Subasta online: cómo acceder a obras de artistas célebres desde u$s 50

Fuente: Clarín ~ Se destacan trabajos de Picasso, Quinquela, Ferrari, Berni, Minujín, Miró y Lockett, entre otros. Hasta cuándo dura y cómo participar.

La cuarentena durante el 2020, a causa de la pandemia, modificó muchos hábitos, varios de los cuales se mantienen hasta hoy. Uno de ellos fueron las subastas online que lograron acomodarse rápidamente al cambio global y crecieron exponencialmente en todo el país ofreciendo grandes oportunidades.

En este marco, Witcomb, la galería de arte más antigua de la Argentina, se sumó a la tendencia de subastas en línea con obras pertenecientes a artistas de la talla de Benito Quinquela Martín, Juan Carlos Castagnino, Pablo Picasso, Joan MiróMilo Lockett,León Ferrari y Marta Minujín, entre muchos otros.

En esta tercera edición, llamada “Grandes maestros clásicos y contemporáneos”, permite acceder a obras de Castagnino, Quinquela, Ferrari, Alonso y Lockett, entre otros. Hay cuadros de Grandi, Nieto y Lynch, por u$s 50. Y otros de Berni, que llegan a u$s 8.000.

Entre muchas obras, se puede encontrar “Día de trabajo”, de Benito Quinquela Martín.
Entre muchas obras, se puede encontrar “Día de trabajo”, de Benito Quinquela Martín.

Según destacó Jorge Calvo, titular de Galerías Witcomb: “En los días difíciles que hemos vivido y que en algunos casos aún estamos transitando, el arte se ha convertido en algo importante y hasta en una necesidad para muchos argentinos».

«Al estar mucho tiempo en el hogar, surgió la necesidad de embellecer el lugar en donde uno transita su día a día. De esa manera, hemos visto mucho interés, tanto por artistas consagrados como jóvenes”, destacó.

Es en esa línea, Calvo detalló que se propusieron desarrollar este nuevo servicio de subastas on line, que permite que cualquier persona, con algún interés por el arte de nuestro país, o simplemente por interés decorativo, pueda acceder de manera sencilla y en muchos casos económica, a algunas de las obras y artistas más emblemáticos de nuestro país”.

¿Qué se consigue en la subasta online de obras de arte y cuáles son las oportunidades?

«Hace 10 años, estas obras valían 4, 5 o 6 veces más que ahora. La crisis de los últimos tiempos ha hecho que los precios locales del arte bajaran mucho. Cuando hay crisis, cuando la gente no sabe si su empresa o fábrica va a seguir funcionando, una de las primeras cosas que dejan de venderse son las obras de arte», detalló Calvo a Clarín.

«Es por eso que estos precios son bajísimos, incluso si se comparan con artistas u obras de países vecinos, como Uruguay. En ese sentido, los precios de hoy son una oportunidad inmejorable. La expectativa de cuánto pueden subir esos precios dependerá de cómo continúe la economía de nuestro país, pero sin dudas se trata de un piso que tiene todas las chances de subir«, destacó.

Entre muchas obras, se pueden encontrar “Día de trabajo”, de Benito Quinquela Martín, «Sol al plomo en Lobos”, de Leonardo Malara, “En el trigal”, de Juan Carlos Castagnino, “Figura”, de Bruno Venier. Y también algunas perlitas de los artistas internacionales más importantes, como “La comedia humana”, una de las litografías de Pablo Picasso.

Milo Lockett es uno de los artistas más vendidos en el país. En la subasta hay cinco obras de él.
Milo Lockett es uno de los artistas más vendidos en el país. En la subasta hay cinco obras de él.

¿Cuáles son las oportunidades que se destacan en la subasta?

Por u$s 50: 

. Justo Lynch, “Sol mañanero”

. Felipe de la Fuente, “Cantina costera”

Por u$s 100:

. León Ferrari, Litografía “sin título”

Entre u$ss 120 y u$s 500:

. Milo Lockett: Es uno de los artistas más vendidos en el país. En la subasta hay cinco obras de él, que van de los u$s 120 a los u$s 500.

. Benito Quinquela Martín, “Día de trabajo”, a u$s 160

. Joan Miró, “Serie Barcelona” (afiche original), por u$s 400.

. Pablo Picasso. Grabado perteneciente a la serie “Suite 347”, por u$s 390. Hay además otras 3 litografías de Picasso ofertadas.

Según destacaron desde la galería, en la subasta hay una obra de Juan Carlos Castagnino, uno de sus cuadros emblemáticos (sin título) donde retrata a una de sus modelos históricas. El valor arranca desde los u$s 1.700, actualmente, aclaran, que en el mercado se vende, por lo menos, el doble.

La obra de arte con el valor más alto en la subasta la tiene “El baile”, de Antonio Berni, que se ofrece desde los u$s 8.500.

El precio de las obras de arte está expresado en dólares, pero se puede abonar en pesos. Foto: Archivo.
El precio de las obras de arte está expresado en dólares, pero se puede abonar en pesos. Foto: Archivo.

¿Cómo se pagan las obras de arte obtenidas durante la subasta?

El precio de las obras de arte está expresado en dólares estadounidenses, de manera que se podrá hacer el pago en billetes de esa divisa o en su equivalente en pesos correspondiente a la cotización del dólar MEP (dólar BOLSA), vigente al momento del efectivo pago.

Al valor del precio ofertado se debe sumar un 15 % de comisión por la gestión subastadora que será pagado junto con la compra de la obra.

El comprador acepta irrevocablemente el valor del producto al efectuar una oferta en la subasta. 

¿Hasta cuándo dura la subasta?

La subasta comenzó el 4 de octubre y finaliza este domingo 17, a las 20. Consta de 76 piezas, en su gran mayoría cuadros, pero también algunas esculturas de artistas como Antonio Pujia, Marta Minujín, Carlos Páez Vilaró y Fabián Galdamez.

Paso a paso, cómo participar 

  • Ingresar a la web (https://witcombsubastas.com.ar/)
  • Primero habrá que registrarse con usuario y contraseña para tener acceso a la página.
  • El paso siguiente será acceder a los lotes de interés entre las obras de arte disponibles.
  • Luego se podrá ofertar dentro de la obra seleccionada.
La subasta, termina el 17 de octubre y consta de 76 piezas, en su gran mayoría cuadros.
La subasta, termina el 17 de octubre y consta de 76 piezas, en su gran mayoría cuadros.

¿Cómo se desarrollaron las dos subastas anteriores de Witcom?

Entre agosto y septiembre se llevaron a cabo dos subastas que registraron una alta participación de interesados del interior del país, en especial, de lugares como Córdoba, Bahía Blanca, Resistencia y Salta.

El precio mínimo pagado fue de U$ 100, en un contexto donde se vendió casi la mitad de las obras subastadas, primando los lotes de precios medios y bajos.

“No hubo valores de fiesta, en línea con los momentos que se viven, pero sí se notó una fuerte integración de compradores del interior con los de Capital, que son los que normalmente asistían a la Galería”, concluyó Calvo.

Una de las obras de Frida Kahlo podría convertirse en la más cara del arte latinoamericano

Fuente: Ámbito ~ La obra de arte, conocida como «Diego y yo», es un autorretrato con su esposo Diego Rivera, pintado en 1949

Un autoretrato de Frida Kahlo con lagrimas en los ojos y la cara de Diego Rivera en la frente se ofrecerá en noviembre en una subasta con un precio de venta valuado en 30 millones de dólares.

La pieza titulada «Diego y yo», de venderse, se convertirá en la obra de arte más cara de Latinoamérica, actualmente la obra más cara vendida en subasta fue la de Diego Rivera «Los Rivales», cuyo valor fue en 2019 de 9.8 millones de dólares.

Para mayor referencia, la marca para una artista mujer en subasta es de 44,4 millones de dólares, establecida en 2014 con “Jimson Weed/White Flower No. 1” de Georgia O’Keeffe.

Sotheby’s anunció el miércoles que “Diego y yo” (1949), el último autorretrato de “busto” completado por Kahlo antes de su muerte en 1954, encabezará su venta de arte moderno en Nueva York la semana del 15 de noviembre. Siendo el 16 del mismo mes el día de su subasta.

La obra se vendió por última vez en Sotheby’s por 1,4 millones de dólares en 1990 y ahora podría ser vendida nuevamente por más de 30 millones en una exhibición que se realizará el 16 de noviembre.

Quien la compre, advirtió Sotheby’s, deberá ajustarse a las estrictas leyes de patrimonio nacional de México, que prohíben la exportación de sus obras de arte más famosas.

En diálogo con la agencia Télam, la directora de Arte Latinoamericano de Sotheby’s, Anna Di Stasi, refiere que el fenómeno de Frida Kahlo lleva varias décadas y que desde los 80 se comenzó a divulgar «su figura, el mito», y aunque su producción no es demasiado grande tuvo gran influencia en otros artistas mexicanos o latinoamericanos y en «la manera en que el arte surrealista latinoamericano ha sido interpretado», indica.

