Malambo, dragones y grafitis: un viaje por Argentina a través de una red de arte

Fuente: Clarín – Facundo Ferrero Piriz nació en Bariloche en 1997. De chico, viajaba con la familia a Buenos Aires todos los veranos a pasar las vacaciones en la casa de su abuela Genoveva, que era pianista. Uno de aquellos días, cuando tenía 7 años, descubrió una guitarra en un armario y se quedó paralizado mirándola. “Fue amor a primera vista”, recuerda.

“¿La querés?”, le preguntó la abuela. “Te la llevás a Bariloche pero tomás clases”, le dijeron los padres. Y ahí empezó una relación que sigue creciendo. “Dejé de estudiar guitarra unos dos o tres años. ¡Lo mal que hice! Nunca dejen de estudiar lo que les gusta”, señala.

Facundo (27) es hoy docente de Electrónica y Diseño en una escuela secundaria. Se mudó a La Plata desde el Sur para cursar Diseño Industrial en la Universidad de Avellaneda. “Me gusta mi trabajo. Pero, para mí, la música es principalmente disfrute. Si sale un laburo, bienvenido. Sin embargo, aunque suene a frase hecha, toco la guitarra y canto, sobre todo, por amor al arte”, agrega.Payador. Facundo con Nicolás Membriani, "rapero de 1810". Gentileza: CamuzziPayador. Facundo con Nicolás Membriani, «rapero de 1810». Gentileza: Camuzzi

Pero el amor y el trabajo se encuentran muchas veces. Le pasa a Facundo en los shows que da los fines de semana y con la realización de Huella Creativa, un documental para el que recorrió siete provincias argentinas conectadas por una red de más de 20 murales, entrevistando artistas y artesanos de cada lugar: desde una bailarina de malambo hasta mapuches que viven montaña arriba casi en solitario.

Los murales en cuestión integran la Red Natural de Arte y fueron pintados desde fines 2021 por artistas también de cada espacio sobre las paredes que rodean las plantas de la distribuidora de gas Camuzzi, la empresa que financió la movida de arte callejero y Huella Creativa, que este mes se estrenó por Flow.Tejido artesanal. Leticia Tripailaf heredó el oficio y lo sigue en familia, en Neuquén. Foto: CamuzziTejido artesanal. Leticia Tripailaf heredó el oficio y lo sigue en familia, en Neuquén. Foto: Camuzzi

¿Por qué la red de murales y el documental? En el interior de la provincia de Buenos Aires, La Pampa, Neuquén, Chubut, Río Negro, Santa Cruz y Tierra del Fuego, todas las paredes de las plantas de Camuzzi estaban vandalizadas. “La idea fue recuperarlas, promoviendo artistas de cada zona y fortaleciendo los lazos de la comunidad”, explica Facundo a Clarín.

¿Si funcionó? “Estamos en 7 provincias -más de 360 localidades-. Te diría que conceptualmente es el mural más grande del mundo”, suma Andrés Rotundo, curador de la Red Natural de Arte.Santa Cruz. Sofía Videla, quien firma como Topaia, con su obra. Foto: CamuzziSanta Cruz. Sofía Videla, quien firma como Topaia, con su obra. Foto: Camuzzi

Rodrigo Espinosa, gerente de Comunicaciones de Camuzzi, precisa: “En 2021 la compañía se propuso crear la galería de arte a cielo abierto más extensa del país: la Red Natural de Arte. Logró transformar los muros perimetrales de las estaciones reguladoras de presión en lienzos para murales que no solo embellecieron estos espacios sino que también celebraron la diversidad cultural y artística de cada región”.Cuchillero. Henán Munro, de Río Negro, con Facundo. Foto: CamuzziCuchillero. Henán Munro, de Río Negro, con Facundo. Foto: Camuzzi

Así que donde antes había paredes que nadie quería mirar, hoy hay pinturas que evocan características naturales y culturales. Puentes con tradiciones entre paisajes naturales majestuosos. Unainvitación a reconocer, valorar y preservar la naturaleza y lo urbano.Y una oportunidad de alegrarse el día con sólo pasar y mirar.

