Fuente: La Nación ~ Se supo anoche por redes sociales y causó indignación; 370 artistas representados por 94 galerías y espacios estaban trabajando para mostrar sus obras.
La cancelación en Córdoba de la feria Mercado de Arte Contemporáneo (MAC), anoche, sin mayores explicaciones ni comunicados oficiales, y a quince días de su inicio, despertó indignacióny reclamos en todo el ámbito de la cultura nacional. En esta edición, la feria más vital y consolidada de las provincias iba a celebrar sus diez años, y su ausencia afecta a todo el sistema del arte argentino. Da un paso atrás en el enorme esfuerzo de descentralización que se viene haciendo en los últimos años.
Ayer por la tarde, la comisión de Faro (Asociación Civil de Galerías de Arte de Córdoba), representantes de la Fundación Pro Arte y otras organizaciones mantuvieron una reunión con autoridades municipales en donde les comunicaron la cancelación. Poco después empezó a circular la noticia, cuando el equipo de curadoras (que quedó afuera de la sala) y Faro compartieron su reclamo en las redes sociales. Bastante más tarde, a la noche, llegaron correos a las casillas de los participantes informando que la feria que iba a realizarse entre el 3 y el 6 de noviembre estaba cancelada.
La feria debe hacerse por ordenanza municipal, por lo que no hablan de cancelación sino postergación o reprogramación para mayo o junio de 2023, que en la práctica es lo mismo. En esta edición, MAC iba a mudarse de la plaza central de la ciudad a una nueva sede en el Centro de Convenciones Córdoba Juan Bautista Bustos, complejo ferial cercano al Estadio Kempes. “La implicancia de esta decisión genera un enorme perjuicio económico para todos los actores que formamos parte de las artes visuales”, dice la circular de Faro.
Consultado por LA NACION, el secretario de cultura Mariano Almada respondió a través del organismo de prensa: “No es una cancelación. Sí se hará la Feria de Arte. Sólo estamos reprogramando. Se tiene la voluntad de sentarnos en una mesa de diálogo para coordinar acciones con todas las instituciones, tendientes a su realización de manera positiva y exitosa. En este momento se están teniendo reuniones con la Agencia Córdoba Cultura, una de las coorganizadoras. No se está dejando a nadie afuera de la feria. Se van a cumplir todos los compromisos. Sólo es una reprogramación por unos meses. Sólo eso”. En la carta enviada desde MAC a los galeristas, se hablaba de postergarla para coincidir con los festejos por los 450 años de la ciudad en 2023.
Alejandro Dávila, uno de los galeristas con más años en el mercado cordobés con Sasha D., fue uno de los presentes: “La reunión fue álgida. Por impericia y desorganización de la Secretaría de Cultura de la Municipalidad de Córdoba, el secretario de cultura se vio obligado a suspender la feria porque no llegaba con los tiempos para realizarla correctamente. Es un absurdo porque desde febrero de este año está trabajando el equipo de la municipalidad, con opinión de los sectores interesados, aunque no hemos tenido injerencia. Es producto de la inexperiencia de funcionarios que deciden hacerse cargo sin comprender ni conocer el sector ni la importancia que tienen las artes visuales. Es obvio que no movilizamos tanta gente como la música, pero somos importantes dentro de las industrias culturales. La semana pasada informó que había problemas con el espacio, y después cuestiones técnicas. Las contrataciones corrían por cuenta de la municipalidad y nada de eso se hizo. Se quedaron dormidos. Es un absurdo. Nos han subestimado”.
“Todos estos meses imaginamos el encuentro y la celebración de nuestra comunidad del arte. Diez ediciones sostenidas con muchísimo trabajo. Es enorme el destrato que sufrimos y ahora este desenlace sin fundamento en el difícil contexto en el que nos encontramos. Llevábamos semanas sin que nadie nos respondieran mails ni llamadas. Trabajamos con un secretario de cultura que siempre dijo que no sabía nada de arte ni se dejó informar”, lamentó la artista Sofía Torres Kosiba, curadora de la feria junto con Manuel Molina y Romina Castiñeira. “Estaban trabajando para esta edición 370 artistas, representados por 94 galerías y espacios de arte (32 de Buenos Aires, 31 de Córdoba, nueve de Santa Fe, cinco de Tucumán, tres de Uruguay, dos por Mendoza, Santiago del Estero, Salta y Perú, y uno por Chaco, Misiones, Río Negro y Protugal), junto con 83 profesionales del arte”, enumera Castiñeira.
“Estamos deshechos – dice Natalia Albanese, gestora y curadora que dirigió ocho de las nueve ediciones anteriores de la feria–. Hace semanas que venimos mordiendo esta crisis. No sólo por el maltrato que sufrió el equipo de trabajo, sino por la expectativa generada a los expositores que esperan esta cita anual porque les da trabajo, visibilidad y reconocimiento. Esta cancelación viene a quebrantar años de trabajos en los que MAC se había consolidado como una propuesta que descentralizaba, que condensaba las diversidades estéticas y narrativas del país y la región”.
Hay consternación entre las galerías que ya habían hecho inversiones en pasajes, stands, alojamiento y que habían animado a sus artistas a preparar obras para la feria. “Impresentables. No importa el tiempo, la energía, la inversión, el gasto, las ganas y el entusiasmo de aquellos que nos ocupamos de armar una propuesta junto a nuestros artistas. Vergonzoso todo”, dice Mariela Mayorga, de Smart Gallery, galería de Recoleta que ya tenía tres pasajes pagos sin devolución, como muchísimos otros participantes. “Me pareció fuerte enterarnos por las redes. El mail de la feria llegó a las 23. Es desgastante este mercado para todos los que hacemos algo por el arte”, dice.