«La artista se ha mantenido como una gran imagen posmodernista, feminista, independiente de las tradiciones culturales y artísticas de su país, pero al mismo tiempo muy basadas en una interpretación personal de ellas. Todo esto siendo mujer, siendo parte de ese triángulo perfecto de mujeres surrealistas: Frida Kahlo, Leonora Carrington y Remedios Varo. Ellas tres juntas también pertenecen a este momento de interés, institucional y de coleccionistas sobre este movimiento en Latinoamérica», explica Di Stasi.

Todos los Berni: a 40 años de su muerte, un recorrido por sus obras exhibidas en Buenos Aires

Fuente: Télam ~ El itinerario imaginario recorre las obras del artista en sus diferentes períodos, soportes y fechas, desde la pintura «Pesadilla de los injustos» en el Museo Nacional de Bellas Artes hasta la emblemática «Manifestación» en Malba o «Domingo en la chacra» en Colección Fortabat, entre otros espacios culturales.

Un itinerario imaginario cuyas coordenadas se trazan en el mapa de la ciudad de Buenos Aires alberga una inmensa cantidad de obras del artista rosarino Antonio Berni (1905-1981), que a 40 años de su muerte demuestran su vigencia y recorren sus diferentes períodos, soportes y fechas, desde la pintura «Pesadilla de los injustos» en el Museo Nacional de Bellas Artes hasta la emblemática «Manifestación» en Malba o «Domingo en la chacra» en Colección Fortabat, entre otros espacios culturales.

El circuito quimérico pero tangible podría comenzar en el Malba (Figueroa Alcorta 3415), que exhibe tal vez una de las emblemáticas obras del artista, “Manifestación (1934), fundacional del Nuevo Realismo, un temple sobre arpillera que el propio Berni llamaba familiarmente como “La huelga” y que resume las múltiples búsquedas artísticas, una suerte de pintura mural “transportable” con un grupo de inmigrantes, pobres y desocupados, entre la rabia y la melancolía, que reclaman pan y trabajo, siempre de estremecedora actualidad.

“’Manifestación’ -al igual que ‘Desocupados’ y ‘Chacareros’- muestra su compromiso y su militancia diaria, especialmente agitado por la llegada de David Alfaro Siqueiros a la Argentina, en esos años 30 tan agitados y conflictivos a nivel mundial. Y presenta muy bien a este Berni que viene de experimentar con el surrealismo hasta que asume ese compromiso, expresado en esos rostros que generó inspirado en fotografías de indigentes que aparecían en la prensa. Y desde el lenguaje moderno, la pieza se enmarca en estos grandes murales portátiles”, explica a Télam María Amalia García, curadora en jefe del Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires.

Justamente, en su 20 aniversario, el museo fundado por Eduardo Costantini se prepara para lanzar el próximo 21 de octubre la plataforma online “Manifestación en foco”, que propone un diálogo entre presente y pasado a través de una investigación profunda sobre los aspectos materiales, históricos y culturales de la obra que da título al sitio digital, para analizar su impacto en la cultura argentina, a través de testimonios, fotografías de época, correspondencias y publicaciones.

“Yo no concibo el arte sino como acción y testimonio», decía en vida este artista de un permanente compromiso con las problemáticas sociales y políticas de su tiempo, creador además de personajes emblemáticos como Juanito Laguna y Ramona Montiel, dos icónicos personajes -el niño de la villa y la muchachita corrompida al llegar a la ciudad- convertidos en leyendas populares y a quienes les han dedicado canciones compositores como Astor Piazzola, Mercedes Sosa y Atahualpa Yupanqui.

“Antonio Berni tiene una sala entera prácticamente dedicada a él. Y es el artista mejor representado en la colección, en cantidad de obras y porque están todas sus etapas, desde el surrealismo en ‘Susana y el viejo’, el Nuevo Realismo en ‘Manifestación’, el quiebre que genera con la incorporación de nuevos materiales en la pintura, en ‘La gran tentación’, la serie de los monstruos como ‘El pájaro amenazador’, de los años 70, y el mural Americanista, el único fresco buono de temática indigenista que se conserva”, añade la curadora.

Todos los Berni: a 40 años de su muerte, un recorrido por sus obras exhibidas en Buenos Aires Foto: Camila GodoyTodos los Berni: a 40 años de su muerte, un recorrido por sus obras exhibidas en Buenos Aires Foto: Camila Godoy

Si bien hay más obras guardadas en trastienda, actualmente se pueden visitar en el Malba -además de “Manifestación”- “La gran tentación” (1962), “La mujer del sweater rojo” (1935) (un retrato melancólico de Nina Terré, entrañable amiga del artista y de su esposa, Paule Cazenave, durante los años transcurridos en Rosario), “Juanito dormido” – de la serie «Juanito Laguna» (1978), “Padre y madre de Ramona” y el “Mercado del altiplano” (1931) o mural americanista, realizado luego de diversos viajes al Noroeste Argentino, para estudiar las tipologías de las culturas coloniales y precolombinas en Latinoamérica.

También llamado “Mercado colla”, el inmenso trabajo exalta la etnia americana y mestiza colla como arquetipo del Norte Argentino, pero también del norte chileno, Perú y Bolivia, a la vez que rescata su cultura, su forma de vida, sus vestimentas coloridas, sus labores y su forma de comercio en su entorno geográfico: el paisaje árido de montañas del altiplano de la Puna y el poblado de arquitectura colonial-española.

Si bien el Museo Nacional de Bellas Artes (en Avenida del Libertador 1473) posee destacadísimas obras de Berni, actualmente solo dos se encuentran desplegadas en sala: la monumental “Pesadilla de los injustos. La conspiración del mundo de Juanito Laguna trastorna el sueño de los injustos” (1961) una pieza de 3 x 4 metros, alineada en el Realismo, realizada en acrílico y esmalte sintético; y “Juanito Laguna aprende a leer”. Esta última es una gran pintura-collage del año 1961 de dos x tres metros, y está colgada en el hall de doble altura del museo, mientras que “La pesadilla de los injustos” puede verse en la sala 36 del primer piso del museo.

“Las dos obras abordan aspectos diferentes del personaje icónico creado por el artista: Juanito Laguna, un niño pobre que vive en la periferia de la ciudad. Y ambas obras formaron parte del envío argentino a la Bienal de Venecia de 1962 en el que Antonio Berni obtuvo el Gran premio de grabado y dibujo por sus xilocollages. La colección del museo posee numerosas obras de diferentes momentos de su producción, como dibujos, grabados, objetos escultóricos, collages y pinturas. Pero estas dos forman parte del guión permanente del museo”, explica a Télam Andrés Duprat, director de la institución.


Foto: Camila GodoyFoto: Camila Godoy
Berni dedicó gran parte de su carrera a narrar a este icónico personaje, Juanito, el niño pobre que vive en la villa miseria del bajo Flores, elaborado en sus pinturas a partir de materiales domésticos, descartados y basura industrial, una imaginería increíble establecida a partir de objetos y chatarra. Además, lo mostró en escenas de su vida cotidiana en la villa: celebrando la Navidad, aprendiendo a leer, jugando con canicas, volando una cometa, nadando en un lago con su perro y compartiendo una comida con su padre en la fábrica de trabajo pero también viendo cómo se inunda su barrio, entre otras situaciones.

“Juanito Laguna aprende a leer (1961) representa, en un paisaje sucinto sobre trozos irregulares de arpillera unidos con costuras gruesas, a tres niños sentados y una niña de pie, todos con lápices y cuadernos abiertos en sus manos. En el cielo blancuzco cuelga un sol cuadrado hecho de piezas metálicas y cordones tensados que parecen sujetarlo con la misma precariedad de la vivienda en la que -sabemos- vive Juanito”, escribió la historiadora Isabel Plante para la web del MNBA.

Además de los increíbles retratos de la familia Fortabat (que actualmente no están en exhibición), el museo homónimo con sede en Puerto Madero acumula una inmensa y bellísima cantidad de obras del genial creador rosarino, como “Juanito remontando un barrilete” (1962), “Niña con zapallo” (1947), “Domingo en la chacra” o “El almuerzo”; “Zamba” (1956), “La escuelita”, “La Difunta Correa” y “Ramona espera” (1964).

“Actualmente, la Colección Amalita tiene exhibidas, en el recorrido de la colección permanente, un gran conjunto de piezas de Antonio Berni, por su número y calidad. Un conjunto que se impone y que permite apreciar distintas épocas del artista. Lo que hace que esté muy bien representado en nuestro acervo”, detalla en diálogo con Télam Germán Barraza, director artístico del museo.

Con guion a cargo del historiador Marcelo Pacheco, las obras de Berni han sido dispuestos en sala según su año de ejecución: “Lo que permite ponerlas en relación con sus contemporáneos, y marca además la vigencia y peso del artista en cada momento. Desde ‘Niña con Zapallo’ y ‘El Almuerzo’ hasta ‘Ramona espera’, obra que exhibimos desde 2018, después de mucho tiempo que estuvo fuera del país, y que es uno de los primeros ensambles de la serie”, destaca Barraza.

