Artista plástica marplatense fue premiada en San Juan

Fuente: La Capital de Mar del Plata ~La artista plástica marplatense Mariel Polinotto fue distinguida con un premio adquisición en el Salón de Damas. Cabe destacar que fue elegida sobre 200 obras de 127 participantes en el concurso “Juego de Damas – I Edición – Categoría Bidimensión 2021”, organizado por la Secretaría de Cultura, Turismo y Educación de la Municipalidad de San Juan Capital junto con Artify Galería de Arte.

La obra de Polinoto fue una de las veinte premiadas por el jurado en disciplinas como pintura, dibujo, grabado, collage o técnica mixta, provenientes de Formosa, Chaco, Buenos Aires, Córdoba, Mendoza, San Juan y Neuquén. La convocatoria estuvbo destinada a mujeres artistas visuales mayores de 18 años, argentinas o extranjeras con residencia en el país.

La obra premiada de Polinoto fue “Grand Hotel”, que representó a Mar del Plata. Fue realizada en técnica mixta sobre papel y acrílico basada principalmente en el dibujo.

Se trata de “manifestaciones muy contundentes del dibujo, potentes, casi expresionistas, además yuxtapone imágenes monocromáticas y multicolores. Genera una suerte de collage”, indicaron desde Arte Forum, grupo que felicitó a la artista local.

Las 34 obras preseleccionadas integrarán la exposición del Ciclo ReflejArte: “Salón Juego de Damas” hasta el 10 de julio en el Centro Cultural Estación San Martín, de San Juan.

El jurado estuvo integrado por reconocidos referentes de la provincia de San Juan: Carlos Fagale, el artista visual y diseñador industrial Alberto Álvarez, la profesora en artes plásticas Laura Valenzuela, la profesora en artes plásticas Jamile Apara y la Dra en Literatura y Máster en filosofía y artes Guillermina Rosenkrantz.

Otras de las premiadas fueron Mariela del Valle Corzo (San Juan), Mariana Esquivel, Laura Hart (Mendoza), Viviana Carina Kurelak (Chaco), Adela Cortínez (San Juan), Jimena Lozada Lacerna (Mendoza), Ingrid Peterson (Corrientes), Alejandra Carabante (San Juan), María sol Herrera (Córdoba), Alejandra Feijo (CABA), Daniela Linares Pasten, Silvia Soloaga y Claudia Pereda, entre otras.

La Bitacora – Artista Plástica Marina Frascara: “…sumo mi aporte a la identidad nacional…”

Fuente: Argentina ~ Nacida en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires en 1959, es Profesora Universitaria en Artes Visuales, recibida en la Escuela Nacional de Bellas Artes Prilidiano Pueyrredón/IUNA. Se desempeña como Docente de Taller de Dibujo y Pintura en diversos ámbitos y dicta seminarios de la técnica específica que desarrolla.

Participó en Jurados por SAAP (Sociedad Argentina de Artistas Plásticos) y en diversas Galerías de Arte. Además, coordinó y fue curadora de Proyectos colectivos en espacios emblemáticos de la ciudad como: Estímulo de Bellas Artes, Impulso de La Boca con Pujía, Museo Benito Quinquela Martín y el Homenaje al Maestro Osvaldo Attila.

Expuso más de 25 muestras individuales, participó en más de 50 exposiciones colectivas y recibió premios tanto en el país como en el exterior (Italia, España, Brasil).

*“Tengo la suerte y bendición de haber tenido grandes Maestras y Maestros. Empezar siempre por mi reconocimiento es mi manera de agradecerles y darles el lugar que se merecen, como también es reconocer mi origen y el camino que me lleva a mi propia identidad.

Alicia Scavino, Osvaldo Attila, Antonio Pujia son la huella en el dibujo, la comprensión del lenguaje, el amor por la naturaleza en la técnica.

La pasión por el arte y la entrega, todos y todas las y los docentes que tuve allá en los años de mi formación desde la Escuela de Bellas Artes, Prilidiano Pueyrredón (maravillosa!) es la huella como punto de partida.

Así, en una suerte de trama colectiva, sumo mi granito de arena a una identidad nacional, es decir, con características propias, afirmando nuestra propia cultura, no sin asumir influencias que pueden llegar de cualquier punto de interés.