“Lo peor es que mandaron un mail para cobrar los stands la semana pasada sabiendo que no harían la feria desde hace meses, la estafa es moral y económica”, dice Georgina Valdez, galerista de The White Lodge. “Cerrar una feria de arte es denegar la circulación y el acceso al patrimonio artístico a todos los ciudadanos, pero la peor parte es dar de baja oportunidades de trabajo tanto a artistas como a todo un sector que se moviliza durante una fecha tan importante. Las razones son las de siempre, el desinterés total por nuestra cultura local por parte de los que nos gobiernan”, agrega.
Los coleccionistas Joaquín Rodríguez y Abel Guaglianone iban a viajar para entregar el Premio in Situ, que inauguraron este año en la primera edición de la feria de Corrientes. “Es una vergüenza y una falta de responsabilidad lo que han hecho. No es la cancelación de un evento cultural solamente, sino de una importante instancia comercial que sustenta gran parte del sistema del arte. Es a través de las ventas donde se generan ingresos para los artistas y las galerías. La feria también es un gran espacio para el networking: premios, adquisiciones, charlas, recorridos por instituciones, encuentros de pasillos que generan movimiento, conexiones, trabajo”, dice Rodríguez. “No tienen idea del disparate que cometieron. Se nota que nunca movieron un dedo para todo lo que logramos con tanta seriedad y entrega, desinterés y ganas”, agrega Guaglianone.
La artista Dolores de Argentina venía reflexionando hace días con una carta ficcional a Emilio Caraffa, artista fundacional del arte cordobés, que da nombre al museo provincial. “La situación de la cultura y especialmente de las artes visuales de nuestra provincia necesita de conversaciones y reflexiones profundas para entender cómo hemos llegado a este lugar de incertidumbre y por qué no es posible progresar sostenidamente bajo el concepto de un verdadero plan de acción”, dice.
Había sido invitada por el equipo curatorial a curar Zona Germinal, el área dedicada a las infancias, con artistas como Marula Di Como, Cristian Dios, Celina Hafford, con quienes estaban trabajando hace meses. “Ahora a dar explicaciones a todos. Qué vergüenza que siento”, lamenta. En el equipo curatorial de la feria también trabajaban Solana Molina Viamonte (Programa de Adquisiciones); Paula Páez (Programa de performance); Lucas Aguirre (Programa de realidad aumentada); Violeta Mansilla (Programa de videoarte); Demian Orosz (edición libro-catálogo); Andrei Fernandez (Programa Auditorio); Julia Levstein (en el área de ediciones), y Flor Magaril por CCEC (programa de mediación cultural). “Este momento de mucha frustración y tristeza podría leerse como la amenaza de la continuidad de un espacio ganado para el mercado del arte y su proyección internacional; o como una oportunidad para revisar el modelo de gestión de este evento y avanzar hacia una organización conducida por actores clave, conocedores de la escena y donde el Estado aporte permisos, avales y financiamiento. En la región hay varios casos que funcionan muy bien”, reflexiona Castiñeira.
El llamado es a no bajar los brazos. “Córdoba debe ser ejemplo y no resignarse a abandonar un protagonismo central y federal en las artes visuales, tirando por la borda años de trabajo y experiencias adquiridas”, dice Julio Suaya, gestor cultural. “Solo puedo decir que me solidarizo con toda la gente que perdió su empleo por esta repentina decisión”, dice Raúl Flores, miembro del comité de selección de la feria.
Organizada por la Secretaría de Cultura y Juventud de la Municipalidad de Córdoba y por la Agencia Córdoba Cultura del Gobierno de la Provincia, figura la participación de Faro, la Facultad de Arte y Diseño de la Universidad Provincial (UPC), la Fundación Pro Arte y la Facultad de Artes y Diseño de la Universidad Nacional (UNC) y el acompañamiento del Banco de la Provincia de Córdoba, del Centro Cultural España Córdoba y de la Red de Gestión Cultural Pública. “Nunca nos convocaron, se intentó armar una mesa de trabajo, pero nunca hubo voluntad de trabajo conjunto”, dice Valdez, desde Faro. La feria iba a retomar el formato de presencialidad plena luego de la pandemia y de la edición en formato híbrido de 2021. “Es una bolsa de trabajo, no solo por la venta de obras y el galerismo, sino también por la curaduría, la técnica, la edición, el diseño, la escritura, la producción, el transporte, la comunicación, la arquitectura, el montaje, la mediación cultural, el registro”, enumeró Manuel Molina en sus redes.
“En un mundo que se torna cada vez más intangible, nublado y espectral, parafraseando al filósofo surcoreano Byung-Chul Han, las ferias son los espacios de encuentros clave no solo para la comercialización sino también para el contacto con otras personas. MAC cumpliría diez años y a partir de su gestación Rosario, Santa Fe, Corrientes y Chaco lo tomaron como modelo a seguir –continúa Albanese–. Este atropello se contrapone no sólo a la inmensa labor de cientos de artistas, curadores, galeristas y coleccionistas sino también va a contrapelo de las indicaciones de la UNESCO donde se entiende a la cultura como columna vertebral de la sociedad y el estado debe garantizarla y expandirla”.