 7 centímetros por 7, creada con una técnica que consiste en la utilización de una varilla de plata que se arrastra por la superficie creando el dibujo en una base de color rosa pálido que Da Vinci (1452-1519) aprendió de su maestro, Andrea del Verrocchio.

Con guantes. Cómo tratar "Cabeza de oso", de Da Vinci. Foto Reuters

Con guantes. Cómo tratar «Cabeza de oso», de Da Vinci. Foto Reuters

Hasta ahora el récord en dibujos de Da Vinci es de 11 millones de dólares. Lo tiene Caballo y jinete, que estuvo expuesto en Buenos Aires.

 «Después vender otro dibujo de Da Vinci, Caballo y jinete, en 2001, por 11 millones de dólares, que sigue siendo el récord mundial de un dibujo del artista, Christie’s se enorgullece en ofrecer otro trabajo del posiblemente mejor dibujante el mundo. Tengo todas las razones para creer que lograremos un nuevo récord en julio para Cabeza de un oso‘ uno de los últimos dibujos de Leonardo que se espera que salgan al mercado», explicó Stijn Alsteens, de esa casa de subastas y consignó el diario El País de España.

Este dibujo de Da Vinci perteneció a Thomas Lawrence (1769-1830), un pintor británico cuya colección de dibujos de antiguos maestros se consideraba una de las más grandes del mundo y cuando falleció, Cabeza de un oso pasó a su acreedor principal, Samuel Woodburn, quien lo vendió a Christie’s en 1860 por 2,50 libras (hoy, 3,5 dólares).

"Caballo y jinete". El dibujo  que se exhibió en Buenos Aires y se vendió en 11 millones de dólares. Foto AFP

«Caballo y jinete». El dibujo que se exhibió en Buenos Aires y se vendió en 11 millones de dólares. Foto AFP

Más tarde, la obra pasó a ser propiedad del coleccionista británico Norman Robert Colville y desde su primera exposición pública en 1937, también se expuso en museos de Londres, Milán, Abu Dhabi o Moscú.

Cabeza de un oso estará en exhibición pública en Christie’s en el Rockefeller Center de Nueva York a partir del sábado 8 de mayo y luego llegará al Christie’s de Hong Kong del 20 al 25 de mayo.

Su recorrido seguirá por Londres, donde se podrá ver del 1 al 6 de junio antes de la venta, prevista para el 8 de julio.

El dibujo que pasó por Buenos Aires

El dibujo del record de Leonardo Da Vinci, Caballo y jinete llegó a Buenos Aires en la valija de un pasajero, en abril de 2001. Medía 12 centímetros por 7,8. Leonardo lo hizo como estudio para una obra mayor: La adoración de los magos.

Esa obra había sido uno de los primeros encargos que recibió Da Vinci, cuando no había cumplido 30 años.

Se lo exhibió la Asociación Amigos del Museo Nacional de Bellas Artes durante dos días Se lo habían ofrecido a la entonces presidenta de la Asociación, Nelly Arrieta de Blaquier, quien creyó que la oferta no era para mostrarlo sino para que lo comprara. «¡Yo no compro dibujos!», contó ella entonces.

Nuevos ilustradores en LA NACION del domingo

Fuente: La Nación ~ Desde el próximo domingo, Juan Colombato y Angel Boligán se suman a la edición impresa con sus respectivas miradas sobre la actualidad local e internacional

El cambio de formato de la edición impresa del fin de semana de LA NACION trae nuevas secciones ilustradas. Desde el próximo domingo, el infógrafo, diseñador gráfico e ilustrador Juan Colombato desembarca en la página 2 con un retrato del personaje de la semana mientras que Angel Boligán, especialista en caricatura editorial, presentará una tira muda sobre algún suceso social y global que buscará la reflexión a través del humor.

