Fuente: Clarín by Matt Stevens Empresas como Marvel y Panini han sido acusadas de robar ilustraciones de creadores menos conocidos que dicen que defenderse a menudo resulta inútil.
Bobby Rubio no sabía por qué lo felicitaban. Entonces lo vio: su «Bolt Hero», una figura de abultados bíceps amarillos y brillantes ojos azules que sostiene una pelota de la que surgen rayos y que representa al quarterback de Los Angeles Chargers Justin Herbert, aparecía en una buscada figurita de fútbol americano.
En lugar de estar encantado, Rubio estaba consternado. Nadie le había pedido autorización para utilizar el dibujo que suele compartir en Instagram.
«Me han robado un personaje en cuya creación invertí años sin que nadie me pidiera permiso», dijo Rubio, de 51 años, que trabaja como supervisor de guiones para Paramount Pictures. «¿Cómo se atreven?».
La copia en el ámbito creativo está tan extendida que se ha convertido en un lugar común. Los artistas presentan demandas contra lo que consideran un ataque a su profesión impulsado por la inteligencia artificial, y la Corte Suprema se pronunciará pronto en una causa de derechos de autor relacionada con una serigrafía de Prince realizada por Andy Warhol.
Pero para los numerosos artistas independientes que sostienen que las obras que publican en internet –con la esperanza de conseguir trabajos remunerados o, al menos, público– han sido robadas por poderosas empresas, la búsqueda de reparación se ha convertido en una ardua batalla.
El trabajo creativo publicado en internet se ha convertido en un blanco fácil para el robo, dicen los artistas. Por años, se han quejado de estafadores que hacen copias de calidad inferior de sus piezas artesanales o convierten sus ilustraciones en mercancías vendibles. Otros fustigan a las grandes marcas por copiar sus diseños; en algunos casos, los artistas han presentado demandas.
Para Rubio, la imitación del Bolt Hero fue una toma de conciencia.
«¿Cualquiera puede tomar mis cosas y lucrar con ellas?». Rubio recuerda haberse preguntado cuándo descubrió que su arte de aficionado –creció en San Diego, donde los Chargers jugaron durante décadas– había sido cooptado para una figurita de fútbol de Herbert.
Laura Heymann, profesora de la Facultad de Derecho William & Mary especializada en propiedad intelectual, dijo que, tan pronto como una obra original está «fijada» (escrita, dibujada o registrada de cualquier otro modo), queda protegida por derechos de autor. Cualquiera puede utilizar formas, rasgos y temas básicos. Pero copiar una parte importante de la expresión creativa de un artista constituye una violación de los derechos de autor.
Si dos artistas crean la imagen de un lobo, por ejemplo, muchos elementos razonablemente pueden parecerse, explica Heymann. Pero para Darius Alas, Marvel Studios claramente se había pasado de la raya.
Alas, cuyo nombre artístico es Midiankai, acusó el año pasado a la empresa de copiar el dibujo de un lobo que había creado para la banda de hardcore Born From Pain. La banda dice que le pagó e imprimió remeras con el diseño como merchandising.
Alas dijo que, en un principio, no le prestó demasiada atención al dibujo de Marvel, con el que su esposa se había topado en la publicidad de YouTube para el especial de televisión de Disney+ «Werewolf by Night». «Soy un artista menor», recuerda haber pensado. «Nunca se me pasó por la cabeza que una gran empresa me robaría».
Pero cuando Alas, de 35 años y oriundo de Estonia, observó más detenidamente el lobo de Marvel, se dio cuenta de que incluía algunos de sus errores artísticos. Las sombras estaban fuera de lugar de la misma manera, y la trompa del lobo tenía un sombreado en forma de árbol de Navidad casi idéntico.
Lamentablemente, sus esfuerzos por ponerse en contacto con Marvel y Disney fueron en vano. Lo más frustrante de la experiencia, dice, fue leer comentarios en internet que elogiaban el dibujo del afiche de Marvel. «Es como estar en una habitación de cristal insonorizada», dijo. «Las personas pasan caminando y uno les grita, pero no saben que existís».
Investigar si alguien fue el responsable de copiar el trabajo de Alas ofrece una visión del enmarañado entorno online en el que están inmersos muchos creadores.
Marvel Studios dijo que su equipo creativo había trabajado con una agencia que obtuvo la licencia de una imagen de Shutterstock, un proveedor de fotografías de archivo. La imagen citada muestra un lobo con una pesa entre los dientes.
