Fuente: La Nación – Varias instituciones locales e internacionales adquirieron obras; cada vez más profesionales, las galerías se anticiparon este año a ganar la atención de sus clientes
Apenas media hora había pasado desde la apertura de artebaa invitados especiales en el Centro Costa Salguero, cuando el Museo Nacional de Bellas Artes compró una obra en el stand de Cosmocosa. Gracias al aporte de miles de dólares de su Asociación de Amigos y a otros 2500 cedidos por la feria para impulsar adquisiciones, sumó a su acervo En el taller, una pintura de Emilia Gutiérrez que ya tenía reservada.
No era la primera que se vendía la galería en esta edición de la feria, que abrirá al público desde el viernes hasta el domingo. Durante el montaje, coleccionistas privados ya se habían llevado varias más: dos de Oscar Bony, un gofrado de Antonio Berni, una escultura de Emiliano Miliyo y una fotografía de Ignacio Iasparra.
Una de las primeras ventas institucionales se concretó en Barro: X (Chi), una instalación realizada por Guillermo Faivovich y Nicolás Goldberg en 2022, fue elegida por María Rosa Peralta para la colección de la Fundación Andreani, que ella dirige. Desde Herlitzka&Co, donde ya se vendieron piezas de Elda Cerrato y Andrés Bedoya, dos obras de Mirtha Dermisache se irán al Museo Tamayo de México.
Nora Fisch vendió obras de Juan Tessi a las Fundaciones Klemm y Azcuy, y la joven galería NN otras piezas de la Porkería Mala a los museos de San Juan y Moderno, que le compró además el Colchón antifascista de Marta de la Gente. Esta última institución, también gracias al programa de adquisiciones de arteba y al apoyo de su Asociación de Amigos, sumó además obras de Manuel Brandazza (Pasto) y de Florencia Rodríguez Giles (Ruth Benzacar). Y dos obras de Carla Grunauer de 2023, Vil y Muda, recibieron el Premio Fundación Corporación América, de 15.000 dólares.
¿Cuál es el secreto de este éxito, en medio de profunda crisis económica que atraviesa la Argentina? Una de las claves fue aportada a LA NACION por Aldo Rubino, fundador del Museo de Arte Contemporáneo de Buenos Aires (Macba), para cuya colección la fundación que lleva su nombre adquirió en la galería W una pieza de Cristina Schiavi de la serie Cuerpo fofo.
“El fenómeno de las compras y reservas anticipadas se da porque varias galerías están comenzando a enviar a los coleccionistas días antes del comienzo de la feria sus dossiers con lo que van a exhibir. Eso ayuda un montón. El 70% de las obras del museo las compré de esa manera”, explicó. Luego, varias galerías confirmaron que este año anticiparon el material a sus clientes hasta dos semanas antes de que se inaugurara la feria.
Según admitió Rubino, él mismo se sorprendía en sus inicios como coleccionista al llegar a ferias internacionales como Art Basel y comprobar que muchas obras se habían vendido antes de la apertura a invitados especiales. Con la pandemia creció el uso de plataformas digitales como Artsy.net y se multiplicaron las ferias y subastas online, y se expandió el fenómeno de comprar de forma virtual.
Claro que verlas en forma presencial es incomparable, como volvió a demostrar hoy la primera visita auspiciada por Santander, donde se palpitaba la ansiedad por saber qué y quiénes habían comprado. Los invitados incluyeron Enrique Avogadro, ministro de Cultura de la ciudad de Buenos Aires; Fabián “Zorrito” Von Quintiero; Moria Casán, que posó con obra de Edgardo Giménez, y Jorge Rial, que negociaba la compra de una obra para su colección. También estuvo el brasileño Adriano Pedrosa, director artístico del Museo de Arte de San Pablo Assis Chateaubriand (MASP) y curador de la próxima edición de la Bienal de Venecia, para cuya muestra central convocará a artistas argentinos.
Para agendar:
arteba, del 1 al 3 de septiembre en Centro Costa Salguero (Av. Costanera Rafael Obligado 1221), de 12 a 20. Entradas disponibles en www.arteba.org. Preventa, $2200; general, $2500; jubilados y estudiantes, $1250; menores de 10 años y personas con discapacidad, sin cargo.