Elegí cuatro obras de distintas épocas y aquí va algo sobre cada una de ellas y el por qué.”*

  1. Cuando Antonio me enseñó la técnica de la encáustica que utiliza cera virgen de abejas como vehículo del pigmento, después de experimentar en muchos trabajos pinté “Golfo Paradiso”, donde conjugué esos elementos con el lienzo y la arpillera, símbolos de cielo y tierra, con la nostalgia de una mujer que emigró de su tierra natal (Italia, como el Maestro de la cera y gran celebrador de la mujer).
  1. Me encuentro yo también celebrando siempre lo Femenino universal como también a la mujer nacional, propia de nuestra historia, representativa de la lucha por los derechos y la igualdad de condiciones de las y los trabajadores de esta hermosa patria, prometedora de nuevos y renovados tiempos. “Evita dorada” está trabajada con barnices color y dorado sobre lienzo, con el objeto de generar transparencias y delicadeza en la imagen, por sentir que Eva Duarte fue una enorme mujer que acompañó su fortaleza con amor y sensibilidad. Lo dorado como representación de su luz y lo azul de su aire. Lo dorado el sol, lo azul celeste, nuestra bandera.
  1. En “Elvira”, nombre que homenajea a mi madre, llegada a la Argentina en sus primeros cinco años de vida, historia de inmigrantes como la de Antonio y tantes de nosotres, trabajé con una técnica y material que desarrollé por largos años, la pintura asfáltica, que me permite manejar la amalgama del dibujo con la pintura, y enormes posibilidades expresivas. Forma parte de una serie trabajada con modelo vivo, excusa para representar los sentimientos más profundos como mujer. El desnudo como verdad. Los tonos tierra, cálidos en su gran mayoría, representando a la madre tierra, cálida y contenedora.
  1. “La jugada maestra” es una carbonilla sobre lienzo de gran tamaño, que como heredera de Osvaldo Attila amé aplicar, jugando con una clave de contrastes y pasajes y una escala de cuatro valores (gama de grises). Me veo reflejada en esa figura casi como si fuera un autorretrato aunque sin buscarlo, en una escena surrealista, jugando como una pieza más de ese ajedrez. Adivinar la jugada se la dejo al público observador!

Marina Frascara: “Amo lo que hago y amo transmitir.”

Subastan una pintura de David Bowie encontrada en un basural y su precio ya superó cinco veces el esperado

Fuente: Clarín ~ Sin duda alguna, David Bowie fue un gran artista sobre el escenario, como cantante e intérprete de su enorme y sinuosa obra, que dejó registrada en 26 álbumes de estudio que reflejan su inquieta personalidad estética, marcada por la búsqueda constante del cambio.

Y no es menos cierto que el hombre que nació en la Londres de posguerra en enero de 1947 y murió en la Nueva York de 2016, apenas dos días después de haber cumplido 69 años, también dejó su huella en el cine -participó en más de 30 películas- y hasta en los videojuegos.

Pero la creatividad de Bowie no se agotó esos ámbitos, sino que también se extendió hacia los territorios de la pintura, influenciado, según dicen los que saben, por figuras de la plástica como el alemán Frank Auerbach, el inglés David Bomberg, el irlandés Francis Bacon y el francés Francis Picabia.

La otra cara de David Bowie: el músico y también actor, además legó más de 400 piezas pictóricas de su puño.
La otra cara de David Bowie: el músico y también actor, además legó más de 400 piezas pictóricas de su puño.

Figura pública, placeres privados

No obstante, la potencia de su música relegó su producción pictórica a un segundo plano, sobre todo en la primera etapa de su trayectoria, en la que permaneció reservada a su ámbito más íntimo y privado.

Recién en 1995, cuando utilizó un autorretrato en la portada de su álbum Outside, Bowie tuvo su primera exposición; New Afro/Pagan and Work: 1975-1995 en The Gallery de Londres. Un año más tarde, apareció en una galería de arte en Basilea, Suiza.

De alguna manera, al llevar sus trabajos a The Gallery, el autor de Life on Mars?, Ashes to Ashes y The Man Who Sold the World, que buscaba ampliar su horizonte artístico, se enfrentó tanto a una buena cantidad de elogios como a cierta carencia en sus habilidades técnicas, que no impidió que siguiera pintando.

Paralelamente, el músico fue también un entusiasta coleccionista de arte, ejercicio que practicó más impulsado por su propio gusto que por el valor de inversión potencial de las obras que decidía adquirir.

La tapa de "Outside" fue el trabajo discográfico en el que David Bowie decidió hacer público su perfil de pintor.

La tapa de «Outside» fue el trabajo discográfico en el que David Bowie decidió hacer público su perfil de pintor.

Entre las piezas que sumó, figuran trabajos de Jean-Michel Basquiat, Henry Moore, Marcel Duchamp, Graham Sutherland y algunas cerámicas de Picasso, que a lo largo de los años alimentaron una colección que abarca una amplia gama del arte, desde el contemporáneo hasta un retablo veneciano del siglo XVI de Tintoretto.

De la basura a la vidriera

Ahora, un cuadro del músico David Bowie, pintado a finales del siglo XX y que fue originalmente adquirido en un basurero del norte de Toronto por cuatro dólares, alcanzó este viernes un valor de 44.380 dólares en una subasta que finalizará el 24 de junio.

