Fuente: Clarín – Celebrar seis décadas de trayectoria ininterrumpida suele coincidir con una amplitud de trabajo que sigue en plena vigencia. En el caso de Silvio Fischbein (Buenos Aires, 1949) sus inicios se remontan a un tiempo de gran auge y movilidad de los artistas, sobre todo los jóvenes, que comenzaban a ser tenidos en cuenta en galerías importantes. De hecho, con 17 años obtiene su primera muestra individual en la renombrada e influyente Galería Lirolay, donde exponían también otros jóvenes artistas como Marta Minujín, Kenneth Kemble, Delia Cancela, Nicolás García Uriburu, León Ferrari y Dalila Puzzovio. Un tiempo donde los que hoy llamamos emergentes llevaban sus obras al galerista para su exhibición y venta. En el caso de Lirolay, fundada en 1960 por Mario y Paulette Fano –quienes luego de dos décadas se mudan a Nueva York– y Natalio Povarché de la Galería Rubbers –hoy continuada por su hija–confiaron en las posibilidades de una obra que se veía consistente en sus primeros intentos.
Por ese entonces, Fischbein se ocupaba de modelar en cerámica y explorar el grabado. De estas huellas sólo quedan algunas obras en colecciones y otras que por distintas razones han vuelto a manos del artista. A medida que avanzaba, Silvio se volcó a recibirse de arquitecto y nivelarse de modo concreto en lo audiovisual. Desde estas tres potencialidades ha desarrollado una obra que se ha ido modificando con el tiempo en su modo de producir pero que ha dejado marca en la enseñanza universitaria, en el cine fundando varias carreras, y en su trabajo como director de cine con filmes argentinos donde participaron numerosos actores y actrices relevantes de la escena nacional. En los 60, el artista y arquitecto se formó con Juan Battle Planas y Noé Nojechowicz.
La posibilidad de usar las tres salas de planta baja del Centro Municipal de Arte (CMA) de Avellaneda, un espacio muy bien preservado y acondicionado para muestras, le dio cabida a representarse como curador de su propia muestra, abarcando tres períodos de su producción que se conectan por algunos hilos instigadores. Entre las obras expuestas, hay de las que penden del techo trabajadas en ambas caras, una instalación de largos soportes de madera intervenidos distribuidos en piso, obras que desnudan su estructura y permiten que se las rodee aun cuando están construidas sobre la frontalidad. También hay más color armando casi mapas abstractos hechos por pequeños muñequitos de cotillón que son depositarios del color en su abigarramiento, obras que perforan libros antiguos para hacer emerger de las páginas ilegibles una situación visible. Es que para Fischbein el proceso creativo se sostiene 24/7 los 365 días del año. Una reflexión que lo lleva a afirmar que su producción no se detiene porque es una forma de vida basada en un cuestionamiento permanente en torno a la pregunta de qué es ser un artista, que consigue algunas respuestas como: es alguien que puede poner en imágenes lo que la sociedad no puede poner en palabras.
Fragmentos RESIGNIFICADOS, Resistentes, como se titula esta muestra que permanecerá abierta hasta el 4 de mayo próximo, el teórico Rodrigo Alonso postula que se propone como “una mirada aguda sobre el universo visual e imaginario en el cual vivimos, plagado de informaciones que se repiten y multiplican en monitores, pantallas, teléfonos inteligentes, carteles publicitarios, redes sociales, señalamientos urbanos, canales de noticias, aplicaciones de comunicación, variables económicas y financieras, desplazamientos virtuales, geolocalización, acontecimientos de repercusiones globales”.En paralelo a las artes visuales, se desempeñó como guionista y director audiovisual.
Sin embargo, el trabajo minucioso que hace sobre estos fragmentos que encuentra disponibles en diarios del mundo con su singularidad de escritura, los retratos de personas que han sido parte de alguna noticia, notables o desconocidos, sumados a los colores que vienen dados por papeles del tipo barrilete, cuya paleta de color está acotada por la industria, envuelven prolijamente bastones de un material de alta densidad. Los acopla hasta formalizar una obra donde es posible detenerse a observar cada parte del todo o visualizarlo como una obra que llega a ser pictórica en la forma frontal de presentarse pero que está compuesta de esa fragmentación resistente que resignifica y altera el propósito original difundido en los medios impresos. Alonso coincide sobre esta tensión entre componente y composición que exige dos miradas, una cercana a los contenidos y la individualidad de cada módulo, y una lejana que capta la distribución general. Compara esa manera de producir sobre una mesa con lo que la teórica alemana Hito Steyerl denomina “mirada vertical” que puede considerarse propia del planificador urbano, en cuyo caso sin disociación alguna, ya que ha ocupado cargos donde esta mirada se impone.
Desde su contribución en la creación de la Carrera de Diseño de Imagen y Sonido en la Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo (FADU-UBA), hasta su rol como Director del Departamento de Producción Integral de Medios Audiovisuales en la Facultad de Arte de la Universidad del Centro de la Provincia de Buenos Aires, o como Director de la Carrera de Producción Integral de Medios Audiovisuales en el Instituto de Tecnología ORT 2, Fischbein ha sido un arquitecto de la educación artística en Argentina. Ha participado en 41 exposiciones individuales aquí y en el exterior, en numerosos salones y exposiciones colectivas y fue becario por los gobiernos de Canadá y Francia, por la Beca Pollock-Krasner Foundation en 2015 y 2018. En 2021, recibió el Primer Premio de la 26ª Bienal de Arte Textil, consolidando su posición como una figura destacada en el ámbito artístico.Obras de Silvio Fischbein.
En este recorrido por tres salas, hay posibilidad de tomar en cuenta algunas de sus bases de intelectual latinoamericano. El nomadismo que permite a los artistas atravesar disciplinas, lo inconcluso que para Silvio es todo el trabajo que se presenta al espectador para ser completado, el espacio hueco que facilita el ingreso de las miradas y la interpelación, una acción esperada por el autor para el ingreso del visitante. Como remata Alonso en su texto: “En este sentido, sus trabajos capturan en un instante de esplendor plástico, la complejidad del mundo y el tiempo que nos habitan”.
- Fragmentos RESIGNIFICADOS, Resistentes – Silvio Fischbein
- Lugar: CC Avellaneda CMA, San Martín 797, Avellaneda
- Horario: mar a sáb de 10 a 20
- Fecha: hasta 4 de mayo