La obra de Manuel Brandazza acaba de ser adquirida por el MALBA y el Museo de Arte de Río

Fuente: Página 12 – Manuel Brandazza nació en Rosario en 1975. Desde que vio “A la cama con Madonna” soñaba con estudiar Moda obnubilado por los diseños de Jean Paul Gaultier. En 1993 viajó a Buenos Aires para ver a la Reina del Pop y se inscribió en Diseño de Indumentaria en la UBA.

Su llegada a la ciudad coincidió con la apertura del mítico Ave Porco, donde empezó trabajando como tarjetero y terminó realizando sus propios desfiles inspirado por su musa Charly Darling. En un baile de disfraces en la discoteca Búnker conoció al artista Diego de Aduriz y juntos formaron una pareja sentimental y creativa. 

En el 2000 abrieron el local de ropa Insekta en Galerías Larreta y participaron de desfiles en el C. C. Borges, el festival “Viva 23!” (ideado y producido por ellos mismos) y Buenos Aires Fashion Week. Un día, su amiga, la legendaria Bárbara La Vogue les pidió ayuda para aplicar a la beca Kuitca y decidieron presentarse ellos también con registro de los desfiles y colecciones que habían hecho. 

“Así ingresamos al mundo profesional del arte, pero nosotros ya íbamos mucho a Grupo Venus y Belleza y Felicidad —recuerda—, estábamos en el circuito de arte underground y la noche, salíamos mucho con la Bex y muchas amigas, íbamos a las fiestas Brandon, había artistas, pero no era 100% artístico, era 100% trolos y locas”. 

Para entonces pasaron a llamarse formalmente Brandazza de Aduriz y fueron convocados por la curadora Andrea Saltzman a hacer un ciclo de desfiles con Martín Churba, Sergio De Loof y Vero Ivaldi en el MALBA en 2003, en su desfile “LUZAZUL” participaron 111 modelos entre ellos los alumnos de la Beka K, Guillermo K y muchos amigos.

Tras la finalización de la beca, la pareja se separó y Brandazza se autoexilió en Brasil, donde se dedicó al yoga y trabajó construyendo fantasías en la Scola do Samba Unidos de Viradouro. En 2010 volvió a Buenos Aires y empezó a armar sus primeros desfiles en solitario: “El maestro ciego” y “La Federación de la Luz” en Buenos Aires y “La conferencia de los pájaros” en Rosario, convocado por el Museo de Bellas Artes J. C. Castagnino. 

Se trataba de performances de moda, fuera del circuito comercial, en parques y plazas. Al volver a Rosario conoció a los artistas Federico Leites y Virginia Negri, quienes lo vincularon con la escena del arte Rosarino. Y junto con muchos de ellos realizó en el MACRO “La Casa de la Serpiente Solar”, una procesión/desfile desde su casa taller hasta el museo donde había una carpa gigante que albergaba un montículo de arena donde se dejaban ofrendas. 

La experiencia le mostró que moda y arte eran dos órdenes que podían superponerse y Fede Cantini lo convenció de hacer una muestra en su galería Jamaica. Ahí surgió “Muchacho del Paraná” en 2021, en homenaje a la escultura del rosarino Lucio Fontana.

“Yo me siento un artista que trabaja con su entorno y territorio, el imaginario del Paraná aparece en mi obra de vivir el río y su contexto. Desde su paisaje, desde los artistas que hablan de su paisaje hasta los fines de semanas con amigos en sus islas —asegura—. La escultura de Fontana la conocí de grande, pero me llevó a mi infancia. La editorial Iván Rosado publicó Niño del río, un libro de Inés Marcó sobre la obra que me influenció mucho. Ahí empecé a trabajar con esa figura que al principio me gustaba por el nombre: ‘Muchacho del Paraná’, era pop, era yo”. 

Cantini venía haciendo obras con barro y Brandazza tenía en la cabeza un desfile de De Loof en Ave Porco donde todas las modelos estaban vestidas de blanco y caminaban por una pelopincho con barro. “Quería homenajear a Sergio, mi artista argentino favorito, hacer algo así: ropa blanca con joyería de barro, una especie de Schiaparelli sudaca” —afirma. Y si bien había pasado de la pasarela a la galería, la moda seguía siendo una parte fundamental de su obra: “El mural que arme en Jamaica era una especie de desfile de sirenas, todas hechas de seda blanquísima sobre paredes pintadas con barro con mis manos y la de mis amigos —recuerda—. Tenía mucho de lo que hacía antes sin ser ropa, pero la manera en que está compuesto parece el final de un desfile. Siempre me gustaron los finales de los desfiles con toda la gente montada posando extasiada, como los especiales de las revistas Vogue con supermodelos”.

Auspiciado en conjunto por las galerías Jamaica y Pasto, Brandazza presentó en Micro Feria de Rosario de 2021 sus primeros “barritos” (dibujos hechos con gubias sobre barro del Río Paraná aplicado con las manos en madera con paisajes, personajes y/o habitantes del río) y vendió todo. En 2022 ganó el Premio del 74 Salón Nacional de Rosario Fundación Castagnino y Premio Ministerio de Cultura de la Provincia de Santa Fe 98 Salón Nacional de Santa Fe con sus murales. 

En el 2022 presentó “Parampara”, su primera muestra individual en Buenos Aires en la galería Pasto. Le siguieron participaciones en ArteBA y Arco Madrid que dieron por resultado la adquisición e ingreso de sus obras “Niño del río” al Museo Moderno y “NiñoSoldadito” al MALBA: “Lo dibujé como si estuviera hecho de ladrillos y le agregué escenas de las quemas de las islas sobre dibujos de Raúl Domínguez, el pintor de las islas, lo puse en un lugar imaginario y posible. El ‘Muchacho del Paraná’ de Fontana no estaba en un museo, estaba en una plaza originalmente. La idea era que estuviera en un paisaje de mi ciudad actual. Mis barros son en su mayoría bocetos de esculturas que haré en algún momento. Esta manera de trabajar la heredé de mi profesión como diseñador, bocetamos y después eso se convierte en una escultura que lleva un cuerpo. Quisiera que todos mis dibujos en barro terminen siendo esculturas”.

En septiembre Brandazza se presentó junto a Pasto en ArtRío, en el sector SOLO, con curaduría de Ademar Brito con un solo show y su pieza “Joao del Barro” fue adquirida por el Museo de Arte de Río. Actualmente se encuentra preparando un libro sobre su obra con la editorial Actividad de Uso de los artistas Pablo Achinelli y Leandro Tartaglia, con edición general de Cecilia Palmeiro y textos de Gabriela Bejerman, Feda Baeza, Pablo Montini y Magui Testoni, entre otrxs. También está trabajando en una obra site specific titulada “Cae la noche tropical”, que se presentará el 9 de noviembre en Casa da Cultura do Parque, en Sao Paulo, Brasil.

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