Inauguran en Nueva York la primera galería de arte dedicada a obras en NFT

Fuente: Clarín ~ La neoyorquina «Superchief Gallery» se convirtió este jueves en la primera galería física del mundo en dedicarse a la exposición de obras en NFT, un novedoso formato de arte digital que ha alcanzado una popularidad estratosférica en los últimos meses.

«Desde que abrimos nuestra primera galería de arte digital en Soho en 2016, ‘Superchief’ ha confiado en el arte nativo-digital como una forma esencial de arte que debe ser incluida en el movimiento de arte de nuestra era», subrayó en un comunicado el co-fundador de «Superchief Gallery», Ed Zipco.

Zipco señaló asimismo que desde hace años sabían que no había forma de monetizar el arte digital, pero tenían la esperanza de que en un futuro pasara a incorporarse en la comunidad artística general.

«Estos artistas son brillantes y emocionantes, y deben ser parte del intercambio cultural», agregó.

En esta primera exposición de arte en NFT, titulada «Season One Starter Pack», la galería mostrará las obras de 300 artistas que rotará diariamente y que serán exhibidas en pantallas de alta resolución 4K.

Entre las piezas destaca «Mask Splitting» de la estadouidense Swoon, de nombre real Caledonia Curry y que es conocida por ser la primera artista del movimiento Street Art en alcanzar la fama, y «NFTesla», del moscovita Alexei Mashkow.

Los NFT son activos digitales que gracias a la tecnología blockchain quedan registrados como únicos, irreplicables y cuyo historial de transacciones puede ser seguido durante el origen de la obra.

Esta aplicación del blockchain ha supuesto una revolución en arte digital, ya que un creador puede registrar su obra como única y un comprador de la misma puede certificar tanto su autenticidad como la propiedad de la obra.

Los NFT abren la puerta a una infinidad de aplicaciones en la creación, intercambio y traspaso de contenido digital único y activos de colección a nivel mundial con un coste relativamente bajo (acuñar obras y cerrar transacciones en blockchain tiene un coste de computación y en emisiones variable).

El pasado 11 de marzo Christie’s subastó por primera vez una obra de arte íntegramente digital, «Everydays: The First 5000 Days» del artista Beeple, que rompió todos los récords al alcanzar los 69 millones de dólares.

La embajada argentina en Italia emplazará una escultura de Maradona en Nápoles

Fuente: Télam ~ El embajador argentino en Italia, Roberto Carlés, anunció que «próximamente» se instalará en Nápoles, en el Sur del país, una escultura en homenaje a Diego Maradona hecha por el artista Alejandro Marmo, al participar del acto de entrega de nacionalidad argentina al hijo del astro, Diego Jr.

«A cuatro meses de que nuestro barrilete cósmico llegara a lo más alto, es una alegría que optes por la nacionalidad argentina, algo que hubiera llenado de orgullo a tu padre», le dijo Carlés a Diego Jr. durante el acto de este jueves en el consulado general en Roma, del que también participaron el canciller Felipe Solá y la consul general Ana Tito.

«En este día tan especial quiero anunciar también que próximamente instalaremos en Nápoles una escultura del artista argentino Alejandro Marmo, en homenaje a Diego», reveló Carlés frente a Diego Jr., nacido en la ciudad ícono del Sur italiano hace 34 años.

Según Carlés, la escultura «una iniciativa de la Embajada de la República Argentina en Italia y del artista, con el apoyo de varios intendentes de ciudades argentinas».

Marmo, autor entre otras obras clásicas de la icónica gigantografía de Evita sobre la 9 de Julio de la Ciudad de Buenos Aires, es un colaborador asiduo de los Museos Vaticanos, al punto que entre sus obras emplazadas en el Viejo Continente tiene una Virgen de Luján y un Cristo Obrero en medio de los Jardines Vaticanos.

Sarmiento, de un volquete de basura a la pared del Bellas Artes

Fuente: La Nación ~ La historia detrás de un cuadro de Eugenia Belín Sarmiento, nieta del prócer y una de las primeras pintoras argentinas, es un hallazgo inesperado en “El canon accidental”, exposición con la que el museo busca reivindicar a las mujeres en el arte

Esta es la historia de un objeto atravesado por la historia política de la Argentina; por el relato historiográfico del arte; por la sucesiva emancipación de la mujer y por un hilo invisible entre artistas de distintos siglos reunidas por un acto fortuito, casi milagroso. Esta es una historia, al fin, que fue de un volquete de basura en el barrio de Palermo al Museo Nacional de Bellas Artes. Pero no porque se trate de un objeto resignificado como ready made después de la virulencia del dadaísmo y sus secuelas neo de los años 60. Aquí lo que hay es un cuadro de impronta romántica con un marco ornamental dañado que debió haberse lucido en paredes más glamorosas antes de ser abandonado y descartado como residuo. El retrato de María Amelia Sánchez de Loria fue pintado el 26 de agosto de 1891. La fecha está escrita en el extremo izquierdo de la obra junto a la firma de la artista: Eugenia Belín Sarmiento.

María Eugenia Belín Sarmiento, tal su nombre completo, había nacido en Santiago de Chile o San Juan en 1860 y murió en Buenos Aires en 1952. Fue nieta de Sarmiento, hija de Faustina y de Eugenio Belín, y también fue la sobrina de Procesa Sarmiento, otra pintora de quien tomó el estilo de la escuela del francés Raymond Monvoisin, un pintor viajero con una influencia decisiva para los artistas argentinos y chilenos de fines del siglo XIX.

