La artista Adriana Bustos pintó una constelación en el acceso a un edificio de Caballito

Fuente: Clarín – Una constelación de símbolos barriales, de 30 metros de largo, pintadas por una de las artistas argentinas contemporáneas más importantes, en un cielorraso que invita a perderse con la imaginación. Así es Mundo imaginal, la intervención pictórica que creó Adriana Bustos para uno de los edificios de la firma Azcuy, un proyecto que fue galardonado con el premio que entrega la empresa constructora en asociación con el Museo de Arte Moderno de Buenos Aires.Mundo imaginal, la intervención pictórica que creó Adriana Bustos para un edificio. Foto: Gentileza Estudio Azcuy.Mundo imaginal, la intervención pictórica que creó Adriana Bustos para un edificio. Foto: Gentileza Estudio Azcuy.

Bustos participó de una recorrida junto a prensa, curadores e inquilinos del edificio con quienes compartió la génesis de su obra, un trabajo que toma características de las ciudades contemporáneas atravesadas por procesos de construcción, destrucción, restauración y conservación. «Todo esto hace que nuestros paisajes urbanos estén en un constante movimiento, hay una pérdida de referencia espacial porque los paisajes urbanos cambian permanentemente”, reflexionó en diálogo con Clarín Cultura.

Un elemento que la artista tomó como referencia fue la ubicación del edificio, en la frontera que separa a los barrios de Caballito y Flores, donde la burocracia del catastro no impide las porosidades de costumbres, historias urbanas y prácticas culturales.

Nuestros paisajes urbanos están en un constante movimiento, hay una pérdida de referencia espacial porque los paisajes urbanos cambian permanentemente.

Bustos se sumergió entonces en una profunda investigación para dar con efemérides que inspirarán las escenas que plasmó luego en el cielorraso, dividido en dos partes, una para cada barrio, unidas por un río imaginario –similar al que se pudo ver el año pasado en su muestra América en MARCO– que surge como guiño al tema que se escogió para el paisajismo del edificio, el agua.

El agua fue importante para Caballito porque además de pasar por allí uno de los tantos arroyos que atravesaba la ciudad, en el barrio se montó el primer depósito de agua de la Ciudad de Buenos Aires en 1915.

Por la huella del Camino Real

En su investigación abordó temas culturales, políticos y sociales de los barrios. Dio con historias que se remontan a la época de la colonia, descubrió que por allí pasaba el Camino Real que unía al Alto Perú con el puerto de Buenos Aires y que a pocas cuadras se firmó el Pacto de San José de Flores.Mundo imaginal, la intervención pictórica que creó Adriana Bustos para un edificio. Foto: Gentileza Estudio Azcuy.Mundo imaginal, la intervención pictórica que creó Adriana Bustos para un edificio. Foto: Gentileza Estudio Azcuy.

También que el cadáver de Facundo Quiroga reposó durante algunos días en la Basílica de San José de Flores y que las calles de Caballito fueron testigo del amor clandestino entre el anarquista Severino Di Giovanni y la poeta adolescente América Scarfó. Otro amor no correspondido habría sucedido en lo que hoy es el Parque Rivadavia y de esa historia que se convirtió en tragedia hoy quedan historias de fantasmas y espíritus.

La artista aprovechó la columna que separa el espacio en dos para destinar cada espacio –o como los llama ella, dos planiferios– a cada uno de los barrios, unidos a su vez por un río imaginario.

Pensando también en la locación geográfica indeterminada concibió la idea de incorporar una referencia permanente: las estrellas. En cada lado colocó dos medias esferas con dibujos de distintas constelaciones.

Uno es el cielo refleja como se veía el 31 de mayo de 1821, el día que se considera que fundó el barrio de Caballito; el otro cielo estrellado pertenece al 6 de mayo de 1806, día que se inauguró la Basílica de Flores que luego daría nombre a la zona. Y a cada constelación le asignó un hecho histórico vinculado al barrio.

Licencias geográficas

Bustos se permitió algunas licencias geográficas al incorporar figuras históricas que no están relacionadas con la locación, como los escritores Roberto Arlt y Julio Cortázar; reproducciones de los dibujos del alemán Ulrico Schmidl, que acompañó a Pedro de Mendoza en su viaje al Río de la Plata y participó de la primera fundación de la Ciudad de Buenos Aires, sobre el fuerte que se había instalado en estas tierras; y heroínas de la Independencia como Juana Azurduy y María Remedios del Valle.

La artista trabajó como siempre lo hace con imágenes de archivo de las historias que halló durante su investigación, que luego reprodujo en el cielorraso del hall de ingreso del edificio. Son reproducciones fácilmente distinguibles para la gente que posibilita que la distancia entre la obra y el espectador se acorte, más si se tiene en cuenta que fue un proyecto para ser instalado en un espacio atípico para el arte y de acceso a todo público.Adriana Bustos en la recorrida por Mundo imaginal, la intervención pictórica que la artista creó para un edificio. Foto: Gentileza Estudio Azcuy.Adriana Bustos en la recorrida por Mundo imaginal, la intervención pictórica que la artista creó para un edificio. Foto: Gentileza Estudio Azcuy.

“Utilizo imágenes de archivos para ponerlas de nuevo en circulación, provocar nuevas asociaciones, reunirlas, ponerlas bajo un ojo contemporáneo y relacionarlas con eventos e imágenes también contemporáneas”, detalla mientras señala al cielo. La artista busca con su método “sacudir muchas veces esos patrones persistentes para proponer otros nuevos patrones, algo así como cortar, unir y pegar, un trabajo como de costurera, para poder provocar nuevos efectos de la verdad”.

El proyecto de Bustos fue el segundo galardonado con el Premio Azcuy en 2020. También lo recibieron Diego Bianchi, Hernán Soriano, Fabián Bercic y, en la última edición, Nacha Canvas.

La idea inicial de Gerardo Azcuy, al frente de su empresa, era que los edificios que construye ofrezcan obras para que generaciones enteras crezcan cerca del arte y, de forma indirecta, esta presencia fomente el interés de sus clientes en invertir en arte –algo tan necesario en un mercado con pocos coleccionistas como es el argentino–.Mundo imaginal, la intervención pictórica que creó Adriana Bustos para un edificio. Foto: Gentileza Estudio Azcuy.Mundo imaginal, la intervención pictórica que creó Adriana Bustos para un edificio. Foto: Gentileza Estudio Azcuy.

Ese propósito cobró vida en poco tiempo a partir de decisiones claves: la asociación con el Museo de Arte Moderno de Buenos Aires y la creación de un premio que otorga una retribución económica y que respeta el proceso creativo y de trabajo de quienes quedan seleccionados.

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