La obra “Ramona espera” forma parte de aquella figura creada por Berni -la muchachita que se corrompe al llegar a la gran ciudad-, que comenzó a aparecer en sus trabajo cuando el artista vivía en París, en la década de 1960, y le dio vida en base a pedazos de encaje, botones, piezas de maquinaria industrial, cajas de cartón de huevo, prendas de vestir y otros adornos y objetos.

Foto: Camila GodoyFoto: Camila Godoy

Sin dudas, otro clásico en la historiografía local se emplaza en el Museo de Artes Plásticas Eduardo Sívori (Avenida Infanta de Isabel 555), “Chacareros”, inmenso óleo sobre tela de 1935, de dos metros por tres, y que ocupa un destacado lugar en el guion curatorial del museo que dirige Teresa Riccardi, donde comparte espacio junto a otras dos piezas: las pequeñas “Niño” (estudio para Desocupados), de 1934 y “Paisaje de suburbio”, una témpera sobre cartón. Las tres conforman la muestra “Museo sin tiempo. Camaradería, talleres y otras modernidades”.

Finalmente, en el barrio porteño de San Telmo, el Museo de Arte Moderno de Buenos Aires posee en su colección 16 obras de Berni: dos collage (actualmente expuestos), seis dibujos (de los cuales dos se encuentran expuestos), siete serigrafías y un xilocollage de Ramona, de 1963, donado por el Fondo Nacional de las Artes en 1969.

Las obras que sí se podrán recorrer en sala forman parte a su vez de la mega exposición “Una llamarada pertinaz: la intrépida marcha de la colección del Moderno”, donde destacan “Tragedia del tercer mundo” un collage y tinta sobre cartón de 1972 y “Juanito Laguna lleva la comida a su padre peón metalúrgico”, una lámina de aluminio, restos metálicos y papel sobre madera terciada realizada en 1961 por el artista nacido en 1905 en un hogar de inmigrantes italianos y que a lo largo de su carrera creó más de 250 obras sobre Juanito y Ramona.

La casa oculta de Buenos Aires donde los artistas urbanos resistieron el encierro durante la pandemia

Fuente: Infobae ~ Se llama Casa Libre y su ubicación es un secreto. En los días de confinamiento, más de 40 artistas intervinieron el interior de una propiedad en la Capital Federal, para reencontrarse en las paredes

Ahora que los noticieros ya no abren sus emisiones con las cifras mortales del COVID-19, empiezan a aparecer las historias que se escribieron desde el encierro. Un caserón, oculto en algún rincón de Buenos Aires, se convirtió entonces, queriendo o sin querer, en una bitácora, en una postal enviada desde el confinamiento.

El cadáver exquisito es un juego de palabras creado por el movimiento surrealista en la década de 1920. Alguien escribe algo en un papel y lo dobla, dejando al descubierto sólo la última parte de eso que fue escrito. Pasa la hoja al siguiente jugador que repite y así sucesivamente. Lo que se obtiene es un texto colectivo, del que nadie y al mismo tiempo todos, son los autores.PUBLICIDAD

Dijo uno de esos jugadores surrealistas, el escritor francés André Bretón: “Lo emocionante para nosotros en este tipo de producciones era la certeza de que, para bien o para mal, representaban algo que no era posible por el trabajo de una sola mente”.

Ahora, 100 años más tarde, artistas en Buenos Aires reescriben a su manera el juego, en medio de una pandemia.La primera de las habitaciones de Casa Libre con trabajos de artistas como K2man, Pum Pum y Leti BLa primera de las habitaciones de Casa Libre con trabajos de artistas como K2man, Pum Pum y Leti B

El 20 de marzo del 2020 en Argentina comenzó el confinamiento social, preventivo y obligatorio. El primer comunicado habló de 11 días de aislamiento que fueron muchos más. Fue entonces, en medio del encierro y la distancia, que Martín Barca a.k.a.* Fofue, pensó que en la casa que había sido de sus abuelos, el silencio era demasiado grande (*a.k.a.: el término hace referencia a “also known as”, también conocido como, y es utilizado por muchos grafiteros y artistas urbanos para anteceder al pseudónimo por el que son conocidos en las calles).

En los últimos meses artistas urbanos y de otros géneros se turnaron para pintar en las habitaciones de la planta baja de la casa. Comenzaron a hacerlo cuando la calle se cerró y fue paredes adentro donde empezaron a ocurrir las cosas, a transcurrir las vidas de todos.En la habitación central la primera obra de Casa Libre fue de ICE, una casa de techo a dos aguas, en medio de un bosque, de la que emanaban luces rojizas

En la habitación central la primera obra de Casa Libre fue de ICE, una casa de techo a dos aguas, en medio de un bosque, de la que emanaban luces rojizas

“Esta es la casa donde vivía mi bisabuela, acá nacieron mi papá y mi tío; y mi hija. Así que es una casa con mucho cariño. Lo que sucedió también es que al quedar la casa vacía, pesaba mucho”, le dice Fofue a Infobae, rodeado de paredes intervenidas por muralistas, grafiteros, aerógrafos y ceramistas. Paredes que guardan al mismo tiempo su infancia y la de distintas generaciones de su familia.

“Me comuniqué con Oveja MPC porque él suele pintar mucho en las calles de Buenos Aires, y al tener la casa vacía, le dije si quería venir a hacer algo algo y su contraoferta fue demoledora”, explica, sobre la charla que hizo de la casa de sus abuelos Casa Libre.Martín Barca a.k.a. Fofue decidió convertir la que había sido la casa de su familia en Casa Libre

Martín Barca a.k.a. Fofue decidió convertir la que había sido la casa de su familia en Casa Libre

Santiago Fallon a.k.a. Oveja MPC es un artista con base de operaciones en el barrio de Coghlan. Pinta desde hace años, tras el anonimato de su alterego, las calles de la Capital Federal y más allá. Sus personajes predilectos, un “jester”, especie de bufón colorado, y sus “cerdos voladores”, deambulan por edificios y bajo puentes, muros y portones. A él llamó Fofue en días del “Quedate en casa”.

“¿Cómo le decís a un artista urbano que se quede en su casa?”, tira sobre la mesa Oveja MPC apenas empieza la charla y con la pregunta, responde de antemano a muchos lugares comunes que podrían indagar sobre los orígenes de Casa Libre. A su espalda, en la pared, su clásico arlequín sostiene una lata gigante de aerosol en la que se lee una leyenda en latín: pingendi cacohetes, según su traducción, “el irrefrenable deseo de hacer algo”.Santiago Fallon a.k.a. Oveja MPC, recibió la propuesta de usar la casa para dar sus talleres de arte urbano y la convirtió en una obra colectiva

Santiago Fallon a.k.a. Oveja MPC, recibió la propuesta de usar la casa para dar sus talleres de arte urbano y la convirtió en una obra colectiva

Para Oveja Casa Libre nació del que llama un “acto reflejo” a la “herida” que provocó la pandemia: “apareció Fofue ofreciéndome usar en algún momento, a futuro, la casa de sus abuelos para dar mi taller de arte urbano y yo no dudé. Pensé ‘se alinearon los planetas, es el momento, ¿cómo después?, nosotros necesitamos hoy un lugar para hacer cosas’”.

El primero en sumarse al proyecto fue Lucho Gatti a.k.a. ICE, que se convirtió en uno de los pilares del proyecto. En diálogo con Infobae, junto a la pared en la que pintó la primera de las obras de ese texto colectivo que hoy es Casa Libre, asegura: “Casa libre no hubiera existido sin la pandemia”.Lucho Gatti a.k.a. ICE creció en las calles donde hoy está Casa Libre y fue el primero en pintarla

Lucho Gatti a.k.a. ICE creció en las calles donde hoy está Casa Libre y fue el primero en pintarla

Las reglas eran más que nada a nivel protocolar por el tema del COVID. Que los artistas vinieran de a uno, no más de dos de los que estábamos organizando, que estuviera todo abierto para que haya ventilación, tratar de que pinten lo más chico posible para que puedan venir más artistas y terminar el trabajo en un día”, enumera ICE los cinco puntos que conformaron las bases del proyecto.

El equipo lo completa Ana Barca, que se sumó en un espacio clave. Si la calle, ese lugar donde el arte se democratiza y es de todos, está cerrada, prohibida ¿dónde ir? La respuesta fue; internet. Ana fue la encargada de las redes, de las transmisiones en vivo, de registrar el proceso y las obras que se iban sumando y reconfigurando, tomando nuevos sentidos cuando se mezclaban y hacían crecer la casa.Casa Libre es hoy una bitácora, una mixtura de géneros y estilos, una postal enviada desde el centro de la pandemia

Casa Libre es hoy una bitácora, una mixtura de géneros y estilos, una postal enviada desde el centro de la pandemia

“En la pandemia el que le gustaba jugar a la pelota me imagino que habrá agarrado el patio de la casa y le habrá pegado 20 mil pelotazos. Nosotros lo que necesitábamos era una cosa así”, intenta explicar Oveja MPC y busca una imagen para bosquejar su metáfora, que no tarda en encontrar: “Hubo mucha gente que quedó varada el primer año de la pandemia, bueno, esto es como si 50 artistas urbanos se hubieran quedado varados en una estación de tren. Casa Libre es el baño de la estación”.