Al cuadro en cuestión se lo puede ver ahora resguardado en una caja de acrílico (tal como la casa-museo de Sarmiento en el Tigre) entre las obras de El canon accidentalque el Museo Nacional de Bellas Artes abrió ayer en su renovada exposición al público. Se trata de una muestra que rescata a pintoras mujeres, algunas consagradas, otras no tanto o mucho menos que eso porque formaban parte de las más de 800 obras que Bellas Artes tenía en depósito y rara vez exhibía.

Esta obra de la nieta de Sarmiento, en cambio, no formaba parte de ese inventario soterrado ni tampoco provenía del Museo Histórico Sarmiento, que custodia la mayor parte de su producción (alrededor de 220 cuadros) y hasta tiene una sala con su nombre. Junto al retrato, la curadora Georgina Gluzman dispuso la exhibición del modesto catálogo de la muestra La mujer en la plástica argentina I que la historiadora y crítica Rosa Faccaro había organizado en 1988 en el Centro Cultural Malvinas (Galerías Pacífico), anticipando la agenda feminista del siglo XXI. La muestra era también un velado homenaje a Eugenia Belín Sarmiento a quien se considera una de las primeras pintoras argentinas relevantes.

Poco después de esta exposición, la artista contemporánea Fabiana Barreda, hija de Rosa Faccaro y el arqueólogo Luis Federico Barreda Murillo, se mudaba junto a su pareja a un departamento en la calle Malabia que había habitado de niña con su madre y al que añoraba. Como parte de su praxis artística, Barreda recogía y resignificaba fotos encontradas en la calle para reconstruir en forma de ficción la historia de un padre al que todavía no había conocido. “Un día vi frente a mi casa un volquete lleno de cosas y entre ellas descubrí un cuadro hermoso, un poco lastimado, y me lo llevé a mi casa. No teníamos nada: era un departamento vacío con otras cosas encontradas que hacían de muebles y ese cuadro colgado en la pared”, cuenta Barreda que entonces, a fines de los años 80, ni siquiera reparó en que la firma llevaba escrito el abracadabra “Sarmiento”. Barreda solo supo del valor que tenía la obra encontrada en la basura cuando decidió regalársela a Faccaro, quien llevaba años trabajando sobre pintoras como Belín Sarmiento e inmediatamente integró la pieza a su colección particular.

Pintora de “los mejores retratos”

Para tomarle el peso, Eugenia Belín Sarmiento es la autora del cuadro de 1889 que domina la entrada a las salas del Museo Histórico Sarmiento y que fue señalado por los observadores contemporáneos como el retrato más definitivo del militar y político sanjuanino. Dijo Aristóbulo del Valle: “Es usted la única que ha sabido conservar la expresión y el carácter de aquella gran cabeza”. Y Santiago de Estrada: “Con razón se le aguán los ojos al general cuando le mencionan el talento de la nieta”. Pero seguramente fue Eduardo Schiaffino, fundador del mismo Museo de Bellas Artes donde se la exhibe ahora, la que fijó esta certeza: “A la nieta del grande argentino le ha correspondido la suerte de pintar sus mejores retratos”, dijo. O el influyente Leopoldo Lugones: “Es el mejor retrato de Sarmiento que conozco”. El mismo Sarmiento tenía predilección por Eugenia como queda probado en el epistolario que se conserva en el archivo del museo. Así, el 8 de agosto de 1888, el político le escribe desde Paraguay: “Recibí los loros pintados, retratados a punto de reconocerlos, lo que prueba que están bien y merecen mi agradecimiento (…) Como me pides mi parecer artístico, te diré que la copia pertenece al género que llaman realista, la reproducción de la verdad natural, belle quelle“. La historiadora Laura Malosetti Costa señala que el impulso que el mismo Sarmiento le daba a la educación de las mujeres fue decisivo para la aparición de artistas como ella.

A pesar de este reconocimiento entre propios y ajenos, y de estar considerada como una de las primeras pintoras argentinas, la figura de Eugenia Belín Sarmiento se fue desvaneciendo en el contorno de la historiografía del arte argentino. Si bien sus obras se vieron en la Exposición del Centenario de 1910 y también en salones de Bélgica y Holanda (tal como dejó asentado el historiador sarmientino César H. Guerrero), su nombre está ausente del canónico “80 años de Pintura Argentina” escrito por el crítico Córdova Iturburu en 1977 bajo el auspicio de la Academia Nacional de Bellas Artes. No existe.

Pero pasaron los años y la marea feminista tocó la orilla del arte. La historiadora Georgina Gluzman se doctoró con una tesis para la que tuvo que consultar a Faccaro y su archivo de artistas mujeres argentinas. Ese trabajo fue la mecha que encendió la muestra y donde Gluzman conoció el retrato de María Amelia Sánchez de Loria condenado por la Historia del Arte a la basura. Rosa Faccaro murió en 2019 y la obra volvió a manos de su hija Fabiana a quien se le acredita ahora en el museo la procedencia de la pieza. Es ella quien da remate a este cuento: “Georgina se contactó conmigo por ese cuadro y allí terminó de completarse el rompecabezas. En la misma calle Malabia donde fue hallada Eugenia, treinta años más tarde, le entregué en mano a la curadora el cuadro para que llegase al museo”.

Una vez que la muestra finalice, el retrato de María Amelia Sánchez de Loria volverá al departamento de la calle Malabia cerrando el círculo. Si hay una obra “invisibilizada” (palabra recurrente en los textos curatoriales de hoy) ha sido esta, que tuvo que terminar en la basura para que el ojo de una artista contemporánea la rescatase de la destrucción absoluta. En esta historia por detrás de un cuadro de Eugenia Belín Sarmiento cabe completa la reinvindicación que pretende hacer ahora Bellas Artes. Ni el apellido la salvó del olvido y su recorrido, pues, no pudo ser más accidental.

