Fuente: Clarín Cultura – En el histórico edificio construido en los 80 para la colección Helft, la galería W inaugura cuatro salas más un enorme jardín, con muestras en simultáneo vinculadas a lo ancestral.
Una galería de arte que ocupa todo un edificio. En Defensa 1369, donde Jorge Helft construyó el espacio que albergaría su fabulosa colección –que incluía a Marcel Duchamp y Paul Klee–, el sábado 26 de agosto se abre un nuevo espacio para las artes visuales. La galería W inicia allí una nueva etapa, con una dinámica renovada y cinco exposiciones simultáneas. De Nora Correas a la peruana Chonon Bensho.
Después de cuatro meses de obra, justo enfrente de donde vivía la familia Helft, el edificio de 1000 m2 cubiertos y 500 m2 más de jardín, que está distribuido en dos plantas y dos subsuelos, abrirá W—Galería. “Busqué rescatar un lugar emblemático para Buenos Aires, que mucha gente del medio ya conoce porque Helft fue muy generoso siempre”, contó a Cultura el galerista Ricardo Ocampo. Chonon Bensho, Weshananai, 2023, Embroidery on tucuyo, 124.5 x 181.5 cm.
De esta manera, continua el plan de activar lugares históricos que hace cinco años inició cuando se instaló en el mítico edificio en la calle Viamonte que dio vida al CAyC (Centro de Arte y Comunicación), institución responsable de la internacionalización del arte local y latinoamericano entre 1969 y mediados de los años 90.
“Hace años buscaba un lugar más grande para darle otros espacios a nuestros artistas, algo más dinámico: ahora podemos tener cinco muestras en simultáneo, colgadas cinco meses y medio, con una agenda de actividades vinculadas”, agregó Ocampo. El espacio de Viamonte, por su parte, continuará hasta fin de año, y a partir de 2024 seguirá como W—Archivo, de perfil experimental con proyectos curados más archivo de obra. Fachada de la galería W en Viamonte 452, donde funcionó el CAyC, que dirigió Jorge Romero Brest.
La esencia de la naturaleza
W—Galería, el nuevo espacio porteño de carácter institucional, abre con cinco muestras que comparten un eje de investigación vinculado a la tierra, la materia, el trabajo colaborativo, lo textil, lo indígena y los ancestral. En la sala 1, ubicada en la planta baja, Chonon Bensho realiza su primera muestra individual fuera de Perú, donde fue además la primera indígena en ganar el Premio Nacional de pintura. Nora Correas, Cota, capa, casa, cosa, 1990 Vidrio, juncos, alambre, hierro, tela, pigmentos, madera. 120 x 165 x 70 cm.
Joven artista de la comunidad Shipibo-Konibo, Chonon Bensho es descendiente de los sabios médicos indígenas y de las mujeres que han conservado las tradiciones artesanales. En Buenos Aires, se podrán ver una serie de textiles, esculturas y dibujos que muestran configuraciones espaciales de una originalidad expresiva y los colores que ofrecen pistas de una cultura desconocida: el arte amazónico.
Otra mujer, la emblemática Nora Correas, ocupará la otra sala de grandes dimensiones del espacio. Curada por Florencia Qualina, la muestra incluye una serie de instalaciones como la que se puede ver en Manifiesto verde –ahora en exposición el Museo Moderno– con unos caparazones que emanan de la tierra, con telas teñidas, juncos, maderas y adobe. Mónica Millán, de la serie Inventar la piel, 2023. Ao po’i bordado y guardas cosidas, 50 x 46 cm.
Bajo el concepto de que las obras sean lo menos tecnológicamente intervenidas, en la Sala 3 se presentará el proyecto en el que Mónica Millán trabaja hace cuatro años junto a una comunidad de artesanas guaraníes que tienen el saber del ao po’i. Curada por Carla Barbero, la exposición muestra su trabajo sobre este bordado estilo crochet blanco y calado que es todo delicadeza.
Mientras que la Sala 4 será el espacio para un proyecto colaborativo con Anahí Cáceres, una serie muy grande de los 80 y los 90 que se relaciona con su origen, en rigor, con sus abuelos chilenos de una comunidad del sur cuya vivienda se encontraba en medio del Camino del Inca.
El imponente jardín diseñado para exhibir propuestas contemporáneas y proyectos al aire libre, se inaugurará con una obra de Florencia Sadir, realizada con distintas cocciones de adobe. Sadir es una nueva incorporación de la galería, junto a Marcia Schvartz, Tomás Espina y la mencionada Chonon Bensho. Anahí Cáceres, Sin título, 1986, Técnica mixta sobre lona, 133 x 97.5 cm.
“Buscamos integrar al público que siempre visita muestras con el que nunca fue, y que tenga la posibilidad de ver cinco muestras hasta sentarse en el patio a pensar”, completó Ricardo Ocampo sobre el proyecto. Una trastienda curada del resto de los artistas está pensada para que acompañe a cada muestra; y se suma un auditorio multifuncional.
El porteñísimo nuevo espacio se convierte en la última W que conforma junto al proyecto inaugurado en Pueblo Garzón, Uruguay, W—Naturae, vinculado al entorno natural, y en diálogo con la escena latinoamericana.