Crear juntos, una obra de pares

Fuente: Clarín ~ Abrió esta semana la nueva muestra del Malba, que pone en diálogo a estos dos maestros de la abstracción, pareja durante cinco décadas. Por primera vez, la pintora e ilustradora es celebrada por mérito propio.

Durante más de medio siglo fueron pareja y crearon obras. Él hace tiempo logró un lugar destacado en la historia del arte argentino, como protagonista de las primeras muestras de arte no figurativo en el país. Ella fue la primera artista mujer que experimentó con la abstracción. Sin embargo, las vicisitudes de la época en torno al rol de la mujer y a su lugar muchas veces en las fronteras del canon, entre otros obstáculos, hicieron que su obra cobrara la relevancia y dimensión que merece recién en la última década. Ahora Yente (seudónimo de Eugenia Crenovich) y Juan Del Prete ven enaltecidas sus trayectorias en común con una muestra que los reúne por primera vez, a través de 150 de sus obras, engendradas entre 1930 y 1980: pinturas, esculturas, tapices, dibujos y libros de artista.

Yente-Del Prete. Vida Venturosa, la muestra en el Malba, despliega y desarrolla la variedad de aristas que resultan al reunirlos para observar el intercambio de sus propias miradas y volver a pensar sus producciones individuales en relación a los contextos históricos y lecturas historiográficas, tanto del pasado como del presente. Con eje en su sinergia creativa, la exposición a cargo de María Amalia García, curadora en Jefe del museo, en todo momento rinde fidelidad a la libertad artística de la pareja, a la vez que amplía el núcleo de su producción legitimada hasta el momento. La pareja no tuvo hijos, un hecho singular para la época. La recorrida nos deja toda su obra, además de la leyenda de Onofrio y Fragilina, sus dos alter egos.

“El planteo sostiene la existencia de un éxtasis productivo en común, que deviene en modos particulares de hacer. Consciente de las tensiones entre obra, afectos, amor y matrimonio, la exposición aborda su trabajo, por un lado, a través del hilo conductor del uso compartido de recursos plásticos (modos de representación, estilos, formatos, materiales)”, sostiene García. “Por otro lado —puntualiza en su texto curatorial—, se rescatan las particularidades de cada producción, la impronta personal de cada artista: él, volcánico; ella, reflexiva. Si bien la abstracción es un centro de unión para la pareja, la exposición no se limita a este aspecto de la obra, ya consagrado por su pionerismo”.Yente en el taller de Juan Del Prete, 1937.

Yente en el taller de Juan Del Prete, 1937.

En 1935, en una exposición de Del Prete en Amigos del Arte se conocieron con Yente, cuando él acumulaba todos los modos de ser un artista moderno iniciado en París. Allí había ensayado sus primeros collages y óleos abstractos y participó con dos piezas del segundo número del cuaderno Abstraction-Creation Art non Figuratif (1932). Dos exposiciones en Amigos del Arte, en 1933 y 1934, lo situaron en la historia del arte argentino como el primer artista en exponer obras no figurativas, aunque no tuvieron entonces una buena recepción crítica. Al ingresar en la muestra, encontramos las obras de ambos de este período a manera de preludio amoroso al dar cuenta de la época en que su relación se forjó.Yente. “Retrato- recuerdo número 9 (La bobe)”, puntillas y óleo sobre tela, 1973.

Yente. “Retrato- recuerdo número 9 (La bobe)”, puntillas y óleo sobre tela, 1973.

Por demás elocuente resulta el conmovedor libro de artista de Yente, La vida venturosa de Onofrio Terra d´Ombra, que origina el título de la muestra y ha sido investigado en profundidad. Se trata de una saga (¿biografía novelada, una telenovela en cuadros?) desarrollada en seis libros entre 1949 y 1978. Allí están sus alter egos: Onofrio Terra d´Ombra, un pintor incansable y apasionado por colores y formas en constante transformación, y Fragilina, “maestra de labores (que) bordaba por vocación”. A través de esta obra artístico/literaria —no exenta de ironía y humor—, se conocen momentos fundamentales de su relación como el encuentro, viajes y mudanzas, las obras. La pareja viajó en varias oportunidades, a Italia y a Francia —en 1953 y 1954 y luego de 1963 al 1967—, en pos de la carrera internacional de Del Prete, que redundaron en miradas actualizadas del arte contemporáneo. También está el piolín, material presente en sus obras que “anuda” metafóricamente la historia de ese amor.