Subastaron por 13 millones de euros un cuadro atípico de Van Gogh

Fuente: Telam ~ «Escena callejera en Montmartre», uno de los pocos lienzos del pintor holandés Vincent Van Gogh que se encontraba hasta ahora en manos privadas y que se desmarca del estilo más difundido de su obra, fue vendido por 13 millones de euros (15,3 millones de dólares) durante una doble subasta de la casa Sotheby’s, en la que un retrato de Picasso alcanzó 12,8 millones de dólares.

Con un precio de base que había sido estimado entre 5 y 8 millones de euros (5,9 y 9,4 millones de dólares), la obra fue pintada por el artista en 1887, durante su corta estancia en París, un período en el que coincidió con algunos de los principales pintores de la época, como Gauguin, Pissarro o Toulouse-Lautrec, contactos que marcaron una fuerte evolución en su pintura hacia el postimpresionismo y el expresionismo.

Es la primera vez que el lienzo, que permite intuir el giro de Van Gogh hacia el impresionismo al reforzar el carácter de los colores, aparece en público desde que fue adquirida por una familia francesa hace un siglo y cuya identidad permaneció oculta, informó la agencia AFP.

Hasta recientemente, solo se tenía conocimiento de la pintura a través de fotografías en blanco y negro contenidas en catálogos.

«La venta de este magnífico lienzo en un ambiente eléctrico forma parte de estos momentos mágicos que se pueden vivir en una casa de subastas», aseguraron en un comunicado responsables de Sotheby’s, que organizó esta subasta de obras impresionistas y modernas.

Lo primero que surge al ver imágenes del cuadro es que no parece pintado por Van Gogh. No contiene estrellas parpadeando sobre un fondo azul, ni girasoles luminosos. Y de no saber quién es el autor, puede pasar por uno de los muchos paisajes de Montmartre pintados a finales del XIX cuando los pintores colonizan esta colina, hoy dominada por el Sacré Coeur.

En la escena, se aprecia a una pareja paseando y a dos niños jugando, con el «Moulin à poivre» de fondo, un emblemático molino de viento convertido en sala de baile en la época.

La concreción de la obra se remonta a marzo de 1886, cuando Van Gogh llega sin avisar a París y se instala en casa de su hermano Théo, que trabaja en una galería de arte. Un par de meses después, ambos se mudan al 54,rue de Lepic, entonces frontera informal entre el Montmartre urbano y el rural. «Es un apartamento bastante grande con una vista magnífica sobre la ciudad y las colinas. Con los efectos de las variaciones del cielo, hay para muchos cuadros», escribe Théo en una carta.

Sobre la imagen del cuadro, la directora de Arte Impresionista de Sotheby’s, Aurélie Vandevoorde, indicó a la agencia AFP que en aquella época la parisina colina de Montmartre tenía dos partes: «una más urbanizada, con los conocidos cabarets, y una más rural, con huertos, molinos, cobertizos… Esa es la parte que retrató Van Gogh».

El pintor neerlandés «prefirió mostrar una escena bucólica antes que un retrato de las salas de baile o los cabarets del barrio», añadió Fabien Mirabaud, el encargado de la subasta.

El experto aseguró en conferencia de prensa que el cuadro habría quedado en manos de Théo, que luego pasó por algunos intermediarios desconocidos «y que antes de 1920 ya estaba en manos de la familia que lo ha poseído desde entonces».

Sotheby’s llevó a cabo hoy esta doble venta en París y Londres, donde se subastó por otro lado un retrato de Pablo Picasso de la fotógrafa Dora Maar, de 1941.

La obra, en la que el artista español representa a su amante sentada en un sillón, fue adjudicada a un coleccionista asiático por 9,39 millones de libras esterlinas (12,8 millones de dólares), tras haber sido estimada entre 6,5 y 8,5 millones de libras.

Valorado en la misma horquilla de precios, un tríptico de tonos primaverales del británico David Hockney, uno de los artistas vivos más cotizados del mundo, se vendió por 7,32 millones de libras (10 millones de dólares).

Pero la sorpresa de esta subasta fue el óleo «Embrace of the beach», del noruego Edvard Munch, vendida igualmente a un coleccionista asiático, por 16,2 millones de libras (22,2 millones de dólares).

El responsable nazi Hermann Göring habría colgado esta obra en su despacho, si bien el autor de «El Grito» figuró entre los artistas prohibidos por el régimen del III Reich.

En total, la subasta de París adjudicó lotes por un valor total de 36,9 millones de euros (43,5 millones de dólares) y la de Londres recaudó 97,4 millones de libras (133,5 millones de dólares), según Sotheby’s.

Lady Gaga y Michael Jordan eligen sus obras, es argentino y deslumbra en el mundo con sus cuadros virtuales

Fuente: Infobae ~ El artista plástico Alejandro Vigilante vive en Estados Unidos pero por estos días se encuentra en Argentina. Estaba de viaje por Buenos Aires cuando se cerraron las fronteras y se decretó el aislamiento social, preventivo y obligatorio. Como les sucedió a muchos, la pandemia del coronavirus afectó su trabajo. Las muestras en Barcelona, Nueva York y Miami que tenía programadas fueron canceladas. Sin embargo, en tiempo de encierro no le impide seguir exponiendo su talento en su espacio preferido: las redes sociales.

Amante de lo multimedia, Vigilante se presenta como “un artista pop» que se desenvuelve en un “mundo mágico”, tal como define a internet. «Pinto pop americano. Estoy muy involucrado en la comunicación y las redes. Tengo una frase que siempre repito, que es que ‘no hay nada más pop que internet’”, dice a Infobae.

