Fuente: Ámbito ~ Julio César Crivelli, coleccionista y presidente de la Asociación Amigos del Museo, publicó un libro que recorre sus muchos arcanos.
Julio César Crivelli, presidente de la Asociación Amigos del Museo Nacional de Bellas Artes, ha presentado recientemente su libro “Peregrinaciones y viajes mágicos- Notas sobre arte, historia e identidad-| con prólogo de Juan José Sebreli y Marcelo Gioffré.
Crivelli señala que las tres partes que conforman este libro son simplemente divisiones temáticas: en la primera, “Miradas sobre el arte”, “me concentro en las artes plásticas”. En la segunda, “Intersecciones” “ tomo algunos textos literarios de la escritura bíblica, la pintura, la ciencia” y en la tercera, “Asedios y Variaciones”, “abordo, a través de ensayos breves algunas obsesiones de la cultura y el arte universales”.
“Miradas sobre el arte” está originado en una conferencia dictada para el Harvard Club en el Museo Nacional de Bellas Artes en octubre de 2018 y es un recorrido que, más allá de visitar salas y mencionar artistas clave, reflexiona sobre lo que es un museo y su colección. La del MNBA fue formada por múltiples directores, tantos , que es casi anónima. Pero el autor se enfoca en las ilusiones políticas de los argentinos y también en las desilusiones.
Los museos son reflexiones sobre la identidad de una cultura, de un pueblo, de una historia, y de un lenguaje visual, por lo que nuestro museo mayor es prueba palmaria de ello. El museo muestra arte precolombino, o sea el que encontraron los que llegaron a estas tierras, el arte que admiraban, o sea el mayor acervo de arte europeo de América Latina y el arte que hicieron sus descendientes, el arte argentino . A propósito de este tema, es célebre la polémica que se remonta a 1891 entre el pintor Eduardo Schiaffino y el crítico español Eugenio Auzón que sostenía que era imposible debido a la mezcla de culturas. Tal fue la violencia que se batieron a duelo.
Crivelli nos conduce desde “El gaucho federal” de Monvoisin , ejemplo de la cultura conservadora gauchesca y patronizante de la primitiva clase estanciera, a la Sala Guerrico y la generación del 27 que Crivelli define como la del sueño de la inmigración y del progreso. Crivelli remata con esta frase: “Todavía un puro sueño”.
La sala 24 habla de la república agroexportadora (infraestructura, educación inmigración), se sigue por los gauchos “europeos” de Quirós, la sala “Berni”, la 35 de los concretos, el Pop , el Op, la Nueva Figuración , el arte de los 80, década en la que tuvo lugar la guerra de las Malvinas, el retorno de la democracia y el fracaso de la economía con su primera hiperinflación.
Crivelli analiza artistas emblemáticos en el capítulo dedicado a su propia colección que comenzó en la década del 80 a su regreso después de sus estudios en Estados Unidos. En su opinión las colecciones de arte son depósitos de imágenes, representaciones del mundo del coleccionista, sus ilusiones, la historia que le toca vivir.
Una de las líneas de su colección es el cuerpo. El cuerpo ´para el placer, en la década del 60, el cuerpo disciplinado y preso de la década del 70, su recomposición en la de los 80 y en los 90 vinculado a la sociedad de consumo: De la Vega, Noé , Berni, Pablo Suárez , Garófalo, Cambre Kuitca, Gorriarena, Maresca, Kuitca, Mondongo, Duville, en un contexto enfocado no sólo en la descripción y el significado de la imagen sino también en el contexto político- social de la Argentina, “mujer vanidosa, incapaz, veleidosa, que causa tanto dolor a su paso por la historia”.
Como capítulo final diversas consideraciones sobre su relectura de Cortázar, el camino de Santiago, la Bauhaus, la Meca, El arte y la memoria, El arte y la libertad, Aby Warburg, una miscelánea de temas que le apasionan así como una muy significativa frase casi al final del libro: la ambición de la verdad, por imposible que sea, jamás nos abandona.
=Julio César Crivelli, “Peegrinaciones y viajes mágicos” (BsAs., Mar Dulce, 2020).