Fuente: Clarín – La porteña Hipopoety, con seis meses de vida y artistas en sus 20, ingresa con impronta pop. El espacio alberga a varias galerías de las provincias.
Las maneras que tiene la ciudad de fingir la naturaleza. Ese verde croma tan artificial, un poco vintage, lo cubre todo en el stand de Hipopoety, una novísima galería que es un favorito en el boca a boca de la sección Utopia 2023. “Las galerías más jóvenes se esforzaron por hacer presentaciones muy cuidadas y súper profesionales, y elegimos a las que habían tenido propuestas sólidas con artistas no tan conocidos”, contó a Ñ Sonia Becce, miembro del comité de selección. Integran este espacio varias galerías de otras provincias –y las seis respaldadas por el programa oficial MICA–. Entre ellas, Chorizo, de Resistencia, y Laguanacazul, de El Calafate.
Fundada en diciembre de 2022, con una gran vidriera sobre la calle Viamonte 949, entre Carlos Pellegrini y Suipacha, Hipopoety es uno de los 21 proyectos seleccionados para participar en la sección de la feria de arte contemporáneo que reúne a los más recientes. Curadora y gestora, Delfina Bustamante abrió la galería junto a un grupo de artistas que ya funcionaban como una microescena, con una dinámica muy aceitada, cuando los convocó a una colectiva que ella misma curó en la galería Quimera, en la prepandemia. De la expo Post Millenial de 2019 participaron –entre otros– Mia Amiguita Superstar, Gregorio Rubio, Bart Network, y Paloma Klenik, los artistas de la galería que colman con sus obras el stand.
Nacidos entre 1995 y 1998, estaban colaborado entre ellos con una dinámica horizontal cuando surgió la idea de armar la galería, que entienden más allá del proyecto comercial. “Nuestra visión es la de una plataforma para darle visibilidad a una generación de artistas que estaba muy presente y no tenían un espacio que les diera contexto”, cuenta a Ñ Bustamante, en pleno montaje. El encuentro tuvo algo de mágico, de fusión de mundos compartidos. Desde la apertura, ya van por la cuarta muestra con artistas de la galería –una de Gregorio Rubio curada por Lolo & Lauti– y una más con artista invitada. Ahora mismo, allí hay una muestra colectiva de 17 artistas.
“Este verde croma es el pegamento de todo”, cuenta la curadora sobre el colorido stand que alberga las obras. Hay pinturas, instalaciones, videos y collage. La propuesta de arteba según la directora, “busca unir los mundos de sus obras que están bastante entrelazados”. El pop y el queer los atraviesa a todos. “Nuestra generación se pregunta sobre la manera de relacionarnos con la naturaleza y los animales, y cómo en la ciudad la naturaleza se vuelve ficticia”, agrega.
A una instalación de videos se suman las pinturas de Paloma Klenik que se llama así y pinta palomas como drag queens, que entablan relaciones poco convencionales con los humanos. Rocas con caritas, seres antropomorfos algo ridiculizados, como el óleo “Amamantando sin querer” (foto). Una instalación con globos y objetos es obra de Mia Amiguita Superstar, globóloga entrenada en una escuela profesional. Y una serie de videos de Gregorio Rubio –otro suyo, titulado “Aventurita”, se puede ver en la sección de videos curada por Santiago Villanueva–, que insisten en el diminutivo. “Hay una evocación de los cuentos infantiles noventosos, con personajes explorando el mundo a través de esas historias y atmósferas, y una visión queerizada de la naturaleza”, explica Bustamante. Lo mismo que en los collages de Mia, con referencias pop, como en las pinturas con rueditas (para patineta) que no son “para andar” sino que le imprimen un giro lúdico a la obra.“Sao”, collage con 3D e inteligencia artificial de Frenetik Void, artista digital y referente del cryptoarte. Participa como parte de Aura TV, galería cuya propuesta curatorial se enmarca dentro del movimiento contrahegemónico de ficción especulativa, arte, moda y activismo Solar Punk.
Este año a la sección aplicaron gran cantidad de espacios motivados por la nueva Beca MICA Utopia, un programa de Fundación arteba y el Ministerio de Cultura que hizo aportes económicos para seis espacios de todo el país. Sin embargo, la calidad de los proyectos se impuso a la ecuación económica. “Es revelador que Argentina siga estando a la vanguardia de los espacios sin importar la crisis”, revela a Ñ Leopold Mones Cazón, director de la galería Isla Flotante y miembro del comité se selección.
Estos espacios tienen los precios más accesibles, de entre menos de mil y hasta cuatro mil dólares, a acordar en cada caso.El Sielo, galería de los artistas Mayra von Brocke y Hernán Aguirre, busca gestionar a argentinos en el exterior. Tuvieron muestras con Fernanda Laguna, Amalia Ulman y Carlos Herrera en Barcelona. En la foto, obra de Alexander Arilla.
A la comunidad de Hipopoety, arteba los encuentra contentos y expectantes. “Antes que nada buscamos divertirnos, tenemos diferentes tipos de obras y ojalá podamos vender algo que nos ayude a seguir con el proyecto y financiar las próximas muestras, porque seguimos el modelo de gestión en que queremos acompañar a los artistas”.