Javier Torre, director del Fondo Nacional de las Artes: «Haré lo imposible para que no lo cierren»

Fuente: Clarín Cultura – Con voz serena pero firme, como si no fuera una frase de corte tan dramático, el nuevo titular del Fondo Nacional de las Artes (FNA), Javier Torre, dice en exclusiva a Clarín: “Si esto se hunde yo soy el capitán y me tengo que quedar. Seré el último en salir. Fui convocado para trabajar en el Fondo de las Artes y no va a ser tan fácil decirme que me vaya”.

La declaración del hijo del realizador Leopoldo Torre Nilsson, con experiencia en la gestión pública tras haber pasado por el Centro Cultural San Martín en la primavera democrática cuando gobernaba Raúl Alfonsín e integrar el directorio de esa institución cultural cuando lo presidía Amalia Lacroze de Fortabat en tiempos de Carlos Menem.

Torre no es un funcionario al uso. Primero porque en el momento de la charla con Clarín –el último día del año- aún no tenía su decreto de designación, algo que él también siente como extraño pues eso le impide articular acciones que luego desarrolló con este diario. Y luego, porque al despedirnos quiso inaugurar su gestión regalándonos un ramo de flores.

-¿Cuál fue su reacción al saber que en el proyecto de ley ómnibus del presidente Milei se elimina el FNA?

-Me sorprendí muchísimo, no estaba preavisado ni me lo imaginaba. Máxime porque el Fondo de las Artes es autónomo, no depende de recursos del Estado y es una entidad ejemplar e histórica, admirada en el mundo entero que se adelantó mucho en los tiempos en su forma de ver la cultura y el arte como fuente de creatividad y de desarrollo de la sociedad.

Pensemos que se creó en 1958 en un momento de enorme desarrollo y cerrarlo sería mancillar una forma de expresión de muchas generaciones, sobre todo jóvenes, que ha recibido el apoyo del Fondo.

Recién acabo de leer a Marta Minujín en sus redes donde cuenta cómo ella siente una pena inmensa por un eventual cierre del Fondo porque fue beneficiada cuando era muy jovencita para viajar a París a desarrollarse como artista. Como ella, muchos muy grandes recibieron el apoyo del Fondo y sería realmente algo tremendo que se cerrase.Casa de la Cultura del Fondo Nacional de las Artes. Foto: Martín Bonetto/ ArchivoCasa de la Cultura del Fondo Nacional de las Artes. Foto: Martín Bonetto/ Archivo

-¿Han recibido apoyos internacionales ante la noticia?

-Sí, muchos. Por ejemplo de la Cinemateca Francesa, del National Endowment for the Arts (equivalente al Fondo de las Artes) de Estados Unidos que, además, fue fundado después que el FNA porque el nuestro fue pionero. También del Funarte, que es la Fundación Nacional de las Artes de Brasil, pero además la sociedad lo siente como algo doloroso, como si el cierre del Fondo produjera orfandad.

Por mi parte haré lo imposible para que esto no ocurra. Seguirá apoyando a los artistas jóvenes y respetando la herencia de los consagrados, los grandes que siempre han estado presentes en la vida del Fondo. Solo basta recordar que con un crédito del Fondo de las Artes, Astor Piazzolla se compró su primer piano.

-Se dijo que usted se pondría al frente del reclamo en favor del Fondo de las Artes. ¿Cómo lo hará? ¿Se presentará en el Congreso que ahora tiene el proyecto de ley ómnibus?

-Sí, yo creo que el Congreso va a ser muy sensible a esta temática. Hay senadores y diputados cultos y sensibles a esta institución. Voy a hablar con ellos y voy a explicarles que básicamente el Fondo no le cuesta plata al Estado, vive de los recursos del Fondo Público Pagante que son las películas, libros, obras de música que tienen más de 70 de la muerte de sus autores. Se perdería una fuente de vida si se cerrara.

