Fuente: Clarín – Con una rodilla, un bíceps y una imponente cabeza de mármol, entre otros fragmentos milenarios, se reconstruyó en Roma la colosal estatua de Constantino, el primer emperador que se convirtió al cristianismo en el siglo IV.
Desde este martes, la obra se puede ver por primera vez en un jardín de Villa Caffarelli, en lo alto de la colina del Capitolio.
La reproducción de la estatua, de 13 metros de alto, representa a Constantino cubierto con una prenda de bronce, tal y como ocurría en las obras erigidas en la antigua Roma para representar a dioses y emperadores.
El trabajo fue realizado con impresoras 3 D por Factum Foundation for Digital Technology, una entidad sin fines de lucro, radicada en Madrid.
Esta estatua es la más grande de la que se han hallado restos en Roma, precisó Claudio Parisi Presicce, curador encargado de los monumentos de la capital italiana, y fue colocada en el jardín en lo alto de la colina del Capitolio, desde donde se ve el Foro romano.Restos originales. Del Coloso de Constantino, en los Museos Capitolinos de Roma. EFE/ Miguel Salvatierra
«La impresión que se tiene ante esta estatua del emperador es un reflejo de la sensación de sus súbditos frente a una imagen imperial», apuntaron expertos.
Aún así, esta obra no era la más grande de Roma, pues el récord lo tiene el coloso que representaba al emperador Nerón, de 30 metros de altura y erigido cerca del lugar donde actualmente se encuentra el Coliseo.
La reconstrucción, por partes
Durante cientos de años, arqueólogos, historiadores y turistas tuvieron que recurrir a su imaginación para hacerse una idea de cómo era la estatua completa, a partir de fragmentos de mármol aún expuestos en los museos del Capitolio.
Los creadores de la réplica viajaron hace 2 años a los Museos Capitolinos para escanear «a niveles submilimétricos», con una técnica de alta resolución llamada fotogrametría, los restos de la pieza conservados.
La estatua fue reconstruida en resina a partir de una decena de fragmentos de mármol conservados en el Capitolio: 2 manos y 2 pies, 1 rodilla y una pantorrilla, 2 fragmentos de bíceps con venas aparentes, un pedazo de torso, sin olvidar, por supuesto, la enorme cabeza.
«Estudiando cada uno de los fragmentos entendimos que la piedra y el mármol conservan las trazas del montaje de la escultura original», indicó Claudio Parisi Presicce, el superintendente de Bienes Culturales del Ayuntamiento de Roma.
Gracias a los estudios, se supo que algunas partes de Constantino, quien instauró el cristianismo como religión del Imperio y creó la capital de Constantinopla, la actual Estambul, quizá habían formado parte de una estatua más antigua. Unos detalles en el mentón sugieren que la estatua original tenía barba.
El monumento resultante permanecerá en lo alto de la colina del Capitolio al menos hasta 2025, año jubilar en el que se espera que millones de peregrinos católicos lleguen a Roma.
Todavía no se decidió adónde se trasladará la mega obra posteriormente.