Fuente: Telam – Entre las medidas implementadas para reducir su impacto ambiental se instalaron sistemas de iluminación led, la promoción del uso de transporte público y bicicletas para los empleados, mejoras en la gestión de residuos y reciclaje de papel y cartón.
La instalación de luminaria led, la separación de residuos y la promoción del transporte públicos son algunas de las medidas que comenzó a implementar el Museo de Arte Moderno de Buenos Aires luego de que se convirtió recientemente en la primera institución de este tipo en la ciudad en calcular su huella de carbono para combatir el cambio climático, informaron este jueves sus autoridades.
La medición incluyó la evaluación de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) generadas por las operaciones del museo, incluyendo el consumo de energía, la gestión de residuos, los viajes de los empleados, entre otros factores, y dio como resultado 356 toneladas a lo largo del año pasado.
«Fue un trabajo que llevó aproximadamente dos años, queríamos analizar cuál era el rol del museo como emisor de carbono. Buscamos trasmitir el mensaje de que es necesario un cambio ambiental en la sociedad y los museos queremos contribuir a ese cambio», dijo a Télam Marina von der Heyde, gerente de Sustentabilidad.
Entre las medidas que está implementando el museo para reducir su impacto ambiental se encuentran la instalación de sistemas de iluminación led en un 90% del edificio, la promoción del uso de transporte público y bicicletas para los empleados, la mejora en la gestión de residuos mediante su separación en el edificio y retiro de papel y cartón, en alianza con una cooperativa de recicladores urbanos.
Asimismo, el museo trabajó en la concientización del equipo y los visitantes: desde el departamento educativo del Moderno se diseñó una programación con actividades que fomentan el cuidado del medio ambiente a través del vínculo entre el arte y la ciencia, mediante talleres de concientización, alianzas con organizaciones y desarrollo de recursos pedagógicos.
«El Moderno se compromete a continuar con el monitoreo de su huella de carbono y a realizar acciones tendientes a convertirlo en un museo carbono neutral«, aseguró von der Heyde y comentó que en la separación de basura, los residuos orgánicos se compostan para luego nutrir a las plantas que hay en el edificio, ubicado en la avenida San Juan 350.
A partir del envío de su Reporte de Huella de Carbono Organizacional, el Museo Moderno obtuvo en 2023 la certificación de la Agencia de Protección Ambiental de la Ciudad de Buenos Aires (APrA).
Además, esta medición está en línea con el Plan Carbono Neutro 2050 de Naciones Unidas que nuclea a las principales ciudades del mundo, entre ellas, a la Ciudad de Buenos Aires.
La neutralidad de carbono implica alcanzar un resultado neto de cero emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), esto es, emitir a la atmósfera la misma cantidad de gases que se absorbe por otras vías.
«Somos de los primeros museos del mundo en medir la huella de carbono y buscamos integrar todo este cuidado del medio ambiente a la programación y a lo que se desarrolla dentro del museo. Queremos brindar una experiencia de calidad al visitante y que también se lleve reflexiones que le propongan un cambio, que ese impacto en las personas después se vea reflejado también en la sociedad», explicó la gerenta.
«Los museos hoy están tomando un rol más preponderante como catalizadores del cambio y en ese rol los conceptos como la sustentabilidad están ganando más fuerza», agregó.
Para impulsar esta idea, desde el Museo de Arte Moderno presentó este mes una muestra que busca revalorizar el sentido de la naturaleza para las más de 2000 personas que visitan la institución, con visitas de hasta 8 colegios por día.
Curada por Alejandra Aguado y Rodrigo Barcos como curador asistente, se inauguró la muestra «Manifiesto verde» en la planta baja del edificio del museo de San Telmo, donde el artista Nicolás García Uriburu (1937-2016) expresa su voluntad de denunciar el antagonismo entre naturaleza y civilización, tomando como punto de partida su militancia medioambiental en los años 70.
«La muestra viene a poner en valor de nuestra casa que es el planeta y ver cómo lo cuidamos, en sus distintas capas de sentido. Es muy interesante que los artistas que hablen sobre sustentabilidad, de ecología, de la importancia de la naturaleza», concluyó von der Heyde.