Fuente: Clarín – Está en el Parque de la Innovación, en el predio del ex Tiro Federal.Qué simboliza y de qué materiales se hizo.
¿Le apareció una competidora a la Floralis Genérica? En noviembre, el Parque de la Innovación inauguró una obra de arte de dimensiones monumentales, que promete poner en apuros a la flor metálica. Se trata de Arbórea Magna, de la artista plástica rosarina Nicola Costantino.
El árbol – robot de Costantino tiene 34 metros de altura, una estructura de hierro galvanizado y más de 700 focos led que se encienden al caer el sol y cambian de color.
Parte del suelo que rodea a la escultura, y el tronco de este árbol, están revestidos con cerámica. Los diseños representan a la flora autóctona y fueron realizados por Costantino a través de un técnica que la artista exploró e investigó durante la pandemia: nerikomi.
De origen japonés, la técnica consiste en realizar modelos repetitivos, patrones -del motivo que sea, en este caso vinculados a la naturaleza- para luego agruparlos. Las piezas no se pintan, sino que se le aplican los pigmentos directamente en la arcilla fresca.
Se llevan a cabo en gres y son cocidos a altas temperaturas. Justamente este proceso permite que tenga una resistencia excepcional.
Más allá del diseño de la artista -en el que también se ve reflejada con singular belleza la corteza de los árboles- Nicola tuvo la colaboración de los y las alumnas de la Escuela de Cerámica N°1.
En la Fundación Santander (Paseo Colón 1380, San Telmo) se puede ver aún la muestra que realizó Costantino, «PaRDeS, el jardín del tiempo suspendido». Con la misma técnica japonesa, creó decenas de ramos de flores, que se encuentran suspendidas, con sus raíces al aire. Vale la pena verlos bien de cerca, para descubrir el trabajo meticuloso de cada pieza.
Como le dijo Costantino a Cultura de Clarín, “un monumento público tiene que ser atractivo, misterioso, interesante pero, a la vez, simple porque no pueden ser indiferente”.
Un detalle de Arbórea magna en el Parque de la Innovación.
Por tradición, los ícono que representan a la Ciudad están vinculados a sucesos de la historia, como pueden ser los que fueron donados por las colectividades de inmigrantes. Sólo por nombrar a algunos de ellos: el Cristobal Colón que hoy se luce en Costanera Norte (que casi durante 90 años estuvo ubicado detrás de la Casa Rosada), el Monumento de los Españoles (en el cruce de las avenidas Sarmiento y Libertador), el San Martín sobre su caballo en la plaza homónima de Retiro o el Monumento a la cordialidad argenitno-uruguaya, en Parque Lezama. Por supuesto, el Obelisco del arquitecto Alberto Prebisch.
La Floralis Genérica vino a romper esa hegemonía de mármol, cemento y hierro fundido para brillar con sus seis pétalos gigantes de acero inoxidable y aluminio. Fue diseñada y financiada por el arquitecto argentino Eduardo Catalano, quien programó incluso el funcionamiento de los pétalos.
Arbórea magna, la obra de arte de Nicola Costantino en el Parque de la Innovación. Foto: gentileza Felipe Bozzani @Felipe Bzk
En 2022 cumplió 20 años y representa no sólo a todas las flores, sino a todas las plantas. Pesa 18 toneladas y mide 24 metros de alto. En el interior tiene cuatro pistilos que se iluminan en la noche.
La Floralis es uno de los atractivos turísticos ineludibles de la Ciudad. No importa el horario ni el día, siempre está lleno de gente. Se ven decenas de micros de turistas y el nuevo mobiliario -bancos tipo reposeras y mesas de picnic- siempre está en uso.
Como la Floralis, el árbol de Costantino no se identifica con una sola especie, por eso tiene ramas de pino marítimo, corteza de diferentes arboles, hojas del cedro, algo de los gomeros: “Es un híbrido de todos los árboles», dijo. Con este diseño, la artista plástica ganó un concurso abierto que se llevó a cabo en 2022.
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Arbórea magna, la obra de arte que puede ser un nuevo ícono de la Ciudad en el Parque de la Innovación.Foto: gentileza Felipe Bozzani @Felipe Bzk
La imagen nocturna de Arbórea Magna es impactante: las ramas se expanden desde el tronco, con hojas lumínicas que cambian de color y proponen un juego visual que vale la pena descubrir.
El desafío para la Ciudad no es menor: el mantenimiento depende del Parque de la Innovación. En tiempo de crisis y presupuestos a la baja, habrá que desear que corra mejor suerte que la Floralis de Catalano, cuyo sistema de apertura de pétalos no funciona hace años.
Arbórea magna, la obra de arte que puede ser un nuevo ícono de la Ciudad en el Parque de la Innovación. Foto: gentileza Felipe Bozzani @Felipe Bzk
Arbórea magna, la obra de arte que puede ser un nuevo ícono de la Ciudad en el Parque de la Innovación. Foto: gentileza Felipe Bozzani @Felipe Bzk
Arbórea magna, el nuevo símbolo del Parque de la Innovación. Foto GCBA
SC