Fuente: Clarín – Es por su proyecto «Ojalá se derrumben las puertas», que demandará una inversión de 93.537 dólares.Fue elegida entre 65 postulaciones.
Con la instalación Ojalá se derrumben las puertas, Luciana Lamothe representará a la Argentina el año próximo en la 60° Bienal de Arte de Venecia, con la curaduría de Sofía Dourron, anunció este miércoles la directora de Asuntos Culturales de la Cancillería (DiCul), Paula Vázquez.
En la cita artística más relevante a nivel mundial, la pre-inauguración será del 17 al 19 de abril para artistas, curadores, galeristas, directores de museos, críticos y prensa especializada y se extenderá hasta noviembre para el público general.
El presupuesto de la obra asciende a 93.537 dólares y la artista viajará a producirla un mes y medio antes en el mismo Pabellón Argentino. Vale decir que los costos podrán incrementarse en un continente cuya moneda es el euro, más caro que el dólar, por lo menos en Argentina.
El clima de austeridad en la presentación ante la crítica y la prensa fue notorio. Toda transición política apura decisiones y el cambio que se avecina en la Argentina este año es desconcertante en todos los escenarios. Más en el cultural cuyos tiempos son distintos a la política.
Con una velocidad acorde a estos tiempos electorales, el comité de selección que tenía tiempo de evaluar los proyectos desde el 19 de septiembre hasta octubre (antes de las elecciones generales) se pronunció, por mayoría, a favor de Lamothe a nueve días de cerrada la etapa de presentación de propuestas. Fueron 65 los proyectos al concurso, varios de los cuales fueron de artistas argentinos residentes en el exterior.
El comité estuvo integrado por Diana Saiegh, presidenta del Fondo Nacional de las Artes; Claudia Lamas, subsecretaria de Patrimonio Cultura de Salta; Florencia Battiti, directora ejecutiva del Parque de la Memoria; Mónica Heller, la artista seleccionada para la Bienal de Venecia en 2022; Carina Cagnolo, curadora de Córdoba, y el embajador argentino en Finlandia, Sergio Baur (en representación de Juan Usandivaras, presidente ejecutivo de la Agencia Argentina de Inversiones y Comercio Internacional). Presididos por Paula Vázquez, directora de la DiCul, recibieron los 65 proyectos hace ocho días y debatieron el martes hasta decidir el nombre de Lamothe.La artista Luciana Lamothe y la directora de Asuntos Culturales de la Cancillería, Paula Vázquez.
El jurado, por mayoría, remarcó que la propuesta de Lamothe “destaca la inestabilidad de los elementos que, puestos por la artista en una tensión cercana al límite, muestran a la vez la posibilidad que existe en la alianza y la cooperación como caminos de subsistencia”.
La instalación en madera industrializada contiene lo performativo, tanto en la acción del cuerpo de la artista sobre los materiales, como en la habilitación de recorridos posibles, “que también involucran características esenciales como el peso de los cuerpos que transitan el Pabellón”, según el comité de selección.
No obstante, Lamothe aclaró que no será una obra interactiva, a la que –de acuerdo con el render que se proyectó en loop– es una suerte de rulo abierto, una de las formas características de la obra de la artista, al que podrán entrar los visitantes pero solo en parte.
El concepto de su obra es investigar y trabajar la blandura de los materiales concebidos como duros. Explora las relaciones dialécticas entre su dureza y blandura en relación con su resistencia, así como entre los conceptos de construcción y destrucción.
Una artista internacional
El nombre de Lamothe está ya instalado en la escena del arte a nivel internacional. Como dice una experta del mercado del arte consultada por Clarín Cultura: “La ventaja del mainstream es atravesar todas las ideologías sin dañarlas”. Y es que la obra conceptual de la artista, que ayer se conoció en el render que se proyectó, ofrecerá en Venecia la posibilidad de una conexión física con el visitante o no conectará.
La Bienal de Arte no es un espacio de experimentación. El público no se demora a desentrañar el sentido último de una obra; si no conecta sigue de largo. Eso ha pasado ya con algunos envíos costeados por el Estado argentino.
Varias de las propuestas llegaron del interior y hubo algunos artistas argentinos residentes en el exterior que también enviaron sus proyectos. Esa fue la novedad de la convocatoria de este año: no debían ser solo residentes en el país.
“Estoy super contenta, fue mucho trabajo, puse lo mejor de mí y también mi equipo para ofrecer a mi país un proyecto donde se consolide y se afiance todo el proceso de mi trabajo que vengo desarrollando desde mis comienzos”, dijo Lamothe a la prensa.
La artista, que agradeció a su equipo con el que trabaja hace una década y los nombró a todos, dijo que el título de su obra está tomado de un verso de la poeta Elba Fábregas, poeta y esposa del titiritero y narrador Javier Villafañe y madre de Juano Villafañe, también poeta.
Lamothe estuvo dos veces en el Pabellón Argentino en los Arsenales de Venecia para dos ediciones de la Bienal de Arte y una en la Bienal de Arquitectura. Se trata de un área inmensa e histórica que nuestro país tiene en comodato, de modo que los artistas pueden intervenir con sus obras el espacio pero sin poner un clavo en las paredes o en sus columnas, dado que se trata de una reliquia histórica. Tiene 500 metros cuadrados y se remonta a principios del siglo XIII.
“Cada vez que voy miro todo, el piso, la iluminación, el techo, las paredes, los materiales y sobre todo trabajé en base a los planos que habilitan las bases. El proyecto está pensado en escala y los materiales del Pabellón se incorporan a la obra: el píso y las columnas de cemento, las paredes de ladrillo, las vigas de madera… todo eso está incorporado a la obra. Incluso el desarrollo espacial está ligado al Pabellón. Hay una especie de bosque entre las columnas y las estructuras”, dijo la artista a una pregunta de Clarín Cultura.