Su trabajo arrastra una profunda influencia en el arte de la década del sesenta y refleja el “intercambio instantáneo de información y la dilución de imágenes gracias a la popularidad de las redes sociales”. Referente en la variable artística denominada “i-Pop”, a lo largo de su carrera trazó una comunión entre el arte digital y la pintura tradicional sobre lienzo. Es una experiencia que llama “i-Art movement” e incluye además de las redes sociales, a blogs, e-mails, chats y páginas web. No concibe la creación plástica fuera de la red.

Esta semana, el nombre del artista volvió a trascender en ese “mundo mágico”. Su última obra se viralizó hasta captar la atención de medios de comunicación de Corea del Sur, Arabia Saudita, Brasil y Japón, entre otros. Es un cuadro de uno de los integrantes de la afamada banda surcoreana de K-Pop, BTS.

Desde su perspectiva, reinterpretó una selfie del cantante Jimin haciendo la seña V, símbolo de amor y paz. En la imagen prevalecen tonos violáceos, rosáceos y azulados, que confluyen con el negro. La foto luce como la representación visual de un video de ocho segundos, que de fondo está acompañado por un fragmento de la canción “Serendipity”.El cuadro virtual de Jimin que causó sensación

La pintura repercutió en el mundo digital. Entre sus cuentas de Instagram, donde tiene más de 175 mil seguidores, y Twitter, en la que cuenta con más de 600 mil, el video superó las 85 mil reproducciones. Fanáticos de la banda de todo el mundo se sumaron a compartirlo.

No es la primera vez que el artista argentino retrata a Jimin. “Soy fan de BTS. Hace mucho había elaborado otro retrato suyo que también fue un boom. Él justo había estado como invitado en el programa de Jimmy Fallon (‘The Tonight Show’) y ahí publicaron el cuadro que le había hecho. Este último lo hice inspirado especialmente en el tema Serendipity, que tiene un significado: es el descubrimiento que se da por casualidad, es como una revelación, algo inesperado y afortunado de cosas que no se están buscando ni investigando. La repercusión que tuvo me lleva a mí a seguir adelante en esto que vengo diseñando desde el 2001″.

El autor junto al cuadro de Enzo Ferrari en la muestra que recorrió la historia del Cavallino Rampante

El autor junto al cuadro de Enzo Ferrari en la muestra que recorrió la historia del Cavallino Rampante

Alejandro Vigilante nació en 1964 en el barrio de Palermo, en Buenos Aires. Después de haber estudiado administración de empresas, siguió los pasos de su padre, también pintor. “Fue una decisión de vida”. Comenzó como muralista y trabajó con el cineasta Oliver Stone en la película “Any Given Sunday” (Un domingo cualquiera, de 1999).

Para ese entonces ya estaba radicado en EE.UU. En 1995 se mudó a Nueva York, donde seis años después presenció el atentado a las Torres Gemelas desde el Hotel Marriott, el edificio enfrente del World Trade Center. Fue en esa época donde puso en marcha la iniciativa de expandirse en la red. La idea ya venía rondando por su cabeza: cuenta que avizoraba que “el arte se iba a movilizar a través de internet”.

A partir de allí construyó una carrera notable. Expuso sus colecciones de arte en galerías de todo el mundo: Buenos Aires, Nueva York, Punta del Este, Miami, Barcelona, Los Ángeles, México, Ámsterdam. En 2017, invitado por Cristiano Rattazzi y Julio de Marco, presentó un tributo a Ferrari con motivo del 70 aniversario de la marca de deportivos italianos. En Argentina sus obras están en la galería de Daniel Maman.

Otro trabajo suyo que cobró mucha notoriedad fue en 2016, cuando hizo una pintura de la candidata demócrata Hillary Clinton para instar a los norteamericanos a votarla, antes de las elecciones presidenciales en las que se impuso Donald Trump.

Personalidades como Michael Jordan, Lady Gaga, Gloria Estefan, Halle Berry y Marcelo Tinelli compraron sus cuadros. El ex futbolista alemán Michael Ballack es uno de sus mayores aficionados: tiene más de 25 obras suyas. “La gente por suerte me sigue encargando cuadros”, cuenta y sostiene: “Siempre le di mucha importancia a ser feliz, lo otro viene por añadidura, yo pinto para ser feliz”.

El ex futbolista alemán Michael Ballack tiene más de 25 obras del artista argentino

El ex futbolista alemán Michael Ballack tiene más de 25 obras del artista argentino

Diseñar un cuadro virtual mediante Photoshop le demora entre media hora y 45 minutos. “Y materializarlo me lleva una semana. Uso técnica de trasferencia de imágenes. Empiezo a ponerle color a la obra y queda establecido”. Luego, del formato multimedia pasa a las exposiciones, que hoy están suspendidas.

“Cuando uno habla de los artistas piensa en gente de cine, de teatro, pero en mi caso represento a artistas plásticos. Mucha gente habla y cuenta que perdió su trabajo. Y para los artistas plásticos también es un momento muy complicado”, subraya sobre la actualidad.

En este difícil contexto, Vigilante deja un mensaje a sus colegas: “Les diría que se vuelquen a las redes sociales, que no me dejan de sorprender. Hay que seguir pintando, hay que seguir pensando el futuro. Estos momentos son para crear, todos los días son una nueva oportunidad. Debo ser el único artista activo en las redes sociales que sigo generando. Con el tema de la cuarentena tenemos que reinventarnos”.

De cara a futuro también surge la curiosidad: ¿quién será el próximo retratado? Alejandro prefiere no develarlo y responde a la pregunta invitando a descubrirlo en sus cuentas, que son una galería de arte abierta al público.