La pintura, según la casa de subasta canadiense Cowley Abbott, está titulada DHead XLVI y al parecer está fechada en 1997 como parte de una serie, nombrada Dead Heads o D Head, de 47 pinturas creadas entre 1995 y 1997.

Por la numeración del cuadro hallado en Canadá, la pintura sería la penúltima de la serie. Abbot señaló en la página de la subasta que las pinturas de la serie Dead Heads son retratos de otros músicos, amigos, conocidos y, en algunos casos, autorretratos.

Una pintura de David Bowie encontrada en un basurero será subastada »  EntornoInteligente

«Con pelo largo y un acusado perfil, este enérgico y enigmático retrato es realmente una inusual representación de un celebrado artista», explicó la casa de subastas.

La pintura, que fue puesta a la venta el pasado 15 de junio y permanecerá en subasta hasta el 24 de junio, alcanzó hoy 44.380 dólares, más de cinco veces el precio máximo estimado inicialmente.

La cifra es muy superior a los 27.500 dólares que otra pintura de la serie alcanzó en 2018 en una subasta organizada por Christie’s.

Según ha explicado Cowley Abbot, el cuadro fue adquirido por 4 dólares por una canadiense, cuya identidad no ha sido revelada, el pasado verano en un centro de donaciones en un basurero situado al norte de Toronto.

Aunque la propietaria no es una coleccionista de arte, rápidamente descubrió que la parte posterior de la pintura estaba ilustrada con la firma característica de David Bowie por lo que en noviembre contactó a Cowley Abbot para proceder a su subasta.

Abbot ha declarado que ha verificado que la firma es realmente la del artista británico, que nació en enero de 1947 bajo el nombre de David Robert Jones.

Del Museo Evita al escándalo: la artista argentina Fátima Pecci Carou es acusada de plagio y se defiende

Fuente: Clarín ~ Fue escrachada en las redes por sus pinturas sobre Evita, de fuerte semejanza con personajes y cuadros de historietas japonesas. Dice que es violencia machista.

El efecto expansivo de una bomba que explota en el mundo del arte pueden tener alcance internacional. Es lo que ocurre por estas horas con la artista Fátima Pecci Carou, integrante del colectivo feminista “Nosotras proponemos”, 37 años, a quien varios artistas denuncian por supuesto plagio de obras de otros colegas del exterior.

Elegida por los coleccionistas en ArteBA 2018 y ganadora del Premio en Obra en Barrio Joven, en abril de este año, y también a raíz de su primera exposición individual en el Museo Evita, “ Banderas y banderines”, de pronto Pecci Carou pasó de ser una desconocida a una artista que vende obra a precios jugosos, aun en pandemia.

El pasado abril, con motivo de la apertura de su muestra en el Museo Evita, la artista le dijo a la revista Ñ que piensa en “la historia como una ficción, un relato que aprendemos en la escuela, pero también en la universidad con otra parte de la historia”. Y agregó: “Todo para mí es insumo. No pinto solo con una paleta, pinto con todo lo que miro…”

La estrella de su muestra era una Eva Perón ninja, que incluso ya había sido parte de una muestra de retratos a los que tituló Femininjas.

El asunto estalló, como cabe en la cultura digital, en las redes. Un artista de animé, identificado como @agavoart denunció en su cuenta de Twitter: “Mi fanart ha sido plagiado. La plagiaria es una argentina llamada Fátima Pecci Carou. Esta pintura ya ha sido vendida al Museo Evita, un museo público, por un precio muy alto. No sé quién es ella, pero por favor no compre su arte”.

En su siguiente tuit el artista dice: “No creo que todos los argentinos sean como esta. Estoy agradecido a los buenos argentinos que me hablaron sobre el tema”.

De inmediato aparecieron hilos donde se comparaban originales de piezas de distintos artistas de manga, animé e historietas, y las obras de Fátima Pecci Carou, que a simple vista son idénticas.

“Todos los artistas han tomado imágenes… me quieren correr por ahí, pero lo que les molesta es el tema”

Incluso desde Argentina algunos se disculparon y desde una cuenta norteamericana le sugirieron al artista de Tokio denunciarlo a los responsables de las redes. La información arde, sobre todo porque crece el número de artistas enojados por las supuestas copias de sus obras que reconocen en los trabajos de Pecci Carou y qué ella vende en abultados montos en dólares.

El youtuber @tipitoenojado descubrió a otros artistas de animé presuntamente plagiados y la similitud de trabajos es innegable.

Fátima Pecci Carou. Dice que el ataque es violencia machista. Foto: Vanesa Catellani
Fátima Pecci Carou. Dice que el ataque es violencia machista. Foto: Vanesa Catellani

La artista, mientras tanto, respondió a la consulta de March Mazzei, la periodista de la revista Ñ que la había entrevistado. Le dijo que que hace tres días está siendo atacada por los trolls.

