Arte y reconstrucción: ¿Cómo era la cara de José de San Martín?

Fuente: Clarín by Gisela Daus – En el Museo del Cabildo, una muestra recorre las diversas imágenes que conocemos del Libertador a partir del trabajo del artista Ramiro Ghigliazza, que recrea con «identikits» la cara del mítico general en distintos momentos de su vida.

De bebé hasta anciano, dieciocho caras del mismísimo José de San Martín: ya sea lampiño, con barba o bigotudo, de tupida cabellera o pelo corto, patilludo, canoso, de nariz aguileña más o menos prominente, vestido de civil o uniforme, con su clásico sombrero falucho. Inquieta, ¿cómo se pasa de una imagen mínima en blanco y negro, a tantos retratos veraces en color y alta calidad? Aunque nunca fue del todo anónimo, el rostro de este prócer hasta ahora solía ser demasiado inexacto o más bien incierto si de una imagen 100% fiel se trata, salvo la de 1848. Con 70 años y una ceguera en ciernes, dos años antes de fallecer, captaron su imagen: acompañado por su única hija, Mercedes, posó en un mercado parisino. Para la posteridad quedaba aquel famoso daguerrotipo suyo –técnica fotográfica primitiva, tardaba un minuto en registrarse sobre una plancha metálica– del cuadro oval en blanco y negro, casi tan miniatura (mide 12×10 cm) como invaluable.

Una respuesta se halla en la exposición itinerante San Martín: la reconstrucción y el enigma de su rostro, del artista Ramiro Ghigliazza y su curador, instalada en el Museo Histórico Nacional del Cabildo y de la Revolución de Mayo (MNCRM). A través de su puesta artística conceptual sobre las diversas fases del libertador, propone recorrer nuestra Historia patria con una mirada original e inédita: pinta prometedor.

“Es parte de humanizar la figura del libertador y poder tener toda la película. A su vez considero que este trabajo resuelve el enigma de cómo era San Martín en la época de la Revolución, cuando fue más retratado, ya que aquel cuadro icónico de 1817/1820 es altamente compatible con su daguerrotipo. Además, mostrarlo con meses de edad hasta sus últimos años es un buen ejercicio para ver cómo cambia su fisonomía en sus distintos momentos; la de la niñez es más subjetiva y hacia su juventud el rostro va amoldándose definitivamente”, sostiene Ghigliazza.

La última imagen que se conoce del rostro de San Martín, basada  en el daguerrotipo. Fue clave para la reconstrucción del rostro en distintos momentos de su vida. La última imagen que se conoce del rostro de San Martín, basada en el daguerrotipo. Fue clave para la reconstrucción del rostro en distintos momentos de su vida.

Él recrea en sus identikits la cara del mítico general, desde los 8 meses hasta los 3 años de forma simbólica; luego y hasta los 72 años, llega a la más fidedigna. “Llevándolo en el tiempo -dice-, hacia la fecha de interpretación de su retrato más preciado, el famoso con la bandera pintado por la maestra de dibujo de Merceditas, cuadro conservado en su habitación hasta el final”. Para lograrlo se valió de personas reales elegidas por casting, cuyos rasgos se asimilaban a la fotografía de San Martín y solo Photoshop como herramienta tecnológica en sus fotomontajes e intervenciones creativas.

Puesta itinerante que después del Cabildo, donde Ghigliazza expone -de forma libre y gratuita- su investigación retrospectiva sobre el prócer, anuncia e invita a verla en varias provincias donde desembarcará y él participará de esas inauguraciones: en San Juan (Centro Cultural Estación San Martín, del 24/4 al 4/5); Neuquén capital (15/5 al 15/6) y en San Lorenzo del 10 al 20 de agosto. En 2022 tras una invitación desde la Embajada Argentina en Francia, a presentarla en Boulogne sur Mer, le surgieron otras en Europa, Barcelona y Cervatos de la Cueza; localmente pasó por Concordia, Paraná, Funes, Junín y Mendoza.

A sala amplísima en la planta baja del antiguo Cabildo porteño comienza esta aventura sanmartiniana, con un video a gran pantalla. Suena en off la voz con acento andaluz de Francisco Romero Fuster, médico español encontrado y elegido por el artista quien interpreta en primera persona a San Martín pues «tiene la voz igual, según las descripciones de sus contemporáneos», aclara Ghigliazza. Durante diez minutos loopea el racconto audiovisual, síntesis de la vida y obra del patriota, contada (imaginación mediante) por él mismo; cuya banda de sonido creó Renato Cavalotto para ese corto

.Un sargento Cabral y combatiente, según el trabajo de Ramiro Ghigliazza. Un sargento Cabral y combatiente, según el trabajo de Ramiro Ghigliazza.