Científicos descubren que la escultura de madera más antigua del mundo es más vieja de lo que se pensaba

Fuente: Clarín ~ Tecnología de vanguardia para recolectar datos por radiocarbono ha confirmado que el célebre Ídolo Shigir es la escultura de madera monumental más antigua del mundo, más aún de lo estimado. La icónica pieza se encuentra en el Museo «Exposición Histórica» en Ekaterimburgo, Rusia.

En 1890 se encontró esta máscara en una turbera y durante mucho tiempo se debatió su antigüedad. En la década de 1990, las primeras fechas de radiocarbono convencionales sugirieron un contexto mesolítico pero una serie de resultados de AMS (Espectrometría de Masas con Acelerador) fechan el objeto cerca del comienzo del Holoceno, hace más de 12.000 años.

El nuevo estudio, liderado por Thomas Terberger, de la Universidad de Gotinga, y publicada en Quaternary International, permite demostrar que existe una larga tradición en el trabajo de la madera desde el Paleolítico Inferior, y también que la escasa evidencia de objetos de madera del Paleolítico y Mesolítico se debe a las condiciones de conservación.

El ídolo de Shigir es posiblemente nuestros grandes misterios que esconde Rusia.Se expone en el Museo "Exposición Histórica" de Ekaterimburgo.

El ídolo de Shigir es posiblemente nuestros grandes misterios que esconde Rusia.Se expone en el Museo «Exposición Histórica» de Ekaterimburgo.

Las figuras antropomórficas a veces están presentes en el arte glacial tardío y hay representaciones menos antropomórficas disponibles en el mesolítico temprano.

El ídolo de Shigir es posiblemente nuestros grandes misterios que esconde Rusia. Corría el año 1890 cuando unos agricultores de Siberia encontraron en una turbera algo nunca antes visto: escondido en pleno humedal, asomaba una pequeña parte de lo que parecía una especie de figura de madera.

Cuando avisaron a las autoridades de lo que habían encontrado, pronto comenzaron a excavar para tratar de saber más sobre aquel extraño artefacto. A día de hoy, sigue generando dudas sobre quién y por qué realizó una de las esculturas más antiguas de la historia.

Cuando los investigadores comenzaron a excavar, pronto descubrieron que se trataba de una escultura de madera que medía aproximadamente unos 5,3 metros de altura. Sin embargo, el largo periodo de tiempo que había vivido bajo el humedal había dañado gravemente su estructura y, por ello -además de por los pobres medios arqueológicos de la época -, cuando los expertos trataron de rescatarlo solo pudieron hacerse con poco más de 2,5 metros, que pronto fueron llevados a buen recaudo para tratar de analizarlo.

Los patrones geométricos de la escultura de Shigir, como las líneas simples y los ornamentos en zigzag, son elementos comunes de la decoración del Paleolítico tardío y del Mesolítico temprano.

Los patrones geométricos de la escultura de Shigir, como las líneas simples y los ornamentos en zigzag, son elementos comunes de la decoración del Paleolítico tardío y del Mesolítico temprano.

Los patrones geométricos de la escultura de Shigir, como las líneas simples y los ornamentos en zigzag, son elementos comunes de la decoración del Paleolítico tardío y del Mesolítico temprano.

En conclusión, los diferentes elementos de la escultura de Shigir se ajustan mejor al registro del arte glacial tardío al mesolítico temprano en Eurasia. Los autores del estudio ven esto como una confirmación de la fecha temprana de la escultura monumental.

La figura demuestra una compleja expresión del comportamiento simbólico y el arte de los cazadores-recolectores de esa época. El único paralelo general de figuras antropomórficas monumentales de esa época puede mencionarse en el lejano yacimiento de Göbekli Tepe, en el este de Anatolia.

Ortiz Mayor: “el dibujo es el sostén de todo, de la figuración y la abstracción”

Fuente: La Gaceta ~ Misterio femenino entre las hojas. Un murmullo de luna se sienta en la desnudez. Se agita entre la prima y la bordona. Un vértigo vegetal siembra colores en el aire. El alma del cerro sueña paisajes en la guitarra. Nervaduras de savia surcan la vida que se detiene un instante en una mirada. En un latido. En el corazón de una mujer. Para desplegar alas de luz. “Siempre estuve dentro de lo figurativo, con la presencia de la naturaleza, el cuerpo y los objetos que aparecen en mi iconografía, pero los elementos abstractos están en mi obra, porque esas imágenes surgen del blanco y el negro, de líneas que recorren el papel o colores sobre la tela”, sostiene María Florencia Ortiz Mayor, pintora que ha hecho de Yerba Buena su patria chica. La artista fue seleccionada por la Embajada argentina en Washington para presentar la muestra individual “Sentir tucumano”, que reúne sus dibujos y pinturas.

– ¿Cómo se fue gestando tu inclinación por el arte?

– Mis pasos en la primaria, en la Escuela Rivadavia, estuvieron relacionados siempre con el dibujo y la pintura, donde la artista Mecha Romero nos introdujo en el arte y dejó en nuestra memoria imborrables anécdotas, como los concursos de pintura en los que participábamos con mis compañeras llevando algún premio para nuestra escuela, o verla dibujar a ella en la plaza, trazar sus líneas frescas con tinta o sus figuras potentes al pastel, que eran momentos mágicos. Mi madre, profesora de francés y lingüista, nos transmitió el amor por la literatura y el arte. Mi padre médico nos inculcó la dedicación al otro, la solidaridad y la entrega. De mis abuelos y abuelas, tíos y tías, tuve amor incondicional. Fueron los interlocutores positivos que me acompañan siempre. Simplemente mi vocación se despertó temprano. Y aunque también me interesaban otras cosas, en esos tiempos de joven (cuando ya cursaba la carrera de arte) trabajé como instrumentista en un sanatorio, amaba la idea de curar y ayudar. También el teatro ejercía en mí una atracción especial. Pero en el momento de decidir no tuve dudas: el dibujo y la pintura eran mi mundo.