“Me están acusando de plagio y ponen mi obra en paralelo a una ilustración de una chica de Japón, que a su vez está basada en una película, My Little Pony. En ese caso ella también está plagiando”.

Habla la artista

Su utilización de personajes de animé, un género de arte popular japonés, para la artista “son referencias estéticas de personajes”: imágenes de apoyo que, modificadas, no permiten hablar de plagio porque tienen en su caso además “un tratamiento pictórico”. La artista concedió que está asesorada sobre el tema. “Todos los artistas han tomado imágenes… me quieren correr por ahí, pero lo que les molesta es el tema”.

Evita ninja, la obra de Fatima Pecci Carou
Evita ninja, la obra de Fatima Pecci Carou

Para ella se trata de “un ensañamiento con sesgo machista”, dado el título del video que enciende la polémica ¿Feminista estafa un museo nacional?, que hace referencia directa a su participación como militante del colectivo Nosotras proponemos.

“Esto es parte de un tipo de violencia que yo recibí como mujer, como artista; es violencia política y psicológica”, agregó. “Es una forma de disciplinamiento, porque el día de mañana quizás me va a dar miedo volver a decir algo, ya difundieron mis datos personales y no puede ser que tenga que cerrar mis redes, es grave”.

Clarín intentó hablar con la directora del Museo Evita, Aída Carranza, quien expresó vía whatsapp que se encontraba “en la ruta con mala señal” y que respondería más tarde. Pero como por arte de magia sus obras fueron retiradas de la plataforma Artsy.

Manga. La imagen original de la que parte la Evita Ninja.
Manga. La imagen original de la que parte la Evita Ninja.

Horas más tarde, Carranza explicó que, pese a lo que se decía en redes y algunos sitios web, «las obras NO fueron adquiridas por el Museo, tampoco por el Ministerio de Cultura». Y que «son de propiedad de la artista, quien las retiraría al finalizar la exposición».

¿Qué harán con la obras de la artista, ahora cuestionadas? Carranza señaló que «al momento de escribir no conocemos que exista denuncia formal contra la artista. Si bien estas denuncias son del ambito privado y ajenas al Museo y al Ministerio, estamos evaluando la forma de proceder y sin duda serán retiradas de la exposición en caso de que se pruebe alguna irregularidad.»

Inspirada en Eva Perón, la muestra Banderas y banderines retoma su transitada iconografía, para reinterpretarla desde la estética animé que, según Pecci Carou, le suma «una cuota de fantasía».

Originales. La artista Fátima Pecci Carou fue acusada de plagiar sus dibujos en redes sociales.
Originales. La artista Fátima Pecci Carou fue acusada de plagiar sus dibujos en redes sociales.

Si bien el título de la muestra alude a las luchas y los estandartes de las calles, también a los kakemonos, unos tapices de circulación popular en las culturas orientales.

La llamada «abanderada de los humildes» aparece en estas pinturas como Sailor Moon, como una Ninja en la obra central de esta exposición de 16 pinturas (y una de las acusadas de plagio) pero además aparecen distintas escenas secundarias de hechos menos transitados de su biografía: la militancia en las calles, la joven Eva en su cuarto empapelado de tapas de revistas, las delegadas censistas y las mujeres reunidas por temas políticos en el espacio doméstico: todas imágenes inspiradas en una investigación histórica de Julia Rosenberg.

Animé pistera. La obra de Fátima Pecci Carou, cuestionada.
Animé pistera. La obra de Fátima Pecci Carou, cuestionada.

También están las aguerridas Evita Montonera, la glamorosa Evita con su vestido de Dior y la del renunciamiento.

El plagio de obras de arte no es un asunto nuevo y los museos pueden exigir certificaciones de autor pero es más difícil legitimar el copyright con este arte basado en géneros como animé, manga e historietas.

También se señaló que esta artista ha sido subvencionada por el Ministerio de Cultura de la Nación, a través de la beca Activar Patrimonio, que otorga 50.000 pesos a sus ganadores. Sin embargo, tanto Pecci Carou como Carranza aclararon que ella no recibió la beca sino Eva Grinstein, curadora de la muestra.

En la presentación de la artista, el Ministerio destacaba que «en Occidente se conoce como cultura otaku al fanatismo por el manga y el animé, elementos que son constantes en el estilo pictórico de Fátima Pecci Carou». Y señalaba que usaba ese lenguaje para recuperar «los hitos más destacados en torno a la vida y obra de Eva Duarte de Perón».

«Al cruzar otaku y peronismo, la artista erige a una Evita super heroína, guerrera y justiciera, munida de ojos enormes y resuelta, en colores vibrantes», decía el ministerio. Lástima que gran parte de la obra de la artista sea tan tan parecida a la de otros.

