Fuente: Clarín – Puede verse hasta noviembre en el sexto piso del CCK. Creadores de distintas generaciones plantean contrapuntos artísticos.
Con una selección de 41 obras curada por Rodrigo Alonso quedó inaugurada en la Sala 607 del sexto piso del CCK un recorrido por los Premios de Pintura del Banco Central de la República Argentina. Con el propósito de celebrar la continuidad del premio y hacerlo circular fuera del edificio ubicado en pleno Microcentro en Reconquista 266, se seleccionaron distintas categorías de obras entre un total mayor a cien que contiene la colección, un acervo público construido desde 2007 por acumulación de los premios adquisición.
Habitualmente dichas obras se encuentran en los despachos, pasillos y lugares de espera del edificio y es interesante rescatar las distintas curadurías que ha mantenido el premio comenzando por la primera edición donde la curadora fue Sarah Guerra, pasando por un largo período de Alberto Giúdice, luego fue Eva Grinstein y desde hace un tiempo es Rodrigo Alonso, todos ellos destacados dentro de su práctica.
La instancia curatorial tiene la misión de acompañar el desarrollo de los cinco jurados convocados, siempre sin repetir nombres, a lo largo de los años. En la primera edición el Primer Premio recayó en Clorindo Testa con la obra Ciudad no muy extensa que ahora se puede ver en el CCK.
Luego se entendió que, para determinadas trayectorias, era poco consistente hacerlos competir, de modo que en 2008 se instauró un Premio Homenaje, determinado por otro jurado que seleccionan artistas argentinos de la talla de Liliana Porter, Luis Felipe Noé, Luis Tomasello o Margarita Paksa.
En los discursos se destacó que es un premio federal y por ello la exhibición recorre, luego de presentarse en Buenos Aires, distintos museos del país. Puede verse una selección de 41 obras curada por Rodrigo Alonso.
Esta federalización tuvo un efecto interesante pospandemia pues se habilitaron algunas condiciones a la hora de elegir. Una es que al menos entre el 30 y el 40% de los artistas no vivan en la Ciudad de Buenos Aires y la otra, no menor para fomentar la participación, es que una vez determinada dicha selección -que generalmente se compone de una treintena de obras-, se le cubre a cada artista los traslados hacia y desde capital.
El otro sistema implementado es una separación etaria en dos categorías: menores y mayores de 35 años, esto habilita a una posible presentación doble de algunos artistas que ganan en la categoría menores y luego pueden volver a presentarse en otras ediciones.
La colección contiene nombres destacados dentro de la historia argentina entre los cuales destaca Gyula Kosice, singular artista que produjo obras donde incluye el agua dentro de sistemas transparentes que la hacen fluir promovida por motores internos, con una obra Gota de agua móvil en azul y blanca, que ha sido cedida en préstamo para otras muestras y hoy se puede volver a ver en sala.
También Julio Le Parc, artista mendocino reconocido mundialmente, con sus obras cinéticas planas y en volumen; Carlos Alonso en Retrato de Pedro Pont Bergés, donde suma a su impronta de dibujante ciertos colores sutiles en una narrativa comprometida con distintos momentos de nuestra historia. El platense Alejandro Puente, artista que fuera reconocido como minimalista en su beca en Estados Unidos para luego volcarse a la visión abstracta los pueblos aborígenes americanos, con Yacavil II.Ahora participan en dos categorías: mayores y menores de 35 de años.
Los contrapuntos entre distintas generaciones se potencian en el recorrido segmentados por su tendencia a recuperar la abstracción de distintos modos o explorar la representación de manera meticulosa o con cierto juego cercano al cómic. Silvana Lacarra, ganadora de un Primer Premio con su díptico circular Vino-Champan; Gustavo Marrone con El narigón lo sabe todo, que combina dos cuadros pequeños unidos por una cadena que simula construir una larga nariz; Elsa Sobeilman con Uno más otro; Magdalena Jitrik con El acuerdo; Diana Dowek con Paisaje urbano X.
La potencia de la figuración de Marcia Schvartz con Jime, de Bellas Artes, el colorido de Alfredo Prior con James Ensor tocando el Philipscordio, y la potencia del retrato de María Jimena Herrara con Hernán.
Amplían la polifonía de la selección con la meticulosa descripción de un mundo extraño de Agustín Sirai con Geopolíticas del arte, la belleza restarurada de Ninfxs de Ad Minolitti, Alfredo Frías con una cierta sustancia clásica en Ya sabía que se rompía. Se observan contrapuntos entre distintas generaciones de artistas.
Dentro de la abstracción hay piezas que van desde lo más geométrico con Tulio de Sagastizabal El sol en sombras, pasando por Valentina Ansaldi con Yeruá, a la perseverancia de Jorge Sarsale para incorporar pequeños trozos de colores en una obra S/T de la serie Colonia.
Integran la muestra la foto de Sara Facio Los muchachos peronistas, la controvertida obra casi inmaterial de Agustina Quiles S/T, que ahora se presenta enmarcada pero que fuera resistida por ser considerada como un papel impregnado en pintura monocroma con ciertas roturas que evoca la fragilidad del material y su propia sustancia temporal.
Interesantes son también la obra sobre tela cocida de Celina Eceiza con el cuerpo contorsionado de una figura femenina y un recipiente con una serpiente emergiendo, el recorte de pared que registra el paso del tiempo de la candidatura de Menem 1999 de Alfredo Dufour y los contrastes texturados de Delfina Bourse y Diego Vergara.
La abstracción más sensible de Julia Andreasevich, Valeria Maggi, Hernán Salamanco y Silvia Gurfein, cada uno con su poética particular. La fuerza de lo simétrico en una obra temprana de Diego Perrotta con El hombre volcán, junto al sereno paisaje de Guadalupe Fernández en Villa Crespo, junto al Premio Homenaje a Luis Wells artista de larga trayectoria recientemente fallecido.
Ficha
Premio Nacional de Pintura Banco Central. 15 años
Dónde: Centro Cultural Kirchner, Sarmiento 151. Sala 607, 6° piso.