Lindante aparece una réplica del daguerrotipo –original que resguarda el Museo Histórico Nacional– pegada a otra invertida: Ghigliazza coloca al retrato del prócer en la posición correcta de la toma y desde ahí avanza, trabajando con la tecnología. Según el director del MNCRM, Horacio Mosquera: “Es interesante que al estar fechado sitúa dónde estaba San Martín por entonces, tiene mucha potencia la mirada y no hay que olvidar la centralidad importante que tiene ahora el rostro en nuestra construcción de su imagen: nos lleva a humanizarlo más, a generar cierta afinidad”.

A partir de esa única foto de su vejez se va observando la involución física de SM hasta cerrar el montaje que envuelve al espacio entero, con su semblante de bebé. “Hay cosas que la tecnología tampoco puede precisar… Por ejemplo, qué tipo de barba tenía al momento de París en 1840: asesorado por investigadores e historiadores, siendo Ramiro diseñador y con toda una técnica especial llega a estas imágenes. No dejan de ser una recreación”, amplía Mosquera.

Llama la atención el San Martín adolescente de 13 años, prácticamente integrado al Ejército en 1791 debuta en la guerra. Tras cursar su carrera militar intervino en campos de batalla al norte de África y España, durante las guerras napoleónicas. En 1812 retorna al país a batallar para liberar a Sudamérica: ya es historia que en diez años logró asegurar la independencia de tres países. “Mi objeto desde la revolución no ha sido otro que el bien y felicidad de nuestra patria y al mismo tiempo el decoro de su administración. Mi juventud fue sacrificada al servicio de los españoles, mi edad media al de mi patria, creo que tengo derecho a disponer de mi vejez”, escribió el patriota sobre su lucha y posterior exilio en Europa.

Como curioso u original, Mosquera -historiador y profesor- señala en recorrida con Ñ  la obra del San Martín con guitarra en mano. «Aprendiendo a tocarla, refleja una personalidad con otras inquietudes y a un hombre integral; con toda una formación, un pensamiento. Demuestra cómo este héroe deja todo de lado habiéndolo tenido; en cierto modo, al irse del ejército español –muy poderoso en ese momento–, con un grado importante ahí. Viene a luchar por esta independencia americana, sino se cree que solamente lo hace por la causa liberal (hay distintas versiones sobre su retorno), es evidente el amor a su tierra”.

El artista Ramiro Ghigliazza. El artista Ramiro Ghigliazza.

“Al visitar la muestra atravesamos nuestra propia historia, como país, a través de su vida. Su historia es también la del Regimiento de Granaderos, de las fuerzas americanas luchando para liberarse, con esta audacia, convicción e impronta sanmartiniana, porque él decide dar pelea en otro lugar, aquellos límites de lo que podían ser las Provincias Unidas y mantiene el ataque al centro de mayor poder imperial español en América: Perú -sigue Mosquera-. Además, Ramiro le agrega personajes: María Remedios de Escalada; Cabral, alguien muy presente en el afecto de la gente y la Marcha de San Lorenzo, la propia historia lo ubica en ese lado de dar la vida por San Martín nada menos -el público va enseguida a verlo, lo pide- y Merceditas», otra infaltable.

En medio de los cuadros con sus resplandecientes marcos dorados hay una vitrina con antigüedades, objetos patrimoniales que el museo aporta a la exhibición; relacionados con San Martín por tiempo o espacio. “Un ladrillo y la pequeña escultura de un Cristo antiguo, ambos de su zona natal, Yapeyú; una medalla homenaje a los vencedores de Chacabuco, de una conmemoración muy posterior; un plato de 1910 -etapa importante en la construcción de la simbología, el panteón y que expresa una visión del país- hecho por el Centenario y un bando del Primer Triunvirato -él participó en el derrocamiento de ese gobierno-”, explica Mosquera.

Por su parte Ghigliazza, al concluir, reflexiona: “Es una oportunidad de recordar a esta gran persona que fue nuestro querido José Francisco de San Martín, y que mirándolo a los ojos pensemos que él además de cruzar las montañas más altas y los mares más bravíos para liberar naciones, luchó por la unidad de los pueblos: sabía perfectamente que con esa unión podía lograrse hasta lo imposible”.

FICHA
San Martín: la reconstrucción y el enigma de su rostro. Exposición itinerante, por distintas ciudades de América y Europa Dónde: Museo Nacional del Cabildo y de la Revolución de Mayo Cuándo: miércoles a domingo de 10.30 a 18 hs. Hasta el 16 de abril.

BÁSICO Ramiro Ghigliazza Morón, Buenos Aires.

Artista gráfico contemporáneo. Diseñador gráfico (UNP) Sus trabajos artísticos exhibidos se inician en diciembre de 2003. Humanizó la imagen y reconstruyó los rostros en calidad fotográfica con extrema fidelidad de distintos próceres -Manuel Belgrano (1812), Remedios del Valle (1820), Justo José de Urquiza, Juana Azurduy; expuestos actualmente de forma itinerante por América y Europa.

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