El Arte Madí regresa al centro de la escena

Fuente: Ámbito ~ La muestra reúne obras de clásicos como Arden Quin junto con las de artistas jóvenes.

En 1946 se realizó la primera exposición del Movimiento Arte Madí en el Instituto Francés de Estudios Superiores situado en la mítica Galería Van Riel de la calle Florida. Entre sus expositores estaban Rhod Rothfuss, Gyula Kosice, Arden Quin, Martín Blaszko, Diyi Laañ y Paulina Ossona. El nombre Madí es una invención de Kosice como único fin denominativo y fonético, así como la redacción del Manifiesto Madí que se publicó en volantes y después en el número 0 de la revista Arte Madí. Realizaron muchas exposiciones en Altamira, en el Bohemien, Club de las Galerías Pacífico, pero en 1947 se produjo la escisión de Arden Quin y Blaszko del núcleo central, una historia en la que abundaron controversias y polémicas.

Entre los postulados del Manifiesto se señalaba que el arte antes de Madí era un “historicismo escolástico, idealista/ una concepción irracional/ una técnica académica/ una composición unilateral, estática e incoherente/ una obra carente de hallazgo y esencialidad/ paralizada por sus contradicciones”. Contra todo ello se alzó Madí, confirmando el deseo fijo, absorbente del hombre de inventar y construir objetos dentro de los valores de lo eterno. Esta tendencia se prolongó a través del tiempo en la evolución posterior del arte cinético. El propio Kosice, en el shaped canvas norteamericano, en el arte lumínico, el Op Art, el Perceptismo, el Neo-Geo, y tantos etcéteras hasta nuestros días.

Esta brevísima introducción vale para una muestra que se exhibe actualmente en Galería Palatina bajo la curaduría de Cristina Rossi con el título de “Resonancias”. Hay obras de Arden Quin, (Rivera, Uruguay, 1913- Francia, 2010), artista emblemático del movimiento que siguió fiel a su ideario, llegó a la ruptura de la ortogonalidad del plano pictórico y trabajó toda su vida para transmitir los ideales Madí logrando así la consolidación de un amplio movimiento internacional con reconocimiento en los principales centros artísticos del mundo.

Rossi incluyó a Juan Melé, otro artista histórico del Arte Concreto: invención, movimiento vanguardista innovador de los 40, que irradió su influencia en Brasil y Venezuela. Vale la pena leer sus “Memorias de un Artista Concreto“ (2008). En el capítulo final sostiene que el arte geométrico es aún el arte del futuro. Está vivo y activo como lo demuestra la gran cantidad de artistas de recientes generaciones que lo han adoptado como ejemplo de posibilidades creadoras.

En 1990, el coleccionista suizo Von Bartha compró obra de todos los concretos argentinos, y se inició así un periplo por importantes galerías y museos de Basilea, París, Nueva York, Washington, Colonia, Stuttgart obteniendo entonces el primer reconocimiento internacional importante. Integran la muestra Hilda Mans, artista visual y poeta que ha expuesto con el Grupo de Arte Neón, ha realizado más de 70 muestras individuales y colectivas. Poseen obra suya los Museos Moderno, MACBA, MACLA ( La Plata) y MACA ( Junín). Forma parte del movimiento Madí Internacional que se exhibió en 2011 en el Palais de Glace con artistas de Argentina, Brazil y Uruguay.

Otra artista integrante de Arte Madí Internacional es Lorena Faccio (Buenos Aires, 1974) que se destaca también por cumplir una de las premisas Madí: geometrizar de manera diferente como lo señaló el arquitecto, pintor y escultor Volf Roitman, cofundador en París junto a Arden Quin del Movimiento Madí Latinoamericano, “después de Madí nuestra manera de mirar el mundo no es la misma”. (Arroyo 821 lunes a viernes de 11 a 17).

Subasta millonaria de una de las obras más cotizadas de Kandinsky

Fuente: Ámbito ~ Una acuarela del artista ruso Wassily Kandinsky (1866-1944), que durante siete décadas fue considerada desaparecida porque se le había perdido el rastro tras su exhibición pública en vida del pintor, fue vendida en Alemania por 1,4 millones de dólares, de acuerdo con lo que informó la casa de subastas Ketterer en Múnich.

Sobre un fondo color maíz y de austeras composiciones geométricas, la obra titulada «Gebogene Spitzen» (su traducción «Puntas dobladas») significa uno de los trabajos sobre papel más cotizados del artista porque representa su etapa en la escuela de la Bauhaus, cuya subasta superó ampliamente las expectativas ya que el precio de salida cotizaba los 250.000 euros y su venta se fijó en 1.250.000 millones de euros, cinco veces más que el estimado.

Según consigna la agencia DPA, la obra fechada en 1927 no se exhibía desde 1932, cuando el artista estaba vivo.

Se cree que Kandinsky la regaló a un marchante de arte que la vendió en 1949 y, desde entonces, se le había perdido la huella.