Yente había nacido en Buenos Aires en 1905 (murió en la misma ciudad en 1990). Era la menor de cinco hijos de una familia judía de origen ruso, y se había recibido de licenciada en filosofía en la Universidad de Buenos Aires. Pintora, escultora e ilustradora, asistió al taller de Vicente Puig en Buenos Aires y, a partir de 1932, a la Escuela de Bellas Artes de la Universidad de Santiago de Chile. Realizó en vida varias muestras en la Argentina y una en Roma.Collages. Del Prete, Juan. “Tramonto fiorentino”, 1967.

Collages. Del Prete, Juan. “Tramonto fiorentino”, 1967.

Del Prete había nacido en Vasto, Italia, en 1897 (murió en Buenos Aires, en 1987) y era un inmigrante italiano asentado en La Boca desde su infancia. Autodidacta, en 1925 hizo un primer envío al Salón Nacional y al año siguiente presentó su primera exposición individual en la Asociación Amigos del Arte, la institución que en 1929 lo becó para viajar a París. En 1957 fue invitado a la IV Bienal Internacional de San Pablo y, dos años más tarde, participó con un envío especial en el mismo evento. Al año siguiente integró los envíos a las bienales internacionales de Venecia y México. Obtuvo premios en la Argentina y en el exterior.Yente. “La TV, Personaggi de música lechera”, 1967. Recortes de revistas, papeles, témperas y tejidos sobre papel.

Yente. “La TV, Personaggi de música lechera”, 1967. Recortes de revistas, papeles, témperas y tejidos sobre papel.

Quemar la vida previa

La exposición se estructura en dos grandes núcleos que son “La Unión en la abstracción” y la “Voracidad”; estos a su vez presentan las obras de ambos intercaladas y por series de trabajos, estilo y materiales.

Cuando Yente conoce a Del Prete decide destruir su obra previa: dibujos de líneas incisivas (perduraron dos, exhibidos), caricaturas y retratos familiares expuestos y premiados. Esta acción terminante inicia su camino por la abstracción, siendo la primera artista mujer en jugarse por esta corriente, a partir de 1937, y emula, posiblemente, las destrucciones de obras de Del Prete, en su caso debido a la falta de espacio para resguardar su vasta producción. Sin embargo, la obra de Del Prete había sido documentada en fotos y luego sería publicada en el libro Obras destruidas de Del Prete, editado por Yente, mientras que la de ella quedó sin registro.Juan Del Prete con Tomás Maldonado.

Juan Del Prete con Tomás Maldonado.

“Aun así, esta destrucción fue consecuencia del contacto entre dos artistas en diálogo; no hubo una relación de maestro y discípula, como con la que frecuentemente se ha catalogado a las mujeres en vínculos con artistas varones.”, sostiene Ayelén Pagnanelli en su texto para el catálogo de la muestra, que aporta una mirada feminista sobre la pareja.

Retrato cortado al medio Pagnanelli da cuenta de un hallazgo propio reciente. En el libro de 1971 sobre las obras destruidas de Del Prete, aparece una imagen del artista junto a una obra en una galería de arte. En la imagen original, hallada en la fototeca del Centro de Estudios Espigas, se observa que a la derecha del artista, junto con su obra, se encontraba también Yente.

La artista puso la carrera profesional de su marido por encima de la propia, a pesar de expresar el impulso que éste le daba para que expusiera. Se convirtió en archivista, propulsora y constructora discursiva de la trayectoria de Del Prete y de la memoria artística y familiar. “A lo largo de su vida y en paralelo a su producción pictórica, escultórica y textil, Yente desarrolló un copioso conjunto de proyectos de documentación que incluye ficheros, libros de artista y álbumes ilustrados, y que muestra su interés y necesidad de constituir un archivo”, destaca la investigadora Verónica Rossi, del equipo curatorial del Malba.Del Prete, Juan. “El abrazo”, óleo sobre arpillera, 1937-1944.

Del Prete, Juan. “El abrazo”, óleo sobre arpillera, 1937-1944.

La hora de Yente

“Si la historia dio prioridad a la valoración de Del Prete, el presente es Yente: entre las jóvenes generaciones se la conoce a ella primero. Se trata de una revisión contundente, no solo porque reubica a Yente como una de las artistas más versátiles y lúcidas de nuestro arte, sino porque también permite volver a mirar a Del Prete a través de sus ojos.”, cuenta Marita García. El MoMA de Nueva York compró hace dos años un objeto y un tapiz de la artista para enriquecer su patrimonio. En 2009, Malba dedicó una exposición a Yente en paralelo con Lidy Prati, en la cual se exploraban sus propuestas abstractas, en una cocuraduría de García y Adriana Lauria. Y también con investigación de Lauria, en 2018 la galería Roldán Moderno ofreció una exposición de los distintos períodos de la artista. Por último, el Malba compró un tapiz suyo en arteBA en diciembre pasado (v. recuadro).