El artista al que se atribuye la creación de la imagen de Shutterstock –un «colaborador vectorial» con el nombre de usuario de «Ydhckll»– no respondió los pedidos de declaraciones. En un comunicado, Shutterstock dijo que investigaría el asunto y que los creadores aceptan condiciones de servicio que dejan en claro que deben «tener los derechos necesarios para enviar su contenido.» Ante la imagen de Shutterstock, Alas fue claro: «Este es mi lobo».
Determinar quién es responsable en un caso como el de Alas dependería en parte de lo que digan los acuerdos de licencia, dijo Heymann. Pero añadió que «cualquiera que reproduzca o distribuya una obra protegida por derechos de autor sin autorización es potencialmente un infractor».
«Podría haber un lío enorme», dijo Kevin M. Casini, profesor adjunto de la Facultad de Derecho de la Universidad de Quinnipiac, que planteó otra cuestión complicada: si Alas dibujó el lobo como un trabajo por encargo, la banda –no el artista– sería la propietaria de los derechos de autor.
Rubio creó el Bolt Hero, que se basa en temas y motivos de los Chargers, hace más de una década. El personaje conquistó tantos seguidores que, según dijo, el equipo de fútbol americano una vez le pagó por dibujarlo en un póster conmemorativo. Bobby Rubio creó «Bolt Hero», que se basa en temas y motivos de Los Angeles Chargers, hace más de una década. Crédito Bobby Rubio / NYT
Rubio informó que después de publicar un tuit con el hashtag #StolenArt, Panini, la empresa que distribuyó la figurita en cuestión, se puso en contacto con él. Panini se ofreció a pagarle una cantidad simbólica y a atribuirle el dibujo en futuras figuritas si accedía a firmar unos papeles, explicó.
Los abogados le dijeron a Rubio que ganar el caso probablemente sólo le generaría “algunas monedas”, por lo que decidió no llevar a Panini ante los tribunales. Pero tampoco firmó los papeles.
Panini no respondió los pedidos de declaraciones. Desde entonces ha lanzado versiones casi idénticas de la figurita de los Chargers que no incluyen al Bolt Hero.
En otro caso, Rubio descubrió que su dibujo del lanzador de los San Diego Padres Joe Musgrove se estaba imprimiendo en remeras sin su permiso. Dijo que el joven artista que había robado su obra se puso en contacto con él y le pidió disculpas.
En una entrevista, el artista, Geoff Recker, dijo: «Cometí un error, intenté remediar la situación lo mejor que pude y dar vuelta la página».
Al igual que Rubio, que descubrió a través de las redes sociales que su dibujo había sido robado, el artista independiente Kitt Lapeña se enteró a través de comentarios en internet de que su dibujo de un dragón había aparecido, con ligeras modificaciones, en un juego de cartas, Magic: The Gathering.
Lapeña, que se hace llamar Scarypet, dijo que llevaba años coleccionando las cartas del juego y que de chico había llenado cuadernos de dragones para practicar el dibujo. Incluso intentó pedir trabajo a Wizards of the Coast, la editorial del juego. Por eso, cuando Lapeña, filipino de 39 años, vio que su dragón aparecía en una carta de Magic, al principio pensó «que estaba siendo víctima de un troll».
Kitt Lapeña, quien coleccionó cartas de Magic: The Gathering durante años, dibujó esta imagen de un dragón en 2016. Crédito Kitt Lapeña / NYT
Después de que Lapeña tuiteara sobre la situación hace dos años, Wizards of the Coast anunció que suspendería su relación con Jason Felix, quien había dibujado la carta y cuyo arte Lapeña admiraba desde hacía tiempo. Un portavoz de Wizards dijo que la empresa no había vuelto a trabajar con Felix desde entonces.
Felix, que no quiso efectuar declaraciones, compensó finalmente a Lapeña por su trabajo y publicó una disculpa. «Estaba sobrecargado de trabajo, pero eso no es excusa. Metí la pata e intento enmendarlo», escribió Felix en Twitter. «Los artistas no se merecían esto».
Lapeña recalcó que no le guardaba rencor. De hecho, dijo, la cosa tenía un lado bueno: dibujó una carta para Wizards of the Coast que debutó el año pasado.
Sheelagh McNeill contribuyó con la investigación.