Fuente: Telam – La muestra inaugural, titulada «Natural celebración» reúne pinturas, collages y esculturas que invitan a descubrir la dependencia y conexión con el reino vegetal con más de 40 obras del artista visual Fernando Brizuela.
El mapa de galerías de arte se amplía en estos días con la aparición de Biga Art Gallery, un espacio dirigido por Gabriela Campo que abre sus puertas este jueves en el porteño barrio de Recoleta con una muestra titulada «Natural celebración», integrada por más de 40 obras del artista visual Fernando Brizuela que remiten al mundo vegetal y trazan una genealogía de seres mitológicos.
Biga Art Gallery se propone como punto de encuentro de artistas, coleccionistas y amantes del arte emplazando su propuesta en Arenales 1181, una zona donde el arte ya pisa fuerte con galerías como Praxis, Herlitzka & Co o Smart Gallery, que se suman a la oferta de espacios como el Palais de Glace, el Centro Cultural Recoleta y el Paseo de las Artes Duhau.
Mientras se completa la definición del staff de artistas que integrará la galería dirigida por Campo, la apertura del novísimo espacio estará a cargo de Brizuela, que en su inauguración tendrá un «mix tape» a cargo del artista sonoro Martín Sandoval y acciones performáticas inspiradas en la obra expuesta, informan desde la galería.
Además, la exposición cuenta con la curaduría de la periodista y curadora Mariana Gioiosa, quién estará a cargo de la coordinación curatorial de la galería.
«Biga es el fermento de la masa madre, la masa madre es la estructura de la cual efervescente una obra de arte, la cual será curada y celebrada. El fermento leva una creación que emerge del poder creador del artista», expresa Campo a Télam.
La galería se manifiesta «comprometida con la visualización de artistas en sus diferentes expresiones» con la exhibición y posicionamiento de obras mediante «exhibiciones que desafíen, exploren e investiguen conceptos contemporáneos», en una relación entre artista, obra y público para «crear, curar y celebrar».
Campo se desempeñó en el área empresarial, cursó una maestría en gestión cultural y además dirige el espacio sin fines de lucro Ocmi Cultura, una derivación de la clínica médica homónima cuyo objetivo es visualizar artistas contemporáneos y acompañar «al paciente en su proceso de tratamiento propiciando el bienestar psicobiológico y psicoemocional», según cuenta.
La muestra inaugural reúne pinturas, collages y esculturas que invitan a descubrir la dependencia y conexión con el reino vegetal en una relación que va más allá de lo visual y se arraiga en la esencia de lo que significa celebrar, en esas más de 40 piezas conformadas por acuarelas sobre papel, herbarios pintados sobre acero inoxidable y una colección de porcelanas antiguas intervenidas con marihuana.
Se trata de obras que sitúan las plantas en tanto narradoras de historias, revalorizadas en sus propiedades medicinales, espirituales y simbólicas presentes en las distintas ceremonias humanas.
Brizuela toma el mundo de las plantas y desarrolla «estudios botánicos y paisajes que rinden homenaje al universo herbal, donde personajes enmascarados son mimetizados con «plantas que pasean exultantes por palacios y jardines», así como seres mitológicos que «evocan la fertilidad y la conexión con el mundo natural», señala la curadora.
Entre ellas se destacan acuarelas como «Infinito Vegetal» (2003), una banda de Moebius creada con plantas, o esculturas tales como «Cortesanos», realizada con las tradicionales figuras de porcelana intervenidas por flores de marihuana y material de marquetería.
«En el torbellino de la alegría festiva, detenerse a reflexionar sobre el papel de las plantas revela una historia más profunda. No son simples adornos efímeros, sino presencias silenciosas que enriquecen nuestros festejos», describe el texto curatorial.
Brizuela (Buenos Aires, 1971) estudió Pintura en la Escuela Nacional de Bellas Artes «Prilidiano Pueyrredón» (1993-1999), en la actual Universidad Nacional de las Artes. Recibió becas para los talleres de los artistas Carolina Antoniadis y Juan Doffo, del Fondo Nacional de las Artes para el proyecto Bicicleta Psicoactiva de 2017 y otra de formación para estudiar con el artista Carlos Ginzburg en París, en 2018.
Realiza exposiciones individuales desde 1998 en espacios de galerías como Chez Vautier (Historia Natural, 2010), Z-Lab (Camuflados, 2012 y Dispersos, 2013), Cecilia Caballero (El material del futuro, 2019), o en el Museo Provincial de Bellas Artes Timoteo Navarro de Tucumán (Causas y Efectos, 2018), así como en La Base Cultural en Avellaneda donde presentó «El monstruo que no dejan salir» (2021).
«Natural Celebración» podrá visitarse con entrada gratuita hasta el 29 de febrero de lunes a viernes de 14 a 19.