La imagen no es casual. Los baños públicos, de estaciones, de bares y los cafés, son desde siempre un lugar donde el grafiti, las leyendas, la ironía, el arte, la provocación y también la oferta sexual, convivieron -y aún hoy conviven- a fuerza de fibrón y marcadores. Un confesionario, una hoja en blanco, un texto hecho por muchos, compartido, que crece en las diferencias, igual que Casa Libre .Una obra de Ale Chuca, junto a otra de Marian Calle en Casa Libre

Una obra de Ale Chuca, junto a otra de Marian Calle en Casa Libre

La lucha a veces encarnizada por las paredes de la calle, encontró en esa casa oculta un lugar no sólo en el que vivir sino también donde juntarse, en tiempos de distancias sociales. “Tiene ese punto interesante de haber podido unir a grafiteros con artistas urbanos, con gente que no suele pintar a la calle, fileteadores, ceramistas, aerografistas. Tratamos de invitar a gente que queremos, que admiramos y también que les iba a hacer bien venir a pintar”, dice ICE.

Pintar sin contraprestaciones, por la necesidad del contacto con otros aún en ausencia, otro de los rasgos que surcan las paredes de la casa y la hacen diferente. Poniendo la experiencia por encima de un género y de una escena, que cada vez menos se manifiesta sin que haya algo a cambio.K2man junto a El Doc, sus obras le dan marco, en el interior, a la puerta de entrada a la casa

K2man junto a El Doc, sus obras le dan marco, en el interior, a la puerta de entrada a la casa

“No es que uno contrataba un artista y le ofrecía algo que le podía redituar económicamente. Cada uno venía acá por lazos de amistad, de solidaridad, por ganas, necesidad de encontrarse con otros, aunque sea en la pared. Y funcionó sólo en ese momento, porque en el momento en que la gente tuvo que empezar a laburar y se fue abriendo todo, se volvió más difícil”, repasa Oveja el pasado y el presente de la casa.

“Cuando vi la primera pintada me sentí mal”, admite Fofue a Infobae, sobre cuando vio en la casa de sus bisabuelos la primera obra solitaria en una de las habitaciones. Una sensación que iría cambiando pintada a pintada. Él puso una sola condición: no tocar la cocina. La mesada, el horno y los azulejos color beige, un recuerdo familiar que se coló en ese cadáver exquisito surrealista que es Casa Libre.Graffiti y muralismo encontraron en Casa Libre un lugar donde convivir. Una armonía entre los géneros que no siempre se da en la calle

Graffiti y muralismo encontraron en Casa Libre un lugar donde convivir. Una armonía entre los géneros que no siempre se da en la calle

Casa Libre es una oportunidad hermosa en un momento donde es difícil proyectar algo, como lo es una pandemia. Algo que no estábamos acostumbrados a vivir y donde nos teníamos que quedar adentro. Romper un poco ese molde sin romper las reglas. Casa Libre a mí me ayudó a volver a dibujar como cuando era chico y a tratar de llegar a pintar una pared”, describe el dueño de casa.

Mientras lo dice, en la habitación de al lado hay un boceto en la pared, basado en un cuento infantil que le lee por la noche a su hija. Junto al modelo en miniatura pegado con cinta, la misma figura a gran escala en un rincón que aún no termina de pintar, sobre el empapelado floreado, junto a una ventana, de esa casa en la que alguna vez fue chico.La obra en proceso de Fofue, basada en un cuento que él le lee a su hija

La obra en proceso de Fofue, basada en un cuento que él le lee a su hija

No es el único para el que en la casa se juega parte de su historia. ICE creció en esas calles, fue en ese barrio al colegio y en esas paredes empezó a pintar. Sobre el futuro, sobre qué será de ese lugar donde hoy conviven los trabajos de artistas primerizos, con los de los pioneros del arte urbano porteño, no duda; cualquier cosa puede pasar: “Casa Libre es orgánica. En este momento está estática, pero no quiere decir que esté muerta”.ICE junto a su obra y en la parte superior la leyenda "Casa Libre", hoy rodeada por los trabajos de 40 artistas

ICE junto a su obra y en la parte superior la leyenda «Casa Libre», hoy rodeada por los trabajos de 40 artistas

Por casa libre pasaron 41 artistas que juntos, pero manteniendo las distancias, le hicieron frente a la pandemia y lo dejaron escrito en las paredes: Fofue, Oveja MPC, ICE, Piki Farelli, Tony Fantaloni, Mauro Gauto Swam, Nerf, Lala GG, Lucio Cres, El Keni, Graciela Cid Benitez, Ezequiel Robledo, Fede Minuchin, Dardo Malatesta, Emmanuel Alfonso, Pablo Valentino, Alan J. Mayers, Ale Chuca, Rodrigo Acra, Ran, K2man, Mojo, Leti. B, Sergio González, Cuore Favale, Pum Pum, Cabe, El Doc, Marian Calle, Dame Morales, Mujeres Toro, Lady B, Christian Hernán, Zeta Yeyati, Peck 94, Ana Barca, La Barba, Unidos Crew, Maic Bruera, Lucas Piacentini Rivera y Didi Amata.

Subastan obras de arte de artistas locales y extranjeros desde $6.000

Fuente: Ámbito ~ El remate tendrá más de 11 de lotes. La participación solo está disponible a personas mayores de edad. Y además se permitirá una sola inscripción por persona.

Llega un nuevo remate online de obras de arte del Banco Ciudad de Buenos Aires. Se realizará el próximo 25 de octubre de 13 a 14:30 en el sitio web de la entidad bancaria.

La subasta 2.569 tendrá obras de artistas argentinos como también de artistas italianos. Por ejemplo, habrá algunas obras de Bruno Venier, pintor italiano radicado en el país.

'Figura Femenina' de Leopoldo Torres Agüero.
‘Figura Femenina’ de Leopoldo Torres Agüero. Banco Ciudad

La participación en la subasta solo está disponible a personas mayores de edad. Y se permitirá una sola inscripción por persona, por lo que en el importe de caución, al momento de inscripción, se debe ingresar la suma total de cauciones realizadas (transferencias, pólizas de caución, entre otros). El comprador deberá transferir desde cuentas a su nombre.

Entre los 16 lotes, se rematará la ‘Figura Femenina’ de Leopoldo Torres Agüero. Es original y además está firmada y fechada en el 86′. Y tiene una técnica mixta sobre papel. Su precio base es de $20.000 y el depósito de garantía está alrededor de $2.000.

De Bruno Venier, se subastará «La niña rubia», un oleo original sobre tela firmada y fechada 72′. El precio base es $45.000 y el depósito de garantía ronda en $4.500. Además, el oleo sobre tela, «Naturaleza muerta», es otra obra original que se encuentra firmada y fechada 56′. Su precio base es $18.000 mientras que el depósito es $1.800.

«La niña rubia» de Bruno Venier. Banco Ciudad

«Sombrilla, Gesell en tiempo gris» es otro de los acrílicos sobre hardboard original de Venier. Firmada y fechada 93′. Y con un precio base de $12.000 y un depósito de $1.200.

Por otro lado, la obra «El caballero del arenal de Sevilla» es una acuarela sobre papel original de Jorge Larco. $15.000 es el precio base, acompañado del depósito de garantía de $1.500.

La “Torre”, una escultura tallada en madera original de Fabián Galdámez, tiene un precio base de $6.000 y un depósito de $600. Se encuentra firmada y fechada 02′.

La “Torre” de Fabián Galdámez.
La “Torre” de Fabián Galdámez. Banco Ciudad

El lugar de exhibición como también el retiro de los bienes está ubicado en Esmeralda 660 PB, CABA. Para ver las obras, se debe solicitar turno a subastasonline@bancociudad.com.ar.

El retiro de la mercadería se deberá realizar dentro de los cinco días hábiles posteriores a la cancelación del Pago Total mediante turno previo. Dicho turno será informado por el Banco Ciudad al mail que figura registrado en la Suscripción de la Subasta. Si por motivos ajenos al Banco, el cliente no puede cumplir con el plazo de retiro comenzarán a regir los intereses por Retiro de Lote Atrasado vigentes.

Si el comprador no realiza los pagos en el plazo establecido, perderá los importes abonados en concepto de garantía de caución, como así también todo derecho sobre aquello que le fuera adjudicado en el curso del remate. En cambio, si el pago se integra en tiempo y forma pero el retiro de los bienes no se efectúa en el plazo estipulado, los mismos serán incluidos en el Régimen de Sobrantes y Rezagos, comenzando a regir el derecho de depósito vigente.

«El caballero del arenal de Sevilla» de Jorge Larco. Banco Ciudad

En ningún caso, una vez retirado el lote, el comprador tiene derecho a reclamos sobre sus desperfectos, deterioros o cualquier otro concepto. Ni el Banco ni el vendedor, en su caso, se responsabilizan por falta o falla de piezas o accesorios cuya apreciación requiera desarmes. En caso de corresponder, se aplicará lo dispuesto en las resoluciones de la UIF Y BCRA.