Colombato, desde Córdoba, y Boligán, desde la ciudad de México, colaboran con LA NACION hace años en distintas secciones. Sus imágenes ilustraron las tapas del suplemento Ideas y muchas de sus piezas recibieron premios internacionales. Ahora se suman a la renovada edición de los fines de semana con sus respectivas miradas y estilos: el ilustrador cordobés reflejará una noticia local a través de un personaje clave y el artista cubano (que vive en México hace casi treinta años) contará en una historieta sin palabras un acontecimiento social de la actualidad.

Jorge Luis Borges, según Juan Colombato
Jorge Luis Borges, según Juan ColombatoJuan Colombato

Boligán, que se define como un “cronista gráfico de nuestra época”, nació en San Antonio de los Baños (Cuba) hace 55 años. “A los 26 viajé a México por un trabajo y, por esas cosas de la vida, me quede”, contó el ilustrador que publica en el diario mexicano El Universal desde 1992. “En este espacio intrépido y novedoso que tendré en LA NACION haré una tira cómica a doble página. Me interesa lo social y voy a reflejar lo absurdo de esta época que nos toca vivir. Voy a buscar la sonrisa y la reflexión de los lectores sin usar palabras, solo con dibujos y escenas y juegos con metáforas. Me gustan los desafíos, así que no pienso quedarme con un solo formato ni una misma temática. Quiero darle libertad al espacio”.

"La condena", de Andrés Boligán
«La condena», de Andrés BoligánAndrés Boligán

Colombato, por su parte, tiene 46 años y trabaja en el diario La Voz del Interior hace más de veinte años. Es jefe de Infografía e Ilustración y colabora también con publicaciones como El País, de España, y la revista argentina Caras y Caretas. Estudió Diseño Gráfico, Bellas Artes e Historia y recibió más de sesenta premios locales e internacionales. Admirador de Hermenegildo Sábat, dibuja a mano con tinta china. “Mi fuerte es el blanco y negro así que el color será muy sutil. El personaje destacado puede ser del campo de la política, de la cultura, la economía. Mi idea es que el retrato sea realista pero que tenga una lírica, un mensaje particular que dé cuenta el motivo por el que elegí ese personaje. El dibujo va a estar acompañado de un texto breve, estilo epígrafe, que completará el sentido de la elección de cada semana”, explicó Colombato, que reconoce en sus obras influencias de Rembrandt, Velázquez y Dalí.

En el caso de Boligán, las influencias creativas vienen de la caricatura y el cine. De hecho, su ciudad natal (San Antonio de los Baños) es una usina de humoristas gráficos de Cuba y de cineastas. “El humor es un arma que apunta a la sonrisa para pegar a la cabeza”, dice. Y eso es lo que hará con su tira semanal en LA NACION: “Mi historieta será como un storyboard de cine, donde se cuenta algo como si fuera una pequeña película. Será un tema del momento, algo que refleje al mundo entero: desde el problema de la falta de vacunas hasta las fake news o el calentamiento global. Con un lenguaje gráfico lleno de pistas y guiños quiero hacer volar la mente del lector. El arte, como la poesía, no se explica; se siente”, completa Boligán, que ha recibido importantes premios por sus trabajos de humor gráfico. En tres ocasiones (2009, 2013 y 2019) ha ganado el Premio Nacional de Periodismo de México y en 2016 fue reconocido con el premio La Catrina que se otorga en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara.

Desde el domingo, los retratos de Colombato y las tiras de Boligán sorprenderán a los lectores de LA NACION con humor profundo, arte y poesía.

Una muestra sobre mujeres artistas burla los cánones y el ideal universalizante masculino

Fuente: Télam ~ Diez años de trabajo y una investigación excepcional, que involucró acervos museísticos, colecciones privadas y archivos familiares dieron por resultado la muestra «El canon accidental. Mujeres artistas de Argentina (1890-1950)», que el jueves inaugurará el Museo de Bellas Artes con más de 80 obras de 44 autoras, unas ignotas y otras reconocidas y premiadas por el circuito del arte nacional, pero excluidas de su historia.

