Fuente: Ámbito ~ Mónica Goldstein acaba de inaugurar la muestra “Insondables”, que se apoya y continúa esta disciplina creada en los años 30 por Marcel Duchamp.
“La boîte verte” (La caja verde, 1934) de Marcel Duchamp está considerado como el primer libro de artista. Edward Ruscha, Dieter Roth, Marinetti y otros futuristas; Max Ernst, Jean Arp, Man Ray,, Cornell y Anselm Kiefer están entre los creadores de esta propuesta que parte de un concepto visual para transformarlo en una obra de arte en sí misma. En nuestro país es muy larga la lista de los artistas que explotaron las posibilidades del libro como espacio creativo y de experimentación.
Entre ellos, Matilde Marín, León Ferrari, Mirta Dermisache, Grupo Escombros, Rubén Echagüe, Alicia Díaz Rinaldi, Mirta Kupferminc , Nora Iniesta , Graciela Marotta autora de un importante libro de consulta sobre el tema, y por supuesto , una destacada referente de esta disciplina como Mónica Goldstein, que expone actualmente una muestra titulada “Insondables”.
Esta artista cubre distintas disciplinas: pintura, dibujo, obra gráfica, fotografía intervenida, libro de artista. Un extenso curriculum que señala su participación en salones, bienales, Museos de Libros de Artista como el de Alfredo Portillos, muestras en el país y en el exterior.
Goldstein mezcla todas las técnicas y materiales, papeles, telas, piedras, metales en una obra influenciada por el pensamiento oriental. Aprendió sánscrito, entró en contacto con el budismo y el yoga, buscando expresar armonía y paz. Insondable significa que es tan profundo que no se puede analizar su fondo y que no puede ser comprendido por misterioso, difícil e impenetrable. Pero la obra de Goldstein no es críptica, por lo contrario, nos lleva a una zona marcada por la espiritualidad.
En diálogo con la artista nos dice que en 2009 comenzó a sacar fotos de agujeros, piedras, troncos, nubes y caminos. En el curso del tiempo las mandó a imprimir y también las intervino con tinta china, grafito, lápices grasos y realizó su primera serie de agujeros. En el Diccionario de Símbolos de Jean Chevalier, el agujero es símbolo de apertura a lo desconocido, es la espera o la revelación repentina de una presencia; está relacionado con los símbolos de la fertilidad en el plano biológico y de la espiritualidad en el plano psicológico.
Juan Eduardo Cirlot, autor también de un importante Diccionario de Símbolos , destaca que en muchas pinturas del simbolismo, concretamente en el Orfeo de Gustave Moreau, aparecen en los paisajes de fondo rocas horadadas con evidente sentido trascendente. Salvador Dalí tenía como obsesión la práctica de agujeros regulares en forma de ventanas en algunas espaldas de sus personajes.
Goldstein se ha preguntado que habría en el fondo de esos agujeros que fotografió en la naturaleza, en las rocas, en los árboles, en la tierra, entre las nubes. Estas preguntas están relacionadas con su interés por el espacio sideral, las teorías acerca del universo y de los agujeros negros.
En cuanto a su serie “Senderos” refieren a la vida de cada uno como su propio sendero que va trazando al vivir. Stephen Hawking en “Breves respuestas a las grandes preguntas”, señaló que según la teoría cuántica el universo no tiene una única historia, sino todas las historias posibles, cada una de ellas con su propia probabilidad.
La obra de esta artista está cargada de espiritualidad ya que sus temas están relacionados con la naturaleza, el tiempo, el universo, dándole al contemplador la oportunidad de ingresar en lo insondable para que como ser humano continúe haciéndose preguntas sobre la existencia. Clausura el 3 de junio. Galería Arcimboldo – Reconquista 761. Dep. 14. (Lunes a viernes de 16 a 19).