Antes de la subasta, la acuarela estaba en manos de una colección privada de la zona alemana de Renania y, tras su venta, fue adquirida por un coleccionista privado.

La artista argentina que inmortalizó a Fangio y Senna sobre el lienzo

Fuente: Télam ~ Daniela Montesano logró plasmar el abrazo de dos actores fundamentales de la historia de la Fórmula 1, una sublime ilustración que luce orgullosamente el Instituto Senna en San Pablo.

Con su pequeña paleta, un arcoíris de colores y su dócil pincel, la artista plástica Daniela Montesano logró plasmar el abrazo de dos actores fundamentales de la historia de la Fórmula 1, Juan Manuel Fangio y el brasileño Ayrton Senna, una sublime ilustración que luce orgullosamente el Instituto Senna en San Pablo.

Montesano es artista oficial del Museo Juan Manuel Fangio y, tras contar con la bendición del conservatorio donde duermen los autos emblemáticos del quíntuple campeón mundial, en su Balcarce natal, se propuso la aventura de llegar al Instituto Senna.

¿Por qué Ayrton Senna?
¿Por qué Ayrton Senna?: «Me atrajo su personalidad, era un hombre que perseguía sus sueños y fue tal el impacto emocional que sentí el día de su muerte que me sensibilicé con él y me propuse homenajearlo a través de mi pincel», confiesa a Télam desde Azul, su ciudad de origen.

Hace casi cinco años, el 15 de julio de 2016, Daniela fue al Museo Fangio a pintar la coupé Chevrolet V8 verde que el balcarceño tripuló para ganar el primer campeonato de Turismo Carretera de 1940.

En su recorrida por ese lugar, recordó: «Me detuve en el McLaren que un empresario le donó al museo, y al otro día fui con mi hermano Matías a sacarme una foto. En el hotel vi la foto y una aura de luz, le dije a mi hermano que era una señal y que íbamos a llegar al Instituto Senna».

«Después apareció Sebastián Gómez, un seguidor en Instagram que vio una cuadro mío, me etiquetó y me ofreció el e-mail del Instituto. Inmediatamente escribí contándoles de mi pasión y admiración por Ayrton, les dije que quería acercarles un cuadro y terminaron solicitándome cinco», relató.

En el museo del brasileño, notó que faltaba una foto de Fangio, por lo que decidió pintar la escena del podio de marzo del ’93: «Toda la familia de Ayrton se emocionó y me invitó al salón del automóvil de McLaren en noviembre de 2017, donde entregamos un cuadro a Lewis Hamilton».

A raíz de ese lazo que hizo Montesano con el Instituto Senna fue invitada nuevamente en mayo de 2018 a San Pablo, donde en 19 noviembre de 2019 pintó en vivo. Armaron un espacio VIP de dos pisos y Daniela, sola con su paleta, colores y pincel, plasmó las máquinas, cascos, buzos y copas del ídolo brasileño.

«Ese día fue el más feliz de mi vida» admitió Montesano. «Sacaron todos los autos de Ayrton ante la mirada de muchos famosos, expilotos de Fórmula 1, y gente relacionada al automovilismo», memorizó.

Fangio y Sena
Fangio y Senna se dispensaron mutua admiración y cuando podía Ayrton visitaba al balcarceño tanto en Brasil como Buenos Aires. El 28 de marzo de 1993, Senna ganó con su McLaren el Gran Premio de Brasil en el autódromo Carlos Pace de Interlagos, y tras la coronación en lo más alto del podio, Fangio le extendió la mano, y Senna se bajó y se puso a su misma altura y le dijo: «No puedo estar más alto que usted».

Hasta su muerte, el 1 de mayo de 1994 en Imola, Ayrton siempre admiró al balcarceño. «Durante toda su carrera demostró que fue el mejor y lo sigue siendo, pero por sobre todo es un gran hombre», lo recordaba.

Montesano es artista oficial del Museo Juan Manuel FangioMontesano es artista oficial del Museo Juan Manuel Fangio

La pintura, la pasión de Daniela
De muy pequeña, Daniela no le pedía a Papá Noel muñecas sino pinceles y su diversión era pintarles a sus hermanos los autitos réplica de los ídolos del Turismo Carretera. Ese fue el inicio del estilo cómics, fanzines y arte pop que desarrolló, con trazos gruesos y paletas de colores sólidos brillantes.

Siendo adolescente, se inscribió en la escuela de Bellas Artes de Azul y cursó sólo un año porque luego viajó a La Plata para avanzar en su capacitación. Allí tuvo como profesor de dibujo a Rocambole, histórico ilustrador de la banda de rock platense Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota.

