Fuente: Página12 ~ Para Casimiro, la importancia de difundir lo que sucede con el arte textil, responde a la necesidad de conservación del arte calchaquí.
Después de inaugurar la muestra «Arte cateño en Cafayate» en ese municipio, el artista Jesús Casimiro siguió su gira con la denominada Escuela de arte textil calchaquí contemporánea. De esta manera, ayer concluyó su paso por la localidad de San Carlos, y ahora se trasladó a Orán para trabajar con estudiantes terciarios y artistas de la comunidad ava guaraní Gezebta.
El propósito mayor del artista es difundir sus aprendizajes basados en un trabajo de investigación y práctica sobre el arte calchaquí. Todo ese proceso, le permitió definir una técnica textil a la que llamó «cateña», en homenaje a su lugar de origen: el Valle de Luracatao, en Molinos. En esa línea, también ha escrito una colección de libros sobre las técnicas y el arte textil calchaquí, donde también se encuentran teorías y códigos que posibilitan lograr efectos de técnicas clásicas y contemporáneas.
Casimiro incursionó en el arte textil a los 14 años cuando empezó a realizar tapices. Eso se debió a la apertura que le dio su vecino, el reconocido artesano Ignacio Morales, a través de la Fundación San Pedro Nolasco. Como su trabajo le gustaba, pero encontraba un limitante de expansión en la provincia, decidió irse a vivir a Buenos Aires, buscando ampliar el mercado de los tapices. Acción que concretó en estos 22 años que lleva viviendo allá.
Aún así regresa a los valles calchaquíes cada año para llevar adelante la «marcada», que es el evento en donde se coloca a los animales un sello para identificar a su dueño. Con esta visita anual asegurada, se da el espacio para coordinar diferentes actividades artísticas en la provincia.
Para Casimiro, la importancia de difundir lo que sucede con el arte textil, responde a la necesidad de conservación del arte calchaquí. «Nuestra transmisión es oral, y sabemos que muchas cosas se han perdido y por eso, pasé también a la escritura», destacó, señalando que espera terminar los libros que le falta para completar una colección de seis escritos sobre el arte textil en los valles.
Reconoció que el camino recorrido en la difusión de actividades y la misma escritura es lento, pero es parte de un proyecto ambicioso que busca que el arte textil sea consideraba como bellas artes. Ya lleva editados los libros “Tramarte”, “Arte Calchaquí. Buena vibra de la fibra” y “El arte del telar horizontal: Manual de tramado calchaquí”, donde se presenta un recorrido sobre técnicas textiles.
Las propuestas para esta nueva edición de la escuela es llevar adelante un taller sobre la técnica del color y una clínica de arte textil. Para este martes 31, de 10 a 13 y de 15 a 17, desarrollará la Clínica en la comunidad ava guaraní Gezebta, mientras que el taller sobre la técnica del color, será de 16 a 19, en el Instituto de Educación Superior N° 6046, de Orán.
Para el trabajo en la clínica, Casimiro invita a los asistentes a que lleven los proyectos textiles en los que están trabajando para analizar e implementar técnicas que les permitan terminar sus obras artísticas. «Lo que vamos a hacer es ayudar a resolver», expresó, ya que se abocarán al tratamiento de distintos materiales, como la seda, junto a técnicas y formatos que beneficien a la obra.
Mientras que en el taller de la técnica del color se trabajar sobre las luces y las sombras junto a la conformación de los colores para formar figuras realistas y abstractas en los textiles.
Las mismas propuestas se dieron en San Carlos este fin de semana, lugar en el que previamiente se lo declaró, a través del Concejo Deliberante del municipio, como visitante ilustre por su trayectoria en el ámbito cultural provincial, nacional e internacional. El artista participó del Centro Argentino De Arte Textil (CAAT) y expuso en distintos espacios como el Museo de Bellas Artes de Salta, la Fundación Salta, y el Museo de la Ciudad de Salta.
«Hace años que vengo trabajando y siempre trato de volver a los valles calchaquíes», expresó a Salta/12. A lo largo de su trayectoria fue incursionando en diferentes formatos, y es así que en Buenos Aires, empezó a realizar tejidos que se convierten en tridimensionales. «Soy de hacer mucho este tipo de obras porque me gusta que el espectador se meta dentro de la obra y que tenga una relación/experiencia con la obra», expresó.
Estas producciones son las que se podrán ver en la Casa Cultural Pedro Lavaque de Cafayate, y que además, están acompañados por grandes tapices colgados sobre las paredes.
En paralelo, Casimiro está incursionando en el arte fibra, que es una variación del arte textil. Esta categorización nace con la idea de no usar los métodos convencionales, y para que ello suceda, hay tres factores y detalles fundamentales para conformarla. Primero, no se trabaja en el telar, no hay urdimbres ni tramas. Segundo, se usa cualquier objetos u elementos en desuso; y tercero, las piezas u obras son tridimensionales rígidas o semirígidas.