No es que me voy a poner al frente de un movimiento populista, no es mi estilo. Pero sí, con un margen de respeto, voy a defender el Fondo de las Artes porque está en mi esencia como creador y hasta mi padre recibió un beneficio del Fondo, cuando yo era un niño, con el que produjo dos hermosas películas y hasta compró una cámara. Fueron dos documentales: “Arboles de Buenos Aires” y “Pintores argentinos”.

Yo lo recuerdo hablando con gratitud del Fondo de las Artes. Tenemos una de las películas y la otra está en Canal 7, estoy tratando de recuperarla. Son dos joyas que hacen parte de la memoria. La Cinemateca Francesa hizo un ciclo extraordinario sobre mi padre, que va a repetir en 2024 cuando se cumplan 100 años de su nacimiento. Eso es parte del acervo del FNA, no se puede desechar de un plumazo.

Pero además eche un vistazo a este lugar. Tenemos obras de arte magníficas. Ahí tenemos un Pettoruti, allá un Torres García, allí dos Del Prete, a la vuelta de mi despacho hay una obra de Carlos Alonso. Es un acervo muy importante para respetar, aprender y homenajear a estos grandes artistas.

Berni compró su primer estudio con un préstamo del Fondo de las Artes. Y en todo el país hay jóvenes que esperan la información del FNA y quieren saber si podrán acceder a una beca, a un préstamo de ayuda, gente que vive en lugares recónditos y para ellos es un aliciente enorme que desde Buenos Aires, el Fondo de las Artes los escuche y los apoye. Vamos a hacer una política muy dinámica.

-¿Hace falta que el Fondo de las Artes recupere cierto capital simbólico que supo tener en distintas décadas? El Fondo Público Pagante son recursos públicos, aunque no vengan directamente del Tesoro.

-Mi intención es hacer una política mucho más dinámica, más transparente, más ágil. He sido un gran promotor de la cultura desde que gestioné el Centro Cultural San Martín en años muy difíciles. Acá en el Fondo también hay un equipo muy prestigioso, con 20 o 30 años dentro de la institución, son expertos. Si a los jóvenes con voluntad de hacer les sumamos mi voluntad de hacer esta política seremos un equipo importante para que el FNA sea la primera línea de apoyo y difusión de la cultura y el arte en la Argentina, con absoluta transparencia.

-Durante la pandemia, el ministerio de Cultura a cargo de Tristán Bauer otorgó docenas de subsidios, a través del FNA, conocidas como becas Sostener Cultura y jamás se supo quiénes fueron los beneficiarios. Solo se publicaron sus DNI “para no estigmatizar”. Fue con fondos del Anses por unos 450 millones de pesos.

-Voy a hacer una auditoría apenas esté designado. A mí la palabra subsidio no me gusta. Sí me gusta la palabra beca porque tiene una tradición en la cultura argentina y representa mejor mi ambición de fomentar, acompañar y dar espacio a artistas y escritores jóvenes. La palabra subsidio no estará presente en las políticas que haremos.

-¿Tiene usted un relevamiento de todas las áreas en las que el Fondo ayudó en estos cuatro años?

-Solo de algunas áreas. No tengo un informe de gestión completo pero tampoco puedo pedir nada pues aún me falta la designación. Acá tengo un listado importante de cine en el catálogo que disponemos. Me están preparando uno sobre escritores y libros que se han publicado, que no han sido demasiados.

Históricamente, el Fondo tenía ediciones que luego no se continuaron. Me gustaría volver a hacerlo, también acompañar a jóvenes directores de películas, exhibir obras a nivel nacional de jóvenes pintores argentinos, escultores, nuevos diseñadores, escritores y dar un apoyo muy especial en el interior de nuestro país. Hay una inmensa capacidad creativa desconocida.

-Por la Ley Rouanet, de financiamiento cultural, Brasil incorpora la moda. ¿Qué pasará con el FNA?

