Fuente: Grupo La Provincia ~ «Equidistancia», una muestra que reúne pinturas de Delfina Bourse y Mariano Benavente, quienes mediante sus pinturas como lenguaje expresivo evocan la naturaleza a través de la figuración y la abstracción, se inaugurará el miércoles próximo, en la Galería Palatina, del barrio porteño de Retiro.
Delfina Bourse y Mariano Benavente «son colegas pintores, tan cercanos en lo personal como opuestos en sus lenguajes, allí donde el cuerpo de obra de cada uno puede relacionarse justamente a partir de una notoria diversidad», según el artista Eduardo Stupía.
Con una exhibición que tiene cerca de una veintena de obras, «la geografía de la sala es más que nunca un campo de pruebas, un laboratorio en tránsito donde se induce al espectador, y a los propios autores, a detectar, a proponer, a experimentar, un nuevo lugar de la mirada desde donde observar en perspectiva el fenómeno mixto que específicamente allí se produce», expresa Stupía.
En sus obras realizadas con acrílico, Delfina Bourse apela a «referencias de la naturaleza, estructuras ornamentales y al lenguaje puro de la abstracción, así como a la cualidad y la densidad de los materiales, lo cual también tiene un rol decisivo en la creación tanto de la estructura como de la atmósfera», explica el curador de la muestra.
Y, añade que su lenguaje transita «entre el expresionismo abstracto y el lirismo impresionista, aunque también se lo percibe afín a la ecléctica soltura de la escena contemporánea. En esta poética que parece además asumirse como investigación todo es importante: el soporte, los materiales, su singular movimiento corporal mientras trabaja, cada gesto, las huellas, incisiones y marcas que se realizan a través de estas acciones, incluso esas partes que elige remover y extraer para ser reunidas y reutilizadas luego».
En tanto, remarca que Mariano Benavente trabaja en su pintura al óleo sobre tela, «una pintura de género: naturaleza muerta con motivos florales y una de sus preocupaciones es la construcción de una imagen en base a idas y vueltas, arrepentimientos y preguntas; como si pudieran hacerse visibles los efectos de la historia, del paso del tiempo, de la memoria».
El artista retoma «un género históricamente investigado y reinterpretado; reflexiona acerca de la cuestión del original y las versiones, y va en busca del motivo desde el gesto físico y el ejercicio de la improvisación» y su obra remite a «los tiempos de la práctica con el óleo, del trabajo manual, de los aciertos y los errores, de las correcciones y los conflictos», según el texto curatorial.
Asimismo, destaca como «importante que el desarrollo de esa práctica reserve un lugar central a los diferentes tratamientos y modos de la materia pictórica, el color, las formas y las texturas, tan central como los niveles de significación de las imágenes. Se siente inmerso en las presencias, las ausencias y en las resonancias de un árbol genealógico de pintores argentinos que elige como propio».
La muestra, que se inaugura el miércoles próximo, a las 18, podrá visitarse hasta el martes 9 de septiembre, en Arroyo 821, de lunes a viernes, de 11 a 19. (Télam)