«Sentía la necesidad de pintar, tenía que canalizar lo que más me gustaba. Volvía a Azul y pintaba macetas, decoraba locales, y todo lo que me pedían o me mandaban. Pero mi idea fija eran los autos y los cascos», contó.´

La pasión por los fierros se le despertó por los vínculos de su familia. Su papá trabajaba en una concesionaria Renault del expiloto de TC, Turismo Mejorado y Fórmula 3 Oscar Mauricio Franco, quien también integró la Misión Argentina que compitió en las 84 Horas de Nürburgring de 1969.

Sus tres hermanos son «tuercas» (corredores zonales de distintas categorías) y Daniela los acompañó por distintos autódromos.

Sus trabajos fueron presentados en diversas exposiciones, libros de arte de New york y festivales en Argentina, (Track Day, Autódromo Gálvez, Museo Juan Manuel Fangio, Tecnópolis, Hotel Savoy, Paseo Fangio y Museo Hermanos Emiliozzi).

Pintó marcas como Ferrari, Porsche, Ducati, MV Agusta, hizo trabajos para la ACTC, el TC y el Súper TC 2000, entre otros.

«Lo más loco fue pintar un auto en escala y también tener el auto en vivo y directo para tomarle las medidas. Fue en 2018 en el MSI de Teo Martin en Madrid y lo más gracioso de todo fue que tenía tanta alegría y ansiedad por estar ahí que lo pinté en dos días», rememoró con gracia.

Para el futuro Daniela se planteó: «Me encantaría poder pintar en una carrera emblemática de la F1 como Mónaco o Monza o ir a McLaren y colgar un cuadro de Senna. Ese sería mi sueño»

«Pero lo más lindo de mi arte es que va llegando a lugares impensados y lo más gratificante es que puedo ayudar con él haciendo campañas para gente o identidades que lo necesitan», concluyó.

el Malba y la pregunta del millón

Fuente: La Nación ~ ¿Sería posible hoy fundar un Malba? La pregunta del millón tiene varias respuestas. La primera, de cajón, es no. El Malba cumplirá en septiembre 20 años. Es la medida exacta para entender cuánto cambiaron las cosas, más allá de la pandemia que azota el planeta. otro mundo, otros precios y, básicamente, otro país. Jugar una carta fuerte como la que jugó entonces Eduardo Costantini suena, casi, a un imposible, un sueño.

El proyecto del Malba comenzó a girar en la mente de su fundador a fines de los 90, cuando ya tenía una colección importante con dos pilares mayúsculos como La mujer del suéter rojo y Manifestación, de Berni, que estaban colgados en su casa. Tenía también una selección de obras de Xul Solar que había pertenecido a un gran coleccionista argentino.

Todos cuadros de “museo”. En ese momento dio el gran paso y avanzó en dos direcciones: la creación del premio Costantini, con el apoyo incondicional de Jorge Glusberg, entonces director del Museo de Bellas Artes, y la compra de obras maestras en los remates de nueva York.

Ganó la delantera para quedarse con piezas históricas, íconos del arte latinoamericano. Hoy no están disponibles, y si lo estuvieran, estarían en un rango de precios fuera de combate. La colección del Museo de Arte Latinoamericano centrada en el arte moderno tiene algunas joyas. primero Abaporu, una bandera del arte brasileño. no se entiende cómo los brasileños, que estaban sentados al fondo de la sala de subastas de Christie’s en park Avenue y pujaban por el cuadro con Costantini, quedaron a la vera del camino. por US$1,3 millones, el argentino compró el cuadro y se quedó con el cóctel que los brasileños habían preparado para celebrar la compra (que pensaban concretar) en el penthouse de Delmonico. Una galantería carioca. Años atrás, la entonces presidenta Dilma Rousseff pidió prestado Abaporu para una muestra en el palacio de itamaraty, en Brasilia. Mandó un avión privado para buscar la pintura, y dicen los que saben que quisieron comprar

Abaporu por US$65 millones. no estaba en venta.

La otra joya de la corona es la ubicación. Figueroa Alcorta y San Martín de Tours, imbatible

location, en línea con la milla de los museos que arranca en el palais de Glace y llega hasta los bosques de palermo con el Museo Sívori. Esa esquina única, sobre la plaza perú, le costó a su nuevo dueño US$3 millones. no hace falta mucha imaginación para calcular lo que costaría hoy. Va un dato que ayuda a sacar cuentas. Se vendió la esquina de Clay y Báez en Las Cañitas, donde estaba la sastrería militar, por US$34 millones.

Desde su fundación, en septiembre de 2001, el Malba amplió sus colecciones, conquistó al público local y visitante, y mantuvo un calendario de muestras internacionales a la medida del museo diseñado por los arquitectos cordobeses Atelman, Fourcade y Tapia. Dos décadas de crecimiento, sostenido con fondos privados. Lo que pareció posible en los ‘90 hoy suena a una quimera. no están los cuadros, no está la esquina perfecta y estamos en otro país. imperfecto.

