Fuente: Clarín – Se trata de Manuela Rasgido, Marie Orensanz, Mabel Rubli, Roberto Frangella y Luis María Serra.
Dejar una huella tan potente en la cultura de un país implica una evolución a lo largo del tiempo, donde el comportamiento de una persona en sus actividades intelectuales, morales, artísticas o económicas, ha destacado y por esto mismo es merecedor del reconocimiento por colegas.
Algo de este contenido se disfrutó en la sala principal de la Academia Nacional de Bellas Artes el jueves 26 de octubre. En un tiempo tan sinuoso como el presente, en una ceremonia relajada y emotiva, algunos miembros de la Academia propusieron distinguir las trayectorias de cinco prestigiosos profesionales, cada uno en lo suyo y con características acumuladas pues todos ya han sido reconocidos anteriormente en varias ocasiones y no sólo en nuestro país.
Se trata de un reconocimiento que se viene otorgando desde hace más de una década y que no se contrapone al tradicional Premio Gratia Artis que se adjudica, año a año, tanto a instituciones como personas que consagraron sus acciones al estudio, colección, enseñanza, difusión y apoyo de las artes, con calidad y continuidad relevantes.
Gracia Cutili con una creación de la distinguida diseñadora catamarqueña Manuela Rasgido.
Por unanimidad del plenario de ANBA fueron distinguidos por sus aportes a la cultura argentina cinco profesionales que fueron presentados por distintos académicos. Gracia Cutuli presentó a la diseñadora y artista Manuela Rasgido; Diana Dowek presentó a la artista Marie Orensanz; Matilde Marín presentó a la grabadora Mabel Rubli; el arquitecto Federico Faivre presentó al arquitecto y artista visual Roberto Frangella; y el músico Julio Viera presentó al compositor Luis María Serra.
Manuela Rasgido (Catamarca, 1952) tiene una marca personal que permite una confluencia entre arte e indumentaria, creando prendas que pueden exhibirse en cualquier salón con la categoría de obra de arte. El arquitecto Federico Faivre quien presentó a Roberto Frangella, arquitecto y artista visual.
Distinguida en muchas ocasiones, entre ellas el Premio Konex de Platino 2012, su ropa resume conocimientos de plástica con la investigación de técnicas antiguas de teñido, hilado y tejido, creando un estilo muy personal que denominó Arte para Usar por lo que es conocida a nivel nacional e internacional.
Al recibir la distinción rememoró que parte de su bagaje volcado al diseño y los textiles tienen inspiración directa en los colores de su provincia, Catamarca donde continúa residiendo. Washington DC, Marruecos, Nueva York, Chile, Barcelona entre otras ciudades del extranjero recibieron sus creaciones dando valor a su singularidad.Mesa Directiva ANBA: Juan Travnik, Matilde Marín y Gracia Cutuli.
Marie Orensanz, marplatense de nacimiento, fue pionera en explorar el arte conceptual y si bien en los primeros ’70 se estableció en Milán, en la actualidad, comparte su residencia entre Buenos Aires y Paris, Francia. En 2018 recibe el Premio Nacional a la Trayectoria Artística por Ministerio de Cultura de la Nación, 2019 le otorgan Chevalier de l’ordre des Arts et des Lettres en Francia, en 2021 fue declarada Ciudadana Ilustre por la ciudad de Buenos Aires.
Sus obras mantienen un señalamiento inquisitivo sobre algunas temáticas que nos hacen reflexionar tanto en su tiempo como ahora, sobre todo por una frase que la propuso en los años 70 que la define: Pensar es un hecho revolucionario. El músico Julio Viera presentó al compositor Luis María Serra de extensa carrera en las producciones nacionales de cine, teatro y TV.
Mabel Rubli (1933) no sólo es una reconocida maestra de grabado, sino que introdujo la técnica de collagraph en la Argentina que revolucionó el campo del oficio agilizando los procesos. Distinguida en varias ocasiones fue ovacionada por los colegas presentes quienes destacaron su forma sencilla de interactuar con todos.
Roberto Frangella (1942) es graduado en arquitectura, pero sus ocupaciones se ampliaron al campo de las artes visuales, organizando en ambos campos un sistema de producción que reconoce las oportunidades de los materiales nobles para ser reutilizados en obras que los cargan de un cierto grado de materialidad duradera.
Fue distinguido por su labor como arquitecto pues creó junto a otros colegas un sistema de producción que implica un emprendimiento facilitador de la concreción de uno de los anhelos más profundos de todos los tiempos en nuestro país: la casa propia. Valiéndose de sistemas comunitarios, usando capacidades adquiridas y nuevas formas de construcción, promueve proyectos de viviendas donde las personas colaboran en levantar su propia casa, con conciencia de lo que esto significa para la vida.La grabadora Mable Rubli recibiendo la distinción de mano de la Presidenta de la Academia, Matilde Marín.
Finalmente le tocó recibir la distinción al compositor Luis María Serra (Buenos Aires, 1943) que, aunque no lo reconozcan los que no frecuentan la música de cámara o los ámbitos corales, es quien compuso el tema principal Emperatriz que acompaña desde hace 55 años a la diva nacional indiscutida de los almuerzos Mirtha Legrand.
En confianza contó que para levantar el nivel del sonido de los vientos que resuenan cada vez que abre la emisión del programa visto por cuatro generaciones, se comisionaron en Londres a notables músicos que logran siempre su calidad interpretativa. De esa relación con el director de cine a Daniel Tinayre, surgieron varias bandas sonoras, entre ellas la película La Mary (1974) donde se unieron dos mundos: el glamour de Susana Giménez con el ídolo del boxeo internacional, Carlos Monzón.
También fue compositor y arreglador de Leonardo Favio, en su época de cantante. Compuso, junto al músico Pocho Leyes, la magnífica partitura de la banda sonora del filme Juan Moreira, rodado en 1973 por el propio Favio. Fue autor de la banda sonora de Señora de nadie en 1982, dirigida por María Luisa Bemberg, Camila de la misma directora en 1984, o Yo, la peor de todas en 1990 inspirada en el ensayo Sor Juana o las trampas de la fe, de Octavio Paz.
Es especialista en música electroacústica y su carrera dentro de la composición de música clásica tiene notables rasgos en obras para coro, instrumentales para el Ballet del Teatro Gral. San Martín y las comedias musicales de Pepe Cibrián como Aquí no podemos hacerlo de 1978, y de Juan Carlos Gené Krapp inspirada en Samuel Becket en 2009 y Hamlet en 2011.