El segundo núcleo de la muestra pone en perspectiva la voracidad artística de ambos (hasta ahora sólo se hablaba de la de Del Prete) en relación no sólo a su permanente trabajo artístico, sino en cuanto a recurrir a diversos estilos, materiales y procedimientos, aunque siempre con algún corrimiento personal, lo que deja evidencia de la lúcida libertad creativa de ambos. En los años 50 se volcaron a la experimentación informal, con sus estallidos de color, derrame de materia, chorreados en grandes dimensiones. Hay algunas fabulosas muestras de ese período de drippings.

Al mismo tiempo, Yente desarrollaba el “impresionismo abstracto” aplicando el óleo con pincel ancho y espátula. En algunos pasajes de la muestra, es difícil asegurar de quién de los dos es la obra —si no fuera por la firma— en la alternancia de las piezas propuesta por el guión curatorial, que organiza magníficamente la complejidad del universo creativo de la pareja.

A diferencia de su esposo, Yente desarrolló un interés personal por las culturas antiguas americanas desde mediados de los años 40. Ambos coincidieron en el desarrollo de la investigación textil y el interés en el collage hasta llegar al montaje de objetos —sobre todo en Del Prete—. Durante los 80, última década de producción, se concentraron en el reciclaje con materiales cotidianos: mayormente de cartón corrugado él, de telgopor ella.Del Prete, Juan. “Abstracción”, óleo sobre madera, 1933.

Del Prete, Juan. “Abstracción”, óleo sobre madera, 1933.

Contra el corset del modernismo

En el ámbito porteño, la década del 40 estuvo signada por los debates sobre la abstracción. En 1944 se produjo el lanzamiento del único número de la revista Arturo, que marcó esa poética y estilo. Del Prete, Yente, Lucio Fontana y Emilio Pettoruti, quienes habían experimentado con la abstracción en décadas anteriores, no estuvieron incluidos. Los debates eran intensos. Incluso, García sostiene la hipótesis de que la menor participación de Yente en el medio (de cuyas modas era crítica) no era sólo por arrogarse un rol secundario respecto de su esposo, sino que también correspondería a evitar enfrentar la virulencia y la intransigencia presentes en esas polémicas, que chocaban a su personalidad pacifista y más espiritual. Y había diferencias. Mientras que los grupos de artistas abstractos y concretos buscaban vincular su práctica con la teoría a partir de una lectura evolutiva del arte moderno y de la elaboración de manifiestos, Yente y Del Prete no necesitaban explicar su producción. El concretismo quería ocultar cualquier rastro de factura humana en la obra —Tomás Maldonado, Alfredo Hlito, entre otros—, en tanto la pareja evidenciaba el trabajo manual logrando gran gestualidad y texturas diversas.

También la selección cromática difería. Yente y Del Prete apelaron al rosa, que era desestimado, e iban y venían entre la figuración y la abstracción (el último tramo de la muestra reúne obras de distintas épocas con eje en la figura humana), lo cual era mal visto por los grupos de abstractos.

“La pareja tiene su descendencia; ese amor se expande como energía creativa en el arte argentino. Del Prete ya no es aquel héroe solitario; la pareja navegó junta, las indivisibles aguas de la obra y la vida. Una soledad de a dos cuya potencia amorosa sobrevive en su legado”, concluye García. Belleza y precisión. A partir del impactante conjunto de obra reunido y el espesor de lo investigado, la exposición depara algo poco frecuente en estos tiempos de limitaciones: felicidad.“Tapiz”, c. 1958, de Yente. Lana y pintura sobre canevá. 76 x 34,5 cm.

“Tapiz”, c. 1958, de Yente. Lana y pintura sobre canevá. 76 x 34,5 cm.

Última adquisición de Malba: la trama de un interés personal

En arteBA 2021, en diciembre, Malba adquirió una pieza textil de Yente: Tapiz (c. 1958), presente en la muestra, enmarcada en la cosmovisión americana con reminiscencias a los textiles de las culturas andinas antiguas a partir de su tono general en marrones y tierras y a la organización por planos de líneas delgadas. La producción textil de la artista se inició en 1956 y la pieza se exhibió en 1858. La compra, por 40.000 dólares, fue posible gracias a los fondos aportados por Christie’s, el Comité de Adquisiciones del museo y a una importante donación del Estate de la artista en conjunto con la galería Roldan Moderno.

Yente – Del Prete. Vida venturosa

Lugar: Malba, Av. Figueroa Alcorta 3415
Horario: Miércoles a lunes de 12:00 a 20:00 (martes cerrado).
Fecha: hasta el 27 de junio

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