Venta récord de una copia de la Gioconda

Fuente: La Nación ~ Se subastó por 2,9 millones de euros la Mona Lisa de Hekking, una réplica de la célebre pintura de Leonardo da Vinci.

Su aura hipnótica y misteriosa alcanzó dimensiones estratosféricas. Tan potente devino el retrato que Leonardo da Vinci hizo de Lisa Gherardini, una mujer joven, madre de cinco hijos y esposa del rico comerciante de seda florentino Francesco del Giocondo, que otros artistas se lanzaron a pintarla. Son

Gioconda que desatan todo tipo de estudios y elucubraciones, no menos apasionados que el original, como la Mona Lisa de Raymond Hekking, réplica que se quiso hacer pasar por original y que subastó ayer Christie’s por 2,9 millones de euros, una cifra muy superior a los 300.000 euros previstos.

Después de que Da Vinci se llevó a Francia el icónico retrato que comenzó a pintar en 1503, la obra probablemente integró la colección de Francisco I. Mientras permaneció en la Colección Real, durante varios siglos, se realizaron muchas réplicas de la dama.

Lagioconda del Museo del Prado pasó siglos con el fondo ennegrecido hasta que el Museo del Louvre la pidió para que integrara la exhibición La última obra maestra de

Leonardo da Vinci, Santa Ana. Contra reloj, entre 2011 y 2012, antes de enviar la obra al museo parisino, el equipo de restauradores del Prado trabajó en la limpieza del fondo de la pintura. Fue tan impresionante el impacto que experimentaron al ver qué había debajo del negro azabache que no lograron salir de la fascinación: hallaron el mismo paisaje de la Gioconda.

Pero una segunda revelación dejó a todos aún más atónitos. Con luz infrarroja que permite visualizar las capas escondidas debajo de los pigmentos de pintura, descubrieron que la obra tenía exactamente las mismas correcciones que la pintura de Da Vinci. Dedujeron que ambas se habían hecho al mismo tiempo, en el mismo sitio y usando la misma modelo: se trata, entonces, de una copia creada en el taller del genio florentino en simultáneo al cuadro original. Y hasta quizás, se ilusionaron algunos, tenía alguna pincelada del maestro. Si bien es cierto que estamos frente a la copia de la Gioconda más temprana conocida hasta ahora, falta la clave del espíritu leonardesco: el sfumato. Aunque no se sabe con certeza cómo llegó a España, la Gioconda del Prado figura en el inventario desde la apertura del museo, ya hace 200 años.

Ese espacio brumoso del sfumato de Da Vinci requiere una destreza que pocos poseen. La Mona

Lisa realizada en el siglo XVII, que Sotheby’s de París sacó a remate en 2019 con una base que no superaba los 90.000 euros y que finalmente se vendió en 552.000, carece de la sutil técnica. La colección de The Walters Art Museum, en Baltimore, EE.UU., posee otra copia de la

Gioconda, pintada entre 1635-1660, en la que tampoco se logró el efecto del sfumato.

Como en la pintura de Da Vinci se ve parte de las bases de dos columnas a cada lado de la figura, los copistas pintaron columnas completas suponiendo que, de este modo, se acercaban al supuesto original. Sin embargo, desde Walters Art Museum niegan esta versión: “Extensos exámenes técnicos del panel del Louvre y de la pintura a lo largo de sus bordes han demostrado de forma concluyente que el cuadro no fue recortado y, por tanto, nunca hubo columnas en los bordes laterales”.

También en la juvenil Mona Lisa de Isleworth, que hoy pertenece a la Fundación Mona Lisa, se incluyeron las columnas. Pintada sobre un lienzo, la obra estuvo guardada en un estudio en el suburbio londinense de Isleworth antes de ser enviada a los Estados Unidos para protegerla durante la Primera Guerra Mundial.

John Myatt (Staffordshire, Reino Unido, 1945), uno de los más conocidos falsificadores de arte, pintó Mona Lisa: el secreto en el ojo después de cumplir su condena por falsificar pinturas de Picasso y Matisse, entre otros maestros del siglo XX. Hoy Myatt hace “falsificaciones genuinas” (pinturas al estilo de artistas famosos), además participa en programas de tevé y asesora a la policía de su país sobre obras apócrifas.

Su réplica de la Gioconda tiene inserta en el ojo izquierdo una miniatura del cuadro (de menos de un milímetro cuadrado) hecha por el reconocido microescultor británico Willard Migan, capaz de hacer piezas que caben literalmente en la cabeza de un alfiler. Para hacer la imagen de la Gioconda en miniatura, que lleva un marco en oro de 24 quilates, Migan usó un sofisticado microscopio y herramientas que fabricó él mismo, como un fragmento de diamante atado al extremo de un alfiler. ¿Qué hubiera pensado Leonardo?