Fuente: La Nueva ~ Tiene 22 años y retrata modelos poco convencionales: animales. Vende sus obras en todo el mundo y tiene la agenda completa hasta el mes de junio. Mirá los vídeos de sus creaciones.
Valentina logra plasmar en sus cuadros hasta el detalle más mínimo de cada uno de sus modelos de la vida animal.
Cuesta creer que no son fotos. Cada fragmento de su obra es una pincelada exacta, por eso sus pinturas despiertan una profunda admiración.
Nacida un 15 de septiembre del 2000 en San Fernando, Buenos Aires, Valentina Milagros Cucchiani es artista, pintora y estudiante de Administración Empresarial.
Si bien creció en un entorno relacionado con el arte -su madre es profesora de Bellas Artes- el estar familiarizada con esculturas, grabados, pinturas y dibujos de todo tipo, fue el motivo que llevó a Valentina a empezar a crear sus propias obras desde pequeña.
“Siempre tuve mucha facilidad para el dibujo, pero nunca había considerado dedicarme al arte y hacerlo mi profesión. De hecho, al terminar el secundario, me anoté en la carrera de diseño industrial”, cuenta.
Fue durante el confinamiento estricto de la Pandemia que llegó el gran interrogante.
“En ese momento me replantee si realmente estaba conforme con el camino que estaba eligiendo seguir, y me di cuenta que en realidad no me entusiasmaba tanto. Al mismo tiempo, retomé la pintura, y me armé una página en Instagram, siempre considerándolo como un hobby. Fue navegando en las redes que me di cuenta de que había muchas personas dedicándose exclusivamente al arte. Entonces pensé, ¿por qué no? Al poco tiempo, tuve una consulta y me hicieron mi primer encargo: el retrato de un conejito. Fue tal mi felicidad durante esa experiencia, que decidí que lo iba a intentar, poniendo todas las fichas en ese emprendimiento. Y desde ese momento, no paré”.
Autos, retratos de personas, paisajes y vida salvaje fueron parte, a lo largo de su vida, de las temáticas elegidas para sus dibujos.
“Mi primer retrato de mascota fue un regalo para una familiar, que tenía una relación muy especial con su perrita. ¡Siempre fue como una hija para ella! El cariño en su relación fue inspirador para mí. Al poco tiempo, en mi familia adoptamos a ‘Shiro’, nuestro primer perro. Con su llegada terminé de comprender el amor incondicional que las mascotas nos ofrecen, creo que ellas cambian nuestras vidas, y dejan una huella en nuestros corazones que nunca se borrará. Es por eso que me incliné por retratarlas y darle a muchas familias la felicidad de tener un recuerdo especial de nuestros compañeros peludos”.
Al igual que la gran mayoría de seres humanos, Valentina considera a los animales de compañía como parte de la familia.
“Luego de tantos años llenos de experiencias compartidas, ya sean alegrías o momentos difíciles, ellos siempre están a nuestro lado. Por eso son muchas las personas que me contactan para conmemorarlas de una manera especial, a través de una obra de arte que plasme su esencia, y que siempre los acompañará en algún lugar de privilegio de sus hogares. Muchos de los encargos que tengo son de personas que les quieren hacer un regalo sorpresa a alguien especial, o de familias que tristemente perdieron a sus mascotas, y quieren tener un recuerdo de ellas. Mi objetivo es retratar la verdadera esencia de cada mascota, para que, a través del arte, una partecita de ellas vuelva a cada hogar. Cada retrato es único, y tiene su historia detrás, es por eso que siempre le pido a mis clientes que me cuenten sobre la vida de sus mascotas. Esto hace que el proceso sea mucho más especial a la hora de pintar, creando una conexión distinta con el cuadro. El agradecimiento y felicidad de cada familia al recibir su retrato, es sin dudas de lo más hermoso que tiene mi profesión”.
A simple vista se comprueba que cada retrato, es una gran obra de arte en sí, pero no solo por sus detalles o el tiempo que le toma plasmarlo en los lienzos, sino por la calidad de los productos con los que Valentina trabaja.
“Las pinturas que uso son acrílicas, actualmente pinto con Winsor&Newton porque siempre utilizo los materiales de la más alta calidad disponible. El tiempo que me toma cada retrato varía según el tamaño, la mascota a retratar. Cada una de ellas es única, dentro del pelaje por ejemplo, hay una gama súper amplia de combinaciones de colores, texturas o brillos. En todo caso, la realización siempre es de varios días de trabajo hasta poder hacer la entrega, ya que mi técnica implica pintar pelo por pelo, y trabajar en varias capas con muchos tonos diferentes, para lograr un resultado altamente realista. Es por esto que los cupos en mi agenda son súper limitados. Por lo general sólo puedo agendar de 2 a 3 retratos por mes”.
Según cuenta, el valor de cada retrato depende de la medida, de la cantidad de mascotas en el mismo, entre otras. Pero se puede pedir un presupuesto, a través del sitio web de Valentina –vcarte.ar-, o al WhatsApp +54 9 11 68582191. También pueden visitar el perfil de Instagram @valentinacucchiani.arte.
“¿Algún trabajo que sea mi preferido? ¡Qué pregunta difícil! Hay varias obras que recuerdo con mucho cariño, entre ellas un cuadro en el que pinté a los 4 perritos que acompañaron a mi clienta a lo largo de su vida. Ella me contó la historia y personalidad de cada uno de ellos. Fue emocionante crear un recuerdo como ése, y el resultado final fue precioso visualmente. Además, fue un regalo sorpresa para su marido”.
A pesar de tener recién 22 años, Valentina ya ha vivido la experiencia de pintar para varios clientes alrededor del mundo.
“¡Mis retratos se encuentran en varios países! Por ejemplo, Chile, Estados Unidos, España, Italia, Ecuador y Japón, entre otros. Es increíble pensar que mis cuadros están repartidos por todo el mundo”.
Actualmente, Valentina está trabajando en una serie de cuados de animales salvajes, específicamente de fauna argentina.
“La primera obra de esta serie fue mi cuadro ‘Aguará Guazú’, que está disponible para la venta. También acepto encargos de cuadros personalizados de animales salvajes de todo tipo”, cerró.