Fuente: El Diario del Centro del País ~ Con 250 ingresantes, la casa de altos estudios celebra afianzarse como propuesta a nivel provincial. “Hubo chicos que esperaron todo un año para poder sumarse porque se habían quedado sin espacio el año pasado, es decir: nos volvieron a elegir”, dimensionó la regente Paula Gentile.
Son momentos históricos para la Escuela Superior de Bellas Artes Emiliano Gómez Clara. Es que luego de tantos años de siembra, los frutos están a la vista y son más que celebrados.
La institución, que cuenta con cinco opciones educativas, notificó un récord de inscripción en cada una de sus carreras, que son cinco: Profesorado de Artes Visuales; Tecnicatura Superior en Artes Visuales; Tecnicatura superior en Diseño Gráfico; Tecnicatura Superior en Diseño de Espacios y Tecnicatura Superior en Diseño de Indumentaria y Complementos.
“La provincia pide siempre un cupo mínimo de 30 estudiantes para cada cohorte y, generalmente, siempre llegamos a ese mínimo. Antes en dos carreras (Diseño de Indumentaria y Diseño Gráfico) se excedía el cupo hasta un máximo de 50 (alumnos) y quedaba gente afuera”, inició Paula Gentile, licenciada en Diseño Gráfico y regente de la institución en diálogo con El Diario. Seguido a esto, la entrevistada celebró que este año “la novedad es que todas las carreras llegaron a su máximo, algo que es histórico”.
Y detalló: “Son los primeros números que tenemos en todas las carreras; en algunas, en un día y medio se tuvo que cerrar el cupo de los 50, que se inició en diciembre”.
“En Diseño Gráfico, por ejemplo, tenemos un 30% de alumnos que son chicos que han esperado un año para ingresar. Es que no pudieron acceder el año pasado -por el cupo- y este año sí pudieron hacerlo. Algunos probaron la carrera en otros lugares y no, volvieron a nuestra institución, es decir que nos volvieron a elegir”, detalló la integrante del cuerpo directivo de la institución que dirige la profesora y licenciada Fabiana Romano.
El Bellas Artes habitualmente promediaba desde los 150 a los 190 ingresantes, pero ahora la cifra es muy distinta, se habla de 250 jóvenes y adultos que optaron por elegir tal ramo de educación que posee carreras permanentes -es decir, no son a término-.
En más cifras, en Diseño Gráfico todavía hay personas que se siguen comunicando y, lamentablemente, no podrán sumarse en este 2022. Vale la pena mencionar que la propuesta educativa en algunos casos compite con otras en la región, pero la Villa María se encuentra en una interesante zona de influencia que genera una amplia demanda de la educación pública y gratuita.
Con la virtualidad como aliada
“Esto también se suma al crecimiento que hicimos desde 2020. El año pasado hicimos dos actos de colación con egresados de 2020 y 2021; otro buen síntoma es que no tuvimos tanta deserción como tal vez hemos escuchado que sucede en otros sectores”, completó.
En ese sentido, y volviendo el tiempo atrás, hacia inicio de la pandemia de COVID-19, Gentile recordó: “En 15 días la escuela pasó a la virtualidad, ya tenemos la plataforma y ya veníamos trabajando con eso, en materias puntuales. Ahora, eso se consolidó, porque también hay un equipo técnico que sostiene eso, y se piensa en un paralelismo y un acompañamiento”.
“El mundo requiere de arte y de diseño”
Sin dudas, el crecimiento tiene que ver con un cambio de paradigma respecto a la educación y el reconocimiento a un escenario que va camino a un siglo de existencia (suma 90 años). Al ser consultado por esto, la profesional reflexionó: “Recorriendo las aulas he escuchado que existe una fuerte tendencia a que los chicos vuelvan a seguir su propia vocación. Si bien en algunos ambientes todavía no se valora (económicamente hablando), pudimos ver que el arte y el diseño, en el mundo de hoy, requiere de profesionales y además son temáticas que atraviesan todos los estratos”.
“También puede tener que ver con la sensibilidad humana, y tal vez la pandemia direccionó a la gente a tomar otro camino… con búsquedas y más gratificante”.
Ante este panorama, se pudo ver a todo el cuerpo docente “entusiasmado” por volver a las aulas y celebrando la participación. “Todos los docentes estuvieron aquí dándole la bienvenida a los chicos y fue algo muy gratificante”.
Referido a la estructura, con este boom -que parece que seguirá creciendo- Gentile reconoció que debieron generar modificaciones en la organización cotidiana: “A nivel espacio aúlico la escuela siempre estaba ocupada en un 80%; entonces había un margen para lo que está sucediendo. La escuela está bien equipada, tenemos dos impresoras 3D que se están por poner en funcionamiento, pero tuvimos que hacer solicitudes para que nos provean insumos que tienen que ver con la informática, porque hay nuevas necesidades, la de renovar la apuesta”.
A modo de cierre, la educadora subrayó: “Estamos viendo una demanda del entorno socio-productivo y podemos visualizar el retorno de lo que fuimos sembrando hace 3 o 4 años con las prácticas profesionalizantes; incluso arriban pedidos de egresados y nosotros fuimos haciendo una base de datos”.
“Trabajamos con AERCA y otras instituciones como Bomberos Voluntarios y la Cooperativa de Agua, además del Clúster tecnológico. Existe una práctica real, y ahora que salió la primera cohorte -con el nuevo plan educativo- están llegando pedidos laborales”, cerró.