Fuente: Perfil ~ El destacado artista plástico habló en Modo Fontevecchia y resaltó que el arte tiene que «ser accesible» y que «todo el mundo pueda tener una obra original». Cuáles son sus motivaciones profesionales y su nuevo proyecto de NFT. Mirá la entrevista completa.
El reconocido pintor Milo Lockett dialogó con Jorge Fontevecchia en Modo Fontevecchia, por Net TV y Radio Perfil (FM 101.9), y contó por qué decidió «ser un artista masivo». Además destacó que si bien no reniega de las élites, le interesa más lo popular. También contó detalles sobre su lanzamiento de NFT y reveló detalles de su proceso creativo.
Los pintores creen que el valor de sus obras está relacionado con la regla económica de la escasez. ¿Hiciste algún cálculo al respecto? ¿Tuviste un impulso incontenible de producción?
Mi carrera empezó de una forma bastante romántica y después arrancó el proyecto de vivir del arte, que son cosas distintas. Siempre tuve la idea de que el arte tenía que ser accesible. Me parece interesante que todo el mundo pueda tener una obra original, por eso siempre trato de masificar y llegar a todas partes.
No tolero la idea de que alguien no pueda acceder a un cuadro mío. Entre el 2008 y el 2009 pude elegir el tipo de carrera que quería. Siempre tuve mucha producción, pero se me abrieron puertas internacionales y tomé la decisión de ser un artista popular y masivo. No creo que si hay mucha obra se pierde valor. Tengo gran demanda, que sigue creciendo y eso no tiene que ver con la cantidad. Cuando tenés más obras, hay mayores oportunidades.
Hay una teoría artística que es la de agujero, que dice que, cuanto más se saca, más grande es. ¿Compartís esa idea?
Estoy lanzando unos NFT donde trabajé con muchos artistas digitales porque era un mundo nuevo para mi. Lo armé con gente que conocía por su obra pero no teníamos. Tampoco eran fanáticos míos. Lo pensamos por la masividad y lo democrático que es. Van a ser 11.111 obras y parece una cantidad enorme, pero salís al mundo, es nada. Quería que todo el mundo tuviese una obra de arte y yo necesito desprenderme de lo que pinto.
Algunos sostienen que cuando alguien tiene una idea, la está dando y se queda sin algo. Otros piensan que es al revés. ¿Qué sensación tenés con respecto a eso?
Siento que, cuando doy, la creatividad avanza. No hago cuadros iguales, puedo pintar paletas parecidas, pero el ejercicio de trabajar es maravilloso. Lo hago con ayudantes, en promedio, no menos de ocho horas por día. Empezamos a las 10 de la mañana y terminamos a las siete de la tarde.
¿Qué hacés en tu tiempo libre?
Hoy tengo un esquema muy armado en el Tigre. El taller está a la vuelta de mi casa, me restructuré por la pandemia. Tengo mi mesa de café para juntarme con amigos y distraerme para hablar de otras cosas. Los domingos los dedico a mi familia. Tengo el pensamiento enfocado en el trabajo, quiero pintar hasta el último día de mi vida.
Vos sos de Chaco, ¿cómo era tu vida ahí?
Viajé mucho por el interior del Chaco y ahora vuelvo para pintar una escuela. Recién ahora tengo una vínculo más lindo con el agua y planté muchas palmeras que me recuerdan a Resistencia. No es una cuestión de abundancia y me siento bien cuando hago algo que le hace bien al otro. No niego las élites pero me interesa lo popular. A todos nos gustan los premios pero el reconocimiento de la gente es lo mejor.
Algo está cambiando en el arte, y para bien. Cada vez somos más los que creemos en el arte masivo y popular. Saludo y con alegría a Milo. Comparto su pensar y sentir. ¡Saludos!