Todos los envíos de los países y los trabajos de los artistas invitados por el curador general de la Bienal para el pabellón especial procuran dialogar con el lema “Extranjeros en todas partes» (“Stranieri Ovunque/Foreigners Everywhere), propuesto por Adriano Pedrosa, director artístico del Museo de Arte de Sao Paulo (MASP), y el primer curador latinoamericano -además de Sudamérica- en alcanzar el relevante cometido de curador general de la edición 2024.
“En mi trabajo pienso mucho en relación a los materiales y como relacionarlos con el cuerpo y la vibración que éstos tienen. Creo que hay una relación de igualdad entre ellos y los cuerpos. Son organismos vivos, en algún sentido. Me cuestiono la blandura y la dureza de los materiales y el sentido que se les da a estos conceptos, vinculados con el patriarcado y al ser femenino”.
Hay una propuesta queer en mi trabajo, dijo Lamothe, a partir de lo que los materiales dicen. También la diversidad sexual está contenida en el concepto de “extranjero” del guión curatorial de Pedrosa.
El proyecto fue pensado para el tránsito y la presencia de visitantes “para generar una posibilidad de estar”. Sus dimensiones son 10 metros de ancho por 20 de largo y 4,5 de altura. No habrá ninguna acción performática como su anterior obra en el Centro Cultural Recoleta. El material es madera industrializada.
Otra artista de Ruth Benzacar
La memoria de inmediato conecta con la galería que representa a Lamothe: Ruth Benzacar, que ya tuvo otros artistas ganadores en Venecia: Adrián Villar Rojas y Mariana Tellería. Y como todo tiene que ver con todo, el curador Pedrosa (director artístico del MASP-Museo de Arte de Sao Paulo), que pasó fugazmente por Buenos Aires en su periplo mundial este año para seleccionar artistas de todos los continentes, es gran amigo de Orly Benzacar desde hace muchos años.
En Buenos Aires, Adriano Pedrosa estuvo en la galería Ruth Benzacar, en Barro y en el Moderno, conforme los puntos que pudo reconstruir Clarín Cultura. En el Museo de Arte Moderno admiró “Pupila”, el trabajo de Eduardo Basualdo. En la galería Barro expuso su interés por el arte indígena y americanista que viene incorporando al MASP con gran éxito de público, y que en buena medida estará presente en la 60 edición de la Bienal de Arte.
La Bienal de Venecia tiene un pabellón exclusivo para los artistas que el curador general selecciona. Allí estará la artista multidisciplinaria mendocina Chola Poblete, elegida por Pedrosa, quien hace dos años en ARCO Madrid tuvo su bautismo monárquico cuando la reina Letizia se detuvo a admirar su trabajo.
Luciana Lamothe exhibe actualmente en el Moderno una gran instalación comisionada por el museo para la exposición “Cien caminos en un solo día”.
Para Adriano Pedrosa, según el texto del curador para la Bienal de Arte, “la figura del extranjero se asocia con el extraño y así la exposición se desarrolla y se centra en la producción de otros temas relacionados: el artista queer, que se ha movido dentro de diferentes sexualidades y géneros, siendo a menudo perseguido o ilegalizado; el artista outsider, que se sitúa en los márgenes del mundo del arte, al igual que el autodidacta y el llamado artista folk; así como el artista indígena, frecuentemente tratado como un extranjero en su propia tierra”.
Para el curador “la producción de estos artistas es el foco principal de esta Bienal y constituye el Núcleo Contemporáneo de la Exposición Internacional, y aunque su trabajo a menudo está informado por sus propias vidas, experiencias, observaciones e historias, también hay quienes profundizan en cuestiones formales con sus propio acento extranjero”.
Lamothe Básico
Luciana Lamothe (Buenos Aires, 1975) trabaja en escultura, performance, activación, dibujo, fotografía y video.
La obra de Lamothe formó parte de la 11va Bienal de Lyon, la 5ta Bienal de Berlín y la 3era Bienal de Montevideo.
Ha exhibido en numerosos espacios internacionales, como Art Basel Miami Beach Meridians; Kunstraum Kreuzberg / Bethanien, Berlín; CGAC, Santiago de Compostela; La Maison Rouge-Fondation Antoine de Galbert, París; Palais de Tokyo, París; Da Maré Museum, Río de Janeiro; Museo del Barrio, Nueva York; MAMBA, Buenos Aires; Fundación PROA, Buenos Aires; MNBA, Buenos Aires.
Fue artista residente en MANA Wynwood, Art Dubai, Air Antwerp y Skowhegan de Maine. fue ganadora del Primer Premio del Lichter Art Award, Frankfurt, el Primer del Premio Itaú Cultural, Buenos Aires, y en el 2011 fue becaria del Programa de Artistas de la Universidad Torcuato Di Tella, Buenos Aires. Durante el 2021 fue artista residente de Atelier NI, Marsella.
En el 2019 recibió la Beca para Artistas otorgada por la Fundación Pollock-Krasner de Nueva York.
Su trabajo integra importantes colecciones privadas y públicas, tales como: Centro Galego de Arte Contemporánea (CGAC), Santiago de Compostela; Fundación Itaú Cultural, Buenos Aires; Museo Arte Contemporáneo de la Provincia de Buenos Aires (MAR), Buenos Aires; Museo de Arte Contemporáneo de Rosario (Castagnino+MACRO), Santa Fe; Museo de Arte Moderno de Buenos Aires (MAMBA), Buenos Aires; Museum of Fine Arts (MFA), Texas; 21C Museum Hotels, Kentucky.