-Yo también quiero incorporar la moda y en el directorio habrá una persona vinculada con ese mundo. Se lo ofrecí a Mariana Arias. No sé si decir o no los nombres de las personas a quienes ofrecí integrarse al directorio porque con todo este zafarrancho que se armó quedé un poco paralizado…Es muy incómodo.Javier Torre ya tiene los nombres de los directores que le gustaría sumar al FNA. Javier Torre ya tiene los nombres de los directores que le gustaría sumar al FNA.

-Pero al menos dígame a quiénes le ofreció cada área y que luego los nominados decidan si aceptan o no.

-Las áreas van a ser las tradicionales: cine, teatro, artes plásticas, música, moda, Inteligencia Artificial, literatura, danza, artesanías y gestión cultural. Además de los nombres a quienes propuse se integra además un representante del Banco Central y uno de la Secretaría de Cultura.

Le comento a quienes le propuse integrarse: en gestión cultural van a estar Diego Berardo y Josefina Delgado. El área de teatro se la propuse a Oscar Barney Finn; la de cine a Juan Bautista Stagnaro; literatura a Pablo Gianera –como un custodio del legado del Fondo de las Artes y de la revista Sur-, y una escritora de la Academia Argentina de Letras cuyo nombre no puedo decir todavía; música estará a cargo de José Luis Castiñeira de Dios; danza será el área de Alejandra Cercena, una persona excelente a cargo de la Escuella de Ballet de Salta; en Inteligencia Artificial se sumará un ingeniero, y me faltan los nombres de artes plásticas y artesanías. Tenga en cuenta que a todos les he ofrecido integrarse al directorio. Quiero que haya como mínimo dos directores del interior del país. Puedo ampliar el directorio hasta doce personas.

-¿Ya tiene el seleccionado para arrancar, pero cómo se vive desde una institución que el gobierno propone derogar?

-Tengo una imagen en mi cabeza y es que si esto se hunde yo soy el capitán y me tengo que quedar. Seré el último en salir. Eso le dije al personal y por eso trascendió. Siento mucho respeto por la gente que trabaja en el Fondo. No voy a traicionar mi historia. Si fue convocado, voy a defenderlo hasta el último momento de forma civilizada y con respeto al presidente y al secretario de Cultura que está trabajando con mucho entusiasmo. Creo que cabe dar una imagen de responsabilidad en una institución tan valiosa para todos los argentinos.

-El escenario cultural está habituado a dar batalla en la defensa de derechos.

-Yo vi a mi padre (el prestigioso cineasta Leopoldo Torre Nilsson) luchar contra la censura de Tato, que fue una pesadilla, y dio su vida por defender la libertad de creación. Tengo ese recuerdo que me ilumina y escucho su voz desde algún lugar del universo diciéndome: “Cuidado, Javier, no traiciones los principios que aprendiste de mí”. A ese nivel conmigo no se puede jugar. Tengo mucha energía y feliz de encarar esta gestión.

-¿Cuál será su primera medida?

-Empezar a planificar la gestión, conectar con la sociedad y trabajar mucho con redes sociales, establecer contactos internacionales que de hecho ya empecé a hacer con países que tienen sus instituciones de fomento cultural. Pero además Josefina Delgado me ayudará a organizar un gran homenaje a Julio Cortázar, a 40 años de su muerte e próximo 12 de febrero. Queremos hacerle el homenaje que no le hicieron cuando regresó en 1983.

Tenemos que honrar a quienes nos antecedieron como maestros. Y ese será mi primer proyecto. Josefina Delgado está en la organización. Será el debut en grande de esta gestión. Lo que hablé con el secretario de Cultura, Leo Cifelli, es organizar acciones en el CCK, como este gran homenaje a Julio Cortázar. Josefina tendrá a su cargo grandes homenajes que queremos llevar adelante. Luego vendrá el homenaje a José Donoso, a los 100 años de su nacimiento.

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