Fuente: La Nación – Los soportes continúan multiplicándose según demuestra la 19ª edición de la feria de fotografía más importante de América Latina, que termina mañana en La Rural
Los platos cuelgan de la pared, como acostumbraban a colgarlos nuestras abuelas para decorar la casa. Solo que estos, creados por Ariana Beilis, muestran la figura de una mujer en poses extrañas, como si buscara representar a una mesa o a una silla. “Fue un proyecto que esta artista de Santa Fe inició en pandemia. Ella siempre trabajó con el cuerpo, y durante la cuarentena decidió apropiarse de la función de los muebles”, explicaron a LA NACION en el stand de Pinta BAphoto donde la representa la galería La Portland, de Entre Ríos.
Mostrar la fotografía en relación con otros lenguajes y soportes del arte contemporáneo fue lo que se propuso la curadora Bárbara Golubicki en la sección Fuera de Foco, que tiene a su cargo. Destinada a visibilizar espacios emergentes de las provincias en la feria más importante de fotografía de América Latina, que termina mañana en La Rural, procura disolver los límites de todo tipo para mostrar una imagen “expandida”. Como las de “Yuyo” Gardiol, una de las ganadoras del premio In Situ otorgado ayer, que imprimió sobre satén las fotos que tomó de su propia piel en distintos contextos. El resultado es una poética instalación abstracta, con distintos tonos de rosa.
Justo enfrente de esta sección se encuentra el sector editorial curado por Estefanía Papescu, directora de Simetría doméstica. Su colección de unos 150 libros de artistas incluye Cartonero cheto, creado por Julián Desbats con cajas de sushi y ravioles intervenidas, o Benjamin, de Matías Ercole, producido con fotocopias. También se ofrecen allí originales y facsímiles de cuadernos de bocetos de Powerpaola y Gimena Macri.
No hay excusas para quienes disponen de poco presupuesto: en la mesa compartida por Catalina Calvo Doval y Rocío Pilar de Lara y se pueden conseguir desde 400 pesos stickers producidos por esta última con la técnica experimental film soup. “Se sumerge en líquido el negativo, mientras está en el carrete –explica-. En este caso lo dejé durante doce horas en un frasco con bourbon, vinagre de arroz y agua caliente”. Por el mismo precio se ofrecen allí stickers de Calvo Doval con sus propias fotografías y frases de poemas, así como fanzines plegables y origamis creados por De Lara con imágenes de techos impresas en cianotipo.
La impresión lenticular, esa que ofrece ilusión de movimiento y que solía usarse en las reglas escolares, llama la atención desde la tapa del libro de Marcelo Grosman editado por Arta y en tarjetas creadas por Azul Varan que pueden conseguirse por 750 pesos en Kiosco de artistas, la mesa compartida por alumnos de Diana Aisenberg. En esta última, Sofía Papi sorprende con sus fanzines de papel de calco y su oráculo con imágenes de cartas de tarot, realizado en colaboración con Cristy Ala.
Hay que calzarse los anteojos con flitros de colores para ver en 3D las figuras estereoscópicas reunidas por Daniluk en el libro Geometría descriptiva, ofrecido en la mesa de Espacio Moebius. Su director, Martín Ramón, apeló a la risografía -un sistema de impresión digital de alta velocidad- para crear atractivos fanzines como el de Powerpaola, con fotos de autos abandonados en Buenos Aires. Dentro de la caja del disco de la banda SIMA, proyecto musical de Isol, se encuentran once desplegables con ilustraciones de otros tantos artistas, inspiradas en cada canción.
El recorrido por la feria ofrece otra sorpresa en la galería rosarina Subsuelo, con las fotografías minúsculas de Cecilia Lenardón que conforman poemas visuales y la instalación de Paulina Scheitlin, realizada con postales de Miramar en baja temporada. También en Ungallery, donde las obras de María Victoria García Valenzuela y de Belén Romero Gunset incluyen realidad aumentada. En Quimera ya se vendieron varias fotografías caladas y convertidas en objetos por Hernán Soriano. Y en Peuser Art Project, dos pañuelos de seda con imágenes sublimadas de Arturo Aguiar.
Justo al lado, en el stand del colectivo Taquicardia representado por Diderot, se exhiben imágenes impresas sobre papel de acuarela, con una original forma de emulsionarlo en forma manual. El belga Pierre Dumont eligió en cambio papel japonés como soporte de sus cianotipos exhibidos en la venezolana Carmen Araujo. Una prueba de que la experimentación no conoce límites ni fronteras.
Para agendar:
Pinta BAphoto en La Rural (Av. Sarmiento 2704), abierta al público hasta mañana. Hoy, de 14 a 20.30; domingo, de 14 a 20. Entradas: $2500, con 50% de descuento para estudiantes y jubilados y 2×1 con Club LA NACION. Menores de 12 años y personas con discapacidad, gratis.