Quien haya sido comprador del bien y no efectúe el Pago pertinente, el Banco podrá iniciar las acciones correspondientes tendientes a obtener la reparación de los perjuicios.

De Pollock a Van Gogh: científicos identificaron la fórmula mágica del éxito creativo de los artistas

Fuente: Infobae ~ Un nuevo estudio de la Universidad de Northwestern advirtió sobre los beneficios de la exploración creativa seguida de la práctica. Cuál es el ejemplo de los grandes pintores

Antes de desarrollar su famosa “técnica de goteo”, el artista abstracto Jackson Pollock incursionó en el dibujo, la impresión y las pinturas surrealistas de humanos, animales y la naturaleza.

Según un nuevo estudio de Kellogg School of Management de la Northwestern University, este período de exploración seguido de la explotación de su nueva técnica de goteo preparó a Pollock para una “racha caliente”, o una explosión de trabajos de alto impacto agrupados en estrecha sucesión.PUBLICIDAD

En el caso de Pollock, este fue un período de tres años desde 1947 hasta 1950, durante el cual creó todas sus obras maestras chorreantes y salpicadas por las que todavía es famoso en la actualidad.

Mediante el uso de inteligencia artificial para extraer grandes cantidades de datos relacionados con artistas, directores de cine y científicos, los investigadores de Northwestern descubrieron que este patrón no es infrecuente sino, en cambio, una fórmula mágica.

Descubrieron que las rachas calientes son el resultado directo de años de exploración (estudiando diversos estilos o temas) seguidos inmediatamente por años de explotación (centrándose en un área estrecha para desarrollar una experiencia profunda).

La investigación se publicó recientemente en la revista Nature Communications.La exploración seguida de la explotación parece mostrar asociaciones consistentes con la aparición de "rachas calientes" (Getty Images)La exploración seguida de la explotación parece mostrar asociaciones consistentes con la aparición de «rachas calientes» (Getty Images)

Los investigadores utilizaron algoritmos para el reconocimiento de imágenes para extraer datos de 800.000 imágenes de artes visuales recopiladas de museos y galerías, que cubren las historias profesionales de 2.128 artistas, incluido Vincent Van Gogh.

Con esta nueva comprensión sobre lo que desencadena una racha caliente, las instituciones pueden crear intencionalmente entornos que apoyen y faciliten las rachas calientes para ayudar a sus miembros a prosperar.

Ni la exploración ni la explotación por sí solas se asocian con una racha caliente. Es la secuencia de ellos juntos”, dijo Dashun Wang, quien dirigió el estudio. “Aunque la exploración se considera un riesgo porque podría no conducir a ninguna parte, aumenta la probabilidad de toparse con una gran idea. Por el contrario, la explotación se suele considerar una estrategia conservadora. Si explota el mismo tipo de trabajo una y otra vez durante un largo período de tiempo, puede sofocar la creatividad. Pero, curiosamente, la exploración seguida de la explotación parece mostrar asociaciones consistentes con la aparición de rachas calientes”.

Wang es profesor de administración y organizaciones Kellogg School y de ingeniería industrial y ciencias de la administración en la McCormick School of Engineering de Northwestern . También es director del Center for Science of Science Innovation y miembro principal del Northwestern Institute for Complex Systems .Científicos descubrieron una fórmula mágica para fomentar la creatividad de los artistas (Getty Images)Científicos descubrieron una fórmula mágica para fomentar la creatividad de los artistas (Getty Images)

Inspirados por Van Gogh

En 2018, Wang y sus colegas publicaron un artículo en Nature , caracterizando las rachas calientes en las carreras artísticas, culturales y científicas. Después de establecer que estas rachas calientes ocurren, Wang se sintió motivado a descubrir qué las desencadena. Encontró una pista mientras visitaba el Museo Van Gogh en Amsterdam.

Van Gogh experimentó un gran avance artístico entre 1888 y 1890, durante el cual pintó sus obras más famosas, como La noche estrellada, Girasoles y Dormitorio en Arles. Antes de eso, sin embargo, su trabajo era menos impresionista y más realista. También tendía a usar tonos tierra sombríos en lugar de los colores brillantes y arrolladores, por los que es más conocido en la actualidad.

“Si miras su producción antes de 1888, estaba por todos lados”, dijo Wang. “Estaba lleno de pinturas de naturaleza muerta, dibujos a lápiz y retratos que son muy diferentes en carácter del trabajo que creó durante su buena racha”.Van Gogh experimentó un gran avance artístico entre 1888 y 1890, durante el cual pintó sus obras más famosas, como La noche estrellada, Girasoles y Dormitorio en Arles (Van Gogh Alive)Van Gogh experimentó un gran avance artístico entre 1888 y 1890, durante el cual pintó sus obras más famosas, como La noche estrellada, Girasoles y Dormitorio en Arles (Van Gogh Alive)

Extracción de datos de artistas, científicos

En el nuevo estudio, el equipo de Wang desarrolló métodos computacionales utilizando algoritmos de aprendizaje profundo y ciencia de redes y luego aplicó estos métodos a conjuntos de datos a gran escala que rastrean los resultados profesionales de artistas, directores de cine y científicos.

Para los artistas, el equipo de Wang utilizó algoritmos de reconocimiento de imágenes para extraer datos de 800.000 imágenes de artes visuales recopiladas de museos y galerías, que cubren las historias profesionales de 2.128 artistas, incluidos Pollock y Van Gogh. Para los directores de cine, el equipo recopiló conjuntos de datos de Internet Movie Database (IMDb), que incluía 79.000 películas de 4.337 directores. Para los científicos, el equipo analizó las historias profesionales de 20.040 científicos combinando conjuntos de datos de publicaciones y citas de Web of Science y Google Scholar.

Wang y sus colaboradores cuantificaron una racha caliente dentro de cada carrera en función del impacto de los trabajos producidos, medido por el precio de la subasta, las calificaciones de IMDB y las citas de trabajos académicos. Luego, correlacionaron el momento de las rachas calientes con las trayectorias creativas de cada individuo. Al observar las carreras cuatro años antes y después de la buena racha, los investigadores examinaron cómo cambió el trabajo de cada individuo al comienzo de una buena racha.El equipo de Wang desarrolló métodos computacionales utilizando algoritmos de aprendizaje profundo y ciencia de redes (Europa Press)El equipo de Wang desarrolló métodos computacionales utilizando algoritmos de aprendizaje profundo y ciencia de redes (Europa Press)

Poderosa combinación

El equipo descubrió que cuando un episodio de exploración no iba seguido de explotación, la posibilidad de una buena racha se reducía significativamente. Del mismo modo, la explotación por sí sola, que no fue precedida por la exploración, tampoco garantizó una buena racha. Pero cuando la exploración fue seguida de cerca por la explotación, los investigadores notaron que la probabilidad de una racha caliente aumentaba de manera constante y significativa.

Pudimos identificar entre las primeras regularidades subyacentes al inicio de las rachas calientes, que parece universal en diversos dominios creativos”, dijo Wang. “Nuestros hallazgos sugieren que las estrategias creativas que equilibran la experimentación con la implementación pueden ser especialmente poderosas”.

Este conocimiento puede ayudar a las personas y las organizaciones a comprender los diferentes tipos de actividades en las que participar, como explorar nuevos dominios o explotar los conocimientos y las competencias existentes, y la secuencia óptima a utilizar para lograr el impacto más significativo”, agregó la co- la autora Jillian Chown , profesora asociada de administración y organizaciones en Kellogg School.

En promedio, una buena racha dura unos cinco años. Después de eso, encontraron los investigadores, los individuos vuelven a la “normalidad” y ya no siguen ningún patrón de exploración o explotación.

La historia del color rojo: de las pinturas rupestres al comercio de los mejores pigmentos

Fuente: Infobae ~ El profesor de filosofía en la Universidad del País Vasco analiza la importancia cultural de este color desde la prehistoria hasta las sociedades actuales.

El color rojo está vivo, como un cartucho de dinamita. Las expresiones “los rojos” o “la roja”, por ejemplo, están cargadas de fuertes significados simbólicos e identitarios, como la energía, el instinto o la pureza. Porque el rojo es arrebatante, se posa sobre lo que merece la pena. Esto se debe a que nuestra relación con el color rojo es mucho más íntima y profunda de lo que pensamos. ¿Sabía que, por ejemplo, le debemos parte de nuestra humanidad?

Goethe señaló dos hechos sorprendentes sobre el color rojo: “Es notable la inclinación que por este color sienten los pueblos salvajes. Y cuando dejamos a los niños que por sí mismos jueguen con los colores, no olvidarán jamás el color rojo”.

Goethe dio en el clavo: el color rojo no se olvida. Su carácter primitivo deja en la memoria un registro que nadie olvida jamás.