Son pinturas, dibujos, grabados, fotos y esculturas, a veces inéditas, otras exhibidas en mecas artísticas locales de la época pero luego invisibilizadas: no aparecen en los libros, no se enseñan en las universidades, no guían las muestras de los museos.

El Canon accidental

María Obligado, Leonor Terry, Carlota Stein… todas y cada una -la muestra suma otras 40 trayectorias, producciones y miradas- fueron omitidas de la historia del arte por una idea sexista de lo que en el mundo se puede y no se puede.

Recobradas del desinterés del canon masculino y patriarcal, y de la poca información que se conservó sobre ellas, las obras enriquecen la historia del arte con otras narraciones y con un concepto de pérdida que aún no se logra dimensionar: «Todo lo que materialmente ya no existe también está presente en esta exposición», dice a Télam la curadora, Georgina Gluzman.

El canon accidental. Mujeres artistas de Argentina (1890-1950), en el Museo de Bellas Artes.

El canon accidental. Mujeres artistas de Argentina (1890-1950), en el Museo de Bellas Artes.

La labor fue de hormiga, «implicó desarmar historias heredadas y movilizar fuentes de los más diversas para encontrar datos y ofrecer por primera vez un relato, no ‘el relato’, sino simplemente una historia posible de las actividades creativas de las mujeres en Argentina», remarca Gluzman.

«No creo que el canon pase por incluir dos o tres heroínas como Raquel Forner en la historia del arte. Eso ha fracasado como proyecto político y no ha servido para cuestionar las bases sexogenéricas de la disciplina»”

Georgina Gluzman

Habla de «un canon masculino y patriarcal que «recién comenzó a repensarse en Argentina hace unos 20 años» y que «hoy exige abrirse a las realidades de otres creadores de herencia cultural», ignorados por una unidad de medida que entroniza al varón, preferentemente blanco, heterosexual y de cierta condición social.

«El título de la muestra podría haber sido otro, pero quise hacer entender que este canon ha sido un accidente. La idea de canon está ligada indisolublemente a las jerarquías sociales y culturales, a algo que nos distingue como consumidores culturales, y es un poco lo que impone la agenda política y social de nuestro tiempo, por eso hay que abrir ese campo», asevera.

El canon accidental. Mujeres artistas de Argentina (1890-1950), en el Museo de Bellas Artes.

El canon accidental. Mujeres artistas de Argentina (1890-1950), en el Museo de Bellas Artes.

-Télam: ¿Por qué se eligió el período que va 1890 a 1950?

-Georgina Gluzman: Ese arco temporal es el que menos se había investigado. Durante mucho tiempo consideraron, salvo algunas voces notables, que en ese periodo las mujeres no hicieron mucho en el arte debido a enormes obstáculos que habrían pesado sobre ellas. Pero al investigar descubrimos una realidad totalmente diferente: muchísimas mujeres se integraron al campo del arte, trabajaron y vendieron obra, se profesionalizaron en el sentido más estricto y sumamente masculinista de la disciplina, pero no pasaron el filtro de la historia del arte. 1890 fue un año bisagra en la visibilización de las actividades artísticas femeninas. Fue cuando Josefa Aguirre Vasilicós intentó vender una escultura a la municipalidad de Buenos Aires, primero rechazada y finalmente emplazada en Liniers. A partir de esa fecha las artistas comenzaron a mostrarse como sujetos creadores modernos: querían vender obra y obtener reconocimiento. Y en 1950 cerramos, porque la segunda mitad del siglo XX colocó a las mujeres en la esfera pública de otra manera, mucho más clara, con la obtención de derechos políticos.

-T: ¿Por qué esas mujeres y no otras?

-G.G: Hubo razones prácticas, vinculadas a la conservación y puesta a punto de obra, y razones vinculadas con la marca que esas artistas dejaron en el relato histórico: unas fueron premiadas y otras integraron la cultura visual nacional sin que eso trascendiera, como Lucía Posadas con «El último sueño del General San Martín», una pintura que fue iconografía de texto escolar.

-T:¿Qué convicciones reivindica la leyenda «en el centro de» que se lee en el título de cada núcleo de la muestra?