– ¿Cómo era el ambiente en la Facultad de Artes?

– En los primeros años de facultad, por 1974, éramos muy pocos alumnos y muy unidos, pasábamos largas horas de taller y de estudio. Luego llegó la dictadura que trajo miedos, incertidumbre, compañeros desaparecidos. No teníamos demasiada conciencia de los riesgos que corríamos. Sobrevivimos, otros no.

– Gatti, Salas y Linares fueron tus principales maestros, ¿qué aprendiste de ellos? ¿Cómo era cada uno en la docencia y en el trato cotidiano?

Juan Bautista Gatti fue mi querido maestro, su talento, generosidad, sencillez y conocimiento del oficio en el dibujo y la pintura me generaban admiración y sorpresa. Sus temas eran variados, todo lo que hacía era novedoso y original, un gran docente. Caminaba por Yerba Buena, con su traje safari y sus anteojos oscuros. Un personaje querido, auténtico. Me dejó como enseñanza el trabajar para encontrar el camino y reforzar mis cualidades personales. De Aurelio Salas, el gran dibujante, recuerdo indicaciones precisas y valiosas. Observaba en silencio nuestros dibujos hasta que el clima de trabajo permitía que se explayara. Ezequiel Linares, con su entusiasmo y calidez, permitía una fluida comunicación. Las entregas de taller tenían humor y compromiso. Artistas como Gatti y Salas y varios de esa generación venían de la formación que por los años 50 dejaron su sello los maestros Lino Enea Spilimbergo y Lajos Szalay. De ahí la enorme trascendencia cultural de la plástica de nuestra provincia.

– ¿Hubo otros profesores que te mostraron un camino? ¿Incursionaste en grabado y escultura?

– En la Facultad de Artes, Raquel van Gelderen fue una artista y docente excepcional, una fortaleza en mi carrera y una gran amiga. La cercanía y amistad de los pintores Luis Lobo de la Vega, con su entrega total al paisaje, y Fued Amin, con sus objetos despojados de cualquier superficialidad, fueron artistas entrañables cuyo lenguaje trascendió, cada uno con su síntesis creadora. En el grabado y la escultura incursioné un tiempo en la Facultad; mi dedicación y profesión se centró en el dibujo y la pintura. Ahora he retomado el grabado de la mano de mi hija María Sol, redescubriéndolo y apasionándome.

– ¿Cuándo decidís “tirarte a la pileta” de la pintura?

– Cuando salí de la Facultad y decidí profundizar en lo mío y forjar un lenguaje a través de muchas horas de trabajo, exposiciones, viajes y encuentros artísticos. En 1992 mi colega y esposo H. Aníbal Fernández estuvo un año en Francia y Holanda con una beca. Yo viajé con mis hijos Matías y María Sol y nos encontramos allá. Ese viaje me dejó fuertes experiencias; el contacto con el arte a cada paso, en museos, galerías, con los artistas europeos y los argentinos radicados en París, enriquecieron mi mirada. Volví a mi tierra con alegría y determinación, con esa sensación de todo lo que tenemos para crear, se fortaleció mi trabajo y mi identidad tucumana.

– Aunque el paisaje está en el ombligo de tu obra, el desnudo y el erotismo tuvieron algún protagonismo en tus telas. ¿Cuál es el rol de la sensualidad en tu producción?

– Siempre estoy metida dentro de mi paisaje, Yerba Buena, desde mi casa veo el cerro y un pedacito de cielo entre los árboles; más allá La Rinconada, San Pablo con sus torres del ingenio, San Javier, Tafí del Valle y todos los paisajes de mi Tucumán, todos los climas, todos los verdes. Mi sentir tucumano está presente desde hace más de 40 años, se entrelaza con una guitarra, una luna, un cerro, una figura de mujer me permite recorrer el papel, la tela o el muro con una línea, un contraste, una textura, una pincelada. La sensualidad está en la forma de, no en el objeto en sí, está en mi relación con el material, es visceral. Ese material que elijo: carbonilla, pastel, tinta, acrílico, óleo o collage me permiten la exaltación de esos “detalles de la vegetación” donde me interesa capitalizar “lo no dicho” del paisaje y su presencia.

– ¿Encontraste en la docencia un modo de llegar también al otro? En el taller que tienes con Aníbal se ha formado gran cantidad de gente y varios han desplegado alas propias, ¿qué te genera eso?

– Desde el 79, la docencia ha sido una constante en nuestras vidas, y una pasión. Con Aníbal hemos profundizado en los procesos creativos para darle a nuestro taller la impronta de formación, aspectos técnicos y teóricos, “aprender a mirar” y principalmente la búsqueda de lo personal. En estos años de docencia han pasado por nuestro taller muchos alumnos y alumnas que hoy transitan su propio camino. Eso gratifica y entusiasma. Porque, en definitiva, el objetivo de un docente es motivar, enseñar y dejar que el alumno transite luego “sus otros pasos” en la creatividad.

 – ¿Qué te dejó la experiencia de haber estado al frente de la Dirección de Cultura en Yerba Buena? ¿Volverías a incursionar en la función pública?