El rojo es el color de la tierra primigenia, de la tierra oxidada, del ocre y de la arcilla. Ampliamente utilizado en las pinturas del arte rupestre, junto con el negro, el marrón y el amarillo, en muchas culturas es una pintura sagrada que surge espontánea de las entrañas de la propia naturaleza. Por ejemplo, el ocre rojo que, según Goethe, nunca olvidaremos, seguramente ha sido la primera pintura del Homo sapiens.Bisontes en la cueva de Altamira. (Jesús de Fuensanta/Shutterstock)Bisontes en la cueva de Altamira. (Jesús de Fuensanta/Shutterstock)

En la conocida cueva Blombos de Sudáfrica, por ejemplo, se encontró una roca pintada a propósito, la más antigua que conocemos, de hace 75.000 años. Se trata de ocre, un mineral rico en hierro que al oxidarse se torna rojizo. El ocre es, de hecho, el pigmento natural más extendido de la superficie terrestre. Esa pequeña roca pintada en Blombos sugiere que los primeros Homo sapiens ya sabían cómo utilizar el ocre para pintar de manera simbólica y creativa las paredes de sus cuevas y sus instrumentos de caza.

Pero podemos ir más allá en el tiempo. Ahora comenzamos a saber que el uso de pigmentos puede incluso ser bastante anterior. En las cuevas Kabwe de Zambia en África Central se han encontrado diversos utensilios con rastros que parecen pigmentos de hace 500.000 y 300.000 años. Muy anteriores incluso a la llegada del Homo sapiens, de cuando todavía no había humanos pisando la Tierra.

Un pigmento sagrado, una práctica humanizante

El filósofo Ernst Cassirer definió al ser humano como un animal simbólico. Y otro filósofo, Ian Hacking, amplió su mirada, precisando que el origen de la representación simbólica no se limita al lenguaje natural, sino que se encuentra quizá un poco antes, en la expresión gestual y artística deliberada.

Pues bien, el hecho de encontrar pigmentos tan tempranamente indica que nuestros ancestros más lejanos, aunque todavía desprovistos de lenguaje, eran capaces de comportarse simbólicamente, según algunos estándares socialmente construidos. Y si esto fue así, entonces es difícil determinar si nosotros los humanos creamos la pintura roja, o si esta nos creó a nosotros.La pintura encontrada en la cueva de Blombos, considerada el dibujo humano más antiguo. (Henshilwood, C.S. et al./Wikimedia Commons)La pintura encontrada en la cueva de Blombos, considerada el dibujo humano más antiguo. (Henshilwood, C.S. et al./Wikimedia Commons)

Si el uso de pigmentos es anterior al lenguaje, eso sugiere que el arte simbólico es anterior al lenguaje. A partir de ahí, podemos especular que la fabricación de los primeros instrumentos complejos, anteriores incluso que las primeras formulaciones lingüísticas, corrieron en paralelo al arte, es decir, al uso simbólico, creativo y expresivo de los pigmentos.

Quizá, y sin que suene demasiado poético, es posible afirmar que literalmente hemos sido humanizados por el ocre rojo.

Un tinte de gran valor

Más tarde, en las sociedades más complejas, el pigmento rojo ha seguido guardando su privilegiada posición. Durante siglos, los pigmentos rojos más valorados y escasos se han utilizado para hacer trueques, para pagar impuestos o para hacer inversiones a futuro. Sería imposible conocer la cantidad comerciantes, aventureros o soldados que han arriesgado sus vidas para conseguir o transportar los mejores pigmentos rojos, por unas rutas despiadadas de gobernantes corruptos, asaltantes de caminos y piratas de alta mar.

Como Julio César en enero del 49 dirigiéndose a Pompeya, son muchos los que han cruzado el río Rubicón (ruber en latín es rojo), esa línea roja que simboliza lo prohibido y lo peligroso.

La importancia política y económica del pigmento rojo viene de su valor artístico, llamativo e insustituible para el ojo humano. Un rojo de calidad siempre ha sido muy caro. Plinio el Viejo, por ejemplo, cuenta cómo robaban los pintores clásicos el tinte rojo elaborado a partir del mineral cinabrio.En las sociedades más complejas, el pigmento rojo ha seguido guardando su privilegiada posición. (Massimo Virgilio/Unsplash)En las sociedades más complejas, el pigmento rojo ha seguido guardando su privilegiada posición. (Massimo Virgilio/Unsplash)

Aquellos artistas limpiaban la brocha en agua, constantemente, para luego quedarse con esa agua. Una forma sutil de paga extra. El cinabrio era el hermano imperial del ocre, muy vistoso y mucho más valioso, y se extraía de las minas de mercurio en Almadén (Ciudad Real), un mortífero infierno terrenal.

Con el ocre y el cinabrio competía el carmín. De hecho, durante la época del Imperio romano, los habitantes de la península ibérica pagaban sus impuestos en carmín, un tinte rojo orgánico. La mitad de los impuestos que enviaban a Roma iban en sacos de cochinilla o grana, un pequeño insecto, hembra, del que se extrae el carmín.

Se trata de un hecho curioso que mil años más tarde la situación peninsular se invierta; se pasa de pagar a cobrar en carmín. A partir de 1523 los pueblos aztecas mexicanos empezarán a pagar a los conquistadores españoles la mitad de sus impuestos en cochinilla o grana. A través del océano llegarán a la península miles de sacos de cochinilla, trillones de insectos desecados, de una mayor calidad que la europea.

En esa época renacentista, y hasta el barroco, el tinte rojo era un valor económico seguro, sobre todo por la incipiente artesanía textil. Los uniformes del ejército británico, por ejemplo, se teñían de carmín para camuflar la sangre de las heridas en el campo de batalla.

Y precisamente ese carmín mexicano, de un maravilloso rojo intenso, propició que en la Europa del siglo XVII empezara a popularizarse la cosmética y el maquillaje. Aunque ahora nos parezca repugnante, la preciosa sangre de hueva de insecto embelleció los mofletes de la burguesía durante 200 años. Suena asqueroso, ¿verdad? Por eso, fue uno de los secretos españoles mejor guardados, hasta que un francés, un tal Thierry de Menonville, demostró en 1787 que el carmín era, en realidad, sangre de insecto, como describe la historiadora de la pintura Victoria Finlay. Ahí terminó el negocio cosmético de los españoles y el rococó de los palacios europeos.Dibujo del libro ‘Memoria sobre la naturaleza, cultivo y beneficio de la grana’ (1777), de José Antonio de Alzate y Ramírez.Dibujo del libro ‘Memoria sobre la naturaleza, cultivo y beneficio de la grana’ (1777), de José Antonio de Alzate y Ramírez.

La guerra del ocre

El pigmento rojo de calidad ha sido una mercancía de un grandísimo valor, generando mercados, industrias e, incluso, alguna guerra. ¿Una guerra por el color rojo?

Finlay explica cómo, durante siglos, los aborígenes de Australia hacían trueque de ocre y drogas. Intercambiaban las rocas de ocre que previamente extraían de remotos lugares secretos y sagrados, por el pirulí, una planta nicotinada. Estos indígenas no consideraban sagrado cualquier tipo de ocre, sino solo ese particular que esconde la tierra, que destaca gracias a su toque de mercurio, que hace que su rojo sea más hemofílico, más brillante, más húmedo y más dinámico.

Ese equilibrio aborigen de trueques, secretos y prácticas anímicas se desmoronó cuando los blancos recién asentados comenzaron la explotación masiva de las minas de ocre, dando paso a la conocida guerra del ocre (1860) y a la masacre del ocre (1863).

En definitiva, hace cientos de miles de años, el ocre nos enseñó a pintar, ayudándonos a llegar al lenguaje simbólico a través de la práctica artística. En un sentido bastante literal, le debemos nuestra humanidad. Pero paradójicamente, el mismo color que nos humanizó hace 300.000 años, en el siglo XIX llevó a los colonos blancos asentados en Australia a su completa deshumanización.

Así ha escrito el rojo vivo la historia de la humanidad. La sangre que corre por sus entrañas.

Las diez obras de arte que más dieron que hablar en la Argentina, en la última década

Fuente: La Nación ~ Una lista que incluye desde una araña de 22 toneladas que custodió la entrada de Fundación Proa hasta el “robo” de la punta del Obelisco

Protagonizaron miles de fotos, incluso antes de que las redes sociales fueran un boom, y su fama corrió de boca en boca hasta marcar récords de público. A continuación, una lista de las diez obras de arte que más dieron que hablar en la última década en la Argentina.

