Fuente: La Nación ~ Según los arqueólogos, la obra representa a una indígena de elite de la cultura huasteca; fue hallada por casualidad el 1 de enero de 2021
En el día del descubrimiento de América por parte de Cristóbal Colón, la suerte del histórico monumento del navegante genovés en Ciudad de México fue decidida. La jefa de Gobierno de la capital mexicana, Claudia Sheinbaum, anunció que la escultura de Colón, que fue retirada en 2020 para realizar tareas de mantenimiento, no volverá su sitio en el emblemático Paseo de la Reforma. En su lugar será instalada una nueva figura: la de la joven de Amajac.
Se trata de una réplica de la escultura de una mujer indígena de la región huasteca que fue encontrada apenas el pasado 1 de enero. “El darle este espacio tan especial a las mujeres indígenas tiene un gran simbolismo en nuestra ciudad”, dijo Sheinbaum al afirmar que en la historia del país “las más discriminadas son, precisamente, las mujeres indígenas”.
“Son aquellas que menos voz tuvieron a las que debemos de darle voz(…) Y debemos de sentirnos orgullosos como habitantes de esta ciudad que en este lugar tan especial de Reforma estén representadas las mujeres indígenas de nuestro país”, añadió. La remoción del monumento a Colón, creado por el escultor francés Charles Cordier en 1877, generó tanto simpatías como muestras de rechazo en todo el país.
Fue parte del debate nacional sobre el legado del colonialismo español y la reivindicación de las culturas indígenas. Sheinbaum aseguró que la decisión fue tomada en consenso por el Comité de Monumentos y tras más de 5000 solicitudes de pueblos indígenas de todo el país para que una mujer ocupara el lugar de Colón en la principal avenida del país.
¿Quién era la “joven de Amajac”?
El hallazgo de la escultura de la mujer de Amajac fue fortuito, según el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).Habitantes de Hidalgo Amajac, en el estado de Veracruz, descubrieron la obra prehispánica en un terreno agrícola en el que estaba boca abajo, lo cual hizo que la pieza fuera ignorada durante mucho tiempo.
Tras una inspección de especialistas, se determinó que se trata de la representación de una mujer de la elite de la cultura huasteca. “Posiblemente era gobernante, por su postura y atavíos, más que a una deidad como se interpretaron casi todas las esculturas huastecas femeninas, a las cuales se vincula con la diosa Tlazoltéotl”, dijo la arqueóloga María Eugenia Maldonado Vite en un comunicado. La figura, de dos metros de altura, está elaborada en roca caliza.
Le fue tallado un rostro pequeño, ojos abiertos y huecos “los cuales debieron estar rellenos con incrustaciones de obsidiana u otra piedra”, según la arqueóloga. Tiene un tocado alto, un collar al centro del cual se distingue un adorno en forma de gota, conocido como oyohualli, un torso ataviado con una camisa de mangas largas y una larga falda que llega hasta los tobillos y revela el par de pies desnudos.
“Por su ubicación, la pieza está ligada a la tradición escultórica y a la cultura huasteca, aunque presenta ciertos rasgos del centro de México,cuando en la región se hizo notoria la influencia de la Triple Alianza, lo que la colocarían temporalmente hacia el Posclásico Tardío (1450-1521 d.C.)”, según el INAH.
“El estilo de la joven de Amajac es similar a representaciones de diosas huastecas de la tierra y la fertilidad, pero con una influencia externa, posiblemente nahua, como se aprecia en el hueco de los ojos para incrustaciones, rasgo que no pertenece a la escultura huasteca clásica sino más bien a la mexica”, dijo la arqueóloga Maldonado Vite.
La pieza actualmente está exhibida en el Museo Nacional de Antropología de Ciudad de México. El INAH hará una réplica de mayores dimensiones para que sea la joven de Amajac la que “represente a las mujeres indígenas de nuestro país en este lugar tan emblemático y tan importante para la ciudad y para nuestro país”, dijo Sheinbaum.