A fin de año habrá 23 obras en la Red Natural de Arte. Todas distintas. ¿Un ejemplo? Cerca del puerto de Santa Cruz, Sofía Videla, quien firma como Topaia, le sumó al mar sus colores y su estética con aires de cómic, con un róbalo -pez protagonista de una fiesta local-, un pez arcoíris y un Macá Tobiano, ave endémica en la zona.Fuego. El dragón que homenajea a los dragones galeses, en Trevelin. Foto: CamuzziFuego. El dragón que homenajea a los dragones galeses, en Trevelin. Foto: Camuzzi

Mauricio Iuliano, empleado de Camuzzi en Ushuaia, resume otro efecto clave de la red: el mural “nos cambió la oficina” y “lo tenemos que cuidar”.

Tan lejos, tan cerca

Como él dice, empezó por el principio: la localidad de Roberto Cano, en Rojas, la provincia de Buenos Aires, donde vivían sus abuelos, con una guitarra y mates. Es que allí entrevistó a Nicolás Membriani, destacado payador, quien suele describirse como “un rapero de 1810”, dada la improvisación para contar historias con música.Malambo. Pity Mossman, de La Pampa, y sus "caricias" piso. Foto: CamuzziMalambo. Pity Mossman, de La Pampa, y sus «caricias» piso. Foto: Camuzzi

Facundo también charló en La Pampa con Pity Mossman, figura del malambo “sureño” (el que acaricia con elegancia el suelo) y en Neuquén, con Leticia Tripailaf, tejedora, en familia, de maravillas con técnicas tradicionales de esquila, hilado, lavado y teñido de lana.

En Río Negro, visitó a Hernán Munro, cuchillero artesanal; en Trevelin, Chubut, al escultor Tomás Schinelli, quien creó un dragón de metal que escupe -literalmente- fuego para honrar la tradición de los inmigrantes galeses. En Río Negro, estuvo con Verónica Corvalán, ceramista que homenajea con sus diseños al arte rupestre que es imán de la provincia. Y en Tierra del Fuego, habló con Mariela Castillo y Mauro Barrios, lutieres, especializados en crear guitarras con madera de las lengas.Cerámica. Verónica Corvalán homenaje al arte rupestre. Foto: CamuzziCerámica. Verónica Corvalán homenaje al arte rupestre. Foto: Camuzzi

Facundo cuenta que en ese mes en la ruta vivió de todo. Tardes de calor insoportable con baños en ríos y lagos. Una nevada, en febrero, en Ushuaia. “Estuve en lugares maravillosos, como el Kilómetro 0 de la Ruta 40. Soy de la Patagonia, sé de viento, tierra, bosques, acantilados, pero ese paisaje, por darte un ejemplo, es de otro planeta”, señala.Luthieres. Mariela Castillo y Mauro Barrios crean guitarras de madera de lenga en Tierra del Fuego. Foto: Camuzzi Luthieres. Mariela Castillo y Mauro Barrios crean guitarras de madera de lenga en Tierra del Fuego. Foto: Camuzzi

“¿Lo que más me impresionó? Además de los paisajes tan distintos, los artistas y la calidad de lo que hacen. Aprendí. Eso me cambió la vida. También me impactó el hecho de charlar con ellos de sus historias, sus viejos, sus abuelos, como si nos conociéramos desde siempre”, indica. Tomás Schinelli. Esculpió un dragón para homenajear a los  galeses en Trevelin. Foto: CamuzziTomás Schinelli. Esculpió un dragón para homenajear a los galeses en Trevelin. Foto: Camuzzi

“Todos los lugares y los artistas que visité para Huella Creativa son distintos y con cada uno me sentí como en casa. Soy más bien un tipo de ciudad y los mapuches que viven en la montaña me esperaban con el mate en la mano. Será por la guitarra, por el arte, que siempre estuve cobijado. Ésa es la palabra”, cierra.

Como dice un dicho popular entre los viajeros, cuánto más lejos me voy, más me acerco a mí mismo. Sobre todo, si es con amor al arte.

JS

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