Obelisco en mí, de Julio Le Parc (2019)

El gran homenaje ofrecido en Buenos Aires a Julio Le Parc, que celebró sus 90 años con muestras en el Museo Nacional de Bellas Artes, el Centro Cultural Kirchner y el Teatro Colón, incluyó la intervención lumínica del Obelisco porteño durante la 16ª edición de la Noche de los Museos. Mediante la técnica del mapping, en una producción desarrollada por UXart, cientos de sus obras más emblemáticas se proyectaron sobre el monumento al compás de la música de Astor Piazzola, Osvaldo Pugliese, Aníbal Troilo, Richard Wagner y Ludwig van Beethoven, entre otros. Pionero del arte cinético, radicado en París desde 1958, el artista mendocino se encontraba entre el masivo público reunido en la Avenida 9 de Julio. Miles de personas reaccionaron con ovaciones y aplausos al espectáculo gratuito, titulado Obelisco en mí.Obelisco en mí, Julio Le Parc (2019)

La democracia del símbolo, de Leandro Erlich (2015)

Cuatro años antes, Leandro Erlichhabía provocado el asombro colectivo al simular la desaparición de la punta del Obelisco y su traslado a la explanada del Malba. En la recreación de ese ápice en escala real que instaló sobre la Avenida Figueroa Alcorta fue posible descubrir con entrada libre y gratuita lo que se ve sobre la Avenida 9 de Julio desde el interior del monumento, por primera vez desde su fundación en 1936. Es decir, democratizar su acceso con una intervención que llamó La democracia del símbolo. En 2019, durante su primera muestra antológica en el continente americano alojada en el Malba, el artista volvió a sorprender en la misma explanada con una instalación que parecía desafiar la ley de la gravedad y un cartel que simulaba la oferta de venta del museo. Adentro, su pileta se convirtió en las gran protagonista de todas las fotos.

El Obelisco con su punta cubierta y la recreación del ápice del monumento en la explanada del Malba
El Obelisco con su punta cubierta y la recreación del ápice del monumento en la explanada del MalbaArchivo

Torre de Babel, de Marta Minujín (2011)

El Obelisco ya había inspirado obras deMarta Minujín, como la versión recostada que presentó en 1978 en la Bienal de San Pablo –antecedente del Big Ben que creó a distancia este año en Manchester-, o su recreación con pan dulce en La Rural, al año siguiente. También la Avenida 9 de Julio fue escenario de otra obra monumental: el Partenón de libros prohibidos con el que celebró el regreso de la democracia, en 1983. Volvió a ser noticia en 2017, cuando fue reconstruido para la prestigiosa Documenta de Kassel con 55.000 publicaciones de todo el mundo que alguna vez fueron censuradas. En 2011, Minujín usó 30.000 libros para construir una Torre de Babelde 25 metros de altura en la Plaza San Martín. “Simboliza la búsqueda de la unidad”, explicó entonces la artista más popular de la Argentina.Torre de Babel, Marta Minujín (2011)

La Menesunda según Marta Minujín (2015)

Ingresar en la habitación de una pareja recostada en una cama o en el interior de la cabeza de una mujer gigante, donde una maquilladora y una masajista ofrecían sus servicios. Esas eran algunas de las paradas en el laberíntico recorrido por el interior de La Menesunda, instalación participativa que Marta Mínujín realizó junto a Rubén Santantonín en el Instituto Torcuato Di Tella en 1965 y que medio siglo después reprodujo el Museo de Arte Moderno de Buenos Aires. En 2019 volvió a ser recreada en el New Museum de Nueva York, donde se recordó que “Minujín anticipó de manera radical la obsesión contemporánea por los espacios interactivos y la búsqueda de experiencias intensas que definen hoy a las redes sociales”. Entre 2023 y 2024, otra versión se presentará en Múnich, Copenhague y Tate Liverpool.La Menesunda según Marta Minujín (2015)

Eternity, de Maurizio Cattelan (2018)

“Mi sueño favorito siempre fue uno en el que voy a mi propio funeral”, dijoMaurizio Cattelan antes de desembarcar en una plaza porteña con Eternity, un “cementerio temporal para los vivos”, en el marco de la semana de Art Basel Cities: Buenos Aires. Solo la idea fue suya, sin embargo. Cualquiera que tuviera más de 18 años, se considerara “artista” y tuviera domicilio en la Argentina podía participar con propuestas de lápidas para personas reales o ficticias. Los resultados fueron muy dispares, y hubo quienes señalaron que no parecía atinado unir lápidas y humor en un país con decenas de miles de desaparecidos. De todos modos, no fue una de las obras más polémicas del artista italiano que captó la atención global al vender dos bananas en Art Basel, en 2019, por 120.000 dólares cada una. Al año siguiente, una de ellas fue donada a la colección del Guggenheim de Nueva York. “Es una banana. Es arte. Y ahora es problema del Guggenheim”, tituló entonces The New York Times.Art Basel Cities, vale la pena caminarla

La vida es una milonga, de Cai Guo Qiang (2015)

A fines de enero de 2015, mientras el país estaba en shock por la muerte reciente del fiscal Alberto Nisman, más de 200.000 personas se reunieron por la noche en La Boca, sobre la Vuelta de Rocha. Los recibió un espectáculo de tango y fuegos artificiales titulado La vida es una milonga. Una ambiciosa producción de Cai Guo-Qiang, el artista chino que había deslumbrado al mundo con los efectos especiales de los Juegos Olímpicos de Pekín en 2008 y que protagonizaba entonces la muestra Impromptu en Fundación Proa. “Estoy atento a las noticias y al momento triste que pasa el país. No son fuegos de celebración, sino de reflexión, de sentimientos”, dijo entonces a LA NACION, mientras organizaba el show de 80 minutos que comenzó con “La cumparsita”, de Gerardo Matos Rodríguez, y terminó con “Vuelvo al Sur”, de Astor Piazzolla y Fernando “Pino” Solanas.Cai Guo Qiang – La Vida es una Milonga: Tango en fuegos artificiales para Argentina

Los lunares de Yayoi Kusama (2013)

Un día, sobre la Avenida Figueroa Alcorta, varios árboles se cubrieron de lunares. También las puertas del Malba, sus escaleras mecánicas y las paredes, los cuadros y los muebles blancos de una sala montada en la planta baja, que el público podía intervenir con stickers redondos de colores. Esas acciones acompañaron la muestra Obsesión infinita, de la artista japonesaYayoi Kusama. Con gran repercusión en redes sociales, registró 216.000 visitas; hasta el año pasado, cuando fue desplazada por la de Erlich, fue la más convocante del museo. “Los lunares son un camino al infinito -dice en el catálogo Kusama, internada en un psiquiátrico debido a su trastorno obsesivo-compulsivo-. Cuando borramos la naturaleza y nuestros cuerpos con lunares, nos integramos a la unidad de nuestro entorno. Nos volvemos parte de la eternidad y nos borramos en el amor”.

Obliteration Room, una sala blanca intervenida por el público con stickers de colores
Obliteration Room, una sala blanca intervenida por el público con stickers de coloresGentileza Malba

Forever Bicycles, de Ai Weiwei (2017)

Fue otra postal obligada para la foto. Forever Bicycles, obra construida con 1254 bicicletas por el artista chino Ai WeiWei, se montó en la vereda de Fundación Proa en el marco de su muestra Inoculación, en 2017. El título de la monumental instalación de 16 metros de largo por 9 de altura, alude a la marca Forever (Yong Jiu), una empresa cuyas bicicletas se usaron de forma masiva en China durante la infancia de artista, y que en las últimas décadas fueron desplazadas por los autos. “A la manera de un ready-made y en homenaje a la Rueda de bicicleta de Marcel Duchamp, Forever Bicycles se convierte en un punto de encuentro entre el arte chino y el arte occidental –señaló entonces Adriana Rosenberg, presidenta de Fundación Proa-. Un puente entre los siglos XX y XXI; un eslabón que une culturas diferentes y una apropiación del objeto que en su multiplicidad nos propone una nueva mirada, una nueva abstracción, una nueva construcción”.

Forever Bicycles, un imán para la foto en Fundación Proa
Forever Bicycles, un imán para la foto en Fundación ProaArchivo/Victoria Gesualdi

Maman, de Louise Bourgeois (2011)

Eran otros tiempos. Hace una década llegaba en barco a Buenos Aires, repartida en veinte cajas embaladas en Nueva York, una araña de 22 toneladas, nueve metros de alto y diez de diámetro. Maman, monumental escultura creada en 1999 por la artistaLouis Bourgeois, fue instalada en la explanada de Fundación Proa en el marco de su primera muestra individual en América latina. “Las arañas, que Bourgeois presenta como un homenaje a su madre, que era tejedora, ponen de manifiesto la duplicidad de la naturaleza de la maternidad: la madre es protectora y depredadora al mismo tiempo”, señala la página del Guggenheim de Bilbao, museo que la aloja actualmente y que permite visitarla en forma virtual. Una opción a la que ya nos acostumbró la pandemia.

Maman, de Louise Bourgeois, en la explanada de Fundación Proa
Maman, de Louise Bourgeois, en la explanada de Fundación ProaGentileza Fundación Proa

Las arañas de Saraceno en el Moderno (2018)

También el Museo de Arte Moderno de Buenos Aires sorprendería años más tarde con otra obra relacionada con arañas. En este caso, vivas. La telaraña más grande construida y exhibida hasta el momento fue realizada en un plazo de seis meses por 7000 arañas traídas desde el norte del país, para la primera gran muestra local de Tomás Saraceno. Cómo atrapar el universo en una telaraña se tituló la exposición de este tucumano radicado en Berlín, uno de los argentinos más célebres en la escena del arte contemporáneo global, que llevó su obsesión con el tema a obras con realidad aumentada exhibidas este año en las Serpentine Galleries de Londres y en el High Line de Nueva York.