-G.G: La noción de centro es clave para que les espectadores entiendan que las obras que están viendo no fueron marginales, que sus creadoras no fueron sujetos excéntricos, sino autoras que buscaron integrarse de mil y una maneras al sistema del arte. Muchas eran de medios sociales sumamente privilegiados, otras no, pero todas se situaron frente a la institución arte de una manera diferencial y todas pelearon por ese lugar.

-T: ¿Qué hace que una artista/profesional/obrera sea reconocida por sus pares, pero que ese reconocimiento no alcance los cánones?

-G.G: Si bien cautivaron a la crítica y se corrieron de la idea que la historia del arte ha dado de las mujeres como aficionadas o diletantes (vendieron obra a un valor justo, fueron retratistas, lograron exponerlas en grandes museos) la crítica seguía calificando su trabajo como femenino y esos prejuicios pasaron a la historia del arte, que como disciplina considera que los varones tienen mayor capacidad de crear capital cultural. No en vano el concepto ‘patrimonio cultural’ está basado en la idea del ‘pater’, una figura masculina que da autoridad. Muchas de las obras que veremos estuvieron expuestas en algún momento, pero a medida de que se fue consolidando ese canon hetero patriarcal esas obras fueron borrándose de las exposiciones.

-T: ¿Hay misoginia en esa degradación?

-G.G: Hay misoginia. La historia del arte es una disciplina conservadora, fuertemente atravesada por jerarquías donde el binarismo sexual ha estado siempre presente. Intentaron todo y fracasaron. Admiremos esa capacidad de trabajo ‘a pesar de todo’ porque mucha de esa obra se ha perdido y hay una dimensión de pérdida que no logramos conocer y que está presente en esta investigación. Esta muestra reivindica lo que estas creadoras lograron y lo que no, explora lo que les salió mal o dónde fallaron entre comillas. Es importante recuperar a estas mujeres como sujetos históricos completos y complejos. Hay una dimensión de pérdida que explorará la muestra y quienes la visiten se irán con la sensación cabal de que no saber sobre sus obras es una pérdida para ‘todes’.

«Muchas de estas obras tienen otra visualidad, un otro lugar con respecto a lo hegemónico en el arte, y otras están alineándose cien por ciento con las búsquedas de su tiempo»”

-T: ¿Cómo era la mujer representada por estas artistas?

G.G: Es frecuente encontrar obras de varones con una objetualización de las mujeres no solo sexual, las muestran como sujetos casi vacíos, pero muchas de estas artistas revelarán algo bastante diferente: intentan captar la subjetividad de las retratadas, se acercan al cuerpo femenino con mucha intimidad y fuerte carga erótica. Hay representaciones de mujeres no solo como sujetos reflexivos, en posesión de sí mismas, sino como sujetos profesionales, fotos de artistas mostrando su oficio y su capacidad creadora. Así como exploraciones de mujeres otras, fuera de los límites urbanos, sobre todo en la zona andina, refugio para muchos artistas varones que ahora mostrará su cara femenina. Mujeres que se comprometieron fuertemente en trabajar y exponer con otras mujeres, en estar juntas en el mundo.

-T: ¿Quiénes son hoy esas productoras?

-G.G: En gran medida en la actualidad el arte está negando la idea de que no se da a través de un cuerpo sexuado, de que el sujeto que habla es universal. Cada vez más ‘les’ creadores culturales, sobre todo mujeres y grupos LGBT+, se saben portadores de una diferencia y no buscan el ideal universalizante masculino, están hablando desde su subjetividad y planteando cuestiones políticas, identitarias, vinculadas con los derechos del cuerpo.

Subastaron un dibujo del artista italiano Le Bernin por más de dos millones de dólares

Fuente: Télam ~ Un dibujo del siglo XVII realizado por el italiano Gian Lorenzo Bernini (1598-1680), el escultor conocido como Le Bernin que participó en el diseño y la construcción de la Basílica de San Pedro en el Vaticano, fue subastado por 2,27 millones de dólares, logrando de este modo un récord mundial para una pieza de este artista.