– Fui directora municipal de Cultura de Yerba Buena, de 2008 a 2015. Nuestras actividades comenzaron en lugares como la Casa Cossio y Christie del Solar con festivales de cine, cursos de idiomas, talleres artísticos, festivales de música y narradores, encuentros de escritores, muestras… además de actividades en los barrios, las escuelas o los Caps, como el “teatro comunitario”. Aún Yerba Buena no tenía su propia Casa de la Cultura, hasta que con el apoyo de Nación concretamos la Casa del Bicentenario, inaugurada en 2011. La experiencia me dejó la satisfacción de haberme involucrado con las necesidades de la gente para redescubrir y valorizar nuestra identidad. Respecto a la pregunta si volvería a incursionar en la función pública: me interesa trabajar en proyectos creativos para mejorar la calidad de vida de nuestro pueblo, en pensar la cultura como herramienta de cambio y desarrollo, y esos cambios vienen de decisiones políticas, y para eso hay que involucrarse y participar.

– ¿Cómo es tu proceso creativo? ¿Cuáles son tus desafíos ante la tela en blanco?

– No espero la inspiración para trabajar. Simplemente me instalo en el taller. Me guío por intuiciones, algo de imaginación y también improvisación. El espacio de juego está presente siempre. El oficio también. Influye mi entorno porque lo llevo cosido. Es lo inevitable. Comienzo por el dibujo. Después llegará el color cuando comience a sentirlo o me tomará de sorpresa. ¿Desafío ante la tela? Creo que siento el papel o la tela como un territorio para expresarme y no me hago películas ni me pongo metas lejanas. Vivo mi trabajo como algo cotidiano e importante para mí. Respecto a las expectativas de qué pasará después, no es mi prioridad, lo importante es ese día de trabajo que me devuelve el entusiasmo. Vengo de una formación donde el dibujo era el sostén de una obra. Por ahí algunos piensan que con las nuevas tecnologías puede pasarse por alto el dibujo. Te aseguro que no. El dibujo es lo que sostiene todo, en la figuración y en la abstracción. Se malinterpreta “dibujo” con “destreza de dibujante”. No hablo de destreza. Hablo del dibujo como tu mirada, tu particular mirada sobre el mundo. Es el recorrido que haces sobre el papel blanco, es la presencia de tus emociones… Es la construcción de la casa para el arquitecto, es la idea para el artista conceptual, es la palabra justa para el escritor, es la melodía para el músico.

Sin fecha para la feria, arteBA cumple 30 años y presenta nuevas autoridades

Fuente: Cronista ~ Tras la pandemia y la crisis institucional que sufrió en 2020, la Fundación arteBA presentó su nuevo Consejo de Administración en coincidencia con el 30° aniversario de su creación. Como contraparte, por las medidas de restricción ante el Covid-19 la edición física de la feria de arte aún no tiene fecha programada para este año.

El nuevo Consejo de Administración esta integrado por profesionales que trabajan ad honorem, con fuertes vínculos con la escena artística y cultural. Tendrán la responsabilidad de fijar los lineamientos y las decisiones estratégicas de la etapa actual de la institución.

Esta renovación coincide con la celebración de los 30 años de arteBA que, desde su fundación en 1991, ha establecido acciones destinadas a la difusión y promoción del arte argentino moderno y contemporáneo, tanto a nivel nacional como en circuitos latinoamericanos e internacionales.

A lo largo de estos años, la fundación arteBA ha sido un espacio de todos aquellos que conforman la escena del arte en Argentina: artistas, galeristas, curadores, coleccionistas, trabajadores y amantes del arte.

En el marco de este importante aniversario, la institución «revisitará estas tres décadas para construir su futuro y reafirmar su compromiso con el arte argentino y el desarrollo del sector».

El Consejo de Administración viene trabajando en pos de fijar la agenda de este año y establecer los lineamientos para la realización de la edición 2021 de la feria arteBA, con lugar y fechas a confirmar de acuerdo a los protocolos establecidos por el Estado Nacional durante el proceso de pandemia.

Los miembros del nuevo Consejo de Administración de la Fundación arteBA son:

Presidenta ** Larisa Andreani (directora de Grupo Logístico Andreani, miembro del Consejo de Administración del Banco de Alimentos, fue miembro de la Asociación de Amigos del Museo de Arte Moderno de Buenos Aires -presidenta del 2017 al 2019, compradora de arte)

Vicepresidente ** Eduardo Mallea (abogado, especializado en derecho aduanero y comercio exterior, socio del Estudio jurídico Brouchou, Fernández Madero & Lombardi, coleccionista)

Miembros

** Carolina Bicquard (abogada, emprendedora social, trabaja en la articulaciones público-privada, ex presidente del Fondo Nacional de las Artes y actual CEO de Fundación Compromiso)

** Andrés Brun (desarrollador inmobiliario, coleccionista, miembro fundador del Comité de Adquisiciones del Museo de Arte Moderno de Buenos Aires)

** Alejandro Corres (arquitecto, miembro fundador de arteBA)

** Leticia Kabusacki (abogada, miembro del Equipo Latinoamericano de Justicia y Género, representante alterna del Banco Central de la República Argentina en el Fondo Nacional de las Artes)

** Andreas Keller (miembro de arteBA desde 2008, coleccionista)

** José Luis Lorenzo (arquitecto, coleccionista, Presidente de la Asociación Amigos del Museo Caraffa de Córdoba, miembro del Comité Latinoamericano de Adquisiciones de Tate Modern)

** Francisco Ortega (socio senior de McKinsey & Company y líder de la firma para América Latina, coleccionista)

** Alec Oxenford (miembro de arteBA desde 2008, miembro del Latin American Fund del MoMA de Nueva York, miembro del Comité de Adquisiciones del Malba, coleccionista)

