Fuente: La Nación ~ Es la pintura que inauguró una serie creada por el artista a partir de la dolorosa experiencia de acompañar a enfermos graves en el Hospital de Clínicas; fue elegida por el especialista en arte latinoamericano del centro de arte parisino.
La obra Deseando misericordia, del artista argentino Santiago García Sáenz (1955-2006), fue adquirida por el Centre Pompidou, de París, Francia. Fechado en 2001, es un óleo sobre tela de la serie “Cristos enfermos o Cristo en los enfermos”, que se inició en 1990 cuando García Sáenz junto con Liliana Maresca se sumaron como voluntarios del Hospital de Clínicas para acompañar a pacientes en estado de gravedad. “Estamos muy orgullosos y emocionados con esta compra”, dijo a LA NACION Diego García Sáenz, que resaltó el trabajo de la galería Hache para revalorizar la obra de su hermano.
“En la feria Arco del año pasado, Paulo Miyada, curador del Comité Latinoamericano del Pompidou, vio el trabajo de Santiago y eligió este cuadro. Después de un proceso que duró cerca de un año, se concretó la compra en el marco del Programa de Adquisiciones de ARTEBA 2022″, contó García Sáenz, que prefirió reservar la cifra de la operación. El trabajo del artista integró la sección de arte latinoamericano de Arco 2022, Nunca lo mismo, curada por Mariano Mayer y Manuela Moscoso.
“Lo que es único en la manera que tiene Santiago García Sáenz de pintar las escenas de melancolía y finitud es que desarrolla una técnica absolutamente personal, muy poco abordada por las vanguardias y las post vanguardias a la hora de pintar atmósferas, un campo cromático y luminoso que es tan relevante para la percepción de la pintura como lo son sus figuras y sus símbolos. El ingreso de esta obra a la colección del Centre Pompidou será un importante movimiento hacia una compresión pormenorizada de cuestiones de género y problemáticas sociales en Latinoamérica y permitirá la revisión de capítulos de la historia que por alguna razón fueron malinterpretados o ignorados en su tiempo”, dijo Miyada.
De tonos claros, con un efecto de luces que iluminan un camino, en la pintura se ve una especie de habitación con camas, una persona en el suelo y una cruz con un Cristo en la altura. Como explica la galería en un comunicado, la obra (la primera de la serie) surgió a partir de un relato de encierro y dolor que narró un camionero internado en el piso de Urología del Clínicas. García Sáenz vendió luego el cuadro al artista Carlos Colombino, fundador del Museo de Barro en Paraguay.
“Esta serie puede pensarse desde dos referencias bien claras: por un lado, la Guerra del Paraguay, que fue un interés permanente en su obra a partir de estos viajes que realiza a Asunción, y por otro lado, la epidemia del VIH/Sida, que para ese entonces ya había cobrado la vida de muchos artistas. Los espacios que elige para retratar estos cristos son muy diferentes entre sí, desde habitaciones solitarias hasta tiendas improvisadas al aire libre. Por eso podemos pensar estas obras entre la extensa agonía de un enfermo y la urgencia del herido en batalla”, informa la galería y agrega que en aquellos años García Sáenz tuvo que despedirse de varios amigos.