Se trata de «La Academia del Hombre», un dibujo que muestra a un hombre sentado en un entorno vegetal y que fue desarrollado en técnica sanguina y creado entre 1630 y 1640, «una expresión típica del arte barroco y del genio de Bernini», según lo definió el responsable de la venta a través de Acteón, la casa de subastas que lo vendió el sábado último por un precio récord.

La pieza pertenece a un «corpus extremadamente limitado de figuras académicas conocidas de Bernini», y los historiadores del arte enumeran «sólo siete», «todas ellas conservadas en museos e instituciones, incluida una en el Museo Uffizi de Florencia», advirtió Dominique Le Coënt a la agencia de noticias AFP.

Descubierto en una finca de Compiègne, una ciudad al norte de Francia, el dibujo fue atribuido inicialmente al escultor francés Pierre Puget antes de ser autentificado como obra de Bernini.

Gian Lorenzo Bernini, conocido como Le Bernin, es famoso por sus estatuas de la famosa fuente de la plaza Navona de Roma y es el creador de obras como «Eneas, Anquises y Ascanio», el busto de «Medusa» o «El rapto de Proserpina», todas piezas muy emblemáticas y representativas del arte romano del siglo XVII.

Un dibujo de Bernini, vendido por un récord de USD 2,27 millones

Fuente: Infobae ~ La «Academie d’Homme» del maestro italiano Gian Lorenzo Bernini (1598-1680), un dibujo recientemente descubierto que representa a un hombre desnudo (REUTERS / Christian Hartmann)

Un dibujo del siglo XVII del escultor italiano Lorenzo Bernini, Le Bernin, que participó en el diseño y la construcción de la Basílica de San Pedro, se vendió en una subasta en Francia por 2,27 millones de dólares, pulverizando “un récord mundial para un dibujo” de este artista, según la casa de subastas.

La obra, un dibujo a la sanguina realizado entre 1630 y 1640, se subastó en Compiègne, al norte de Francia, y finalmente se vendió el sábado en una venta en línea organizada por la casa de subastas Actéon.

La identidad del comprador -que estaba representado- no fue revelada, pero “probablemente se trata de una compra anglosajona”, dijo el subastador Dominique Le Coënt a la AFP, para quien la obra “saldrá de Francia”.

El dibujo de la academia, que representa a un hombre sentado en un entorno vegetal, es «una expresión típica del arte barroco y del genio de Bernini», añadió.

El experto Patrick de Bayser posa junto a la obra del maestro italiano Gian Lorenzo Bernini (REUTERS/Christian Hartmann)

El experto Patrick de Bayser posa junto a la obra del maestro italiano Gian Lorenzo Bernini (REUTERS/Christian Hartmann)

Según la casa de subastas, La Academia del Hombre pertenece a un “corpus extremadamente limitado de figuras académicas conocidas de Bernini”, y los historiadores del arte enumeran “sólo siete” más, “todas ellas conservadas en museos e instituciones, incluida una en el Museo Uffizi de Florencia”.

La venta, transmitida en directo por internet, atrajo el interés de numerosos coleccionistas, en su mayoría internacionales, con la participación de nueve postores telefónicos.

Descubierto en una finca de Compiègne, el dibujo se atribuyó inicialmente al escultor francés Pierre Puget antes de ser autentificado como obra de Bernini. “Casi no hay duda, estamos 99% seguros de que es un Bernini”, dijo el experto en dibujos antiguos Patrick de Bayser, y agregó que era típico del estilo de Bernini usar tramas discontinuas en los contornos del cuerpo. La obra esperaba venderse en un rango de entre 35.000 a 60.000 dólares.

Gian Lorenzo Bernini (1598-1680), conocido como Le Bernin, es famoso por sus estatuas de la famosa fuente de la plaza Navona de Roma, de la que puede estar relacionado el gran desnudo masculino del dibujo.