Tomás Saraceno junto a la tela construida por miles de arañas en el Moderno
Tomás Saraceno junto a la tela construida por miles de arañas en el Moderno

La galería Ruth Benzacar se reinventa y presenta muestra colectiva mutante con obras de 30 artistas

Fuente : Télam ~ La nueva exposición irá intercambiando el orden de las obras y los nombres de los artistas que tendrán en paralelo su solo-show, por estos días dedicados a Jorge Macchi y Tomás Maglione.

La galería Ruth Benzacar inaugura mañana la exposición colectiva «Reunión», que alberga treinta obras de treinta artistas como Roberto Aizenberg, Leandro Erlich, Fabio Kacero, Eduardo Basualdo, Marie Orensanz, Liliana Porter o Tomás Saraceno, a lo que sumará dos muestras breves, pop-up, que irán rotando cada semana, en dos nuevas salas.

Con el estreno de dos flamantes salas, que funcionan en paralelo a la central, la nueva exposición irá intercambiando el orden de las obras y los nombres de los artistas que tendrán en paralelo su solo-show, por estos días dedicados a Jorge Macchi y Tomás Maglione, un movimiento constante por lo que la muestra que el público visitará «nunca será la misma», explica a Télam la curadora Lara Marmor.

Esta dinámica de rotación satélite, que hará que las obras vayan alternando su ubicación durante los cuatro meses que dure la exposición, busca dar cuenta ya «no de una temática, sino más bien de un sistema» -aclara Marmor-, donde haya tensión, movimiento, algo orgánico y vital, donde el gran desafío fue «cómo generar un relato sin aplanar las diferencias y cómo escapar al pastiche».

«Tratar de identificar un denominador común para un grupo tan heterogéneo aparentaba ser un contrasentido», afirma la curadora sobre este conjunto que abarca pinturas, dibujos, esculturas, objetos, instalaciones, videos y fotografías, y que suma nombres como Ernesto Ballesteros, Chiachio & Giannone, Flavia Da Rin, Marina De Caro, Sofía Durrieu, Ana Gallardo, Max Gómez Canle o Sebastián Gordín.

Hay algo de feria -ese lugar por excelencia sin un tema definido sino más bien obras yuxtapuestas- en el despliegue en la sala de esta gran cantidad de obras que forman una amalgama de distintas generaciones, poéticas, lenguajes, intereses, prácticas y expectativas.

El visitante se encontrará en el ingreso con alimentos en descomposición dentro de una heladera vidriada (a la que se puede ver hacia adentro), de la serie Rinascimento del artista Adrián Villar Rojas, una advertencia de que todo muta, incluso lo que ocurre puertas adentro de la galería, ubicada muy cerca de la escultura «Estatua N 4» (1964) de Roberto Aizenberg (1922-1996), el único fallecido de los que conforman la exhibición, y uno de los más destacados surrealistas de la Argentina.

Está allí también la escultura colgante «Floresta» de Eduardo Basualdo, una pieza que simula ser una piedra suspendida que anuncia un desastre inminente, la posibilidad de un desenlace fatal, así como la instalación de Liliana Porter «The task» (La tarea), que muestra a una diminuta mujer bordando una creación que la excede de manera desmesurada, alusión al tiempo pero también a la memoria.

Según la curadora, si bien estos artistas están «emparentados por hitos históricos, materialidades, afinidades afectivas o zonas conceptuales entre tantos recortes factibles», los treinta «moldean un paisaje con un horizonte desbordante de posibilidades de interpretación; un territorio fértil donde las conexiones son tantas que llegan hasta el punto de transformarse en pura potencia».

Otras obras que integran este itinerario son «Zonal Harmonic» de Tomás Saraceno, una escultura, como un cuerpo celeste, compuestas de órbitas sostenidas puramente por su tensión mutua, cuyos filamentos -inspirados en las telas de araña- condensan universos minúsculos; y «The cloud», o la imposibilidad de atrapar una nube dentro de una vitrina, de Leandro Erlich, el artista constructor de ilusiones o paradojas visuales, en base a elementos de lo cotidiano, acostumbrado con sus trabajos a cuestionar aquello que tiene impronta de real.

«Son 30 artistas que claramente no tienen un punto en común. Hay obras de distintos momentos de la carrera de cada uno de ellos», explica Marmor y añade que «aunque comparten el mismo techo son más las disidencias que otras cosas. El punto de contacto es la diferencia».

Por su parte, el artista Fabio Kacero presenta su obra «Nieve outdoor», una batería tamaño real, recubierto de espuma, como si una nevada recién hubiera arreciado, junto a un ecosistema variado que completan obras de los artistas Julio Grinblatt, Carlos Herrera, Carlos Huffmann, Guillermo Iuso, Daniel Joglar, Luciana Lamothe, Catalina León, Jazmín López, Florencia Rodríguez Giles, Miguel Rothschild, Pablo Siquier y Mariana Telleria.

El desafío, asegura Marmor, fue cómo trasladar al espacio «un recorrido que no debía ser estático ni lineal, sino un planteo espacial donde las obras estuviesen en movimiento» y fue así como se sumó al diseño expositivo de la muestra Nicolás Fernández Sanz, el arquitecto que en el año 2015 remodeló este antiguo depósito industrial para transformarlo en la actual sede de la galería, luego de su mudanza desde la calle Florida.

Según Fernández Sanz, esta disposición de las obras que acentúa tanto al colectivo como a las individualidades «te deja parado en el centro de una situación espacial, y no te indican en qué orden leerlas, ni dónde es la salida o la entrada. Cada uno elige cómo recorrerla», afirma.

Para las directoras de la galería, Mora Bacal y Orly Benzacar, «Reunión es una experiencia vital y coreografiada. Es la manifestación viva del deseo de pensar a la comunidad de artistas que conforma Ruth Benzacar y a cada uno en el presente de la galería», luego de un año pandémico.

Las treinta presentaciones individuales, ideadas a propósito de este proyecto, son diferentes entre sí: «Algunas son de carácter antológico, otras ofrecen producciones recientes u obras emblemáticas que quisimos volver a exhibir», especifican las directoras del espacio.

De este modo, el calendario de presentaciones individuales continúa con Luciana Lamothe y Carlos Herrera del 12 al 16 de octubre; Jazmín López y Daniel Joglar del 19 al 23 de octubre; Sebastián Gordín y Miguel Rothschild del 26 al 30 del mismo mes y Chiachio & Giannone y Max Gomez Canle del 2 al 6 de noviembre, y más.

La muestra «Reunión» permanecerá hasta enero de 2022 en Ruth Benzacar Galería de Arte, J. Ramírez de Velasco 1287, en el barrio porteño de Villa Crespo, de martes a sábados de 14 a 19, respetando el protocolo Covid-19.

Inauguró en Córdoba la Bienal Internacional de Arte Contemporáneo del Sur

Fuente: Perfil ~ Se trata de un proyecto desarrollado en la Universidad Nacional Tres de Febrero. Cinco sedes locales exponen obras de artistas de distintas partes del mundo.

“Lo que queremos hacer, y ese es nuestro verdadero objetivo político, es darle a Argentina el lugar que se merece en el concierto mundial de la cultura”, decía Aníbal Jozami, director General Bienalsur, en el marco de su inauguración el pasado jueves en el Museo Emilio Caraffa.

Esta bienal de arte contemporáneo, que funciona como una red de colaboración asociativa entre museos, centros culturales y universidades de todo el mundo, se asentará en nuestra ciudad en los museos Emilio Caraffa, ‘Evita’ Palacio Ferreyra, Palacio Dionisi, Arquitecto Francisco Tamburini y el Centro Cultural Córdoba.

Las obras y proyectos curatoriales que se exhiben fueron el resultado de una convocatoria abierta internacional, a la que se sumaron además invitaciones y obras de colecciones locales. 

Con el acento puesto en la problemática medioambiental, esta Bienalsur se lleva a cabo en más de 124 sedes, 23 países y 50 ciudades del mundo, con la participación de 400 artistas. Los ejes curatoriales, a cargo de Diana Wechsler, giran en torno a los modos de habitar, las políticas del arte, los tránsitos y migraciones, la conciencia ecológica y las constelaciones fluidas.

Sedes Bienalsur. Repartida en cinco sedes, hasta marzo del año que viene se expondrá en el museo Emilio Caraffa ‘Paisaje en foco. Miradas desde el presente’, en tanto que en el ‘Evita’ podrá verse la muestra ‘Paraísos artificiales’ hasta febrero.

Por su parte, el museo Palacio Dionisi abrió dos exposiciones: ‘Sueños de rebelión silvestre’ y ‘Brambilla en retrospectiva (obras 1950 -1983)’. Ambas podrán verse también hasta febrero.

En el Centro Cultural Córdoba se aloja la muestra ‘The Crown letter’, una exposición integrada por artistas mujeres y que estará en exhibición hasta noviembre.

Por último, en el museo Arquitecto Francisco Tamburini (del Banco de la Provincia de Córdoba) se expone hasta noviembre ‘Un resabio de austera luminosidad’, una muestra que profundiza en los paisajes naturales y sociales asociados a las migraciones, con obras de Reza Aramesh.

BienalSur instalaciones