Fuente: Ámbito ~ La nueva edición de la muestra se pensó, organizó y ejecutó en tan solo dos meses, tras la propuesta de Gustavo Fernández y el acuerdo de quienes componen «Los talleres Abiertos de Par en Park».
Tocar los pinceles, interactuar con los artistas y preguntarles por su obra, perderse en algún pasillo y sumergirse en los rituales creativos de un pintor, de un ilustrador, de un mosaiquista: esto es sólo un menú resumido de lo que ofrece «Par en Park», una experiencia que se abre al público junto a los talleres de más de 30 artistas que reúnen su arte en el edificio Central Park, en el barrio porteño de Barracas.
En el tercer piso del edificio que lleva la firma del reconocido Pérez Celis, se lleva adelante la séptima edición de «Los talleres Abiertos de Par en Park», la reconocida muestra que recobra su potencia tras un 2020 de puertas cerradas por la pandemia, y en la que distintos creadores se prestan a divulgar cómo piensan, crean y despliegan su arte.
La muestra reúne a artistas de distintos estilos pictóricos, diferentes generaciones y en su mayoría de enorme trayectoria: Eugenio Cuttica , Eduardo Hoffmann, Eugenio Zanetti, Juan Lecuona, Mónica Van Asperen, Juan José Cambre, Carlos Gómez Centurión, Marino Santa María, Ana Candioti, Cecilia Duhau, Augusto Zanela, Daniel Corvino, Horacio Sánchez Fantino, Cecilia Ivanchevich, Andrea Allen, Emilio Fatuzzo, Carlos Benavidez, Ernesto Arellano, Gabriela Antenzon, Ernesto Ballesteros, Lux Lindner, Alexis Minkiewicz , Rodrigo Díaz Merlis, Mónica Tiezzi, Charlie Navarro, Cristina Schiavi, Marcela Astorga y María Inés Domínguez, entre otros.
Además del atelier de cada uno de los artistas, «Talleres Abiertos de Par en Park» ofrece un espacio común central en el que se reúne la música de una orquesta, con varios puestos de comida y bebida para disfrutar durante el paseo, y una terraza donde detenerse a contemplar el atardecer sobre Buenos Aires.
Asistentes trabajando en plena obra, tachos de pintura, martillos y tenazas, bastidores y lienzos se funden en la previa en una atmósfera de encuentro y cruce artístico, en donde el lema es volver a disfrutar de compartir el arte tras muchos meses de aislamiento. Los espectadores también tienen la posibilidad de comprar alguna obra y charlar con los artistas.
La propuesta abre sus puertas bajo la curaduría de Fernando Brizuela y está centrada en que los visitantes se sientan parte del mundo del arte. El recorrido incluye el ingreso a los talleres, perderse en pasillos breves que conducen a alguna obra impactante: hay colores y texturas a cada paso que se da. E incluso, (¿acaso la frutilla del postre?) está la posibilidad encontrarse con el enorme artista Luis Felipe Noé dejando un trazo en un bastidor.
«Cada región de América vivió la pandemia y pospandemia de una forma diferente, y desde Central Park queremos trascender las dificultades de las circunstancias para facilitar el desarrollo y la visibilidad de todos los artistas y talleres involucrados», explica Gustavo Fernández, propietario del complejo.
Desde artistas más tradicionales, como Marino Santa María y Juan José Cambre, hasta otros más contemporáneos o rupturistas como Cecilia Ivanchevich, Lux Lindner y Emilio Fatuzzo, el espacio ofrece variedad, colores y texturas que se coronan con una exposición de esculturas de Fernando Brizuela realizadas con material cannábico.
Al final de otro pasillo se encuentra el taller de Cecilia Ivanchevich, prolijamente ordenado. En un rincón sus pinceles y obras terminadas, los bastidores cubiertos por un plástico protector, listos para ser vendidos. Del otro lado y sobre enormes mesas, diferentes piezas de madera colores flúo en los que aún trabaja la artista, que se especializa en arte de geometría libre.
«La idea es mostrar la mano humana en acción, haciendo que sucedan cosas en el momento. Redibujar espacios y mostrar las batallas que los artistas libramos en el interior del taller, el proceso creativo que a veces es lúdico pero también complejo», explica Ivanchevich.
La cita es hoy, viernes 26 de noviembre, entre las 17 y las 21 en California 2000, con entrada libre y gratuita. El ingreso de los visitantes se concretará de acuerdo con el aforo recomendado por la pandemia.