**Cecilia Remiro Valcarcel (española, abogada especialista en M&A, compradora de arte, desde el 2003 reside en Argentina en donde dirigió la galería VVV entre 2005 y 2011)

** David Tonconogy (desarrollo profesional en áreas de economía, construcción y finanzas, miembro del Comité Joven de arteBA entre 2012 y 2014, comprador de arte)

** Sofia Weil de Speroni (amiga de museos, formó y forma parte de instituciones como Malba, Fadam, Museo Nacional de Bellas Artes y patrono internacional del Museo del Prado de España, promotora cultural)

La belleza del día: “El señor de la fortaleza”, de José Sabogal

Fuente: Infobae ~ Hay artistas que son sismos en la tradición de un país, que rompen con los grilletes del pasado y proponen un nuevo camino. Es el caso de José Sabogal (1888 – 1956) en el Perú, quien comenzó una mirada cercana a la cultura andina, dejando de lado las ideas coloniales europeizantes y, abiendo así, el camino para muchos artistas.

Hijo del mestizaje, Sabogal tuvo una importante relación con Argentina, donde fue alumno de la Escuela de Bellas Artes, entre 1912 y 1913, y luego como maestro de dibujo en la Escuela Normal de Jujuy, entre 1914 y 1917.

Fue en la provincia del norte donde conoció a Jorge Bermúdez, discípulo de Ernesto de la Cárcova, quien recorrió el noroeste argentino, en busca de paisajes y figuras para sus obras. De la mano de Bermúdez, Sabogal comenzó su indagación pictórica sobre la cultura andina, que lo convertirían en el tiempo en uno de los máximos promotores y líderes del movimiento indigenista peruano.

Anes de esta experiencia había ya recorrido España, el sur de Francia, Italia y el norte de África, pero fue la comunión con esta expresión identitaria lo que causó mayor impacto en su obra y regresó a su país, asentándose en el Cuzco, donde se gestaba un intenso movimiento cultural de reivindicación regional y nacionalista.

Durante este período, publicó una investigación etnográfica sobre las tradiciones culturales indígenas, incluida la historia del “mate birulado”, un antiguo objeto artesanal elaborado con calabaza o mate. Sabogal tuvo, además un rol fundamental en la estética de publicaciones de vanguardia como la revista cultural Amauta, que abogaba por los derechos de los pueblos indígenas y condenaba las desigualdades sociales.

El Señor de la Fortaleza -pieza de 1919 que se encuentra en la sede del Banco Interamericado de Desarrollo de Washington, EEUU- retrata una escena durante la procesión del “Cristo de los Milagros”, en la que se lleva una imagen de Cristo en la cruz por las calles de un pueblo. Las figuras del cuadro muestran los trajes y adornos típicos de esta popular celebración. La imagen de Cristo es venerada en Perú como símbolo de un tipo particular de práctica religiosa católica que evolucionó y refleja la naturaleza híbrida de la identidad cultural del país. El uso de Sabogal de tonos tenues y terrenales describe la atmósfera del paisaje andino, celebrando el legado cultural y los recursos naturales de la región.

Considerado por José Carlos Mariátegui, escritor, periodista, político y filósofo, como el “pintor peruano por excelencia”, el legado de Sabogal trasciende el lienzo, ya que acercó su mirada como profesor y director de la Escuela Nacional Superior Autónoma de Bellas Artes y co-fundador del Instituto Libre de Arte Peruano en el Museo Nacional de la Cultura Peruana. Entresus seguidores se encuentran, entre otros, Camilo Blas, Enrique Camino Brent, Julia Codesido, Cota Carvallo, Jorge Segura, Aquiles Ralli y Gamaniel Palomino.

El “Guerrero” de Basquiat fue vendido en 41,6 millones de dólares

Fuente: La Capital de Mar del Plata ~ La casa de subastas Christie’s vendió este martes en Hong Kong la obra “Warrior (Guerrero)” del neoyorquino Jean-Michel Basquiat por 323,6 millones de dólares hongkoneses (41,6 millones de dólares, 35 millones de euros), convirtiéndose en la pieza occidental más cara subastada en Asia.

La obra, catalogada por Christie’s como “el pináculo de la producción creativa de Basquiat”, fue adquirida durante una subasta transmitida en vivo celebrada en la excolonia británica.

Pintado en 1982, en pleno apogeo del artista, el “Guerrero” de Jean-Michel Basquiat (1960-1988) es “un poderoso retrato que demuestra ampliamente por qué está considerado uno de los pintores más importantes del último medio siglo”, según la firma.

“Warrior” formó parte de numerosas exposiciones a lo largo de todo el mundo desde su debut en 1983.

La obra salió a subasta con la idea de atraer a coleccionistas de diferentes países y husos horarios para aprovechar el atractivo internacional de Basquiat, indicó Christie’s en un comunicado.

El “Guerrero” de Basquiat forma parte de una serie de obras creadas sobre paneles fechadas en 1981-82, que incluye también a “La Hara” o “Irony of Negro Policeman”, y destaca por su característica energía cruda y exuberante, que impregna cada centímetro de la composición.

Hijo de padre haitiano y madre puertorriqueña, Basquiat es un “retrato fiel” del Nueva York de la década de 1980 y, más de treinta años después de su muerte, sus obras son hoy día el capricho de coleccionistas en todo el mundo.

Autodidacta y excepcionalmente inteligente, el joven rebelde murió antes de llegar a los 30 por una sobredosis, pero su breve carrera, marcada por la experimentación en el arte, en el sexo y en las drogas, hizo que sus obras se hayan colocado entre las más codiciadas entre los artistas norteamericanos.